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EAGLETON, Terry. Ideología. Traducción de Jorge Vigil Rubio.

Paidós, Barcelona,
1997.

Jenniffer Vargas Vega


Comunicación y cultura (2015980)
Reseña de lectura

Ideología de Terry Eagleton es un libro publicado originalmente en 1991 y posteriormente


traducida al español por Jorge Vigil Rubio en 1997. En este trabajo ensayístico-teórico, el británico
busca aclarar en cierta medida la enmarañada historia conceptual de la noción de ideología (Pág.
15). El principal objetivo es la hacer un rastreo de tipo histórico por los diferentes momentos en
los que la concepción de ideología ha sido trascendental y generar desde ese paneo una
aproximación a una definición clara de ideología que abarque los muchos sentidos que ha tomado
ese término tan complejo.
Con un profundo marco de posicionamiento teórico de pensamiento marxista, Terry Eagleton
es básicamente conocido por su trabajo como crítico literario (por medio de obra como Una
introducción a la teoría literaria), pero también son relevantes sus aportes al campo de la crítica
y la reflexión de la cultura. Allí, en su sentido amplio, puede ubicarse Ideología que pretende servir
como una introducción al panorama de la ideología como un concepto vital desde campos como
el sociológico, el político, entre otros.
Esta obra se produce en medio del interés por entender y explicar el fenómeno de deshacerse o
despojar de un campo intelectual al concepto de ideología: hay una clara aversión a la crítica
ideológica. Eagleton busca una conciliación con frente a este choque. De este modo es fundamental
la apertura de la reflexión por medio de la síntesis de una paradoja que expone la caducidad del
concepto de ideología en medio del panorama intelectual, pero con un trasfondo de surgimiento (o
resurgimiento) de diversos movimientos ideológicos en todo el mundo. Las corrientes de
pensamiento postmoderno han hecho que se genere un desfasamiento de la idea de ideología, sin
embargo, Eagleton será enfático en afirmar que la teorización sobre el termino ha encontrado
reparos (de tipos explicativos, epistemológicos…) desde su mismo surgimiento.
Este trabajo ensayístico consta de un total de siete capítulos. En medio de ellos, se encuentra el
texto introductorio donde el autor presenta la orientación conceptual y argumentativa, el esbozo
metodológico que ha de regular este estudio del concepto de ideología. Posteriormente la obra
cerrará con una parte definitoria de conclusiones y de lecturas propuestas como complemento para
la construcción de una revisión histórica y teórica de “ideología”. Casi en su totalidad, las obras
complementarias fueron también la base o el corpus textual que sirvió de base para el desarrollo
del trabajo de Eagleton1.
La obra inicia con una exploración por los significados que suelen ser atribuidos al concepto de
ideología. Los primeros dos capítulos tratan de exponer estos modos ideología recurriendo a
definiciones tomadas tanto de corrientes filosóficas hasta aquellos que provienen de acepciones
más corrientes y coloquiales. Eagleton procede a sopesar la validez de cada una de ellas y a
jerarquizarlas según su relevancia tanto para los propósitos de escritura, como para la reflexión de
lo ideológico en campos más amplios. Las definiciones que se privilegian podrían establecerse de
la siguiente manera: procesos materiales de producción de ideas, creencias o valores en la vida
social, ideas que simbolizan las condiciones de un grupo social o clase, legitimación de los
intereses de grupos sociales, legitimación de intereses limitados a un poder social dominante, estos
mismos intereses de legitimar pero mediante la distorsión de estas ideas, y finalmente, creencias
falsas o engañosas que derivan no de los intereses de una clase dominante sino de la sociedad
como conjunto. Posteriormente, se encarga de analizar las estrategias por las cuales las ideologías
llegan a asentarse en las sociedades y en la mentalidad de los individuos, en el ejercicio de sus
prácticas cotidianas: unificación, naturalización, engaño, autoengaño, universalización y
racionalización.
A partir de allí, a lo largo del cuerpo de la obra, se irá disgregando una reconstrucción histórica
y teórica desde diferentes perspectivas y bajo la lectura atenta de una serie de filosóficos, teóricos
y críticos, que marcan puntos clave de la crítica ideológica. La Ilustración dará comienzo a este
desarrollo de lo ideológico, con todo el contexto de las revoluciones burguesas y el imperio de la
razón, luego el marxismo en la forma de la llamada Segunda Internacional dotará a la ideología de
un sentido más ligada a la reacción del sujeto proletario hacia un encausamiento de políticas
revolucionarios (idea fundamental en Marx y Engels). Cada capítulo a partir de aquí pondrá en
dialogo diferentes autores como Georg Lukács, Lucien Goldmann, Antonio Gramsci, Theodor
Adorno, Louis Althusser, Pierre Bourdieu, Arthur Schopenhauer, Sigmund Freud o George Sorel;
hasta finalizar con una vena del pensamiento más enfocada en el análisis del discurso llevando el

1 Se podría señalar que, entre estas obras, las más importantes para la escritura del libro fueron: La
ideología alemana (Marx y Engels), Historia y conciencia de clase (Lukács), El marxismo y la filosofía del
lenguaje (Voloshinov), «Ideología y aparatos ideológicos del Estado» (Althusser) o El porvenir de la ilusión
(Freud).
dialogo hacia figuras como Voloshinov, Pêcheux, Barthes, pero principalmente Hindess y Hirst.
En todos estos puntos del análisis, Eagleton plantea sus coincidencias y diferencias de
pensamiento, intentado crear puentes discursivos y llenar lo que él considera vacíos analíticos.
Algunos de estos autores no generan construcciones teóricas frente a lo ideológico de forma
explícita, como los casos de Freud y Bourdieu, principalmente, pero Eagleton los lee enlazando
conceptos relacionados a la ideología desde los campos del psicoanálisis o el inconsciente cultural,
que para él son tangenciales.
Atendiendo a la noción de ideología según diferentes aproximaciones de definición
(fundamentas en diferentes modos de concepción del sujeto y desde distintas corrientes filosóficas
o momentos históricos), hay un amplio panorama de elementos que dan cuenta de la construcción
histórica de la ideología como concepto: La idea de lo falso y verdadero (conceptos problemáticos
y para nada unívocos), el posicionamiento de estos valores absolutos de verdad permite ver como
los motores de pensamiento supeditados a la ilusión, la distorsión o la mistificación harán que la
falsa conciencia es fundamental y transversal a todo este estudio.
La ideología será vista desde sentidos peyorativos, positivos o neutrales, según se va imbuida
de las realidades políticas donde la ideología se define como un modo de discurso al servicio de
un poder dominante o de lucha –o posicionamiento– de clases o simplemente como el bagaje
cultural de una clase social y siempre estará presente la confrontación entre una dimensión teórica
de la ideología (como un desarrollo científico) y una dimensión practica que vincula el
pensamiento con la acción, la vida de los individuos. Aquí en la función práctica de la ideología,
será importante toda la disertación que se hace desde diversas perspectivas del surgimiento de la
conciencia, sobre todo de una conciencia de clase, principalmente la clase proletaria (en términos
absolutamente marxistas). Bajo los ideales marxistas, el vínculo que hay entre ideología y las
realidades vividas por los sujetos (aquello que las personas saben de la realidad, vínculo con sus
necesidades y deseos) y la idea de que un modo de pensamiento ideológico debe llevar a los
individuos a la realización de acciones concretas y determinadas. Posterior a esto, otras corrientes
posmarxistas buscaran los modos de contestar a este modo de entendimiento de lo ideológico. Aun
así, el principio transversal a la ideología es constituirla como una sólida que contribuya a
organizar la vida de los seres humanos. Este referente de lo real se matizará o verterá también
hacia los modos de la imaginación, o el deseo (como visiones que se deslindan de lo real y
establecen como posibilidades de transformación, como utopías).
Eagleton hace un lúcido planteamiento sobre el papel de los denominados «aparatos ideológicos
del Estados» como la Iglesia, la familia, los medios de comunicación y para esto toma como apoyo,
principalmente, a Louis Althusser. Básicamente, estos aparatos, cumplen funciones ideológicas,
pero no están siempre subyugados a esos fundamentos o principios. Interesante reflexión se da
sobre los medios de comunicación (considerados habitualmente como un medio de control de
masas por parte del Estado y como un vehículo para la transmisión de ideologías de dominación),
así como de las funciones comunicativas de los individuos en sus prácticas cotidianas.
El principal rasgo de esta obra es la de presentar el concepto de ideología mediante una amplia
variedad de categorías explicativas y de ubicarlo en un intersticio entre modos explicativos
epistemológicos, políticos, sociológicos. La historia del termino ideología ha hecho que se
trastoque con las corrientes de pensamiento más variadas como el marxismo, el psicoanálisis y el
análisis del discurso, entre otras –una de las principales tesis de la obra es la de asumir lo ideológico
mas como un asunto del discurso que del lenguaje–. Así mismo, se destaca, el hecho de que
Ideología de Terry Eagleton sea una obra sumamente dialógica e intertextual, que concilia las
diferentes posturas teóricas sobre la ideología hasta concluir que hay una confluencia de diversas
acepciones históricas del término «ideología» y que además de las determinaciones sociales del
mismo, no ha de desdeñarse tampoco las dimensiones subjetivas del mismo que enlazan el aparato
social con el individuo y las formas de conciencia del mismo.

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