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Hay una dignidad profesional variable por estar condicionada a la jerarquía espiritual y eficiencia de
cada persona, que da realce y excelencia a la profesión, por triviales y burocráticas que sean o
parezcan sus actividades. Pero hay otra dignidad profesional invariable, inherente a la misma
naturaleza de la profesión, y que no depende ni de los méritos ni de las limitaciones personales. Esa
es, precisamente, la dignidad que nos toca analizar. Esta dignidad es extrínseca, cuando no proviene
directamente de los elementos constitutivos de esa naturaleza de la profesión, sino que se le
adjudican externamente por la opinión o la legislación.
A) Así la opinión pública, aun contra sus propias y explícitas manifestaciones, honra a la
profesión con la confianza "del ignorante hacia el que sabe, del ser humano hacia su consejero
íntimo, de un profano hacia un iniciado" (René Sabatier). Podríamos agregar aún: la confianza
obligada e impuesta por la dura ley de la necesidad. En la misma forma la opinión pública, cuando
la experiencia la abruma con los peligros y los fracasos, pone su última esperanza (grande o exigua)
en el profesionista, de quien espera mejores bienes y mejores tiempos.
a) En primer lugar, y como lo veamos con más detalle al ocuparnos de los Derechos
Profesionales, cada contrato de un profesionista o estipulación de honorarios es considerado por la
Legislación como un contrato de trabajo autónomo, sujeto al justo criterio de la profesión, para cuyo
ejercicio el Estado exige un título legítimamente adquirido, reconocido y registrado por la autoridad
competente.
El deber se interpreta, no solamente con el sentido genérico previsto por la Constitución, sino con
el sentido específico de la Legislación Profesional, que tiene particularmente prevista la actuación
del profesionista; especialmente en el caso de los notarios, magistrados y de Salud Pública, a
quienes el Estado considera funcionarios de categoría.
C) FUNCIÓN DE ORIENTACIÓN. Desde luego, con el medio más natural y sencillo que existe:
con el ejemplo. Las profesiones constituyen en realidad la vanguardia civil del pensar y del vivir de
la comunidad. Todos los profesionistas deberían reflexionar sobre el fenómeno desconcertante
para su responsabilidad moral: que cada día que transcurre de su actividad, aunque no aumente su
influencia sobre las cosas, sí aumenta progresivamente su influencia sobre las personas.
Desaprovechar esta influencia y, sobre todo, privarla de la acción disciplinada y eficaz de la
inteligencia es una seria responsabilidad de la que no es tan fácil desentenderse.
La Vocación docente
Vocación se entiende como un llamado interior, una responsabilidad con una actividad y,
responsabilidad de la persona con ella misma, incluso de la identidad de la persona con su actividad
principal. Vocación es, diría Weber, quien vive para una causa. El docente con vocación es aquel que
realiza su trabajo pensando en una causa específica. La vocación es el llamado interior o
compromiso personal que no puede ser resultado exclusivo de la persona. La vocación no es natural
(biológica), sino que se conforma mediante una comunicación constante con quienes se comparte
el mundo particular, - de igual forma los predecesores, quienes dejan huella en los asociados, lo
sepan éstos o no, asumen los encargos previos. La vocación no es resultado individual ni la persona
nace con ella, sino que se construye a lo largo de la vida, porque vocación implica significatividad.
De lo que se presenta en el exterior se selecciona lo que tiene importancia para la persona, aquello
que tiene significado. Lo otro pasa sin sentido. Por lo mismo, se proyectan hacia el futuro los motivos
personales, resultado de una biografía construida con los otros, pero vivida personalmente. Lo que
ha marcado a la persona. La vocación no es la misma en todos los periodos históricos, sino que es
un acontecimiento particular. Ella depende de las circunstancias específicas que imperan en un
momento histórico determinado. El profesor del Medievo no es el mismo que el profesor
contemporáneo, no obstante que en ambos casos se tenga compromiso e identidad con su actividad
académica. En otras palabras, todos tienen vocación, pero las particularidades en uno y otro son
distintas, porque el entorno no es el mismo. Incluso, en una misma sociedad la vocación que tienen
dos personas respecto a su actividad académica puede ser distinta. La vocación, como las
circunstancias, son sociales, pero también particulares porque las vive cada persona.
El docente con vocación: La profesión docente es una de las más sensible a los cambios sociales,
políticos, culturales, tecnológicos de las sociedades. Ya que tiene el desafío permanente de
contribuir con la formación de actores sociales que a su vez sean capaces de emprender las
trasformaciones del mundo actual a través del desarrollo de sus competencias. la profesión docente
puede verse en una dimensión justa y real que, si bien tenga un alto reconocimiento, éste no
signifique que la educación sea sólo responsabilidad del docente y por ello, se piense en fortalecer
el valor formativo de otros actores: líderes comunitarios, políticos, religiosos, comunicadores
sociales, etc. Quien tiene vocación docente es alguien que siente la necesidad de brindarse, de
contribuir al perfeccionamiento social, que posee paciencia, comprensión, es altruista, y por, sobre
todo, ama compartir lo que sabe y siempre está dispuesto a aprender.
Alguien con vocación docente debe ser humilde, conocedor de sus limitaciones personales, necesita
sentirse seguro de lo que conoce y de que siempre hay mucho por aprender; que los alumnos
enseñan día a día con sus reclamos, con sus expectativas y sus experiencias de vida; y que la propia
sociedad, en su progreso científico y tecnológico desenfrenado exige estar siempre alertas para
adecuarse a los cambios. Nadie se hará rico en dinero siendo docente, la riqueza de quien tiene la
verdadera vocación está en las experiencias compartidas, el encontrarse en algún sitio a quien con
una palabra fuimos capaz de transformar, aunque sea un poquito su existencia. “
Bibliografía
https://es.slideshare.net/gutierrezmariale/vocacin-docente-13244504
http://ual.dyndns.org/Biblioteca/Etica_Profesional/Pdf/Unidad_03.pdf