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POEMAS AUTORES Yo pienso en ti, tú vives en mi mente para que nunca baje al lugar donde

GUATEMALTECOS aunque tal vez mi rostro indiferente nació la traición


1. Los enamorados no deje reflejar sobre mi frente del vil que ato su corazón a la tiniebla
que ahora se besan, la llama que en silencio me devora. inegándote!
todavía no saben En mi lóbrega y yerta fantasía
que tendrán brilla tu imagen apacible y pura Autor : OTTO RENE CASTILLO
que separarse muy pronto. como el rayo de luz que el sol envía
Los enamorados a través de una bóveda sombría
que aún no se han encontrado, al roto mármol de una sepultura. 6. SOLEDAD
ignoran Callado, inerte, en estupor profundo
que pronto creerán mi corazón se embarga y se enajena, Yo canto porque no puedo eludir la
haberse hallado y allá en su centro vibra moribundo muerte,
para todos los tiempos. cuando entre el vano estrépito del porque le tengo miedo, porque el dolor
Pobres mundo me mata.
los que ya se encontraron, la melodía de tu nombre suena. La quiero ya como se quiere el amor
ahora tendrán Sin lucha, sin afán y sin lamento, mismo.
que separarse. sin agitsrme en ciego frenesí, Su terror necesito, su hueso mondo y
Pobres sin proferir un solo, un leve acento, su misterio.
los que aún no se han hallado, las largas horas de la noche cuento
ahora tendrán y pienso en ti. Lleno del fervor de la manzana y su
que continuar esperando. corrosiva fragancia,
Autor: José Batres Montúfar lujurioso como un hombre que sólo
Autor : Otto René Castillo una idea tiene,
4. PATRIA angustiadamente carnal con la misma
¡Patria de las perfectas luces, tuya muerte devorante,
2. UN HOMBRE EN EL ESPEJO la ingenua, agraria y melodiosa fiesta, yo me consumo aullando la traición de
Salgo a la calle campos que cubren hoy brazos de los dioses.
y la gente me mira con ojos distraídos cruces!
como se mira a un perro vagabundo Soledad mía, oh muerte del amor, oh
nadie se da cuenta que me estoy ¡Patria de los perfectos lagos, altos amor de la muerte,
desangrando espejos que tu mano acerca al cielo que nunca hay vida, nunca, ¡nunca!
que me arranco por dentro para que vea Dios tantos estragos! sino sólo agonía.
no ahuyento ni a los niños que juegan En mis manos de fango gime una
en los parques ¡Patria de los perfectos montes, cauda paloma resplandeciente
ni a los viejos jubilados de verdes curvas imantando auroras, porque el amor y el sueño son las alas
ni siquiera a sus bandadas de pájaros hoy por cárcel te dan tus horizontes! de la vida.
hambrientos
no obstante Poemas de Miguel Ángel Asturias Me duele el aire... Me oprimen tus
cuando estoy a solas en mi cuarto manos absolutas,
y me miro al espejo rojas de besos y relámpagos, de
no veo más que este rostro 5. NUESTRA VOZ nubes y escorpiones.
angustiado perennemente comido por Para que los pasos no me lloren, Soledad de soledades, yo sé que si es
el miedo y me espanto yo mismo / me canto. triste todo olvido,
doy tristeza Para tu rostro fronterizo del alma más triste es aún todo recuerdo, y
de verme reducido a ésta máscara de que me ha nacido entre las manos: más triste aún toda esperanza.
eterno penitente canto.
pobre de Luis Para decir que me has crecido clara Porque el amor y la muerte son las
dice mi boca dentro del espejo en los huesos amargos de la voz: alas de mi vida,
pobre de Luis que soñó con canto. que es como un ángel expulsado
transformar el mundo Para que nadie diga: tierra mía!, perpetuamente.
a la medida de sus tribulaciones / que con toda la decisión de la nostalgia:
vivió su tragedia canto. Autor: Luis Cardoza y Aragón
anónima y vulgar Por lo que no debe morir, tu pueblo:
pobre de Luis tan hondamente canto.
hastiado de ocultar torpemente su Me lanzo a caminar sobre mi voz para 7. Nada Especial
torpeza / su papel decirte:
de contrito tu, Ya la edad y las canas, esas libras de
pobre de Luis interrogación de frutas y mariposas más,
que redujo el amor a cenizas silvestres, El aguante se va perdiendo.
de sábanas y carne / que buscó entre no perderás el paso en los andamios Lástima que ya no se permite el
sus piernas de mi grito, desdoblamiento.
la linterna de diógenes porque hay un maya alfarero en su
pobre dice la mueca glacial en el corazón Te acuerdas de aquel compadre, el
espejo esa voz que no me pertenece que bajo el mar, adentro de la estrella, maestro,
que se burla de mí humeando en las raíces, palpitando Que se aburrió de la vida y se fue
con mis palabras mundo, corriendo.
yo para consolarme me maldigo enreda tu nombre en mis palabras. Salto de aquel bus para no volver
me crucifico y me niego tres veces Canto tu nombre, alegre como un jamás.
al final me arrepiento violín de surcos,
me coloco de nuevo mi máscara de porque viene al encuentro de mi dolor Tal vez, tal vez es la nostalgia, sin
culpa luego salgo a la calle humano. querer,
destilando pavor y aguardo a que los Tal vez, tal vez me vuelve a suceder…
ojos me miren aterrados Me busca del abrazo del mar hasta el
a que la gente evite pasar a mi abrazo del viento El tiempo ya no importa, sino la
costado para ordenarme que no tolere el intensidad.
crepúsculo en mi boca. Hay que ver la energía tal cual es en
Autor: Luis Eduardo Rivera el Universo,
Me acompaña emocionado el Para sacudir todo el lastre que sólo
3. YO PIENSO EN TI sacrificio de ser hombre, estorba.
sola, fija, sin tregua, a toda hora,

1
Sólo es un paso, faltan más escalones Ver por las mieses tus campiñas Cómo no haber amado sus grandes
por subir. blondas, ojos fijos.
campiñas en perenne primavera
Veo tu resplandor, claridad, sólo hay a las que riegan cristalinas ondas. Puedo escribir los versos más tristes
paz en tu interior. Con frecuencia la imagen placentera esta noche.
No hay palabras, ni falta hacen, surge en mi mente, de tus muchos Pensar que no la tengo. Sentir que la
verdad? ríos he perdido.
Sólo hay que seguir el camino… el que huyendo van en rápida carrera
camino con corazón. en torno de los márgenes sombríos; Oír la noche inmensa, más inmensa
o bien el interior de tus hogares sin ella.
Quizás, quizás son reminiscencias de er me figuro lleno de atavíos. Y el verso cae al alma como pasto el
una vida anterior. Vuela después mi mente a otros rocío.
De alguien que quiere hablar…que no lugares,
soy. y sorprende jardines matizados Qué importa que mi amor no pudiera
de Venus por las rosas singulares. guardarla.
Yo sé que no tengo nada especial que Mas a do se encaminan exaltados La noche está estrellada y ella no está
dar, mis pensamientos, cuando aún los conmigo.
Sé que a veces fallo, pero es sin tapices
querer. de seda evoco en oro recamados, 2. ELEGÍA DE MIGUEL HERNÁNDEZ
y el purpúreo vellón…? Firmes raíces Yo quiero ser llorando el hortelano
Tal vez, tal vez es el túnel del tiempo, el patrio amor en nuestras almas de la tierra que ocupas y estercolas,
Tal vez, tal vez me vuelve a suceder… echa, compañero del alma, tan temprano.
al refrescar memorias tan felices.
Autor: Rodrigo San Marcos Memorias en que, al verse por la Alimentando lluvias, caracolas
flecha y órganos mi dolor sin instrumento.
el infortunio herido, luego ufano a las desalentadas amapolas
8. Poema Bosque De Rosas en ellas paz el ánimo cosecha.
¡Oh! la sangre del alma, ¿tú la has daré tu corazón por alimento.
visto? Tanto dolor se agrupa en mi costado,
Tiene manos y voz, y al que la vierte que por doler me duele hasta el
Eternamente entre las sombras acusa. 10. ZONA REINA aliento.
No recordamos ya cómo éramos al
¡Hay crímenes ocultos, y hay principio Un manotazo duro, un golpe helado,
cadáveres porque con cada día parte un cadáver un hachazo invisible y homicida,
De almas, y hay villanos matadores! nuestro a pudrirse en el tiempo. un empujón brutal te ha derribado.
Nuestros mejores esbozos de
Al bosque ven: del roble más erguido humanidad futura No hay extensión más grande que mi
Un pilón labremos, y ¡en el pilón resultaron apenas artificios de pólvora herida,
Cuantos engañen a mujer pongamos! que ardieron bajo la lluvia de la lloro mi desventura y sus conjuntos
Ésa es la lidia humana: ¡la tremenda primera noche, y siento más tu muerte que mi vida.
Batalla de los cascos y los lirios! porque aquí la realidad todavía está
en guerra con los pájaros
¿Pues los hombres soberbios, no son e ignora por lo tanto la cristalización
fieras? de la decrepitud 3. GACELA DE LA TERRIBLE
Bestias y fieras! Mira, aquí te traigo y los tardíos laberintos PRESENCIA DE FEDERICO GARCÍA
Mi bestia muerta y mi furor domado. en que suele extraviarse su mudanza. LORCA
Y agreguemos: Yo quiero que el agua se quede sin
Ven, a callar, a murmurar, al ruido nunca como estas mañanas cauce.
De las hojas de Abril y los nidales. estuvimos tan exentos de los Yo quiero que el viento se quede sin
envejecimientos del espíritu valles.
Deja, oh mi amada, las paredes ni nuestros pensamientos se
mudas parecieron tanto a nuestros actos. Quiero que la noche se quede sin
De esta casa ahoyada y ven conmigo ojos
No al mar que bate y ruge sino al y mi corazón sin la flor del oro.
bosque Autor: Mario Payeras
De rosas que hay al fondo de la selva. Que los bueyes hablen con las
10 POEMAS DE OTROS AUTORES grandes hojas
Autor: José Martí y que la lombriz se muera de sombra.
1. POEMA XX DE PABLO NERUDA
9. Poema A La Ciudad De Puedo escribir los versos más tristes Que brillen los dientes de la calavera
Guatemala esta noche. y los amarillos inunden la seda.
de Rafael Landívar Escribir, por ejemplo: " La noche está
¡Oh salve, Patria para mí querida, estrellada, Puedo ver el duelo de la noche herida
mi dulce hogar, oh salve Guatemala! y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". luchando enroscada con el mediodía.
Tú el encanto y origen de mi vida.
¡Cuánto, tierra bendita, se regala El viento de la noche gira en el cielo y Resisto un ocaso de verde veneno
el ánimo evocando de tu suelo canta. y los arcos rotos donde sufre el
las prendas todas, de natura gala! tiempo.
Me acuerdo de tu clima y de tu cielo, Puedo escribir los versos más tristes
a tus fuentes me asomo, y se pasea esta noche. Pero no me enseñes tu limpio
por tus henchidas calles ¡ay! mi Yo la quise, y a veces ella también me desnudo
anhelo. quiso. como un negro cactus abierto en los
En tus templos mi vista se recrea, juncos.
y a la sombra encontrarme de tus En las noches como ésta la tuve entre
lares, mis brazos. Déjame en un ansia de oscuros
a ti volando el corazón desea. La besé tantas veces bajo el cielo planetas,
A veces me parece los pinares infinito. ¡pero no me enseñes tu cintura fresca!
divisar de tus montes, y las frondas
que esmeraldas semejan a millares. Ella me quiso, a veces yo también la
quería.

2
a tierra, a sol, a mar!
4. SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR 7. Hagamos un trato. Se quedan un momento
DE LUIS CERNUDA Compañera en el beso, indecisas
Si el hombre pudiera decir lo que usted sabe entre tu carne fría
ama, que puede contar y mis labios; por fin
si el hombre pudiera levantar su amor conmigo las arranco. Y no sé
por el cielo no hasta dos si es que eran para mí.
como una nube en la luz; ni hasta diez Porque yo no sé nada.
si como muros que se derrumban, sino contar ¿Son estrellas, son signos,
para saludar la verdad erguida en conmigo. son condenas o auroras?
medio, Si alguna vez Ni en mirar ni en besar
pudiera derrumbar su cuerpo, advierte aprendí lo que eran.
dejando sólo la verdad de su amor, que la miro a los ojos Lo que quieren se queda
la verdad de sí mismo, y una veta de amor allá atrás, todo incógnito.
que no se llama gloria, fortuna o reconoce en los míos y su nombre también.
ambición, no alerte sus fusiles (Si las llamara lágrimas,
sino amor o deseo, ni piense qué delirio nadie me entendería.)
yo sería aquel que imaginaba; a pesar de la veta
aquel que con su lengua, sus ojos y o talvez porque existe TÚ no las puedes ver
sus manos usted puede contar Tú no las puedes ver;
proclama ante los hombres la verdad conmigo. yo, sí.
ignorada, Si otras veces Claras, redondas, tibias.
la verdad de su amor verdadero. me encuentra Despacio
huraño sin motivo se van a su destino;
no piense qué flojera despacio, por marcharse
5. Autor: JORGE MANRIQUE igual puede contar más tarde de tu carne.
conmigo. Se van a nada; son
LA MUERTE DE SU PADRE Pero hagamos un trato eso no más, su curso.
yo quisiera contar y una huella, a lo largo,
con usted que se borra en seguida.
Recuerde el alma dormida, es tan lindo ¿Astros?
avive el seso e despierte saber que usted existe
uno se siente vivo Autor: Pedro Salinas
contemplando
y cuando digo esto
cómo se passa la vida, quiero decir contar 10. Si el aire
cómo se viene la muerte aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco "Si el aire mueve la rama,
tan callando; no para que acuda ¿quién la podrá detener?
cuán presto se va el plazer, presurosa en mi auxilio
sino para saber Bajo la quieta retama,
cómo, después de acordado, a ciencia cierta al atardecer,
da dolor; que usted sabe tú dijiste: -si me amas,
que puede yo te amaré.-
cómo, a nuestro parescer,
contar conmigo. Ayer.
cualquiere tiempo passado
fue mejor. Autor: Mario Benedetti. Hoy mueve el aire la rama,
¿quién la podrá detener?
6. Libre te quiero 8. Se pierde Si el aire la mueve,
Amar es un revuelo ¿quién?
Libre te quiero es halago en el aire:
como arroyo que brinca se pierde como el eco Autor: Antonio Gala
de peña en peña, de un disparo en el valle.
pero no mía.
Los amantes quisieran
Grande te quiero dilatar su caricia
como monte preñado pero amar es destello
de primavera, en la noche infinita.
pero no mía.
Después el gran silencio
Buena te quiero sonoro de la sombra:
como pan que no sabe ni inútiles palabras
su masa buena, ni tiempo ni memoria.
pero no mía.
Porque amor es el dios
Alta te quiero que trueca los caminos
como chopo que al cielo los que con él se encuentran
se despereza, han de darse a lo efimero.
se despereza,
pero no mía. Autor: José Joaquín Goytisolo

Blanca te quiero
como flor de azahares
sobre la tierra,
pero no mía. 9. Tú

Pero no mía Tú no las puedes besar.


ni de Dios ni de nadie Las beso yo por ti.
ni tuya siquiera. Saben; tienen sabor
a los zumos del mundo.
Autor: Agustín García Calvo. ¡Qué gusto negro y denso

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