Boss Bangs the Secretary Precuela de la serie Daddy’s Sex Kitten
de Belle Hart
BOSS BANGS THE SECRETARY
Tabla de contenidos
Sinopsis Boss Bans the Secretary Foro
BOSS BANGS THE SECRETARY
Sinopsis Carol, la hermosa secretaria pelirroja de Chad, lo ha estado vigilando durante un tiempo. Una noche, cuando ambos trabajan hasta tarde, ella decide finalmente seducirlo. Chad resulta ser un objetivo dispuesto, saliéndose con la suya agresivamente una vez que sabe que ella está interesada. Justo como a ella le gusta.
Esta historia es una precuela de la serie "Daddy's Sex Kitten".
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Boss Bangs the Secretary Belle Hart Traducido y Corregido por Jud R.
He estado pensando mucho en mi jefe, Chad. Es guapo y alto,
tiene veintipocos años. Tiene el pelo corto y rubio, con un corte rapado y la piel bronceada. Parece que hace ejercicio. Está casado, pero eso es irrelevante. Es bien sabido en la oficina que engaña a su esposa. Solo llevan un año de casados. Ella es dulce e inocente, rubia y hermosa. Al parecer, una exmodelo. Es, obviamente, una esposa trofeo. Ni siquiera sé lo que estoy buscando de él. Quizás solo sexo. Soy un poco mayor que él, veinte y tantos. Creo que soy guapa. De todos modos, trabajo duro en eso, estoy en muy buena forma. Tengo el pelo largo y pelirrojo, soy algo alta, de piernas largas y busto lleno. Lo he pillado mirándome el pecho una o dos veces. Ambos estamos trabajando hasta tarde en este momento. Está prácticamente recién salido de la universidad y todavía está tratando de impresionar a los superiores. Creo que ya están impresionados, él es un gran triunfador, ¿qué se puede hacer? Soy su secretaria y me pidió que trabajara hasta tarde, así que lo hago. Solo unas pocas noches a la semana. Definitivamente estoy aburrida y con exceso de trabajo. Y cachonda. No tengo novio desde hace 6 meses. Tal vez sea hora de hace algunos movimientos hacia Chad. No es como si su esposa lo fuera a saber alguna vez. Nadie en la oficina tiene que saberlo. Creo que me burlaré de él un poco y veré qué pasa. Desabrocho algunos botones de mi blusa blanca satinada. Mostrando un poco mi brasier. Fingiré que no tengo ni idea. Me quito mi bincha y paso mis dedos por mi largo cabello ondulado. Llevo una falda ajustada de color púrpura oscuro y medias con un liguero blanco. Tengo tacones de color morado oscuro, no puntiagudos ni super sexys,
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solo tacones de oficina. Agarro unos papeles con los que he terminado y entro en la oficina de Chad. Él mira hacia arriba expectante y su rostro cambia inmediatamente. Casi sonríe. Él está sobre mí. —Gracias, Carol —dice mientras me quita los papeles. Creo que está intentando reprimir una sonrisa. Tal vez debería haber esperado hasta que decidiera seducirme. Los hombres siempre son tan presumidos cuando las mujeres los persiguen. Oh bien. Camino hacia el pequeño bar contra la pared de su oficina. Una mesa con unos vasos y botellas de alcohol. Sirvo un whisky a los dos. Uhm, puro. Camino de regreso a su escritorio y coloco uno frente a él. Levanta las cejas. —Hemos estado trabajando duro durante un tiempo, nos vendría bien un poco de alivio ante estrés —digo casualmente. —Brindaré por eso —dice. Levanta su vaso para golpearlo contra el mío. Luego bebemos. Después se quita la chaqueta y se afloja la corbata—. ¿Queda alguien más en la oficina? —pregunta mientras se levanta de su silla. —No. Solo nosotros —digo. Lo veo caminar hacia la puerta de su oficina y cerrarla. Luego se acerca tranquilamente a su reproductor de CD y pone una especie de música de jazz lento. Es algo que le gusta. Luego se acerca a mí, toma la bebida de mi mano y la coloca sobre su escritorio. Me mira a los ojos. Miro hacia atrás. Desliza un dedo por mi brazo, desde mi hombro hasta mi codo lentamente. Me mira a la cara. No reacciono. Mueve su mano hacia mi hombro y lentamente baja sus dedos de nuevo, esta vez sobre mi pecho, sobre uno de mis grandes y redondos pechos. Cierro mis ojos. Mueve su mano alrededor de mi cuerpo hasta mi espalda baja y me atrae hacia él. Abro mis ojos. Se inclina y me besa, suavemente al principio, para ver lo que probablemente hago. Le devuelvo el beso. Luego me besa con más avidez, acercándome más. Lo beso con la misma pasión. Sus manos se mueven por todo mi cuerpo, sintiendo mis curvas. Luego alcanza el dobladillo de mi falda y comienza a tirar de ella. Es un poco elástica, por lo que se mueve hacia arriba con bastante facilidad. De repente deja de besarme, me da la vuelta con brusquedad y me inclina sobre su escritorio, apartando papeles del camino mientras lo hace. Yo jadeo.
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Empuja la falda hasta casi mi cintura, dejando al descubierto mi liguero y mis bragas. Rápidamente desliza mis bragas hasta mis muslos. Mi coño está inundado de humedad y calor. Acaricia mi trasero brevemente, luego se detiene para desabrocharse el cinturón y los pantalones. Oigo abrirse la cremallera de sus pantalones y me mareo un poco. Esto realmente está sucediendo. Estoy tan excitada. Siento su polla incluso antes de tener la oportunidad de verla. Lo aprieta en mi coño rápidamente. Es bastante grande. Gimo mientras se desliza profundamente dentro de mí y me llena. Oh, sexo, te he echado mucho de menos. Lo escucho jadear. Luego comienza a golpearme con su polla con fuerza. Una y otra vez. No tontea, simplemente va a por ello. No le gustan los juegos previos o incluso aumentar gradualmente la intensidad. Es mi tipo de chico. Me gusta duro y rápido. Gimo en voz alta con cada golpe. Puedo oírlo respirar con dificultad, sudando. Comienza a gruñir y gemir como un animal mientras me folla duro. Lloro y gimo mientras él golpea contra mí. Empiezo a jadear. Puedo sentir un orgasmo comenzar a rugir dentro de mí. —¡Oh, Dios, ¡joder! —digo mientras me golpea—. Joder, oh, Dios, ¡UGGGHHH! —grito cuando el éxtasis se estrella sobre mí, apretando mi coño alrededor de su polla. Él gime y me mete la polla por unos segundos más. Luego grita mientras dispara semen caliente en mi coño. Lo siento estremecerse. Entonces lo siento salir de mí y alejarse. Me levanto lentamente con las piernas temblorosas. Me vuelvo hacia él. Ambos estamos recuperando el aliento. Me está mirando. No puedo decir si está disgustado consigo mismo por lo que acaba de hacer o enojado conmigo, pero tiene una extraña expresión intensa en su rostro. De repente, dice: —Siempre he querido hacerte eso —Luego me agarra del brazo y me acerca de nuevo a él y me besa con fuerza. Empieza a desnudarme con manos temblorosas, rápidamente. —Quiero ver tus tetas —dice sin aliento mientras desabotona mi blusa. Yo lo ayudo. Luego desabrocho la parte trasera de mi sencillo sujetador de encaje. Él se lo quita y mira con asombro cómo mis grandes tetas rebotan. Gime y se inclina para enterrar su rostro en ellos. Yo gimo. Alarga la mano para desabrocharme la falda. Lo ayudo y me muevo. También me saco las bragas por completo. Ahora solo llevo medias y tacones altos.
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Se agacha, pone sus dedos en mi coño y comienza a masajear. Siento que me voy a desmayar. Todavía estoy tan caliente por él. —Oh, Chad... —digo mientras jugueteo con los botones de su camisa. No ayuda. Simplemente me mira a los ojos mientras trato de desabrocharlo, mientras frota mi clítoris con sus ásperos dedos. Pone su otra mano en mi espalda baja para que no me caiga. Me estoy tambaleando. Casi le quito la camisa por completo, cuando el placer se arremolina en como un tornado en mi coño—. ¡Oh Dios! ¡Oh! ¡UHHH! — gruño cuando mi orgasmo me atraviesa y mi cuerpo se sacude. Se quita la camisa con facilidad. Su polla está dura de nuevo y muy buena. Todavía tiene los pantalones puestos, solo abiertos. Me levanta de repente, me da la vuelta en sus brazos y me deja en el suelo a cuatro patas. Vaya, es fuerte. Se baja al suelo detrás de mí y guía su polla dentro de mi coño rápidamente. Gimo de nuevo. Él agarra mis caderas y comienza a meterme su gran polla dentro de mí de nuevo. Duro. Gimo mientras me golpea. Puedo sentir los jugos de mi coño goteando de mí, estoy tan excitada. —Oooohhhh, Chad... —gimo mientras me folla. Me folla más fuerte. Mi cabeza está gacha y mi largo cabello rojo se balancea adelante y atrás frente a mis ojos con el ritmo de su follada. Mis tetas también están rebotando. Respira con dificultad cuando me golpea. Puedo sentir mi coño hincharse alrededor de su polla mientras folla. Estoy llena de deseo. Hace que mi coño esté más apretado. Cada golpe de su polla se siente mucho más intenso. Más lleno de placer. Empieza a gruñir en voz alta con cada embestida ahora. Ambos respiramos con dificultad y sudamos. Estoy gimiendo fuerte. De repente, siento una enorme explosión de placer dentro de mí. Jadeo. Luego suelto un gemido largo y profundo mientras el orgasmo sigue latiendo a través de mí. —Joder, sí... oh... joder, sí... —dice Chad mientras sigue follándome—. ¡Uhh! ¡Uhh! ¡UHHH! —Chad gime en voz alta mientras se corre con fuerza. Lo siento estremecerse cuando el orgasmo lo libera. Saca su polla de mí. Me acuesto en el suelo, exhausta, sobre un montón de ropa. Me doy la vuelta sobre mi espalda. Se pone de pie y rápidamente se quita el
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resto de su ropa. Pantalones, boxers, zapatos, calcetines. Su polla vuelve a rebotar casi completamente dura. Guau. Se acuesta encima de mí e inmediatamente vuelve a meter los dedos en mi coño. Yo gimo. Me besa fuerte mientras masajea mi coño y mi clítoris. Gimo contra sus labios mientras me folla con la mano. Me pone frenética y jadeando. Deja de besarme para ver mi rostro cambiar, ver mi reacción. Gimo a un ritmo mientras él amasa mi pequeño botón en sus dedos. Dios mío, me va a matar de placer. Me estoy retorciendo ahora, gimiendo, mientras el placer surge en una enorme ola dentro de mi coño. —¡Oh mierda! ¡OH! ¡UGGGGHHH! —grito mientras el orgasmo atraviesa mi cuerpo con fuerza y me muevo debajo de él. Lo miro en una bruma de lujuria. —Me encanta follarte hasta que grites —dice. Luego, rápidamente abre mis piernas y choca contra mí con su ansiosa polla dura. Gimo incontrolablemente cuando una nueva ola de placer estalla a través de mí. Se ríe un poco. Luego empuja un poco mis rodillas hacia mis hombros, para apretar mi coño, y comienza a golpearme con su polla. Gimo en voz alta mientras me folla. Se siente tan jodidamente bien. Es demasiado bueno follando para pertenecer a una sola mujer. Gimo y jadeo mientras me mete la polla, haciendo que mis grandes tetas reboten. Los dos estamos empapados de sudor. Finalmente puedo ver su cara mientras follamos. Es hermoso, retorciéndose y cambiando mientras el placer lo recorre. Eso me excita más. Gimo en voz alta cuando siento otro orgasmo surgiendo a mi encuentro. —Oh, mierda, Chad... —gimo. —Oh, Carol... —dice mientras rápidamente empuja dentro de mí. —¡Uh! ¡Uh! ¡Ugghhhhhh! —gimo mientras un intenso orgasmo recorre mi cuerpo con exquisitos pellizcos de placer. Gimo en voz alta cuando una segunda ola de placer me atraviesa—. Uhhhhh... —Entonces jadeo—. ¡Oh Dios! ¡UGGGHHH! —gimo cuando un tercer orgasmo explota dentro de mí. Puedo morir de placer. —¡Ugghhhh! —Chad gime en voz alta cuando su polla dispara semen caliente en mi coño durante mucho tiempo. Empuja su polla profundamente dentro de mí una vez más y gime de nuevo mientras dispara una pequeña carga de semen. Luego escuchamos otra voz en la habitación. Una mujer.
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—Oh, Dios mío —susurra. Me vuelvo y veo a la esposa de Chad parada allí con una lonchera marrón. Parece sorprendida. Chad y yo todavía respiramos con dificultad. —Nichole —dice Chad mientras la mira. Deja caer la bolsa del almuerzo y sale corriendo de la oficina. Chad rápidamente saca su polla de mi coño y agarra sus pantalones. Corre mientras trata de ponérselos. —¡Nichole! —Lo escucho gritar desde un pasillo cercano. Dejo que mis piernas caigan al suelo mientras recupero el aliento. Paso mis manos por mis grandes tetas y por mi cuerpo. Todavía puedo sentir un hormigueo de placer a través de mí. Yo gimo. Ese fue, sin duda, el mejor polvo que he tenido.