Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Devora Mela
Cuentos Cortos y Calientes
Todos los eventos que tienen lugar en este relato son ficticios, por lo que
embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual no ocurren, a
menos que formen parte de la historia. En la vida real, tener sexo sin
protección puede tener graves consecuencias permanentes; por favor,
recuerden esto y siempre usen protección adecuada y hagan pruebas
necesarias para asegurar que su pareja o ustedes mismos no sufran los
estragos que pueden surgir de una enfermedad venérea o un embarazo no
planificado.
Índice
Espiando a mi vecina por la ventana
Autora
Espiando a mi vecina por la ventana
#1 Diario de una Chica Fácil
Querido Diario,
Esta noche, la vecina que vive en el mismo piso del edificio de al lado llegó a
su apartamento con un hombre muy guapo. Los dos fueron directamente a su
dormitorio. Ella tiene su cama al lado del ventanal, igual que yo. Supe que
iba a ver un espectáculo cuando se tumbaron sobre la cama besándose y
quitándose la ropa.
Cuando regreso puedo ver todo más de cerca. El hombre está acostado en la
cama y tiene la verga durísima, apuntando al cielo, como un roble gordo y
grueso entre las piernas. La vecina se pone de manos y rodillas con el culo
hacia la ventana y se lo empieza a chupar; puedo ver como se lo mama
porque tiene una peinadora con un espejo inmenso en la pared contraria a la
ventana. Siento como mis jugos se empozan en mi ropa interior cuando ella
se traga esa verga inmensa. Enfoco sus nalgas, puedo ver su raja; está
mojadísima, loss labios de su coño están recubiertos de crema.
El hombre saca el dedo y jala sus caderas hacia su rostro, quiere que le
ponga el coño en la cara. Me excito aún más viéndolos hacer el 69. Él la
tiene agarrada por sus nalgas, apretando su generosa carne mientras tiene
la cara perdida entre sus piernas. Se ve que se la come rico, porque ella
ahora se lo mama como desesperada. A veces chupa solo la punta, pero
luego baja y se traga esa verga hinchada hasta el fondo de su garganta; se le
chorrea la baba por el esfuerzo, y le tiene el miembro bañado en su saliva.
Seguro que está punto de correrse, porque está moviendo las caderas cada
vez más rápido. Él la agarra con fuerza, puedo ver cómo entierra los dedos
en su carne mientras ella lo cabalga desaforada follándose su boca,
restregándole el coño en la cara. Se come su asta como una puta muerta de
hambre, moviendo la cabeza hacia arriba y hacia abajo, no sé cómo se traga
esa verga, pero se me hace la boca agua, yo quiero saber qué se siente
mamárselo a un hombre mientras me come el coño.
Ahora sí se está corriendo, mueve las caderas rapidísimo pero casi no está
chupando su verga, parece como si lo tuviese quieto en su boca y grita
alrededor del asta que tiene entre sus labios. Se quedó inmóvil por un
momento, le da una última y larga lamida antes de girarse y sentarse sobre
el miembro que estaba chupando.
Su coño, que seguro está más mojado que el mío, se traga esa vara de carne,
yo me estoy follando la raja con el dedo, penetrando mi excesiva humedad
con lo único que tengo en estos momentos para masturbarme; quiero a
alguien que me quite la virginidad y me meta un pipí grande y duro.
Ella está sentada encima de él, sus tetas cuelgan como dos melones cuando
se inclina hacia su boca; sus labios y sus lenguas se enredan en un beso
voraz. Ahora sus tetas se bambolean con el ondular de sus caderas mientras
lo cabalga, él las agarra con las manos y se las lleva a la boca. Imagino qué
siente ella, cómo le chupa los pezones con fuerza, le roza la piel con los
dientes. Siento el cosquilleo en mi clítoris, como se hace cada vez más
intenso. Suelto los binoculares y me muerdo la mano para tragarme el
gemido que escapa de mi garganta mientras me froto la pepita resbalosa, el
placer estalla y me sacude toda, siento los espasmos contrayendo mi canal y
mi raja expulsa más y más crema mientras acabo.
Estoy en una nueva ciudad y mañana empieza mi primer día de clases en una
Universidad con más de 300 mil estudiantes. Estaré en un nuevo salón,
conoceré a nuevas personas, y lo mejor de todo es que nadie me conoce ni
sabe de mí, así que podré reinventarme y ser quien quiera ser. Creo que es
momento de dejar de ser la niña buena que siempre he sido… De ahora en
adelante quiero ser libre. Quiero probar y disfrutar todos los placeres
carnales de esta vida; y antes de que termine el primer semestre quiero
perder la virginidad de una manera perversa y espectacular.
Hasta pronto,
M.G.
Autora
Devora Mela vive en una ciudad sobrepoblada de Latino América. En las
noches, antes de dormir, le gusta leer relatos eróticos cortos y calientes que la
exciten rápidamente. Recientemente ha empezado a escribir sus propios
relatos de lo que ella quisiera leer. Espera que también te excites con el
producto de su imaginación.