Justo Sierra Méndez fue un escritor y político mexicano nacido en 1848 en Campeche, México. Fue uno de los forjadores del México moderno, trabajando como abogado, periodista, diputado y ministro de Instrucción Pública. Fundó la Universidad Nacional de México en 1910 y representó a México en España, donde murió en 1912. Justo Sierra desempeñó un papel importante en la educación y cultura de México a través de su trabajo para modernizar la educación y difundir las artes.
Justo Sierra Méndez fue un escritor y político mexicano nacido en 1848 en Campeche, México. Fue uno de los forjadores del México moderno, trabajando como abogado, periodista, diputado y ministro de Instrucción Pública. Fundó la Universidad Nacional de México en 1910 y representó a México en España, donde murió en 1912. Justo Sierra desempeñó un papel importante en la educación y cultura de México a través de su trabajo para modernizar la educación y difundir las artes.
Justo Sierra Méndez fue un escritor y político mexicano nacido en 1848 en Campeche, México. Fue uno de los forjadores del México moderno, trabajando como abogado, periodista, diputado y ministro de Instrucción Pública. Fundó la Universidad Nacional de México en 1910 y representó a México en España, donde murió en 1912. Justo Sierra desempeñó un papel importante en la educación y cultura de México a través de su trabajo para modernizar la educación y difundir las artes.
Biografía de un campechano ilustre: Justo Sierra Méndez
Justo Sierra Méndez nació el 26 de enero de 1848 en la ciudad de San
Francisco de Campeche, Campeche. Escritor y político mexicano, uno de los forjadores del México moderno. Abogado y periodista liberal, luchó al lado de Juárez; con quien posteriormente adoptó posiciones conservadoras y, durante el porfiriato, fue subsecretario de Instrucción Pública. Apoyó después a Madero, fundó la Universidad Nacional de México (1910) y representó a su país en España. Hijo de Justo Sierra O'Reilly y Concepción Méndez, autor de novelas clásicas como La hija del judío, Justo Sierra obtuvo el título de abogado en el Colegio de San Ildefonso, antecedente de la Universidad Nacional, tras lo cual se incorporó a los círculos literarios de su época, en la que se multiplicaban las tertulias. Sus primeros ensayos se dieron a conocer hacia 1868. Justo Sierra participó en el periódico El Renacimiento, donde publicó por entregas la novela El ángel del porvenir, pieza muy marcada por las influencias europeas de su tiempo. Sus famosas "Conversaciones del domingo", aparecidas en El Monitor Republicano (1868), dieron forma, tiempo después, a uno de sus volúmenes más importantes: Cuentos románticos. Sus cargos públicos ampliaron su visión de México desde distintas perspectivas. La conjunción de estas experiencias con su cultura clásica y un hondo conocimiento de la historia nacional lo llevó a revalorizar el pasado y a plantear nuevas opciones para México. Fue magistrado, profesor, diputado y ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes con Porfirio Díaz (1905-1911); durante su etapa ministerial puso en pie la moderna Universidad Nacional de México (1910) y pronunció el discurso de inauguración, modelo de oratoria, en el que trazó las orientaciones del futuro cultural de su país. Como educador, Justo Sierra promovió el cambio del concepto de "instrucción" por el de "educación", la unificación lingüística del país, la autonomía de los jardines de niños, el reconocimiento del magisterio en el nivel superior, un sistema de becas para los alumnos más aventajados y la difusión de las bellas artes. Representó a México en el Congreso Hispanoamericano de Madrid, y después del triunfo de la Revolución, el presidente Francisco I Madero lo envió como ministro plenipotenciario a España, donde murió el 13 de septiembre de 1912, su cadáver fue repatriado solemnemente a su país. Justo Sierra es una de las figuras más completas del México moderno. Encarnó el modelo prototípico del erudito del siglo XIX a través de una obra en la que se dan cita todos los géneros: poesía, prosa poética, teatro, crítica y artículos literarios, periodismo político, discursos, libros de viajes y ensayos.