CARLOS H.

BEMBIBRE
LA ANGUSTIA
ROSA FURMAN EN LA
ELENA JABIF DIRECCION
M.
STELLA RlvADERO

MABEL RODRÍGUEZ
DE LA
ANALÍA STEPAK
CURA
ANALÍA STEZOVSKY

DANIEL ZIMMERMAN

Prólogo
ISIDORO VEGH
.I(.Aj

Lugar Editorial
LA ANGUSTIA
EN LA DIRECCIÓN DE LA CURA
C. H. BE:\IBIBRE
R. FURM.A1~
E. JABIF
S. :\I. RIYADERO
J\L RODRÍGUEZ
A. STEPAK
A. STEZOVSKY
D. Z1\'l-rtIBRrv1Al'{

Prólogo
I. VEGH

LrGAH EDITORL-\L
 Prólogo
ISIDORO VEGH

1) lmroducción al Seminario ·r..a anguslia en la dirección de la cura·

(12-6-91)

2] Introducción aJ Seminario ·oráculos de la anguscia en la dmica psi-

coanaiilica - ( 14-8-92]

La angustia en la dirección de la cura

Como habrán podido leer en las distintas invitaciones que fueron

cursadas. incluso afiches. esto se parece bastante a lo que podria ser
Coordinación: el programa de imitación a un espectáculo teatral.
DANIEL Zll\IMERMA.N" Figura resaltado mi nombre. después están Carlos Horacio Bem-
bibre, Rosa Furman. Elena Jabif. Stella Maris Rivadero. Analia Stepak.
Ilustración de tapa: ..\nalia Stezovsh.·-y, y después dice. como en los buenos tearros. invita-
EDUARDO GA.i'iDOLFO dos: Mabtl Rodriguez y Daniel Zirnmerman.
Estas distinciones. que no dejan de señalar trazos diferenciales.
son también una manera de presenWkar ante ustedes algo que es
inherente a esta propuesta.
Este seminario \'a a Lr1tentar una tarea conjunta de los que acaba-
mos de mencionar y a la cual están ustedes invitados. Uno de los valo-
res que podria rener esta tarea conjunta es presemificar algo üilie_ren-
;:e al tema que Yamos a recorrer.
Cuando a\·ancemos. \·eremos aue el concento de la an!!ustia -co-
0

oo diría füerkegaard- implica una acemuació n del concepto de io que

ISBN: 950-9129-94-1
Lacan llama ei Otro. .
~ 1994 LUg->...r Editorial S.A.
Es por lo tanto. esra rarea conjunta. el intento de presentificar eso
Castro Barros 1754 - (1237) Buenos Aires que el neurótico. cuando está atTapado por la angustia. tiene dificul-
Tel: 921-51441924-1555 tad en resolver: que no hay Orro_
Queda beciio ei cepósiro que ma.r~ la ley 11.7:!3 Si lo lograrnos. implicará que eri la diferencia de las exposiciones que
Impreso eri Argemi::::.:i. -:, ·~· · P:-im:ecl in Argentina L.J.tentaren1os compartir con ustedes. serán leíbles~- eso será lo mejor-
.' ~- ~
2.fT.iculaciones. e!l.caoalgamiemos. empalmes y cona-adicciones_
-¡
 · No está en nuestro ánimo proponerles a ustedes un Otro. Más bien,
al modo brechtiano, la diferencia de decires será para ustedes, co~o .
· lo fue primeramente para nosotros, una invitación al recorrido que ca-
da uno quiera hacer. ·. .
Tomamos el texto -{!Specificamente la reÍerencia será el texto de
Lacan, el Seminario "La Angustia- que desplegó a lo Iaigo de un año,
-probablemente uno de Jos años más ricos de su enseñanza- como
un real; como tal. no habrá representación ni palabra que pueda cubrir-
lo en su totalidad. Será siempre. para quien lo quiera. ocasión para
una nueva palabra.
Quisiera exponer brevemente qué es lo que nos hizo elecrir este
seminario. Por un lado, hay una historia. Durante unos cuam~s años
recorrimos. creo que haciéndole el honor que merece, este seminario
de Lacan.
Pero eso no explica qué es lo que nos decidió, tanm en aquella opor-
tunidad a elegir este seminarto, como en esta oportunidad a ofrecerlo
ante ustedes.
La enseñanza de Lacan, como la obra de cualquier creador, no es
homo.~énea. Lac~ tampoco es un Otro y hay mamemos en que su
creac10n se despliega al má..\:imo, otros en que discurre medianamen-
te y otros en que retorna sobre lugares ya transitados.
Creo que una de las épocas más fructíferas es aquella en la cual tiene
como interlocutor a psicoanalistas de valor en la producción teórica.
como para despertar una ardu<i: y fructífera polémica de la cual testi-
rqonia, entre otros, este seminario.
. Mi lectura es q~ e.n esta época Lacan tiene corno contendiente prin-
cipal Y_ con qw~n el discute, aquel con el cual comparte pero por muy
poco tiempo mas Ja misma institución psicoanalítica. todavfa Jio-ada a
la Internacional. y de la cual. ustedes saben. Lacan será e.."\lJuls~do.
. ~st: analista con el cual Lacan. me parece, esi:á todo el tie~po-men­
cronanoolo o no-discutiendo, y que sin duda era de una talla intelectual
L."Dportame. es Daniel Lagache. Esto está como trasfondo desde el comien-
zo de una citca realizada en relación a la 11.Clilsferencia y que avanza en
dos serrunanos claves que son -La Identificación- v ~La Anoustia- ·
En el comienzo del seminario. es la clase del 14/11J62. Piensen
que. ya tie:1e 30 años y sin embargo. por lo menos para mí. da la sen-
sac~n de un te.\.-to cuya frescura lo hace aparecer corno reciente.
t.n este te.\."LO Lacan comienza a pregUDíarse lo mismo que me formu-
lo ante ustedes: ¡Y dedicarle tc:xio un año tan sólo a un tema. la angustia!
8 9
.·· Es lo.que precisamente; dice La.can. algún interlocutor eminente
se Jo formuló, y él le respondió por un lado ironizando esa pregunta, y
por otro lado en acto: desplegó durante un año de trabajo, la cuestión
de la angustia. .
Desde el comienzo, nos está advirtiendo de un punto clave; en un
punto que, como sucedió en foda la obra lacaniana. implica en el núcleo
de su producción a la obra de Freud. Hablar de angustia, para poner-;
lo rápidameme-sobre-la mesa. es hablarde angustia de castración; es;
retomar a un punto nodal en la estructuraóón del sujeto. . ,.
¿Cómo situamos este seminario en la enseñanza de Lacan, por Jo
menos, en algunos de sus hitos principales? Si tomarnos como el ini-
cio de la producción lacaniana el inicio de lo que se llama su Semi-
nario -aunque hay algunos te.xtos previos- en los dos primeros. donde
habla sobre la técnica en Freud y d.:l Yo. enfrentado al post-freudismo.
hace una critica a la univocidad im2ginaria en la que había caido la prác-
uca del psicoanálisis.
La acentuación. y casi diria la restricción de la práctica del psico-
análisis a una dimensión imaginaria. es lo que Lacan focaliza. com;
critica en esos dos primeros serrinarios. ¿Para proponemos qué?
Precisamente eso, que la psiC)sis -no es casual, que su tercer semi-
nario sea sobre la psicosis- presentifica en lo real de la estructura: co-
mo un microscopio nos puede ¡resentí.ficar: las diminutas dimensiones
de la estructura de la vida: pa5ar de esa dimensiónimaginaria a otra
dimensión y encomrarse con lo que el psicótico no necesita que le ense-
ñen porque tiene de ello la e,-qertencia cotidiana: la vigencia del Oo-o.
El psicótico es aquel qm= sabe -a diferencia del neurótico- que
cuando él habla. el Otro se hmiscuye: las voces se lo indican.
Es desde esta perspectiva que La.can avanza desde una vertiente irna-
giriaria. a lo que llamaremo; elregistro de lo simbólico. Hablar del Otro.
es hablar de la \igencia del :enguaje y la función de la palabra. la dirnen-
sión simbólica: Lacan hacruna relectura de las prácticas psicoanalíti-
cas que reducen la transfe-encia a una estructura dual.
A esa dualidad imagiraria. en este momento, le adjunta con ;·alar
·de eficacia y hasta de efiocia causal. esta dimensión del Otro. del or-
den simbólico: es lo que lace por ejemplo. en su seminario -Las rela-
ciones de objeto-.
En los seminarios sill..ientes. en. _Las formaciones del inconscien-
te- y -El deseo y su interireración- despliega.. anticipa en sus llamados·
grafos. los elememos dela estructura con.Jos que.va a trabajar hasta
el final de su obra. ··
 Los grafos. si los sacamos de eso que parece una complejidad inex-
tricable por su esrructura de maternas y los nombrarnos con su termi-
nología freudiana. no son más que la exposición articuiada de los gran-
des conceptos freudianos: ello. superyó. fantasma. síntoma, ideal del
yo. Son los grandes conceptos freudianos.
Me animo a proponerles esta lectura: me parece que la estrategia
de la enseñanza de-Lacan es haber abierm err ca:da: uno de·los concep-
tos que acabo de mencionar. sin excepción, que su lugar fundan te es
la referencia al Otro.
Por lo menos. hay dos lugares donde esto no nos parece tan sim-
ple. Cualquiera podría objetarme: ¿Cómo. también la pulsión se fun-
da en el campo del Otro? ¿Tarnb:én el narcisismo. que parecería lo
opuesto a la realización objetal. st funda en el campo del Otro? Pues
bien: estas serán temáticas a desp.egar.
Lacan avanza en algunos orros seminarios con distintos vaivenes
resnecto a cuales términos de ia estructura quiere desarrollar: apare-
cer{ los dos g:randes seminarios de los años '60: el seminario donde lle-
va al e,'{rremo de la lógica de la incorripletud. la lógica de la castración.
lo que llamamos la batería significan:e como orden de lo simbólico: es
el seminario de la Identificación.
l'~,1 es casual. como Laca11 mismo Ju dice-"yo no elijo mis semina-
rios porque me dan ganas de trabajar m tema y en otro momemo me
dan ganas de trabajar otro"-. En eso es consecuente: si dice que el
sujeto es efecto de la relación de un sigrillcante con otro, eso también
vale para su ensef..'.UlZa; es su mismo Stminario el que lo lleva ine.xo-
rablemente del seminario "La Identificación" al seminario de "La An-
gustia". Porque ia practica del psicoanálsis no es la práctica del sig-
nificame; sino hasta el e.memo donde la ialabra encuenrra un limite
que es una pequeña cuota de goce. Cuotade goce que en la termino-
lo~ia freudiana se llama fiiación cuando alí retiene al sujeto.
- Es entonces ine\itable-. para esta enseñmza consecuente. el pasa-
je del seminario de "La Ide~ti11cación" al seninario "La Angustia·.
Las nuevas consecuencias de esre semir->-Iio. que brevememe diré.
se cumplen en dos seminarios claves: "La ógica del fanrasrna· y ·s¡
acto analítico·.
Esre seminario. "La Angustia·. nos da la •porrunidad de recoger en
srarus nascendi. en el momento mismo de s1 gestación.. lo que Lacan
\'ªa llamar las especies del objeto ·a·. Es en este seminario donde va a
despleg:arpor primera vez. uno por uno. cada:ino de los obietos ·a· co-
mo ·especie diíerente: la \·oz. ia Inirada. las he:es. el pene. cl pecho.
10
Hay una fónnula que quisiera escribir para ustedes:
Son dos trtáng:ulos que se irrtersectan. La S barrada (Sl con la cual.
Lacan escribe sufern. dividido entre lo que dice y lo que sabe. rnmbién
dividido entre el saber significante y el goce del objeto. -
El Otro, que también está bajo Ja barra (.:.\). como una manera de
presentificar que no hay conjunrn universal. que por ser sujeros del
len<1uaje estamos ine.xorablememe condenados. o quizás esa sea nues-
rra ~alvación. a una lógica de Ja incomplemd. En ténninos socráticos,
es otro modo de decir que la falta es la que constituye el deseo.
En la intersección de ambos. el objern .. a .. . A lo larg~tj~ este semi-
nario. hav varias frases de La.can que habian de i<(~guslia.) a eilas
alude este esquema: ~fie~..::_~ ~~_!::.g~_~Ija_~:I23.!.:e~<:::~e~~_:;-~9
del Otro: otra dice que la angusua no es sm objeto: otra que fa c:r'..~'.-15. ~
Gaes señalparaei-suje'to: · ··· ·· ·· " ' · · ·--· ···
¿Cómo seáñ:rculfiliesas tres fórmulas? Bien: eso quedara para las
próximas clases: es mi gusto por el radioteatro y el susper.so.
Articulación emonces. en esre seminario: del sujeto barrado IS) con
el objeto ·a" y el Otro(~); también articulación. para los que están más
avanzados en el tránsito entre maternas lacanianos. del menos fi minús-
cula (-<p) con el que Lacan presentillca la castración imaginaria y el
objeto ·a": articulación de la castración imaginaria con la castración sim-
bólica: diferencias entre la castración en freud y la castración en La-
can y su conseéuencia. con la cual termina este seminario a media-
dos del '63:
·secruramente conviene aue el analista sea aauei aue ha\·a nodido.
::>or má~ poco que sea. por al~ún sesgo. por algún.borde. hac.er basran-
te emrar su deseo en este ·a- irreductible. para oírecer a ia cuesuón dei
concepto de la angustia. una garanúa real. -
Si me dirijo a coiegas. este tema no es teórico. Nos concierr.e. cie?i-
cados a esta práctica eniE:márica. Valor de este seminario que nos ru-
zo elt$rlo. pu~ no sólo im-piica una articulación teórica rifSurosa áe con-
cepws nodaies. sino consecuencias practicas que definen modos dis-
timos de establecer la dirección de la cura.
··--xreiñfiñOa:-sosfe:TierOU-és~ñ-¿fa.rialisra se sitúe en rdación a la
anoustia. se ouede aefini!- el modo de. .. entender
::- ... - ..
' -V '...oracticar
•' .
ei
. ' .~ análisis
'• ..... ' ·-
.- ...
,• ,1
 Para concluir, voy a leerles una frase de un auwrvalorado por La-
Anticipo tar:nbién a medias. al modo del oráculo: ~-~~gl}_~tia es
can Y seguramente por quienes hayan hecho la prueba al~una vez de
señal de la segunda muerte. -.._ .
recorrerlo: escribió un tratado importante sobre la angustia; es
Ki erkegaard: -Segunda muerte. que como recuerda Lacan, Sade: el dhino. el mar-
qués , equivoca: en realidad antecede a la pnmera, _ .
-La angustia es la realidad de la libertad como posibilidact antes de
la posibilidad." Seounda muerte que sólo a los hablantes. los parlerres, nos concier-
ne. N~estro acuerdo con la palabra nos deja para siempre deudores
12 de junio de 1991 con el sexo. Es esto lo que cambia y nos aparta de una ética que en
Oráculos de la angustia en la clínica psicoanálitica nuestra cultura es dominante . Si la culpa nos afecta. no siempre nos
afecta del mismo modo: la ética del análisis sitúa al sujeto de la culpa
en una perspectiva muy distinta a Ja ética dominante de nuestra cul-
Voy a hacer apenas una breve introducción: no hago sino repetir con
tura. También lo digo a medias. es una de las tantas formas en que se
alguna diferencia. lo que ocurrió en la vuelta anterior. Cuando esa
dice la marcha de u-n análisis: si se cumple. el sujeto pasa de sentirse
~xperiencia concluyó. en diferencia con los tres mosqueteros. no que-
aamos concertados para un nuevo encuentro. culpable del Otro a s~t~a~~e c~Jpab!e . ~~ 1<? __13_e_?J_: el de:>fil~9er~ que \·a
de una culpa a otra. sitúa la señal de la angustia. .
En el interin. \·an os de los presentes. nos hicieron llegar. a mi. y a
t:n los anuncios del Seminario para este año. los temas que seran
otros colegas. la preguma acerca áe si esto iba a conrinuar. incluso las
ganas de que asi fuera. presemados son: El objeto a en la transferen~ia, Contrat:ansfer-
encia y deseo del analista, Duelo y melancolía, La pesadilla y lo
_Que hoy nos encontremos aquí. también reconoce una parte de su
siniestro, La mirada en la clínica, Pasaje al acto y suicidio .
r'.3-2on en aquellas cuestiones que nos quedaron pendientes: eso garan-
Es un modo. también. de ex·poner que adentrarnos en ias cuestio-
tiza que por lo menos mayoritariamente no somos psicóticos: algo de
nes de la angustia nos lleva a una diversid ad de puntos nodale s de l_a
la iníinitud fálica juega y nos relanza. Que es temos aquí en rela~ión a
teoria. esenciales de nuestra práctica y de lo que concierne a la posi-
esos pedidos es una manera de dar prueba que es la demanda Ja que
asegura la existencia. ción del analista. Situarse en ese movimiento en d que el sujero se
reconoce culpable de lo Real es aceptar a}go q'.J.~. i_I!!l2..~S~_n!J.~_q:3._ub i ­
El titulo que hoy nos convoca tiene su referente en el Seminario
cación como dice Lacan en S.l}_ii~.Q.i.Qgi_?m.9: . in~mundo. Una ubicación
que Lacan diera en tomo a la angustia: es el seminario lacaniano del
que in:.mun.-ci.o·n-os--Sitüa en lo que es ~l_caroz~ de eso que .cada uno
afecto. Ustedes habrán escuchado alguna vez decir que a la enseñan-
reconoce como el mundo. carow e~gmatico. oQ¡etC2_9ll_e nof!.!Q.@rri_os a_,
za lacaniana le falta uria teoria del afecto. Este es el seminario del afec-
to. porque la angustia es un afecto. Oráculos de la anoustfa:-ciecide-en las variantes de los trazos que
lo bordéan ven la clife~encia de sus especies una fórmula singular que
Esta vez somos convocados por u~ título levemente desplazado.
decide también la diferencia de los estilos .
nos ;...ni.mamos a utilizar una esdrújula. oráculos: Oráculos de Ja ane:us-
tia . _:i la clinica psicoanalitica. ~ Reconocerse in-mundo es una cuestión ética. es·poder re~rneme.
disfrutar de Ja diferencia de los estilos que cada uno puede orrecer.
St irá desple?ando en la serie de charlas pero al menos vov a citar-
Es lo aue iniciarnos el año pasado. en el cual cada uno de los que
les una frase de Heráclito: -~¡ S_~!lQc_cuyo oró.rul.o es el que esrá én Deifos.
ocuparon ~ste lugar. intentó d~ de:3de su fórmula. su lectura. s~s retle-
!2~. a.;~~: _n_i 29!1rCl. ~e ~((resra par ~e.ñCiles·n angustia cfueñüs"c:ifros - :dones. a partir de un rraoajo reatizaao en conjunto. una manera ae expo-
renemos corno re iereme es la angustia senaL Oráculos de laAngustia.
ner esa ló!!ica tan dificil oara Ja neurosis en la que se articula el Su_1e-
oráculos que ni dicen. ni cailan:·dmrsf!ú~es. ¿señales de aué? -
Lo v el Otro .
_Enu:e _dos .rnuenes, _dice. Lacan,. cJi?cµ_rre un _análisis. Recuerdo Jo
. Quienes i~tentarán jumo a mí y yo jumo a eilos . despiegar esta
que ustedes ya saben. esa_~_q11i...:ajep_s:la freudiana muene=castración:
mas_fácil recordarla que despiegar su lógica.
aqu1 nos com·ocamos.
para es
des-plega;Ía q~e
tematica son:
Esperamos que ustedes nos acompañen acti\•ameme en este reco-
rrido que hoy retomamos. ¡..¡.de agosw cie 1992
12
13
La emergencia de la angustia
CARLOS HoRAcro BDrnIBRE

Uno de Jos puntos paradigmáticos de Ja proiunda aniculación en-

tre Ja práctica teórica y la práctica clínica es precisamente Ja angus-
tia. A tal punto. que es de Ja conceptualización que de .ella hacemos.
cómo serán conducidos Jos análisis. al mismo tiempo que es desde Ja
clínica misma que forjamos el concepto.

Es que justamente. la angustia es algo que inevitablemente hace su

aparición en el transcurso de toda cura analítica que se precie de tai.
Más allá de las intenciones del analista. si está bien posicionado ante
lo que la clinica le ofrece. si un e.,xceso de terquedad no le impide que
la tarea analizante avance. inevitablemente deberá vérselas con Ja
angustia y sérállevado a hacer ante ella una toma deposición en lo que
atañe a la dirección de la cura. Ya sea miti~ándola. exacerbándola has-
ta el limite. dosificándola o valiéndose de -ella para avanzar. de acuer-
do a cómo opere con ella se jugará el destino del análisis.

-La angustia es precisameme el punto de cita donde les aguarda to-

do lo que fue mi discurso a..riterior··. anuncia Lacan en la apenura del
Seminario X. el 1-± / 11 /62.

En efecto. el tema de la angustia nunca ha dejado de estar presen-

te a lo largo de su obra. A veces simplemente invocada. por momentos
apenas esbozada conceptualmente; otras veces como concepto acom-
pañante del pumo cenrral que intentaba despejar.

Paulatinamente el concepto de la angustia encuentra cabida y se

15
 P.~rfila.qmnitidez a medida en que queda contorneada en el crrafo en
rdacióri:a' los'distintos elementos de la estructura. y hace su apari~ión
.formal en el Seminario VIII -"La Transferencia"- donde queda arti-·
culada_al ~eseo, produciéndose tópicamente en el lugar definido por i(a).
': Allí, en la ~lase de~ 14 / 6 / 61. plantea Lacan: "La angustia es el últi-
m~ modo, radical, baJO el cual el sujeto continúa en sostener, incluso
,ba¡o una fo~a insost~nib!e, la relación con el deseo" y queda circuns-
~pto su radw en el circuito comprendido entre d- SO a e i(a) - rn del·
piso superior e inferior del grafo.
En el senm:~o L'<:-··La Identificación--. en la clase del 4/4/62.
aparece con ~~s Justeza ubicada como punto de detención del Sujeto
an!e lasensao?n del.~ese~ del Otro. "Esa opresión indecible por Ja que
lle::,amos a la dlrnenswn misma del lugar del Otro, en tanto puede apa-
recer el deseo. eso es la angustia ...
Que la obrad~ Lacan prosiga dedicándole un año a fijarlas coor-
denadas y formalizar la angustia. es Ja consecuencia misma de ese
encuenm:i: pues. entre el Sujeto y e] Otro en donde bajo la inquietan-
te sensac1on del deseo del Otro, -del deseo y no de la demanda- se
anuncia como posibilidad el desasimiento de una fuente retentiva de
goce y el posible acceso a la dimensión deseante. ·.
. ·Ahora. bien; que Lacan subraye que Ja angustia es nada más ni na-
oa menos que ].12.~ec~•.~e~ulta casi paradójico. en tanto aún mantie-
ne en suspenso su espeónc1dad, pero al mismo tiempo marca sus coor-
denad~ de fuerte connotación clínica_ Si bien no alcanza a definirla,
algo s1tña en. tomo a ella. por su mismo carácter de afecto.
.Ya en lo~ prir:ieros trabajos freudianos. por ejemplo en "Neuropsi-
cos1s de Delensa ( 1894). planteaba Freud la di\'ercrencia radical enrre
el destino de la represen ración y el destino del afe~to. El afecto inerva
una ~ona somática en la histeria o se desplaza a una representación
an~ en l~. neurosis obsesiva. El afecto no se reprime; va a la deri-
va. siempre aispuesto a enlazarse a una representación.
En ese sentido. la represión recae -en términos freudianos- sobre
las represenra?ones: no sobre los afectos. Es decir que son los sirmifi-
cames Jos pasibles de ser reprimidos. Hay una profunda divergencia
. -: .• · ,'
entre Jo que es del orden del significante y lo que es del orden. del afec-
to. Lo reprimible son los signillcanies que lo amarran. con lo cual no hace-_
mos más.que seguir a Freud cuando en USobre la !f.~esidad de separar
de la neurastenia un determinado síndrome en· calidad de neurosis de
angustia" plantea: ·No admite derivación psíquica, en tamo el afecto de .
la angustia no proviene de ninguna represenra._ción reprimida".
Si la ang:-istia no es derivable de lo que en términos generales pode-
mos llamar la eficacia de la funciórr que·la palabra toma del· campo del
lenguaje, el paso que deberá plantearse es justamente su estatuto. Si
no es el significante el que adquiere un valor protopático de la angus-
tia. apoyándonos en el aforismo: "La angustia es la sensación del de-
seo del Otro" deberemos despejar en qué afecta al Sujeto el deseo del
Otro para que el registro de ello se plasme en angustia.
Por lo pronto. no podemos soslayar el valor de antecedencia lógica
de Ja función estructural "deseo del Otro". en tanto es en el campo del
Otro que el Sujeto se funda. El Sujeto a advenir se funda en un deseo
del Otro primordial que se instituye a partir de la eficacia de la falta.
El Otro. como antecedencia. desea en tanto barrado: punto capirnl que
deslinda camoos en la confrontación con la fórmula hegeliana del de-
seo que Lac~ inrroduce en la clase del 21/ 11/62 y que lo lleva a pian-
tear la dependencia con el deseo del Otro de esta manera:
d (a) > i (a) : d (..~
pudiendo leerse que el deseo del sujeto-d(a)- en tanto ->-se sopor-
ta de una imagen -i(a)- que cubre aquello que está más allá del signi-
ficante. en tanto apuma a un objeto que opera con las envolturas nar-
cisistas de la imagen. es equivalente-:- al deseo del Otro -d(}J-. pero
deseo del Otro barrado. definido por su falta.
Que ame la sensación del deseo del Otro sea la angustia su regis-
tro. pone en juego -en tanto la angustia es ame todo señal que se pro-
duce a nivel del moi- no solamente al Otro. sino que i:a.mbién implica
al Sujeto. Se pone en juego el Otro, pero también el Sujeto. bajo la for- _ .
ma del ¿Che_Vuoi? ¿Qué quieres en lo concemierne a rrú? ¿Que me .
auieres? De donde se trata en los tiempos de angustia. de mi relación
¿on su deseo. Una doble puesta en juego.
i i
 Es en la misma clase del 21/11/62 donde se plantea esa doble
implicación que la angustia patentiza y que toma corno articulador el
objeto que entre ambos se perfila:
• ... el Otro está allí como inconsciencia constituida como tal, e in-
teresa a mi deseo en la medida de lo que le falta a él y él no lo sabe. A
nivel de lo que le falta' y· él mr Ju sabe. me· encuentro interesado de la
manera más absorbente porque no hay para mi otro rodeo que me per-
mita encontrar lo que me falta como objeto de mi deseo."
Esta dependencia al deseo del Otro y el lugar privilegiado que adquie-
re el objeto recortado del campo del Otro y promoviendo la escisión del
Sujeto, cobra mayor precisión con la presentación del cociente que for-
mula Lacan y que le permite dar cuenta de lo que podemos llamar un
tiempo instituyeme en la constitución del sujern y el engendramiento
del objeto. · Deseo
Previo a toda posibilidad de constitución de lo que habrá de ser un
sujeto deseante. Sujeto en tanto un significante lo representará para
otro significante. previo a esto. un postulado freudiano fundamental
impera. Me refiero al antecedente del Complejo de Edipo: es decir. una
mujer posicionada en un movimiento de obturación de su falta a tra-
vés del hijo, produciendo la ecuación niño=falo. Insostenible desde la
empiria en tanto no se trata de la falta de pene. pero válido desde la lógi-
ca que si.¿stenta en tanto se trata· de un significante: el falo. Otro sin
barrar, inexistente, aunque pr_9duce efectos. En este caso, un movi-
miento instituyente para el sujeto, ya que se trata de un Otro que por
su deseo introduce en el mundo un sujeto.
Esto delinea un campo. el campo del Otro (A) y en contraposición
el campo del Sujeto (S). Sujeto sin barrar. sin arravesar por la fun-
ción de la palabra. también inexistente. dado que seria suponerlo
iu era del campo del lenguaje. Ine.,jsrencia duplicada que lleva a plan-
tearlo como un tiempo inaugural. mítico. tiempo de un goce, goce del
Otro. inexistente pero eficaz en tanto el neurótico lo ubica en el hori-
zonte.
En ese tiempo mítico, tiempo en que la puesta en acto de la metá-
fora paterna opera. se produce un corre que precipita eíectos tanto en
el campo del Orro como a nivel del Sujern. Del lado del Otro, el Sujeto
18
se inscribirá como conciente, barrado -S-:-. atravesado por la palabra.
Del lado del Sujeto, el Otro pasa como A al campo de la subjeti'widad.
El hecho de que el sujeto mítico. merced al goce del Otro. encuen-
tre en ese campo el significante que lo inscribe, no agota al Otro; no lo.
aniquila. No es una división exacta. Queda un resto que no es subsu-•.
mi ble porel sigrrillcante; ese resto es lo que llamamos objeto "a".
Esto en un primer movimiento instituyente. Ahora bien: el sujeto
tiende a restituir ese tiempo mítico. imperio del ser para el Otro. iden-
. tificándose al objeto y así aparece en los tiempos iniciales del análisis .
A S Goce
a A Angustia
Esta ligera modificación que inrroduce Lacan en el cociente. modi-
ficación que tiende a plasmar la identificación del sujeto al objeto. per-
mite considerar tres tiempos: Goce - Angustia - Deseo.
Tres tiempos que definen una función y un lugar. Ja angustia como
medio entre el goce y el deseo: la angustia como antesala del deseo y sali-
da del goce, Ja angustia en ese tiempo donde el ~a· se presentifica. donde
el advenimiento del sujeto deseante se anuncia como posibilidad.
Así situado ese objeto ·a· como resto de una operación enrre el Su-
jeto y el Otro, ese objeto que es un resto desprendido del Otro. lleva_a
que de ahí en más no haya posibilidad de acceso al Otro sino a u-aves
de ese resro. Es a rravés de ese resto que la angust:.ia se const:iruye en
su única traducción subjetiva. lo cual, para dar cuenca dei momento
preciso de su emen:!encia. lo lleva a Lacan a replantear el modelo ópti-
co trabajado en 19-53 (Seminario 1) y luego en 1960 ¡-obserrnciones
sobre el informe de LagacheT
La preocupación de Lacan en esas ocasiones era trabajar cómo ei
sujeto descubre su imagen. que es la propia del yo ideal. que se cons-
tituye en el campo del Otro. Ahora nuevamente va a trabajar este mode-
lo. pero para situarorras cuestiones que hacen a la especificidad de ia
emergencia de ia angustia.
19
 Recordemos que Lacan toma la e:\.-periencia de Bouasse que gira alre-
dedor de la visualización de la imagen real que produce la reflexión en
un espejo cóncavo. de un objeto ubicado en el centro de la curvatura.
X'-
''
------------- - -,.- - '
}''
Mínimamente. para situar los elementos. tenemos un espejo cónca-
·'.º· su cara interna pulida. Una caja que contiene un jarrón invertido.
Juera del alcance de mirada del observador que está ubicado en el extre-
1rno de la linea de curvatura del espejo y sólo en ese punto. a la altura
'de las flores reales que coloca por encima de Ja caja. ílores que por haber
estado colocadas casi en los mismos ojos del observador, éste no ve.
El jarrón invertido, reflejado sobre el espejo cóncavo a la altura de
su centro de curvatura. cumpk las leyes de la óptica: un espejo cón-
cavo produce una imagen real invertida. Real en tanto ubicada-en el
espacio, no visible para el sujeto, a no ser por la mediación de· un espe~
JO plano en el que pueda re1lejarse -en el espacio virtual- esa iina-
gen real que ha producido el espejo cóncavo. Espejo plano con el que
1 Lacan apelará al campo del Otro.
1 tanto falta: o más aún. que el falo en tamo falta. sólo se inscribe en ia
, Por la mediación del espejo plano. el obserYador Yerá.· ahora sí. en ..
1
e1 espacio \irtual. la imagen virtual de la imacren real: imagen virtual
t noi.ada como i'(a). "' ~
, Lo único que el Sujeto conoce de sí mismo. es lo que encuentra en
e1 c_ampo del Otro~· donde se producirá esa imagen virtual. El i(a) está
daao en la experiencia especular. pero esa e..meiiencia debe ser auten-
tificada por el Otro. y como tal. a nivel del i"(a).
20
En un primer tiempo instituyente. el Sujeto se constituye en el cam-
po del Otro. Ahí constituye su yo ideal articulado a la antecedencia de la
demanda del Otro. Por eficacia de cierta operación. el espejo rota. el Su-
jeto descubre su condicionamiento a esa imagen teal ..ad\.ierte que ese yo
ideal en el cual se alienaba depende del Otro. Descubre que eso que cree
ser no es más que algo que se produce gracias a la sanción del Otro.
En un segundo tiempo, trata de restituir esa dimensión del ser·qu e
se jugaba en el primer tiempo: lo restituye en la dimensión fantasmá-
Uca. identificándose al objeto. Ya no. siendo el falo imaginario. sino qu e
juega para el Otro como objeto ·a", ya en una dimensiónfamasmática .
En esta nueva vuelta. Lacan ya da por sentada la rotación: estamos
en un seQundo movimiento. que con más rigurosidad pone en eviden-
cia cien; insuficiencia del modelo que puede derivar en callejones sin
salida. En tanto modelo , apunta a una estrucrnra. pero hay una di s-
tancia en más o en menos. Una insuficiencia se señala: este modelo da
por sentado el objeto ·a· en tanto las llores están desde el vamos.
También se destaca un exceso. En la e:-..-periencia óptica. las flores
reales son \·i sualizables. formando parte de la imagen \inual -i'(a)- cie
la imagen real -i(a)-. Válido en la e.xperiencia: no así en lo que a la
estructura hace el propio estatuto del objeto ·a": no es especularizable.
Allí donde debería realizarse en la imagen virtual, por su propia
condición de no especularidad. pasa corno un blanco, una a usencia
que genera una eficacia. Ese blanco es notado por Lacan como-{!), fa-
lo imaginario en tanto operador de la castración. diferenciable del ó. sig-
niGcante del goce.
Podemos afirmar que la inscripción ima ginaria del falo sólo es en
dimensión imaginaria. ~implica que en el campo del Otro. ei Sujeto
cae corno objeto que él es para el Otro y deja un blanco. El -<..1 silü a la
dimensión de la falta.
Mientras este operador esté vigeme. no hay angustia en tanto la
falta es la condición del deseo. ~-~g~.St!él ª2..~!~ cuando algo apa-
rece en ese bJanco ...en esalalta_o mejor:. aún --si~uiendo la propuesta
de -Lacan-· cuando Ja f~_t~ V!ene_a faltar. -
21
· El aforismo "La angustia no es sin objeto·, afortsmo que ha cobrado
un tinte inercial en nuestras teoriiaciones: resulta mucho más fácil de
"La angustia guía
repetir como cantinela adormecedora, que soportar sus consecuencias . ia práctica deL anaiista"
. ;.;::·
Que sea la angustia el anuncio de un corte en suspenso que da STELL\ MArus RlvADERO
señales de la posibilidad de dilución de un punto de goce en vía de la
constitución deseante-, pone err juego en la corrduccfórr de un análisis
una otra vertiente que no tiene que ver con el significante y que al mis-
mo tiempo. paradójicamente, es su efecto.

Plantear la conducción de un análisis centrándolo con exclusividad

en Ja línea interpretante que propicia las formaciones del inconscien-
te. no sólo es infinitizarlo, sino confirmar la ilusión neurótica que hace
de la pasión del ser un punto inconmovible de la consistencia del Otro.
Es justamente la articulación de la letra lo que instaura el objeto
. ·a" y lleva al analista más allá de la posición descifradora. en tamo es
por la vía interpretante literal que el objeto se plantea.
La insta.i."1.cia de la letra constituve el necesario enmarcamiento de
:J. angustia. que como baliza orienraci la dirección de la cura. de mane-
ra rnJ que el espacio que ese marco delimita -ocupado por la presen-
Lificación del objeto en los tiempos de angustia- devenga en un lugar
,·acío en donde instalar el fantasma fundamental.
·-.
Referéncias bibliográficas
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Buenos Aires- ·
Seminario X · "La •.i\ngusiia • · lnéC.ito - Traducción Escuela Freud.iana de Buenos
:\irt:s :~:,· .
A partir de esta frase que Lacan enuncia en el sem.in~o s~~gen
una serie de imerrociantes relacionados con nuestra pracuca chruca.
¿Por qué decimo~ que la angustia guía la práctica del analista?
¿Cuáles son las razones que llevan a Freud a pensar que la angus-
tia es el motor de un análisis?
¿En qué puma pri\ilegiado emerge la angustia en una cura?
¿Señal de qué es la angustia? .. .
Si como analisi:.as sostenemos ciena éúca en relac1on al aeseo. la
angustia emergente en la conducción de una cura tendrá que ser inte-
rrogada va que ella será nuestra brújula.
Es uña angustia que nos responde. que provocamos y este -provo-
camos- es una palabra que nos sorprende. ya que la posición del ana-
lista no es la del perverso masoquista. aquél que provoca la angustia
en el otro. pero si nosotros la provocamos. ¿cuál será la diferencia en
carla. no sólo para poder operar con ella sino también para que el exce-
so de anciustia o su tanonarniento
~ -
no hagan
- desertar al analizante de.
la cura.
Si la ane:ustia no está en una cura. no podemos hablar de psicoaná-
lisis: ha\' corrientes teraneúócas cuvo objertrn es lograr ia desaparición
manera
de la aJÍgustia. de esa borrán el ?eseo. ~el mapa del ~ujeto.
La angustia está enmarca.da. Freua nos dice es un fenomeno de
borde.hav angustia cuando en ese marco aparece lo que-estaba mu-
cho más éerci lo famrnar que irrumpe de manera imprevista Y allí se
torna Ul'HIBIMLlCH -!.o siniestro-.
Lacan nos imita a pensar que es falso decir que la angustia care-
23
ce de objeto. nos dice entonces -ia angustia no es sin objew-. lo que no
imQli_c:a _sal2._~~_g_e que objeto _se__q-~~.?-- ·· - casa-ación sino por hacer de su castración. la propia. lo qu~ te Jaita c:1 ºO"?·
Si el objeto debe ser concebido como la causa del deseo , ¿qué de-
cir sobre él?
Sólo aparece cuando la relación del sujeto al síntoma y el fantas-
ma es. interrogada,. el objeto a emerge y todo se conmociona. Un suje·
to acude al análisis cuando su posición como objeto en el fantasma
trastabilla y algo del confort del goce se resquebraja.
Recordemos que no basta que haya sufrimiento, pues en él hay
goce: ~-I!eces~9 que una verdad se anuncie_en el sirHoma.
El significante engendra un. mundo. el del sujeto que habla y en
ese mundo es posible engañar.
La angustia no engaña. ya que indica lo Real. y allí podemos leer los
puntos de amarre del goce y el brillo del deseo que se anuncia. Que se
anuncie no implica que se pueda hacer el pasaje hacia éi.
Se puede renunciar ya que el pasaje por la angustia y la caida del
objeto. es el peaje que no siempre se está dispuesto a pagar.
Lacan acuerda con Freud en que la angustia es un aíecto y que el
mismo no está reprimido sino desligado, desamarrado; lo que está
reprimido son los significantes que lo amarran.
La castración se juega para freud fundamentalmente en el cener,
para Lacan se jugará tanto en el tener como en el ser. Punto de deten-
ción en.freud que lo lleva en "Análisis Terminable e Inrerminable" a
plantear el complejo de castración en términos de un callejón sin sali-
da en los análisis: penis-neid en la mujer. angustia de castración en ~I
hombre.
Lacan nos .pennite ir más allá de-esta dialéctica y ésta pasa por
diverger la castración desde el falo hacia el objeto! cuya caida hace
tambalear las garantias que consolida el fantasma. - · rá en sus andanzas. Ella quiere vivir con él.
En relClción..al...Wo. se jug_é;ráJª_elección de cenerlo_a_ser:ln..
Sabemos que en nuestra práctica se trata de mejorar ia posición
del sujeto. sin embargo nada más vacilante que el concepto de cura-
ción en el campo en el que nos hallamos . -sn el a..-iálisis la cura llega
por añadidura-.
Si lo que eníerma al neurótico es la omnipotencia del Otro. lo que
lo salva es el descubrimiento de que el Otro esrá castrado. el Otro es-
tá en falta.. Si el Otro esrá casrrado ~ al!!o le.falta.el deseo se relanza
El deseo es aquello que siempre se dmge a oua parte. al resto a que
surge como producto de la relación que se establece entre el sujeto y d
Otro. Ese peq!:;!eño resw que queda a partir de la barra de la castración.
: .-. . . .
24
En el seminario Lacan nos dice: -El neurótico retrocede no an te ta .
por hacer de su castración algo positivo que es lagaranua d~ la)u_ncwn
del Otro que se escurre en la misión indefinida de las stgnijicacwnes.
ese Otro donde el sajeto no se ve más como destino. pero desrino qLLe no
tiene término. destino que se pierde en el océano de las hiswrias ... -
La eficacia del trabajo analiticoconsiste-err que el sujeto avance en su
deseo. se trata entonces que emerja un sujeto deseante allí donde sólo hay
demanda del Otro. mientras el sujeto se confronta con el deseo del Otro.
Es precisamente por eso que el deseo del Otro se _ pr_e~ entifl c:_a_e_~
una pregunta para_~l._ qµe __e~ c:lave y_~_nig_rpª!J.~?-: • ¿c~e uum?" - Que
quierer~ ErieCsentido de: ·gué me quiere" , -¿Que qwere e t ocro de
mí?- "¿Qué d~f de.objeto soy para él.?
Lo que retiene al sujern en ese lugar sacrificial. de escla\'O del Otro
es lo que denominamos Goce.
Lacan toma el "¿Che vuoi?" -"Qué me quiere?". de una novela de
Jacques Cazoue: "El Diablo Enamorado". Es un bellísimo relato de la
literatura fantástica de 1772. ·
Un hidalgo español Don Alvaro de Maravillas cuenta sus andan -
zas por tierras de Nápoies . Venecia y Castilla. .
Allí se relatan las peripecias de este personaje quien decid e hacer
una apuesta muy singular con sus amigos. .
La propuesta es tocarle una oreja al diablo quien aparece represen-
tado por un figura siniestra con cabeza de camello y aspecto Vlscoso.
Este horrible personaje dice con voz gutural ·¿Che vuoi? " .
Don Alvaro se asusta. pero luego se repone y le pide algunos • dg,.
seos-. Este personaje siniestro le otorga un perro que lue?o se rrans-
forma en paje. y éste. en una bella y seductora dama que w persegm-
Para \i\ir con ella. él necesita la autorización de su madre. sin la
aprobación de su madre querida. él no puede tomar una mujer. A pe -
sar de las seducciones de esta bella dama. viaja a su lugar de on gen.
miemras tanto tiene sueños angustiosos donde aparecen -1as fu erzas
del mal". alejándolo de su madre y de orros familiares que reclama,.;. su
presencia. Don Alvaro se debate encre las fuerzas de~ deseo y las que
lo li!1an al Orro. no sabiendo qué quiere el Otro de el. en un uroneo
oaté-rico. relatado ma~su-almeme por el autor.
· El neurótico también se topa con esa pregunta enigmática enigma
que se irá desplegando en cransferencta en los distintos tiempos de un
.a11aiisis.
25
 . Eri esa-p fe'gtlnti ~(n¿~rótlco compromet~ -~~ ·~d~. para hacer con-
sistir a un Otro, en verdad inexisten~e. '·"''~ . :: ---
Remarco; no basta que uñ sujeto sufra para que acuda al análisis,
es necesario· que algó..del confort del goce fantasmático vacile y que
.una verdad se anuncie en el síntoma. - ·
· Urr aná:lists comienza porl'a:~:'orrlenaciórr de síntomas~ y eI neuró-
tico debe--a prender a damos 's u angustia. cosa que no hará facilmen- ·
_ te; entonces tendrá que damos su equivalente: el síntoma.
Má$ allá de las intenciones_del analista. si éste está bien posicio-
nadcr:-ante lo que_ la _clinica k .ofrece. _tarde o temprano deberá vérselas
con Ja angustia y tendrá ql!e to!Ilar arueella una pos1cion étlca. Será
Su." fuñCión hacerla emén!.er-pero también dosificarla. Será el deseo del
ánál.ista el que sostenga -esa función. Y allí enrrará en juego su propio
análisis para poder sostener dicha función.
Nuestra posición corno analistas es disiméuica: .nos deja en una
situación particularmente ventajosa. Ventaja que no excluye el males-
tar. ventaja que enfatiza y subraya la responsabilidad.
Si decirnos que tanto el analista corno el analizante están hechos
de la misma pasta. ¿Cómo acotar el goce del analista para que se escu-
che el decir del analizame?
Un sujeto acude al análisis pegado a la demanda del Otro. de allí
que. al comienzo de un análisis. entremos en la ficción en la cual él
r'e cuffe a la demanda. El neurótico quiere que el analista le demande
algo y como éste no le demanda nada. él comienia a enunciar sus pro-
pias demandas. En ellas podremos leer una respuesta. que comienza
a perfilarse en relación a qué es él para_el deseo del Otro.
Es en la serie de las demandas, el "lugar donde el deseo se sostie-
- ne. siendo lo esencial del deseo no estar satisfecho. En la medida en
. que el analista sopona ese avance por dicha serie. hasta el fondo del
tazón. hasta la demanda cero, es aue se podrá leer la relación del suie-
to a la castración. ~--"' ___:: .. _>·- -";'.'.::-: ~--:::::_._,;· • - miedo a salir a ia calle. no puede manejar. oene miedo de -volverse lo-
La operación analítica a través de Ja interpretación o de una imer-
\'ención en lo Real permite al sujeto consumir su goce. recordando que
el goce es eso que no sin·e para nada. es esa fijación en la cual un suje-
to queda en posición de objeto frente al capricho del Otro.
_- Es por ese moti\'O que el analizante deberá caer de ese lugar de
objeto. para que advenga algo del orden de su deseo. -- - Jo lirrÍitan: es así au·e ei -analizan te comienza a advertir que sus dificul-
Es en d. cuerpo donde se genera la demanda pulsionaL es desde d Otro.
aue en la sunerñcie dd cuerno se uroáuce una linea.. una marca. que en
~ro marca. implica un corre. genera un borde. una zona eróg~
26
•¿p_ól)Qe_bq.bita_eldeseo?_en el fantasma.: El a soporte del deseo
en el fantasma no es visible para él. "El neurótico nunca hace gran _. __
cosa con su fantasma·. nos dice Lacan. · --
- "Este logra defenderlo contra la angustia en lá. medida en que es un
a postizo", -es el· cebo·correl·que· consiguen al otro-; es eso que lo sus-
trae de quedar atrapado como puro objeto del goce del otro.
Por un lado es propiciatorio, pero por otro es un inconveniente pues
el neurótico queda fljado a ese lugar. Por eso. decía que también es
necesario una vacilación fantasmática. una grieta en la fijeza para que
alguien acuda al análisis.
El Otro le ofrece un lugar. pero no cualquiera. el lugar ofrecido es
el del goce. Para que el sujeto pase del goce al deseo tendrá que sopor-
tar ese tiempo de angustia. Pero esa caída del lugar de objeto tiene un
pr~cio que el neurótico no siempre está dispuesto a pagar.
Un breve fragmento de la clínica para puntuar-una entrada singu-
lar al análisis.
A quien llamaré Juan. llega al análisis en un estado de máxima
angustia que Je impedía hacer algo en su -vida. prácticamente no podía
salir a la calle. Relata con muchas dificultades que hace tiempo está
angustiado. estaba estudiando mediciJ1a y cuando estaba pró~o a reci-
birse aparecen las crisis de angustia: fue a consultar con alguien que
le indicó dejar su carrera porque ésta le hacia "demasiado mar . Evi-
dentemente esa persona tenia otra posición con respecto a la clínica de ·
la angustia. el ·remedio" era evitarla, taponarla. sin poder leer alli los
si!mificantes mismos de la alienación del sujeto al'\:ampo del Otro. .
- El amaba su carrera. sin embargo la abandona. a pesar del dolor
que eilo le ocasiona: obedece esa indicación. con la vana ilusión de que
la angustia desaparecería.
Al tiempo se da cuenta que a pesar de su renuncia. la angustia va
in-crescendo (la renuncia al propio deseo conduce a Jo peor). tiene .
co· . no puede reiacionarse con ninguna mujer: entonces decide con-
sultar esta \·ez. a un analista.
En aauel momento. el de la primera consulta. una angustia difu-
sa lo inva"dia. Mienrras aue en el momento en que acude al análisis. lo
hace va con un desnlie!:!i.ie en el campo sintomático e inhibiciones que
tades tra.scienden·a su carrera. Y en relación a ésta aoarecen las deman-
das familiares: su madre le pedía ·serás el mejor médico clínico. ei que
a mi me cure de rodas mis dolencias". Su padre: "Deberás ser un bu.?n
_,
ry-
 ·médico cin.ifano porque tendrás que poner en alto nuescro apellido" , sus
hermanos esperaban ansiosamente ese titulo y alguna:- especialidad
rentable para que Juan los sacara de la pobreza.
· · Ante semejantes expectativas, él no sabía para qtúén era el título
y si de su titulo podía hacer algún uso. El que era un modelo de hijo y
. de hermano mayor, siempre obediente y complaciente. ahora ya no.
podía obedecer y complacer. El análisis permitió la interrogación de
ese lugar ofrecido al altar del Otro.
-Es por la incidencia del amor que es posible que el goce condescien-
da al deseo".
Esta frase del seminario la pensaba en relación al amor de trans-
ferencia y a la oferta que hace el analista para que el analizan te lo revis-
ta con sus objetos famasmáticos.
El ir ocupando ese Jugar de semblant de a permitirá el trabajo
analítico.
El neurótico al ir ofreciéndose aJ goce que la versión paterna pro-
mueve. hace consistir a un Otro, para que haya garantías.
Cuando esa posición de objeto comienza a trastabillar. emerge la
angustia con todo su brillo. Angustia señal de un cone en relación a
~~-d_~_~o por venir y un goceapei-der. --·· · ·
Si el sujetc)acepra esa larga y ardua rravesía del análisis. para poder
ubicarse en otro lugar en relación al Otro . tendra que soportar un tra-
bajo de duelo que implique modificar las condiciones de goce. que le
permitan una ubicación que no sea la de esclavo del Otro. tendrá que
aceptar el duro precio de enfrentarse con la ine.'Cistencia del Otro.
Tiempo que el analista d'ebera acompañar v sostener a lo largo de
la cura. Sabemos asirnismó que es necesario que haya un tiempo ins-
tituyente. de una pregunta dirigida al Otro;;que el Otro haga soste.ni-
ble como para que después de ese Otro alguien pueda tallar su propia
pérdida_
Se puede rerroceder ame la angustia. entonces se \'Ue!ve al confort
objetal. que no siempre es lo mejo~. a \·eces conduce a lo peor.
O se puede avanzar como Ifigenia... la heroína f!rie!!a. sin temor \"
sin piedad.. Avance que implica también al analistc3: a sostener su de-
seo cie analista. deseo que lleva las marcas del propio análisis.
Al final de un análisis el sujew quedará advertido de las marcas
.del Otro que lo habita y habra una cierta labilidad en relación a ese
J ugar.de goce que le propone el Otro.
· El planteo lacaniano permite pensar la cura más alla áei falo. más
allá del padre. ba1Jiéndose servido lo necesario y suficiente de éi.
28
Asimismo para el analista. los ·análisis que.conduce has.ta .el llnal . .·.
concluyen con su caída de la posición de semblant de a. :· · · .· •
Siguiendo con otra de las lineas tomadas por Lacan en. estas clases, -
puntuaré, a modo de pincelada, la aparición de la-angustia en Juanito.
Lacan nos dice "no es el ritmo de la alternancia de la presencia.
ausencia de la madre. lo que importa. Y la prueba de ésto es el hecho de
que el niño se campfo.ce errrercovarese'juego de presencia-ausencia.. La
posibilidad de la ausencia es la seguridad de la presencia-. ·
Lo más angustiame para el niño es que justamente esa relación
sobre la cual él se instituye por la falta que le hace desear. esa relación
resulta ser la más perturbada cuando no hay posibilidad de la falta :
cuando la madre le está todo el tiempo encima.
Modelo de la demanda que no podria desfallecer y en otro nivel mas
elevado en el tiempo siguiente, el de la pretendida pérdida del pene.
¿Qué vemos al comienzo de la fobia de Ju anito?
En Juanito. hay un tiempo primero de la angustia, luego se insti-
tuye la fobia como remedio sintomático a la angustia.que irrumpe.
En algunos lugares se plantea la aparición de Ja angustia en rela-
ción al nacimiento de la hermana. La lectura lacaniana nos propone
otra perspecti\·a.
Juanito comienza a sentir sensaciones en su pene~· a masturbar-
se. ¿qué relación tiene esa aparición en lo Real y la aparición de la
angustia?
Hasta el momento en que aparece su pene en erección. esa irrup-·
ción de goce fálico. Juanito era objeto de goce para el Otro primordial.
su madre: él es el falo imaginario de ella.
El conflicto surge cuañdo en esa díada madre-niño. en ese idilio\
hace irrupción un tercer elemento que quiebra esa armonia e incorno-/
da ese goce en el cual Juanito estaba cómodamente instalado. No sola•.
mente lo incomoda a él. sino que también es un anuncio de que su
goce. el propio. incomoda al goce del Otro. Uil anuncio de que antes que-. ·
daba a merced del capricho del Otro. ·
Para Juaniw se trata de una lerrible disyuntiva.. corno io es para w-
dos los neuróticos. ser ei.Jª19_g_u~completa al Qtro_Q..29~r su propio
p_ene~s:er_ o_ce_ner. · ~-
Los dos momentos subravables son: cuando anarece su oene real
a
y cuando él intenta seducir su madre. fracasando. ya que es recha-
zado por ésra qtúen le dice que su pequeño pito es una porquería Es-
to resignificaria el nacimiento de Hanna como prueba de la insuficii:..ri-
cia de JuanilO. Por 01.ro lado. la madre de Juaniw no renuncia a tra-
29
tarlo como su pequeño apéndice. mientras tanto el padre está dema-
siado prendado del matriarcado. La angustia de castración no es por-
que el niño tiene miedo de perder las cartcias de su madre, Juanito lo
dice. aunque su madre lo acomp2ñe. su angustia permanece.
Ersíntoma fóbico aparece par2. arerrua:resra carencia del padre re-
al, de esa manera Juanito se sostiene frente a la angustia de devora-
ción materna.
El síntoma juega un rol estructuran te . reparador, mediador. el
miedo que no proviene de la palabra del padre vendrá del caballo.
El objeto de la fobia es el Significante que sustituye al significante
del Nombre del Padre. ·· -· · ·
· ... juanito tendrá que dejar ese goce para avanzar en su deseo. para
ir hacia las mujeres. la única vía será por identificación al padre. debe-
rá abandonar esa identificación a la madre. desde donde espera parir
a las niñas. Dejar de serlo para tenerlo .
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30
Perversión: La angustia de LOtro
MABEL RODRÍGUEZ
Lacan va a hablar, en las clases que van del 1.9 al 23 de enero de
1963, del Seminario de La Angustia. acerca del objeto a. El objeto ha-
cia el que nos orienta el aforismo de que la angustia no es sin objeto.
La única traducción subjetiva del objeto a es la angustia.
Se refiere. emonces . a la fórmula del @n@srna.(S...Q_ a)_c_om_q sop()r·
t_e_del d_e?eo y se pregunta si el objeto del deseo está adelante. Plantea
que esto es un espejismo. que el objeto a no está en la intencionalidad
del deseo sino que ese objeto debe ser concebido como la causa del de-.
seo; tl,9..Qjru¿.es.táJietrás del deseo.
Dice La.can~ "Para representarlo. no por azar me serviréfdel fetiche.
donde se revela la dimensión del objeto como causa del deseo. Porque
lo deseado no es el zapatito. ni el pecho. ni lo que fuere que encarne el·
fetiche: el fetiche causa el deseo que va a engancharse donde pue<le.
sobre aquella que de ningún modo es necesarto que lleve el Za.patito.
el zapatito puede esrar en los alrededores: tampoco es necesario que
ella UeYe el pecho. el pecho puede esrar en la cabeza. Como todo el
mundo sabe para el fetichista es preciso que el fetiche esré alli. el feti-
che es la condición de la que se sostiene el deseo-. - - -
El fetiche funciona com9_obje~9 a que viene a tapar lo que fue abier-
to por la casi::racióf1. _desmiente la tachadura.del Otro. $jp _ e:::nb~g_~~
mismo tiemuo desiima la casrración materna. En la Verleu!!nune: se
t...::at.aife aesinenll- fo que se regTuo.=o.----- ··· - -
El primer saber del chico es la premisa universal del pene: '"Todos
Bu~os tienen·. Cuando este saber cae. cuando se niega este primer saber.
aparece el: -~o todos tienen·. El~!olj~_t_~ 2~01 e~o ya a_n~garJa .:n~;;­
ción de la premisa universal del pene: Rer:iegac:i~~ El enunciado que
31
 traduce esta posició-ry ~s: -w_sé.P-.er(éci:irnente.~p_eio no obsta.OtC... :.
En la clinicade perversos la renegación aparece insistentemente: "sabia
que no tenia que robar lo matar. o-estafar, o mentir, etc.) ... pero, sin
embargo. lo hice". La clave es que no nos obnubilemos con la primera
parte de la frase, descuidando la importancia de la segunda.
Con la ayuda del objeto fetiche el sujeto intenta colmar la falta del
Otro. hacerexistir al Otro, proceso que implica situarse-como·instru-
mento del goce del Otro. · A j S.
¿Seria muy aventurado pensar como componente estructural de
todas las perversiones la constitución de un fetiche o algo similar?
¿Que en toda perversión habría un fetiche que funciona como objeto
a para sortear la castración?
· 1'>:1.~~~_te el feticpe se intenta_reti:>_roar_al_goce..incestuoso. restituir
ese goce primero.de.A antes de A..si~_~so no hay ero.tismo.
Es imponante establecer la diferencia de estructura enue el obje-
to fetiche y el objeto fóbico. Este último tiene un carácter netamente
significante. prima en él la metáfora. Su función es suplir el Nombre
del Padre. ayudar al cone de la función paterna. Cuando Juanito es-
tá apresado como objeto imaginario de la madre, el "caballo" Viene a avu-
dario a Ja castración. Por eso en Ja clínica no se trata de arruinarlé al
paciente su objeto fóbico sino de descubrtr su estructura. El objew
fóbico e~<:-~dl~ión de la s'!:li.9_<i.d.e....un.goce.
~@bjet~~ch~· en_ ~bio. es_<;o!!_dición_cie_yn. goce: su carácter pre-
dominantemente metonímico lo diferencia del objeto metafórico de la
fobia y en lugar de ser puro significante.como eL"caballo" deJuanito.
va a ser: ubicado por Lacan entre Jo simbólico, lo imaginario y lo real.
Al neurótico. la posicióñ propia· del perverso: ser objeto.Je provoca
horror: Apela al Nombre del Padre, como en la fobia, porque teme per-
derse en La Madre. · ce. A partir de este momento ya no va a haber goce completo: para el
El perverso, en cambio. cree poder lograr el goce de La Madre sin
perderse en ella: guardando para si el saber de su propia adecuación
imaginaria a tal goce. El neurótico no se aUibuye tal saber. por lo tan-
to ser objern de un goce iogrado. el objeto de La Madre. significa.ria para
él desaparecer como sujeto. Sin embargo, no se puede gozar de La
Madre pues no hay La Madre. El padre presenti.fica la castración del
Otro. Al Otro sólo lo hago e.x:istir si me ofrezco como falo.
En relación a lo que venimos desarrollando vamos a recordar el
esquema que.realiza La.can de los tiempos lógicos de la constitución
del sujeto. . .. . . . . _
El primer tiempo es •ma anticipación lógica que hacen;0s.-no-cons-
32
· tatable empíricamente; se trata de un tiempo mítico donde"' aparece e}
Otro primordial sin barrar dado que está el infar:is como falo imagina-
rio que lo completa. El S también lo escribirnos sin barra porque aún
carece de palabra, está fuera del campo del lenguaje. Debemos recor-
dar que este tiempo del incesto, del narcisismo primario. no es un tiem-
po cronológico sino lógico.
En el segundo tiempo, como resultado de Ja operación del lengua-
je, de la prohibición del incesto en sus dos vertientes: "no reincegrarás
tu producto" para el Otro primordial y "no te acostarás con tu mad re"
para el infans, advendrán ambos barrados.
Esta operación se marca por la bari:-a y La Madre pasa a ser una mu-
jer que se define por ser no toda (era completa en la medida en que el
hijo ocupaba el lugar de su falta como falo imaginario). Pasa. entonces.
del lado de Ja subjetividad constituyendo el inconsciente del sujeto. Es
la batería signillcante del niño, el Otro subjetivado, incorporado (J) .
Simultáneamente, el S del primer tiempo va a quedar también barra-
do al pasar del lado de Ja objetividad: quedará diVidido entre lo que
dice conscientemente (Zl y lo que sabe inconscientemente (Al.
--
A 1 S
$ ;,.
Pero ésta no es una división-exacta: pues de esti; cruce que Jos ba-
rra a los .dos queda un resto. un plus de goce que es el objeto a: resm
de Ja relación al Otro al que el sujeto accederá en su vincula-con el go-
sujeto que habla nQJ1ª._Q@_Rosib\_4Q.ª-g_q~oza.r.pe1_0tro .más .que por
pedazos. ya que el a no es un signillcante sino un pedazo del. cueroo
del Otro. Esta división. por consiguiente. precipita el objeto a que i.rls- ·
taura la falta y provoca el deseo.
a
Si ~egáramos un rombo del lado de-la objetividad. enrre el $ v el
objeto i obtendríamos la fórmula del fantasrri'a: SO a. -
33
 Mas esta caida de la posición de falo imaginario del Otro, este ser
nada para_ el _(_?tro. '~ªa ser insoponable para el neurótico; que tratan-
do de resnturr el pnmer tiempo de completud con el Otro, se identifi-
~ a alguna vari~te del objeto a en el fantasma.. marcando así su posi-
cwn de goce. El sujeto se V?._ajdemificar al a para hacerle.Jalia al Otr~
cubrir lo oue l~Jaltay_hacerle falta.para que. elQJ:ro lo_b.usnue.
Llegar al análisis identificado al objeto a no es patrimoñio de nin-
guna estructura. Pero, cuando luego del primer tiempo del análisis, se
·recorte y presentifique este objeto a que se es para el Otro. va a emer-
ger angustia. Vemos así que la angustia no es sin objeto. El neurótico
se va~ angttStiar ante la presentificación del objeto a. Lacan loeséii=-
be de la siguiente manera:
A S Goce
a A .-illgustia
$ Deseo
El neurótico, como objeto a del f~tasma. queda fijado a algo del Otro
a'º1
cual el Nombre del Padre no hizo corte. La anaustia va a señalar
ese lugar de fijación al objeto. ·----""
¿Qué pasa. en cambio. con la angustia en la perversión? Lacan va
a decir que la intención sádica no es tanto el sÜúimiento del otro lo
que busca sino su angustia. Trataremos de desuleaarlo.
En los libros del marqués de Sade vemos que ei""Ubertino obtiene a
sus victimas por la_f~erza: comprándoselas al padre. raptándolas de
un convento. enganandolas con artimañas_ Su pareja no podria ser
un masoquista. pues_ la grac1:i es que el otro no esté ahi por su propia
voluntad. ~ol~l_o fis1ca y ps1qwcameme es lo que se persigue; de Jo
contrano. e. sad1co perdena algo de su goce. Utiliza el ooder v la fuer-
za para someter. · -
Tiene. asimismo, importancia trascendental aue las \ÍCtimas a
corromper sean jove!!citas de convento o rüñas reli0~sas v vmrenes. La
ir1tención es a..,.,-asaries toda su moral v sus orincfoios. - ""
En la _pelicula -Las relaciones ~eÚgros~s-. dirigida por Stephen
Frears. dice el protago°:1sta masculino: -seducir a una mujer renom-
brada por su honor. su le religiosa y su dicha matrimonial ·oué ouede
haber de rná~ prestigio? \D quiero_\·encer sus prejuicios: Gquiero que
te..riga fe en Dios. la v1rrud y la sanndad del manimonio y que aún asi
no pueda aguam:arse. Quiero tener la emoción de verla traicionar to-
dos sus prí.ncipios-. :-;·o sólo se trata de a.!a.Sar su cuerpo sino tam-
bién su razón. Los largos discursos que enuncia el libertino no son
para atenuar la tensión de la acción sino que habla para ejercer la \iO-
lencia. La victima debe acatar.
Si el significante es lo que representa al sujeto para otro significan-
te, se trata de que no haya ningún significante que represente a la vic-
tima para otro significante. El obj~t!_v:o es tr~sformarlo en un obieto_
Los campos de concentración y las cárceles lo evidencian con claridad:
se les rapa a todos el pelo por igual. se retira la ropa personal para que
usen uniforme. se les borra el nombre poniéndoles un número. Se per-
sigue no dejarles nada que Jos represente como sujetos.
En los regimenes políticos dictatoriales se detiene a los opositores.
aunque no hayan realiZado acciones \iolentas contra el gobierno. y se
los mantiene encarcelados. sin condena judicial. hasta que se consi-
dere que están -quebrados" . que se les "lavé el cerebro-. que se arra-
só con cada una de las ideas que tenían. Lo mismo que hace el liber-
tino en las novelas de Sacie: le destroza al otro la razón.
El sádico presentifica el costado arbitrario e irresponsable de la ley.
Se podria enunciar como "ésta es la ley porque Jo digo yo". Es una ley
sin atenuantes. que no permite malentendidos ni interrogaciones. La
vertiente significante de la ley se encuentra aqui ausente.
Se trata de hacer surgir la \"OZ del Otro y dejar al panenaire sin
palabra. soportando la angustia y Ja división subjetiva. La dimensión
de la voz que emerge es la presencia descamada del superyo como ley:
hay un solo mandato: Goza. go~ ¡-cumple con lo que yo te ordeno para
mi goce"). ·
En el libertino se ve la identificación a un Dios oscuro que pide sacri-
ficios y propone a sus fieles el lugar de la victima El es un gran traba'.'
jador del goce de Dios. aunque éste sea un Dios Supremo en Maldad..
Si el dolor empieza donde el placer termina. más allá del placer es-
tá el goce. El dolor del otro es un estimulo para el sádico pues goza por
proc!-lració_n. quedándole velado que el paroxismo de la \ictirP...a es ei paro- ·
xismo también de su goce. El dolor despiena su excitación: intentara.
por consecuencia. que el panenaire llegue a una máxima aproxirn.ación
al limite de la muerte sin que perezca: si Jo hiciera se acabaJia su goce.
ELsádico proclama saber sobre ~u de?_~_'._Ill~ejar ei iantasrna. Su
\"Olumad de g:oce es oresentada como eiección deliberada: sin embar-
go está marginado del goce como cualquier parletre: ~e .idenrifira a i
Otro paraaseg.ur.ar su_goce. El acto perverso es una respuesta al ime-
rro!:?:anre oor el e:oce del Otro.
-t:n la perversión el fanrasma se afirm;;i. _rnrno vp_lumad. q~ goc~ dei
 9_!!2.&é!!!3-lo__cual el sujeto se hace instrumento de ese goce. Tratando
de restituir el objew a en el Otro con el acto perverso, semtenta des- .
conocer la falta. Se consagrará. entonces. a un acto monótonamente
repetitivo y fallido que intentará completar al Otro en términos de goce.
Consecuentemente. sólo en apariencia es una relación dual la que se
plantea en el acto perverso. pues en realidad ambos panenaires son
instrumerrtos del goce del Otro. - ·- - - - mado p-or la· YOluntad de-goce-quien deviene objeto pues lo determi-
-La IDa::'xíma· que regfa el ·goce sádico es: íengo derecho a gozar de
tu cuerpo. puede decirme quien quiera y ese derecho lo ejerceré. sin que
ningún limite me detenga en el capricho de la exacciones que me ven-
ga en ganas saciar de ff. Vemos que el sádico lanza el proceso como
agente. desde su voluntad de goce, ocultando que él es objeto. instru-
mento del goce del Otro. Que no es su voluntad la que comanda sino
un imperativo del Otro. respecto del cual él está esclavizado.
· En Ja "Filosoíia del Car:1erin- de Sacie. dice la señora de ·Saint Ange:
Sea cual sea el estado en que se encuentre una mujer, querida mia.
soltera, casada o viuda: ella no debe tener jamás otro objetivo. otra
ocupación . orro deseo . que hacerse follar de la mañana a la noche:
para ese único fin la ha creado la Naturaleza ... nuestros desórdenes en
este género. cualquiera que sea el exceso a que podamos llegar. lejos
de ultrajar a la Naturaleza. no son otra cosa que un sincero homena-
je que le rendimos: ceder a los deseos que ella misma ha puesto en
nosoa-as, es obedecer sus leyes: solamente las ultrajariamos resistién-
donos a ellas·. Este discurso forma parte del adoctrinanúento que se
realiza con la doncella Eugénie; el que se compone de prácticas se>..'Ua-
Jes grupales y disertaciones que las fundamentan.
En otro pasaje afirma el libertino Dolmancé: -.. .el culo de un chico
joven. es preciso convenir en ello. me da más voluptuosidad aún que el
de una chica. A los que se entregan a esta pasión se les suele llamar buja-
rr~nes.- Aho~ ~ien._cuando uno es bujarrón. Eugénie. hay que serlo del
toao. ae \'eroaa. Follar a las mujeres por el culo es serlo a medias sola-
mente: es en el hombre en el que la Naturaleza quiere que el hombre sir-
Ya esta íarnasia y es especialmente por el hombre por io aue ella nos ha
dado el gusw _de haceri~. Es absurdo decir que esta ma'rua ia ultraja.
¿Acaso es posible cuanao ella misma nos la insnira? 6·Puede ella dictar
aigo que la degracia? No. Eugénie. no: se ia s~e tan bien así como de
otro modo, y quizá más santamente aún. La propagación no es otra
cosa que una tolerancia por su pane. ¿Cómo oodria ~lla haber dictado
como ley un acto que ia pri\d. de los derechos.de su omnipotencia. .. T.
¡:;- .. . •
'-stos mscursos que constantemente e:iunc1an los ·educadores· e\i-
36
dencian la falsedad del planteo perverso de su nos_yjeción a ley alguna
v su libre dedicación a gozar. En verdad. se trata de sacfit}qu:s.~-
pTeTar ·af otr.Q;_-se llame-éste Naturaleza, Lucifer o Dios. .
No ceder en el deseo implica suspender un goce: No es lo rrusmo a\an-
zar como sujeto del deseo QUe s~r el sujeto del g9ce. Est_e _l!lt.irno call:u-
no Jo deja@ al perverso e11 po~ición_ pe obji:_!:o d~g_~~_c;l_el_Otro... Es él ani- .
nante no es su deseo sino la exigencia del goce del Otro.
El sujeto perverso cree saber en acto sobre el goce. no pregunta ni
se interroga. Esto dificulta. si llega al consultorio psicoanaliúco. la ins-
talación de la transferencia. Si hav para el perverso un Sujeto Supuesto
Saber. és~-~ _el mismo.:._Esta postura c!eSuJeroSüpuesto Saber_Gozar
rascina al neurótico que, al tener un fantasma perverso. suena con
aprender de él y sepultar así sus inhibiciones_. Por esca vía se comier-
te en el panenaire ideal del per\'erso. Pero esto es una ilusión pues el
perverso también está dividido. Su limite se revelará a pesar suyo. Este
rexto lo explicita. Luego de las innumerables escenas grupales de se..xo .
Eugénie le solicitará a Dolmancé perder su virginidad con él. Frente a
este pedido él se verá obligado a confesar algo sorprendente. dirá: ·Eso
no es posible. angel mío; yo nunca en Ja \ida he cogido por el coño:
permitidme no empezar ya a mi edad". El sabio del goce~, del se..'<O no
puede realizar un coito común v corriente.
-Lacan va a tratar de dilerenciar al sádico del masoquista. Señalará
como elemento común a ambos que la identiikación al objeto se Ya a
presentar sobre\una escena. pero afirmará que.reconocerse como obje-
to del propio deseo es siem~~-qiass>quj~ta. ¿Qué querrá decir esto?
~=r.:.a Venus defas Pieles" de Sacher Masoch. el protagonista mas-
culino. Severino. sueña con ·ser esclavo de uña mujer. de una hermo-
sa mujer a la que ame y adore. Que me ate y azote. que me rechace
con el pie mienrras pertenece a orro·. Argumenta que -sólo pue<le amar-
se \'erdaderameme a quien nos domina.:\. una mujer que nos some[e .
por su belleza. por su temperamento. por su espíritu y su \·oiunraó.
üna mujer que se compona corno una déspota·.
De esra manera seáucwra inremará convencer a la pareja de ?ie-
g:arla a su g:oce. El estilo no es arrasador como el del sádico.:..~ maso-
quista precisa de. lo. literario. ~ene .~Uf!E?_ua9ir: ;;in embargo~ a."un-
que aparezca como_:_ic;~a_.e_a~~"'.~- ia_escen~~~~~- :.Jo es goi-
peado. se hace -golpear. no es degradado. se hace degraci.ar. b~~·un
!1oce. El suieto se i:l.ace_¡¿oner_P.or el otJ::Q_ep_posició.n._p~iva.. se uoica
como Oó}eto-deoesecho. . -
37
 cerán en posición de$. angustiados y pidiendo la respuesta de la que
La orden imperiosa que transparentemente enuncia el sádico, apa- momentáneamente carecen. · · ·· __
rece en la escena masoquista más velada: no obstante es igualmente En este trance es posible que concurran a un analista: lo que no
imprescindible. Masoch, a lo larg~~~'!ic!ª.Jo_ co_!:!_s_ig~ió -~~a~é_:_ de impedirá que, de acuerdo con su perversiói:1· trat~n lo antes posible de
contratos g_~~finnaba, ~n Jos que ::;e__comprometia a ser esclavo de encaminar nuevamente a su deseo en Ja V1a habitual de su fantasma
sucesivas. m1=1ieres. Este hecho· también ocurre en la novela. severino . donde el deseo se presenta como voluntad de goce.
fogra, contrato mediante. ubicarse corno objeto de desecho de Wanda
(la protagonista femenina). La posición pasiva es engañosa: el contra-
Bibliogra.fia
to aparenta qu~el sujeto está a merced d~~tro_._pero el mo~taj~ de la
esceriá lo tiene al masoquista como sujeto. Esto es lo que intentará Marques de Sade: -Lafilosofin del Camerin ·.
ou~ queae velado. - -----·--· · ·· · ·- --
Su intención es ubicarse en el centro de la escena como el objeto Leopold Von Sacher-Masoch: -r..a Venus de las Pieles·.
del c~al depende el goce deÍ part~n~re. Tratando de conseguirlo Se-
vennole soliCitará a Wanda que incluya en el contrato la cláusula de Rodriguez. Mabel: "Acro pen:erso y angustia-.
que no se separará jamás completamente de él. Lacan. Jacques: -Las relaciones de oq;ero-.
Asimismo. es ilustrativo el discurso de Wanda con el que se sella ·r..a angustia-.
este contrato: •... Tú ya no tienes ningún derecho y no puedes hacer
valer ninguno de los que has tenido. Mi poder sobre ti no puede tener f"reud. Sigmund: -Análisis de lajobia de un niño de cinco afias- (caso Juanilo).
-Fetichismo-.
limites. Piensa que ahora no vales más que un perro o que un objeto.
Eres una cosa mía. el juguete que puedo romper si eso me procura un Ve~h. lsidoro: "La clinicaJreud.iana ·.
instante de placer. Tú no eres nada y yo soy todo ... •.
Desde el lugar del maso~ista su pareia va_ a.?~!"~ Otro. sin falta:
pueS.}l§!!_ I?.lar:i~ea ~orno el .objeto a qu~jQ_COf!12J~t_a en t~r:~os de
goce._pesdeel lug~d-~_pane.!:1_~~. ?i es_Deurótico,. va a_bs..Q~ang~­
J:ia: La.posibijidad de que falte Ja falta es condición erótica para el per-
..Jle.l:S.Q..y_~usa de an!!ustia PaTa:. el neurótico . ...,..- -
Como confirmación de lo anterior se puede leer el desenlace de este
relato: será Wanda la que no soportará y pondrá fin al acuerdo. Su par-
ticipació0-en el juego perverso se puede entender como una aventura
histérica. que no se motiva en una auténtica voluntad·de goce. sino en
sü determinación de acomodarse en el fantasma a la demanda del Otro.
-vemos aSI queei deseo del masoqÜista-ío lleV:a-a)ugar a ser el obje-
~o de ?.u propio dese9_ para gozar. _ -- ·- -. · · · -· - - -
A traves del desarrollo realizado desplegamos que tamo el sádico
corno el masoquista suscitan angustia. Pero ellos ¿no .s e.. ang.ustian
nunca? Es dificil que lo hagan porgu_~ esto es lo aue le ofertan al Otro.
Ño obstante. a veces ocurre. Cuando no oueden colmar;.. con a. ante
la aparición de. la división (generalmente-en los dueloS:~andono de
una pareja. muene de algún familiar importante. etc.). si el fantasma
ya no les alcanza para obrurar la falta del Otro por la aparición de lo
real de la falta. o tienen dificultades para rionerlo en práctica: apare-
39
38
·La angustia y el goce de Dios
ELEXAJABIF

El deseo del Otro en el laberinto de Minos sitúa el t.iemoo de la

angustia, donde la Castración puede o no cumplirse. Castra~ión del
Otro que se escurre en los gozos y en las sombras del neurótico.
Ser o no ser. ésa es la cuestión. Todo neurótico aspira a caer del !u.:..
gar del falo imaginario, la cuestión es que cuando lo logra. haciendo ho-
nor a su neurosis. retoma a la posición inicial y a este retorno Jo llama-:
remos represión de Ja castración. Alienación y separación. el S neuró-
tico. bascula entre ambas posiciones ..
. Para Freud. en el texto titulado "Complemento al tema de la a.J\:,"US-
tia" en el apéndice B, dice: a) que la angustia tiene una innegable relación_
con Ja e.xpectación:·es angustia· "ante· algo~ .. Le es inherente un carácter
de imprecisión y carencia de objeto. Y avanza diciendo: "Los mismos usoi'
del lenguaje lo reconocen. a.Sí al cambiar su nombre por el miedo en cuan-
to al eíecto. se refiere a un objeto detemJinado" y más adelanr.e concluye:
·ia angustia neurótica es la angustia ante un peligro que no conocemos.
así pues el peligro neurótico tiene que ser primero descubieno •.
Para Lacan es si~cativo el error cometido al hacer hincaoié en
que el miedo sí tiene-un objeto. y agotar la cuestión en este puñro. El
S: en relación al miedo. está situado ante un peligro.
De un modo magistral Chejov elabora en un cuento titulado "}..üedos".
en su traducción española. "La naturoleza del peligro que CIIDITT!en.W. al
sujew·.
Frayeurs: Pavo1es--espantos-,.,:
·Frayeur. del latín Fragor (fragor;. estrépito. estruendo);
e.TJ 1138 se
utilizaba como sinónimo de Ruido: el sentido acrual es por míluencia
. de,Effray, 1160. . ..
41
 Defmición: miedo Violento (peurViolente) causado por el sentimien-
to de un peligro inminente: se dan sinónimos: Epouvante - Terreur ·
Effroi. \ Lacan se contesta que no, y dice: -La imagen d~ Edipo con sus oj~s
· La.can en el Seminario de la Angustia torna tres ejemplos del cuento:
1) Se trata de un muchacho que conduce un trineo. avanza por una
planicie. y a lo lejos. al ponerse el sol sobre el horizonte. distingue un
campanario a una proximidad razonable para percibir sus detalles. y por
. una -pequeña ventana. en un piso muy elevado del campanario. al que
por conocer el lugar sabe que no puede acceder de ninguna manera: ve
vacilar una pequeña. ine:\.-plicable llama que nada le pennHe atribuir a
ningún efecto de reflejo. El autor hace especulación sobre lo que puede
motivar la existencia de ese fenómeno. y al no encona-ar causa conocida
que lo prornque. "de pronto es captado por algo·. que se u-adujo en ru-
so por Jreyeurs. es decir. por pavores; que para La.can. clarameme. no es
del orden de la angustia. sino del miedo: y a lo que teme no es a una cosa
cualquiera que lo amenaza, sino que es algo que muestra cierta arista de
desconocido. es decir que lo Desconocido se manifiesta ante él.
2) Un día ve pasar en su horizonte. sobre el riel. una especie de.
vagón que le da la impresión de ser un vagón fantasma. ya q_u e nada
fua de él. nada e.".:plica su movi.rn.iemo. ¿De dónde viene? ¿A donde va?
Es una aparición que no tiene una causa localizable.
Esto lo coloca en un estado de pánico. de desorden; del orden del
miedo; nada lo amenaza. no es como en la angustia. donde el $ se
encuentra interesado en lo más íntimo de sí mismo,.sino que el miedo
surge abi. donde detrás del objeto. en el lugar del origen, se encuen-
tra lo desconocido.
3) Es el de un perro de raza. cuya presencia no permite e.'..-plicar
aué hace a esa hora ven ese lue;ar. Revive el misterio del perro Faus-
to. ve Ja forma bajo la cual lo aborda el diablo: aquí el diablo se ubica
del lado de lo desconocido. No es ei perro lo que da miedo (afirma La-
can) sino io que se encuenrra por detrás de él.
El diablo. como lo real permite orientarnos y decir que Ja vertien-
te desconocida del Objew. ame la cual emerge el miedo del S. es del or-
den de lo irreductible de un real cuyo origen enigmático lo deja al $ en
el lugar de una falta radical de saber.
El tema de la angustia nos conduce por el camino del objern a.
¿Cuál es el momento-de Ja angustia? (se pregunta La.can).
¿Acaso ei posible gesto por el que Edipo puede arrancarse Jos ojos.
hacer con ellos ese sacrificio, esa oírenda precio de la ceguera, donde
· se na cumplido su destino'?
¿·Es acaso la an<1ustia
~ la posibilidad que el hombre tiene de mu ti-
larse? · .
arrancados no es una elección excéntrica .. : ¿Que palabra elegir, co-
rno decir lo.qu.e.es..deLorden.de.lo. indecible y cuya.imagen.quiero ha-
cer surgir para ustedes? El hecho de que "él ve lo_ que hizo ti~ne ~or
consecuencia que él ve, un instante después es taran ~us prop10: OJOS
en el suelo. hirlchados como un tumor vidrioso. contuso montan de
basura, ya que por haberse a.!Tancado los ojos de_las órbitas. eviden-
temente. ha perdido la vista y sin embargo no deJa de verlos. de ver-
los como tales , como el objew causa al fin revelado: él había querido
saber".
La tradición dice aue a panir de ese momento. se vuelve verdade-
ramente vidente va o~e en Colona. ·ve tan lejos como puede verse y
tamo más allá qÚe v~ ei futuro destino de :\tenas· (conciuye Lac~--i].
La imagen de Edipo, con sus ojos arrancados. muestra la ev10en-
cia de Jo irreductible del a en el orden de la imagen.
Edioo en Colona. cuando rerumba el u-ueno sabe de la ira de Zeus
que ani.incia s u propia muene. Edipo ha maldecido y pr?íetizado ia
muene de sus hijos en combate el uno contra el otro. ha VlSto su.pro-
pia muene y ha elegido Ja prosperidad de Atenas para ser ernerraoo en
sus tierras.
En el Museo de Artes Decorativas se exponen dos cuadros de Zur-
barán, que representan a!dos mártires. Santa Lucia y SantaAgata. _La.-
can aclara que el término márfu significa: Testigo de lo.qne:aqm se
ve. Esta es la cuestión. ¿Qué se ve? El cuadro de Lucia muestra a la
santa sosieniendo unafuenre en sus manos. sobre Ja cual reposan sus
ojos desnucleados. El orro cuadro pen:enece a Agara. santa q\le ra.rn-
bién sos nene una fuente en la que se apoyan sus senos conaaos.
Dice Lacan: "Estas imá<1enes cnsnanas son encantadoras. Zur-
barán al presentamos dich;s objetos (llegado ei caso) sobre la fuente.
nos rnuesrra lo aue ouede constituirse en objeto de nuestro deseo-.
Se<1ún el san.wrat Lucia vivió a fines del siglo Iíl de la era cristia-
na en Siracusa (Sicilia) bajo el reinado dei emperador Diocleciano. acé-
rrimo perseguidor de los cristianos. . . _. . . . .
En secrern. co~ al Dios cristiano su vrrgmiaao y onemo su \1.-
da a la caridad v a la-oración. siguiendo los pasos de la Virgen Maria
v de Santa Af!ara o Af!ueda otra joven mártir siciliana muerta treinta
fillos ames v-cuvo sepuicro atraía a miles de peregrinos por las eui.a.s
milagrosas que Ía santa operaba.

Lucía convenció a su madre. enferma sin esperanzas, de que_las
hemorragias que ningún médico podía detener cesarian mediante el
auxilio de la santa. y ambas partieron en peregrinación a Catania.
donde oyeron misa y oraron. Durante el oficio religioso. se leyó un tro-
zo del evangelio de San Mateo que. curiosamente trataba de una cura-
ción semejante.
Esto fue lo que escucharon: "Y he aquí una mujer enferma de flu-
jo de sangre doce años había. llegándose por detrás, tocó la franja de
su vestido porque decía entre sí: si tocare solamente su vestido, seré
salvada.
Más Jesús. volviéndose y mirándola. dijo: -confia, hija. tu fe te ha
salvado-. Y la mujer fue salvada desde aquella hora·.
Madre e hija presintieron que sus oraciones serian escuchadas. y
luego. Lucía fue vencida por el sueño junto al sepulcro de la samá.
quien se le apareció y le prometió la curación de ia madre por la fe de
la hija. a más de decirle que su voto de \irginidad complacía a Dios.
En efecto. la madre quedó curada. y Lucia entonces le reveló su fe
y le pidió que vendiera sus bienes para darlos a los pobres, a lo que la
madre finalmente accedió.
En Siracusa. todos vieron claro que sólo Ja fe cristiana podía impul-
sar semejante decisión. y quien se sintió más ofendido fue el prometi-
do de Lucía, que asi se quedaba sin novia y sin dote. Por despecho, Ja
acusó al prefecto de la ciudad y éste la hizo prender según la ley del
emperador.
Tocio acusado de ser cristiano recuperaba su libertad por el simple
expediente de ofrecer-el sacrificio acostumbrado a los dioses de Roma
pero Lucia se negó a hacerlo y se declaró cristiana. asegurando que el ver-
dadero sacrificio es consagrarse a Dios como una victima pura y santa.
El Prefecto de Roma la amenaza con torturas y la condena a ser
deshonrada en el prostíbulo. pero no hav hombres ni fuerza suficien·
te para moverla de donde está parada. Ei Prefecto sospecha que se tra-
ta de magia. y llama a sus propios magos para que ejerzan un contra-
hech.izo más poderoso que el de ella.
Los magos deciden someterla a una aspersión de orina_ que no
sun:e eíecto alguno. y se opta por quemarla \iva ahí mismo donde se
encuentra. El fuego tampoco puede c::in ella. y sólo muere cuando es
decapitada
Esta es la historia que se cuenta; una .historia que no e..xplica por
qué Santa Lucía es invocada protectora de los ojos y la >ista La igle-
sia dice que esto se debe a que ~Lucia" deriva de -1uz·.
44
.. ·· r.'' •· · ''
También la iglesia niega que esos ojos que l<!_imagen de Santa Lucia
porta en bandeja tengan que ver con su martúio, y dice que se trata de
una leyenda que data de la época medieval. y que se inventó para enfa-
tizar cuánto desprendimiento es necesario para acceder al reino de los
cielos.
La leyenda apócrifa cuenta que, durante su arresto. el prefecto trató
de conmoverla pintándole con-vivos colores el amor que su prerendien-
le le profesaba. Lucía entonces le preguntó: --Pero ¿qué halla de her-
moso en mí ese hombre?"- Y el Prefecto le respondió: -"Ese hombre
ha sido embrujado por la luz y el esplendor de tus ojos--.
Esto bastó para que Lucia se arrancara los ojos. los depositara so-
bre la bandeja y le dijera: --Llévaselos. ya que tanto los admira--.
El martirio de Santa Agueda o Agata también comienza con un pre-
tendiente despechado.
El oobernador de Sicilia estaba enamorada de ella. v ..\!!ata no só-
lo se n~gaba a casarse con él. sino que fue a esconderse. lejos de Carn-
nia para que la olvidara. ·
Al principio. Quinúniano. que así se llamaba. creyó que la movia el
orgullo. puesto que A.gata pertenecía a una de las mejores familias de
la provincia. pero luego descubrió la verdad: Agata era cristiana. In-
mediatamente que lo supo. la hizo prender. y durante largo tiempo le
rogó que renunciara a sus creencias y volviese a la fe de Roma. pero
todo fue inútil. y lo que había sido amor se trocó en un odio violento
que lo llevó a encerrarla en un calabozo, cargada de-cadenas que sólo
le quitaba para atormentarla en el potro. A cada negativa de Agata de
renegar a Dios, las cuerdas se tensaban un poco más. hasta que .la
presión dejó los huesos al descubierto.
Ni aun así consiguió persuadirla. Entonces furioso. Quintiniano le
cercenó los pechos con su espada y la devolvió a la cárcel. donde murió
desangrada en el suelo de su celda. sin que un sólo gemido escapara
de sus-labios. sorniendo dulcemente hasta que sobrevino la mu.ene.
Para La.can. las imágenes de Lucia y Agata también son irn~enes
de angustia. ya que esos ojos y senos posados sobre las fuenles. mues-
tran lo peculiar del objeto a. pedazos de real arrancados del cuerpo del
O y presentados bajo una forma positiva..
..\mbas mártires son la imagen de la angustia. en tamo en la fuen-
te se ofrece el objeto a (ojos y senos positivizados): predominancia del
camp0 escópiroen un tiempo que queda situado al modo de señuelo.
la frase que lo puede resumíres:-MNo-mc-ves-allidonde te miro-.
Cito a La.can: La posición sádica () masoquisra bien puerie es~ · :
45
 repres~;tida en las fig·J~ de estas mártires, ya que su ciave es la
angustia. . ···· · ~:e:• ~:.. : ., ..;
· Masoquismo que emerge de la letra y el nombre de un escritor lla-
~ado_ Sacher M~ch, nacido en Lember, Galitzia, hijo del jefe de poli-
cia..eJer:_<?-e..~ens~a.m.a:.ca.mo profesor de.hisioria.y del romanticismo
· alemán.·"·",.. ,.,,.. , .~,, , .,_ . ,, . ·--'" ?''· ;···:·· ,, .•_.;;;;.-,· ·.:. ·
En 1873 .se casa conAur~ra Rümelling cuyo seudónimo es wru:ida.
~can subversiona el concepto de sadornasoquisrno. poniendo de
rnamfiesto la estructura dialéctica diferente de ambos. Una misma
posición los caprura: ante el Otro real. ambos se identifican al objeto
a. objeto del goce de Dios.
Esta diferencia y simetría tornan imposible la relación sadomaso-
quista como ~ar antitetico pulsionaJ.. siendq la relación padre-hijo el úni-
co lugar posible donde se realiza el sadomasoquismo: el sadismo es
para el pa~re y el rna~oquismo es para el hijo. Lacan esgrime su pre-
gunt;a ¿Cuál es la posic10n masoquista? ¿Qué le oculta su fantasma?
¿Que busca el masoquista en el Otro?
Desd~ una vertiente de andrajo humano el masoquista se ofrece
como objeto de goce del O, esa es su propia voluntad de croce. Esta
identificación como residuo del a. le permite alcanzarse a si ~ismo. en
su miseria última ¿Q~é busca en el otro? Su angustia. se responde La-
can. que no es cualquier angustia, es la angustia de Dios . .
.. El mas?ca. como buen estratega. debe convencer a su victima que
lo acampane enla_escena perve.fSa: Dicha escena tiene como pivote un
contrato. ·
Sache~ Massch le-~ide a su dama que lo torne corno esclavo, que
abuse de el, que lo latigue hasta el paroxismo de su crueldad. Dicho
. contrato. escrito por él. tiene coma fin reducirlo al silencio, privarlo de
lo que lo hace hombre. ya que toda su palabra de hombre se acrota en
su conrrato. · ::.
Contrato mediante. el goce está pre\isto: aun peor. el goce se hace
ley. tomando estatuto de oblie:atorio .
. ¿Qué es el dolor del masoqllista? ¿Cuál es su búsqueda a través del
rmsmo dolor? El dolor. el vértigo, señala la irrupción del Otro, él hace
soporte d~l dolor absoluto-_ El_ Otro lo muerde. lo pellizca.. lo golpea en
su carne. 10 marca. A rraves ae su dolor autentifica sus lazos. El des-
pli_egue f~~co en lo realmuesrra su goce parético. pero sólo en
pnmera ID:5~cia. ya q1:1e su búsqueda lo lleva más allá de éL Lo que
el ~oqwsta ousca mas allá del goce. es la angustia de Dios.
·· Dice La.can: "Dios es un Dios que habla. que se define a si mismo
46
como "Yo soy el que soy'. es un Dios que hace enigma. La posición maso-
quista del hijo como base de la religión de la gracia. salva al padre". La
relación con Dios comenzó con un drama. una posición en la que alguien
se hizo ~alma" de Dios.
Urr hijo que se hace alma del padre. se-hace-alma de Dios-. identi-
ficado al residuo del objeto a, en su imagen de caida. su posición maso-
quista lo convierte en cordero sacrificial.
¿Qué pasa con el partenaire del masoquista? Es presa de una tram-
pa. La trampa es quedar al libre albedrio de su capricho. ya que el
masoca. como único amo del juego~ a través del contrato. le arranca la
palabra.
A partir de dicha ley perversa. su función será Ja de sostener al ·
masoquista en el cenrro de la escena. Si la pareja del masoquista es neu-
rótica. como la protagonista de -La Venus de las Pieles-. ella se ane:us-
tia. su escrucrura ruge ante la perversión. Su misión. como roda \icti-
ma. será la de encarnar la parte maldita y satánica que está más allá
de Ja palabra.
Pero el perverso instituye un O incastrable e inagotable. las pare-
jas del perverso se tornari insuficientes. motivo por el cual las renue-
va compulsivamente.
¿Y el famoso masoquismo femenino? Es más bien una avenmra
histérica. en donde la mujer lleva al extremo su ausencia de si rrúsma.
que ella intenta reatrapar a través del hombre que ella hace existir en
el sufrimiento. Si bien el hombre la fantasmatiza masoquista este ide-
al no basta para pervertirla.
H_?-cer del sadismo. tan sólo. Ja posición invertida del masoquisrnd:
es una comprensión tramposa. Lacan plantea que en el sádico. la
angustia está menos escondida. incluso hace de la ane:ustia de la vic-
tima. la condición. ¿Qué busca el sádico en el O? Lacañ se dice aue es
bien evidente que para él. el O existe. es esencial. el O como tal fonna ·
parte de su designio. Lacan cita eI1 el Seminario X la aruculación hecha ·
por él mismo eIJ.rre Sacie y Kant.. ya que ambos se unen en el esencial
cuestionamierno del O. aue lle!!a a simular las e..x:ie-encias de la lev
moraL Kant plantea que l~ novedad de su método reSide en que la ley
ya no defiende el Bien. sino que la ley tiene valor en sí misma. se funde
en ella misma sobre su propia forma. sin indicar su objeto. La ley
moral no se sabe en qué consiste. pero actúa.
¿Qué dice Sade en relación a la lev?
-La ley es un engaño. su régimen és de tiranos v tiranizados. nadie
es tiranizado sino a rravés de la ley". Sade dice erÍ Julieue: ·ws tira-
....
<+I
 nos nunca aparecen con la anarquía.. siempre crecen a la sombra de
las leyes o aprovechándose de ellas·. . buscado es la angustia del Otro-; pero lo que se oculta detrás de la bús-
Partiendo de la idea de que la ley no puede fundarse sobre el bien.
sino sobre su forma, el personaje sádico inventa una nueva manera
de trascender la ley, creando otra ley cuyo enunciado sostiene la per-
versión.."Gozarás del cuerpo del Otro"_ Esta ley perversa responde a
otra moral, distinta a la instituida por el Nombre del Padre; el iinpei;a-
tivo de gozar sin limites del cuerpo del O, la convierte en satánica, casi
demoniaca. ya que instituye un Otro, supremo de maldad, al cual el sádi-
co, como buen creyente. entrega toda su existencia.
Lacan dice . en el Seminario de La Angustia, que los textos sadia-
nos cobran su valor ahí, donde los personajes se ocupan en saciar so-
bre las victimas elegidas, su avidez de tormentos. entrando en un capri-
choso. singular y curioso trance y que se expresan en las exr:rañas
palabras: . Los cuatro señores. maestros en violaciones, corrupción. estupro .
"He tenido. exclama el torturador. he tenido la piel del imbécil".
(J"al eu. s'écrie le tormenteur, j'al eu la peau du Con).
El fantasma sadiano desplegado en lo real. reniega, vela, tapona.
la verdad de la castración del O. verdad que enuncia la universal inexis-
tencia del O.
El artilugio perverso hace consistir al Otro no a través del amor. ni
de una falta, que le haga falta el O como en la neurosis. sino que el
Otro consiste, cuando él le impone su voluntad de goce al pequeño otro
(es decir ala victima).
Paradoja sadiana: ahí donde la victima soporta el d~lor sin desma-
yarse; _si puede ir más-allá del Principio del Placer. _alcanza el goce: el
pequeno otro, en tanto goza se convierte en el gran A la cara de la vic-
tima es la cara del goce de Dios. En el goce de la victimase sabe del goce'
oel o motivo por el cual el sádico se convierte en un mero instrumen-
to del goce del O.
Cito a ~can: ·El desplie?ue del fanrasma sacliano, si algo nos sugie-
re: es en cieno modo e.l caracterinstrumemal al que se reduce la fun-
c1on del _agente. Lo q~e en cieno modo esconde. salvo en relámpago.
es el caracter de trab3.Jo de su operación. También él tiene relación con
Dios: esto se manifiesta por doquier en el texto de Sade. No puede avan-
zar un paso sin esa referencia a un Ser Supremo de Maldad. de quien
tan claro resulta para él y para el que habla. que se trate de Dios. Hace
un esfuerzo loco.Y considerable. agotador. para realizar el goce de Dios".
En la clase ael 13 de marzo de 1963. Lacan retoma el tema sadia-
no y dice: -Del lado del sadismo. bajo todas sus formas, en todos.sus
48
niveles, y que promueve la función del O, justamente por ese motivo
queda de dicha angustia es en el sadismo la búsqueda del objeto a.
Tomemos como referencia los fantasmas sadianos. que de manera
ejemplar se despliegan en -Los ciento veinte días de Sodorna ·. te.\.'to
del Marqués de Sade.
·Las ciento veinte jomadas"o "los ciento veinte días de Sodoma"
comprendían todas las perversiones, desde el voyeurismo y el exhibi-
cionismo hasta la necrofilia, pasando por la tortura y el asesinato co-
mo condiciones imprescindibles para el goce su¡Jremo.
Ambientado en la época de Luis XIV. este registro diario de iniqui-
dades relata cuatro meses en la vida de cuatro amigos, cada uno de ellos
casado con la hija del orro. iniciada y sometida por su propio padres .
y engendrada sólo a este propósito.
bestialidades y hasta asesinato, -puesto que el veneno o las rrarnpas
de la ley les han servido ya para deshacerse de madres odiadas. espo-
sas molestas o testigos indiscretos- planean una estadía de piacer en
el castillo de uno de ellos. un castillo aislado y amurallado como una
fortaleza. al que es imposible acceder sin ser invitado. y mucho menos
abandonar sin que sea permitido.
Pero no irán solos. Llevarán consigo a ocho doncellitas y ocho joven-
citos vírgenes. de entre doce y quince años, de belleza e inocencia per-
fectas. raptados especialmente para ellos en los cuatro confines d e
Francia; a ocho "jodedores", ya hombres; que ve~dránporpropia volun-
tad. atraídos por la paga que se les promete, y elegidos por el tamañC-
descomunal de su miembro; a.cuatro alcahuetas, mujeres ya mayo-
res. expertas en todos los vicios y todos los crímenes. que oficiarán de
narradoras. de modo que sobre sus historias se han de modelar las
orgías y los suplicios: a cuarro viejas si.nientas. crapulosas y carcomi-
das por las eníermedades venéreas y marcada alguna por ei hierro de
la ley: y, por supuesto. a sús esposas e hijas respectivamente. para
quienes maquinan desde el comienzo un destino terrible. rivalizando
padres y maridos en el odio que estas mujeres les excitan.
Los señores toman muy en serio esta empresa: se dan un regla-
menw muy severo donde se especifica qué niña y qué jovenc:iro sera des-
\irgado por cual de ellos por delante y por cual por detrás_ y en qué
fecha sucederá esto; tuando será entregada la victima a la asamblea
. para que cada quien goce de ella según su gusto. y cuando será sacri-
ficada y se establecen multas severas para cualquiera de lD:?.,cuarro que
49

cometiere faltas menores -por ejemplo, emprenderla c_on el personal
de servicio. lo que en verdad llega a suceder-.
Las faltas mayores , como apropiarse de la persona indebida en el
momento que no corresponde. se penan con mutilaciones fisicas. y es-
tQ.porque. lQs.señores-se conocen muy bien entre-si.
En efecto. por tumo, van reclamando uno a uno la entrega inme-
diata de alguna persona en particular. para llevarla a la cámara de tor-
turas. de donde no saldrá ya viva. y ofrecen fortunas para rescatar este
privilegio que jamás se concede. dado que todos son riquísimos y su inte-
rés no está en el dinero.
A lo largo de las jornadas. cada parte del cuerpo es glorificada para
ser mancillada enseguida y vuelta a glorificar: Ja boca que se besa con
deleite es la que recogerá las heces para ser vuelta a besar: los dedos
que han procurado el placer serán los que se amputen: el pecho que
se chupa será luego quemado. Y aquella persona que. entera. ha teni-
do la dese:racia de enamorar. es la que despierta primero el furor del
asesino. El duque. quien se ha enamorado de una de las niñas. Agusti-
na. ruee:a casi de rodillas que le permitan matarla ya.
Matar es una manera de decir. Estos hombres no matan. sino que
su \ictima. azorada. descoyuntada. despellejada. cortada en pedazos.
converr.ida en un arúmal ciego y sangrante. en algún momento muere.
Es cierto que ellos deciden cuando llevar la tortura hasta ese exue-
mo. y que ames de estar dispuesros a perder su presa definitivamen-
te. van graduando los tormentos y practicando las curaciones para
que sirva una y otra vez. - "De ese total hubo 30 inmolados y dieciséis que regresaron a Paris-.
¿Qué buscan los victimarios? P.ropongamos por ahora una respues-
ta desde el psicoanálisis y escuchemos lo que ellos dicen. puesto que
en verdad están poniendo a prueba una teoría. Cuando una de las
alcahuetas cuenta cómo envenenó a su benefactora. y cómo presenció
su ae:orúa. sin moverse de su lado hasta que e..'\.-uiró. uno de los seño-
res le pregunta: - -¿No es cierro que te masturbaste mirándola agoni-
zar? ¿No es cien.o que gozasteT- Y la mujer lo admite. ante la e.xcla-
mación triunfal de Jos cuan-o: el goce se;i...1..1al de la mano de Ja muene.
simultáneo con la muerte.
Y sin embargo. para ellos no se trata aquí estrictamente de la muer-
te. sino del mie<lo que ia prece<le. la inrroduce y persiste aun cuando
la muerte misma atisbe por un instante y sea desviada de momento.
Para áar unos pocos ejemplos. citemos a Sade: ·euelgan a Aline y
la descuelgan rápidamente, y roáos eyaculan al verla colgada·.
·un hombre deja acostarse a una prostituta en una habitación que
50
ella conoce y de la que sabe que tiene la ventaría muy baja: se le ad:rn-
nisua opio y cuando está bien dormida se la transpona a una ?abita-
ción i!!ual a Ja suva cuya ventana es muy alta y da sobre agu?as pie-
dras. Luego se entra precipitadamente en la habitación provocánaole gran
terror. Le dicen que van a matarla. Ella. que sabe q~e la ventana es ba-
ja. Ja abre y se arroja precipitadamente. pero cae soo.re las aguda: pie-
dras desde más de treinta pies de altura y se mata sm ser tocada ..
¿Y después de las detalladas descripciones de las tortu~.s. que?
Después hay una cuenta. que resulta de los cuentos. Prolija~' deta-
llada. como si hubiera que rendir cuentas ·del empleo de todos los
sujetos- (cita tenual) .
-Eran en total 46. a saber:
•
- senores ................................... . .,. 1
- viejas .......... .. .......... .......... ..... . 4
- en la cocina ............................ 6
- narradoras ... .......................... ~
- jode~or~s .. ...... ..... .. .. .... ... .. ...... 8
- mucnacnos ........ ..................... S
- esnosas ........ .. .. .. .... .... ....... .. ... -<
- rn~chachas ... .. ............ ..... ...... . 8
Total ..................... ,. .............. .. . 46
Bibliografia consulrad.a
J2cques Lacan. Seminario La Anguscia.
:-\2.r.r rnn Sacie. E:soiros.
..\.'!ton Chejo,·. Obrns C.omple!as.
Sóíocies. Edipo en c.oiona.
Sacher :Viassoch. La Venus de lns Pieies.
Sibcny. Pen.:ersIDnes.
\laraués de Sacie- LDs cienw t·eirue ciias cie Sod.oma.
E:u:iclaoedia Grandes .\faesuus de la Pintura. Sama L:.:cia y Sar:ta -~ata..
Sa.i."1toral.
51
Sobre la angustia del analis_ta
DAt~IEL ZL\!?Y1ER'vL.\i\

Oráculos de la angustia

¿En qué pumo privilegiado emerge la angustia?. ¿de qué conside-

ramos que la angustia es señal?: ¿cuál es su relación con el deseo?. ¿cuál
es su \inculo con el objeto?
La angustia surge como manifestación específica en el ni\'el del de-
seo del Otro . La iunción anuustiante del deseo del Otro escá li!!ada al
hecho de que no sé qué obj_eto a.soy yo para ese deseo. Che L'uoi? ¿Qué
quieres?: cuestión que conduce al sujeto en el camino de su propio de-
seo. entendido -gracias al sauoir faire de su compañero llamado ps i-
coanalista-en el sentido de un ¿qué me quiere? No solamente. enton-
ces . como un ¿qué quiere él de mi?. sino como algo suspendido almo.:.
do de: ·¿qué quiere él en lo relativo a ese lugar del Yor
Y así la angustia cobra su valor en tamo señal. El Yo es el lugar de
la señal. pero fa señal no es para el Yo. La señal sé enciende. dig;,mos.
a nivel del Yo . pero es para el Sujeto: para que el Sujeto quede aci\·er-
udo de algo. ¿De qué? De ese algo que es un deseo y que lo pone en cues-
tión. El deseo del Otro io interroga en la raíz misma de su propio de-
seo como a. como causa de ese deseo y nada puede-hacer sai,·o com -
oromecerse en éL :t:sa dime...'1sión es la aru?:usiia. v constitm·e ia dimensión
temuoral del análisis. Poroue el deseo del análista suscita en el suie-
to esa dimensión de espera. afirma Lacan. resulta tomado en eso q-u e
es la eficacia del análisis.
El deseo del Otro retorna al sujeto allí donde espera un oráculo y
lo hace baio la forma del Che L'uoi? Cuestión oue lo imerro!!a en la
raíz misma de su deseo. y cuya respuesta es el deseame mism-o. ¿Qué
53
me quiere?,: entonc~s. que apremia al sujeto deseante a confesarse
como tal.- -
- An~1-~ sensación ante el deseo del Otro que obra como señal
para.el.Sujeto.-LaangusJ:iª'-.PEI.flJ!!rnQ,_¿G_ª1:ece_OeJ5.15Jeto_(_J_o9.QJ~
t:::aJio: la angu~_tia no
es _si.Q.:'hjeto. Ahora bien: ella sostiene esa rela-
cióñ'Oé no ser sin objeto a cOñfücíón de tener en cuenta que ello no
implica poder decir de qué objeto se trata. ¿Cómo entender ese "no ...
sin"? Podemos ilustrarlo con algunas e.\.'""Presiones de nuestra lengua colo-
-quial, por ejemplo, "Lo que él hace no es sin intención". Reconozco en
lo que hace una intención. pero ella me resulta oscura. O también "No
da puntada sin hilo-; su puma.da no es sin hilo, un hilo que desconoz-
co pero que no es cualquiera.
No sólo la angustia no es sin objeto: a la vez designa el objeto últi-
mo. ese objeto que no debe ser concebido en la inrencionalidad de nin-
gún deseo sino cierras de él. como su causa.
En ese ·no-sin· puede reconocerse la fórmula de la relación del su-
jeto con el falo: "El no es sin tenerlo·. afirma Lacan. y subraya una
suerte de alternancia: él no es allí sin tenerlo; pero. por otra pane. allí
donde él es, eso no se ve. Si se lo ve. hay angustia.
.A.si entonces. la angustia nos inrroduce en Ja función de la falta. La
falta designa la ausencia. presemifica Jo que no esrá alli y es radical para
la constitución misma de la.subjetividad. Es con el colmamiemo de ese
vacío a preservar. que surge la perrurbación donde se manifiesta la angus-
tia. Ellano es señal de una falt.a...sino dela carencia del apoyo de la falta.
La an__gustia se constituve, en el momento en que la falta viene a faltar.
- ¿Ante qué rerrocede el neurótico? Por hacer de su castracion lo que
le falta al Otro. afirmaLacan: por hacer de ella algo-positivo que es la
garantía de la función del Otro. El·neuró_tico se detiene alli, y es el aná-
lisis el que lo conduce a esa encrucijada.
¿Qué nos propone Lacan en la antesala de la angustia. que opera
en cierto modo como pantalla ante ella? En 1a coniunción dei rná.x:irno
embarazo con la emoción exrrema: el oasa}e ai· a¿io~-_y como signo de
.. el·sujero
oue -- .......se
_. __ encuenrra fuertt;me!lt~
__ ____ - _______ .. ... ·-·· .... __ .., .. (él
impedido: \.. actiog oup-
Nuesrra puntuación nos permitirá. sobre ei tina:J.. situar qué otros
dos términos se corresponden en esos precisos lugares.
0..'ícuirad
:=moarazo·
Mowruem:o ~c:Cn . . Pasaje al acto
Ti.:r'-...ación AngUSDC
54
El límite de la falta
Vamos a recorrer un historial clínico que Lacan trabaja en el Semi-
nario de -La angustia"; revisaremos las puntuaciones que nos propo-
ne e intentareriios articularla& con los desarrollos que-La.can \'i.ene
planteando hasta ese momento en su seminari?. · . . .
Es un material clínico incluido en un trabajo de la analista ingle-
sa Margaret Little. que se titula "La resp.uesta total del an~lista a las
necesidades de su paciente". Fue publicado en el Incernanonal Jour-
nal of Psycho-analysis en el año 1957. Lacan lo trabaja en las clases
del 30 de enero. 20 v 27 de febrero de 1963. v lo defme como una obser-
vación que trata aéerca de la frontera. del Úmite. donde se instaura el
Jugar de la falta.
··En el comienzo. ~e r;os advierte c¡ue_el r;iate~al que \:a
. a considerar consiste en apenas meaia docena de ep1so01os ae un ana-
lisis que duró diez años. Se trata de una paciente de sexo femenino que
en el historial se llama Frida. Fue deriyad¡;i a consul_~.9!..LQ..b.ns..~cosa
que no menciQJlQ...d.ur::ante~todoJ..iñ:aiio~ri'ª~1.r:ab.fl.j¡i.dor<;_~l9-LQue
· estaoa al tanto de esos robos. fa,·orec_ió_esa d1~.!:;i~ª·g9_13,. M. -~Lt_tl_e__D.9~
maraacoñÍiDuacfoñ algunos datos' de \a in.{a,_n<;i_ª-~~J:[.itj~:.baQiª\iVi·
·ao-eñ~Afémáñfa:cons~ÜspaCíres~"-ci'é "óiigen judío. Su padre. egoísta y
ñ1egáJ~marúaco. mÜrtó"3lli"de'sp¡;és de qué su fanü~a "errligró: su madre.
q1:J.i_tQ<l.~1a.Yi.~:i-~,_gg posesiva en_alto grado. mezquina, mojigªµi-~!JiP?·
crita. Ambos acostumbraban castigar a Frida con frecuencia.. El hab1a
lfega(jc::_q. go_lpeai-la. _y_su madre_más de una vez la encerró en un anna~
rfo para_esc_ot?as.:. De todos modos. [Ijga a.J!1ªba !:!l.1=1.C:hQ_a_su_padre. Err
la actualidad. aclara.M.. Llttle,Ja madre aún trata de explotara Frida
·emocionalmente. fDda es la hija rñayo_r del maqi.IJ)onio. quienes espe-
raban e-ñ realidad un hifo.rarori'parallamaj:fó. F.'_Ijc:ll·. coin_~_?.1:1..P.éldg:. Fi-
na.lffiente Frida se· casó con un rnso v- fÜe a ,frir a Inglaterra. Sus ami-
gos~aeñcueñrrancapaz.- él~tada,. cwia:
generosa-~:r-ae-l:íUen corazón. .
El relato retoma la cuestión de los robos. motivo de la consuita. y
su brava aue aoarecieron gradualmente. como oane de un modelo más
amollo de conductas imo~sivas. que llevaron frida a situaciones de a
verdadero oeligro. Acciones impuisivas que -según destaca M. Llttle
a esta alrura
d~tensión.
cid histciriif..=. aparefüill si'empre~E._1:1_9:Í_q~~-S.}T}lació!1
-----·- --
~ R~~ecto del tratamiento mismo. la analista refiere que ios prime-
ros siete años fUeron caracrerizaáos oor
~---- . ei fracaso oara .•.. ,... hacer oue.......la
~ _....... _ ., _,., .,...,~,,
i:ransíere.rÍ.cia. de a.il!ún modo, fuera reru para Frida. EL~_is era
------· -··----::::-.....------- --~----- ···· --·--""'--·
55
 llevado segür0._os lineamientos comúnmente aceptados,_los robos ha-
bíañaisminuJd.o_y~_en.general. las relaciones_d_e™Ff!Clal1abían mejo-
.@9..9_,_Sin embargo, ambas sabíru: q~e!~E...Qlf!su1-tades Pti»cip.a..l~e­
@í~yjg~~S...;,.?~~~e: eran, a juicio de M. L~ttle, esas dificultades?
g"~QJ2:anche emoc10n~ con la magr.Ll.11.QS,is_ti_CJ...Y_e.L<luelQ.P_o_r_sJJ.p_a-
dr:e; notia;DJ?,..sid_o_al~!!,IE,aao a,,H,9. El -ª!lálisi~ transcuoj_a_a_sí, con la
sensación.de..M..J.ittle,..d~ue..sus..iuter.pr:etacioi:ies-no...sign:.tllc.ab.qn
~d'l:.•Rara.Frida:-
Pero en determinado momento la situación se modifica. Dice la
analista: "Rápida y dramáticamente el cuadro cambió: vino un día juera
de sí. con pena. vestida de negro. la cara hinchada por el llanio y en ver·
dad.era agonía: Jlse había muerro súbiwmeme. después de una opera-
ción en Alemania. Yo había oído hablar de Ilse enrre otros muchos ami-
gos. pero nada la había disringuido de los ocros. Ahora enconcraba que
la parte principal de la rrnnsferencia había cenido lugar con ella-. Ilse había
sido amiga de los padres de Frida, allá en Alemania. y había extendi-
do su amistad a Fiida cuando ella tenia seis años.
Durante cinco semanas el estado de aguda desesperación conti-
nuó sin cambios. frida estaba absolutamente fuera de contacto v su
familia cargaba coñ-fomás~R_e.sado. N-; coffiia .'fi(ci2!J!líá;~riit:i}ab~­
lamente de· Ilse:· a 'q"i.íien veigi._~n.lass.ail.e.sd_y_enJos. colectivos;-corria
traserra.:J@'a·3:~a:rs~. al_fm_que _se_tratabade_otta.p.c;L!'?Qna. M.
-rrfi:Ié-arirma haberle mostrado su culpa acerca de la muerte de Ilse;
cómo ella sentía que Ilse le había sido robada por la analista, etc.,
etc., .. ~ Pero, nada de esto lograba alcanzarla.
En sesión. Frida uo puede acostarse. deambula alrededordel cuar-
to gimiendo y restregándose las manos. Cinco_semanas,.alcab.0..deJos
-~_i¿g,lesJ~_axgwet_Wt1J~_co_ns:ld~ra g]d_~.:º-u 0i@.?Stiihii~en~ligro_gy_ide_n·
_te.tCJ!1tq_ [>!!!:.,f!'._~_!Í.!~9Q. Pe. ..s.ui.cidiD. _como.por.....esrar_c~xhausta.Jk..gjgWJ.a
[!lll1era yo tema q~_!E__~e.~tQ. Alfir]q.J_ l~@~_qué.P.olorosa.r.e.sult.aba.!;u
peI:ia..JW~sófo~paia.si mismg,y_RQ!E_s.!:!J9!rzi:4º"°-~~i!t.2 P..9!!1.~, Le djjg_que...,
niJJgunopodia_es_f!?!_cey:ca en ese.e~.~Q§iD. senrirse_pr:o~~- ~Jo:s­
~ qw~-~;:~~D-~;~ ~ngf?..g:por: ella _Y con ella en su pérd~ · ..
¿güe repercus1on nene ese comemano? -El ejecrojue insr.amaneo
y muy grande. Denuu de la misma hora ella se calmó y empezó a Uorar
con moderada Disceza. Comenzó nuevameme a cuidar a su familia y
unos pocos meses después encono-o el depanamenw más amplio que
había es cado necesirand.o ... ~ Y bien; cabri~_.preguntarse pg_.r_gué- esa
intervención tu:<?...~-~Loc.l.le:nte. e.í~s.to. ~-ostiene..que...par:a..,~ri.
Wi'cie_nré~cüiñó-Erlriasól.Q..~quellos senti.mi~ws que son e.-mrts.13-.9.os_y_
~ .. '
56
~_..Qos P!J!filn.JJ~g~~~~jg;@~k a)go~ Efectivamente. lo que está ·
en ~o para ella_ es lar~p~,?ta totill~-U!!..@cilisíª.il:ente ~e·­
~cll;s de su Rac_i~pteQ.acan no~..Pr.opone.err_c;§:!ll~_CL~.-dich~_inter­
vención fue efectiva. en la medida que introdaj~a función de corte .
..------:--:--- . . . -.
Una función de corte
A renglón seguido. Margaret Little evoca ot@_s do.§.i.nterY.encion~
anteriores a ésta, en, laifü.ieim.rrm.eñliafiía-puesto.en juego_s_us_Rro..:..
pios sentimientos. La orimera ocurrió cuando tuvo que escuchar una
vez más el interm~de Frida de una pelea con su madre. Le
confesó entonces que ~nia.se_tj~4gill.;;:.JJ1@c;i~fl,@,,IJl_OJJ,t.~.Per§.e__qe~piFr­
.ta a causa de la monotonía de esas historias. Se produjo un silencio
seguido de uñ estall.ícioae""ra6'ra:Iuego"f'l-idase mostró aliviada por las
palabras de su analista. Los relatos de esas peleas se acortaron. comen-
ta M. Little. pero su significado permanecía oscuro.
~ s~UllQ.a ~· M. Llttle había cambiado la decoración del consul-
torio.Ya habíarecfuido cornenéarios de un paciente tras otro durante
todo el dia. Al oír los consejos de·frida. su analista ya bastante can-
sada. en lugar de darle una interpretación. le dice sin pensarlo: -Me
iw.ona un.JJ.Le...d_o_J_o_.qy_e_us.reiJ_QRÍn,e ·. Otra vei_hiJbO_liií.s"íleñciode
conmoción. seguido por una disculpa genuinamente sincera.
Fueron dos interYenciones que según la analista resultaron eficaces.
pero anteriores a la que ella misma considera como la crucial para el
avance del tratamiento.~- entonces, de la recuperación retroac-
tiva de aquellos dO!Ull.Q(llentos: para cuando JaUltima intervern:ióu..d.e_
M. Llttle tenga lugar. las dos amenores habmn renído esa rms.m func_i_Q_q
oe cone. Se plantea en este punto aquello que Lacan subra:ya para el
historial de Dora: es decir. reconocer que el concepto de la e.-x-posición es
idéntico al progreso del sujeto. o sea a la realidad de su curación. M. Lit-
t1e, por su parte. puede advertir ahora que es posible establecer un mode- .
lo en relación ~on Jos robos y:.Q.U:a.S_a_c ciones.compulsb/as:, ·¿[e"di.~Q~.
c_a de ~ esw so{ó ~~qi.o.w;iq,,su.macire estaba de.üsim -. ... '
Frida comienza a tener actitudes peligrosas a la salida del consul-
torio: es arropellada por un coche. cruza la calle alocadamente: es dete-
nida pon'.iajar sin bolew. M. Llttle le señala la relación de esos heciios
con las \isita.s de la madre. y el carácter suicida que ellos demuestran.
Y comenta ·ella comenzó a reconocer su ac.ting out y a rener miedo de ,
eUos~.1.lQ[luaban-. Subrayemos. entonces: se rrata.. a su juicio
deu acnng~ ' ·· ·
, '" . '" • - . . . -- : . . ..
 .L-a.sigµ~nte..Y.isita,.de_ sµ_Igad[~..J'Ii.Pa.Y.Uelve.a-robar:-Entonces-Lit­
tle le.plantea.._qu~_sj_~~as...vjsitas_continúan;-interrumpirá el análisis. Se
avecina otra visita. E:Qda pretends:_c¡JJ..e....sµ_an_alisíaJe. enseñ~ómo
manejarJa.situación.f'inalmente la resuelve.diciendo a su madre que
por orden de la analista debe dejar de :r:ecibirla,. Al día siguiente F.d.d.a
ti.ene:eLimpulso.de_r,ql;l_wrrum:zana~~ gero lggr..a_comenerse:y..em.fa..por
~!las a uno . de susliijos ..Margaret Little subraya el cambio de los sen-
timientos de Frida hacia su análisis:...:La....trnnsferencia se había con-
¡;g_rti9,.Q,..fllfUJ:._e._1}__WJa_r,r:_~fdac3:P..<!!D:.?]l_a·. Los ro~~-~~~EZ~~m-~_~_pa­
recer dir:ec.tai:nente en la transferencia -sigue diciendo- y__ Frida se --
~ñco~ tr:ó ..~i_ajando . siñbo.letoa:·sü-sesión.
··--· ·Frida ~ilerda un episodio de cuando tenía cuatro años: '"había
sabdo con su padre y terúa un pabto en la mano. de aproximadamen-
te el tamaño de su pene·. El lo tomó. lo tiró al agua y le mostró cómo
Dotaba debajo del puente. Le dijo que así de caprichoso era su carác-
ter. Little insiste: Frtda nunca había sido capaz de sentir duelo por él.
Frida se describe a sí misma como ·adentro de una cápsula tratando
de salir. pero todavía no afuera·. Para Little. esa cápsula representa la
identificación con el padre: un padre mágico a quien nada podía tocar.
Destaca la figura de Ilse. quien ·era in\isible hasta que su muene ba-
bia roto la cápsula y la babia revelado·. Y afirma a modo de conclusión:
"Mi identificación con Fricia en su pérdida y dolor restauraron esw. pe-
ro conmigo en el lugar de Ilse. Fue eso lo que hizo posible el duelo. ran-
to por su padre como por Ilse, a u-avés deL análisis de la transferencia
que hasta ese momento había resultad.o inaccesible·.
Son estas las CU!;Stiones que vamos a interrogar; En.primer.lugar.
los dos temas cenrrales que no enconrraban solución en el tratamien-
to es decir. el enganche emocioñal con la madre v el duelo nunca alcan-
zado por el padre. Y por último. el tema del actÍng out: sin descuidar.
claro está. el motivo de consulta: la cleptomanía.
El trabajo de duelo
Efe"ctivameme. Frida no habia podido realizar un dueio. Pero. vea-
mos. ¿en ué consiste un rraba'o de dueio?
El agujero, la pérdi a que provoca en el sujeto un duelo. esrá en lo
reaL Y así como en ia psicosis lo que es reci:laz.ado en lo simbólico reror-
na en lo real-ailrma Lacan-. aquí a la inversa:. el agujero de la pér-
dida en lo real moviliza al si!!Dificame. Es entonces oue comienzan a
pulular en ese lugar las im~enes caracteristicas de toda e.-..-periencia
58
de duelo. Ese desorden no resulta sino de la insuficiencia de los ele-
mentos significantes para hacer frente al agujero creado en la e.'<isten-
cia. Recordemos a Frida pensando en Ilse. poniendo sus fotos, viéndo-
la en la calle. en los colectivos. Es el sistema significante en su conjun-
to. el que resulta cuestionado por el menor duelo. El aparato simbólico
esta dedicado a encomrarurr significame que cubra la pérdida: y es pre-
cisamente el no poder encontrarlo, lo que lanza el movimiento. El tra-
bajo deduelo consiste justamente en esa recomposición significante que
responde a una pérdida en lo real.
Avancemos ahora un paso más. Llevamos luto y sentimos los efec-
tos de la devaluación del duelo -afirma Lacan- en Ja medida que el
objeto por el que llevamos Juro era. sin que lo supiéramos. lo que se había
constituido en el sopone de nuestra castración. N.Q..<:~.~~q_s_g_~_d!-,l~lo
sino por alguien de quien podemos decimos: -Yo" era su falta~ ..Esr~-º-~
(¡e-~~~~!21'..<?I..JlE:.SOr~s ffelfre·a ias-~üa:J e~-ñ0.~~-?º19Bl9.~ ue..c:\.un ottªmQs
esa función de estar. en _e(lugar_de sµJ.a1ta. Se pierae el Ot.ro real. Se
produce entonces la revelación de en qué hemos faltado a la persona
para representar su falta. Se pierde ese Otro a1 cual el sujetO le hacía
falta. ien el doble sentido: de precisarlo y también. de indic2.f que el
Otro no es completo). La castración vuelve a nosot.ros. dice Lacan. y
nos Yernos como lo que somos en tanto habriamos \1.lelto a esa posi-
ción de la castración.
De-pronto el Otro se va. El objeto a retorna sobre el sujeto: ese obje-
to a que constituía para el Otro,y que ya no puede guardar en él. Afir-
mamos. entonces. que Frida no 's oporta haber perdido a Ilse. que guar-
daba el objeto que le hacia falta. Tiene que hacer un duelo. Trabajo de .
duelo que habrá de lograr contorneando simbólicamente ese agujero
en Jo real.
¿Cómo soy algo para el Otro? Insisd.mos: haciéndole falta: siendo
necesario porque jusrameme le hago presente al Otro la faJta. En el
crabaio de dueio. en esa minuciosa rememoración relatin al obiew
amado_ se trata entonces de restaurar ei •inculo con ei objeto furi'da-
rnernai el obieto a. Verdadero obieto de ia reiación. ai cuai se ie podrá
dar a continÜación un sustituto que no lendrá más alcance que ·aquel
oue ocupó inicialmente su lt.a!ar.
· Todo esto. oor sunuesto. -en un duelo normal. un duelo lo!!rado.
oue oe.rmite a1 suieto.' a1 cabo de cieno tiempo, reubicarse en el-ca.mi-
no d-e su deseo. Áhora bien: hemos subraicido siguiendo a ..\1argaret
Little. oue Frida no había nodido e.werimemar el menor sentimiento
de dud~ con respecto a su ·padre. a quien. de todos modos. admiraba.
59
Si aJoo debe resaltarse en las relaciones de Frida con su padre -sos-
tien: Lacan- es que en ningún caso y de ninguna manera podíatra-
tarse. a su respecto, de representar algo que pudiera fallarle a su padre
desde el punto de vista que fuese. En cuanto a la madre. nunca pudo
hacer de esa hija otra cosa que un mueble, instrumento de amenaza
y hasta de chantaje. Nunca algo que, con relación al propio deseo de
Frida. pudiera tener íelación cie·causa.
Hemos destacado también que algo comienza a desencadenarse en
ese análisis cuando M. Little coriJiesa a Frida que no comprende nada
y que verla asile causa pena. Dicho de otra manera: no tiene nada que
decirle, nada que darle. ¿Qué se juega entonces en esa intervencj_Qn?
Aparece algo que cienarnente alcanza a Frida ~·le permite transferir a
su relación con Ja analista la reacción de que se trataba en el duelo
por Ilse. A saber. que había una persona para quien ella podía ser una
falta.
41 intervención de M. Little pone de maniíiesto. en la propia ana-
lista. eso ci11e Ua_mamos._angustia. Y·es en función de hallarse en el limi-
teoealgo que en el análisis mismo designa el lugar de la falta, que Fli-
da (cuya relación con los padres no pudo en ninguna forma establecer-
se como falta) se encuentra ahora abriéndose a su deseo. El efecto de
Ja intervención se g~~-·__emonce~~tll.íUntr.oduce__auo_qJ.l.e_p_oLlln...
éamino involumano. Jo q1,1_~_está...en_cues_tión: una función de_c.one. A
p---aruTde ése momento aigo decisivo es movilizado en la relación trans-
ferencia!. Por obra de esa rectificación, que a Frida se Je presenta co-
rno apertura.. su deseo comienza a ser devuelto a su lugar.
' deseo. Cuando Margaret Llttle da nada a su paciente. vale decir. le
Cleptomanía y actiñg out
Sólo· después de su intervención Margaret Llttle puede reconocer un
modelo en relación con los robos. Ad\ierte que ocurren cuando la madre
de frida esra de \'isita: es decir. que ia madre tiene que ver de manera
estrecha con su determinismo. Posterionneme. admite. también que
tienen valor en relación direcra con Ja transferencia. y no duda consi-
derarlos demro de la categoria del acting out.
¿Cómo caracteriza Lacan el acting out en su seminario sobre Ja
angustia? Se trata. ante tocio. d~¡:io en la.conducta del sujeto que s~
~Y~Lse muestra. lo hace esencialmente co~
de la que es_ El~~ae.l acrtng_siut ~u-ejp__que se rpuesrra
es el resto. su caída. Podemos consiaerario como una puesra..en_es_ce-
na dirigida al Qg:p. procura que a1 Orro Je adveru!a un sentido. Es el caini-
60
no singular por el que el deseo se embarca para afirmarse en cierto
modo como verdad. -·
La consulta de Frida tiene su origen en la.cleptomanía ..El1a se li-
bra con toda regularidad a un robo para designar, según Lacan. lo
X
sigui eme: g__u~ des.~?~9..~~~·~-rja §_e~ .~ºrn9-~~9,.en ,consideraci\?.I:.: :~.?,a
~Qd_a vez que su madre .. se.a~!!IS:~ca_da -\~ez,gu~J!I_l~.-~~-~Lsarr:1P9__ge
¡gducciórt..d.9J.1-d~,euede..:pr:_od-g~ir.:.§Jgful::._ekcta.
Un robo que, como todos los robos de cleptómano; no tiene sino
una significación particular. Frida intenta expresar simplemente: -yo
le muestro un objeto que quité, por la fuerza o la astucia. y que quie-
re decir que en alguna parte hay otro objeto. el mio, el a. que merece-
ría que lo dejen aislarse por un instante-. Se trata de un acting out. Y
si es en análisis, se-dirige al analista. Este tiene. por Jo tamo. Ja res-
ponsabilidad que corresponde al lugar que aceptó ocupar. Se trata de
;1m demanda de interpretación: una demanda que el Otro no recibe.
Y si es ouesto en escena. es_precisamente porque le está impedido
9J:_Ci.J:s.e. El acting out llama a la interpretación po.rque_e.s__u._na__unsfe-=.
rencia sin análisis. No cuenta entonces el sentido con el que se preten-
Cfa interpretarlo: lo que cuenta es el resto.
Si el analista en su intervención se identifica con una certeza. se
propone. aun sin buscarlo. como un Otro sin barrar. Ame lo cual el
paciente sólo puede responder con algo que muestre que no es eso.
que abra el juego para no quedar fijado allí. Frida intenta liberarse de
ese lugar de objeto del Otro: con sus robos intenta constituir una fal-
ta. Y su analista debe soportar ese lugar del objeto en tanto causa del
hace el don de lo que no tiene. logra sortear la tentación de ocupar el
Jugar del Ideal y posibilita así que el análisis avance. Cuar1do intenie-
ne del modo que señalarnos. va más allá de lo que pretende postular.
más allá de sus ideales teóricos. A1 no identificarse al lugar del saber.
posibilita un \iraje a partir del cual el análisis podrá seguir implicado
a ia presencia del analista.
Proponerse como deseante es proponerse como falta de a. Es por
esa \ia -dice Lacan- que el sujeto abre la puena al goce áe su ser-.
La más flagrante declinación que se ofrece a esa empresa es ser aore-
ciado como objeto amable. cir~unstancia que posibilita leer. como en
el historial de Frida. aue algo ha resultado fallido.
En la última cías~ del seminario Lacan afirma: -~debe
ser situado como tai en el campo del Otro. Y no sólo tiene que ser situa-
do allí sino que aili es situado por cada uno y por todos". En esa mis-
61
ma clase retoma efcüadi-o donde situó el acting out y el pasaje al ac- De las relaciones de la mujer .
to para producir una nueva sustitución: s_uicidio en el lugar del pasa-
je al acto; y a nivel del acting out. la función del duelo. como psicoanalista con la posición ·
Oiñcultad deDonJuan
lnhibféiúi Impedimento Embarazo ,
DANIEL ZIMMER\1AN
Movimiento Emoción Síntoma Suicidio
Turbación Duelo Angustia
T
Situar. entonces. el objeto a como tal en el campo del Otro. Esto es
lo que denominamos posibilidad de transferencia -dice Lacan-: lo
que hace de cada psicoanálisis una aventura única es esrn búsqueda
del agalma en el campo del Otro.
Conviene emonces que el analista. concluye Lacan. "sea aquél que Concebir la función de la falta en su estructura orü:inal es un mo-
ha podido. en la medida que fuese y por algún sesgo. por algún borde. do de abordaje clave de la experiencia analitica. Y hab-rá aue \"Olver a
reintegrOJ su deseo en ese a irreductible, y en grado suficiente como ella muchas veces. como adviene Lacan. para no faltarle. Recordemos
para poder ofrecer a la cuestión del concepro de la angustia una garan- que es cuando lo que constituye la falta no falta. que sure:e Ja ane:us-
tía rear. ria. La angustia es. justamente. señal de que el objeto ño falta.- Así
Aunque no articule de una manera completamente evidente v clara pues. el camino de Ja angustia apunta a la función del objern con reia-
el resane de sus intervenciones. Margaret Liule nos ofrece en s·u artí- cion al deseo : permite situar al deseo en relación a la función del resto.
culo un valioso aporte en el camino para lograrlo. L.'.l angustia, entonces. nos permitirá introducir con singular claridad.
el limite donde se instaura Ja falta. ·

Dos historias de amor

Bibliogrofia qonsulrD.da En las ciases del seminario de la ancrustia del 20 v 26 de marzo de

1963. Lacan rrabaja un par de casos cfuucos incluidos en un articulo
LACAN. Jacques. Seminario sobre -La Angustia"- 1962/3 - (Inédito) ·de la psicoanalista LucyTower. titulado "Contratransferencia~. que fue -
Seminario -Los cuauo coocepcosjuruiamemales del.psicooruilisis". Madrid. Barral publicado en el Joumal de la Asociación Psicoanalítica Americana en
2ditores. 1977. abrii de 1956.
!men:er:c'.ón scbre la rrr::nsjerencüi. E:sc:-:ros l. Buenos Aires. Siclo XXI. 1983.
Fiel al estilo del seminario. La.can habia invitado a F. Penier. w.
HamleL un caso ciinico. Lacan oral. X. BóYeda Ediciones. Buenos Aires. 1983.
G:cnoff y ?iera Aulagnier a comentar sendos arücuios de :Ylan:aret Ut-
LITT'i...E.~~eL The analysfs wro.J. response ro his panenr's need.s. ::e .. ?arbara Low y Thomas Szasz... En el curso de su internndón Gra-
TI1e Jru.emm:iorwiJoumai oj Psycho-ana.iysLS.. VoL XA."\.Y'Ill.. pan_ l. 1957. · nou cita el arúcuio de Lucy Tower. Cuando Lacan retoma la palabra.le.
Versión castellana cie ~abcl Rociriguez \"Norma Gonz.áiez e.n fichas ce ia Escuela a?radece haberlo introducido. Yaclara: "Por múltiples razones vo mis-
· Frei.:ciiana de Bue.nos Aires. sene Re.fe;;ncias.
:no !1º io hubiera hecho este año. pero ahora no podemos elucÍirlo~ .
VEGH. Isidoro. El meiancól.ico objero del maldecir. lmai!o 13. Letra Viva. Buenos Aires. Lacan lo presenta como dos historias de amor: dos relatos cuvas sin-
1990. - ~ulares alteI1iativas resultan tan eficaces como ilustrativas. Eñ un ca-
El oqiew y sus destinos. r!Chas cie ia .C:scueia Freumana cie Buenos Aires. serie Se- so las cosas andm;eron bien. anticipa Lacan. en la medida en que !a
- mina.nos. 19€6.
63
62
. ' .... ~ .:..
analista fue conmovida: e~· tanto fue p~~sta en el plano del amor. El .
segundo caso. en cambio, fracasó justamente porque tal cosa_no fue
alcanzada. · había sido considerada psicótica porun psiquiatra y LucyTowe-;. de nin-
El artículo se propone demostrar la relevancia de los fenómenos
contratransferenciales. ofrecer evidencia de su importancia. y contri-
buir a rastrear sus origenes, desarrollo y resolución en d curso de un
. tratamiento analítica~ Para nosotros·. ciertos detalles.. de esta.observa:
ción clínica y su incidencia en el desarrollo del tratamiento. p~iti- _
rán abordar el tema de la angustia en su función mediadora entre el
deseo y el goce y, por tratarse de dos historias de amor, nos llevará
ineludiblerneme a la pregunta por la función del deseo en el amor.
Lucy Tower ha escogido para revisar conjuntamente dos análisis que.
según su criterio. dan lugar a muchas comparaciones. Se trata de dos
hombres. ambos exitosos en los negocios. de un entorno más o menos
s imilar. Ambos eran inteligentes. casados. y con hijos. Tanto uno co-
mo otro se habían analizado anteriormeme y por largo tiempo.
Lucy Tower no oculta que inicialmente estaba inclinada más favo-
rablemente hacia el segundo paciente ya que se mostraba más moti-
vado por el tratamiento y su desarrollo psicosexual parecía más nor-
mal. Sin embargo las cosas resultaron de manera opuesta.
Las parejas de los padres de ambos habían sido estables: los padres ·
de alguna manera pasivos pero exitosos. y sus madres francamente
compulsivas. Los dos pacientes padecían serios defectos de desarrollo
en su relación con la madre. Los dos presentaban problemas de inhi-
bición de su afirmación masculina ven s u adolescencia tardíahabían
desarrollado sin tomas neuróticos. -Los igualaban también sus rasgos
esquizoides. - ü1c!Üso una buena vía para ligar aquella angustia que parecía tan :pr~
Sús esposas eran atractivas: comuulsiva.s. trastornadas v tan fuer-
temente defendidas que se negaban a~ toda idea dehacenm ITara.mien-
to. Maridos devotos. ellos se esforzaban para que los maUimonios
siguieran adelante. r ecurriendo a múltiples conductas para compen-
sar su agresión. Eran hombres agradables pero muy aferrados a su
mujer.. Ellas. muy posesivas, los despreciaban de una manera muv
refinada y trataban de boicotear sus máli.sis; por su parte se encon-
traban muy frustradas. por aquella ·falta de afirmación masculina
suficiemememe libre de in.bibición·.
Todas estas cuestiones, aclara Lucv Tower. fueron extensamente
interpretadas y elaboradas. pero sinrungún resultado. Asimismo. reco-
noce que inicialmeme atravesó. en ambos casos. una fase de protección.
En el primero. respecto a su manimonio y a su mujer: en el segundo
64
•· respecto del paciente mismo. En el primer caso la protección intentaba
.. e\itar un trastorno secundario en la mujer del paciente: ella al!:!una vez
guna manera quena una descompensación de·su parte. En el otro caso
d paciente mismo había sido diagnosticado como psicótico.
La sintomatología que llevó a estos pacientes a buscar tratamien-
to. también era similar: angustia difusa con algo de depresión; una
fuerte conciencia de su irrhibicíórr masiva, cierto monto de confusión.
pa.rticulannente en lo que a los roles sexuales concernía. Lucy Tower
los encuadra entonces como neurosis de angustia.
Otro rasgo que ambos tenían en común eran los trastornos en la
comunicación: uno v otro eran dubitativos. reiterativos. minuciosos v
hablaban farfullando. Problema de comunicación que. en el primer ca-
so. Lucy Tower lo refiere a una ·resistencia fuertemente estructurada -.
Si asi sucedía v Lucv Tower lo atribuve a la resistencia. cabe pensar
que. en tanlO lá resistencia de]~ que se trata en el análisis es efeCÜ\'(l.-
mente la del propio analista. ella misma no era ajena a dicha situación.
Un sueño crucial
El momento crucial en el análisis del primero de esws dos hom-
bres. sucedió cerca del segundo año. A pesar del u-abajo intelecrna.i
sobre sus dificultades. parecía no haber ninguna mejoria en Ja situa-
ción matrimonial, ni en el bloqueo en la comunicación. A esta altura.
la mujer del paciente desarrolló una seria enfermedad psicosorna tica.
Lucv Tower refiere no .haber descuidado este-hecho consid eránd olo
psicódca. La enfermedad podría ayudarla así a abandonar su actitud
controladora y de ataque. haciéndola sentir mas confiada en su mari-
do y en la situación matrimonial.. ·
..\hora bien. prosigue Tower. ·aquello que regiscré conscienremenre
ciebe iw.ber permanecido. sin embargo. desiigado de lo que ya. se des·
cumilaba en rrú inconscienremente como el núcleo de una oeaueñ.a reac-
ción conrrarransferencial hacía la sirua.ción wral-.•-\sí pu.es.·a pesar de
todas las precauciones que había tomado. se había sentido G:npercep-
tiblemente empujada por las presiones rransferenciales a vera esa mu-
jer más problemática de lo que aparentaba. No advirtió que a esta altu-
ra ella ya no constituía un problema tan grande porque. ·a pesar de la
exa.sperarue y crónica resisrencia del pacieme. él se escaba. manrjan.do
~n la sirua.ció_n doméstica con más aplomo y gentileza-.
65
 La situación va a llegar a su punto culminante con un sueño. Un
sueño que resultará crucial para la dirección de ese análisis, y que sor-
prende ante todo por trata..--se de un sueño de la propia analista.
Ya había transcurrido un año desde la aparición de la enfennedad
psicosomática de la mujer. Lucy Tower continuaba a la vez frustrada
e-incómoda con el carácterdepresiva de la: resistencia: de su pacieme.
"Un buen día tu.ve un sueño que me estremeció. El sueño era muy sim-
plemente que yo estaba de visita en la casa de mi paciente. Sólo su espo·
sa estaba ahí. parecía estar comenta de recibirme y se mostraba de lo
más hospitalaria. y afable. El tono general de la visita era el de una tarde
de charla amistosa entre esposas cuyos maridos quizás eran amigos o
colegas·. L. Tower insiste: ·esce sueño vagamente me percurbó" . Un
sueño que la estremece, que la perturba. Es evidente: ese sueño la
angustia.
No lo descuida. Todo lo contrario. le otorga la mayor trascenden-
cia. Logra advertir así que ya· hace tiempo sabe que la mujer no inter-
fiere en el tratamiento del marido y que ello se debe a un mejor ajuste
de él (y por lo tanto a una mayor confianza de ella) respecto a la ana-
lista. "Me di cuenta de que inconscientemente yo había desarrollado
W1a acrirud en cierro modo fija. y había ignorado la mejoría temerosa de
su pocencial psicóti.co ". En consecuencia se propone abordar otra vez
la escena doméstica y desde un punto de vista totalmente diferente.
Los efectos que produce este cambio de orientación, ¿cuáles son?
Lucy Tower refiere que el paciente tomó rápidamente el análisis con
mucha afirmación. Su actitud de bajo voltaje; quejosa.:. de casi tres
años empezó a rnovil..izarse con renovado empuje. Aparecieron elabo-
raciones de recuercfos tempranos. surgieron nuevos sueños; y junto
con estas modificaciones el bloqueo en la comunicación también des-
apareció. El paciente se inclinó hacia un material "más profundamen-
te oral sádico·.
Parale!ameme comenzó en el análisis una etapa de gran tensión.
Dice Lucy Tower -.\.fe someria al más persistente. minucioso e incómo·
do esCT1.1IiniD. como si me esruL·iera desgarrando céluia. por célula. Ca·
da mor.:imienw mío. ca.da palabra de mi parre eran observad.os can de
cerca que me parecía que. si yo daba el más leve pa.so en falso. todo
e.sraria. perdido".
"El eíecto que sllll!ió en mí-. continúa. ·era de tal índole oue llee:ué
a pensar que si yo llegaba afallar en este encuentro él se derrumba-
rla. v nunca más volveria a confiar en orro ser humano". Durante este
periodo cada sesión resultaba e.'\.Lenuame y una vez finalizada la hora
66
Luc~ Tower continuaba abrumada. Sin embargo~ a pesar de la den~i­
dad· de este periodo. súbita y hasta casi diverti~ament:. esa. sensac10n
desapareció. "Me tenía que _ir un~ tarde de vac~nes. ae_spues de ~er
~-i.sro al paciente por la manana -refiere la analtSca-. ~ depreswn .~
la irrimción que sentía duró apenas unas horas y despues .desaparecw
complewmente. Nada extraño sucedió para eUo ni tampoco hice un esfaer~
zo consciente para lograrlo. Creo que en esas vacaciones apenas Ueg~e
a pensar en ese paciente y silo hice.fue enf?rmapur~eme c~ual .
·Cómo considerar todo lo que ha sucedido? Segun la propia ana-
list;. las cosas se encaminaron en la medida que s'-'. inconsciente fin~­
meme se puso a tono con el inconsciente del pac1em~. Y en tanto el
pudo descargar su sadismo, -e1 afecro d.e preswo pudo lwrarse del auw·
desprecio y la culpa. para tomar la cualidad. de un verd~ro duelo por
el objew de amor perdido". Lucy Tower concl.uye: ·Fue solo .cuando su
inconsciente percibió que realmente me habiaforza~o haC!a una res·
ouesca conrracransferenciaL que esce hombre se L'olvw su.fi:ientememe
·confiado de sus poderes para injluenciarme y de mi disposi.af?n_: al menos
en una pequeña parre. a ser influenciada o sojuzgada por el .
Verdadera victoria sobre la analista en el terreno de la t.i-ansferen-
c:a que pennitió a Lucy Tower. ya sin angustia. ·responder a es_re hDm·
bre. en W1a pequeña pero quizás crucial medida. como una ~era un
hombre. al mismo tiempo que la relación predominanre ha.cin el era La del
médico hacia su paciente". Conclusión de este relato clirJ.ico que con-
firma de modo elocuente que no se ha tratado de otra Fºsa que de una
verdadera historia de amor.
Posición de Don.Juan
Retomemos nuestro comentario a partir de lo que la propia analis-
1a considera el punto crucial: el sueño. A partir de él. Lucy Tower ~e
::iercató de aue uor efecto de lo que ella denomina su com.rarrans1e-
~encia . había de.scuidado la justa apreciación del deseo de su pacien-
'i:e. Acr:ertida de ello. pudo dar al paciente la impresión de que era ~e,:i ·
sible a alQo cuvo descubrüniento ella misma acababa de hacer: a.I un
,. al cabo el naciente se ocupaba mucho más de su mujer. era más_case-
-;..o en el interior del circulo convue:al. de lo que ella había sospecnado.
~n orras palabras. afirma Laran.-el deseo propio del paciente no está
tan a la dertva: "Es capaz de tomarse por aquello de lo que se trata Y
cuva dit!nidad hasta enwnces se le rehusaba. tomarse por un hom-
bre. obstinarSe en ello~.
67
 Una vez reconocida la verdad de su deseo. el comoortamiento del
paciente reflejará aquello que está en cuestión: a saber. la búsqueda
del objeto. Como en la búsqueda sádica. lo que pretende es el pedaci-
to que falta. Procura hacer brotar en el panenaire lo que debe estar en
el supuesto lugar de la falta. En esto consiste la tormenta que Lucv
Tower se atrae sobre sí. Parafraseando a Lacan podemos: afirmar que
el pacieme· dice en suma a Lucy Tower, su analista: -yo te amo. pero
porque inex-plicablemente amo en ti algo más que a ti -el objeto a
minúscula-yo te mutilo ... "
Habiendo buscado el deseo del hombre. lo que Lucy Tower encuen-
tra como respuesta no es la búsqueda de su propio deseo . sino la del
objeto a. vale decir de aquello que está en juego en el deseo. Y la efica-
cia del viraje. de este recentrarniento en relación al deseo de su pacien-
te. es posible en la medida en oue su deseo la ha involucrado Lo aue
el deseo busca en el ou-o es el deseante. Deseo al ou-o como d~sea~te.
Deseando el deseo. Lucy Tower no encuentra a su pacieme deseándo-
la. sino encaminado en la búsqueda de lo que le falta.
La operación y la maniobra de la transferencia, dice Lacan. hay que
regularlas de modo que se mantenga la distancia entre el punto donde
el sujeto se ve amable y ese otro pumo donde el sujeto se ve causado
como falta por a. Y es en ese punto de falta donde el sujeto tiene que
reconocerse.
En el análisis. seguimos la huella del sujeto del deseo. y no del suje-
to del amor. Por la simple razón de que no se es sujeto del amor; habi-
tualmente se es su víctima. nos recuerda Lacan. Jo que·es absolutamen-
te diferente. Así p~es. la_obseivación de Lucy Tower nos cónfl.ITI1a que:
el deseo. en ramo mterviene en el amor. no concierne al objeto amado.
Finalmente. aquella etapa de agotador escrutinio de pronto se des-
vanece; todo ese clima agobiante desaparece en forma súbita v di\'er-
tida. Lucy Tower es la encarnación del más libre v aéreo Do~ Juan.
comenta Lacan. saliendo de Ja habitación donde acaba de hacer de las .
suyas. ¿Y por qué la situación de la psicoanalista sugiere a Lacan la
illlagen de Don Juan. aquel de las ·seícenw e auarama in Italia. in Ger-
rnania. duocemo e u-enruna. cenw in Francia. &i Turchi.a no1.:amuna. ma
ínlspagna son gia mille e u-e"?.
La compleja relación del hombre con su obieto está borrada oara
él pero al precio de la aceptación de su radical tnoosrura. El orest2io
de Don Juan eslá ligado a la acepla.C.ión de esa imoostura Siemore es-
tá allí, en el_ lugar de otro; es. por así decir. el obj~to absoluto. •
El a en Ja operación del análisis. es encarnado en el analista. O.
68
más precisamente: el psicoanalista se hace de objeto a; lo que debe
entenderse -<:orno advierte Lacan-:- se hace producir con objeto a. Por
obra de aquella rectificación que Lucy Tower operó en el curso del aná-
lisis. el deseo de su paciente pudo ser devuelto ·a su lugar. Pero no oh·i-
demos que el problema de este hombre radicaba justamente en que
nunca había podido encontrar ese lugar. Tal es su neurosis de angus-
tia.. Lucy Tower pudo conser:ar sus distancias frente a esa búsqueda.
señala Lacan. pues nunca fue cuestión de que errcontrase. se trara.
precisamente. de que él advierta que no tiene nada que encontrar. Lo
que él busca es menos phi; lo que le falta a ella. Es de esto que tiene
que hacer un duelo.
:\mar es esencialmente querer-ser amado: -persuadiendo al olro
de que liene lo que puede completarnos. nos aseguramos precisamen-
te rie que podremos seguir ignorando qué nos falta". Dejar \'er su de-
:'co para este paciente (como para todo hombre) es. esencialmente. de-
_pr \·er lo que no hay.
Lucy Tower afirma que su paciente realizó un trabajo de duelo. To-
do marchará bien. afirma Lacan. cuando él hava hecho el duelo de
encontrar en el panenaire su propia falta (menos phi). la castración
prima!ia fundamental del hombre. Gracias a ese duelo habrá fran-
queado esa etapa ame!ior en la que él soportaba todo el peso de su
casr.ración.
El neurót.ico retrocede -insistamos en subrayarlo- por hacer de
su castración algo positivo que es fa garantía de la función del Otro. El
neurótico consagra su castración a la garantía del Otro, afmna Lacan.
Y allí queda detenido. Ocurre que el objeto que el sujeto pierde como
una parte de sí mismo. es también lo que le falta al Otro en él. La angus-
tia surge en tamo el pequeño a es soportado por intermedio del deseo
del Otro. La angustia se constituye en el umbral para el deseo. que se
;islumbra como posible cuando esa garantía del Otro se desmorona.
Luc': Tower encuentra. por la \ia que le ofrece su sueño. la ocasión
;:¡ara advertir su falra de manejo en la relación que. en ta.I1to Otro. ha
~swblecido con el hombre que tiene en análisis. Inquietante encruci-
;ada que la confronta con la pregunta por el_manejo de la íalta. es de-
. c:.r. por su relación con el objeto a.
..\si. este historial \iene a confirmar que lo que el analista tiene para
dar. en oposición a la pareja del amor. ·es lo que la novia más Della del
mundo no puede superar. a saber, lo que tiene". Y lo que tiene. como
nos enseña Lacan. ·no es más oue su deseo. al i!!ual oue el analizan-
te. haciendo la salvedad de que 'serrara de un deseo advertido-.
69
 . Al ~eintegrar su deseo en ese a irreductible. soportando las conse- Contratransferencia y angustia·
c~encias q1:1e de _ello r~sultan. Lucy Tower permite a su hombre enca-
rrunarse mas alla del lirrúte de la angustia... versus deseo del analista
MABEL RoDRíGUEZ

:\!leer las clases de Lacan del 30/01/63. 27 /02/63. 13/03/63.

'.:!0/03/63 y 26/03/63 me preguntaba por qué se trabajaba ran inten-
samente la contratransferencia v el deseo del analista en un semina-
rio sobre la angustia; asimismÓ. por qué Lacan rastrea el deseo del
;malisra en las mujeres analistas y no en otro lado. Leo la cita: -La mu-
.:er comprende muy. muy bien lo que es el deseo del analista-.
Se me ocunia que la prosecución del camino en esra dirección seria
;o C}Ue lo llevaria a afirmar más tarde que las mujeres son ias mejores
:malistas, cuando no las peores. Todo esw me resultaba sumamente
enigmático. ¿Por qué por el solo hecho de ser mujer deberíamos encon-
rrarnos con el deseo del analista?
Tratando de avanzar en la elucidación de estas cuestiones hallo el
siguiente párrafo: "Hay algo que les he hecho notar a propósito de la
contratransferencia: hasra qué punto las mujeres parecen desplazar-
se por ella con mayor comodidad. No lo duden: si se desplazan por ella
con mayor comodidad en sus escritos. teóricamente. presumo que tam-
::ioco se desplazan mal por eila en la práctica. aunque no \·ea..ri. aun-
Bibliograjia consuirada que no articulen -va que al respecto. al fi..T'1 de cuen!.2.s. pcr- qué no
concederles un poquitito de restricción mental-. aunque no arricu-
70\\C:R. Lucia :r:.. Courucruansierence. joumai of !he Amencan Psuchoanalyiic 15 :en de una manera compiec.amente e\idente y clara su resane-.
c'.mion. \"o! IV. Xº'.?..•~.bril 1956. - · ser
¿Qué querrá decir que las mujeres se desplazan con mayor romo-
L\CAN. Jacoues. Seminario sobre la D.ng"L!Stin. lineditol. didad por la conrrarransíerencia aunque no la articulen correctamen-
Seminario sobre la idemi/u:aciim (inéri!tol. ~e en la reoría? Para desplegar esrn Lacan va a trabajan-arios casos cii-
La erica dei p~is. Seminano 7. Paidós. Buenos Aires 1988. :ucos de a..'1alistas mujeres.
~ 0U11TO. conceptas }UilliLunenrales del psicoanálisis. Barral Editores. Madrid
1 977
I •
El primero es un paciente de orro analista que lo deriva a Margaret
!...:ITJe.
Reseñas de enseñanza l l 91H-6SJ Buenos Aires 1984.
. ' .
70
: -: ~ -

. 71 .
 El sujeto l~ cuenta qú°e ci~o día que él vertla de realizar una audi- .
~ió:1 radi~ audición cuyo tema interesaba al propio analista; éste le di- ·
JO: Hablo usted muy bien ayer. pero hoy veo que está deprimido; segu-
ramente es el temor de haberme herido al haber invadido mi terreno·.
Dos año~ más tarde (habiendo finalizado ya este análisis). el pacien-
te se percato. en ocasión de un nuevo aniversario de la muerte de su
madrey que lo que había originado su tristeza era el dolor de que· su
madre no estuviera allí p·ara disfrutar de su éxito. En vez de anular el
programa había actuado maniacamente, negando su duelo. La inter-
pretación del analista había sido correcta para él mismo: se hallaba
muy apenado del triunfo de su paciente.
· Este episodio le ocurrió en realidad a la propia Marcraret Little en
su análisis didáctico de siele años con Ella Sharp. Cu;stionando su
validez reirticia más tarde otro con Winnicott.
En verdad no era un programa de radio de lo que se trataba. sino
la memoria que Liule debia defender para su candidatura a la Socie-
dad Psicoanalitica de Londres. La fecha de este evento era una sema-
na después de la muerte. no de su madre. sino de su padre. En su diá-·
lago con Roben Langs. ella cuenta que en el articulo de 1949 sobre la
contratransferencia. escrito dos años después de finalizado este aná-
lisis. se eVidencia en realidad su duelo por la muerte de su padre v por
el f~ de su.analisis. Podriarnos aventurarnos a pensar entonces que
la dificultad para elaborar estos duelos, especialmeme el del analista
ide~~º· ~rnpregna la tesis de este arúculo; cuyo punto central es Ja
obligac10n oel an~sta de_confesar la comratransferenciaal paciente
pues de lo contrano esta.ria actuando hipócritamente al igual que Jos
padres Y otros educadores. y obstruyendo el proceso analítico.
En su ~tro articulo sobre la ·contra transferencia "La respuesta to-
tal del ~alista a las necesidades de su paciente". de 1954. plantea que
el analista es responsable en un l 00% de la respuesta a las necesida-
des de su pacieme. ·1a capacidad última del pacieme para asumir sus
propias respor:sabilidades depende de que se encuenrre ame una per-
sona responsaole con la cual puede contar. con la cual se indentifica ·.
El_analista ~~be brindarse sin reserTas. totalmeme. dado que Ja
expenencia analiuca es una relación enrre dos personas que se encuen-
tran: i.u:a- con necesidades y ia ocra. ei analisra. con algo para dar. al-
go de mas para repartir ("person v.ith something to spare meets person
\vilh needsl.
. La proposición d~ Margaret Liule es que la expresión de los senti-
rruentos contrarrans1erenciales. incluso Jos sentimientos negativos. es
72
. el método más apropiado para promover Ja identificación del pacieme
con la personalidad más sana del analista~ ' · -
En este segundo artículo ella presentará el material clínico de Frida.
Mi intención es trabajar una de las intervenciones· de Margaret Little.
acerca de la cual Lacan realiza su _c omentario. Para ubicamos brindaré
sólo algunos datos. Frida fue derivada al tratamiento por cleptomania.
·Su padre egoísta y rnegalomaníaco había muerto en un campo de con-
centración en Alemania; no había huido pensando que nada podía ocu-
rrirle. Frida era castigada por él, especialmente cuando rehusaba arre-
pentirse por desobedecer a su madre. Esta también la someúa a cas-
Ligos severos. la golpeaba y la encerraba en un armario para escobas.
Los hijos de Frida eran extensiones de su propio cuerpo como ella lo
había sido de su madre. El tratamiento duró diez años v durante los
primeros siete las interpretaciones de transferencia habian sido com-
pieramente inoperames. Pero. de pronto todo cambió. esle rratamien-
to se ve conmoVido súbitamente cuando muere Ilse. amiga de los pa-
dres que se había comportado como una madre cariñosa con Frida.
cuando ésta era niña.
Frida entra en una crisis de desesperación que se prolonga por cin-
co semanas. no comía ni dormía y su \ida estaba en peligro. tanto por
d riesgo de suicidio, corno por estar exhausra. Margaret Little prueba
todas las interpretaciones que se le ocurren para sacarla de este esra-
do: le mostró su culpa acerca de la muerte de Ilse, su ira hacia ella y
su miedo de ella; al mismo tiempo que ella sentía que llse le había si-
do robada por la analista, que ella quería que la analista comprendie-
ra su tristeza como Ilse .había comprendido su infelicidad infantil y que
simpatizara con ella. etc.
Todo esto no surtía ningún efecto y Margaret Little sentía que tenía
que romper esa situación. finalmente entonces le dijo: -gué dolorosa
:-esultaba su pena no sólo para su familia sino para mí. Le dije que
ninguno ooci.ia estar cerca de ella en ese estado sin sentirse ororunda-
meñte afectado. que me sentía muy apenada por ella y con ·ella en su
?érdida'.
El efecto fue instantáneo v muv e:rande. Dentro de la misma bora
ella se calmó y empezó a llorar de.ui1a manera medianamente triste.
E:mpezó a cuidar de su familia nuevamente. etc.
Esta ~mervención.oper~rno..imeqirerarión pues produjo una
transf6i-rnación. fµe un acto consecuencia de la apuesta de M~.,si.ret
· · Llttle a la éticadel-deseG--del-analista: ~a ética que la hace ir más allá
de la contrarransiereg_cia.
. .
73
 Ahora. ¿qué se jugó en esta intervención atípica que introdujo una
funció.ILde..co.rte? · resaltar que el analista es de la misma pasta que el analizan te. no per-
Podríamos decir que por primera vez Margaret Little. lue!!o de ato-
sigar a Frid~@nte.Jii.ele...añP..?~rfil_rp.r...e..tai;_i9n~s· de trans(eren-
9ª·· ~-~-~µ_estr:a_ ang~~i:J_a.9p.~impoteme. Aoarece en fa~ n~:
aa· mas.,..gm::..c;twl~. O~Jª-9~...Q.~~lJJJgai.J.kl_Q!r.o. Al no tener certe-
zas acerca de Frida se reinstaura en el cammo dél deseo del analista.
en el que podrá permanecer si deja de idem:ificarse al lugar del saber.
En el seminario -r.a transferencia- Lacan dice que el analista "debe
saber en particular que el criterio de su posición correcta no es que
comprenda o que no comprenda. No es absolutamente esencial que no
comprenda. Yo diría que hasta cierto punto esto puede ser preferible
a una confianza demasiado grande en su comprensión. En or.ros tér-
minos. que debe siempre poner en duda lo que comprende y decirse que
lo que busca alcanzar. es justamente lo que en principio no compren-
de. Es ciertamente en tanw que sabe lo que es el deseo. pero que no
sabe qué es lo que desea este sujeto con el cual está embarcado en la
aventura analítica. que está en posición de tener en si el objeto de ese
deseo·.
S~~aJ...ru~.Q.:,i:ESi.~~--~9,_et~B-t,~.iilisis.~pero . Margaretl..ittle,.tratan-
.do_d_~:..~~ .~.!Jen ra_ ~t?.r.!c;:ª__
qe~ ella . se .~qu_iyoca: supon~_}l4.Llé3-.,~\-prs:si9,n
.Qe ,~~>.~.~~~ümientos~orr;ia pane,.de.J~r.espuesta-total7_q\A~~!:~g¡i
~!?e. a~,a.Ja_s .neces1daa~ ..9.~~~1:!::Pªºeme,_ral como el titulo del traba-
jo indica. No s_~per:.cara,que.l0-propiciatori0-fue...su..coo::imiemo-del-lu­
.gar_ de. Otr_o C:?.!!1PJ~~9_qµ~impedía el establecimient~ de-la~trall.síe.ren~
c1asfmooTiéa. _ ña c·on fa irnposíbilidadde.3.lcanzar el pleno ejercicio de la función de-
-c¡ pena que Margaret Little muestra ~una expresiQn_de.-amor,
pero del amor más allá del narcisismo. No estamos hablando acá del
arrióren-sü d.lmensión IInagmani el que aparece ante el reflejo de una
imagen de uno mismo: g~l amor. q!:.H~ aquí se.trata.es...delque.s!!,.anicu-
la con ei deseo. El arno(_que..permire al deseo_condesc.ender el croce: .el
aIJ.1_9r OU~-e-s~9_a_f lq__gue I}Q_S_~_tiene. ia falia. Allí tenemos para L.2can la
posición del analista. que ie permite suoerar la an!!ustia v la parálisis
en ia que se encontraba por eíecro de s~ conrrar.rañsfere~cia:
En el Seminario XI se expresa; "La rransferencia es un fenómeno
en el cual están incluidos conjumameme el sujeto y el psicoanalista.
Dividirlo en los términos de transierencia y conrrarransierenci.a. por
mucha que sea la audacia la desenvoltura. de las declaraciones que
se pernüie!l algunos sobre este terna. siempre es una forma de eiudir
la cuestión-.
74
Se me ocurría que La.can apuntaba con esta afirmación fuerte a
tenece a una élite superior, refutando así la teoría de los autores ingle-
ses sostenedores de !a relación analítica como dual, esnecular. imagi-
naria. donde el analista funciona de espejo. no tiene efe~tos de incoñs-
ciente p-orque se supone que el análisis didáctico los borró. y
proponiéndose Ideal plantea el fm de análisis corno la identificación
del paciente con él. ·
En la práctica clínica. a diario nos ocurre que con ciertos pacien-
tes nos abunirnos. nos admirarnos . nos enojarnos. olvidamos el hora-
rio de una sesión. etc.: o en tal recorrido de los análisis nos adorme-
cemos. nos erotizamos. nos apiadamos. y esto no lo evita la rigurosa
formación teórica. la pertenencia a determinada institución analfüca.
los años del propio análisis. lndudablememe no somos nunca iguales
:i. nuestra función. aunque se haya producido la mucación en la eco-
nomía del deseo que nos permite conducir un análisis: Si el Yo del ana-
lista debe comportarse como un mueno . la comrarransíerencia que lo
obstaculiza ¿es una imperfección que compromete el curso de los aná-
lisis? Dependerá de cómo se resuelva en cada _si_t1:1_a~ióq,_ _ ... . .
Lacan afürna en -La Angustia· que .:es:::C.Onu:arr.ansfe_r_en_ci~ to_d.o
.:iquello que: de-10 que r-ecibe en el análisis como_signjJi_c_;;tll~. . . ~Lpsico­
analisra reprj_Jile·: por consecuencia. es necesario qu~ la contrarrans-
fereñCfa.'púeda ser puesta en relación a la represión qlle le da lugar.
Esto imp_~~a_un ~~~9__Ror el analisra . idealiz.adQ~poi;:!_~ nuesrra
falla conréspecto a la función: pues la contratransferencia se relacio-
seo del analista y con uno de los factores_ que hicieron plantear a freud
la rarea de psicoanalizar como imposible.
Nos interrogamos em:onces por el luQar del analista ocunado oor un
analisra. la incidencia o no de su prcioio faniasma eñTa _direéción de
:a cura. ¿Qué hacer con esrn a lo qu.e no somos ajenos n0..-güñüéie
nosotros? ¿Se trata de recomendar más y más análisis para el anai.ís-
:a con el fm de borrar su inconscieme? ¿No esta.riamos adhiriendo al
ideal del analis.ta csano- cuyos pensamientos y sentimientos penur-
badores de esta supuesta salud se deben a factores que han quedado
sin resolver en su análisis? No olvidemos que e] análisis didáctico era
pensado en Ja década del 60. por Jos analistas argentinos . como el I!le-
dio para barrer todos los eíectos molestos del inconsciente.
Para ellos lo que el analista experimenta por su paciente proviene
de ios impulsos inconscientes del propio pacieme: esta explicación de
 lo_ que le sucede al analista con su paciente desde lo que éste proyec-
ta, se sostiene en el ideal del equilibrio psicológico que el analista debe-
. ria haber alcanzado para poder ofrecérselo a su anaJizante. .Garanti-
zar esto requiere del analista que se encuentre fuera de perturbacio-
nes inconsciemes. ya en el paraíso del amor genital. Pero ¿de dónde han
surgido estas teorias? --.
Veamos qué dice Freuci El menciona la palabra contratransfe-
rencia sólo en dos artículos de su obra. E.!11910. en una coriferen-
cia pronunciada en el Segundo Congreso Psicoanalítico Privado de
Nüremberg, tüulada -El pon·enir de Ja terapia psicoanalítica". allí
dice: "Otras innovaciones de la récnica se refieren a la persona mis-
ma del médico. Se nos ha hecho visible Ja contratransferencia que
surge en el médico bajo el inl1ujo del enfermo sobre su sentir inco~s­
cieme, y nos hallamos muy inclinados a exigir. como norma general.
el reconocimiemo de esta comrnuansferencia por el médico mismo
y su vencimiemo".
En l.!ll5.. en "Observaciones sobre el amor de transferencia" dirá:
"Nuestro- dominio sobre nosoi:ros mismos no es tan grande que des-
carte la posibilidad de encontrarnos de pronto con que hemos ido más
all.á de lo que nos habíamos propuesto. Así. pues mi opinión es que no
deoemos apartarnos un punto de la indiferencia que nos procura el
vencimiento de la contratransíerencia".
Más adelante e.'<IJresará que la cura debe desarrollarse en Ja abstinen-
cia pero se interroga sobre los limites de su posibilidad en la práctica..
Como vemos Freud nos insta a estar prevenidos acerca de la con-
tratransferencia... a!J<rrece preocupado por la irrupción en el tratamien-
to de elementos inconscientes -no reconocidos· del lado del analista
pero ~tea en ~gún.momemo que lo que el analista exoerimen-
~_:'.:-1 paciente provenga del propio pacieme. Esta.posiciÓn -delós
ana.liSras argeritihos.prO\iene. del auge del kleinismo v lo escrito-a."cer-
ca de la conuarransferencia por algunos e.\.-ponemes ineJeses: Hein-
rich ~.cker. Paula Ht:im~. entre orros. Lacan se basa en_ellos_ para..
acusar_a los ingleses_de querer borrar.con el concepm.de contrar:rans-
ferencia la resoonsahilidad delanalista..
---sm embargo. ~o-os aut~res ingleses han escrito cosas mas intere-
sames sobre el tema: a esros autores se remite en esras clases. Dirá oue
se equivocan e.n la teorización del material clinico que presentan. co-
mo es el caso ae Margaret Llttle. pero no en su intervencióIL
Tomará despues a Lucy Tower en cuya presentación clinica se e\i-
dencia el ):'.~~aje de ia comratransíerencia al deseo del analista. Nos
76
e;tamos refüiend-o al relato donde la analist~ rectifica el rumbo del tra-
i.amiento a partir de un sueño soñado por ella misma. _ _
Se los recuerdo: ·1a analista estaba de visita en la casa del pacien-
te. Estaba solamente su esposa en la casa y parecerla contema de ver-
la. se mostraba hospitalaria y afable. El tono general de la \isita pare-
cía el de una charla vespertina entre dos esposas amigas cuyos mari-
dos eran quizás amigos o colegas-:
Este sueño le hace pensar a Lucy Tower que la actitud negativa
que ella suponía en esta mujer con respecto al tratamiento de su mari-
do con ella. era equivocada. La esposa queria que Lucy Tower emre en
su casa v tenoa una buena imagen de ella. hacia mucho que no obs-
- "' ~
taculizaba el análisis. La artimaña de este paciente era enfremarla con
su mujer. Pero en realidad él estaba ubicado como hombre y su espo-
sa le imporrnba más de lo qUe dejaba uaslucir en sus dichos.
Lacan dice: -¿Por qué la cosa salió bien? En un caso eUa misma
fue conmovida. no fue ella quién conmovió al otro. fue el otro quien la
puso a ella en el plano del amor... . ·
Lucy Tower puede reubicarse en la medida en que se ha ofrecid.o a
una historia de amor desde la posición femenina. A partii- de alh la
:inalista -recentra su relación con el deseo de su paciente- y el trata-
miento avanza dejando atrás el estancamiento en el que se nailaba. La.
diíicultad no estaba del lado del paciente sino del lado del analista.
Lucy Tower se quejaba también del fenórneno de carry over que sufría
con este paciente. Lacan dirá quealli pueden denotarse los efectos de
la comratransferencia: cuando-uno sigue-pensando en un paciente
lueE!o de la finalización de su sesión o estando ya con otro.
-Entre una función y el ejerci~o de ésra por un sujeto dhidido hay
una hianc.ia. Cuando falla la función deseo del analista emerge la con-
trarra.nsferencia. ésta nos muestra el borde de la función.
En -1men-ención sobre la transferencia- Lacan habla de -1a con-
<ratransierencia como la suma de los prejuicios. de las paswnes. de
las perplejidades. incluso de la insuficiente información del analista
en tal momento del proceso dialéctico-. El deseo del analista en cam-
bio implica una elección: ocupar el lugar de objeto para que ei sujeto
del inconsciente lo tome oor causa de su deseo. renunciando par con-
le
secuencia al poder que otorga ocupar el lugar del Orro qu~ !e con;:
fiere el pacie.me. Para ello el analista habrá tenido que nacer su pro-
pia exuerie.ncia como analizan re Más. a pesar de es ro. es propio de las
~icisirudes del ira.bajo analitico.enconrrarnos con eclipses de ia fun-
ción deseo del analista. imposibilidades rran.sitorias de ubicarnos ce-
11
 . rno semblant de a. captaciones imaginarias, aparición de prejuicios o
ideales, etc. Nadie está exento de esto. aunque sólo sea por un breve
lapso . . ·· ·
.·· .. ·., -.Freud_tapipoco pudo evitar estas dificultades. Como ejemplo pode-
mos recordar a Dora. La.can en el Seminario l dice que Freud intenta-
ba rehacer, modelar el ego de Dora y más adelante. dirá'q.ue.la trans-
ferencia negativa de Dora es una réplica a la contratransferencia de
Freud. A Freud se le escapa la identificación viril de Dorá. pues no
había hecho todavia la distir1dón entre el objeto de amor y el objeto de
identificación. Su prejuicio de que ·como el hilo es para la aguja. la
muchacha es para el muchacho" lo hace perderse. El desconocimien-
to del deseo de la histérica en Freud explica su comratransferencia.
En MFunción y Campo de la Palabra .. : Lacan va a c;l.ecir: "cuando los
prejuicios del analista (es decir. su conrratransíerencia. término cuvo
empleo correcrn en nuestra opinión no podría ·e.xtenderse mas alla de
las relaciones dialécticas del error) lo han extra\riado en su interven·
ción. paga inmediatamente su precio mediante una transferencia nega-
tiva". Y en "Intervención sobre la transíerencia" dirá que "Es por haber-
se puesto un poco excesivamente en el lugar del Sr. K por lo que Freud
esra vez no logró conmover al Aqueronte·. El amor que Freud le imnu-
raba a Dora por el Sr. K es consecuencia de una imoorrame resisten-
cia. pero una resistencia del analista. Freud se coloca como el amo de
la verdad impidiéndole a Dora descubrir el objeto de su deseo: la Sra.
K. En 1923 Freud dirá: "Antes de llegar a individualizar la importan-
cia de la corriente horno.se.mal en los psiconeuróticos. me quedé muchas
veces atascado o caí en toral confusión... •
Otro hubiera siclo el desenlace de este tratamiento de haberse reco-
nocido el deseo de Dora. el abandono del análisis se podria haber evi-
tado. Ameriorrneme nos preguntábamos qué consecuencias podía traer
la conrrarransferencia del analista. encontramos en este caso al~una
respuesta. Si ei analista persiste en perder el rumbo del deseo uno de
los efectos posibles es que el paciente llame a la interoretación median-
te actings: o que realice un pasaje al acto. · ~n funcióñ a oanir del momento en que su deseo la ha concernido-.
Si imerprerar es interprerar la castración. la del Otro. se trata de
q~e~a.iga,._~l ~~j~to a_g~~l sujern_es Péi§.~tOtro. El ~cúng_out es _un
p~~d~_!:merpret.?c1on _qu.e_apurua.a una_caj_Q¡;i._que...no...se...prod uce.
Dora. cuando no puede caer como objeto a de Freud, se va del trata-
. miemo. La :esistencia' que le· es falsamente imputada por Freud se
debe a que él desconoce la suya propia. A.si La.can va a decir que ·no
_hay, or.ra ,r._esistencia al análisis que la del analista mismo~. Nos surge
· ·· ··.-
78
entonces la pregunta de qué hacer cuando ella aparece. Y aquí. nue-
vamente Lacan nos da la pista con los historiales de Margaret Llttle y
LucyTower. Margaret Little le confiesa a Frida que no comprende na-
da. que no tiene nada que decirle. nada que darle; aparece su casrra-
ción, con lo cual concomitantemente Frida cae como objeto a que la
completaba y emerge"su.deseo. ~-a.,fgar..e.LLittle..deja de .oc1 ip.ai:...cll_u-
crar del Ideal que obstruye la prosecu_9.ón ~ 8..D:?lisi~_Je.P-as.a al deseo
def analisg_qµ¿_1o_posibilita~-Eg~_pasaje..no..se.rá sin.angustia del a na-
lista. ¿Por qué? Porque cuand~eTge ~a-~on~~tn.~.nsfe'.encia f~-~ 19-
falta. la _3:11gustia pr_eseñüf¡Cala posibiliaad. ~ _q~e el corte. nq_~p.r_o­
duzca: se maniiiesta en el tiempo previo.a.la caida del objeto~
~no es el corte sino el tiempo previo al cone Al realiza~
ella desaparece.
-- Pero nos preguntábamos antes qué hacer frente a la contratrans-
ferencia. Lucv fower lo resuel\'e no haciéndose la distraída con su
sueño: la ime-rrogación acerca de él evidencia la presenci~ dei analis-
ta. Un posible camino seria entonces interrogarnos tratar100 de desen-
rrañar en qué nos hemos e..\.vaviado. si aún así no encomramos la pun-
ta del ovillo pensamos al control como el lugar donde analizar la con-
tratransíerencia del analista. aquello de su estructura que ie impide
:ns talarse en el deseo dei analisrn y encontrar así su estilo.
Lacan va a decir que las mujeres se manejan mejor con la conr.ra-
transíerencia y comprenden muy bien el deseo del analista.. ¿Cuál ~~.rá
la lógica de esta afirmación? Paso a citarlo: "Si hubo personas que 01Je-
ron 'á..lcro sensato sobre la conrrarransferencia íueron sóio mujeres· y
esw ~así por "la función del deseo en el amor·, pues ·en ~a medidaj
en que el deseo interviene en el amor. del cual es. puedo oecir. une:
clave esencial. el deseo no concierne al objeto amado·.
Orro elemento a tomar en cuenta es el comentario donde dice que
!a relación de Luc\' Tower con sus dos paciemes son dos historias de
amor y aue con reiación al paciente que trabajamos "ella se atrae una
:orméma v con respecto a un personaje con el cual sólo se ha puesto
Se t..a.ta. por consiguiente. de cómo funciona ei deseo y ei amor en
las mujeres sobre io que debemos rrabajar.
¿Qué ocurre en la re}a<;ión a}!lor:osa? La muj~r debe s~po_~ serel
objeto a cáusa del deseo de un hombre. El homore va a ta ousqueca
- del objeto a que ella encarna. aunque en realidad su verdadera ~are­
ja no es otra aue su ob~19~p_tlfa!_!_~ma. La mujer se presentara con
la aparfencia del \caso que contiene el objeto del deseo ciei hombre y él
79·
 se engañará yéndolo a buscar. ~Q - 2!J_ede h_aber. del.lado_masculino
atractiv~ - ~lg1:1~º en r~la~ió_n_ª-.!a __mujer_sino P.2fque__es..Y.elo.del...objeto
-ª-<;i.e_su f?-.!1~ªs1Eª· Que todo esto no sea más que una ficción, ya que
no hay nada que encontrar, no significa que carezca de eficacia. ka.
~tr.:iJ:\'.!gia,.. d el analista _e?__
s~cg:_haceLde..semblant..de...a..deLfantas­
ma de su p_acien_te.
.. . Las·mujeresrIO'sonrnasoquistas por ofrecerse al deseo deurrhom:-
. bre. pues ·no es sólo ése su goce. avanzando por él pueden acceder al ·
goce suplementario de Ja mujer. más allá del goce fálico. El analista
tampoco es masoquista por ofrecerse en ese lugar de objeto. pues el obje-
to n.o lo propone él según su propio fantasma sino que debe estar dis-
ponible para encarnar los diversos objetos que proponen los analizan-
tes. A esta docilidad no podemos asimismo catalogarla como maso-
quista pues no se motiva en una voluntad de goce del Otro, al analista
ya le ha sido re\'elado que no hay Otro a quien hacer gozar. Su deter-
minación de acomodarse como semblant de objeto a se origina en el de-
seo del analista que intenta lograr el viraje de posición del paciente.
identificado al objeto a de su fantasma cuando llega al consultorio.
para reinstalarlo como sujeto deseante. Si el analista sostiene el lugar
de semblant de objeto es para mantenerse alejado del goce que podria
resultar de su posición.
A través del desarrollo que hicimos se desplegó porqué la estrate-
gia del analista se toca con la posición femenina en el amor: Se rela-
ciona entonces al deseo del analista con posiciones en la sexuación v
se pone en duda que responda a lo masculino. I¿i. capacillª-.d..de.baccr-
se cau~a ~g-~l deseo .para.un sujetoirnµlica...en..eLanalista..una.posición
femenina que le posibilite.funcionar.comG-Qbjeto..a. polivalente....amer-
ced del fantasma de ~~d-~ '!!:!º de los sujetos. Esto llevó a Lacan a de-
cir que las mujeres eran quizás las mejores analistas cuando no eran
las peores y que ellas sabían muy bien qué era el deseo del analista.
Continuando con la preocupación por el lugar del analista en er
-Reverso del Psicoanálisis" dirá que en la: pareja analizante-analista
no hay espacio para el ·sujeto" analista. Dado que el analista está lla-
mado a encarnar el objeto a. de allí en más enfrentamos a un solo suje-
w. que es el sujeto mismo del fantasma Ya en ·Los Cuatro Conceotos
Fundamentales del Psicoanálisis" La.can develó el misterio de la ·liira-
zón del deseo del analista al deseo del paciente". Este encuentro-es
lógico. ~hay necesidad de distinguir dos deseos relativos a dos ind1-
viduos. No hay dos _d~seos as1 como no hay lugar para dos...objetOS.
pues el analista esta en Ja cura corno el obiern del fantasma del pa_cien-
80
te y no como sujeto. En la dirección de la cura en un priIE.~~-~e~p_q_ ~l
Sujeto Supuesto Sabér-es ffpivote-d~_Jfun.s.ferenCia. está velacjo en
este tierñ-po que la causa aéla mis~ª-~s_s!J objeto a. El analista \·a a que-
rer poñer fiiia ..estaTciealiZácioñque encarna como efecto de la trans -
ferencia del paciente; debe querer caer "para ser el soporte del a sepa-
rador·. La operación analítica está dirigida a mantener la máxima dis-
tancia entre el fdeal y el objeto del deseo. El principio que La can
· promueve como consecuencia de esto se basa en el rechazo radical de
toda identificación del paciente con el analista.
Lacan fmaliza el seminario de "La Angustia .. con el siguieme párra-
fo: "LO que hace de cada psicoanálisis una aventura única es esta bús-
queda del agalma en el campo del otro. Varias veces les interrogué so-
bre qué conviene que sea el deseo del analista para que. si tratamos de
impulsar las cosas más allá de la angustia. el trabajo resulte posible".
¿)fo podriamos pensar que una de b.s lecturo.s de este ir más allá del
limite de la angustia para que el trabajo resulte posible podria ser ir más
allá de la contratransferencia? Esa contrarransferencia·que impide que
el analista se coloque en posición de representar. de ser el agente. la
causa del deseo: esa contratransferencia que angustia al analista por-
que falta la falta. porque al paciente se lo ha ubicado. aunque sea u-an -
sitoriameme. como objeto a.
Continúo con la cita: • ... Sin duda. conviene que el analis ta sea
aquél que ha podido. en la medida que fuese y por algún sesgo. por al-
gún borde, reintegrar su deseo en ese a irreductible. y en grado sufi-
ciente como para ofrecer a la cuestión del concepto de la angustia lll1.a
garanúa real". ·
Bibliografia
._;_ Lacan: ·La.anguscia'.
"La. rronsferencia ·
"!..os c:ua.rro con.cepws Jund.ament.ales del Psicoanciii.si.s -.
-Los e.scricos recnicos de Freud". .
"El rE"~'eTSO del Psicooruilisis.
-iru.en:ención sobre la 1roI1S1erencia-
·.runción y campo cíe ia po.Iábro. y del lenguaje en Psicoanálisis"
-1.a direa::ión. de la cwu y los pnncipios de su pod.er-
:.1. Llt+Je: ·eonowiu.ns_r~n;.u:ia.-y la-~~puesia a.ei .iJacienre·.
.. -La. respues1.a. w1al ciei anaiisw. a las necesidades de su pac•.en.1e·.
81
L. Tower: -1..a concratransferencia".
Goce, angustia y deseo
Aberaslury. Cesio, Ganna. Smolensk-y y Zac: "Transferencia y contratronsjerencia •.
ANALÍA STEPAK
H. Racker: "Estudios sobre la técnica psicoanálilica •.

P _ Heimann~ "Sobre la.contra!ro11Sferencia".

S. Freud: "El pon:enir de la terapia psicOQJlalílica".

"Obsen.:aciones sobre el amor de transferencia-.
"Análisis Jragmencario de una hisreria" !caso Dora).

M. Rodríguez: ·¿Las mujeres son las mejores analistas? Actas de la reunión La-
canoamericana cie Porto Alegre. 19931.

La idea de hov es ooder retomar ale:unos de los interroe:antes de

las reuniones anterior°es. Una cuestión--que se planteó fue si en rela-
ción a la degradación de la vida erótica habria alguna homología en-
tre el hombre y la mujer. Además de retomar esro intentaremos ani-
cular tres clases del seminario que nos ocupa. (20/3/63: 26/3/63 y
S/ 5/63).

En las mismas Lacan plantea que va a tener que dar cuenta de

\-arias cuestiones:

Por qué para situar la angustia tendrá que hablar del campo del
goce.

Propone que a ese goce hay que situarlo míticameme ~·profunda­

mente independieme de la articulación con el deseo.

Y aclarar por qué en clases anteriores dice que la an~tist'ia es la

función media entre el goce y el deseo .

A S Goce
a .l. Angustia
S Deseo
· Am:erionneme se nos proponía que el tiempo de la angustia no es-
:.á ausente en la constitución del deseo. en cuanto es franqueada.. el de-
seo se constituve. ·
82 S3
 Nos proponíamos hablar de la angustia y Lacan nos dice que para eso
va a tener que hablar del goce. Pues bien. si del goce se trata revisare-
mos muy brevemente qué nos dice Freud en dos de los tex'tos que se
engloban bajo el titulo de ·contribuciones a la psicología del amor". 1
En estos textos encuentro una frase que había olvidado: "Para aque-
llos que ejercen el psicoanálisis los motivos más frecuentes por los que
se consulta son prescindiendo de la angustia, las múltiples fonnas de
la impotencia psíquica·. · se.\.-ual. Si degrada logra tener potencia y \ililidad. cosa que no le suce-
De aquello que más nos ocuparnos en la clínica es de la angustia,
y de las cuestiones que conciernen a la llamada elección de objeto de
amor. ya que nadie podria negar que las perturbaciones de la vida amo-
rosa son una parte importante de la labor analítica. tanto como la famo-
sa cuestión de la impotencia psiquica. situada en relación al Otro mater-
no. según Ja cuai. algunos hombres sólo pueden funcionar bien con
objetos degradados. prostitutas o símiles.
Freud nos propone para Ja elección masculina de objeto una serie
de condiciones de amor:
La condición del tercero perjudicado: el señor en cuestión nunca ele-
giría a una nujer libre, siempre apunta a aquella sobre la cual otro
ejerza ciertos derechos de propiedad (novio o marido).
El amor por mujeres fáciles: de cuya reputa~ión se pueda dudar.
Por un lado se ~atisfacer:ian mociones hostiles .. hacia el hombre
que le saca a la mujer que arna (el tercero perjudicado es siempre
el padre) y por orro lado aparecen los celos que son una necesidad.
En cuanto a la conducta de ésws hombres podriamos decir:
Tratan a estas mujeres como objetos de supremo valor.
No las aman de por \ida: escenifican las mismas condiciones varias
\•eces. con las mismas caracter.sticas en las que un objeto de amor
se suslituve a orro v se llega a la formación de una larga serie. Tan-
to las condiciones de amoi como su conducta provienen de la ·cons-
telación materna- y se remontan a la fijación infantil con la madre.
84
Freud subraya que este rasgo sobreestirnador. que comierte a es-
tas mujeres en únicas, también proviene del vinculo con la madre. To-
dos los objetos de amor serán en principio subrogados de la misma.
De algunos hombres se nos dice: ·cuando arrian no desean y cuan-
do desean no aman". Si algún rasgo del objeto elegido les recuerda el obje-
to. inc.es.tu.aso... so.br.e.viene. la.impo.tenc:ia y para. pr:o.tegerse. de.. es ta per-
turbación se vale de un recurso: la degradación psíquica de un objeto
deria con su educada esposa. Es más. en relación a los hombres nos dice
que podrán ser realmente libres o tener una vida sexual plena quienes
hayan superado el respeto a la mujer y hayan admitido suficientemen-
te la representación del incesto con la madre o con la hennana.
En relación a las mujeres. sostiene que es muy raro que degraden
ai objeto se.\.-ual. Tampoco se produce en ellas la sobreestlrnación se.\:ual
caracterislica del varón. Freud plantea que la condición de lo prohibi-
do P§!ª ella. seria equip~co~ !.?-.Ji~g!::~dación para~éL Sin esta pro-
hibición. nos dfrá:-sé muestra muchas veces frigida. Frigidez que se
enlazará con alguna figura muy idealizada. la de su padre o herm a no.
Ya en 1912 se nos planlea Ja pregunta ¿por qué es tan diversa la
relación del amante con su objeto se.wal?. e inclusive se nos propone
que hay algo que en la pulsión sexual humana hace que el logro de la
satisfacción no sea posible. Situando al objeto siempre como perdido.
Las vias que atañen al goce y al amor. nos van llevando por lineas
divergentes:
Si un sujeto está muy fijado a obtener el goce del Otro. ahí sobre-
·:endra la tan memada imootencia. En tanto no se reaiice nara el la .
degradación en relación a ~n ideal. no puede gozar. A esta ~ujer ta.J.1
u.nhelada no podrá aITancarle un pedazo. la rebanada de sa1..11ón. co-
:no a la bella carnicera.
Freud cuando intenta hacer su orimera aorox:imación 3.l tema de
ia angustia nos habla del coitus int~ptus. ·cuando el SUJern puede
liegaia una eyaculación. pero es al e..x"te.rior. y la angustia seria provo-
cada por ei hecho de -1a puesra fuera de juego del aparato. del insUlJ-
;nento de goce-. dirá Lacan.
85
 Lacan propone que estos transtomos son efecto de una estructu-
ra fundamental e irreductible. · (no poder) .
En e..?te_Seminario, se_plantea qg-a cuestión oue también podria
E!Q2Sl~rse.como_de es.tructura: el Otro tiende a presentarse como
aquel~me. g1:!_i~re..como. objeto.• al, modo de la rnantis religiosa,Jan-
ª?
to ,p__ara el hombre ~?rn~ ~a:a .~_ 1!1_l_lJer.-de-ahí que nos interese @.<U
es la __~g~~-ti~.P.?I"ª ~~y cuál para __ ¿de qué goZ?- e]Jc;,_será acaso Jo
rñisl:p9__con lo que goia:él?Téñ- relación al amor ¿se posicionarán de
i@al.. modo?_ - · · ---- --
En Introducción al narcisismo 2 f~e!W plantea que habría dos tipos
de ~c:ción~ck.Qbj_~to__a_los que se podría responder: .narcisista º-22!:.
apuntalamiento.
....fü..~-~-~U~~r_aQ.1,1Júalaq1_i~t.Q..sería característico del hombre, que
sobreestima sexualmente a la mujer. Esta sobreestirnación. viene del
narcisismo originario del niño. y así lo transfiere sobre su objeto de
amor.
Las mujeres. en cambio. dirá. en panicular cuando son hermo-
sas. establecen una complacencia consigo mismas. "'Tales mujeres se
aman en rigor a sí mismas con igual intensidad al hombre· que las
ama". Ellas necesitan ser amadas y se ligarán con el hombre que las
ame. Si bien hay mujeres que aman según el modelo masculino. ·~A..un
para las mujeres narcisistas las que permanecen frias ante los hom-
bres. hay un camino que lleva al pleno amor de objeto. En el hijo que
dan a luz se les enfrenta una parte de su cuerpo propio como un obje-
to extraño. al que ahora pueden brindar desde el narcisismo el pleno
amor de objeto".3
E_odriamos propon?" en este punto lo siguiente: si la relación entre
los panenaires avanza es porque el hombre degradó lo suficiente. para
abordar a esa mujer y la mujer soportó allí el lugar de objeto a. causa
· .de su deseo.
Si la castración del Otro se ha.ce insoponable para el hombre. lo
más probable es que aparezca la impotencia o la eyaculación precoz.
tendremos a un sujeto que se sustrae a un !!<>Ce. v conviene a la detu-
mescencia. en algo así corno una función de prÓtección: transforma
86
un mal temido (enfrentarse con la castración-del Otro) en un mal menor
En el ser humano el fajo será significativo por su posibilidad de ser
objeto caído más que por supresencia.
~_illis, en cambio, nu..nec6itan degradar. ~!las ta_¿nbién aQ!Jn-
tg.n_al_falo, pero en tanto es más...al.l.á_del_falo, que e_lla_ pu~d-~S'._nc;_911t.rcg"
otra. cosa. ot.r..9_gQCe. aquel que en Encore es nombrado como goce suple-
meñt~iio . En el seminario de la angustia. se nos dice que gozan más:
~Las mujeres en el dominio del goce son algo así como superiores".•
Del mismo modo que estarían menos interesadas por el deseo que el
hombre.
La.can nos recuerda a Tiresias . el famoso \idente de Tebas. aquel
que fue siete años mujer. Paseando un día por el monte Cileno. el joven
Tiresias vió a dos serpientes copulando: hay versiones distintas de lo
que hizo. una dice que las golpeó. otra que mató a la hembra. Sea lo
que fuere . como resultado de su intervención quedó convertido en mu-
jer. Siete años más tarde. paseando por el mismo lu gar volvió a \·er a
dos serpientes acopladas. e inte11ino del mismo modo. asi recuperó
su sexo primitivo. Su desdichada aventura lo había hecho célebre . ü n
dia que Zeus y Hera discutian acerca de quién gozaba más. el hombre
o la mujer. se les ocurrió consultar a Tiresias que era el que había he- .
cho la doble experiencia. Sin vacilar, Tiresias les responde que si el
goce del amor se componía. de-diez partes. la mujer se quedaba con
nueve panes y el hombre con una sola. Esta respuesta encolerizó a
Hera. quién vió develado el secreto de su se.xo y privó a Tiresias de la
\ista. Zeus como compensación le dió e.l don de la videncia. 5
Podríamos oiantear entonces ai~unos interrogantes: como rn diii- .
:nos. se dice o~e ellas gozan más: cil-culan, de acÜerdo a las esrructu-
!"as element.ai~·de parémescó: oonanJQy_Üy_~~ pr~eman_ b.Ej_Q. el _m_o-
do de la mascarada...\hora bien: ¿será oue gozan sólo de eso. de oire-
cersec0mo·o-bietos? Lacan resoonde con· una-trasecóñrundeme: -El
masoq_aj_?.IpO i~memD.::o-es_@ fanl4_~1Jla m~_cy.iin9" . -
De hecho. los casos de masoquismo planteados por Ueuct ~eiie­
ren. ?Jan..rac:iac: rna.sculí.!JJls.: Ser castrado. ser poseído serualrneme o
parir. Freud dice: · por eso. le he dado a esa íonna de maniiesración
S7
del masoquismo el nombre de femenino aunque muchos de sus ele-
mentos apunten a la vida i.n.íantil". 5 El verdadero masoquista es aouel
que ofrece su mejilla cada vez que se presenta la oportunidad de r~ci-
bir una cachetada. ·
Que la mujer se ofrezca como objeto a. al_deseo de un· hambre no
implica que ella_g~e_allí. ª_cjif~~D:Q?.. delmascquista q.ue,goza.J::i~­
pando ese lugar.sJ.~_QQj_eto par:a_eLOtro. id~!1~fi_cad_o_~Q!J1PlS!_tam_enr.uJ
~ha. La muJer soporta ese lugar ya que si avanza tiene la chance
de acced~~--9.t!::() goce, más ~lá__Q_eJ gor;:eJaj_i50. En la tercera Lacan
nos dice: "que en ocasiones la mujer sea el objeto a del hombre, no si!!-
nilica para nada que sea de su gusto-. 7 - to el objeto no es ftjo. dependerá también del campo del Orro. enton-
Si ella ocupa ese lugar. posiblemente. y desde va no en todos los ca-
sos_. podrá a\·~~ar más allá de lo propuesto por Freud. en lo que seria
el fmal de ~nans1s. la roca vwa. para una mujer: "el penis neid". Un
IDUJer podra_entonces. tener la chance de ser algo más que alguien que
se pasa la vida anhelando tener un pene. Este seria el avance de La-
can. que se podrá leer con más claridad en Encore. Pero es importan-
te ver como C'Offilenza a gestarse en el Seminario de la Angustia.
_ Plantear que el deseo es falta. implica presentificarque no hav ob-
jeto del cual el deseo_ se satisfa_ga. aun cuando haya objetos que son-cau-
sa de deseo. La mujer tratará entonces de hacer desear a al<1uien. un
objeto, del cual no tiene necesidad. Ella se tienta tentando al::.Otro · del
mismo modo que Eva tienta a Adán en el paraíso con una man~a
con un objeto cualquiera. por más superfluo que parezca. "Será al de~
seo del Otro como tal a lo que está enfrentada". ¿Será acaso ésto lÓ an-
gustiante p~ ella? Si dijimos que-la angustia es ante el deseo del Otro.
ame el ¿que me quiere?. parece que \'amos bien orientados si trala-
mos de averiguar de .qué se u-ata su angustia. Si bien lo que a ella !e
1meresa ~s el deseo ael Otro. en algún punto se le torna angustiame.
Ser el ob3eto en el centro de un deseo. será lo aue <1enere la an<1us-
tia de ella. · ::. ::>
Y ¿cuál será la anguslia para el hombre cuando aborda a una mujer?
. __ Lacan nos dice: en él "el deseo no hace más que recubrir la ane:us-
ua 5 y esa angustia es casi condición de su goce. ~ ¿Qué hará ella con su vacio? De acuerdo con lo que haga tier1e ia
88
En el juego amoroso el hombre va a la búsqueda de ese objeto. que
ella encama. pero si el objeto se presentifica alú. hay angusua, a él se
hará presente que está dividido.
Que haya angustia cuando el objeto se presentifica. implica varias
cuestiones:
Que algo tiene que caer: para que haya goce tiene que haber detu-
mescencia.
Que el hombre va a buscar el objeto en el campo del Otro . y en tan-
ces nuevamente nos encontraríamos con el ¿qué me quiere?. momen-
to angustiante para él. y para ella.
Por último. para él. ¿perder el instrumento impli~ará perder el ser?
La angustia en el hombre. nos dice Lacan. es: "La posibilidad de no
poder". La detumescencia presentifica la función del resto. Nos recuer-
da que el objeto cae del sujeto esenciaimente en su relación con el de-
seo ... El falo es más significmi\·o por su caída. por su posibilidad de ser
objeto caído. que por su presencia y esto es lo que designa ia posibili-
dad del lugar de la castración en la historia del deseo-. "Es en r.anto ella
quiere mi goce, es decir gozar de mí. que la mujer suscita mi angustia ...
Es en la medida que se trata de goce. en que es mi ser lo que ella quie-
re. que la mujer no puede alcanzarlo sino castrándome-. 9
No es la propia castración Ja que angustia al neurótico. lo realmeme
insoporrable es la castración del Otro_ Si un hombre avanza en el consu-
mo de esos pedazos. se presentilka que al cuerpo del Otro le íalr.a aigo.
Los hombres sólo quieren -eso- dicen algunas mujeres. y eilas quie-
:-en su ser. dicen los hombres. tenerio todo. a éL lr a ia búsqueda dei
objeto confiesa una posición fálica. ?ero en tamo quiero al Ótro. sólo
encuentro un peáazo.
Lacan nos propone que ella es tejedora y él alfarero .
chance de situarse de distintos modos.
89
 El será ceramista y estará más ligado al deseo; ella tejedora, y más
ligada al goce. La· mujer se presenta con la apariencia del vaso y esto
es lo que engaña al partenaire. Se nos habla de las vasijas y leemos,
que se hablará de las mujeres ¿y por qué lo engañará al presentarse
con la apariencia del vaso? En tanto él va a ir en su busca imaginan-
do que ese vaso puede tener el obieto de su deseo. Pero siempre entre
Io que se busca y-lo que se encuentra hay una distancia.
Si bien él va a buscar algo, se trata de que no hay nada que encon-
trar. Al igual que el alfarero que crea una vasija. en cuyo interior hay
un vacío. el hombre deberá recrear ese vacío. El construve el cántaro
pero lo más importante es e~ vacío que yace dentro del ccintaro.
¿Ella será tejedora sólo para cubrir la ausencia de pene? No lo pro-
ponemos de este modo, esto seria dejar todo en la dimensión fálica.
Isidoro Vegh propone -que ella es tejedora para cubrir otra diferencia.
entre un goce que ofrece, y otro que lo excede". "Lo e..'{cede a este goce
que ofrece, no es un goce fálico, también lo excede a él. El nunca lo
alcanza". 10
En el reino del hom~re. primará la impostura. En el de la mujer.
el disfi:_?Z,. - - --
Lacan subraya que mientras ella se manifiesta poco preocupada
por su equivocación, él sí habria de tener en cuenta la equivocación
de su deseo, ya que su capacidad es evaluar.
. El dejar que se vea. para la mujer. es dejar ver lo que hay. en tan-
to hav una falta. ésto es lo que cubre la mascarada o el disfraz. si no
hay gran cosa para mostrar. es angustiante. pero siempre es lo que
hav. En cambio para el hombre es dejar ver lo que no hay. De ahí se
fuñdaria su impostura. En relación a la mascarada o al disfraz. Lacan
cita un trabajo de Joan Ri\'iere. donde despliega el tema del complejo
de masculinidad. haciendo un relato muy detallado de una paciente.
La misma tiene una carrera profesional muy exitosa. le va muy bien con
su esposo y desempeña muy bien las tareas de su casa. No obstante
padece de un sin roma. Ella debe hablar en público por razones de tra-
bajo. y la noche que sigue a sus conferencias. que suelen ser muy e..'Ci-
tosas. se arui:ustia. teme haber hecho el ridículo. v siente emonces la
necesidad compulsiva de tranquilizarse, ne.cesidad que también se
90
expresa en sus provocaciones se..wales a loºs hombres. una vez finali-
zadas las conferencias.
Joan Riviere interpreta el sin toma así: Una vez rnosrrado ·en públi-
co, su brillo intelectual que representaría un éxito. actuaria bajo el rno~
do.de..una exhibición. tendieme·amostrarqueella poseeria el pene del
padre. Luego la invadía un miedo horrible a que el padre la castrara.
Se ofrecía a los hombres para aplacar la represalia. La paciente se pon-
dria la máscara de la inocencia asegurándose la impunidad. Esta posi-
ción de ir a la búsqueda. de ser cortejada. es para la autora una coar-
tada para suavizar la represalia temida. Joan Riviere. presenta como
hipótesis que la mascarada es constitutiva para la mujer.
¿Y si propusiéramos otra cosa? Ella se cubre no porque reniegue
de la castración. Podríamos pensar. a diferencia de J. Riviere. que es-
ta mascarada tiene un valor positivo. algo que atrae la rniraáa del hom-
bre. porque ella puede estar dispuesta para el juego amoroso.
La mujer no sólo cubre un vacío. el de la falla de pene. ese cubri-
miento también implica crear un borde necesario. que le permita pre·
semificar el objeto para su panenaire. Con este cubrimiento indicarja
que algo le falta. Oculta lo que tiene de fálico y a la vez devela su falta.
En tanto se presema como alguien a quien le falta algo. una mujer con- . .
voca a un hombre a que acuda al lugar de su falta. Que haya disfraz o .
mascarada. quitarla el tono angustian te, no se trata ya del horror que
provoca la falta; la cabeza de medusa.
Para la paciente de Joan Riviere. la angustia se presemifica como
para cualquier otra mujer. delante del deseo del Otro. Ella en relación
al falo es no toda. deberá hacer de un objeto anatómico. un objeto
c2usa de deseo. para eso se seni,¡,_ del disfraz.
Y la impostura ¿qué será? Lacan. la an:icuia con el rruto del Don
.Juan. "El Don Juan es un fantasma femenino-. ~ 1 nos áice: -Don Juan
es aquel que en su impostura radical. lo tiene siempre. no puede per-
derlo. o·e este modo les asegurarla a las mujeres que hay un hombre que
no io pierde en ningún caso-. En principio. podriamos punruar que la
compleja relación del hombre con su objeto está borrada para éL El no
e\"alúa. Je vienen bien rodas. pero al precio de una impostura radirat
siempre está en el lugar de otro. Es el objew absoluto. nunca cae.
91
 · Ú~~:n'o ~inos di~e' q{ie~i'DonJuan inspire deseo, si bi.en se des-
liza en la cama de las mujeres. El se encuentra cumpliendo cierta función ..
El Don Juan no es un personaje angustiante para ella, ya que ella en par-
ticular, no es el objeto en el centro de su deseo. A.él le viene bien cualquie-
ra, puede con tocias. a diferencia de otros hombres, cuya angustia es la
posibilidad de no poder. y a los cuales no todas le vienen bien, mejor di-
cho no cualquiera!. Pero ¿p.or.qué.eLDon.Juan.ser:ía.un.s.ueñ.o femenina?
La.can dice es el anhelo en la mujer. de una imagen que juega su función,
hay un hombre que lo tiene. él lo tiene siempre y no puede perderlo. Ningu-
na mujer puede tomárselo. esto es lo esencial. esto es lo que tiene de
común con la mujer. a ella no se le puede tomar. porque no lo tiene.
En Encore Ll!can propone que el ser se:-.LJado exige el una por una.
Y nuevamente habla del Don Juan: lo esencial en el mito del Don Juan
es que las posee una por una. -desde el momento en que hay nombres.
se puede hacer una lista de las mujeres y contarlas. eso es muy dis-
tinto al uno de la fusión universal. si la mujer no fuese no toda. nada
de esto se sostendría-. El una por una podria plantearse en tanto nin-
guna es toda. siempre hay un resto de goce no alcanzado.
En RSI vuelve a la famosa pregunta freudia.1a acerca de ¿qµ_t_~
una mujer? Para respondemos que una mujer en la Vida de un hom-
·bre es-álgo en lo que él cree. El cree que las mujeres pueden decir al-
go_ "Uno cree lo que ella dice. Eso es lo que se llama el amor". 13
En tal caso él se.garantizará algo al creerle a ella: la compañía. no
está más solo.
La.can nos propuso articular la angustia con el goce y por algún
azar llegamos al amor. ..
No disponemos hoy de tiempo para ocupamos de esto. Simplemente.
quisiera dejar planteado lo siguiente: el amor es ni ser. ni tener. Ella
daráalli lo que no tiene. porque no úene el falo. a alguien que no lo es.
Partirnos de este gráfico:
A s Goce·
a /... Angustia
s Deseo
. ·. 92 ·. .
Así ácÜden los neuróticos a nuestra consulta. Si un análisis avan-
za en el mejor de los casos obtendremos lo si~uien_te:
A S
$. ;..
a
Un sujeto barrado en relación a un objeto que lo causa.
Entonces. al final del análisis, los sujetos ¿no se angustiarán más?
Por supuesto que no es así ... seguramente se podrá acudir nuevamen-
te a ser el objeto para el Otro. pero con una diferencia. ya no se tendrá
la fijeza que caracterizaba el primer tiempo. habrá cierta flexibilidad que
!e permitirá al sujeto pasar de un cociente al otro. Podrá ofrecerse co·
íiiO objeto. para el goce de su partenaire. sin temer quedar arrapado allí:
podrá ofrecerse. pero también salir de esa posición.
Un sujeto podrá prestarse. a ser objeto del Otro.· sin pensar que
por eso va a perder su deseo. Advertido del goce que el Otro le propo-
ne. el hombre buscará en los objetos de amor aquello que perdió irre·
i11ediablememe. La renuncia al goce permitirá cierta articulación con
el deseo.
Que yo recuerde, La.can da pocas indicaciones. una de ellas es dosi-
ficar la angustia, ésto será una tarea para poder avanzar de ese tiem-
po medio para que un sujeto no ceda en su deseo. Nuestra propu,e sta
para este Seminario es avanzar hasta donde podamos. pru.a. desplegar
esrn.
¡Nada más por hoy!
Cws bi.bliográjicas
??.=:'..."D. Sigr::uné. ·Soore un 1:po panicula.r de eieccibn de objeto en ei r.ombre -
;: 9 i 01 · Edito:-.al Amorronu ·lomo :>;• XL
·Sobre la mri.s generolízruia degro.dación de la L'ida amorosa· !1912l · =:éitonai
:\rnorronu ·Tomo ;\!XL
;:-~¡__-:U. Sigmunci -1rurodw:cibn al narctsismo · 1191.;¡ - Editorial .-'>w.ol70 nu · 1 o-
. :no N9 :-cr·v .....
3 FREUD. Sigmund. Op. Citada. La angustia por eL camino-de Proust
L.\CAl"i. Jacques. Seminario N2 X "La.Angusiia" - Versión traducida en la Escuela
:reudiana de Buenos Aires. CARLOS HORACIO BD1BIBRE
J GRIMAL. Pierre. "Diccionruio de Mitología Griega y Romana· - Editorial Paidós.

0 ' rREüD'. Sigmund. "E!'problema económica del masoquismo" ( 1924) - Editorial

.~orronu. Tomo W XL'(. "Pero cuando. como a mi me sucedía. !la am!ustial entra
ames de que el amor haya hecho su aparicióñ en nuestra
L.\C•.\.i"li. Jacques. De '"fncemenciones y rexros" ·Editorial Manantial. \ida. ílota esperándolo. vaga y libre. sin afectación determi·
nada. a! serYicio un día de un sentimiemo. al otro día de otro:
r...:\C•.\.i"i. Jacques. Seminario N2 X "La Angusna • . tamo aJ de la ternura filial como al de ia amisw.d '."lacia un
camarada'"
L..\C •.i,.,'i. Jacques. Seminario N~ X ·La..-\nguscia·.

'.::'.GH. Isidoro! Seminario "La Femirieidad'" ( 19891 - Editado por la Escuela Freu-
;'.;ar:a de Buenos Aires. Cuando en el Seminario X Lacan comienza a investigar la íunción
"deseo del analisi:a" y lo hace a través de Jos testimonios clinicos de
L.\C.-\!'1. Jacques. Seminario N~ X '"LaAnguscia'". mujeres analistas. no vacila en calificar los textos que Lucy Tower pro-
duce de su practica clínica en términos de "historias de amor·.
!...\C..i,.,"li, Jacques. Seminario N~ XX Encare - Editorial Paidós.

:...-\C..\..'11. Jacques. Seminario RSJ .. Traducción de R Rodri!_!uez Ponte. para circu-
2ción de la Escueia F'reudiana de Buenos Aires.
Lo sorprendente no es tanto Ja nominación que hace de esas curas.
sino Ja sólida coherencia lógica que mantiene a lo largo de su obra. en
especial con el Seminario \11ll -"La Transferencia·- donde el amor se
plantea corno condición de posibilidad de la entrada en análisis. al
tiempo que bajo la continua invocación socrática se perfüa con preci-
sión la estrategia del analista en su estricta articulación con la posi-
ción fernenina en ei amor.

Siendo -el amor un tema capital en el Psicoanálisis -toda vez aue

la misma práctica clínica. la misma puesta en juego de la rransferén-
c:J. nlamea su problemática- si en tanto analistas nos atañe. es nor-
c:.ie. en cada uña de las curas Que conducimos estamos comnromet:i-
dos. implicados en una historia de amor. y no para sellar esa histo:ia.
sino para desmontarla .

.-\...'1te el tema del amor. no se trata de ·convocar a los demonios del

..i.xemo para lue!!o desnedirios sin más trámite" como nos recuerda ei
apólogo-Íreuciiaño. LaS pruebas d~i destino de esos dos prot.agonisI.aS
de la gran historia de amor inaugural del psicoanálisis -me refiero al
~=-- 3reuer y Ben.ha Pappenhein1- son más que suficientes. La c1.Lra.
?Or ei amor siempre esru\'o condenada a un ine\itable fraca...~.
·~
95
 Llegado este punto. ¿qué decir sobre el amor? ¿Qué estatuto tie-
ne para el psicoanálisis? ¿Cómo pensar esta temática que de plano
nos concierne?
No puedo dejar de evocar una definición posible que enuncia La.-
can en 1957 en "La Instancia de la Letra en el Inconsciente' y no por
casualidad para dar cuenta de la chispapoéti.caque.eljuego desusti-·
lución significante produce en la metáfora.
"El amor es un guijarro que serie al sol".
Risa gozosa. estúpidamente feliz frente a una quemadura que nos
abraza y nos petrifica ante la wn.ieme del deseo. Y a pesar de ésto.
acerca del amor se predica. se lo juzga. se lo reclama verdadero.
"El amor es algo de lo que se habla y no es más que eso: los poetas
siempre lo han sabido", plantea Julia Krtsteva en su texto "Historias
de Amor· coincidente con el Seminario de La Angustia. donde La.can
promueve el amor a la categoria de un hecho cuitural. No sólo retoma
la frase de La Rochefoucauld: ·cuántas personas nunca habrían ama-
do si no hubieran oído hablar de él" , sino que añade: ·No seria cues-
tión de amor si no existiera la cultura=.
Cultura homologa ble al campo del lenguaje en el que la función de
la palabra desencadena el amor. desde el mismo momento en que no
es desarticulable dt: la dimensión de la deman$.: demanda siempre
de amor. demanda que ~n su direccionalidad posiciona al Sujeto y al
Otro. demanda que en su mismo estatuto ex:i!!e su rehusamiemo.
demanda que hasta en la e.xorbitancia que adquiere en el discurso
amoroso reclama su no satisiacción.
Pedir Ja luna o las esrreilas. Ue\'a al limite la imnosibilidad de
respuesta. en tamo no se posee ni ia luna ni las esuellas ... y sin
embargo ... precisamente por eso. no áeja de ser una demanda de
enamorado.
Evoco la metáfora del ·muro· que introduce Lacan en el -Discurso
de Roma· en 1953 wmando 1.L."1 poema de Amoine Tudal y que modifi-
ca ligerameme en ·Et Saber del Analista-:
96
Entre el hombre y la mujer_
hav el amor
Entre el hombre y el amor .
hay un mundo .
Entre el hombre y el mundo
hay un muro
Un ·muro" que evoca una barrera inÍranqu~able . que se le,·-ama en
la relación amorosa. barrera que colma el amor en esa rela~~ón se..\.ual
oue no hav. Amor en su función de suplencia de la n? re~ac1on sexual:
.-\mor que- en la lengua francesa ("l'amour") Lacan aesliza en su casi
homofonia al l'(a) mur: muro precedido por la causa del deseo. vesu-
duras oraficadas por la puesta entre paréntesis que tiene como nucleo
b •
:il objeto ·a·.
"Dos Historias de Amor· llamó La.can a los testimonios clínicos de
Lucy Tower. ¿Qué clase de amor es el que produce historias?
Recurro aquí a un autor de peso en materia de abordaje del ·amor-_
como es Denis de Rougemont. quien en su texto "El Amor y O~c1deme
oara situar el luoar del amor en la producción literaria, nos ruce. as1:
• b . .
"El amor feliz no tiene historia. Sólo el amor mortal es novelesco:
es decir. el amor amenazado y condenado por la pro?ia vid.a. Lo qu~ e.xal-
ta el lirismo occidental no es el placer de los senndos- m_ la ~az 1ecun-
da de Ja pareja. Es menos el amor colmado que la pas10n _ce amor. Y
pasión significa sufrimiento. Tal es el hecho fundamental.
Añade luego:
-En ·pasión· ya no vemos ·10 que sufre· sino ·10 q~e es apa.:íonante'.
y sin embargo. la pasión significa. de hecho. una aesgrao.a.
En base a esto. es mi irltención recorrer el "phátos" que en su rras-
Dié lleva a que un amor se haga historia. y no coi:icernieme a lo q_1:1e se
entiende en un sentido esuicto COIDO historial clínico. SlilO a la cllruca
que la literatura nos propone.
De la Yaste<lad de la obra de uno de mis escritores favon~?s._ Mar~
cei ProusL de esa monumemal obra "En Busca del Tiempo Perdido haré
97
 :. el r~~orte de una historia de amor que ~parece, a primera vista. como
una especie de injerto, como un desvío en la secuencia del protaaonis-
ta de la _novela y que' s~ embargo, tiene una función capital. ::.
. - Me r~fl~r;·~-¡~~~t~rtade amor de Swann y Odette. que dió titulo
a la segunda parte del.primer tomo. traducid.o. a nuestra lenaua como
~Por el Camino de Swann· y que está inserto bajo el nomb;e de "Un
Amor de Swa~n·. Unico tramo de Ja obra escrito en tercera persona, con-
trastando as1 con el estilo del extenso testimonio biográfico del narra-
dor y que incluso se inserta haciendo un salto retroactivo en el tiem-
po. situándose antes del nacimiento del protagonista.
Sin embargo. la rel~ción que se establece entre Swann v Marce! -
e~ n~ador- es estrecha: tanto que sólo aprés-coup se peicibe que la
histon~ de amor de Swann anticipa como el punto fijo de una espiral
el d_estmo amoroso del protagonista. Y ese punto fijo de la cunra que
sera bordeado por las distintas historias de amor que se suscitan es pre-
cisamente la angustia.
Swann es introducido tempranamente en el relato del narrador.
bajo una forma apenas delineada. en el testimonio de una crisis de
angustia infantil de Marcel. Angustia enmarcada en la posibilidad de
que la madre, ocupada en atender la visita de Swann. no concurriera
a darle el beso de las buenas noches.
"Como lo supe ruás tarde. una angustia semejante fue el tonnen-
to d~ largos años de su vida. tanto que tal vez nadie mejor que él habría
podido comprenderme: esa angustia que se sieme cuando el ser que
se ama está en un lugar de placer donde uno no puede estar. donde.no
se lo puede ir a buscar. a él se la enseñó e! amor. -
¿Qué intenta rrárisrrutir Marce! en esa articulación entre ane:ustia
y amor? ¿Son an:iculab!es? De ser así. ¿en qué punto? - ; Qué sabemos de Swann? Si bien gustaba desenYoiYerse e:i l_os
~iendo I~ angu:ua la_ única traducción subjetiva dei objero ·a·.
¿cuál es la dimens1on y encacia del -a- en el amor?
· Un acercamiemo posible. casi en sesgo. en tamo roma el otro polo
de la disyunción amor-deseo: aparece en la clase del 9 í l í63 del Se-
minario X
98
Cuando La.can trabaja las degradaciones de_ la vida eródca: ~e pre-
11unra dónde si tu ar ese -color". ese brillo que nace que un OOJeto _se
~orne apetecible. deseable. Pues bie'.1. ~ nivel del i .· (a). la_ ~agen \:ir-
cual de la imagen real del esquema opuco: en el m~smo n:\·el de sena!
que también puede ser de angustia. Es en ese m1sm.o ruvel. que_ la~
\'estidurasnarcisísticas del objeto causa del deseo. pueoencaer.. hac.1en
do presente en ese espacio vacío del -cp. el objeto ~a·. ·
Aun sin responder plenamente a la pregunta. al menos s~ruada
tópicameme Ja profunda raigambre narc1s1sta del amor e:i su 01men-
siÓn imaginaria. vayamos al encuentro de Swann. El esulo ~rousua­
no va dejando alguna que otra pincelada. a~enas lo bosqueja .• lasta que
finalmente Jo muestra en roda su dimens1on en el relato de esta histo-
ria ele amor.
Swann nos es presentado como un joven judío. u_n estudioso_de ar-
te de Ja see:unda mirad del siglo pasado. un des~acado colecc1orusta ~e
cuadros. Un hombre culto y refinado. asiduo írecuenrador de lo mas
exauisiio de Ja aristocracia. la nobleza y el mundillo imelecru~l pan-
"JnO. Deambulador del Jet-set europeo. tanto se codeab.a ~on e_1Pres1-
deme de la República como con el Príncipe de Gales. Un nomore en-
camador. sumamente codiciado por las mujeres de la nobleza.
La escena transcurre a finales del siglo pasado, en una Frai:cia
enmarcada en esferas de la alta burguesía que mira con desden Y
encandilarniento a la aristocracia. En esa aanósfera. eran tiempos en
aue la vida social rranscurria de salón en salón. donde las gemes se reu-
~an simnlernente para hablar. para encuadrarse en los imper_anvo_s
de la moda. para de_iar transcurrir ios días en una especie de langu1-
c:i \-adormecedor<! ~-ri,·olid2d .
~asv;erinados ambientes. sus gusws eróticos pasaban p~r ~rro 1aao:
una obrera. alguna criada o la hija de un cocinero. Cu3;J1GO :::i.í\~ se
:.acia dar cartas de presentación y hacerse imitar a 1as ·.-e1a?as ~e
J.lQuna i"amiiia imponante. más de uno ad\'ertia que en ~e ?~ido ce
cone_\ión apuntaba a aigur1a doncella de cámara que esa 1a.mwa terua.
¿Quién e:a Odette de Crecy? ProusL con su estilo. ''ª éando pisras:
salpicando descripciones con algún que orro rumor. rumor que no ter-
99
 mina de plasmar al personaje y lo deja velado en un clima de éiugmas.
No obstante. los rumores la van presentado como una "demi-mondai-
~~·· u~a ·r:i~teni~a·, u~ "cocorte". Inc_luso vagas referencias ~al­
i:,un episodio ~uve.nil en Niza, en los prostibulos más costosos y hasta
supuestos ep1sod10s que la vinculaban a la homosexualidad femenina. ·
· · Rumores que recoman. Par.is. rumores. que. en. tiemp.o inicial del
'.3-IIlºr se _borraron decididamente para Swann, para retornar luego ba-
JO los mas atormentadores celos.
Avancemos en el tiempo inicial de este amor. Tiempos de una ama-
ble indiferencia.
. Oderte es presentada a Swann diciéndosele que es una mujer difí-
cil. pero de la que se pueden conseguir favores. A S\vann no Je resul-
ta agradable. Si bien admitía que no era fea, no tenia para él encamo
alguno._ Hasta Sw~ registraba en ella una especie de belleza que le
produc1a una repuls10n fis1ca. En especial. unos ojos demasiado gran-
des, a su gusto. que le daban una expresión de malhumor.
¿Quién i.W&.i_ª-.~l juego amoro_s_g_7 ¿Quién inicia el abordaje? No es
Swann. sino Odene. Después de ese encuentro, ella le manda una
esquela donde le pide que él le muesrre su colección de cuadros.
A instancias de ella se producen varias visitas en las que a Swann
le resulta indiferen~e. Nos dice Swann:
"Lamenta~a. mie~tras ella charlaba. que la gran belleza que tenia
no fuera del genero ae la que espontáneamente habria preferido".
. Un nue\·~ 1abor?aje: ella Jo im'.ta a tomar el té a su casa. cosa que
el rechaza. aJe¡ganao esr:a.r ocupaao en sus trabajos.
Oderte ins~ste: -yo nunca tengo nada que hacer. Siemore esW\' li-
bre y para usted lo e~taré siempre. No importa la hora dei día 0 cíe Ja
noch: en que le pueaa resuir:ar cómodo \'erme: há~ame buscar v seré
muy reliz de concunir. ¿Lo hará ustedr - -
:' .Y por sin? le qu~. claro a Swann de qué se traraba. agre~ó: -y0 .
lo uruco que ousco y dana mi \ida. es por encontrar un amor-~ · ·•· . :lnte no sabe qué !e falta y él como deseado no sabe qué tiene: por oau
100
Dado que él nada dice al respecto, lo invita a integrarse a un grupo .
de amigos que se reúnen cotidianamente en !~casa de la fa.milla Ver-
d urin. Le dice: -Figúrese si nos encontráramos allí y pudiera yo pen-
sar que Ud. iba a esa casa un poco por mL"
Swann asiste infaltablemente a esas reuniones. sobre todo picado
·por encontrar un ambiente de. menor nivel que el suyo. Por lo demás .
la situación se man tenia estable. Odette· desplegando infructuosamen-
te todas las estrategias de la seducción y Swann indiferente.
Un pequeño paréntesis que permita situamos en los tiempos ini- ·
ciales de este amor. En materia de las relaciones eróticas entre Jos par-
lantes. la cosa se juega no sin trastocamientos. No siempre el macho
de la especie se posiciona cOJ;no caballero. De hecho. el abordaje lo hace
Odette y Swann. a lo sumo. se.deja conejar.
Y no se trata de que Swann haya sido tan idiota como para no intuir
qué se jugaba alli. ni mucho menos que no supiera qué hacer ante una
mujer. Es aquí la dama quien lo aborda. quien insiste. quien lo busca.
::l. enfrascado en sus cuadros.
Cuando Odette se iba. Swann sonreía al recordar que ella le decía
qué largo iba a ser el tiempo hasta que pudiera \'erlo nuevamente. Son-
risa que delata un cierto lugar de goce al proponerse como objeto ama-
ble ante Odette. ante esos ojos grandes. casi repulsivos. que lo miran
esperando una señal. que lo miran como un cuadro.
En este primer tiempo de esta historia de amor. queda en claro la
puesta en juego de una partición subjetiva fundamental y fund arne
del amor. Posición del ·erastés". el amante en Odette. y dei lado de
Swann. posición del ·eromenós-. el amado.
Posición del -erastés-: encamada en Odette. precisamente carac-
terizada oor lo aue le falta. en tanto lo aborda como deseante. En Sv.cmn.
en tanro.·eromenós·. simado como aquel que no sabe io que tiene que
io torna apetecible.
Discordancia de dos términos que constituyen en su esencia un
doble movimiento: por un lado una "in-ciencia- en tanto ella como dese-
101
lado una no coincidencia. dado que debemos sostener la pregunta: ¿lo
que busca ella. sin saber lo que le falta. es de la misma naturaleza de
lo que él tiene. sin saber que lo tiene? ¿Qué busca ella? Por lo pronto.
tomando a la letra el historial, ser amada: "daría mi vida por encontrar
un amor·.
Y bien, esta hisrnría: de amor avanza, y si avanza es por un e:iro
radical que se produjo. giro que implica un colapsarniento de la p'ósi-
ción de amable indiferencia, del quietismo de Swann. ubicable en el
registro del impedimento en su posición ante el amor, y que inaugura
el segundo tiempo.
Después de tanta insistencia. Swann acude a visitarla a su casa.
En esa visita aparecen dos elementos que quiero rescatar. por la impor-
tancia que tendran después.
El primer elemento está centrado en las flores favoritas de Odette:
las catleyas . variedad de orquídeas. que adornaban los jarrones de la
casa y que ella le muestra a él. Comenta Odette: ·uenen el gran méri-
to de no parecerse a las flores . sino de ser de seda. de satén. como
recortadas del forro de mi abrigo. -
El segundo elemento que rescato, en medio de toda una minucio-
sa descripción que hace Proust del encuenrro. es una taza de té. Oderte
prepara un té para Swann. té con crema. con un poco de crema. "una
nube", como decía ella. · indiferencia amable. de su posición de -eromenos . Y ese giro se ~ro:
¿P6r qué rescato ésto? Por el efecto que produjo en Swann. Cuan-
do Swann se marcha. y durante todo el día. no podía dejar de pensar
en lo e..xquisito de ese té. Se repetía a sí mismo: -¡qué agradable debe
ser tener una persona así que ie pueda dar a uno en su casa una cosa
tan rara como un buen té!-
Pero lo decisivo en el giro de la posición de indiferencia de S\varm. se
produce después de este episodio -que fue sin dudas su antecedeme-
en la segunda \isita. •.\lli. miernras Odene miraba unos crabados. S\l.rarm
descubre que esos ojos sin brillo que 1.amo io habían impactado como un
rasgo desatrci.dable. se parecían a les de la Mura de Céfora. la hiia de Jerro.
que Boticelli pintó en la Capilla SLxtina A partir de ahí. Oderte cobra un
la
vaJor insospechado hasi:a emonces. VaJe pena que lo leamos:
102
-El la miraba; un fragmento del fresco aparecía en su cara. y en su
cuerpo, que a partir de ahl siempre iria a buscarlo. ora estuviera con
Odette, ora pensara en ella. y aunque no le gustara ev1der:iternente el
fresco florentino más que por parecerse a Oderre. este parecido la reves-
tia a ella de mayor y más valiosa belleza (... ):
-Aquellas dos paJabras. 'obra florentina' 1:-icieron ª. ~wann un gran
favor. Ellas abrieron para Odette, corno un utulo nobiliano . las puer-
tas de un mundo de sueños que hasta entonces le estaba cerrado y
donde se revistió de nobleza( ... )."
-colocó encima de su mesa de trabajo una reproducción de Céfo-
ra. como si fu era una fotografia de Odette. Admiraba .l?s º)~S grandes.
el rostro delicado . donde se adivinaba la imperfecc10n. ne1 cu.~1s . los
mara\illosos bucles en que ca ia el pelo por las cansaaas mejilla~. Y
adaprando lo que hasta entonces le pareció hrerm.oso de mo.do est~u­
co a la idea de una mujer de verdad. lo transrormaba en memo: lis1-
cos que se felicitaba en encontrar todos juntos en un ser que podia ser
suyo( ...).-
-cuando estaba muchos ratos mirando ai Boticelli. pensaoa iuego
en el Boticelli suyo que le parecía aún más hermoso. y al _apretar con~
tra el pecho la fotografia de Céfora. se le figura que abrazaoa a Oderre.
Un giro se produce y arranca a Swann de l~ c_omplacencia de su
duce en tomo a la mirada. Ya no es más Swann, todo ei idend.ficao? a
un cuadro. el que se propone a Odette. Esos ojos grar:des_.. sm bru:o
oue hasta le producían repulsión cobran una dimens10n rus unta. .Ya
no son un par de ojos . son los ojos de Céfora. Odene entra como ?1en
éice Proust. denu-o del universo estético de Swann . por esa miraaa.
?\os recuerda Lacan en la ciase del S/5/63:
-;-.;o somos objetales -lo que quiere decir objeto del des.eo- sino
como cuerno. punto esencial de recordar puesto que consmuye.~o
de ¡05 campos creadores de ia denegación apelar a orra cos.a. a aigun
sustiruto que sLri embargo. siempre resuita en úl~o t~o. ~eseo
dei cuerpo. deseo del cuerpo del Otro y nada mas q:.ie aeseo ae su
cuerpo.
103
 Pero al cuerpo del Otro sólo se accede por partes, por trozos . Jo
que Lacan llama ·1a tripa causal"_ Se apunta ali (a). objeto amable en
lo real, en tanto en sus envolturas imaginarias se incluye como núcleo
de lo real el objew.
Y aquí vemos un giro en la posición inicial de Swann. Cae como
"eromenós". como amado, )'"desde la dimensiórr de la falta apunta al
Otro en el cual busca el objeto. ¿Cómo se recorta ese objeto? Dentro
de dos temas que lo implican a Swa.nn: una obra pictórica y el tema bíbli-
co de Céfora. Temas que lo implican a él en tanto coleccionista de cua-
dros y judío.
. ¿Quién es Céfora? Más allá del personaje bíblico. aparece en este
mismo Seminario de "La Angustia". invocado por La can. Céfora. Ja mu -
jer de Moisés . aquelJa que salva a Moisés de la ira de Dios. circuncidan-
do a su hijo y rozando con el prepucio separado ya del cuerpo de su hi-
jo. el pie de Moisés. Céfora revivida en Odette y que con esa libra de carne
inaugura la posibilidad de la emergencia de un deseo. abriendo la
dimensión de la falta. La Céfora con el cuchillo en alto. a punto de pro-
ducir un corte.
No obstante. Swarm finge indiferencia. inventa pequeñas desilu-
siones que hacen temblar a Odette: busca que ella le confiese su amor
al tiempo que evita dar señales del suyo.
_ Su viraje en tor!ll) al posicionamiento ame al Otro dexo requiere
aun_de.otro paso_para que se plasme en toda su dimensión y ese paso
no es sm angusua.
Es a partir de la angustia que esca historia de amor prosiQ:ue. a van- .
za. Swaun no se queda fijado a un tiempo comemoiativo. -adorando
una pieza de museo. Es a partir de !a angustia que' se abre un tercer
tiempo en el cuai ei amor florece.
Swann concurre como es habitual a la casa de los Verdurtn v con
sorpre~a a~ene que Odene no está. Sobreviene una gran crisis de
angusna. Le meen que Oderre se marciló v esto lo orecioita a salir a bus-
carla desesperad.amenre por las calles de Paris.
te y centro nocturno hubiera.
en
c~anto restauran-
104
¿Qué p~ecipita esa anf!usúa? ¿Se trata de Ja ausencia? ¿Se trata del
poder perderla? Es justaii-tente en esa ausencia de Odette donde más
se hace presente, donde más se patentiza un brtllo que por su ausen-
cia encandila hasta el enceguecimiento, donde más se hace palpable
ta dependencia con quien en lo real alberga ese carozo de su ser.
Una reflexión. deLnan:ad.or:.lo. confirma: "q,uizá a esa angustia se
debía la importancia que había tomado Odette para Swanrr. -
Odette no está y se torna presente, colosalmeme preseme. angus-
tiosamente presente. en la medida que una pregunta transila hasta la
conmoción en Swann. ¿Qué quiere? ¿No Je hago falta?
La encuentra por la calle a altas horas de la noche y la imita a subir
a su coche. Odeue está adornada con sus llores de caLleyas en el esco-
te. La mirada de Swann no puede apartarse de las catleyas. Si ames
estaba apresado en la angustia. son las catleyas las que lo hacen arder
en deseos. ·
Le pregunta si puede acomodárselas porque están algo ilo_jas. Las
hunde entre sus pechos. le pregunta a Odette si puede aspirar el perfu-
me de esas flores. oler alli donde precisamente no huelen. ya que son
inoioras. Oderte. algo desconcertada ante tantos miramientos consiente.
Swann sólo llega hasta alli. Pide disculpas y por más que Odette le
dice que le gusta. sólo llega hasta allí. La escena se repite varias veces .:.
Swann acomoda catlevas. las huele apasionadamente; Si Odette apa~
recia vestida sin caLleyas. Swann con decepción comentaba: ¿hoy no
hay catleyas?
!...J.s c;;.t.ie\·as. esas flores que acompañaron ei primer encuentro con .
Odette en la -escena del te que lo conmovió por primera vez.. esas flores
aue ei discurso de Odeue situó rnetonimicarneme ("parecen recona-
d;;s ciei forro de mi abrigo") pasan a constituirse en fetiche que se alza
en ei mismo limite de la angusóa y como tal. revista condición de goce.
Condición que no deviene en carácter absoluw ya que~ fetiche
en lo real cae. es prescindido en la medida en que pasa a .tunc1onar
ciiscurs1vameme a rúvel metafórico para nombrar el acw sexual.
105
 Ya no se requiere en 1ci real la flor como sostén del deseo; sí a nivel
discurs_ivo: "¿hacemos.catleyasT. Incluso Odette comparte esta propues-
ta: "Hoy me duele 'la cabeza: no hay catleyas". . do aclaradas por el autor. Los más IIÚ.Pirnos elementos se tornan en
·. .. · .~:·,,, ~_~::,.·· :· , ..:~:'.:.. ..t ,:'l'\ ·..
. Swann visita todos los días a Odette. se aparta de sus 'amigos y i:le
los vinculos.social.es·q11~-fr~~uentabcr. Seconsa:gra plenamente a: ado-
,.,.; rara Odette y a hacer catleyas. Con cuidado de no ofender a Ja ama-
da. deja en cada visita importantes sumas de dinero y joyas. Su vida
cobra un nuevo senti~o que grafica la servidumbre amorosa.
Joyas-dinero-regalos. ilusoria estrategia de procuración del bien-
estar de la amada, vana pr~te.llsión de realización del bien del orro.
Y sin embargo. esta aparente estabilidad se quiebra. Este mundo
artificial que le había y se babia forjado muestra su inconsistencia. Se
quiebra precisameme en lo· que se constituye como paradigma de la
necedad en la posición viril: el pensar el amor en términos de dar Jo que
se tiene.
No por colmarla -y con holgura- en sus más ~inimos pedidos. le .
aseguraban la penenencia de Odene al igual que los cuadros desuco-
lección. Así como sonreía. dando por falsos los recuerdos que se le pre-
sentaban sobre los rumores que se decían de Oderte cuando la cono-
ció. su sonrisa se quebraba cuando la entrega de dinero le abría una
pregunta: si ella lo acepta, ¿no es· una mantenida? ¿Entonces eran
ciertos los rumores?_
La misma condici?n que dió inicio a la relación: -mujer de la que
se pueden conseguir lavores· se toma en el mavor de los obstáculos.
¿Para quién se arregla cuando yo no estoy? - de Odene.
Entre preguntas sin respuestas y esbozadas sosoechas. se abre a
rravés de los ceios una rerceridad en la relación duai.que-sufrirnien-
ro mediante- reafirma aun el deseo en tamo que al tiempo que intro-
duce la pregunta acerca del goce de ella. rubrica su prop.ia fcilta.
Swann cae en desgracia dentro del circulo de los Verdurin cuando
éstos toman conocimiento de sus conexiones con la aristocracia. No
es más invitado a las veladas\' aoarece en escena M. Forcheville. con
quien_O~eue ilinea. . · ·
106
. Irrumpen desmesuradarneme los celos: sWan.n se consume en una
pasión que lo lanza a armar escena tras escena, escenas nunca del to-
· indicios que un febril afán interpretativo monta la escena de los celos.
Odette, acosada por las recriminaciones y dudas de Swann. man-
tiene un clima de enigma: dice. se contradice. confiesa algún que otro
episodio para luego mentir que ha mentido ... La atmósfera del tex'1o
se torna asfixiame. sin salida. Incluso sospechas de lesbianismo caen
sobre Odette , sospecha que ella no confirma plenamente. pero tampo-
co las niega. ·
Swann desfallece consumido por los celos. atormentado por sú
pasión. pasión que lo arraslra a \igilar a Odette día y noche . a espe·
rarla. a seguirla y que genera el malrraw de ella. retorno que alimen-
ta aún más su frenesí. La mirada de,·ota. adoradora de S\va.Im. se con-
viene en mirada controladora. vigiiante. El sufrimiento de este tiempo
pasional lleva al amor al limite de su deslizamiento al odio.
Celos que enraízan un sufrir y que desembocan en el ociio. odio co-
mo señal de la caída de la suposición del bien del otro. que es el del suje-
w. señal de la puesta en juego de la radicalidad del otro sexo como
"héteros·. Tiempos de -hainemoration-. odiomoración. donde el odio
se parenúza como desembocadura de la pasión amorosa. ·
Y sin embargo esra historia sin salida. se resuelve muv bruscarnen-=
te. Oderte, acosada por la vigilancia y las escenas de cel¿s se au~nta.
Se debilita la pasión de Swann y allí mismo. cuando la pasión se atem·
· pera. le ofrece casamiento . y no sólo para dar su nombre ai embarazo
Ss el duelo por la ilusión del Uno aue la fusión de la \·e:-:::e:1te ima·
,jinaria del amor reclama. el aue disoi~·erá el oretendido saber sobre el
bien del otro. reílejo del Bien.Supremo. del gian eromenós.
Y este duelo no se constiruve -ai menos el hisrorial así io presen-
ta- aislado de la mediación d.e la metáfora paterna que atempera la
pasión aniquila.me y lleva al amor al plano de lo vivible ... lo neurótica-
meme \ivible.
107
 _:_Alli donde se desapasiona; se casa. Casamiento que promueve un . ELjaLo y -eL objet() a.··:
escándalo social, que generó que se le cerraran todas las puertas de sus
círculos habituales. Casamiento que lo arroja en un quietismo aletar- A.NALÍA STEZOVSKY
gado, pero que hace que ya no esté solo, que hasta pueda construir un . .
mundo para ella donde él pueda transitar los tiempos de su propia ·
metafortzación. -Agape frena la: vertiginosa carrera.de. "&os". ASwann
. le queda un amor tolerable y caminos del Eros con alguna esporádica
amante o algún prosóbulo de moda. '·

Como un juego de cajas chinas, una historia de amor anticipa otra

y un punto común las enhebra: la angustia. Marce! v Swann resultan
así articulados y mucho más enigm<iticamente su; objetos amados:
una madre y una prostitura. puntos polares del amor y el deseo que en
su disyunción delinean el objeto ·a" y sus eficacias en los caminos de ·
la vida erótica.
Historias de amor. práctica del psicoanálisis. práctica que nos recla-
ma a un lugar cercano. si no el mismo, de la erotología. Dimensión
donde bajo el espejismo del amor. bajo la ilusión de que haya relación
se;-..-ual. impera la inciencia del "'Te deseo aunque no lo sepa· .
Referencias bib1iográficas
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·Función Y campo de ia palabro · en Escritos 1 · Si~io XXI Editores - México - ¡ 979.
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"Seminario X "Lo.Angustia·- lnédito - Traducción Escuela F'reudiana de Buenos
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(Proustl • E:ditión fla=arion - Paris - 1987.
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PROUST. Marce!. "En busro del tiem¡xJ perdido - Por el carr.ino de SwaM" - Alianza
·<- · Editorial- Madrid- 1979. . .
-eana.s a su maáre •. Zig-Zai!: Editores - Chile - i 956.
PAINTER George. "Jfan:e! ProúSc: Bíogrefia_~ ~ t:ditorial Lumen - Barcelona - ¡ 992. :.
108
Definimos al objeto a como resto de la constitución del sujeto en el
lugar del Otro en tanto tiene que constituirse como sujeto hablante. S
barrado.
Esa división donde S, sujeto todavía desconocido: tiene que cons-
tituirse en el campo del Otro y donde aparece como resw de esa opera-
ción. Ese objeto que habla de la descompletud del Otro pasa a ser causa
del deseo del sujeto.
Ahora bien. las cosas no son tan simples, ya que el sujeto. en el
mismo movimiento que lo constituye y que barra al Otro. va a consti-
tuir su fantasma identificándose a ese objeto que se desprende. y. por
lo tanto. ,vuelve, o mrjor dicho intenta volver a completar al Otro.
Distinguimos entonces dos vertientes del objeto:
A) La vertiente fantasmática. en la cual el objeto funciona corno
.
.<\nte el peligro que implica estar enfrentado al deseo ael Otro;
recordemos quela angustia es ante el deseo del Otro, ame esto el suje-
to se aferra al objeto identificándose a él. Esta es la manera. la posi-
ción en la cual un neurótico llega a análisis.
B) La otra vertiente del objeto se juega en el regisrro de lo real.
donde el objeto es agujero de la pulsión.
¿Cómo se delimira esce agajero?
· · Se delimita por la inscripción en el sujeto de la palabra del Otro:
el recorte del objeto lo produce la demanda del Otro. Son cortes sig-
....
109

nifi_c antes en el cuerpo que van demarcando zonas y produciendo
residuos.
La pulsión describe una r:ayectoria de ida y vuelta sobre sí misma
y en esta traye~tona va desgarrando partes del cuerpo del Otro.
La.can. ba:andose ~n la alegoría de Poincaré de los seres "infinita-
mente ~lano_s ..peq'.:1-~os.monstmos que habitan el espacio bidimen-
s10~al. imagma la hoido como una laminilla., especie de prolongación
Vl\'lente Y monstruosa del cuerpo que alcanza y carcome el campo del
Otro. · ·
Ahora.bien. ¿qué r.elación lierien estos objetos con la función. cen-
tral. nos mee Lacan. ae -9?
. -
r Sa?em?.~ qu~ el -<'.>seria el representante a nivel imaginario de ia
-~lta
simbo11ca . ..... sw nos lleYa a como se inscribe el sexo en el incon-
cieme y al complejo de castración.
. Es la ~:ión de la falta de pene en la mujer. unida a una amenaza
?e c~s~a~i~n . osead ~ºr;:1-P_lejo ~e castración. lo que permite al varón
:ª sa110: ae1_ ~omplejo ~~ c~1po. i:.n la mujer es la comprobación de no
Le_n er p-.ne;. Ja_conv1cc1~n ae quererlo io que la lleva a la ecuación sim-
bohc.:1 p_ene-nmo._ Es as1 como la niña entra en el Edipo.
s:.bien a _parur de la comprobación_ de Ja falta de pene en la mujer
(po?Darnos_ya decir~~ la madre), cl varon encuentra la salida del Com-
plejo de Ed1po y la runa entra en él. lo cierto es que ambos se seoaran
abandonan su primer objeto: la madre.
Es er::onces este -m lo que posibilita que Ja casrración-se produzca
\ Casu-~L?n del ~ero) y la ~alta se eleve a una función simbólica. El fa-
.o sunbolico sena el signincame de la falta. Hablar de s1·aru·fic · fál º
· · · h bl~ .. "'
co i~puca a ar de castrac10n. castración del Otro v por lo canto de-
Sé:O del Otro.
. va oue
_ • en c.anw está cas·-do
u a "' le 1-~
• a}óo d1it.a·
• ei· aeseo
· ·
za. El obJero
. a. en su oroducción
- · son JuO"ares
"' dona· e la casrrac10n
pone _en ~uego. en ~me: y en cuanto hay una castración central.
; Solo hay complejo a~ cas~ac~ón_ a nivei íálico; ei resto de las oér-
d,das se res1grui1can en iUilc1on ae esto.
Es en este se'.1tido que el falo marca con su sie:nificación al obieto
a para promoverlo corno objem de deseo. - -
El ~alo apare~e corno ~quello que podría colmar la falta en el Otro
y el sujeto ne:rrouco ~e or:ece.como tal. Pero cada uno se orooondrá
en ese lugar ae a~erao a las diferentes especies del objeto~ de.acuer-
l 10
do a qué especie de objeto esté fijado. gracias ·a· que la función fálica los .
eleva a la categoría de objetos de deseo. .
Lacan nos enseña que la angustia está ligada .a todo lo que puede
aparecer en ese luóar del -<p. de la casrración imaginaria. En este sen-
ú.do ver a encarar'!~ angustia por el camino de lo siniestro.
En el te.\.iO de Lo siniesuo. Freud toma dos puntas principales para
poder despejar qué es lo que produce esa sensación tari panicular de
lo siniestro.
Toma entonces el término Unheimlich y comienza a rastrear a par-
tir de su antónimo Heimlich.
Encuentra. así. que la palabra heirniich no posee un sentido úni-
co. sino que pertenece a dos grupos de representaciones que. sin ser
::mlaQónicas están alejadas entre sí.
Por un iado se trata de lo que es famiiiar. corJonabie. Por otro la-
do. de lo oculto. disimulado.
Pero en este rastreo de la uúlización de ambos términos descubre
aue heimHch es un ténnino que por su doble sentido evoluciona hacia
l~ ambivalencia. hasta que termina por coincidir con su anritesis
unheim!ich.
Lo siniestro seria así algo espantoso que afecta a las cosas conoci-
das. familiares desde tiempo atrás.
¿Y por qué Las afecra?
Esta es la otra puma que toma Freud. una nota de Shelling sobre
el contenido del concepto Unheimlich: Unheimlich seria todo Lo que de-
· · bía quedar oculro. secrew. pero que_se ha manifeslad.o.
En Jo conocido. familiar. algo que debía permanecer ocwto se ha
ante 1- manifestado.
Volvamos a la formulación de Laca.11.
se relan- La ane:usúa está lie:ada a todo io que puede aparecer en ese iugar
· · se del -~ (representación -imaginaria de ia falta simbólicai .
¿Qué ·es La angusria en general en reiación con ei objew cié deseo?.
se pregunta La.can. No es pérdida dei objeto sino justa.mente presen-
· cia por el hecho de que el objew no falta.
.. Volviendo al teA"lO de LD siniesuo. Freud. enrre orra.s siruaciones
aue pueden despenar esta sensación. comenta una que resulta es~­
ciahiieme interesante. Es La del rewmo im:oiumario al mismo iugar.
1''
.. .l. J.
 Y relata una e..\.-periencia personal en una calle desierta v descono-
cida de una pequeña ciudad italiana. Vagaba por estas calÍes cuando
se_da cuenta que fue a parar a un barrio de prostitutas ya que sólo se
ve1an, asomadas a las ventanas de las pequeñas casas, mujeres pin-
tarrajeadas. · dujo , "este menos, dice La.can. se presenta en el campo de la conjun-
Freud se apresura a emprender la retirada pero vuelve. n~ una vez
sino tres veces a encontrarse en el mismo lugar. dond.e.va..comenzab.a
a lfama:rla atención. '
Se apodera de él una sensación de siniestro y respira aliviado cu~­
do finalmente logra encontrar la salida hacia la plaza del pueblo.
¿Qué es esta sensación de siniestro al retornar siempre al mismo
lugar. no pudiendo encontrar la salida?
¿Acaso no r:os enseña La.can que lo angustian te es justamente la
a..11enaza d~ ~'?!ver a ese tiempo primero. tiempo de goce?; angustia
ante la posibilidad que la castración no se produzca.
Nuevame_~te debemos remarcar que la castración de que se trata
es la castrac1on del Otro. ¿castrado de qué?. del sujeto en tanto pro-
puesto como falo.
. . Veremos ahora qu_e sucede en la situación puntual que es Ja rela-
c10n sexual. en relacion al falo y al punto de anciustia. En la clase del
5 de junio de 1963 del seminario de La Angu;tia. Lacan plantea lo
siguiente: · luego soltarla, pero se suelta a pedido: esta demanda hace que el e.-xcre-
; "Que el falo no se er:cuentre allí donde se lo espera. allí donde se
lo exige. ~saber. en el prano de la mediación genital. esw explica que
l~ angusua sea la verdad de la se.irualidad . es decir. lo que aparece ca-
ª.ª vez que su flujo se rer:ira y muestra la arena. La castración es el pre-
~10 de .esa estructura. se_ sus muye a esa verdad. Pero este es un juego
uusono : 1:1º hay _castrac10n. porque en ei lugar donde tiene que produ-
cirse. n? nay objeW !?ara casrr-ar. Para eso ha.ria falta que el falo esru-
'\1era allí. Pues bien solo está allí para que no hava anO"ustia ". Hasta aquí
la cita. - ""
Entonces. en_ la relación ;;e.::u_
al el falo aparece como falta, es por es-
to que la angusua es la Yeraaa ae la sexualidad. nos dice La.can.
Pareciera ser entonces que en ia relación sexual el falo es necesa-
rio como mediador. Si el faio no está. y no está en princiuio uoroue ni
a
eUa lo es ni el lo tiene. Pero aun ele,·ando el pene la caieg~ria de fa-
112 - 113
lo. éste también desaparece por las características propias de la cópu-
la y finalmente termina por sufrir la detumescencia. Si el falo no es-
tá, y éste es el punto de angustia, yo puedo ser llevado a ocupar
ese lugar con mi ser. Si el falo aparece como -qi, la castración ya se pro-
ción sex'Ual, en tanto que constituye el campo del Otro corno falta·. Es
esaJalta.lo que el sujeto. puede.ser llamado a colmar..
Las últimas clases del Seminario X están dedicadas al objern excre-
mencial y su relación con la sintornawlogía y el deseo en el neurótico
obsesivo. ·
¿Por qué dedicarle toma mención a es[e objew en un seminario so-
bre la angus[ip.?
Es porque el a excremencial es un objeto que sin•e panicularmen-
te por uno de sus tiempos para simbolizar la castración.
Es a nivel anal donde el sujeto tiene. por primera vez, la ocasión de
íeconocerse en algo, en un objeto alrededor del cual gira la deman da
de la madre.
Es entonces por intermedio de la demanda del Otro. representado
en este caso por la madre. que el excrememo entre en la subjeti\'ación .
Habíamos dicho que el recorte del objeto lo producía la demanda del
Otro.
Es una parte del cuerpo que se debe retener por cieno tiempo y
mento sea valorizado y elevado a la función de pane. pane del cuerpo
\'alorizado porque satisface la d~rnanda del orro. Es así como el e.xcre -
mento asume.la función de agalma, (Agalma es una palabra griega que
significa adorno. envoltura. manera de presemar algo pr~ioso).
El ae:alrna en sí. nos dice La.can. no es concebible sino en r-elación
con el fálo. con su ausencia y con la angustia fálica. Pero es en tamo
que simbolizame de la casrración (un pedazo del cuerpo que se despren-
de). que este a excremencial toma esa función.
Veamos cómo lo dice Freud en "La trasmutación de los instintos
y el erotismo anar.
-En el hombre se hace mucho más uerceutible oa-o frae:memo áei
oroceso aue sure:e cuando la investigación ~ex-ual del niño le lle\.-;:¡ a
comprobár la íalta del pene en la muj-er. .
 . El pene queda a.Si reconocido como algo separable del cuerpo y rela-
cionado; por analogía. con el e.xcremento, primer trozo de nuestro cuer-
~ al que tuvimos que renunciar. El antiguo desafio anal entra de este
n-.odo en la constitución del complejo de castración". · objeto e.xcremencial en su tiempo de evacuación simboliza al falo en tan-
En_ este. textu f re.ud. afu:ma. que. eL e.'CCT.emento es eL primer regalo.
:;tl'antil. En este regalo el sujeto se reconoce. Pero dada la índole del obje-
tf.> éste es al mismo tiempo admirado y desaprobado. Una madre po-
drá decir ·¡Qué linda caquita! pero no permitirá que el niño lo mani-
fieste ni tern~a ningún contacto con ella. Para eso está la témpera. la
:;!astilina. la arcilla. etc.
· Este objeto. en esa primera relación con la demanda del Otro, es él
'.'no debe ser él. y sobre todo no es de él ya que al darlo no sabe adon-
". e va a parar.
Si lo da no sabe dónde va a ir a parar. pero no sólo eso. si lo da ya
:-:o lo tendrá más para darlo .
De aquí surge la ambivalencia obsesiva. El a es la causa de esa
ambivalencia. es mío. pero sin embargo no es mío. El sujeto obsesivo
se constítuve como ambivalente en relación con la demanda del otro .
Habíamos dicho que la angustia surge ame el deseo del Otro . Para
cubrir el deseo del Otro. para evitarlo. el obsesivo recurre a su deman-
da. Necesita que el otro le demande y lo autorice.
En la medida en que el evitamiento del obsesivo es la cobertura del
deseo del Otro por:la demanda. el objeto como causa, el a. se sitúa allí
donde la demanda domina. justamente en el nivel anal. donde a es el
excremento que cobra su valor en tanto que es demandado.
El objeto a. en relación.con el deseo, cumple la función de causa.
A nivel anal. el excremento es la causa del deseo. del deseo anal.
Pero. podriamos preguntarnos ¿por qué toda la importancia del obje-
to a excremencial no oueda reducida al inrroducirse la dimensión dei
deseo se.xual? Es exactamente porque este objeto puede simbolizar. en
su tiempo de e\'acuación. en el estadio fálico. al falo en tanto que pér-
dida. desaparición.
Habíamos dicho anteriormente oue la no presencia del falo en la rela-
ción se.xual es el punto de 2.ngustiá. El falo no está presente y el órga-
no a rravés del cual el hombre está en la mujer es un órgano caduco .
la
detumesceme y del cual está casrrado por misma relación sexual.
En esta relación. en la relación se.xual ni el hombre ni la mujer dan
nada. ..
114
El don es en la relación sexÚal una metáfora. Es justamente de la
esfera anal que está tornada esta metáfora del don.. .
Para el niño el excremento es un regalo. un don de amor. Pero si el
to que pérdida. vamos a ir entendiendo por qué el obsesivo retiene.
El obsesivo retiene-para tener eso para dar, porque-si lo diese-ya· no
le quedaría nada.
Esto nos introduce de lleno en el deseo del obsesivo. Los deseos del
obsesivo son deseos imposibles. haga lo que haga para realizarlos. no
lo consie:ue.
¿Por~qué es[a relación tan particular del obsesit:o con su deseo?
La educación del aseo da la iunción de retener y esto establece la
estructura fundamental dei deseo anal.
Para e:-..-plicar el fantasma. el deseo. el punto de angustia en la neu-
rosis obsesiva Lacan va a trabajar con tres términos.
Inhibición
Deseo como defensa
Acto
Veamos como se definen y como se aniculan.
La inhibición la define como la introducción en una función de otro
deseo. diferente de aquel que la función satisface de manera narurai.
Y es aquí donde se intrcrduce el concepto de deseo como defensa.
ya veremo~ de qué. .
El acto sería una acción en tanto se manúieste el deseo rrüsmo que
habría estado destinado a inhibirle.
En Ja medida en oue se manifieste un deseo podemos decir que en
el acto.es un corre: el. sujeto deseame implica uñ corrimiento. despia-
zamiento del sujeto del lugar de identificación al objeto que completa
al Otro ..
Emonces decimos que en el obsesivo los deseos se ma.niiiestan en
su función de defensa. en el piano de ia inhibición. El deseo anal. deu-
nido por el deseo de retener v cenrrado sobre un objeto primordial: el
escíoaJo. Pero ¿por qué y de qué se defiende el obsesivo? .
115
 Por un lado, y esto se manifiesta en sus .síntomas, que es donde .
·busca ·reencontrar la causa de todo este proceso: se defiende porque El shofar y la voz
encontrar esa causa es encontrar ese objeto abyecto, ridículo. .· _ -
Es por esto que su búsqueda queda en suspenso, gira indefinida- ROSA FuR.'\1Ai'1
mente y se-manifiesta en el síntoma fundamental de la duda, que mar-
ca a todos los objetos de sustitución aplazando el momento del acceso
al objetO' último que es:· un excremento. Este es el punto de angustia ... ·

Por otra parte para explicar el deseo como defensa hay que intro-
ducir el a en el nivel del deseo genital, dando su posición central al de-
seo sexual.
La función de a en el nivel del deseo sexual se simboliza por-<¡>. Ese
agujero central. que confiere a la angustia de castración su valor pri-
vilegiado. en ese mismo lugar de la falta de objeto entra a jugar en el
obsesivo ese otro deseo. Es aquí que el a excremencial, causa de rete-
ner. torna el valor de tapón. de a como objeto del don y retiene al suje-
to en el borde del agujero castrativo.
Si de lo que no quiere saber nada el neurótico es de la castración.
de Ja castración del Otro. el obsesivo se detiene allí. ya que si hubiera
castración se caería del lugar de completar al Otro.
Habíamos afirmado que el sujeto. en el mismo movimiento que lo
constituye y que barra al Otro. va a constituir su fantasma identifi-
cándose a ese objeto que se desprende y así intenta volver a comple-
tar al Otro.
a
y cada uno. se propondrá en ese lugar de acuerdo la o las espe-
cies del objeto donde está fijado.
El neurótico obsesivo lo hace a.st con las características que con-
diciona fundamentalmente el objeto excremencial. ·
·
Vov a trabajar alcrunas clases del Seminarto X. que se sitúa crono-
lógic~ente entre et'Seminario de La Identificación y el de Los Cuatro
Conceptos Fundamentales. . · .
En la última clase del Seminario de La A.ngusna. Lacan anuncia
que su próximo Seminario será el de Los Nombres del Pa~e. Este semi-
nario concluye en su primera reunión. dado que el conflicto con la IPA
eclosiona ese año desautorizando el Seminarto de Lacan corno modo
de formación de analistas.
Es en ese momento que Lacan resuelve suspender su Seminario y
tiempo después. en 1964, funda L' ~ole Freudienne de Paris.
Al aforisrÍio freudiano de que la angustia es sin objeto, Lacan va a
oponer que la angustia ño es sin objeto. . .. .
Al'avanzar en la especificidad de ese objeto, en relac1on al cual
Freud había abierto la sene con el seno. las heces. el falo. Lacan agre-
!2:a la mirada v la voz.
- De la lineá.lidad evolutiva propuesi:a por Abraham,

Referencias bibliogr~fica.s

J. Lacan. Seminario X. LaAngusria..

J. D. Nasio. -El magnifiro niño del psicoanálisis·. lo saca y lo presenta bajo la forma del grafo. donde se rompe la noción
de progresión. ·
S. F'reud. Obras rompieras.

116 117
 falo
anal_
mirada
oral
,, voz
De este abanico de especies de objeto a. trabajaré la voz.
Lacan para hablarnos de la voz se sirve de un instrumento: El sho-
far. y con .respecto a_ los objetos a. nos dice que cada uno es generador
y correlauvo de un upo de angustia. y anuncia que a través de Ja mira-
da abordará el oído.
Lacan desarrolla en todos esws niveles cuái es la función del de-
seo y dice que no se pueden separar.
Hace una critica del post-freudismo y se va a detener a hablar de
Theo~ore R_e~_que e.sel autor de numerosos trabajos que Reik llama
d.e Ps1coanális1s Aplicado. Se refiere a los trabajos que hizo sobre el
ntual Y que aparece publicado en el Intemational Journal en !macro
en ~ 919. acompañado por _otros trabajos_ Años después, el autor ya
radicado en los Estados Urudos. publica en inglés una de esas traduc-
c10nes a la que tenemos acceso .
.Freud p~olog~ ~l texto de Reik en 1919. y lo consideró ·como lo
~eJor en el area_ ae1. ~sic_oanálisis Aplicado·. Lacan, quien encuenu-a
1mpr~?1an:eme milizaaa esta calificación. lamenta que -l.a.l brillo \'
fecun01dad no ttrnera."1 la prosecución que merecían. · . Yes de la palabra escrita que nace la palabra de Dios. que crea ia ley.
Reilc en la may~ria de sus trabajos despliega un amplio material
de con?crmemos soore co~rumbres y mitos de pueblos primitivos. con
un estilo atrayente. e.-..::cesrrn para un Freud que lo reorenclia en sus
Cartas por SUS ·desviaciones" hacia la literatura V encara el intento de
interpretar p~ico~ali~~eme iln .objeto que c~mo el Shófar gozaba
de un lugar ae tal prrvueg.ro en los nruales judíos.
La religión judía hace un interno de adorar a un solo Dios.
118
La egipcia es una religión pptica. La relii°ión judía es una religión
acústica.
. Entonces dado que Lacan, a nosotros psicoanalistas, para hablar-
nos de la voz se sirve del Shófar. deberemos hacer un rodeo sobre Ja
historia de los judíos.
LaTorá:escrita:que Dios-le errtrega a Moisés es la condensación del
espíritu del Pacto en acción.
La historia hebrea comienza con la emigración de Egipto a Canaán
v es en ese retorno a Canaán que sucede el hecho más memorable de
Ía historia judía, porque en su marcha a través del desieno fueron con-
ducidos al Monte Sinaí. v allí recibieron los diez mandamiemos.
Los cinco libros que penenecen al .-illtiguo Testamento son:
- Génesis
- Exodo
- Levítico o Deuteronomio
- Pentateuco
- Deuteronomio
En esa Lev hav enseñanza. También se hizo Ja transmisión oral de
ia Torá que sé llama Mishná y la interpretación de su lectura que es el
\1idrash.
El pueblo elegido hace constantes esfuerzos por diferenciarse de
las culturas idolátricas. La religión judía se caracteriza por la ausen-
cia de imágenes corpóreas. En el Antiguo Testamento hay prohibición
de idolatrar imágenes.
Lli. palabra escrita u oral tienen lugar de privilegio. Es por lo tanto.
una religión acústica.
·y Jehová dijo a Mózsés. escribe tú esras palabras que por el dicho
de esf.a.s palabras he hecho Pacto contigo y con Israel" (Exodo X\..'CTV, 27)
.El judaísmo entonces no es una religión óptica. no otorga ninguna
\isión de Dios. pero hace que oiga su \'OZ y su voluntad. es d~ir que
susoendelaiconogra.fia .
La estructura oral de la transmisión ya ia encomramos en el pacto
original (de Abraham con Dios). Palabra de Dios que se hace oir.
-El deseo auarece en los suierns desoués de ia orohibición.
No hay pos1Dilidad de que Adán sea pecador antes de que Dios di-
ga: "de este árbol no comerás~_
- Adán v Eva en el oaraí.so tenían todo. entonces entrar en ei camoo
de la ley és entrar en. el campo del deseo. .
119
 ¿A qué a2UP.taestaley? Esta lev apunta a_la..prohibición del incesto.
Lacan dice algo interesante respecto de los diez mandamientos.
Dice que pueden ser tomados simplemente como una metáfora de
la prohibición del incesto.
"No desearás a la mujer de tu prójimo" y ¿cuál es tu prójimo más
próximo? Tu padre.
MHonrarás a tu padre y a tu madre". Es también prohibir el incesto.
Ef pueblo elegido usó fa transmisión oral de la Torá por varios siglos.
Dios habló a Moisés v éste descendió del Monte Sinaí cuarenta días
después , y dió a conoce~ al pueblo lo que había oído.
El pueblo sólo oyó una voz fuerte. pero no distinguió palabras.
"Oísteis una voz, pero no visteis figura alguna". (Deuteronomio V,
20).
Sólo una voz. No se han dicho las palabras.
"Sólo Moisés oyó las palabras y las informó.. (Deuteronomio IV, 12).
En Ja clase del 22 de mayo hay una cita que hace Lacan: -He aquí que
yo vengo a ti en una nube espesa para que el pueblo oiga miemras hablo
contigo y también para que te crean para siempre" (Exodo XIX, 9) .
-... Y dijeron a Moisés. habla tú con nosotros y nosotros oiremos pero
que no hable Dios con nosotros para que no muramos" (Exodo XX. 19).
Y dice La can: -oe esca voz se traca. un sonido profundo y sin inter-
valo- ... "Voces y relampagos· ... -como el trueno y el fuerte resonar de
las trompetas".
Sólo la voz. la voz de Dios, ninguna palabra.
. Pero, ¿qué es el Shófar? ¿Qué nos dice Lacan en el Seminario de Ja
Angustia?
· .. ."Es un cuerno. trn. cuerno por el que se sopla y que deja oír un
sonido. que seguramente. no puedo sino aconsejar. a quienes no Jo
hayan oído que en el reconido ritual de las fiestas que siguen al Año
Nuevo. fiestas que terminan el día del Gran Perdón, se procuren su
audición" (clase 22-5).
El judío no ignora el pecado original. Ora en Año Nuevo en señal de
arreoemimiento.
El sonido del Shóíar tiene tres modalidades:
1) un sonido iargo y sostenido que se llama Teki'ha
2) tres sonidos sucesivos que se llaman Shevmim
3) un sonido que se divide en nueve: Teru"ah
Tocar el Shófa.r es un arte. no lo toca cualquiera En general los rabi- ·.
120
nos o personas respetab~s. en una oración silenciosa. Silencio que
remarca la posición del o nte al oído. ·. _ · ·
Tocar el Shófar para lo religiosos es un ritual que comprende. varios
elementos simbólicos: ·
lf Despertar al pueblo para la reflexión
2) Anunciar lalleg.ada.delañ.o. Nuevo
3) Declarar la Fe en el futuro sonido del cuerno, que anunciará el
advenimiento del tiempo mesiánico.
Con el Shófar se reclama renovación de la vida.
Estremecimiento. pero optimismo de fiesta.
Según la liturgia antigua. diez dias antes de la Teshuvá que es el
final. es el Rosh-Hashaná. Comienzan a tocar el Shófar treinta días
ames a Tishri durante el mes del Elul. Es decir. que el elemento sim-
bólico sigue pero ha cambiado el ritual.
El primer día de ese mes, subió Moisés al Monte Sinai. acompaña-
do por el sonido del Shófar. Dije que estuvo ahí cuarenta días . Son Jos
diez días de Teshuvá, que se cumplen el diez de Tishri en lorn Kipur.
día de la gracia del perdón.
Tomo otra cita de Lacan: "Ningún insuumemo. por grave o retum-
bante que sonara su voz, lograría llegar al corazón del judío con la mis-
ma efectividad con que llega a ellos el toque del Shófar. sonido pecu-
liar, estridente. falto de armonía_ .
M¿Cómo se explica.que esa voz surgida de un cuerno dé camero. ten-
ga la virtud de sobrecoger a los oyentes. llenándolos de una emoción
en la que se mezcla el temor y la esperanza?"
"Es un símbolo y éste y el sonido van enlazados ...
En el campo más limitado.del presente. el Shófar sirve- de heraldo
al año nuevo y toque de clarín a las conciencias judias."
La razón principal para tocar el Shófar es inducir a la geme al arre-
pentimiento.
Dice Maimónides: -aunque soplado es mandato bíblico. hay allí
involucrada una sugestión que reza: Despierten durmientes . contem-
plen vuestros actos y regresen arrepentidos. -
Esta inducción al recoeimiento en la lev. termina ocho días des-
pués del Día del Año Nuevo en el Día del Perdón.
· En su final se escucha nuevamente. pero por única vez su sonido
será señal de júbilo. .
El cuerno de carnero aparece en la Torá por primera vez. en el
121
 momento del pacto de Abraharn con Jehová. Cl.lando el Angel detiene
su mano filicida. sus ojos descubren a sus espaldas un carnero traba-
do en un zarzal por sus cuernos.
-- "'Y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.· (Exodo XXII. 13).
El cuerno será privilegiada. y s.nporta.Iá.múlíiples. sentidos.a lo.largo
de todo el texto >":•·';.;;,;·~= · ~-, ... ·· ; .:~ ·~
¿Qué sentidos adopta el sonido del Shófar?
1) como llamado de Dios a su pueblo
2) en señal de júbilo
3) en señal de castigo
Por ejemplo. cuando Spinoza fue e::'l.-pulsado de Ja comunidad judía.
se tocó el Shófar.
Al Seminario sobre los Nombres del Padre. Lacan lo conecta con el
de la Angustia. ¿Por qué? Dice Lacan: "Hemos dado alli su peso a fór-
mulas tales como: la angustia es un afecto del 5 y aquello por lo que
un 5 está afecrndo en la angustia es el Deseo del Otro y como ceneza
aquello que no engaña. -
Centrándonos en la voz del Otro, diremos que es un objeto esencial
para nosotros. psicoanalistas. en sus diferentes encarnaciones: tanto
en las alucinaciones como en la formación del SuperYo.
Ante el deseo de un Dios, el Elohim, dice Lacan en el Seminario de
Los Nombres del Padre~ que;-Freud se detuvo ante ese Dios que es el mis-
mo Dios que llamamos. el Sadday.
Veamos. ¿por qué cambió de nombre?
El Elohim es el que en el capítulo VI del Exodo habla en la zarza
ardiente y Je dice a Moisés: "Yo soy lo que soy".
Dios que se encuentra en lo Real y que como todo Real es inacce-
sibie. ese se señaliza por io que no engaña. ia angustia.
¿Qué es el Sadday'? En el mismo Seminario Lacan dice: -Hay un
hijo. la cabeza apretada conrra ei pequeño altar de piedra que hace
una mueca de suñimiemo: el cuchillo deAbraham levanrado sobre él.-
El ángel es allí la presencia de aquel cuyo nombre no es pronunciable.
· Dios le dió un hijo y le dió la orden de traer a su pequeño para una
misreriosa cica. arado de pies y manos como una oveja para sacrificar-
lo. Parece que sacrificar al pequeño hijo al Elorum era algo corriente en
esa éooca.· ·-
Entonces el Elohim y el Sadday son ei mismo Dios pero antes y
122
después del Pacro lo que marca la linea di\isoria -entre Goce 'de Dios y
Deseo de Dios. Los dioses piden.sacrificios y no se angustian.
· El pacto de Abraham con Sadday, "Berit Miláft (Pacto de la circun-
cisión) es el signo de la alianza del pueblo_ Se hace sobre el órgano de
goce, ese pedacito de carne cortado, esa libra de carne caida. es el
pequeñoª" . . _ . .
Vemos como la ley le llega al 5 a través de la palabra del Otro. El
Shófar indica entonces pre-ley y post-ley.
La voz es una forma de objeto a. Jo cual implica algunas vueltas.
El a son pedazos del cuerpo del Otro. A su vez. el a. es producto
del entrecr'uzam~ento de lo~.r~~ r_eg_is_~~os.: -~~9._o. - --
R s
El otro para el S esrá perdido como totalidad y como saber.
El a se ubica entre el S y el A No hay encuenrro posible entre el S
v el A.
El a es unn.e.dazo..de cuerpo_sepa¡p.j)le. obj~to oue falt.a. un hueco.
_)Jn yacio pero quui_e_~e bor_QuigQ.iJkarn__e.
Lo que digo con este último grafo es que entre el S y el A está el
objern a. A esrn anunto cuando di!!O que sólo hav relación con el A en
un oedazo.
-5¡ renemos un pacieme fijado a la mirada o a la voz o a cualquiera
de los objerns de la serie. tendremos que averiguar cómo se gesta ese
objeto a en el campo del Orro y también cuál es el lugar de goce donde
123

está detenido el$ que nos consulta. Este objeto a no es especulariza-
ble y ~gustia nos señalará el lugar de fijación del objetg. · : '.
Es porque el Otro me habita que hago sin~ (El Elohim. que nos
habita). . . . . . . :
a
e . ,. •. • • • ,• , • •
. 'Cuando aparece un anali.iallte la consulta' si le preguntáramos
frente a sus síntomas ¿de aué sufris?, del Otro seria la respuesta. Es-
to quiere decir que err eI síntoma hay siempre una referencia al' Otro
(diríamos que habla el Otro pero el Z encuentra el significante que lo
represénta. el S 1).
Cuando un Z nos viene a consultar no viene en esta posición: SO a ·
(fórmula del fantasma). Sino que llega en esta posición:
A poración. operación primaria de incorporación de Jo Real de la voz.
a La introyección es lo simbólico de Ja voz y la proyección es lo ima-
Viene ubicado corno qQjeto a del Otro, a la deriva del goce del Otro.
Está coagulado en esta posición. En el proceso del análisis deberá
pasar de la posición de objeto de la pulsión a objeto causa. Esto se lle-
vará a cabo si a través de la interpretación separamos al S del Á
El objeto a. en tanto mirada y en tanto -voz son muy importantes;
ya que:a parttr de él, el bicho humano constituye su fantasma..
El chico escucha La voz y no entiende qué diablos le quieren decir.
Eso es lo Real: la voz sin sentido.
Se oye la voz sin comprensión dela palabra, igual que cuando escu-
chamos un idioma extranjero que desconocemos.
Siempre queda un hiarus entre lo que se dice y aquello que se quie-
re decir. En el hiatus está la posibilidad del deseo.
En los religiosos el cuerno funciona como un sonido que está expli-
cado por un simbolismo recordatorio: da una explicación al rito pero
hay algo más abi.
Lacan intenta con el Shófar incluir un sonido sin significación que
conserva lo Real de la voz. que implica un pacto. un goce. . blecido la_9eidad antropomórfica y cuando sólo quedan rasrros del
La voz tiene do_:u:eui_Qltes: la de la lev v la del Superyó gozante:
·Por eso el Padre Terrible pone un orden a las cosas. limita. separa pero
al mismo tiempo es arbirrario y gozante.. . .
El agente de la casrración. para Lacan. no es el Padre Simbólico. sino
124 -
.. · .,
el Padre Real, que imaginarizad~ ~~mo Padre arbitrario de l~- Horda,
·guarda para sí todo el goce. :. ··
Debemos entonces diferenciar lo que es fa función que es estruc-
turante, de cómo funciona en la historia para cada uno de nosotros.
Es el Padre Real. el del bramido, el que Lacan ubica como agente
de la castración. Decía entonces, diferenciar la función y agente de la
castración y-el objeto voz- que-viene del Otro·..
La función es de corte y la tienen el Padre Real y el Padre Simbólico.
La _relación al Otro reenvía a la voz, o sea que es .ese objeto que
viene del Otro.
El bicho humano está marcado desde el primer momento de su vi-
da por la mirada y la voz del Otro. Los sujetos tienen fijación a distin-
tos objetos. En el caso del Hombre de los Lobos era a la mirada.
La lengua es materna pero la voz es del padre. En la \'OZ hay incor-
ginario. Al padre primordial se lo incorpora como voz ..
Si observarnos un bebé. veremos y escucharemos cómo el chico
juega con la voz (laleo) y el tono.
La voz del padre es la que lo va a apanar de la demanda pulsional.
En un análisis debernos interrogar este lugar más allá del padre.
Lo Real del Otro es un goce. recordemos que los dioses DO se
angustian.
En este punto me queda recordarles algo sobre el Shófar de Reik y
comentarles cuál es la critica que le.hace Lacan al articulo.
Freud además de prol0gar este texto, se carteaba con frecuencia
con Reik y a propósito de este trabajo. el dia 11 de julio de 1919 le
escribe esta carta: ·
"Querido Doctor: el articulo sobre el Moisés que acabo de leer es muy
ingenioso y ·convincente ..Sin embargo puede conducir a un malenten-
dido. Uno podria llegar a creer que hubo en orro tiempo una revolución
del hijo en la que Dios-Padre fue susútuido por el Dios-Hijo. C:sto me
parece imposibie. porque el totemismo es por entero una religión Padre
y las religiones hijo sólo comienzan mucho después de haberse esta-
totemismo. En consecuencia se deduce que una religión mucho más
tardía del hijo fue. por así decirlo descolocada regresivamente hacia
adelante y formulada en el lenguaje totémico. Todas las demás cosas
son válidas. Además yo no incluiria que el cambio del toro por el cor-
125
dero representó un cambio de tótem. Dichas cosas son totalmente
injustificables. Es probable que haya habido una condensación de los
mitos de dos tiibus diferentes. Esperando tenga un buen verano. Suyo.
Freud."
ELartículo.sobre d Shófar escrito por Reik fue-publica:do tr-es a cua:-
tro años d.espués que Freud escribiera "Tótem y tabú". Presumo por lo
tanto Ja influencia que habrá tenido sobre el autor para confundirlo.
Este desarrollo no pasa de lo introducrnrio. anecdóticov carente de sus-
temo. Sin embargo. destaca Reik. el lugar de este sonido particular. la
escucha producida. la influencia que ejercía la historia que generaba.
Todos los escritos de Reik tienen esta característica. la particular
relación de Reik con la palabra de Freud. A lo mejor será éste el cami-
no que. de seguirse en la obra. apasionante sin duda. permitirá res-
ponder a la preguma que se fonnula Lacan: "¿cómo es posible que nin-
guna barrera detenga a Reik en su análisis y finalmente le impida id en-.
ti.ficar a Yahvé con el Becerro de Oro?" (Seminario de LaAngustia 22-5-63)
Sus primeras proposiciones parten de una contradicción aparen-
te en los dichos bíblicos.
En el Monte Sinaí. Dios impone su prohibición para el ascenso.
hasta que el pueblo no escuchase -r..as trompetas". ¿Que tocará quién?
A la vez suenan a rndo lo largo del diálogo con Moisés.
¿Cómo puede este horrible sonido ser compatible con la escucha del
interlocutor? ¿Quién sopla el instrumento? Y responde Reik ~: ..Todas
estas contradicciones pueden ser solucionadas si asumimos que el soni-
do del cuerno es la voui.e Dios. La identificación de la voz de Dios en el
sonido del cuerno es el residuo de antiguas religiones totémicas en las
cuales el carnero. toro o animal similar eran deidades. La construcción
que encuenrra en Tótem y Tabú, le permite formalizar aquí que la reli-
gión. en el parricidio de aquel Padre Terrible. su rnuem. da lue:ar a dis-
tintos caminos identi.ficarnrios. Presemificar el Dios totémico pu~e darse
por el camino de la voz. en el caso de los animales. la danza. el mugido.
El rabino sopla el Shófar en las íestividades religiosas para procla-
mar su identificación con Dios por imitación de su voz. como los inte-
grantes del clan hacían con el mugido de su animal Tótem.
Dice Reik: "El severo silencio oue cae sobre la corutree:ación duran-
te el soplo deLSbófar... corresponde a la confesión del crtmen cometi-
do y a su e."'Cpiación."
De ésto se trata en el ritual de Año Nuevo. Este es el arrepentimien-
to que está implícito.
126
Reik. pone en juego toda la escena totémica y hace que el Shófar
sostenga una múltiple condensación.
Otro punto es la interpretación que hace del sacrificio de Isaac que
Abraham interrumpe a pedido de Jehová.
El holocausto del carnero en lugar de Isaac arroja aquí toda su
similitud.
El Bull-Roaer era para las tribus salvajes el instrumento apropia-
do para imitar la voz de Dios.
Dice Reik que el Shófary el Bull-Roaer serían para el caso dos ins-
trumentos que sonoramente rememorarían los deseos inconsciernes de
muene contra el padre. la escena de su muene. el arrepentimiento a
que es llamado y la retaliación.
El tercer movimiento que realiza este trabajo es promO\ido en su
interpretación. por el análisis del Moisés de Miq:uel Angel. Se deuene
sobre la estarna y resalta que los cuernos que asoman en su cabeza le
permiten disparar toda la escena del ?-.forne Sinaí. ·en la cual Moisés
habría dado muene a Jehová y tomado sus atributos. El cuerno sería
el sopone de una identificación con la deidad por el recorrido que hace
el autor y los cuernos y la piel de carnero sobre sus hombros. para
mostrar su desembocadura en el Talet (manto que usan los ,·arones reli-
giosos). serían sus residuos.
~ Sigo el comentario de Reik: Moisés se apropia de los atriburns divi-
nos y aterroriza al pueblo como Jehová Jo aterrorizó a él.
"Es up. Dios-Hijo que mató a un Dios-Padre y que al bajar del Monte y
destruir al Becerro de Oro. hacerlo polvo y dár:>elo de beber a los judíos.
realiza una doble destrucción de este último. el Moisés se mara a sí mis-
mo para purgar su asesinato. pero de tal manera que repite un deicidio".
Vuelvo a la critica que hace La.can al texto de Reik situada en un
marco de eiogio y respeto . pero lo consideró inconducente en el mane-
jo analógico dei simbolo.
La voz es algo propiamente vocal. acto emitivo. por eso es e.iemolar
el Shóíar como instrumento de presem.ación del lue:ar de ia voz. Voz..
cuva íunción esoecilica es hacer recordar el oact:o del oueblo elee:ido
con Dios. como forma de renovación dei mismo. . -
-¿Pero quién tiene que recordar? - ciL.--á Lacan-. ¿Por qué pensar
que son los fieies . ya que justamente acaban de pasar cieno tiempo de
reco!ÚIIliento alrededor de este recuerdo?
Esta \paz de Dios se nos apai""tte e~ forma separada y que recuer-
da a Dios mismo. a aquel del pacto. con su mandamiento y deseo.
127
 bilidad- se articula del Otro. que cubre la angustia. Si nuesu-a fórmu-
Estamos en el campo del Otro. ¿Cómo intervendrá?-se pregunta La- la es correcta. algo como el deseo del .o tro debe estar aquí interesado-.
<::an- este objeto por su cara por fin revelada bajo su fonna separable?"
Es desde el campo del Otro. que recibe el$ su mensaje en forma
:nvertída. que tiene que ver con su propio Otro.
Para el$ que se está constituyendo es del lado de una.voz. des-
prendida de lo que soporta. donde debemos buscar ese resto.
En los instrumentos de viento es el vacío el que determina que se
tmita tal o cual sonido. El sonido depende de un vacío y en el caso de
1a voz ese vacío es del Otro. No hay garantías de la propia voz y eso se
debe al Otro.
El significante opera en el campo del Otro y la voz ahí es un resto.
i::ntonces ¿qué será ahí el Shoíar? Será. pues, productor de la voz y la
·;oz misma.
"El Shófar modela el lugar de nuestra angustia. pero observémos-
:n. sólo después . que el deseo haya tomado forma de mandamiento.·
Este es el punto importante. el sonido del Shófar puede inducir-
nos a la culpabilidad o al perdón como instrumento para paliar la
angustia. introduciendo un primer orden diferente lo que de encuen-
tro con el objeto causa. ex""j)lica el sentimiento de culpabilidad.
"Lo dicho primero decreta. legisla. aforiza. es oráculo. confiere al Otro
Real su oscura autoridad· (La Subversión del Sujeto).
En ese Real del Otro. el religioso asume su Dios. Bibliografia
El que asume la religión es un Otro sin barrar. El neurótico se engan-
FREUD . Si!!mund. Obras Completas .
cha con esto porque no quiere saber nada de su propia castración. Prólogo del texto de Theodor Reik. "E! rilual".
Angustia es aquella que no engaña. De lo que hay certeza..
Indica .no :sólo que el objeto está presente, sino ante el deseo del Nuem Biblia de Jerusalem
Otro. Dijimos que aparece la angustia cuando algo en la i:_elación al
objeto está en juego, y en referencia a la.voz y su articulación con la BARYLKO. Jaime. Celebro.cionesjudaicas.
Usos y cosrumbres de! pueblo judío.
angustia emergerá. cuando eso Real de la voz que es solamente soni- De Adán al Mesias .
. rlo. se juegue en un punto en que no se sabe qué me quiere el Otro. en El .\fidrash.
el punto dónde como con la Mantis se está a merced. a signykado ae la Creación.
En tanto algo de la casrración no está jugado es que aparece el pun-
to de angustia. -:-REPP. !.eo. Una hi.swria de la e\perienC:ajudia.
Entonces lo Real de la voz corresponde al sonido sin sentido y lo que rRO:'v1M. E. Y seréis romo Dioses.
angustiaría ahl al Sujeto es estar a merced del goce del Otro. o algo del R.EiK. Th~dor. :h:eruuras de la im-esr:igación psiroanalirica. . . . ..
orden del cone sin producirse por la ley. :::1 Shóiar. i:swáios psicoonaií!iros del riw.aL (!ned.ito) Traauccion ce ."'.na Menner.
Vale decir que la ley ampara del goce del Otro.
1 :\CAN Jacaues. Seminario sobre la.o\Jlguslia. (Inédito)
Para concluir. una cita de La.can: - La .Sub~ión del Suiero. Escritos i. Buenos Aires. Siglo XXI 1975.
Serrww.r.o sobre Los j\iombres del Padre. (lnéditol
"Dije que no sabia qué cosa en el Shofar--Oigamos clanlor de culpa- -
129
128
La mirada en la clínica
ROSA FuR.!'viA:'l .

Así como he hablado del objeto a como la \'OZ. me detendré en otro

objeto que agregó Lacan a los ya descriptos por Fteud: el objeto a co-
mo la mirada.
Haré entonces algunos desarrollos teóricos para concluir con un
testimonio clínico.

Tomaremos este grafo. el del circuito de la pulsión. que La.can toma

sólo e!1 el seminario de la angustia.
falo

anal T
oral~

Cada una de las puisiones reconoce un objeto especifico que llama-

remos el a: lo pequeño separable del cuerpo. que ostenta su zona eró-
gena. Las zonas erógenas son esmJcruras de borde que se abren y se ·
cierran: - i.a boca
- el arw
131
 _-·· En cuanto a la pulsión escópica. el ojo es su zona erógena correla-
tiva, por cuanto puede abrirse y cerrarse. - - - -- - - -----
-- En el caso de la pulsión invocante, la zona erócrena es el oído, que
está siempre abierto. El oído no corta. .::> - .
_ Volviendo a la pulsión escópica; concebida de acuerdo· a Ja dir~c­
dón que toma Lac_an en el Seminario XI (1964). dice que Ja mirada es
algo que se ·separo del cuerpo y-que- qaedó perdido; desprendido. La
mirada como a está afuera. - -- _ - ,
Dice La.can: ·es aquella que mejor oculta Ja castración".
En "Los Cuatro Conceptos F_u ndamentales del Psicoanálisis"'. La-
c~ d_ice: "la esquizia entre mirada y visión nos permitirá. como verán.
anadir a la pulsión escópica a la lista de las pulsiones. Si uno sabe
l~erlo se da ~uema de que Freud la coloca ya en primer plano en "Pul-
s1ones y destinos ~e la pulsión" y ~uesirn que no es homóloga a las otras.
En efecto. ella es ia que elude mas complerameme el termino de la cas-
tración". 2
. La mirada es otra _c osa que el simple ver. así es como puede apre- -
ciarse ~l sentido del titulo "La esquizia del ojo y la mirada" . Esquizia
entendida como spaltung del sujeto. - ciega y disuelve al yo imaginario que somos. Esa luz. viene del Otro
La mirada no es función del ojo. ya que está en el mundo.
Lacan dirá: "Miro desde un punto, pero desde todos lados me es-
tán mirando".
Afmn~ qu~ la ':sión no es la mirada y la pnmera vez qu e lo hace es
en el semmano de Las relaciones de objeto" y luego en el Seminario X-
(1963) y en el Seminario XI (1964).
_ Dirá_que ver no es-mirar. y agrega que será necesario que la vista es- -
te exclwda del es~a~o psicoanaliti~~>. para que la mirada tenga fuerza.
Planteo paraao1al: para que aparezca la mirada inconsciente es
rr::enester que se excluyan los rosrros.
Freud. en su te::'.."LO de 1915 antes citado . -Pulsiones v destinos de
la pulsión · . dice que la mirada aparece como el acto de Ínirar 0 como
la satisfacción de mirar.
Tenemos entonces la presentación de Ja mirada como un movi-
miemo: -~l mo~emo de un acw, es decir. con un inicio v un fin. Es
una accion pulsmnaL - ·cu~do estamos ciegos en la conciencia. miramos en el inconscien-
En C<J-Illbio. la ~da presentada como satisfacción de un acw .
nos remJte ~la energia. a Ui.'1 acto que se despliega.
Esto esra presente en todos los actos pulsionales inconsciemes.
C?n La~ a esra wn:na vememe la llamaremos goce.
AJUStanac:>_._goce del oojeto y IJlás punrualm~te: objeto a.
132
. ' Uno d~- los modos eri que se goza en el análisis es mirando. Para el
psicoanálisis, ver el mundo, es ver imágenes. La dimensión imagina-
ria es la que se extiende entre el yo y el mundo de imágenes. Vale de-
cir, que hay continuidad entre el yo y la imagen, El yo está hecho de
imágenes y el yo percibe sólo aquellas imágenes en las que él se reco-
noce en tanto vo como ser sexual. (Juan David Nasio)
Ver es.imagina.e lo. que. uno. espera. no hay sorpresa.
·volviendo al yo. falo iinaginario en el que él consiste, ignora que lo
que lo sostiene y anima es un objeto. Goce que está corno a trás dán-
dole a esas imágenes, consistencia.
La visión, decíamos, no es la mirada. Ver va del yo, a la cosa. Del
yo a la imagen de la cosa. de la imagen fálica que está en nosorros. a
la imagen de la cosa. (Juan David Nasio)
En cambio mirar es un acto provocado por una imagen qu e viene
de la cosa hacia nosotros. La mirada pre-e.\'.iste al sujeto qu e es mira -
do antes de ver.
Contrariamente al ver. el mirar se despierta fuera de no sotros:
una luz que brilla, que no sólo nos atrae, sino que nos confunde. nos
y se refleja ahí. Entonces el mirar no nace del yo. sino qu e sorpren-
de al vo.
NÓs parece que somos mirados desde afuera.
Efecto de esta luz es que ocurren dos cosas: somos enceguecidos
y en ese punto el yo no ve más y a la vez. somos despertados y más
lúcidos que nunca en el inconsciente.
En el inconsciente hay algo que se pone en mar¡:ha en tanto el yo
está confuso. Paradojalmente, esa luz que me enceguece. despierta wr
mirar inconscieme que nada tiene que ver con el yo imaginario.
Esa mirada es un acto pulsional. una acción que es independien-
te de la chispa.
Mirar es un acto inconscieme. desencadenado por una luz. que .
\iene del Otro, desde afuera.
Emonces la \-is ta aprehende la imagen fálica o íalo imaginario. La
mirada ooera cuando una luz exterior titila.
te-. Esta es una frase que Freud toma de Pierre J anet y la u i:iliza en s u
texto de ·1919_ -concepro psicoanaliri.co de las perrurbaciDnes psicóge-
nas áe la visión-.
:Mirada y \isión son diferentes, pero hace falra la 'visión para que haya
una mirada. . -
133
 Así como Un lapsus denota lo inconsciente. la mirada se ubica en
esta falla de la visión que fasctna. (Nasio)
¿Qué es esta imagen fascinante? Esta imagen fascinante, el brillo
que fascina. es la imagen fálica.
Entonces, podemos ubicar a la fascinación como momento inter-
medio entre. la. visión.y la,ini.ra.da inconsciente_
La fascinación no pertenece más a lo imaginario, aunque todavía
no es el mundo real.
La fascinación es un modo del fantasma. tiene por detrás el goce
que reenvia a nuestro goce.
Lacan a esta imagen que· cubre el goce. que lo oculta y que lo mues-
tra. la llama semblant de objeto. Es la imagen que cubre ese lugar de goce.
Nos ha ocurrido a todos. mirando un cuadro en un museo. detener-
nos frente a él y de pronto. sentirnos capturados por el cuadro que no
conocíamos.
Dice Nasio: "Este sería el motivo por el cual la imagen fálica fasci-
na: suscita en mí el goce que ella cubre, que muestra y oculta. Est.a es
una de las imágenes más evocadoras del goce. La pantalla del Otro no
es inmóvil. tiene movimiento.
La imagen fálica no es un pene turgeme sino que en su movimien-
to Iitmico. luz. sombra. restimve con todo esto la forma de una hen-
didura de todos los orificios erÓgenos del cuerpo. Se llama fálica pero
es de origen orificial: boca. ojos, orificios con bordes de una hendidu-
ra. El falo imaginario tiene la fonna de una hendidura·.
La mirada. entonces, es un goce ligado a un orificio.
Esta mirada en tamo.acto pulsional no se ve. en tanto goce. no se ve.
Lacan dice que el a no es especulartzable. al a no tiene imágenes,
no lo vemos nunca.
La mirada es el objeto que está ligado. no a los ojos sino a la hen-
didura palpebral.
En -pulsiones y sus destinos-. Frcud dice: -e1 oriiicio de los párpa-
dos. la hendidura de los párpados que puede ser también la hendidu-
ra de la pupila. En verdad. tienen que ser bordes que se contraigan.
abran y cierren. El borde erógeno siempre se contrae y dilata-.
Paso ahora a un resrimonio áe mi clmica
Llamaré a mi paciente .Andrea. quien tiene actualmente treinta
años.
Comenzó sus primeras enrrevisras a los veintisiete años deriv~da
134
por un colega. 'Es médica pero dice no ani.marse a trabajar. Casada
hace tres ai'tos. Hasta el momento de casarse vivió con sus padres y una
hermana menor. Patricia. Tiene además dos hermanos. mayores. uno
separado y otro casado.
Refiere durante las entrevistas que su motivo de consulta es su
timid·ez-. el ponerse calor-acta delante de la gente T:l su gran temora fra-
casar en los exámenes de la facultad. por ese entonces último año de
su carrera. Estudiaba v no se presentaba por temor a fracasar.
Dirá que sus padrés son muy exigentes con el estudio. que le es-
tán encima. sobre todo su madre.
Conoce a su marido a través de su hermano menor ya que ambos
trabajan en ese momento en la Fuerza Aérea. Motivo por el cual su
marido viajaba y ella se quedaba mucho tiempo sola.
En la semana escudiaba en su casa. pero los fines de semana se iba
a casa de sus padres. donde no podia despegarse de su mamá.
Había esrndo en tratamiento con una psicóloga un año y dejó de tra-
tarse un día. cuando la llama para decirle que faltaria a sesión a causa
de un examen y la psicóloga le dice: -te voy a e.\.uañar-. Andrea dice:
-se parecía a mi mamá-.
Hago con Andrea dos meses de entrevistas en las qui'. la temática
discursiva habla del agobio que semia frente a la imposibilidad de ren-
dir los exámenes (punto de angustia). a sentir que le incomodaba que
si dejaba un día o dos de llamar a su madre por teléfono. ésta le decía:
-¿se te gastó el dedo?" o si al regres9 de su marido ella iba menos. le ·
preguntaba: -¿te falta algo acá?".
En esos momentos no cuestionaba el mandato materno. pero decía:..
sentir culpa porque si bien ella queria estar con su marido. siendo su
madre -tan buena como es. no querría lastimarla- .
La hennana pelea mucho con ella y en esas peleas Andrea le dice:
-sos una exagerada. pobre mamá-.
La pacieme refiere que sueña mucho. que a ,·eces recuer-da los sue-
ños v a veces no. v aue a veces se le reoiten cienos sueños.
Andrea me habia anoticiado de u~a dilicultad por ia que estaba
muy preocupada: cuando tiene relaciones se.\."Uales. se excita pero no
tiene orgasmo. Relata entonces uno de los sueños que se le repiten:
ella teniendo relaciones con Santiago y una mirada como prohibiéndo-
le. que ella ubica como siendo del padre.
Lue!!o este sueño sufre variaciones en orros donde ella tiene orgas-
mos. oero en sueños. Al desuenarse dice e.xoerirnemar mucna bron-
ca. al ·darse cuenra que lo h~ soñado. ·
135
 Este sentimiento es una reiterada queja durante las entrevistas .en
que comenta que con la otra psicóloga no habló de se..-xo y que a ella siem-
pre le preocupó no tener orgasmo.
Había consultado por es; motivo. pero dice haber terminado hablan-
do de cualquier cosa. · "Hablar con mi papá no te parece una charla, sino una orden·. Dice
D.ice.,queJe. quedaron muchos interrogantes y cuestiones impor-
tantes y la invito a retomarlos.
Una de sus preguntas es: "¿voy a tener orgasmos alguna vez?, ¿por
qué soy la nena de papá?"
Insiste en otras entrevistas la cuestión de ponerse colorada. "Cuan-
do me pongo colorada es corno si me quedara sin ropaje. Hablando de
la sexualidad aquí. hace que me ponga cada vez más roja. no sopono
las miradas sobre mi. no puedo hablar cuando hay mucha gente.
Mi mamá medio hablaba por mi. me resultaba muv cómodo.
Después me di cuenta que me cagaba. A veces ni hablaba y ya sabia
que me pasaba.
Esto me hizo pensar en que yo no deberia hablar demasiado, como
la que tengo palabras para todo".
En entrevistas consecutivas. dice de su preocupación por dos cues-
tiones en relación a la cama: "Si te desenfrenás, parecés una loca. pero
las dos cosas tienen que ver con el deseo. No se por qué cada vez que
hablo de deseo digo cuestión que escrito en inglés. es question. Cuan-
do hablo del deseo me angustio".
Sanciono la regla fundamental
En Ja primera sesión díce: ·empecé hablando de la mirada v termi-
né hablando del deseo". "En el sueño nunca acababa porque 3:parecia
mi papá y miraba. Una mirada censuradora. Era prohibido sef!uir
teniendo relaciones. Esta aparición de él en el sueño. no me deJ~ba
terminar en paz. Ahora cuando llego al orgasmo en el sueño tencro
bronca mía de que no me pasa despiena-. ::.
- "Antes soñaba mucho que mi papá se moría. mi se..walidad prohi-
bida es él Lo raro es que tengo tanto metejón con mi mamá v nunca
soñé con ella. Lo de la seducción lo tem~o bastante claro: no ouedo
salir a la calle sin arreglarme. Busco que-me miren. una cosa solapa-
da. que se me caía el ropaje y que me ponia colorada.. Para sedu~ir.
uno se pone. Me gusta gustar y que no pase nada".
Intervengo diciendo que ignoraba por qué ocunia eso.
Dice: ·aigo creo ·-·- me quedó en el recuerdo el pelotudo de mi pa-
136
pá, pelotudo y antiguo: yo me había dormido y se levantó en calzonci-
llos y yo lo miré y me retó. Mi mamá no estaba; A lo mejor miré algo. A
mi me pareció un horror. Después me pareció lo más normal del mun-
do, que un hijo mire al padre, es lo más natural~.
que los varones pueden coger y las mujeres, no".
Mi' intervención: con papá sólo. se mir:a...
Contesta: -se mira y no se toca-.
A la sesión siguiente me dice: -se mira y no se toca, pero con la
seducción yo también muestro y quito después: cuando vas a un museo
también.-
Habla del perfeccionismo del padre y dice: "Papá no usa llaves en
el pantalón para que no le hagan defecto. Es muy hincha bolas. deta-
llista. te trae la pomadita especial para que algo quede períecto. Mi
mamá no es así. no le importa la belleza fisica. A mí me obsesiona lo
fisico. De mi papá sólo tomé los defectos. Cuando nació mi hermana.
él me dijo: siempre vas a ser mi nena.·
Intervengo: las nenas no cogen.
Contesta: -esa frasesita me debe haber marcado porque nunca la
olvidé. creo que -el se mira y no se toca- es mi papá y después yo pasé
a ser mirada v no wcada en la calle.
En este punto me quedo y no puedo seguir pensando. Si hablo del
orgasmo llego a un punto en que me anulo y no puedo pensar más-.
Creo que la paciente tocó algo aquí del goce del fantasma.
Y hasta este punto puedo reflexionar que enAndrea, había un man-
dato paterno, que decía éste es el falo~ que se tiene que mirar. pero n_o
se toca: se mosrró.
La paciente sueña que tiene un orgasmo y no es masrurbatorio.
porque se sueña con el Otro. Hay una sexualidad que comienza a abrir-
-se a otras cuestiones.
De esre rn.andato paterno ella puede decir algunas cosas. pero hay
una mi.rada que no cayó: sin embargo comienza a zafar de ese mandato.
Se coloca frente a ia mi.rada del Orro como una muñequita o la ropa.
todo lo que es ropaje fa.lico, mascarada para no mostrar el no [OOCL
Tener orgasmos aunque sea en sueños. es ir más allá del padre.
Tomaré orro fragmento de sesión en que dice: -mí amiga. la que es
psicóioga. me dijo que la gente tiene famasias o fantasmas. Yo lo aso-
cié a la escena de mi papá. Se mira y no se toca: yo aparezco para ser
mirada pero no tocada.
:.1e acuerdo de su reto: había luz. __ ¿qué estás mirando? o. no mires.
137
 Medió mucha vergüenza,' a tal punto que mis compañeras en el colec-
tivo miraban a los chicos que se les paraba el pito y yo no. Me parece
que mi mirada se detuvo en mi papá.ft · . tenga que ser. ... junto a: esmdiá para el final ¡... ¿Qué mierda quiere
. ~ - ; .. · '}· ' .
···Hablar del fantasma no la asustó, sino que tuvo efectos de aclarar
cosas'" . -
Momento importante en que pienso que lo atinado es dejar que se
despliegue todo lo que tiene que descubrir de su femineidad en rela-
ción a la mirada del hombre y su propio goce femenino, que seguramen-
te lo encontrará en la cama. en un sueño. hasta que pueda ver en qué
medida cargó sobre sus espaldas la falta del Otro. ofreciéndose como
tapón para obturarla.
Otro fragmento:
"A mamá yo la ,·eia perfecta y no podía cuestionarle nada v no tenia
claro por qué mi mamá se peleaba tanto con ella. Ahora. si mi mama
mira un programa de televisión. le puedo decir que yo quiero ver otro.
Creo que mi mamá se mete demasiado.
Recién la veo a mi mamá de camev hueso. Mi mamá no encontra-
ba la razón por la que tenia que irme a casa: ahora veo que de las garras
de mi mamá me salvó Santiago." - aue es[e velarnrio no pasara inadvenido.
Vamos siguiendo con el material todos los desliza.miemos que se
van produciendo. Me parece que la paciente se pregunta por primera
vez por el deseo. Momento muy fuerte de su vida el de atravesar este
cuestionamiemo a la perfección de la madre: No pensó que con eso la
madre goza y la retiene. · ·
Otro fragmento:~
- Había-sido su cumpleaños~ llega v dice: "fue la semana de los olvi-
dos: mi mamá me regaló una benñuéla que quise ir a cambiar el color.
Subí al colectii:o y me di cuenta que no tenia la bolsa.
Después me ren.ia que levamar a las 7:30 para ir al hosnital. miré
el reloj y eran las 6:30. esraba adelantado una hora. La terce~ cosa oue
. me pasó. fue que murió la abuela de Santiago. Vamos al velatorio. esru-
vi.mos dos horas y dejé la canera en la cocina del velatorio. Me preo-
cupan los olvidos. - · ..\rno y lo 'atinado en este pumo. es rehusar la demanda. porque no hay
Intenren!;!o pidiendo asociaciones:
-Me fui sin hermuda. era un regalo de mamá. mamá me lo regaló
blanco yyo lo quería negro. Alo mejor no lo quise cambiar porque-ella
me lo regaló. --
. Mi mamá me dijo no lo cambies. el blanco es lindo. y yo le dije que
138
a mi me gusta el negro. Cuando olvidé la b~i-muda mi mam2. me dijo:
no sos perfecta. te podés olvidar algo. Ames me decía: que sea lo que
mi mamá?! Antes no me atrevía y ahora hace mucho que la estcy miran-
do con otros ojos. ·
Sigue una escena de pelea de la hermana con su madre en la que-
ésta le dice a Patricia que Andrea es perfecta y después me pide un
consejo médico en relación a su carrera.
Andrea contó tres lapsus en los que me indica que algo quiere pasar
a la palestra. Parecería que hay algo que ella quiere decir y rndavia no
se anima. pero se arriesga a través del lapsus. Habla de un deseo que
quiere hacerse escuchar.
No quiere dormirse para trabajar. parece que en relación a esto es-
tá muy despierta. Momento en el cual su deseo la empuja hacia un pa-
so. que desde luego implica riesgos. Estos lapsus marcan la presencia
de ciertos significantes.
¿Por qué ol\ida en el velatorio esa canera? ¿La bermuda es el obje-
to olvidado?
Lo que hice fue puntuar el significante que indica el lapsus. para
. Respecto poner el reloj más temprano. seguramente si se queda. cede
en su deseo. pero no se puede dormir porque es su momento de des-
pertar. de cruce de trámite. Esto me ubica en leerlo como que comien-
za a palpitar Ja fuerza del deseo.
Es frecuente que si estamos preocupados por algo. no podamos
dormir. es algo que nos pasa a todos.
Aquí la dirección de la cura apunta a que ella pueda transmutar es-
to en acto, porque si asume el acto asume también el riesgo del con-
tenido de la castración y me parece que cuando asumimos un acto en
ese lugar. no estarnos obedeciendo a ningún mandato. y por ende no
hav nine:ü;-i Otro oue lo garantice v amoare.
- Cuañdo en este punto me pidé consejo médico. me ubica en el lu-
e:ar de uno oi.,:e sabe codo. _
- Siemnre. los analizanres nos deslizan del lu!;!ar de analista al Jugar
Otro.
En la transferencia busca Que vo obture la inexistencia del Orro. Y
aquí debemos ser íérreos porq~e lo más insoponable del acr:o analíti-
co es que el Otro no existe.
En la dirección de la cura. el miedo a equivocarse es eso. dado que
139
 ubicándose como objeto, a pesar que ella estuvo e:n e! lugar de ser goza-
si el discurso del Otro es equiv6co yno urúvoco, me quedo sin la con-
da por la madre. · - . ·· ·· ·
sistencia del Otro, máxima angustia de un acto. Ella reclama a su ana-
Considero que vino identificada a la demanda materna y cuando la
lista que sea su Otro. que la complete. pero también sus lapsus deman-
despliega se produce el corte y ya la vieja no es mas soporte. Cae la
dan interpretación: escuchá rrú deseo y no escuches mi demanda. que
te la voy a enunciar inmediatamente después. · mirada v ella en la madre es mirada perdida.
Siempre una mirada invisible a la luz. velada. soporta o encarna a
- Si yo me deslizo a oraculizar me ubico como Amo .
. El que oraculiza está detrás del oráculo. Oraculizar es incremen- la demanda. . ·· - . · . . ·.
Una mirada se sostiene en el goce fantasrnático.
tar el lazo transferencia! de la suposición del saber. _
Andrea no puede mirar a su propia madre porque no soporta la
castración del Otro. Yo no le voy a ocultar mi hiancia. mi agujero. aun- Para concluir unas palabras de Borges:
que en la transferencia ella siempre tratará de que yo sea su papá y
garantice ese lugar clave. Yo no debo identificarme ahí sino correrme. Lo han despojado de diverso mundo.
porque para Andrea. salir del mundo de su papá, no es buscar otro. sino de los rostros que no son lo que eran antes de las
perder éste. cercanas calles. hov distantes
y del cóncavo azul áyer prot'undo de los libros.
Finalmente les traje otro fragmento de sesión. que me pareció sia-
nificativo. En esta sesión lo que puntualmente me quiere señalar :s Le queda lo que deja la memoria, esa fonna del olvido.
que siempre le molestaron los dichos de su mamá. "Poema al ciego-
Dice: "Mi hermana estuvo seis meses de novia con un chico v de un
día para el otro. la largó. Esto pasa porque para mí no existe ~l amor
a primera vista y ahora los chicos se conocen y se juran amor".
Recuerda una escena donde ella habla con su madre v ésta le dice:
"respecto a Patricia, creo que hav ale:o más". ·
"Hice click. y me di cuenta qu.e ese algo más de ella fue lo que siem-
pre me molestó". · -
· Andrea pescó la posición de sospecha supervoica de la madre v ese
click irriplica un corte. - · -
Está descubriendo que detrás de_l!i demanda de amor de la madre. Notas:
hay algo más. Detrás se aparece el "¿Qué me qwere el Otro?"
pag. 87.
19 de febrero de 1964.
En el decir del Otro hay una voz en jue!!o v si Andrea no estuviera 2 fre~d . Sigmund . {López Bailesteros] 'Tomo l. pag. l 027.
algo advertida. se hubiera angustiado. Ese ciick
anuncia que hubo un
corte: el corte de la castración. Bibliografia
Ahí ella cae como objeto de goce para la madre. El analista traba-
ja con el significante. pero lo que cae es el objeto. Vale decir que An- . FRElTD. Sigmund. Obras CompleUJS.
drea identificada al objeto mirada. ella es mirada por el Otro. e insti-
tuye el objeto :->ulsionaL El analista debe caprurar cuando ella oueda L-\CAN. Jacaues. Las Relaciones de Objew. - Seminario N' IV· 1956.
La Direcdón de la Cura v los Princioios de su Poder. E...••cmos I - i950.
mirar de frente.. · · Serrunano sobre la AnguSria \inédit¿) · Seminario N• X - 1963
Al decir que no cree en el amor a primera vista. se ubica en el lu- Semiru:lrio sobre ios Cu.ruro Concepws F~rales · Sermnano !\"" XJ - 1964
gar de cuestionar ei amor cie la madre. su \iraje justamente consiste.
en haber estado corno la que tenia un Otro de amor al que respondía _ ~.-\SIO . Juan Da\id. La Miro!la enPsia:xmálisis. Ed. Gedisa.
141
140
El objeto en el duelo y en la melancolía
A"'iALÍA STEZOVSh.'Y

A lo lar[!o del te::-.1.o Duelo v l\1elancolía. Freud va haciendo un parale-

lo entre la melancolia y el duélo. describiendo los pumos en común entre
ambos y resaltando aquellos que son exclusivos del cuadro meláncolico.
No muy avanzados en la lectura de texto encontramos la primera
caracreristica que seria exclusiva del cuadro melancólico.

12 ) Se Iraia de una disminución en el sentimiento de sí mismo que se

exterioriza en autorreproches y auwdenigraciones y que pueden
llegar a una delirante expectativa de castigo'.

2 2 ) El duelo es la reacción frente a la pérdida de una persona ama.d a ·

u otro objeto de amor que puede ser una abstracción (un ideal. la
patria. etc.). ·
En la melancolía también hay un objeto perdido como objeto de
amor pero no siempre se presenta esra pérdida con claridad. muchas
,·eces el melancólico no puede dar cuenta de Jo que perdió. Otras
,·eces dice Freud. sabe a quién perdió. pero no lo que perdió en él. .

3 2 ) En el due!o el mundo se emnobrece. aoarece vacío.

En la melancolía lo que aparece empobrecido es-el vo e.-mresándo-
se en autorreproche5 y la.espera de.rechazo por pa.~e dé los orros.

-FJ Cna caraneristica propia de la melancolía es la tendencia al suicidio.

Hay dos circunstancias que llaman la atención a Freud en Jos auto-
rreproches melancólicos:
 La falta de vergüenza en presencia.de los otros, como si el melan-
cólico se complaciese en esta mostración de su indignidad.
Y que estos amorreproches que el eruermo se dirige se ajustan muv
poco a su propia persona. se refieren a caracteristicas de otra persÓ-
na a quien el sujeto ama. ha amado o arnaria. · ca de movimiento simbólico. para poder hacer el duelo.
Concluye entonces que las quejas del melancólico son en realidad
quereIIas. Esta: seria la cfave d'el cuadro clínico: los autorrepro-
ches son reproches contra un objeto de amor y desde éste han
recaído sobre el yo. · Lo que sí logra este trabajo detallado. pieza por pieza del sistema
Detengámonos ~11-eLrrabajo de du.elo.\La circunstancia inicial del
duelo es que el objeto amado ya no existe. Comienza entonces el tra-
bajo de retirar la libido de sus enlaces con ese objeto.
Este es un trabajo que se ejecuta detalladamente. pieza por pieza.
subraya Freud.
¿Qué seria esto de pieza por pieza?
Desde el punto de vista tópico este trabajo se cumple dentro del
sistema inconsciente. El quite de la investidura de la represemación-
cosa del objeto es un trabajo largo y arduo. ya que esta representación
se apoya en un sin fin de representaciones (huellas inconscientes) que
serán primero sobreinvestidas para que se pueda producir luego el
desasimiento de la libido.
Esta sobreinvestidura de las huellas mnémicas es Jo que le da al due-
lo esa característica tan particular de rememoración detallada.
El sujeto comienza a recordar y es particularmente importante el
peso que toma la imagen en los recuerdos.
A través de esta rememoraci.Qn. el sujeto pierde por segunda vez al
objeto de. amor. La primera vez la pérdida es real. · mo tiempo revelación de en qué cosa hemos faltado a la persona para
Por medio de la rememoración consuma esta pérdida a través de un
trabajo simbólico pero donde el valor de Ja imagen es fundamental. va
que de esrn se rrara. del ocro como i(a). ~ -
Una vez cumplido el trabajo de duelo el campo estaria libre para una
sustitución.
Se produce entonces una perdida que crea un agujero en lo real.
Esto es lo que lleva a hacer un duelo. Todo el trabaio de duelo es la
movilización que se produce a nivel significante fren"te a este agujero
creado en la e.'Xistencia.
El aparato simbólico se pone en juego todo para hacer frente a este
agujero en lo real
Este es el sentido. por ejemplo. de los ritos .funerarios. Se pone en
144
juego en este caso en forma p\lblica. comparti~a ya que una comuni-
dad dispone de un sistema simbólico para hacer frente a este agujero
en la existencia que implica la muerte de un ser querido. .
El sujeto necesita enterrar sus muertos con todo lo que esto impli-
De todos modos. y aunque todo el aparato simbólico se ponga en
juego; el agujero err lo real"rrosecubre. Lorea:J:. en este casrr el ~rden
del objeto perdido., es irreductible al significante.
significante es bordear este agujero, acotarlo permitiendo el abando-
no del objeto de amor y la caída del objeto a que el otro amado guar-
daba. .. ·
Decimos entonces que este otro de amor i(a) guardaba el objeto a
que habíamos depositado en él val cual estábamos identificados. Cuan-
do este objeto vuelve a nosotrÓs. por la desaparición del ot..ro amado.
p~os a ser ese objeto abandonado. perdido para el otro. Así se e.\.-pli-
ca el afecto penoso. de tristeza del duelo. .
Por medio del trabajo del duelo. que implica una recomposición
significante paso de ser un objeto abandonado y perdido para el otro
a convertir al otro en el objeto que me falta.
Caída del objeto que permite el relanzamiento del deseo. v la oosi-
bilidad de búsqueda en un nuevo objeto de amor del objeto q~e ~usa
mi deseo. ·
En el seminario de LaAngustíaLacanafinna: "No estarnos de due-
lo sino por alguien de quien podemos decirnos ~yo era.su. falta~ .. Lo
que:damos en el amor es esencialmente lo que no tenemos v cuando
lo que no tenemos vuelve-a nosotros hay por cierto regresión y- al mis-
representar su falta".
Yo era su falta. El sujeto da en el amor aquello que no tiene. el obje-
to falta v se identifica a él.
Cuando éste vuelve al sujeto se revela como lo que es. un objeto
perdido y es así como se siente el sujeto ..
Sólo mediante el trabajo de duelo. del contorneo signillcame alre-
dedor del agujero en lo real es posible que el sujeto se desprenda del
objeio. que vuelva a su filnción de objeto-falta. causa del cieseo.
¿Qué sucede emonces en la melancolía cuvo desenlace es diferen-
te y le da su carácter patológico? ·
En la melancolía hubo una elección de objew. Dadas der.erm:inadas
circunstancias se produce una conmoción de este VÍilculo. El resultado
145
 a
no es el norniái; nos dice'Freud;. ci sea través de un trabajo de duelo . .
el quite de la libido de ese objeto ysu desplazamiento sobre uno nuevo.
· En la melancolía, la libido no se desplaza sobre un nuevo objeto
sirio que se retira sobre el yo donde se produce una identificación del
yo con el objeto abandonado. · En -E¡ yo y el ello· (1923) encontramos una e..xplicación precisa del
Desde errtonceS' el yo es juzgado duramente por una instancia par-
ticular como se juzgarla a un objeto.
¿Qué tipo de vinculo existe entre el sujeto que luego va a hacer una
melancolía·y su objeto de amor?
Freud afirmaba algo que parece ser un punto crucial: "Tiene que
haber existido -nos dice- por un lado una fuerte fijación con el
objeto de amor. y por ouo lado. y en comradicción con esto. una esca-
sa resistencia de la investidura de objeto."
Esto irnplicaria que el \inculo con el objero se ha establecido sobre
una base narcisista. En ese caso la investidura de objeto puede regre-
sar al narcisismo si tropieza con dificultades.
En Introducción al Narcisismo Freud plantea dos tipos de elección
de objeto:
Conforme al tipo de apoyo la elección de objeto es a la mujer nutriz
o al hombre protector y toda la serie de sustitutos.
Y la de tipo narcisista conforme a Ja cual se arna:
a) Lo que- uno es (a si mismo).
bl . Lo que uno fue.
c) Lo que uno quisiera ser.
d) A la persona que fue pane de uno mismo.
Esto nos lleva directamente al ideal (lo que uno quisiera ser o lo
que uno fuel.
¿Cómo se constituye el ideal?
¿Qué función desempeña?
freud remarca que es a partir del concepto de represión que \'a-
mos a encontrar el camino para despejar qué ocurre con la libido de!
vo cuvo caudal no se agota en las cargas de objeto.
· ui.s tendencias puisionales libidinosas sucumben a la represión
cuando enrran en conllicro con las representaciones éticas y cultura-
les de~ indiviciuo.
146
La represión parte del yo. pero .nás precisamente de la propia amo-
estimación del vo.
La formación de un ideal, seria, por parte del yo, la condición
de la represión.
ortgerr del ideal.
En el capitulo III de este te.."\to leemos: -Esto nos lleva a la génesis del
Ideal del yo. pues detrás de él se oculta la primera y más imponame iden-
tificación del individuo. o sea Ja idenlificación con el padre. Esta identifi-
cación no-parece constituir el resultado o desenlace de una carga de obje-
to. pues es directa e inmediata y amerior a toda carga de objeto·.
Ahora bien. si es el ideal Jo que mueve a producir la represión y
este ideal tiene su origen en esta primera identificación al padre. pode-
mos colegir que el éxito de esr.a identificación será la condición de !a cons-
titución del aparato psíquico.
Esta identificación primaria queda reforzada luego por las eleccio-
nes de objeto que recaen sobre la madre y el padre. Cargas de objeto
cuyo desenlace normal es la identificación.
El superyo es heredero entonces del complejo de Edipo.
Vayamos ahora a un aspecw de la melancolía que. a mi entender.
no queda del todo claro en el te..xto freudiano.
Freud afirma que la ejecución pieza por pieza del desasimiento de
la libido que se realiza en el sistema inconsciente. es adscribible a la
melancolía al igual que al duelo.
La diferencia en la 'melancolía radicaria en que la relación con el obje-
to es altamente ambivalente.
En la melancolía la investidura libidinal abandonarla finalmenre
al objeto pero para retirarse al yo donde se produce una identiiicación
con el objeto.
Esto rrae como resultado que el \ir1culo no se resigna_ a pesar dei
conflicto con ia persona amada.
La contradicción es esta:
Por un lado tenemos que ei objeto íue abandonado a rra,·és de un
trabajo semejante al duelo. Pero por medio de una identificación este
\inculo no se resigna.
La pregunta que surge es:
¿Hubo efectivamente trabajo de duelo? Si lo hubo.
¿por qué el objeto no íue abandonado?
¿En todo caso de qué objero se rrata?
.-
1-r/
, . Habiamo~ vÍ~to que el trabajó de duelo implicaba una movilización_ ·.• ... En un a."1.álisis -que hace La.can de Hamlet, publiéadoen Offiicar?
· 1'::sistema significante. Todo lo simbólico se pone en juego para cubrir (1983). hablando de la melancolia dice lo siguiente: -se nos dice que
~.e agujero creado en la existencia. > el duelo tiene lugar en razón de una introyección del objeto perdido ..
. -•. Como no es posible cubrirlo, se bordea este agujero lo cual penni- Pero para que el objeto sea introyectado existe una condición pre-
~~ abandono del objeto de amor y la caida del objeto a que el objeto via y es que esté constituido en tanto objeto~. ·
1.e amor guardaba. · - · . Lacan no continúa este· desarrollo, pero es exactamente lo que
.. ,• Sf en la melancolía la movilización significante no fogra· producir podria:rnos-pregurrtamoserrel casu cte la melancofür ¿el a· está cons-
~.e desenlace tenemos que pensar que hay aquí algo fallido. El obje-· tituido? ·
~t>t!e amor es soporte de la castración del sujeto, en tanto el a es esen- Si es en la circunstancia de una pérdida que reenvía la castración
::'..almente un objeto-falta. Cuando desaparecido el objeto amado la al sujeto que se produce un acceso melancólico.
'/...~tración vuelve al sujeto debe haber a nivel significante algo que de Si esta castración del Otro que vuelve al sujeto (desde lo real) se le
-::;enra de la castración. toma insostenible ¿no podriamos hablar aquí de forclusión?
Falla en la inscripción del Nombre del Padre que hace imposible ya
A S no la caida del a. sino su misma constitución.
$ A Se nos presemaria entonces el acceso melancólico como un imen-
a to restitutivo de inscripción significante y de constitución del objeto
falta . .
Si retomamos la división que formula La.can en el seminario de La
.l_-:~ustia para dar cuenta de la constitución del a como resto de la
rr,nstitución del sujeto en el campo del Otro. vamos a ver que tan te el
>l;}eto como el Otro en un segundo tiempo, tiempo de constitución. es-
litn atravesados por Ja barra.
En la barra reconocemos la función paterna, el Otro es un Otro
castrado y el sujeto maréado por la barra de la represión. un sujeto
dividido entre lo que dice y lo que' sabe; y dividido por la castración y
por ella sujeto en falta. - ·
Hay un Otro en falta y un sujeto !!~ falta. La significación del falo
setntroduce por la metáfora paterna. Sin la función fálica no hay posi-
bilidades de que el a se constituya como objeto falta.
Aquella primera identificación al padre. génesis del ideal. condi-
ción de la represión.
Referencias bibliográficas
En la melancolia Freud habla de una especial sensibilidad del Ideal
'!Ue atonnenra al yo modificado por la identificación al objeto que no se "Duelo y meiancoiia-, S. Fn:ud
ha podido resignar.
En la última clase del Seminario de La Angustia. Lacan nos dice -El yo y ei ello-. S. Freud
que el sujeto melancólico ar.aca su propia imagen~i{a) desgarrándola para
poder alcanzar ese objeto a cuyo mando se le escapa y cuya caída lo -lmroducción al narcisismo". S. Freud
arrastrará al suicidio. Seminario X; La Angustia J. La.can
,·."_,._ Está claro que en el sujeto melancólico el objeto ario cae; la única posi-
bilidad de caida es con la caída del sujeto mismo en la identificación. Revista Omicar? J. La.can
> :~!..:-.'.~: ·· .. ·. · · :. ~..:. '.:;_e ~ · · · ·¡,·.: , -- .. .. :.
w

148 149
Sueños de angustia y pesadil[as
STELL\ 1v1ARis RIVADERO

Borges dijo en una Conferencia en la Escuela Freudiana de Bu enos

Aires. el 1ºde septiembre de 1980. sobre -Los Sueños y b Poesía":

•... ahí esrá la presencia de la pesadilla. de un horror que no se da

en los otros canros. donde solameme hay hechos arroces pero no lo que
yo llamo el sabor peculiar de la pesadiila. esa sensación que se da eri
la pesadilla y no cuando ocurren cosas mroces en la i.:icla. ¿ i' si las pesa·
dillas fueran esrri.crameme sobrenarurales? ¿Si las pesadillas fueran
grieras deL infierno? ¿Si en las pesadillas esrui.:iéramos lireralmenre en
el infierno? ¿Por qué no? Todo es ran raro que aún eso es posible.·
En el seminario de "La angustia" La.can expone cienos caracteres
de una experiencia -Ja pesadilla-y nos invita a nosotros analistas a
trabajar dicho tema. mencionando elogiosameme el te:-.'l:o de Emest
Jones "On the Nightmare" (Sobre la pesadilla).
La pesadilla atañe a dos fenómenos importantes: el proceso oníri-
co y la angustia.
El libro de Jones es uno de los pocos estudios que se dedicó a este
ca..11100 ta..1 nrofundo. Es un libro erudito. nleno de fábulas. mitos . v
creencias de todas partes de Europa. donde u-abaja los disti11tos ele-
mentos que suelen aparecer en las pesadillas.
Durante la época de Ja Inquisición. los miembros de Jos Tribu.11ales
que estaban encargados de los interrogatorios buscaban marcas que
en el cuerno del acusado atestie:uaran su connivencia con ei diablo o
las prácnéas herejes. -
Los !linares. las vemlgas. las cicarrices. se consideraban corno
pruebas de esas relaciones de connivencia del demonio con las perso-
nas. I::.n. ese momento aparece Ja pesadilla como fenómeno social
151
 Las figuras de estos sueños pesadillescos son el resultado de con-
densaciones de rasgos de identificación en el seno de los fenómenos de
masas en la Edad Media. fundamentalmente, las distintas formas de
contagio y posesión demoniaca.
Night-mare significa yegua de la noche. la yegua nocturna trans-
mite el valor semántico de una ima(!en ominosa. siniestra.
Su etimología reenvía al anglosajón antiguo nightmoere-(demorrio
de la noche}; la pesadilla es producto de un demonio lo cual responde
mejor al griego -efialtez· y al latín -incubus·. Es evidente el intento de
Jones de convalidación de la teoría psicoanalítica. Este texto fue escri-
to entre 1909 y 191 O; en ese momento el psicoanálisis estaba en sus
comienzos v él trarnba de hacer un análisis de diversos fenómenos. los
mitos. las éreencias v las costumbres.
En ese marco u-ábaja una teoria del sueño. una teoria del simbo-
lismo y una teoría se.\.-ual. En el último de los tres capítulos. nos dice:
"El elemento más antiguo del espiritu del mundo de que haya rasrro
alguno. es este fantasma de presión (drück geísc, (término alemán).
También allí hace mención al "l\Jpdrück" que es la opresión incú-
bica o del "ALP". del demonio que se siente en la pesadilla y el ·mare-
o ·mara- cuyo significado etimológico es -un esrrujador-.
El nombre -Ephia.lles- que significa tormenta. huracán. El fenómeno
de la pesadilla se plantea como irrumpiendo en el escenario onírico.
arrojando al sujeto sobresaltado y apresado por la pesadilla al despertar.
Precisamente la sensación de intenso ahogo. de opresión, de sofo-
cación. de estar en medio de una tormenta, de un huracán, es lo que
provoca ese despertar._
La opresión nos indica la irrupción de la angustia en el sueño.
Un pequeño fragmento del Horlá de Guy de Maupassant nos mues-
tra ese despertar angustioso de la pesadilla.
En su diario escribe en el día 4 de julio:
"Decididamente. las crisis. vueiven a empezar. Vuelvo a tener las mis-
mas pesadillas. Anoche semi que alguien se inclinaba sobre mi y con
su boca sobre la mia. bebía coda mi vida.
Sí. la bebía con la misma avidez que una sanguijuela. Luego. se
incorporó saciado. y yo me despené tan e..nenuado y aniquilado. que
apenas podía moverme. Si eso se prolonga durante angunos dias vol-
veré a ausentarme.
El día 5 de julio.
-... Me acosté enseguida y cai en uno de mis espantosos sueños del
152
cual pude salir cerca de dos horas después con una sacudida más
horrible aún. ·-
Imagínense ustedes un hombre que es asesinado mientras. duer-
me, que despierta con un cuchillo clavado en el pecho. jadeante y que
muere sin comprender lo que ha sucedido. Después de recobrar la
razón sentí nuevamente sed, encendí una bujía, y me dirigí hacia la
mesa donde· habia'. dejado· la· botella:, la- levanté-inclinándola: sobre el
vaso, pero no había una gota de agua, estaba vacía, completamente
vacía, al principio no comprendí nada. pero de pronto sentí una emo-
ción tan atroz que tuve que sentarme. o mejor dicho me despiomé so-
bre una silla. me incorporé de un salto para mirar a mi alrededor. volví
a sentarme delante del cristal transparente lleno de asombro y terror.
lo obsen·aba con mirada fija tratando de imaginanne lo que había pasa-
do. mis manos temblaban. ¿Quién se había bebido el agua?. \"O. vo sin
duda. ¿quién podía haber sido Sino VO?. entonces \'O era SOn~ubu] o \'
vivía sin saberlo esa doble vida misteriosa que nos hace pensar que
hay en nosou-os dos seres. que a veces un ser extraño. desconocido e
invisible. anima mientras dormimos nuestro cuerpo cautivo. que le
obedece como a nosotros y más que a nosotros.
¡Ay! ¿Quién podría comprender mi abominable angustia? ¿Quién
podrá comprender la emoción de un hombre. mentalmente sano. per-
fectamente despieno y en uso de razón, al contemplar espantado. una
botella que se ha vaciado, mientras él dormía~.
Este ejemplo de la literarura nos da una vivida muestra de cómo el
sujeto despierta de la pesadilla reflejando ese miedo de agonía, un
miedo mortal. la sensación de pariilisis.
· Además presión, sob,resaltos. poluciones, secreciones vaf!inales.
sensación de estar cayendo en un pozo o abismo. tener la sensación de
querer gritar y no poder despertar. despertar bañado en sudor.
La secreción \'aginal y las poiuciones nocturnas. le hacen pensar
a Jones en la reiación enrre Jos deseos incestuosos y su posible reali-
zación onírica.
El papel que Je cabe a la respiración es importante. ei aire tiene
atractivas referencias. ¿El ahogo de la pesadilla es uri factor de e.xci-
tación sexual? ¿Qué lugar ocupa el jadeo del cabalgado por ei íncubo.
ese eiememo demoníaco que aparece oprimiendo al sujeto. que en las
figuras aparece como la figura del diablo. el vampiro. el lobo. etc.?
Si la pesadilla es pensada en el marco de una relación se..xual de-
seada y temida. una relación incestuosa con alguno de Jos progenito-
153
res. nos preguntamos: ¿Se tratará entonces de una realización no lo su-
ficientemente disfrazada de un deseo incestuoso?
. · Para Janes los desórdenes corporales. corresponden al acto se..xual,
sin embargo este desorden corporal parece ligado al orgasmo. Además
espusible-errlazaresre-puntoa las manifestaciones-del gran ataque
histérico, con todo el compromiso que tiene la anatomía fantasmática.
Un rasgo sobresaliente respecto a la posición del sujeto en relación
al ·Alp". a la "/11ara", al "íncubo", al "súcubo", quienes poseen, some-
te, cabalgan y apresan al sujeto del sueño. ese rasgo remarcable, decía.
es la pasiviáacL la inmovilidaá corporal a la que se ve sometido el que
sueña.
En esa pasividad el soñante atraviesa por un estado de borroso pla-
r.er del cual desea salir imperiosamente. · tes. de ella. algunos despenaban con algún miembro dormido. tam-
Los personajes de la pesadilla son interrogadores. inquisidores.
¡;eneralmente plantean un enigma que invade al soñante, estos perso-
najes fantasmáticos que habitan los sueños, íncubos o súcubos de
acuerdo al sexo del soñante, los lobos. los vampiros. las brujas, están
adscriptos de acuerdo a rasgos derninantes a un cierto estadio de la evo-
i ución psicosexual. Así por ejemplo: el diablo está ligado a la etapa fáli-
ca. Las distintas apariciones del diablo tienen algún rasgo que los dis-
tingue. como una enorme fuer.la. o dientes largos. uñas largas y afüa-
das o chupan sangre.
Es obvio que en estos elementos se hallan rresente la condensa-
ción y el desplazamiento.
En relación a la condensación. suele haber varios rasgos que apa-
recen en un solo personaje. El discurso político de la Inquisición encon-
tró en ocasiones la complicidad del discurso histérico, como también
este último se hizo cómplice del discurso médico. Desde la orilla de la
sugestionabilidad histérica. siempre abiena al poder y saber del Otro.
parte Freud para canceiar ese poder y ese saber en tanto sostenes de
un ·creer ser el Otro-. ' pecciona Ja garganta de Irma y casi inme-1....iatarneme conv0ca a sus imá-
En los primeros eEtui:üos sobre la Histeria de 1895. es posible
encontrar una vena frucúfera que será desplegada posteriormente. en
lo que hace a la pesadilla al cuerpo. al despertar. al dormir.
En las observaciones de la historia de Arma O. enconrramos esa
anatornia famasmática manifiesta en los síntomas de la escisión esqui-
zoide o de espasmo de la histeria y agregamos el cuerpo en el sueño.
Cito un pequeño pasaje del historial: "Quería ahuyenra.r el animal
pero estaba paralizada. ei brazo derecho que colgaba del respaldo de
la silla se había dormido. se había vuelto anestésico y parético y cuan-
154
do lo miraba se transformaban los dedos. en pequeñas serpientes con
calaveras·. · ·- · -· ·
En los estudios que siguen a éste y que ya pertenecen plenamen-
te a Freud, se reiteran esas puntualizaciones acerca de las pesadilles-
cas.altemativas fantasmáticas.del cuerpo histérico. Estos historiales
corresponden al tiempo en que Freud aún no había abandonado defi-
nitivamente el método terapeútico de la hipnosis, allí se alternan en
las observaciones estas secuencias: dormir - vigilia - alucinación - repo-
so - sueño.
A Freud. en ese momento de su escritura le preocupaban cienos
temas vinculados con Jo "demoníaco de las posesiones histéricas-.
La práctica de la hipnosis produjo una gran atracción en los pacien-
bién sobrevenían periodos de insomnio o alucinaciones.
Freud tropezó prontamente con la cuestión de .la angustia en el
sueño.
En el capitulo sobre los -sueños de angustia·. aclara que la angus-
tia es la de la neurosis. él hace una reierencia etimológica resoecto de
la palabra ane:ustia del latín ango anaere. estrechamiento de la e:ar-
gama no sólo -a ni\·el físico sino rambién como signo de una aflicción
de! espíritu.
En el diccionario de la real academia francesa figura la oalabra
angoise. que significaba pera de angustia. que era u~ elem~to que
usaban los ladrones para introducirlo en la garganta de sus victimas
para que no gritaran.
Algo del orden de una palabra estrangulada. una palabra sofoca-
da que ria termiña de realizarse como tal se juega en la angustia.
El sueño inaugural. ustedes recuerdan el sueño de la L.·ivección de
lnna. tiene un pasaje bastante marcado por la angustia. Lacan dice de
él: ·Es un oumo de acmé- ei momento de ese sueñO. en el aue Freud ins-
genes identilkatorias más tranquilizadoras. sus tres amigos. :C:sa e:ar·
gama es rambién para Lacan un Dlli"1to de condensación d-e temores de
mu ene. de confrontación con lo más homble. lo más esoamoso del ser.
Ja irnmdón de la ane:ustia: allí en sus sueños Freud a~da ane:ustiado
a sus 3.mie:os. pero él no lo llama a éste. sueño de ane:.ustia ni pesadi-
lla: hav en-él cienos matices de vivacidad. una ciena proximidad en un
momenro al desoenar a la \i!tilia. pero el sueño continúa.
Con el análiSis de este su"éño se coloca Ja piedra fundamental de la
interpretación de los sueños. alli el sueño parece aún guardar el repo-
155

so.' realizar deseos: Cabe preguntarse: ¿Por qué algunos sueños angus- .
tian? ¿Por qué algunos sueños despiertan? ¿Qué hay de realización de
deseos en los sueños? El despertar. el estatuto y representación del
cuerpo del soñante, su yo, el escenario del sueño, son aludidos y comien-
zan a ser trabajados en la Traumdeutung.
- .. Haytambiérr urr sueño· eff el cual ve·a su madre.dormida.siendo.
llevada ¡)or unas figuras con cabeza de pájaro y otro sueño en que su '
cuerpo es diseccionado y otras escenas a lo que siguen un despertar
y
brusco angustiado.
El sueño donde él ve a la madre, dice: -yo mismo no he tenido nin·
gún sueño genuino de angustia desde hace décadas. de cuando tenía
siece u ocho años recuerdo uno, uno que sometí a la imerpretación rrein·
ta años después fue muy vívido, y me mosrró a la madre querida con
una expresión durmienre de extraña calma en su rosuo, que era lleva·
da a su habitación y depositada sobre su lecho por dos o tres persona-
jes con pico de pájaro -. Lo que él dice. es: -Desperté llorando y gritan-
do y turbé el sueño de mis padres·. ¿Recordaban estos sueños?
En el trabajo freudiano sobre "Lo siniestro", (1919) aparece la his-
toria de un personaje martüizado demoniacameme por dobles que se
reproducen una y otra vez y aparecen incesantemente.
En la historia que Freud nos cuenta acerca del pintor Cristopher
Haitzmann. aparece el "Señor del mal" en dos figuras donde se mues-
tran caracteres incúbicos pesadillescos.
- En ese texto. en la segunda aparición. el diablo nos muestra su
carácter andrógino. seno_s abundantes. combinados' con barba.. bas-
tón. garras y un gran pene rematado en serpiente.
La.can ha trabajado las conexiones de Jo real en el sueño. el ombli-
go del sueño, el punto de acmé. el cuerpo mismo del soñante. lo real
en el despertar. la posible realización de deseos en el sueño.
Cabe pregunrarse si el sueño al realizar un deseo preserva el dorirur.
y repito la pregunta ¿por qué hay sueños que interrumpen el dormir?
La.can cita en varios te..'(T.OS el comenrarto freudiano del hada y el
matrimonio de ias salchichas para interrogar est:.a cuestión del deseo:
¿el deseo es causa de placer? ¿para quién? El deseo pertenece a un
sistema el Inconsciente. mientras que el sistema del preconcieme..lo
ha desestimado y sofocado.
A pesar de lo conocido del relato de Fm.i.d voy a hacer referencia a él.
. . Una hada buena protege a una pareja pobre, marido y mujer. y les
promete el cumplimiemo de tres deseos. de los primeros rres que se les
· ocurran. ésw los llena de dicha y se proponen escogerlos con mucho
156
' ·: ""'.'.•' . ·· . ."· .. : ~·: ~ . · . . ......................."".' " '~.::. " :..... " ~ : . . ·· •. ···;·:r ·· · . ... '!'" '• ·.-
cuidado. pero la mujer se deja seducir por el aror:r.ia de unas salchi-
chas. que cocinan en la choza de al lado, y entonces desea para si un
par de salchichas, e inmediatamente un par de salchichas. v1enen .
volando; es el primer cumplimiento de deseo. entonces el marido se
enoja y en su bronca desea que las salchichas Je queden pegadas, a su
mujer. en la nariz, cosa que efectivamente ocurre, es el segundo deseo
cumplido; las salchichas no pueden moverse-de ese lugar: pero el de-
seo fue del hombre, esto a Ja mujer no le gusta nada y puesto que en
el fondo los dos son uno. marido y mujer, el tercer deseo tiene que ser
que las salchichas se aparten de la nariz de Ja mujer.
- El cumplimiento de deseos de uno de los sistemas puede significar
displacer para el otro, cuando los dos no están de acuerdo entre si. La
realización de deseos debería ser por cierto. causa de placer ¿para quién?
Alrededor de esta fábula aparecen cuestiones relativas a un proble-
ma. como el de la realización de deseos o ei cumplimiento de deseos en
el sueño.
En la interpretación, Freud muestra una de las posibles y manifies-
tas puertas de entrada a la -or:ra escena-. En varios de los pasajes que
Lacan dedica el tema del sueño. habla de la "otra escena-. término
tomado de fechmer. que alude a la otra ·realidad psíquica-.
Recordemos la situación del que duerme y es molestado por una
mosca. Ese fastidio que le ocasiona. lo lleva a tener que espantarla ca-
da vez para poder seguir durmiendo, pero cada vez que espanta la mosca
se despierta. sin lograr el deseo principal que es continuar durmiendo.
Es el punto en que-se- plantea que todo dornúr implica necesaria-
mente un despertar para seguir durmiendo. "Un sueño-dice Borges-
es un despertar que comienza".
Esre planteo se reitera más adelante cuando al e.'\.-poner el fenóme-
no del sueño en términos energéticos. Freud concluye que aun el dor-
mir más profundo supone un mínimo de gasto de atención puesto al ser-
\icio precisamente de la preservación de la función principai dei dormir.
Hay múltiples ejemplos donde se analiza este factor que el sueño
desempeña en el juego del -ierárgico placer- del dormir. Por e1ernoio
los sueños de comodidad. - ·
Es el despenar por la ~austia lo que viene a cuestionar de la mane-
ra más incisiva la función placentera del sueño al servicio del dormir.
freud dice: -La angustia en los sueños. permitaseme insistir. es
un problema de angustia y no un problema del sueño-.
Es precisamente el despertarpesadiilesco el que nos interroga acer-
ca de esta realización de deseos. Los sueños de angustia. los -sueños
157
traumáticos y las pesadillas conforman un conjunto en esta dirección.
cuestionan para Freud a veces enigmáticamente la función placente-
ra del sueño.
Es el punto en que el sueño fracasa y se abre el punto también. de
estallido de -1a otra escena".
Es el vacío de representación. Ja caida de las identificaciones que
comandan el montaje de -1a otra escena-.
En el trabajo sobre -Lo siniestro". es el propio Freud, que nos per-
mite continuar en este punto.
Freud sorpresivameme se encuentra paseando por un barrio de
prostitutas. Se quiere ir de allí. pero al intentar salir de esa escena vuel-
ve repetidamente y no deliberadamente a ese lugar que le resulta cono-
cido. que se le transforma en familiar: tal vez el despertar a la vigilia lo
vuelve a sorprender angustiosamente en esas calles amenazantes. Des-
pués de varios imemos llega por fin al lugar conocido de su partido.
Si acercamos la pesadilla a lo siniestro ¿no se podría llegar a redu-
cir la fórmula a lo que Jones ya decía que la realización del deseo inces-
tuoso implicaba un goce insoportable?
Los sueños. sus manifestaciones sü(nificantes. v sus vericuetos
imaginarios. con frecuencia han sido m"étaforizados-por el laberinto.
Pero lo que en ellos angustian. lo que de pronto despiena. no es tamo
el hecho de perderse en el laberinto sino más bien la ·eventualidad·
de un encuentro.
Si el comen.ido de la pesadilla es esquemático en el despertar se
presenta una variabilidad que lleva a pensar que lo que fracasó en el
sueño encuentra en el despertar uná oportunidad. La fenomenología
del despertar de los sueños de angustia y de la pesadilla presenta tan-
to un despertar en que el sujeto rápidamente encuentra tranquilidad
en el reconocimiento visual del medio habitual y la recuperación del rrim.i -
rniento inhibido. como el despenar prolongado en que la angustia per-
ma....riece y el malestar se impone.
Suele sucecier que ciertos sueños que al tener tanta fuerza. en el día
nada merece nuestra atención. es como si siguiéramos soñando aun
despienos.
En el despertar de la pesadilla pueden aparecer fragmentos -alu-
cinatorios". sensaciones hipocondriacas. sentimientos intensos de
odio o uisteza. desamparo. con frecuencia jumo al olvido del sueño.
La duda de carácter mnémico recae sobre la identidad de los ele-
mentos del sueño (presencia-ausencia. orden de la secuencia. etc.) y
se presenta en el relato.
158
En la pesadilla. la vacilación en el juicio de existencia se experi-
menta en su transcurso aplicada a la oposición sueño-realidad. Pero
en los sueños comunes hay un \ivo sentimiento de realidad. y lo que
a veces no se sabe demasiado bien es si uno estaba en el sueño o no:
en la pesadilla siempre se tiene la ceneza de que el soñante está pre-
sente. O sea que.es eLpr:otag.onis.ta.deJa pesadilla. en los sueños a ve-
ces puede haber una duda, si uno estaba mirando la escena del sueño,
si estaba adentro o estaba afuera.
Para Janes la diferencia está en la pesadilla a través del coito. en
los sueños de angustia la perversión polimorfa infantil suministra las
fantasías del encuentro: oral. anal. sádicas ambas.
La.can en "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis-
nos dice: -La angustia de cascración es como un hüo que acraviesa ro-
das las erapas del desarrollo". decía que en cada estadio. surge por
relación a las \icisitudes del encuentro con el Otro. el sujeto en tamo
objeto se propone como objeto devorable. como dopación. y como cap-
turable por la mirada y por la voz del Otro.
En los dos primeros ténninos se u-ata de Ja demanda del Otro. en
Jos dos últimos del deseo del Otro.
Lacan sostiene que la angustia en ia pesadilla es experimemada
como goce dei Otro. como Ja dimensión dominame del encuentro .
Prevalece sobre el deseo y la demanda del Otro.
A tal goce nos aproximamos por \ia de lo siniestro v lo ubicamos
más allá del principio del placer, en esa dimensión se juega un encuen-
tro con Jo real que pone en relación la opacidad de la presencia del
Otro con el sujeto en posición de pequeño a. de objeto.
Esto se manifiesta en Ja inhibición del movimiento, en esa indefen-
sión frente al Otro. En la misma secuencia se puede inscribir algo esen-
cial en el fracaso de cualquier llamado. El sujeto no puede insÜUmen-
tar su propia voz. no logra articular un llan1ado dirigido al Otro. tal es
su posición de eritrega en el fantasma. -
Podemos decir de-la pesadilla que su contenido manifiesw es gene-
ralmente estereotipado. se acerca a ia reproducción. La \ida oñi.nca
de las neurosis traumáticas también mues u-a este carácter. recondu-
ce al eníermo una y orra \·ez a la situación de su r:rauma. de lo cual
despierta con renovado terror. El enfermo se sostiene íijado psiquica-
meme al trauma.
En la .pesadilla el sujeto aparece pegado al a que el sujern es. El
sujeto puecie escapar a la ,-erdad y pasar del soñar despie::w al soñar
durmiendo con soio cambiar de teión.
159

En la pesadilla el sujeto está amenazado de reintegración al Otro
en la fonna de resto. de a.
Me serviré del teAio de una pesadilla de un analizante, a modo ilus-
trativo:
·Anoche tuve una pesadilla atroz. siniestra. no podía despertarme.
cuando lo hice estaba bañado en sudor. agarrado a la cama y la cama
mancharla: de-semen.
Veía un gusano, su cuerpo se movía cadendosamente. no podía de-
jar de mirarlo. mi cabeza se caía. al gusano también se le perdía la cabe-
za. pero sus ojos seguían mi mirada. en una danza mortífera. la cabe-
za caminaba. yo me arrasrraba. volvía a tener mi cabeza. estaba rigida..
no podía volver mi cabeza a otro lado. la cabeza del gusano se tocaba.
era gelatinosa. esos ojos eran iguales a los de mi madre". Me envolvía
una sensación de piacer y temor.
Lo\CAN. Jacques. Seminario X ·La. angustia- (Inédito) Escuela freudiana. de Buenos
Aires.
Los cuatro conceptos f1ui~_amencales. (Paidós).
JONES. ErnesL On the Nighrmare. Grove Press.
GÓMEZ. Elena. El despertar de la pesadilla. Revista Conjetural N2 18.
KOOP. Guillenno.ELpunw.de.acmé.ene.lsueño.. Revista Conjetural N~ 18.
GRUNER. Eduardo. Borges. la pesadüla. Revista Conjetural N2 18.
;>!AUPASSANT. Guy de. Comes Choisis.
BORGES, Jorge L. Siete noches. (Fundo de Cultura Económica) .
Borges en la Escuela Freudiana. Editorial Agalma. Buenos Aires

En el momento de su análisis cuando él trae esra pesadilla, esta

pesadilla nos indica algo, de cierta posición de él frente a la mirada de
la madre. y de una mirada de la madre dirigida principalmente a su
miembro viril.
La madre irrumpía continuamente cuando él estaba en el baño
hasta que él tuvo alrededor de dieciseis años para verlo y mirarlo [ape-
nas dieciseis años acotan acá) para ver si el pene le crecía bien: él no
le decía que no por supuesto.
En el momento de Ja pesadilla él acababa de comprar una casa con
su dinero, pero puesta a nombre de su madre, ella figuraba en el boleto
de compra-venta como la di¿eña; según el analizante era una maniobra
para obtener un crédito con descuentos en una institución bancaria.
Una pesadilla es una \ia que transita el sujeto y que lo conduce a
Jo Real. súcubos-íncubus. demonios o duendes encarnan lo insopor-
table de Ja presencia gozosa del Otro.
Soñar ya es un arte. cuando uno está soñando está ejecutando una
obra dramática pero desde luego. si uno tiene que contar lo que ha
soñado ya hay que recurrir al lenguaje. a una serie de convenciones
modificándolo. - ·

Bibliograjia consuiwda

fREUD. Siemund. La. mreroreración de los sueños. LA.morrorru).

Inhibidón. sinwma y cÜigusria. !Amorronul.

160 161
~g~aje _
_al acto y suicidio
ELENA JABIF

El suicidio es una de las arisras más espinosas del PA. ya que con-
\'Oca al analista a interrogarse por su responsabilidad en la cura. estra-
tegia de la pra'Cis y por la búsqueda de una causa. para la cual ineluc-
tablemente. encuentra Yarias. freud mosiró interés por el suicidio en
relación a la hennana del -Hombre de los lobos-. incluso oor el mismo
hombre de los lobos cuando se expone a ser barrido por las armas
rusas. en los impulsos obsesh·os del -Hombre de las raras- de conar-
se el cuello, interpretados como mandaws reactivos ante su cólera.
[Freud aclara que esto disminuye el riesgo del acto suicida). la amena-
za de Dora [a través de una carta a su padre como extorsión y el pasaje
al acto de la joven homose..wal paradígma del acto suicida que mues-
tra en el Niederkommen. la tentiva fallida de parirse como S.
En -Psicoparología de la vida corid.iana". Freud nos relata la deci-
sión de un paciente que se suicida por una perturbación se..'\llal incu-
rable: la frase del paciente se liga a faniasias de se..'\llalidad y muerte.
Freud silencia esta anécdota en un viaje que realiza y con cuyo
compañero de \'iaje. había entablado una discusión en relación al \'a-
lor aue los turcos le daban a la sexualidad. El esfuerzo oor ohidar el
suicldio. le hace oividar el nombre del ointor de O.ieno. 'este e9isociio
se lo relata a su amigo Fliess. en septiérnbre de 1898 y lo publica me-
ses después en "El mecanismD psíquico de los oli.•idos·. Lo que insis1e
es el silencio sobre el suicidio del paciente como desencadenante es-
pecífico del ohido. hasta que en "Psicopmología de la L'ida corid.íana-
lo retoma en términos de síntoma. ya que el S queda impl.icado en él:
sin embargo ericuentra rrazos propios. al no poder universalizar' sus cau-
sas en una estrucrura. queda desestimado corno síntoma.
163
 Los kleinianos intentaron darle sentido al enigma del acto suicida,
desplegando un saber que intentará hacer conjunto de los factores que
Freud detecta en los diferentes intentos de suicidio. sadismo, vuelto con-
. tra sí mismo, agresividad y melancolía. fracasos de los instintos de
autoconservación. pulsión de muerte. castigo por culpa inconsciente
en relación al panicidio. Pero sólo a partir de Lacan. en el Seminario
·de ~ Angusticr, recortamos una lógica del acto que nos permite dife-
ren~1_arlo del acting-out. en términos de PA. que nos propicia alguna
tors10n en la estrategia de la economía subjetiva del PA.
Desde tiempos inmemoriales. el hombre ha tratado de. preservar-
s~- d~l retorno terrorífico de sus muertos. Desde los tiempos de la reli-
g1on JUdeo-cristiana todos coinciden en que los suicidas no pueden ser
enterrados con los otros muertos y que deben tomarse. con sus cadá-
ver~s. medidas especiaks. Sin embar:~o el cuerpo del suicida desplie-
ga u:1ª escena que precipita lo real :-OJce Lacan- que exhibe que cuán-
to mas precioso es·W1 objeto, se sufre la centación de no retenerlo. en
una caída. esperando váyase a saber qué milagro, en esa suerte de
catáscrofe".
~ fa~ación de un gesto irremediable que intenta arañar Ja peste
de lo 1mpos1ble. la muerte propia. que en palabras freudianas es inima-
ginable y ante la cual somos meros espectadores. ¿Darse muerte. no
implica. acaso preguntarnos. si el suicidio es un acto en términos de
rebelión, para sustraerle al O divino, la decisión sobre un bien propio
del$?
Freud nos dice en "El Malestnr ... •. "que si bien llevamos en la san-
gre e.l ~eseo de~ nuesc;-a razón y nuesuo sentimieruo se niegan a
admitU" una asoo.aczon tan esuecha entre el amor y el odio". _ - su falta. fórmula inapelable de que el S se hace objeto a. identificación
.. In_auguramos el aco~t~er de nuestra condición subjetiva, siendo
hijos mcurables de la filiac10n. condición que nos constituve en crimi-
nales. a panir de la ex:periencia original dei asesinato del padre. · ·La pérdida del ideal le da al suicidio melancólico. su clínica de pér-
. Sin embargo. esta deuda de sangre por Ja vía de la incorporación
primaria. nos preserva de la satisfacción del Goce del O. Freud no vaci-
ló en bordear el sesgo biológico. planteando el retorno a Jo inanimado.
en el instinto de muerte. disyunción que muestra en su medida las
operaciones lógicas (separación-unión) que interpretan ias uniones del
par mítico Eros v Tánaws. · Los -británicos habían prohibido la costumbre Brahaman del Sut-
En el suicid.i-o se pierde la vida de ningún modo se renuncia a la
existencia.. Si bien no podemos reducirlo e.xclusivameme a una econo-
mía narcisista, debemos distingutr. cuando los términos del conilicw
¡:on.d ucen a _Wla afección narcisista que freud ubica en el cenrro del
164
d~~¡;melancólico. siendo d~1"ci~"p6 de ia."melancoifu: de donde surge
la mayor cantidad de los ejemplos de este particular PA · ·
Lacan articula que en un tiempo instituyente. la construcción de
la tópica imaginaria, propicia el júbilo, ante el ilusorio triunfo de Ja
imagen del niño en el espejo. coordinada fugaz. anticipada¡rp~r la
mirada del O. tiempo de fascinación y muerte que de~liega-e·n la
identificación rrarcisis~; . el' esplendor~maginarí?· ~e- hac~r/de dos.
uno. _
Freud nos recuerda en -El Malestar... ~ la tendencia innata del S a
la maldad. el funcionamiento inevitable de esa agresividad cuando se
trata de las relaciones con el semejante, inducido a teorizarla como
pulsión de muerte no erotizada, que se opondrá al progreso de la civi-
lización. pero también a los proyectos de vida de un$.
Tn el fondo del hombre -dice Lacan en La Etica- esrá el odio a sí
mismo: pero cambién al orro en sCmismo-. Esta lógica de la relación del
S con el A nos permite interrogar a la letra las condiciones del Pasaje
al Acto. Pasaje al Acto que implicarla, que_en _el..mO\'im,iento_d.elH la
Consurnacfon del ac·to se encuentra obstaculizado. dicho JJaSaje, alú
mmd·e a.rs-;-a:Jgo l~-~~:.t~liüs·a;@.:_efpasaje se c~-~'!.~!!.e en_~~~j_a}~ ae
ida:-cu\'o'pünki.a~_, p,at:tida.es la_pJ:Qp_i.ªjl').JI1.Qjªción. 2_~11dQ_ el.crimen.s_u
h.omorffé~ ·-cua-ñdo un S se mata. mata; fórrnula.Jceudiana_aJa_cua.\_
Iae:añierespefa-su\rigenciá~· ------ - -·-· _.
-- La pérdida del Ó del amor ya no sostiene en lo real. el lugar que
asegura al$; su ser. el duelo incumplido del melancólico persiste co-
mo sombra en el S. ··
Ante el agujero real. el S carece de un significante.que lo cubra en ·
narcisista. al lado oscuro del objeto a que muesrra que lo odiado por
su vo es a su vez. al orro.
dida insopon:able.
Lacan dice del duelo -No estamos de duelo sino por alguien a quien
podemos decimos yo era su falta-. En el escenario del mundo. esr.a
estructura del duelo melancolizado ante la pérdida del O del amor. se
desolieQa en la historia de las suttees.
tee por inhumana: sin embargo todos sabían que seguía practicándo-
se en pequeños estados remows e independientes.
Si bien la práctica del suttee era un acto voluntario. consistente en
que las \iudas se inmolaran en la pira funeraria junto al esposo muer-
165
 ~· en la práctica. alg;mas m~jeres se veían forzadas a realizarlo por Jos
•alares emergentes ael propio contexto social.
Una Viud~ ~o ?odia usar ropa de valor, ni joyas, debía afeitarse la
~beza Y_ vestir uz:i.icamente ?e _blanco. No podía volver a casarse. y de-
bia tenrun~ su Vlda como Sll"Vlema. sin paga. en la familia de su mari-
do. de_spreciada~causa- de-su sexoy-mira:d'a: con desconfianza porque
se creia que pod~a provocar mala suerte. No seria sorprendente pensar
que muchas mujeres h_ayan preferid~ convertirse en suttees antes que
enfrentars.e a la~ penunas de largos anos de servidumbre v humillación.
~ continuac1on paso a describir el ritual de las suttées:
Uev~a la cabeza erguida y los pies descalzos(... ) estaba vestida
como el dia de su casamie~w. y sus cabellos escaban suelcos como para
la noch_e de bod~. Parecia cocalmente ajena a las multitudes que la
~plaud1an. le pedian una bendición y se esforzaban oor tocar el borde
ae ~ufal~a. (... ) s.W: labios se movian en la anrigua inv~ación que acam-
pana el ultuno viaje de los muerros·Ram. .. Ram. Ram. .. •
~ viudas que se convertían en surrees eran santificadas y venera-
das. No ~bstcmce era jrecuenre que llegaran drogadas a la pirCL no sien-
do consciences de_ sus acr_os. Los sacerdores solían apilar algodón entre
los rronws y vertian ace1ces y mameca derrerida. por lo cual una vez
encendida. probablemence morían asfixiadas.
·Las multitudes silenciosas quedaron inmóviles. nadie se movió cuan-
d~ la surreee subió.ª la pira y s_e senró en la postura del loto. Arregló los
pliegues de su vestido y levanto suavemente la cabeza del muerro sobre
sujal.da.:." "Uno de lo~ brahmanes rodaba al muerto y a su viuda. con
agW?- rrm~ del Sagraao Rio-Ganges. el "Madre Gunga". mienrras orros
ven:an mas aceite perfimu:ido en los rroncos de cedro-y sándalo ... •
Las ~s del peque~o Rana (: .. )guiadas por el brahman. bajaron
la anrorcna nasra. q~e roco la pira a los pies del TTlllerro. Brillances }lores
de fuego surgieron ae la madera{... ) y una vez oue el nuevo Rana hubo
c.umplido su deber con ei L'írjo. el sacerdote wmÓ la anwrcha y fue ráni-
aameme_ al ocr? exrrei:io de la pira. para cocar los rroncos derrás de. la
swt~e. Una ~rill.ame Lengun..dejuego ascendió y simulráneameme la
mulnrud rugw. su homenaje de aprobaó.6n ·. . rernma al S suicida es que si no tengo. no soy. "súbita puesta en juego
La ~gustia. plamea Lacan. e.11 el último pensamiento freudiano. es
una senal en ~l yo. si está en alguna pane está en el vo ideal. es decir
~-~e es _u~ fe:iomeno de borde en el campo imaginario del vo. La cues-
uon swodamterroga los rrasromos del "majestic baby", que en el pasa-
je al acto toz:i~ el rostro rrusmo de la emoción. majestuoso niño que se
prec1p11.a allí donde está el lugar de la escena. donde puede mame-
l 66
nerse. según Lacan, en su estructura de sujeto historizado que cae
esencialmente fuera de la escena. ·
La literatura velarte han hecho letra de amores pasionales impli-
cados en tragediás suicidas. . · ·
Madame Bovary, la protagonista de la obra del mismo nombre, de
Ffauberr. es Victima de urnr educación frívola. se envenena cuando sus
amantes. Rodolfo v León. la abandonan.
Goethe. con ·ios amores deljoven Werther· difunde entre la juven-
tud romántica la tesis del suicidio por amor: más de treinta mil perso-
nas se suicidaron por influencia del te....::ro.
En cambio. León Tolsw. i luego de concebir en su \ida agitada "La
guerra y la paz·. ve acentuados sus deseos de entregarse a una \ida pia-
dosa y tranquila. lee la vida de los sanrns rusos y continúa estudian-
do a los clásicos griegos. En esa época logra e:.\."Presar sus e.-dgencias
de crecimiento espiritual en la obra de "A.na Karenina-. Ana. dama de
· la alta aristocracia. se dejó arrastrar por la pasión. después de haber
luchado largo tiempo contra el amor de un hombre. Engaña a su mari-
do. y no pudiendo resistir a los reproches de su conciencia. se tiraba-
jo un tren para poner fin a ese tormento moral. muerte que la reduce
a convertirse en pedaciros de nada.
Este argumento define claramente el credo espiritual que atravie-
sa el acro suicida ·no se puede vivir enjimción de los sencidos, sino en
visw a ennoblecer el al.ma". agrega Tolstoi. -
Privilegiar la nobleza del alma en un acto que muestra -en pala- ·
bras de Lacan- "la exclusión" fundamental de la relación del S con lo
que él es como a. Si la lógica del fantasma se enlaza a la articulación
que hace posible. la relación de un S di\idido. atravesado por la cas-
tración del O y lo real. del objeto perdido. causa de su deseo. la exclu-
sión. daria cuenta del colapso fanr.asmár.ico, que lo arroja al Sal mun-
do puro. exclusión de lo simbólico que lo ·catapuita como señal peren-
ne en ei recuerdo de ios otros-.
Lo peli!:!roso: la pérdida de la oosición en ténninos de tener. tocio
objeto preciado. tiene valor fálico.' y esto ie da su brillo. la ceneza que
-<lice Lacan- en relación con lo que él es como a. así se lanza a }a
búsqueda. al encuemro de aigo rehusado por doquier-.
Lacan menciona la oosición sacri.ficial del PA. deslizamiento inevita-
bles en Ja ló!tica suiciaa cuando un oarire se instituve como O absoluco.
!:i \'OlO de Jefré y el sacrilicio de su hija reiatado en Ja Bibiia. en el
iibro de ios jueces. constituye la obra mas antigua que tenemos cono-
167
cimiento con el sacrificio ritual de un ser amado. rito que responde al
siglo IXa. de J .C.
En Israel por esa época nace el voto de Jefté, relatado luego en diez
versículos de la Biblia.
Jefté, guerrero de la tierra de Galaad, promete a Jehová. un .sacri-
ficio a cambio de ayuda en las ba tallas.
La: promesa-fue íe ofrezca en holocausto a quien quiera que sea.
el primero que venga hacia mí, desde mi casa".
Sin saber Jefté que esa persona seria su hija amada. Jaalá.
Cuando el guerrero. angustiado, refiere a su hija cómo Jehová había
aceptado su voto. Jaaláreacciona de manera inesperada, con un gesto
festivo fue iluminado su rostro y declara: -,L\.labo a Jehová con todo mi
ser. cuánta gracia me ha otorgado porque se deleita en ti. y porque yo
soy tu sangre", dice la cita: "Ya . gozando por anticipado. sentía su
unión. Jehová y su padre. se fund ían en uno para ella".
"Cuando Jefté rogó a su hija que íuera a la soledad de las monta-
ñas para. purificarse. la muchacha se sintió desilusionada "Mi padre,
no debe creer que tengo miedo -arguyó-, no retrocederé. mi sangre
está llena de gozo y buena voluntad por servir a Jehová". Jaalá se pre-
paró para el destino de grandeza que la esperaba, el día del sacrificio.
saludó con aire sublime y severo al padre. eligió el Jugar del sacrificio.
rechazó una pócima que Je ofrecía su tía para insensibilizarla, no acep-
tó ayuda de su madre. se preparó a ejecutar s u suicidio. Ella Jo dese-
aba y no sentía temor alguno. El voto a Jehová fue por fin cumplido".
Cuando el deseo del padre, hace del deseo del O. ·la ley, el holo-
causto de Ja propia existencia. se imoone. La reconciliación con un
Dios Padre justo y bondadoso. procura acotarJos sentimientos hosti-
les que odian y temen al padre y que encuentran su e."(¡Jresión en Ja cre-
ación demoniaca -que rebaja al padre. agrega Freud- a un padre
caprichoso y cruel. donde el sacrificio en términos de honor. se comrier-
te en el argumento pivote del PA, el O toma la estructura del Ideal.
mienuas que el $ comete su acto de enrrega como a en términos de
sublime victoria.
Goethe decía: -Lo que has heredado de tus padres, gánalo. si quie-
res poseerlo". Poseerlo corno el único camino para transponerlo: cuan-
do la herencia fracasa aparece el peligro en términos de suicidio que
lanza al S "al mundo puro~. Dice Lacan; "El camino de la fuga. que
implica. que en su panida (su vicge) el S siempre puesro en posición infan-
riL hace WlQ. sali.cia vagabunda al mundo puro ".
En vida e historia de las culturas. Key Birkit Smitb nos dice que el
168
suicidio en el Africa. por culturas tribales es considerado "El juicio de
Dios": las partes en litigio deben tomar un recipiente lle.no de un bre-
baje preparado por el hechicero. esperando que la bebida del culpa-
ble. se transforme en veneno mortal. ·
Esto significa en los nativos. un freno contra la violencia de condu ~- _
ta y de lenguaje. y de cualquier desvío en las. costumbres de la trad i-
ción. así, el acto suicida se convierte-en: un solido purrtal de la· ley Y el
orden.
En el texto titulado "Massada. cuando las rocas no pueden cortar-
se con espadas". evocaba una frase de Tótem y Tabú: "El crimen que se
trata de expiar. no es otro que el del asesinato del padre. el holocausto
de la propia existencia. indica que lo que se redime es una deuda de
sangre·. . - - .
En ese texto me oree:untaba si el asesinato del padre siempre con -
duce de manera ine\~table a la inmolación . Me comes raba que ésto era
un mito freudiano. ya que el mismo dispositivo analítico Y. la a~u~sta
del fin del análisis. lo lanza al $. más allá de un borde. mas alla ae la
castración del padre. experiencia que quizás. nos permite adverti r que
lo insoportable de la no relación. es mucho más livianita de lo que se
teme. Lacan plantea que el suicidio como pasaje al a~to e.s un u.ama-
do al Otro post monem. donde se precipita lo real a la bus_queaa. de
que la escena se convierta en la escena del O. Otro que sera convoca-
do, a hacerse cargo del cuerpo como un resto. despojo , que despliega
el despedazamiento inaugural que nos habita. _ . . . .
La historia de Safo es interesante porque muestra la nnplicanoa ael
suicida con el criminal. .
Safo. poetisa griega. desdeñada por su ama:ite (V? ma.rtr:ol se sui-
cida entreciándose al mar. Considerada la poetisa mas alta ae Grecia.
al verse e;vejecer. su alma padece. en su dese.speranza se da rn~ene
en los acantilados de la Luicardia. lugar elegido para los sacntic1os
_:-:.tuales. en ia fiesta anual a Apoio y cuya \rictima era un crirninal que
oae:aba en el rito. los pecados del pueblo. .
· - Otra aiternativa que propicia ei suicidio se enrreteJe en_su valor.de
revés. como estrategia del S ante el Orro real donde el her oe tra.gico
desolie!!a su acto en términos de rebelión. .
BeaÜi.z Marcer. en su te.xto tirulado ·Masoquismo. pulsion de muer-
te v suicidio en la bio~rafia de Mishima-. puntúa algunas cuestiones
sobre la infancia de Mishima. que en mi lectura sitúa el pasaje al ac-
to como un acto restituti.Yo de máxima división .
.\lishima ad'\oiene al mundo. para el goce espúreo de la abuela pater-
169
 na~ quien a los cuarenta 'f cinco días de vida lo sustrae de la crianza
de sus padres. La abuela del pequeño constituía el rostro de un- O fe- ·•
roz y vociferante. que odiaba y despreciaba a su marido, por la falta de
espíritu de Samurai ·de sus antepasados. incriminándolo por su falta
de amor propio. · •·
. . El: pequeñu· es~:rcemrdo err el' cuarto corr straóuefa. inmovilizado y
cnado como una mna con fuenes restricciones. Su abuela oadecía neu"-·
ralgias craneanas insoportables y una sífilis contagiada p~r su marido.
Beatriz Marcer comenta ·que la sombra de la enfermedad del o se
convierte en su propio calvario". A los cuatro años se enfenna casi mor-
talmente ~e una enf~nn~_da.d diagnosticada por los pediatras japone-
se.s como a~tointo.xicac1on . que le implica un largo y doloroso trata-
miento con myecc10nes que lo convienen al infantil$ en "acerico·.
recuerden el martirio de San Sebastián.
Su crecimiento es acompañado por fantasías de martirio. envuel-
to en belleza y muerte. martirio que se eleva hasta el paroxismo del
orgasmo.
Empieza lentamente el culto por la muerte violenta en ténninos de
honor. acto que consuma a los cuarenta y cinco años v con el orcrulJo
del sacrificio samurai. · .::>
Su discurso de despedida. hará mención al honor del Emperador.
al cual entrega todo su ser, siendo su frase póstuma "Mi padre. el Em-
perador. no ocupa el lugar. el lugar al que tendria derecho".
Dice Lacan, en el seminario de·La Angustia. "la voluntad de goce
es l°: v~l.un.tad de ~der.: voluntad que.fracasa cuando encuentra su pro~
pw limite. su propio .freno. sn el ejercicio del deseo como ral es decir. en
el fjercuio que el S hace de su división·. -
El escritor Kin Kon Yannata describe el ritual Samurai v dice: ~En
silenciosa dignidad. se arrodilla sobre el colchón ritual v s~ hiere so-·
bre el ombligo en el seno donde reside el alma-. · En ei hosoita.l k !!ritaba a todo aouei oue ouisiera escucharla ¡¿Quién
El autor re!ala e! suicidio de la esposa del General Nogui. luego del
suyo propio Y dice: -_.;, pocos pasos de su izouierda. estaba su esoosa
Shirouko. de rodillas~ postrada en una actitud de dulzura v tranauila
dignidad. con la cara blanca_ los ojos cerrados v la cabellera brillante
cayendo a sus espaldas. Según la moda antiQ'.ua-ella se había atado las
rodillas para que la agonia no descompusiése su rectitud. ·Por fm v
también ella se doblegó sobre el puñal·.
Un cone en el alma. un cone Samurai que relanza a Mishima. en
una partida con el Otro ReaJ de un tiempo instituveme. donde la car-
ta que define elju70. soporta la huella de un coñe. cone que mues-
170
tra que irremediablemente la entrega del S al A. es en términos de
carencia. Así el pasaje al acto muestra en Mishima el carácter restitu-
tivo del suicidio que recupera fallidameme al $ su má.xima división.
división que evoca el retorno a una deuda ancestral del hijo con el
padre. renovación del pacto Samurai como pacto de las alianzas. que
~recnpem-err palabras de Mishima- el lugarque por derecho le corres-
ponde a la.función del padre".
Mi encuentro con un paciente rravestti, se produce en carácler de
urgencia. ante un grave intento de suicidio. que hacia serie con otros
pasaje al acto de su historia.
Ella se dice Vanessa. vestida de mujer. exhibe un cuerpo transfor-
mado por siliconas industriales. Sobre su piel lle\·a mtiltiples tatuajes
en fonna de corazón acompañados por el nombre femenino con el cual
se autonomin::i. Los corazones sorprenden por enmarcar cicatrices de
gr::ives lesiones . por golpes y quemaduras .
Ejerce la prostitución. trabajo que en palabras de ella ·1e permice.
a pesar del riesgo. escar en complew libenad-. Vanessa se ha cortado
casi toda la superficie de su cuerpo. incluidas las muñecas.
Dice que fue abandonada por su amor y que su vida es una trage-
dia. siempre marginal. no querid a . rechazada por la sociedad~· por los
hombres.· Desam~r que ie recuerda un ieroz maitralO infamii. por pane
de la madre adoptiva. y que se enlaza al abandono de su madre bioló-
gica. quién Ja rechaza por ser el producto -deleznable· de la \iolación
sufrida a los trece años, por el patrón de Ja casa. Motivo, por el cual la
regala a padres adoptivos. '
Ella dice: -Mi \ida es una aventura. quizás sangrienta. a veces en
la calle. te golpean. te ponen presa por inmoral. quizás te matan o te
moris de Sida. Es mi destino. el estar al filo de Ja navaja. pero me con-
suelo pensando que al final es una e.x:periencia de vida-. ·
de ustedes se
atre;e a tanto, a tanto -riesgo por su vida?!
El acto suicida de Vanessa consistió en oroducir en cada cicatriz de
su cuerpo. un corte: con:e ejecutado soore las huellas que e:ocaban el
ieroz maltrato materno.
Bibliogra_ña consuiro.da
:=-~t.:D. Sl~:r.l.!.!!c. ·?sicopruoiogia áe ia L' l!ÍD. cori.d.:a.n.a. •.
171
 l.ACA.i"l ,Jacques. Seminario -La. Elica-.
-
'

B.AUBERT. Gustave. -Madame Bot.wy-.

'

Conceptualización de la ang112tia :
GOETI!E •."Los amores deljot.-en \Verther-. en Freud y Lacan; su incideQ.cia .·. .
TOLSTO!, León. -La. guerra y la paz-. en la dirección de la cura ~ ·
.: · ~ ·•.· ·' ,¡ . ~-.:.:-. ~ .· •

Biblia de Je~~lén ..Lib~ de lo~ jueces.

.ANALíA SrrPAK
KEY BIKIT SMITH. -Vida e hislori~ de las culturas-.

MARCER. Beatriz. "Masoquismo. pulsión y suicidio en la biografia de Mishima-!Texto).

Estamos llegando al final de este recorrido. Antes que nada quisié-

ramos agradecerles habernos acompañado hasta aqtú. habemos inte-
rrogado de modo tal que Ja tarea se relance y sea posible.

En la reunión de hoy. nos interesaría trabajar la angustia en Freud.

y sus diferencias con la fonna en que Lacan plantea el tema de !a angus-
tia, y a partir de ésto. ¿qué incidencias habria en la dirección de la cura.?

Nuestro interés por la angustia. corno ya habrán comprobado no es

meramente teórico. Será a partir de la lógica que subtiende la relación
del Sujeto con el Otro que en la clínica nos topamos una y otra vez con
ella. ¿Qué hacer cuando aparece?. ¿cuál es su punto de emergencia?

Si Lacan. que no suele dar consejos, nos indica: "do;;ificarla", ¿có-

mo imerYenir allí?
Sabemos que el verdadero objeto que busca un neurótico es una
demanda. el inconveniente es que como buen· neurótico que es. no
quiere pagar el precio: no quiere dar nada. Lacan nos propone que lo
que habría que enseñarle a dar al neurótico es nada. habria que ense-
ñarle a dar esa nada: que es su angustia..

Como e:eneraimeme no da su ane:ustia el neurótico nos hace un ofre-

cirniemo fáiaz y nosotros en tamo analistas lo aceptamos. él nos ofre-
cerá a cambio sus sintomas.
Se rrar.ará entonces para el inició de una cura de Ja ordenación sis-
temática de sintornas. tal como decía Freud. ·
172
173
 El analizante espera que se le demande y como el analista no le
demanda nada comienza a modular sus propias demandas. Deman-
das cada vez más regresivas', pon'ia de las cuales el sujeto llegará a un
momento históricameme progresivo.
Freud en ~Inhibición. síntoma y angustia.~ nos.dice:. "Es. casivergon-
zoso que después de tan larga labor (se referia al tema de Ja angustia)
tropecemos aún con dificultades. pero nos hemos propuesto no sim-
plificar ni ocultar nada. Si no conseguimos aclarar el problema al menos
darnos cuema de sus incógnitas·.!
La pregunta por la angustia recorre la obra freudiana desde 1894
en el manuscrito E. hasta 1932 en Ja conferencia "Angustia y vida pul-
sionar: aun ahí hay coníusiones que no pudo zanjar. ·
A modo de síntesis trarnré algunos de los puntos que a mi enten-
der señalen los avances como la detenciones de Freud.
En principio podríamos proponer que Freud permaneció hasta el
final. dividido entre dos teorias sobre la angustia.
Ene! inicio de su obra desde -obsesiones yjobias-. plantea que en
las fobias el estado emotivo siempre es Ja anguslia. A la neurosis de
angustia la sitúa como neurosis actual provocada por desórdenes de
la sexualidad tales como: en las abstinem:es. en la viudas ..las vírge-
nes o mal casadas. o por coi tus interruprus. ere.).
La tesis de Ja primera teqria de la angustia seria la siguiente: la
angustia se produciria como eíecro de la represión.
Freud va modificando sus teorizaciones va partir de te:-aos tales co-
mo íóremy cabú-de 1913 y el análisis del hombre de Jos iobos va ela-
borando el tema dei padre y de ia castración que lo llevarán a plante-
ar oú-a c:osa: Ja angustia es angustia de casrración.
En 1916 en ·1ruroducción ai psicoanálisis- \-a a piantear la angus-
tia como señal de aiarma desencadenada por el yo. aunque no q~eda
claro allí cuál es el peiígro que la desencadena.. En -inhibición_ simoma
y angusria- nos encontramos con una modificación de sus primeras
teorizaciones: -El motor de la represión (nos dirá) es la ane:ust.ia de
castración y no a la inversa -.: - no sieme miedo ¿qué seran estos carros cargaoos que angusuan.
174
En un principio formulaba que la angustia provendría de las em.o- .
ciones reprimidas por las investiduras libidinales .. o sea. que un suje-
to reprimirla deseos incestuosos y a consecuencia de ello ~obr~ven­
dria Ja angustia: a posterimi. muchos años después. plai:teana la inver-
sa. "La angustia crea la represión y no como yo opinaba antes la
represión a la arrgustta-.
Sintetizando podriamos plantear hasta aquí que la angustia es un
afecto. Que tal y como todos los afectos no se reprime. que en todo :a-
so se suprime, afecto desamarrado. desligado. Laca:i ~werda con es-
to y nos agrega que Jo que está reprimido son Jos s1gnif1cames que lo
amarran.
Freud nos propone lo siguiente:
la ancJustia es un fenómeno de borde.
""
es una señal de peligro. peligro de que el placer se realice.
la angustia suscitada como señal es la que determina la represión.
es la reproducción de una angustia arcaica primordial: la angus-
tia de nacimiento. ·
Para situar algunas de estas cuestiones tomaremos brevemente
algunos puntos del historial de Juanito.
El historial comienza con un sueño de angustia: Juanito aparece
llorando v dice: -cuando dormia he pensado que tú estabas lejos Y yo
no rene:o.nine:una mami para hacer curnpiidos-:.i perder a ~u mad!e.
lle suene oue-no oue<la hacer mimos con ella. freud sitúa aqUl ur:a
°:11º-
ranza eroti'ca renrirnida que genera angustia. Carece en principio oe oo.1e-
to. .v es todavia· ane.uslia
- v- no miedo.
Hans sale a la calle con la niñera y no dice de qué tiene _mi~~- .~­
poco lo sabe. sin embargo. lo que si dice. es que por la calle 1e !alta la
mamá.
Sóio los vehículos carf!ados
-
Jo angustian_ cuando
.
un carro está
. ?
vacío
i75
 El miedo d_e J~anito es que los caballos se pongan _en marcha rápi-
damente y le unp1dan hacer el movimiento de descargarse de ese lu-
gar. de caer.
~ tratará de una caída en la emergencia de la angustia, c~erse o
queaar retenido. . Si tal como nos- propone-Freud la angustia es- la reac.ción.,-señal.an te
La. angustia aparece para Hans ante la turgencia de su pene. con
la presentificación del objeto. Será cuestión para él de perder un goce,
ser el falo que completa a su madre o poseer su propio pene. Momen-
to de crisis para todo neurótico. La fobia aparecerá lueO"o, como reme-
dio sintomático para la angustia que irrumpe. Freud llama a la fobia
de ~uanito "la tontería· y a su Yez nos dice en el historial que la neu-
rosis no es nada toma: es preferible un miedo bien localizado. miedo
al caballo. que el colmo de Ja angustia. La fobia vendría entonces des-
pués de la angustia.
_ ~reud nos va a proponer en "Inhibición. sinwma y angustia· lo
s1gwente:
. _. ·ne este ~odo. lo que en la fobia sucede no es más que la sustitu-
c1on de un pelig~o extenor p~r otro peligro e::\."terior"'.4 El verdadero peli-
gro e.nen_or sera p_ara freua: el peligro de Ja castración. ¿Será efecti-
vamente ese el peligro? Freud insiste con su afumación en 1927 en el
articulo sobre el fetichismo: nos recuerda que el niño rehusó a darse
p_or enterado que su mad!e y otras mujeres no terúan pene. Si ella es-
ta ca.su:ada la posesión de su pene conia peligro. "Acaso el adulto viven-
ciará con pánico semejante si se proclama oue el trono y el altar tam-
balean. "5 · - un
¿Será que trono y altar tambalean ame la propia castración 0 tai
co~o la plantea Laca,:· la única. castración que ei sujeto no puede
e::rre.:rar y ante la cua.1 es capaz oe cualquier mutilación es la casua-
aorr ael Otro? Lacari nos dirá: -El neurótico retrocede no ame lacas-
uación. sino por hacer de su castración. la prouia. lo aue le falta aJ
ºt:º· -~ yor hacer de su castración algo positivo. ·que es ia garanúa de
la Iunc10n del Otro·. 6
_ ~opuesta que se cono-a.dice con aquello que lo que an~ustia es el
IID~o ~la i;:as~oón tal como nos proporúa Freud en 1926 alli donde
nos mruca aespues de varias vacilaciones su segunda teoría de la angus-
176
tia: la angustia produce la represión, el miedo a la castración fue moti-
vo de la· represión y en tanto el yo reconoce el peligro de la castración
daria la señal de angustia e inhibe por medio de la instancia placer-dis-
placer el proceso amenazador.
la pérdida de un objeto, tal como la del medio uterino envolvente, la
madre considerada como objeto, la pérdida del pene. o la pérdida del
amor ¿cómo entender que aunque pasee por la calle con su mamá la
angustia no se disipa? Una vez desencadenada, podríamos decir que
no hav retorno.
Que una madre esté pegada todo el tiempo. que un hijo no pueda
descargarse y caer. que un padre no separe suficientemente y se pue-
da seguir jugando al juego del engaño alli donde se es para una madre
todo Jo que una madre quiere. ¿no será acaso ésto lo apgustiante?
Podríamos plantear entonces que~!i~ª es tentación. no pér-
dida del objeto. sino justamente presencia por el hecho que el objew
no falta .
Mientras Freud afirmará que el mjedo angustioso en las zoofobias
es el miedo del vo a Ja casrración. La.can nos propondrá e..xactameme
lo contrario: la ángusti.a aparece. cuando se presentifica el objeto. ante
la turgencia del p~ene de Juanito, pubto pnvilegiado de su angustia.
La amenaza de castración proferida por su madre no parece haberlo
angustiado. de hecho no hay amenaza que logre quebrantar para na-
da el ~O"oce que encuentra Juanifo en masturbarse. es más. no hav
solo indice en el historial aue nos hae:a \islumbrar que esta actividad
hava sido imerrumoida. ~·ºes la amenaza de castración lo aue orü!i-
na-Ja an<1ustia sino' las manifestaciones de su oene aue
~ ~ . auiebran
. -la
armorúa reinante.
Prooonemos así como oumo orívi.lei!iado de emergencia de la angu~;
tia el riiomento en aue se anuncia...aue..DOO:n:a--=-aavé:rff&"'él""coñe~-p-ero
rambfén,_qu.~.p~ri"á:ñoh.áEé~ne!'. .
Ya Kierkee:aard. en su libro "El concepto de la angusria- al pregun-
tarse ¿qué es"° la angustia responde: -r..a angustia es Ja aparición de i::
libenad en ramo posibilidad-: La. angusria.,es ei'·vén:igtfde la libenad-. '.
17/
 ~l objeto a que emerge se presentifica como angustiante. cuando la
líoertad que se anuncia como posibilidad .podría no suceder.
:. :·· p . :.~_.... ·... .,. ..._
·· Para desar:r~llar la noción de la angustia Kierkegaard toma la idea
del pecado ongmal: a partir de Adán todos somos pecadores. Hubo
. u::i~ ~~ohibicion:. ·oela.i:bo.L del saber no ·corneras-·~ a:rrteS' de esa pro-
hib1c1~n todo en el paraiso estaba a su disposición. Adán es tentado
despues de una prohi~ición q1:1e instaurará que a partir de alli, alg~
es~ en f~lta. Ya?º seran _los rrusmos después de comer del árbol, per-
der~n la mocenc1a, se veran desnudos, reconocerán al otro se.xo: cono-
ceran la vergüenza.
Transgres~ón que desoye el mandato paterno. Transgresión que si
no se pone e~~uego no hay chance para que allí emerja un sujeto dese-
anre en relac10n a un objeto que lo cause.
. Adan y Eva son ·expulsados del paraíso y a panir de alli no serán
mmortales, se.·m~dad y muerte. les aguarda en la senda de la vida.
1:-a puerta del para.isa puede.abrirse ¿y si no se abre del todo? Es ahí
oonde situamos la emergencia de la angustia. ]\fomento de conmoción:
cuando la salida que se anuncia~~
S~rá entoz:ces por_ el surco que cava Ja angustia que una analista
p_odra leer alh el caIIllno que rrata de abrirse el deseo . .Lo temido es
siempre "Eso no falta-.
. Si hay corte. ~i se av~nza por esa via. por esa ruta que trata de
~onrse la ang1,1stia. hay enance de situarse respecto de su deseo. del
ae c~~a quien. ¿Se tratará acaso para_nosotros de que un sujeio ·se
cure ·._La.can nos advierte que nada mas vacilante que el concepto de
curac1o_n. aunque propone que ·nuesrra justificación v nuestro deber
son mejorar la posición del sujeto":' · terrumpido de activas separaciones-.
Si ~te la aparición del objeto el sujeto vacila. será cuestión de ooe-
rar alh. en el punto que siruamos como íueme de la angustia: ese s~r-
gmuemo de Ja falta bajo una forma positiva. - Si retorna a la propuesta freudiana aquella que Freud nos iegó por
~i el vacío a presen-ar está coima.do. es allí donde surge la penur-
bac10n de la angustia. - signo. y como signo represental-a algo para alguien. No se trata de un
Tal como nos lo propuso Freud acordamos con que Ja _a ngustia es- .
178
~nm..í![Cada. Ella emergerá cu~ndo en el marco aparece lo que esia-
ba mucho mas cerca. Será el surgimiento de lo Heimlich (lo familiar)
e1~ el marco. que termina..-ia por tornarse Unheimlich. lo siniestro.
Freud _afirma que la angustia carece de objeto. La~an pro2on~ : ·1a
a:ñgüStia no es sil} ob.j_etp- atm.QJl..e...a veJ;es n_g sepamO::s d_u¡ut.QQJetQ
se-trata. Es· un objewque errra:l caso· va más allá d·el objeto empírtco.
es un objeto estruch.irado por la reja del corte. del surco. Sin ese corte.
sin ese surco en lo real. la emergencia del deseo es ímpensabie. ·
Freud nos enseñó que esa angustia es señal. hov podríamos pro-
poner que es señal de que cierta posición fantasmatica es conmo\•i da.
momento de vacilación enrre el S v el a. No se rrata de definir cual es
eLo.bj.elo..delque..hablamos_enJa_anguslia....sino_de...situar...en..c ada
momento de la cura. cuál es: de las especies del objeto a. el aue es.Jª.
puesco en cuesrión en ese momenro de ,·acilación famasmarip .
Proooner el..:.no sin· en_elno_sin oojetQ. ?_lude a la fórrnula __q~_e:_
Lacan refiere en relación al falo . "El no es sin tenerlo". No ser sin tener
. no quiere decir de qué objeto se Lrata. Lacan nos dirá que ·sus recur-
sos son oscuros·. El ·no ser sin rener· es tamoién --eso no se ve -:-Si
plani.eamos..que....si.5.e..ye...eüaktbªy-~g\J$Jiª,__s~rá en ronces_Q.!:!.~1::!.'Yl­
do se presenpilauen el falo. el escibaj_~l....P.~~-ón. la voz o la mirada.
tendremos gue abordar C}Ial es 1~a.ru.cu)_~9_a_<:i __g~?~_ t'.?.t.<!-!.l.!.!_Q_p~
el analiza.me en cuestión.
Tendremos que introducirnos en la radicalidad que plamea la fun-
ción de la falta v s_Utialta •iene a faltar. será alli cuando nos encon-
tremos con un sujeto angustiado.
Tal como lo plantea :t:üenne Gilson: · La existencia es un poder inin-
¿Qué aporta de nue\'o entonces la enseñanza de Lacan·?
los últimos años de su elaboración. que la angustia señal se produce
en el-Yo en lo reiath·o a un oelie:ro interno. se 1.ratará entonces de un
peiigro interno sino de la angusua ante el deseo del Otro como tal.
i79
 .· ~~ ~ieri el Yo es el lugar de la' 5eñal no es para el Yo para quien se
da esa señal. Se presentifica a nivel_pel Yo para que el sujeto advierta
que es allí donde él está concernido: Alli donde el Otro lo pone en cues-
tión; ~lí donde solicita su pérdida: eso es la angustia, y su dimensión
temporal. ''·· · ' · · · • ~ . que ese deseo fue en su historia ¿cómo interverúr allí? El acto ~~lana~
. Plantearque' de· todaS' las señales la angustia es: fa que no em!'añcr
res pla.:itearrú más ni menos que es señal de lo real. Aparece en tanto
los ob¡etos que son ob¡etos separables; son separables, porque están
enganchados.
Podríamos proponer entonces que lo que nos ocupa es pensar la
angustia como estructura radical en el enfrentamiento del Sujeto al
Otro. allí donde el neurótico tiende a identificarse. para que el Otro no
aparezca castrado. en tamo cuando el objeto a. cae. se constituye para
un sujeto su posición deseante. ··
Si el Otro está colmado. está colmado con el neurótico en posición
de objeto. Es allí que acudimos con todo nuestro ser. una v otra vez.
no le faltamos. Será cuestión entonces de soportar una intei-pretación
que cone. soponar un tiempo dificil de duelo. Ser o no ser el falo ima-
ginario d~l O~o, trampa narcisística de Ja cual no conozco a nadie que
haya podido librarse. salvo a condición de interrogar ese Jugar. Tarea
ardua. dolorosa pero sin duda fructífera. en la cual todo neurótico se
embarca cuando inicia un análisis. cuando avanza en él. El ser no...es_
otro. que el Jugar del objeto v el des-ser Jngar..que..a.tañe.aLsuj.e.to.'
Si uñ análisis avanza no hay chance que no emerja la angustia,
dimensión temporal. donde se verá confrontado a arriesgar. más allá
de todas las garantías posibles. El riesgo mayor es quedarse defmiti-
\'ameme en ~se lugar de objeto. · Proponemos con Lacan que es la e.\.-periencia del análisis. aquella
"Si ~crnar es arran~arle a la anQ:ustia su certeza· podriamos pen-
sar que es lo gue nos aetiene como neurótic9s. en tantos derroteros
de la vida. y allí nos atañe tanto a nosotros corno analistas. como a los .
analizan tes. --
- ·· · . -. ·· La ~gustia señalará el Jugar de fijación en el que el sujeto se sitúa
;- ~~~;_: como objeto. .. . .•·' · ·" ·. . .-.
:;-~.-- . . . .. ... ~ .. ,. ..... ~. :··
_.
ISO
Desco~pÍet.ar al Otro. t~ndrlt e~tonc~s un predo muv caro' para el'
neurótico: su pwgia gérdida. •i .· · ·· ·· · ·
. Si ~n s~1jeto grita con su~ si~tomas ~q;JeÍlo que e~ la verdad. de lo
lista debería elevarse al de un cirujano que corta con prec1s10n. allí
dorrde hay que hacerlo; tambiérr d·ependera·d·e cómO' se-sttüe-el a~alis- .·
ta de modo tal que un analizante quede o no fijado a un determinado
destino.
Momento de corte, que generalmeme presentifica un jirón san.~rien­
to en tanto siempre se paga con una libra de carne y en lo pos1ole lo
más cerca del corazón. ·
Se u-atará de preserYar el lugar del deseo en una cura. aquel qu~ man-
tiene la dirección del análisis más allá de los efectos de la demanaa
"Tanto el hombre como la mujer tendrán que aceptar tenerlo y no
tenerlo. si bien en relación al falo en los dos casos su deseo es de serlo".
Todo neurótico se figura que el Otro pide su castración.
Lacan en "La subversión del sujeto" propone:
·por eso la cuestión del Otro que regresa al Sujeto, desde el lugar de
donde espera un oráculo bajo la etiqueta del che vuoi? ?Qué quieres?.
es la que conduce mejor al camino de su propio deseo ..s1 se .pone a .rea-
nudar. f!racias al savoir faire de un compañero llamaao psicoanalista.
· aunque-fuese sin saberlo bien. en el sentido de un ¿qué me quiereT.9
en Ja cual la regulación del deseo se dará solamente a partir de la e.\.-pe-
riencia de castración.
No hav chance nosible de evitar la angustia. En el pasaje que lleva
del goce ci1 deseo ei pun.i.o..medio .a auavesar es la angustia.
A s Goce
a A Angustia
s De-SeQ
181
 Así comienzan generalmente los análisis.
En el comienzo de este seminario hablamos de los oráculos. que
en la antigua Grecia eran la contestación que las pitonisas y sacerdo-
tes pronunciaban como dada por los dioses. ante.las consultas. que se
les hacfarr a sus ídolos. Oráculos tales corno el famoso de Zeus en
Olirnpia. en los cuales los sacerdotes responden a las preguntas des-
..
pués de examinar las entrañas .de las victimas.
El oráculo ni dice ni oculta y es indispensablemente consultado:
además sabernos que sólo se manifiesra por señales. ¿Señales de qué?
¿De lo real acaso? Que tal como la angustia es de todas las señales aque-
lla que no engaña porque indica Jo real.
La empresa freudiana trastabilla en el punto que al final nos
topariamos con una nostalgia irreducrbile. que deja.ria a la mujer
en el callejón sin salida del penis neid. y el complejo de castración
para el hombre. Se traca para Lacan de seguir avanzando , por la vía
de las series de las demandas. agotarlas todas hasta el fondo del
tazón para encontrarnos allí con la castración: allí donde se espe-
raba el objern. no hay objeto a castrar. La castración que para Freud
se juega más que nada en el tener. para La.can se jugará tanto en el
tener. como en el ser.
Posibilidad para un sujew de situarse de otro modo. El precio de
la estructura será la castración. pero no se rrarará de la pérdida del órga-
- no en cuestión. sino de la ya tarl famosa y mentada castración del Otro.
Proponemos emonces para el final del análisis. un sujeto que-esté
advertido del goce que se le propone. Barrar al Otro. hacer la duro.
experiencia de ia inexistencia del Orro allí donde \'a no ex:isten mas las
garantias. momento de profunda soledad. Sexuálidad \' muene iue:a-
das en su ma"illna e..'\.'"J)resión. - , -
Si lo que enferma al neurótico es la omnipotencia del Otro. lo oue
lo salva es el descubrimiento de que ei Orro esta castrado: pero antes
de ese descubrimiento no hay otra chance que la emere:éncia c.ie la
angustia. · ~ un suíeto haber cedido a su deseo.
Función de corre que se pianrea como ph·ore en'.· todo rratamiemo.
182
momento de corre donde la angustia puede ser esperada. en tanto lo
que el Otro quiere. aunque él no lo sepa. es mí angustia.
Cito a La.can. el Seminario que tanto nos ocupó:
w5¡ al final del análisis freudiano ·el paciente sea varón o mujer, nos
reclan1a el falo que Je debemos. en función de ese algo insuficiente, por
lo cual Ja relación del deseo con el objeto. que es fundamental no es
distinguida. en cada nivel de aquello de que se trata. como falla cons-
tituyente de Ja satisfacción .. ." 10 · •·
Proponemos al deseo como aquello que siempre se dirige_.ª otra
parte. a ese famoso resto: a. que surge como producwde la :elac1on que
se establece emre el Sujeto y el Otro que La.can graf1ca as1:
A S
$ .J..
a
Por eso parG. poder ordenar la relación del cteseo y el objeto pasa-
remos inevitablemente por el surco que cava la angustia, desvanecimien-
to de la función fálica allí donde ya no habrá nada para reclamar!
Avanzar aJli donde hay angustia. dosificarla para no estar sumer-
gido en ella. atañe a una ética; no ceder en su deseo.
No será lo mismo que se domestique la angustié!. a que ella nos gu1e.
en tanto cuando la angustia aparece se juega una verdad. Dosificarla.
para no detener la marcha de una cura.
Lacan nos propone en el sern.inario de la ética que la i:-1-°ción dei d~~
seo debe permanecer en una relación iundarnernal ~on 1a m:ierte. atli
donde se oroduce ia señal de ia angust.ia. la hilfiosiken. el aesampa-
10: alli doñde frente a Ja propia muerte ya no se puede esperar ayuda
de nadie. Lo oue el análisis articula es que: -En el fondo. es más cómo-
do padecer ia·interdicción que exponers: a la castración·. ;_i _La.can pro-
pone asL que ia única culpa al menos en J.a perspecuva analiuca es..para
··
La ley del Otro es una ley de capticho. ley arbitrar'.a. también de orá-
183
 culo. ley de signos en la cual el sujeto no tiene necesariamente garan·
úas. Sn ia culpa tal como la plantea Freud. se trataría de un sujeto
sujerado a la demanda del Otro, ligado incestuosamente. La culpa,
seria entonces el vestigio del amor al padre.

Si el análisis tiene algún p_oder libe~ador es justai¡nen.te ir más allá

deeseamoral padre, más allá: de-eseeiecrn deaplasfarmento·del sen-
tido~ en favor de que un sujeto sea culpable de lo real. Culpable sí
renuncia a su deseo, ésta seria la ética en juego para cada psicoaná-
lisis pensado como una avenmra única.
Indice
:\o se tratará entonces para la dirección de la cura de desculpabi-
lizar al sujeto. sino de tomar a la angustia como hoja de ruta, como
brújuía. en el camino del deseo.

Ll óesamparo no es Olra cosa que estar a merced del Otro. desam-

paro del cual nos ocuparemos para concluir que finalmente no hay
garanúas. ya no hay ninguna ayuda que el Otro nos pueda otorgar.

.Referencias bibliográficas y citas

FRL"L'D. Si(\mund. "inhibición. sincoma y angustia· (1926) - Editorial Amorronu -

Torno N2 XX.
2 FRElJD. Sigmund. "inhibición. sintoma y angustia" !BID Op. citada.
3 FRELTI. Sigrnund. "Aneiisis de La fobia de un niño de cinco años· (1909) · Edito·
ria.lAmorronu ·Tomo N2 10.
~ FRSL'D. Sigmund. "Inhibición. sincoma y angustia· !BID Op. citada.
5 fREL-0. Si!!mund. Ferichismo i 1927) · ::c:tori;i.I Arr.orror,u . Tomo!\~ :\.\J.
o LAC..;,\. Jaca ues. Sem:n&.o N2 X "La Anous•ia ·.Traducción oara circuiación ime:-·
na de ia Escuela freudiana de Buenos Aires. ·
KIERKEG:\ARD. Siíre:1. ·:=:¡ concepco de La angusua·.
S L.\C.~'i. Jacques. Seminario ;-{~ -t 'Las rein...riones cie objew y Las escrucwro.s fre!!.·
~...,..as-- Traducción para circulaciór. inte:-:i.a C:e ia E:scue2 rreuciiana de Buenos
Airrs.
:? L\0..:'t. Jacques. Esai.ws I ·Editorial Paiciós.
: O [.Ac,;.,\. Jacques. Seminario X ·La angu.s1il:: •.
: 1 LACAN. Jacques. Seminario i'/ 2 VII ·La E:.:ca - Edi~~;r¡aJ Paidós.

184
PRÓLOGO ..............................:...................... :..........•..........;... :·.... :.. ··· 7
ISIDORO VEGH

LA EMERG.E.i~ CIA.DE. LA. AN G.U.S.TIA...................... ···----··········· ... ....... ... 15

C. H. BEMBIBRE · -
LA ANGUSTIA GUÍA L-\ PRÁCTICA DEL At'\!ALJSTA. .. :.................. .... 23
S. M. RIVADERO
PERVERSIÓN: U\ ANGUSTIA DEL OTRO. ...... ................................ .. 31
i\1. RODRÍGUEZ
LA.AJ'liGUSTIA Y EL GOCE DE DIOS. ...................... ..................... .... 41
E. JABJF
SOBRE Lo\ A.t\lG.USTlA DEL A;~ ..U:IST4-\. .............. ............ ................... 53
D. Z::-!MER.\H.'\'.
DE LAS RELACIONES DE L\. ~füJER CO:V10 PSICOA\'AUSTA
CON L\ POSICIÓN DE DO~ JU.AX........... .. .. ....... ....... ..... ... .......... .... 63
o. ZL\1MER\1A'l
CONTRATR-\NSFERE:\CIA Y .-\!\GLJSTJ:\ VERSlS
DESEO DEL ANALISTA ...... .. ........ .... .... ... .... .... .. .. .. ... .. .. ... ......... . 71
~'!. RooRicuEz
GOCE ..-\i-.;GUSTIA Y DESEO ...................... .... ........ ....... .... ............. . S3
A . STE?:\.I\ .
L.\ ANGüSTIA POR EL CA.\11~0 DE PROUST. ................. ;.. ....... ...... .
C. H. BEMBIBRS
EL FALO Y EL OBJETO a . ................ ..... .... .......................... ........... .. 109 -
A. STI:ZOVSl\"Y
EL SHOFAR Y L.\ VOZ ......... .. ......... ....: ........................................... . l l""
.1

R. Ft:R.\1AN
L\ ?111R.\D.-\ E\' U CL~::JC.-\ . ........... ...... ...................... .'................ .. . !3i
R. FL"rt.\!A."
EL OBJETO E\' E!.. DL'ELO Y::::; U ~.r::U..\COÜ.; ........ ................ .. . ...• •)...)
~

A. ST::ZOVSKY
SL.:EXOS DE A:~GL"STL; Y PESADILL-\S. ......................................... ¡5 l
S . .\l. R.'\'.>.DE~O
?:\S.-\JE AL ACTO Y SL"1CIDIO. ..............•....................................•.... l 63
E. J.l.3:r
CONCEPTIJALIZACIÓN DE L.\ ANGUSTIA E.\ FRECD y EN l..AC:\S .
SU li\ClDENCL-\_E:i L-\. D!RECCiÓl'f DEL-\ CLlR..\.. ..• .,••••.....•............ --
l
...
I .J
A. S!E:?.>.K
 Hablar de la angustia es nombrar la castra-
ción; nos retorna a un punto crucial en la es-
tructuración del sujeto. Adentrarnos en sus
cuestiones no sólo implica una articulación
teórica rigurosa de conceptos nodales, tam-
bién las consecuencias prácticas que se leen
en los modos distintos de establecer la direc-
ción de la cura.
Según el analista se sitúe en relación a la
angustia, se puede definir su modo de enten-
der y practicar el análisis.
Entre dos muertes, dice La.can, discurre un
análisis. Recuerda la equivalencia freudiana
muerte-castración; más fácil evocarla que
desplegar su lógica, para alcanzarla nos con-
vocamos.
La angustia es señal, de la segunda muerte.
Que sólo a nosotros, hablantes, nos concier-
ne; antecede a la primera, invirtiendo la cro-
nología sadiana.
La ética del análisis sitúa al sujeto de la cul-
pa en una perspectiva distinta a la moral do-
minante. A través de un análisis el sujeto pa-
sa de sentirse culpable del Otro a situarse cul-
pable de lo Real. En el desfiladero que lleva
de una culpa a otra, la angustia es señal.

Isidoro Vegh

. Lugar Editorial