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C.7. Los - Cambios - de - Significado - de - Las - Palabras PDF
C.7. Los - Cambios - de - Significado - de - Las - Palabras PDF
DE LAS PALABRAS
Los cambios semánticos pueden clasificarse en función de las causas que los
producen; y aunque la variedad de estas sea muy grande, pueden reducirse a cuatro
tipos: lingüísticas, históricas, sociales y psicológicas.
Causas lingüísticas
La elipsis.
Los tropos.
• El todo con el nombre de una de las partes: cinco velas, en vez de cinco
barcos; o viceversa: quinientas cabezas, por quinientas reses.
• El género con el nombre de la especie, como cuando con el nombre genérico
de árbol se designa la idea específica de higuera; o al contrario: “Salió a
ganarse el pan”, frase en la que el nombre pan designa toda especie de
alimento.
• Una cosa con el nombre de la materia con que está formada: el acero, por la
espada.
• El número singular por el plural: el pastor, por los pastores; o viceversa: “la
patria de los Leonardos”, por “la patria de Leonardo”.
• El instrumento por la causa activa: “Es una de las mejores plumas del
periodismo actual”.
• El lugar por la cosa que de él procede o del cual es propia: “Prefiero el Jerez
al Burdeos” [el jerez es un vino blanco y fino que se cría y elabora en los
términos municipales de Jerez de la Frontera, Puerto de Santa María y
Sanlúcar de Barrameda, en España; y el burdeos es un vino que se cría en la
región de la ciudad francesa de Burdeos].
De la florida falda
que hoy de perlas bordó la alba luciente,
tejidos en guirnalda
traslado estos jazmines a tu frente,
que piden, con ser flores,
blanco a tus sienes, y a tu boca olores.
Causas sociales
Los cambios semánticos motivados por causas sociales tienen un doble origen: o
bien se producen por restricción del significado primitivo de una palabra -de manera
que uno de sus significados prevalece sobre todos los demás- (cambio semántico por
especialización); o bien son el resultado de la ampliación del significado de una
palabra a otro concepto relacionado con el originario (cambio semántico por
extensión).
Filosofía. Principio activo que determina la materia para que sea algo concreto.
Principio activo que con la materia prima constituye la esencia de los cuerpos;
tratando de formas espirituales, solo se llama así al alma humana. Principio
activo que da a algo su entidad, ya sustancial, ya accidental.
Imprenta. Molde que se pone en la prensa para imprimir una cara de todo el
pliego.
Es frecuente, también, que el nombre de una materia sirva para designar alguno de
los objetos que con ella se fabrican, lo que constituye también un claro ejemplo de
restricción del significado; y así: cera/vela de cera; corcho/tapón de corcho;
pizarra/trozo de pizarra pulimentado y rectangular para escribir en él; etc.
Son, por otra parte, muchísimas las palabras que se aplican a una idea menos
general que la que corresponde a su significación etimológica. Sirvan, como ejemplo,
las siguientes, todas ellas polisémicas, y de las que solo se ha recogido la primera
acepción que figura en la vigésima segunda edición del DRAE, de 2001:
pannus (trapo, paño. Tela de lana muy tupida y con pelo tanto más
harapo). corto cuanto más fino es el tejido.
Esta especialización del significado afecta, sobre todo, al léxico científico que tiene
su origen en las lenguas clásicas y que, en muchas ocasiones, no conserva su
significado originario cuando es usado en el ámbito científico. Así sucede, por
ejemplo, con las voces de procedencia griega ánodo (de “ánodos”, camino
ascendente), bacteria (de “baktería”, bastón) y estoma (de “stóma”, boca); o con las
voces de procedencia latina bacilo (de bacillum, báculo pequeño), estilo (de stilus,
punzón para escribir en tablas enceradas) e hígado (del latín vulgar ficatum, del latín
[iecur] ficatum [hígado], alimentado con higos).
Los dobletes.
La palabra bárbaro, por ejemplo (palabra que proviene del latín barbarus, y este
del griego “bárbaros”, extranjero), se aplicaba al “individuo de cualquiera de los
pueblos que desde el siglo V invadieron el Imperio Romano y se fueron extendiendo
por la mayor parte de Europa”; pero ha ido desarrollando, como adjetivo, una fecunda
polisemia (que se completa con la locución interjectiva “¡qué barbaro!”, usada para
indicar asombro, admiración, extrañeza; p.ej.: “¡Cómo suda! ¡Qué bárbaro!”):
Fiero, cruel; p. ej.: “Su bárbaro compañero le preopinó una brutal paliza”.
Arrojado, temerario; p. ej.: “Ha zarpado en pleno temporal; es un bárbaro”.
Inculto, grosero, tosco; p. ej.: “Su aspecto es desaliñado y un tanto bárbaro”.
Grande, excesivo, extraordinario; p. ej.: “Le dispensó un recibimiento bárbaro”.
Excelente, llamativo, magnífico; p. ej.: “El coro estuvo bárbaro”.
Causas psicológicas
Con mucha frecuencia, los hablantes evitan pronunciar ciertas palabras por motivos
religiosos, supersticiosos, de índole social, etc.; y recurren, para aludir a los
significados que expresan, a metáforas, paráfrasis elusivas o deformaciones más o
menos cómicas de las propias palabras. Estos sustitutos se llaman eufemismos -la
palabra de origen griego eufemismo significa “dicho propio del que habla bien” [3]-;
y son tabúes las palabras sustituidas -tabú es palabra polinésica que significa “lo
prohibido”; algunas religiones de la Polinesia imponían a sus adeptos la prohibición
de comer o tocar ciertos objetos [4]. En oposición al eufemismo surge el disfemismo,
que consiste en nombrar una realidad con una palabra o expresión peyorativa, tras de
la cual se esconde la intención de rebajar la categoría de dicha realidad.
Varias son, pues, las causas que determinan el empleo de eufemismos; entre otras,
las que se reseñan a continuación.
Actividad 1.
Actividad 2.
Explicar el tipo de cambio lingüístico sufrido por la palabra capital cuando pasa de
adjetivo a nombre, con el significado de “dicho de una población, principal y cabeza
de un estado, provincia o distrito” (DRAE-2001, acepción 3): “Madrid capital no
sobrepasa los cinco millones de habitantes”; o con el significado de “población que
destaca en algún aspecto o actividad” (DRAE-2001, acepción 9): “Valencia es la
capital de la música”.
Actividad 3.
Por medio de la metáfora -tropo por semejanza-, las realidades más cotidianas
pueden embellecerse hasta límites insospechados. Desentrañar el lenguaje figurado
que emplea el poeta cordobés Luis de Góngora, para referirse al gallo, en estos
conocidos versos, y comentar su valor expresivo:
Actividad 5.
Actividad 6.
Actividades 7.
Precisar las diferentes acepciones de cada una de las siguientes palabras, de acuerdo
con el campo de conocimiento y/o disciplina en que tienen aplicación.
Actividad 9.
Actividad 10.
Actividad 11.
Actividad 7.
foco.
punto.
polo.
Actividad 8.
Actividad 9.
[1] En el Diccionario de uso del español, de María Moliner, en el lema rojo se recoge
esta información: "Se aplica a las personas de ideas muy izquierdistas o
revolucionarias; particularmente a los comunistas de dentro y fuera de España. En la
Guerra Civil Española, llamaban así los nacionales a los partidarios de la República;
y así siguieron llamando a los adversarios del Régimen de Franco". (Segunda edición,
de 2001; tomo II, pág. 977). Precisamente este es el significado que el vocablo rojo
tiene en el siguiente texto de Cela:
Don José, en el café de doña Rosa, hablaba siempre con mucha propiedad.
Una vez, hace ya un par de años, poco después de terminarse la Guerra Civil,
tuvo un altercado con el violinista. La gente, casi toda, aseguraba que la razón la
tenía el violinista, pero don José llamó a la dueña y le dijo: o echa usted a
puntapiés a ese rojo irrespetuoso y sinvergüenza, o yo no vuelvo a pisar el local.
Doña Rosa, entonces, puso al violinista en la calle y ya no se volvió a saber más
de él. Los clientes, que antes daban la razón al violinista, empezaron a cambiar
de opinión, y al final ya decían que doña Rosa había hecho muy bien, que era
necesario sentar mano dura y hacer un escarmiento. Con estos desplantes,
¡cualquiera sabe adónde iríamos a parar! (Cfr.: La colmena. Editorial Castalia.
Colección Clásicos Castalia, núm. 140. Edición de +Raquel Asún, revisada y
puesta al día por Adolfo Sotelo Vázquez).
[3] El DRAE -edición del 2001- define el eufemismo en los siguientes términos:
“Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o
malsonante”.
[5] A veces, para eludir la palabra tabú, en lugar de emplear eufemismos, se recurre a
extranjerismos; y así, en sustitución de la palabra retrete, se ha venido empleando
water closet, water -o simplemente W.C.-, de donde proviene la palabra -ya
castellanizada- váter; palabra que, por haber reemplazado habitualmente a retrete, ha
terminado por convertirse en otro tabú.
[6] El DRAE recoge los siguientes significados bajo el lema homosexual: Dicho de
una persona, con tendencia a la homosexualidad (acepción 1). Dicho de una relación
erótica, que tiene lugar entre individuos del mismo sexo (acepción 2). Perteneciente o
relativo a la homosexualidad (acepción 3). Y bajo el lema homosexualidad, el DRAE
incluye estos dos significados: Inclinación a la relación erótica con individuos del
mismo sexo (acepción 1). Práctica de dicha relación (acepción 2). Lesbianismo llama
el DRAE a la homosexualidad femenina; y lesbiana, a la mujer homosexual.
[10] No deja de ser sorprendente que se denomine seguro sobre la vida (o seguro de
vida) al contrato que garantiza a un beneficiario un capital o renta -que el asegurador
se obliga a entregar en función de la cuota que se haya establecido- cuando se
produzca la muerte de quien lo ha suscrito.
[12] El vocablo impedido se emplea -como eufemismo- para referirse al que no puede
usar alguno o algunos de sus miembros.
[13] La voz discapacitado,-da es calco del inglés disabled: “dicho de una persona,
que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas
normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas”.
[14] Mongólico es quien padece mongolismo, nombre que alude a las facies, que
recuerda la de un mongol. Al usarse esta palabra como insulto, se prefiere
socialmente referirse a esta enfermedad con la fórmula síndrome de Down. [Esta
enfermedad -puede leerse en el DRAE- está producida por la triplicación total o
parcial del cromosoma 21, que se caracteriza por distintos grados de retraso mental y
un conjunto variable de anomalías somáticas, entre las que destaca el pliegue cutáneo
entre la nariz y el párpado, que da a la cara un aspecto típico].
[15] El vocablo gagá se aplica a la persona de edad que ya ha perdido parte de sus
facultades mentales.
[16] Las personas supersticiosas creen de mal agüero pronunciar el nombre culebra o
serpiente, y lo reemplazan por bicha.