Dr. Eduardo Gerome, con domicilio constituido en Tucumán 1621, piso 7° M, en la causa N° 7520/2018 (65.580) seguida por la muerte de Débora Pérez Volpin, a V.S. me dirijo y respetuosamente digo: Sin perjuicio de prestar declaración cuando sea convocada, vengo a adelantar al tribunal cuál fue mi intervención y todo cuanto está en mi conocimiento respecto de los hechos que se investigan en la presente causa, para contribuir con esta expOSICIOn al esclarecimiento de la verdad de lo sucedido y a que se analice mi conducta médica en la ocasión.
1. Mis antecedentes. Obtuve mi título de médico en
la Universidad Nacional de La Plata en el año 1981 y realicé la concurrencia de anestesiología en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, habiendo recibido mi título de especialista en anestesiología en el Colegio Médico de La Plata. Ejerzo mi profesión en forma ininterrumpida desde que me recibí y, a lo largo de mi carrera, me desempeñé_ en diversos centros de atención médica, haciéndolo actualmente en el Hospital de Ezeiza, en el Sanatorio Julio Méndez de la _ ciudad de Buenos Aires y en el Sanatorio de la Trinidad. 4. Inmediatamente después de que ocurriera la muerte de Débora, requerí la presencia de su pareja y de una de sus hermanas, que se hallaban afuera, y les conté lo que había pasado, en compañía del subdirector del sanatorio. Un par de horas después, ya con más familiares y con la presencia de tres médicos del conocimiento de la familia, expliqué en forma detallada cuál había sido mi tarea en la ocasión, respondiendo a todas las consultas que me hicieron, con el objeto de que pudieran tener total conocimiento de la labor que realicé.
5. Después del desenlace y de salir del shock que el
rmsmo me había producido, me centré en repasar una y otra vez cuál había sido mi actuación profesional. Es que no podía entender que una persona tan llena de vida, como la que había conocido un rato antes y que debía realizarse ese estudio, había encontrado la muerte en el quirófano. Analicé cada paso que di y me di cuenta que todo lo había hecho conforme a las reglas de la medicina por lo que, aunque tuviera ,
muchas conjeturas, no conocía la causa que había generado un cuadro
tan catastrófico y de semejante magnitud m cuáles habían sido los mecamsmos que causaron su muerte. Si bien el haber estado concentrada en los monitores me permitió detectar en forma temprana que algo anómalo estaba sucediendo y poner en marcha los mecanismos tendientes a intentar revertir la situación que se generó, el brusco deterioro de la paciente y la magnitud del cuadro me impidieron conocer las causas del mismo. 6. Como se advierte, he actuado en el presente caso con toda la diligencia esperable y exigible a un profesional de mi especialidad. Habíertdo·si-do'convoca:da:"para:-"'ta··ane;s-tesia";'-''"CQncurri~·efl-.- '.--... tiempo oportuno, evalué a la paciente en la forma correcta de acuerdo con los medios y exigencia del cuadro emergente e implementé el proce- dimiento, tal como lo exigen los protocolos anestésicos. Asimismo, una vez presentada la complicación, realicé todos los procedimientos indicados para mantener la vía aerea permeable y recuperar la saturación de oxígeno. A mi jUIClO, resultó indudable que la complicación fue producida por circunstancias' absolutamente ajenas a mi tarea, estimando que la magnitud del enfisema como las regiones que fueron afectadas condicionaron la nula respuesta a los denodados esfuerzos de reanimación. Expreso finalmente que, por lo expuesto, no . tengo ninguna responsabilidad profesional en la muerte de Debora Pérez Volpin.