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La Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta PDF
La Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta PDF
FRAUDULENTA
1. INTRODUCCIÓN
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En esta lucha de valores, entre ambas tendencias, ambas vienen a ser
posesiones contradictorias, y ello dió surgimiento a una tercera posesión, aquella que
coincide con un poco de ambas y que busca el justo medio, es decir, la que admite
necesidad de certeza y seguridad jurídica; y en la que se advierte que ésta no puede
prevalecer ante la presencia de situaciones fraudulentas, que al fin y al cabo
constituyen el mayor agravio a la cosa juzgada.
Por ejemplo el aspecto más criticable de la regulación del artículo 178º del
Código Procesal Civil de 19933, que es la madre de todas las dudas sobre ésta
institución procesal, es el relativo a la oportunidad para el planteamiento de la
impugnación. Es así que se señala que la demanda se puede interponer “hasta dentro
de seis meses de ejecutada o de haber adquirido la calidad de cosa juzgada, sino
fuera ejecutable”. Esta duplicidad de reglas ha dado lugar a soluciones de lo más
increíbles y contradictorias. Así más de una vez se ha sostenido y se sigue sosteniendo,
que tratándose de sentencias ejecutables, dado que el plazo comienza a correr desde
el fin de la ejecución, si se interpone antes, la demanda seria prematura, mientras
que otras veces se ha considerado que bien puede plantearse antes de la ejecución.
Por no decir que nadie sabe bien en cual momento termina la ejecución y por ende
empezaría a correr nuestro plazo.4
3
ARTICULO 178°.- NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA
Hasta dentro de seis meses de ejecutada o de haber adquirido la calidad de cosa juzgada, si no fuera
ejecutable puede demandarse, a través de un proceso de conocimiento la nulidad de una sentencia
o la del acuerdo de las partes homologado por el Juez que pone fin al proceso, alegando que el
proceso que se origina ha sido seguido con fraude, o colusión, afectando el derecho a un debido
proceso, cometido por una, o por ambas partes, o por el Juez o por éste y aquéllas.
Para demandar la nulidad la parte o el tercero ajeno al proceso que se considere directamente
agraviado por la sentencia, de acuerdo a los principios exigidos por este Titulo.
En este proceso solo se pueden conceder medidas cautelares inscribibles.
Si la decisión fuese anulada, se repondrán las cosas al estado que corresponda. Sin embargo, la
nulidad no afectará a los terceros de buena fe y a titulo oneroso.
Si la demanda no fuese amparada, el demandante pagará las costas y costos doblados y una multa
no menor de veinte Unidades de Referencia Procesal.
4
Cas. N° 574-2000/Lima, del 12 de octubre de 2001, de la que se infiere la duda sobre cuál es el
momento en el que realmente termina un proceso de ejecución ordinaria.
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determinar, si lo que tenemos regulado en nuestro código procesal civil, es lo más
adecuado para la efectividad de nuestro sistema judicial.
2. NATURALEZA JURIDICA
5
CAS. N° 1300-2001 –Ancash, El Peruano, 01-04-2002, p. 8501.
“El fraude procesal constituye la causal genérica por la cual se puede impugnar una sentencia
definitiva y se entiende por ella, como lo hace el profesor Jorge Peyrano, como toda conducta activa
o omisiva, unilateral o concentrada, proveniente de los litigantes, de terceros, del Juez o de sus
auxiliares, que produce un apartamiento de parte del proceso de todo el proceso, de los fines
asignados, desviación que, por cualquier circunstancia y sin que medio culpa del afectado, no puede
ser subsanada mediante los remedios legales instrumentados a otros efectos por el ordenamiento
respectivo”.
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3. LA REVISIÓN DE UNA SENTENCIA FIRME, CON AUTORIDAD DE
COSA JUZGADA
La interrogante que quizás nos estemos planteando en este momento es; ¿en qué casos se
puede admitir y cuál es la finalidad de la revisión de una sentencia judicial cuya naturaleza
es definitiva? A lo que daremos como respuesta, que la finalidad es proteger el principio de
seguridad jurídica, la cual viene a ser la base de todo nuestro ordenamiento legal, pero ello
debe obedecer simple y llanamente a situaciones extraordinarias, motivo por el cual su
interpretación debe ser restringida, prevaleciendo el proceso judicial y todos sus actos que lo
conforman.
Asimismo, la posesión que sostiene nuestra doctrina en relación al motivo por el cual
debe admitirse un re-examen de una sentencia judicial firme, que ha pasado a tener la
autoridad de cosa juzgada, es el fraude procesal, pero veamos qué es lo que se entiende por
éste concepto que viene a ser muy amplio al igual que otros términos jurídicos:
Sobre ello nuestro Código Procesal Civil en el artículo 178°, ha señalado como causales, las
siguientes: dolo, fraude, colusión o afectación al derecho de un debido proceso.
Particularmente considero que nuestro Código Procesal Civil debió limitarse a indicar
como causal para solicitar la revisión de una sentencia definitiva exclusivamente el FRAUDE
PROCESAL, pues el DOLO, que viene a ser la intención de dañar se encuentra implícito en el
FRAUDE, y por otro lado la COLUSIÓN, no es sino, una modalidad que puede adoptar el
fraude, por lo que resulta innecesaria la inclusión antes descrita.
6
GELSI BIDART, Adolfo. “Noción de fraude procesal”. En: Libro de Ponencias del XVIII Congreso Nacional
de Derecho Procesal realizado en Santa Fe, Argentina, 1995. Pág. 265.
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Asimismo, en lo que respecta a la causal de afectación a un DEBIDO PROCESO,
estimo que en lugar de señalarse como un motivo más para cuestionar la cosa juzgada, debió
considerarse como consecuencia del fraude, por lo que en lugar de una “o” debió colocarse
una “,”de este modo la redacción del artículo 178º de CPCP en mi opinión, debió ser de la
siguiente manera:
Puede demandarse:
(….)
La nulidad de una sentencia
a) Extraordinaria
b) Uso Excepcional
Ello conlleva a señalar que sólo procede su utilización frente a causales específicas señaladas
por nuestro ordenamiento jurídico, las cuales, en ningún caso podrán interpretarse
extintivamente o ser integradas analógicamente, ya que lo que debe prevalecer es la
integridad del proceso judicial.
c) Limitada Extensión
Al declararse fundada una demanda de nulidad de cosa juzgada, ésta sólo debe alcanzar a
los actos viciados de fraude, manteniéndose íntegramente la validez de los demás actos
procesales. Ello en coherencia con los principios que regulan la teoría de la nulidad procesal.
Tal como lo regula el Código Procesal Civil en el artículo 173º.
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d) Naturaleza Residual
Ello implica que no puede ser invocado si existen mecanismos internos u ordinarios que
puedan subsanar el vicio incurrido, a propósito de la comisión del fraude procesal. Por lo que,
debe de tenerse muy en cuenta que para la procedencia de la demanda de nulidad de cosa
juzgada fraudulenta, será imprescindible haber agotado previamente todos los mecanismos
de impugnación previstos dentro de la teoría impugnatoria, o en su defecto, no haber estado
en estado en aptitud de usarlos. La inobservancia de aquellos supuestos conlleva a la
improcedencia de la acción incoada.
5. REQUISITOS DE PROCEDENCIA
a) Que la sentencia sea definitiva, haya adquirido la calidad de cosa juzgada, por
ser una decisión ejecutoriada, no consentida. Es decir, que aquella persona que
interponga una demanda de nulidad de cosa juzgada fraudulenta, demuestre haber
agotado todos los mecanismos impugnatorios previstos al interior del proceso. A
excepción que el accionante acredite que el fraude o la afectación al derecho a un
debido proceso consistió precisamente en no permitirle impugnar el acto procesal que
le causa agravio y que dio pie a que se configure la figura procesal materia de
análisis.
Este importante requisito es exigido indirectamente por nuestro CPC, al señalar que
el plazo para interponer la demanda se computa desde que la decisión es ejecutada
o ha adquirido la calidad de cosa juzgada fraudulenta si fuera ejecutable. Sin
embargo, advertimos en su lectura que la misma norma pareciera dejar abierta la
posibilidad de cuestionar una sentencia supuestamente fraudulenta que quedó
consentida por las partes, supuesto que desnaturaliza la institución y contradice lo
antes señalado.
Este segundo requisito implica que la decisión adoptada por el órgano jurisdiccional
fue resultado del fraude. Es decir, la idea es que si no se hubiera producido el fraude
la decisión hubiera sido distinta. Nuestro Código Procesal Civil peruano señala éste
requisito de manera indirecta, pero es intrínseco y muy importante a la esencia de
este proceso.
Algunos juristas y doctrinarios consideran que el plazo debe ser corto, pués lo
contrario motivaría a mantener una situación de incertidumbre que sería
sumamente perjudicial para la estabilidad del sistema jurídico, así como para la
parte perjudicada. En nuestro medio, el Código Procesal Civil exige que se interponga
hasta dentro del plazo de 6 meses de ejecutada la resolución o de esta haber
adquirido la calidad de cosa juzgada si no fuera ejecutable.
Desde mi punto de vista considero que la opción adoptada es la más factible, ya que
una vez ejecutada una resolución originada de una conducta fraudulenta, y por qué
no calificarla de delictual, resulta en muchos oportunidades sumamente difícil revertir
las cosas al estado anterior, o si ello llega a darse, implica todo un proceso tanto o
más complicado que el objetado. Así, por ejemplo grafiquemos un acreedor que
remata fraudulentamente bienes de un deudor que al final no era tal, los que fueron
adjudicados de buena fe. Hecho que va a ser imposible que deudor recupere sus
bienes.
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se conoce el fraude o desde su ejecución; pues pueden perfectamente presentarse
casos de sentencias definitivas que adquirieron la autoridad de cosa juzgada e incluso
fueron ejecutadas sin que el demandado se enterara, pues, por ejemplo nunca fue
válidamente emplazado; sin embargo, es cierto también que esta alternativa podría
colocar la situación en el límite de lo impreciso, fomentando inseguridad, por lo que
sería necesario regularlo adecuadamente, así por ejemplo, sería pertinente que el
demandante acredite la falta de un emplazamiento válido, como requisito de
procedencia de la demanda, caso contrario y como lo reitero atentaríamos contra la
integridad del proceso.
6. MEDIDAS CAUTELARES
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los requisitos como son la apariencia de derecho, el peligro en la demora, y cuando así lo
considere el Juez, la respectiva contracautela.
7. COMPETENCIA
Por otro lado, hay quienes sostienen sus legítimas posesiones divergentes sobre el Juez
competente, al punto que ello fue objeto de un Pleno Jurisdiccional de los Vocales Superiores
en el año 19987, los que llegaron a un veredicto un tanto ambiguo, pues se llegó a la
conclusión que el Juez competente para conocer la demanda de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta, en tanto no lo establezca expresamente nuestro ordenamiento jurídico, es el
Juez Especializado en lo Civil y de igual rango jerárquico que el emplazado. En donde se
debe aplicar las reglas comunes de la competencia.
Sin embargo, son viables algunas reflexiones al respecto. Hemos dicho que entre las
modalidades de fraude tenemos aquellas realizadas entre las partes o entre algunas de éstas
y un tercero, y las que se realizan con la participación del Juez. Lo antes afirmado conlleva a
plantearnos la siguiente interrogante ¿cuándo se alega colusión del Juez, quien es
competente?, a la vez nos preguntamos ¿quien juzga al juzgador? No resultaría acorde con
nuestro sistema legal que un Juez juzgue la conducta funcional de otro órgano jurisdiccional
de igual jerarquía, y suele tornarse mucho más complejo cuando decimos ¿qué ocurre cuando
el supuesto fraude ha sido cometido en instancias superiores? ¿Está un Juez especializado o de
primera instancia en libertad de juzgar o estaría dotado de la imparcialidad necesaria para
resolver la comisión del fraude de su superior jerárquico? Lo que conlleva a afirmar de que al
no tener una respuesta categórica, se puede considerar como alternativa, que en los que el
fraude procesal se sustente en la intervención de un Juez, sea el jerárquico superior, y en los
casos en que sean demandados los miembros de una Sala Suprema, la competencia debería
ser asumida por otra Sala Suprema.
7
Así en el Pleno Jurisdiccional Civil de 1998, acuerdo N° 5.
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8. PRETENSIONES
Asimismo, puede darse el caso, que además de plantear la nulidad del proceso en sí,
también se solicite una indemnización por los daños eventualmente ocasionados, en este caso
sería una acumulación originaria accesoria legal, como también podría realizarse la petición
de costas y costos del proceso.
9. VIA PROCEDIMENTAL
Existe uniformidad entre los operadores del derechos y la doctrina en considerar que
la vía procedimental para un proceso de naturaleza controversial, como del nulidad de cosa
juzgada fraudulenta, debe ser aquella vía que cuenta con mayor capacidad probatoria y en
la que existe mayores posibilidades de apreciar la verdad o falsedad de los hechos que
sustentan las partes involucradas. Hecho que conlleva a afirmar que no debe ser otra
diferente que la vía del proceso de conocimiento,8 regulado en el artículo 475º del Código
Procesal Civil.
8
“Cas. N° 871-97-Puno, 19-10-1998, p. 1985.
En los procesos de conocimiento se parte de una situación incierta para obtener un pronunciamiento
jurisdiccional de certeza del derecho controvertido.”
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otros actos viciados, lo que corresponde es retrotraer las cosas al estado anterior, es decir al
momento que se produjo el fraude procesal, y a anular todos los actos afectados por tal vicio.
El Código Procesal Civil en su artículo 178º, considera que el dolo, fraude y la colusión
cometidos dentro de un proceso judicial son causales para demandar la nulidad de cosa
juzgada o la revisión. Desde un enfoque crítico señalo que la diversidad de causales
establecidas en nuestro ordenamiento jurídico debería de ser unificada en una institución
única como es el “fraude procesal”. Ya que, éste término engloba todas las causales antes
descritas y no deja fuera otras causales intrínsecas como son el cohecho y la colusión, figuras
legales que también pueden constituir actos fraudulentos. Es por ello, que en muchas
oportunidades se pretende que se ampare una demanda de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta por afectación al debido proceso, sin sustento legal alguno.
12. CONCLUSIONES
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2. Es necesario una mayor difusión de los alcances de la acción de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta, ya que se sigue considerando como juicio de contradicción de sentencia y
cómo un recurso más, frente a un fallo adverso o un remedio para detener la
ejecutabilidad de una sentencia.
5. Un proceso debe aspirar concluir con un pronunciamiento sobre el fondo que ponga fin a
un conflicto de intereses y esto ocurre, en el peor de los casos, con los dos grados de
jurisdicción previstos constitucionalmente. La nulidad de cosa juzgada fraudulenta
constituye un remedio extraordinario, no tiene nada que ver con el fondo de la materia
discutida en el proceso primario, sino con el normal desarrollo del inter procesal, que no es
otra cosa que el cause destinado a garantizar una justa conclusión del proceso. En el
Perú, hemos trastocado esta situación: lo excepcional se ha convertido en cotidiano, de
allí que haya millares de recursos de casación y centenares de recursos de casación y
centenares de demandas de nulidad de cosa juzgada fraudulenta interpuestas
anualmente.
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