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El profesor de mi novio se aprovecha de

mi cuerpo | RELATOS PORNO

No Consentido On 16 noviembre, 2019


Después de mucho tiempo y esfuerzo, lo había conseguido. Mi
novio había terminado la carrera de Ciencias Ambientales y yo
le estaba acompañando en la ceremonia de graduación. Los
últimos meses habían sido duros, enfrentandose a trabajos y
exámenes nos habíamos visto poco y yo tenía la esperanza de
poder pasar más tiempo con él una vez terminadas las épocas
de estudio.

Nos encontrábamos en su universidad. Él iba realmente


elegante, con una camisa blanca bajo una americana negra, con
corbata y pantalones a juego. Todo el mundo estaba muy
contento y sonreía mientras se hacían fotos, saludandose
profesores y alumnos a la par.

Yo me encontraba acompañándole y hablando con su amigos y


compañeros. Siendo el principio del verano me había puesto un
vestido con falda abierta, no ajustada, típico de los vestidos de
verano. Era de un color azul intenso que contrastaba bien con
mi piel blanca y mi melena rubia hasta la mitad de la espalda.
Hubo un instante en el que me quedé sola y estuve esperando a
ver a alguien para hablar, cuando un señor de uno 40 años se
puso frente a mí. Sonriendo educadamente.

– Hola! Tu debes de Marina verdad? La novia de Alberto – dijo

– Sí, soy yo – respondí – ¿me conoce? –

– Si y no jaja te he visto alguna vez por el campus cuando has


venido a verle. ¡No pasas desapercibida! – consetó sonriendo

El comentario no me hizo la mínima gracia pero no quería


joderle el día a mi novio con problemas así que me tragué mi
orgullo y contesté:

– jajaja bueno, muchas gracias –

– No me he presentado, me llamo Juan. Soy uno de los


profesores de Alberto. La asignatura de Mecánica. ¿Te suena? –

Claro que me sonaba. Ese era el hijo de puta que suspendía año
tras año al a inmensa mayoría de la clase. Buena parte de la
culpa de que no pudiera pasar tiempo con mi novio erá por él.
Por suerte todo eso había acabado.

– Sí, algo me suena – dije perdiendo la paciencia – En fin, un


placer hablar con usted – contesté esperando poner fin a la
conversación.

– Un segundo. Realmente quería hablar contigo. Verás ha


habido un problema con su examen y tengo que hablar con él.
Le he citado en mi despacho ahora mismo, ya debe estar
esperándome, supuse que querrías estar con el. ¿Me
acompañas?
Yo no me lo podía creer. ¿Un problema con su examen? ¿le iba a
suspender el día de su graduación? Menudo cabronazo. Le dije
que fueramos, seguro que Alberto estaba destrozado.

Una vez en el despacho, cerró la puerta. Alberto no estaba y no


me gustaba la situación. Le pregunté que de que coño iba todo
esto y me respondió:

– Verás, el examen de Alberto está suspenso, pero lo está


porque yo quiero. Desde que te vimos con él un dia en la
universidad todos los profesores hemos perdido la baba por
follarte y esta es mi oportunidad de hacerlo. Si sales por esa
puerta antes de que yo lo diga, tu novio se va a pasar un año
más wn la universidad solo con mi asignatura. Y ya vermeos si
la aprueba le año que viene. ¿Qué te parece?

Yo no me lo podía creer. ¡El cabrón me estaba chantajeando!


Empecé a temblar mientras la información se agolpaba en mi
cabeza. No podía dejar que ese tio me follara. ¡Un profesor de
mi novio! Sería una gran humillación para él. Seguramente más
que suspender ahora la asignatura… ¿o no? Yo sabía que se
hundiría si suspende ahora. Al fin y al cabo sólo sería una
follada. Nadie tendría por qué enterarse. Unos minutos más y
todo el mundo estaría feliz.

– ¿Y bien? ¿aprueba o suspende?

– ¿Sólo…sólo un polvo? ¿Nada mas? ni besos ni caricias, lo más


rápido posible – dije

– Claro preciosa – respondió sonriendo – Descálzate y quitate


lo que lleves bajo el vestido. te voy a follar con él – me dijo
mientras se desabrochaba el pantalón. – ¿Entonces va a ser
aprobado?

– Si…
– ¿Cómo?

– A..aprobado – dije con un hilo de voz

– Perfecto. Pues arrodillate delante de mi.

Yo lo hice con la mente en blanco. Intentando que aquello


pasara como un mal sueño. Me hizo sacarle su miembro.
Estaba bien duro, de tamaño normal y muy limpio. Lo cogí con
la mano intentando que no se me notara mucho el asco que me
daba. Me di cuenta de su dureza. Estaba muy excitado el
cabrón. Supuse lo que quería y me lo metí en la boca. No sabía
mal, pero la situación era excesivamente humillante. Empecé a
mamarla con esmero, a ver si terminaba rápido, pero él tenía
otros plantes. Me cogió del pelo y me levantó para tumbarme
boca abajo contra la mesa. Los pies apenas me llegaban al
suelo de puntillas. Mi cadera quedaba al altura de su polla dura.
Se colocó detrás de mi y sobó mi culo. Cada mano sulla
ocupaba una de mis naglas. Las abrió bien y restregó su polla
húmeda contra mi coño. Yo cerraba los ojos fuerte esperando a
recibir una estocada seca hasta el fondo. Sentía su polla subir y
bajar por mi raja, separando los labios y mojándome con mi
propia saliva. En uno de sus movimientos la cabeza de la pollá
se colocó en mi agujero y empezó a empujar muy muy
despacio. Notaba como mi vagina, sólo lubricada por mi
abundante saliva, era dilatada a la fuerza. Sentía como entraba
en lo más profundo mientras todos mis músculos se tensaban y
yo me moría de vergüenza y humillación.

Llegó al fondo. Apretó bien, y sujetó mi cabeza y empezó a


sacarla casi toda y a meterla entera una vez tras otra. Siempre
despacio, disfrutando de mi reacción de rechazo. Poco a poco
empezó a aumentar el ritmo mientras me recordaba lo mucho
que lo había deseado. Yo intentaba no mostrar emoción alguna
pero sentir esa polla dentro de mi y estar permitiendo que
sucediera me estaba destrozando mentalmente. Oía cómo
chocaba su cadera contra mis nalgas y cómo si muerpo entero
se movía alante y atrás al ritmo de sus embestidas. Me daba
nalgadas y me decía:

– Ojalá pudieras ver cómo está entrando mi polla dentro de ti –

Esa imagen venía a mi cabeza junto con la sensación de tenerla


realmente dentro de mí. Hacía que se me saltaran las lágrimas
de la humillación.

Al cabo de un rato sus embestidas fueron mucho más


profundas. No rápidas pero cada una tenía una fuerza y una
profundidad que me hacían gruñir para no gritar…y entonces
sentí como paraba, dentro de mi, y cómo su polla vibraba junto
con la invasión de su semen. Llevaba el depósito lleno el
cabrón. 

Yo ya no podía más. Le sentí salir de mi y como su semen


resbalaba por mis piernas. El reía para sí mismo mientras me
miraba. Yo estaba con la mirada perdida intentando encontrar
fuerza de voluntar para salir de ahí. Me empecé a incorporar
lentamente cuando Se abrió la puerta, y apareció otro hombre,
un poco más mayor que mi violador. Al verme sonrió
abiertamente. Cerró la puerta y vino hacia mí.

– ¿Qué coño pasa? ¿Qué es esto? – dije asustada mirando a


Juan

– Ya te dije que todos los profesores perdíamos la baba por tí.


Yo que tu me recostaría otra vez. Te has portado muy bien
conmigo, ahora te toca repetir.

– No! No joder esto no era lo acordado! – Grité desesperada


mientras el otro profesor se bajaba los pantalones y dejaba ver
una polla más gránde que la que me llenaba hace un momento.
El hombre me sujetó sin decir una palabra.

– ¡NOOOO! ¡PARAD! ¡PARAAAAAD!

Me tumbó de nuevo en la mesa y sin mediar palabra,


violentamente, me la clavó hasta el fondo. Ahí solté un grito de
sorpresa. Lloraba mientras el hijo de puta me violaba y me
sujetaba fuerte. Al cabo de un minuto, sacó su polla, escupió en
mi ojete y me la empezó a meter por le culo sin parar, como una
embestida sola embestida, pero no de un golpe. Nunca lo había
hecho por ahí y de repente sentí como una polla de buen
tamaño se habría paso sin pausa. Ahí intenté luchar. Mis
piernas ya no tocaban el suelo, estaban encogidas intentando
apartar el hijo de puta ese. Cada vez estaba más profundo. Yo
gritaba y lloraba intentando empujarme con la mesa pero me
tenía bien sujeta. 

Al fin llegó al fondo. Notaba mi culo bien lleno. Palpitaba por le


dolor, y notaba su polla extremadamente dura. Con las primeras
embestidas, vi cómo se abría la puerta y aparecían otros dos
profesores. Yo grité

– ¡Noo! ¡Noooooo! – 

Mientras una polla me taladraba y la de uno de los profesores


recién llegados ocupaba mi boca hasta la garganta…

Continuará…?

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