Mis 24h, Un Novato en Las Carreras

MIS 24H, LA CRONICA.
“Un novato en las carreras”

Hola amigos, voy a intentar plasmar lo que para mí ha sido el fin de semana más bestial de mi
vida. Ha sido una de las experiencias más duras de mis 34 primaveras por no decir la que mas,
tanto a nivel físico como a nivel mental, la locura más grande que nunca he intentado, la que
más miedo y preocupación me ha provocado, y la que por suerte a tenido un final feliz, un final
que nunca se me paso por la cabeza siquiera planteármelo.
Participar era el sueño, acabar la re ostia... ¿pero ganarlas? No conozco la palabra que pueda
describir lo que siento al mirar esta copa que tengo delante y leer "Ganador Superstock 600
24H Frigo de Motociclisme 2010". He sufrido mucho, lo he pasado muy mal, he pilotado
llorando dentro del casco, he odiado tener que subir a una moto, he tenido sustos y despistes,
pero al final he hecho realidad un sueño, he conocido gente maravillosa y he tenido una de las
experiencias más intensas de mi vida.
Intentare ser breve pero me da a mí que me va a costar, veremos si soy capaz de transmitiros
ni que sea una pequeña parte de lo que esta carrera ha significado para mí, porque creo que os
va a gustar, así que ¿listos? Pues abróchense el cinturón que vienen curvas, ¡empezamos!
Mi casco en el box 5
PETROL IN MY VEINS
Siempre he querido correr carreras, desde que tengo uso de razón me han vuelto loco las
motos y sobretodo el dar gas y el ir rápido...De pequeño y no de tan pequeño me ponía en una
silla al revés y plegaba mientras trazaba curvas imaginarias, me acoplaba dando gas montado
en una moto imaginaria pasando por rectas que solo existían en mi cabeza, me veía siendo
Joan Garriga o Randy Mamola, me imaginaba corriendo un Critérium o un europeo de 125 con
MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 2

las preciosas ¿JJcobas? del equipo RACE pintadas de Ducados, me imaginaba siendo piloto,
apurando frenadas, tocando rodilla...pero solo me lo imaginaba. En mi casa no éramos ricos y
como sabemos correr en motos es una pasta por lo que nunca se lo plantearon ni por asomo.
Joan Garriga.
Me tenía que conformar con ser el repartidor a domicilio mas rápido de Badalona (jeje), y en
cronometrarme yo mismo en las curvas de la Vallensana con mi TZR, picándome con cualquier
NSR/TZR/Derbi GP que me cruzase, ya fuese en la Vallensana, en la Conreria, en Tossa o en el
Parking del Carrefour....yo tenía que ganarles, para mí era como correr un GP...era lo que viene
a ser un quemado y Joe Bar Team era el libro que tenia al lado de la cama y el que no me
cansaba de leer y re-leer. Me gustaba saber que yo era un "motard".
¡¡Too Fast Eddie apurando frenada!!

Fui creciendo, tuve algún que otro accidente grave con las motos, me eche novia y como con
20 años lo que quieres es , ejemo, pues eso y en una XT600 no se puede pues me vendí la
ultima moto de mi vida adolescente y me compre un coche, dejando aparcado totalmente mi
vida de motero y no tocando una moto en los siguientes 10 años.
Hace 4 años me compre la preciosa Hornet que tengo y hace tres me metí por primera vez en
un circuito a hacer una rodada y ese día me di cuenta de algo...me di cuenta que seguía siendo
un quemado y que seguía siendo relativamente rápido en moto. Ese día me sentí medio
"piloto" por primera vez en mi vida, fue un día grande, muy grande. Rodar en un circuito, tocar
rodilla, apurar frenadas, las escapatorias, la seguridad....Después de esta han venido ya unas
cuantas rodadas y unas cuantas tandas siempre con mi fiable y divertida Hornet.
Disfrutando con mi Hornet en Calafat
Bueno amigos, si habéis llegado hasta aquí os felicito, aun queda un poco para la carrera pero
todo llega...
BUSCANDO EQUIPO
El año pasado descubrí que muchos equipos de las 24h (por no decir la mayoría) alquilan
asientos, o sea, tu pagas un dinero (no más de lo que te pueden costar unas buenas
vacaciones), y pasas a formar parte del equipo como piloto. En algunos equipos el requisito era
simple, hacer el tiempo de corte para clasificarte para las 24h, que en 2010 ha sido de 2.06.999

para las 1000cc y 2.09.999 para las 600cc y luego en la carrera ser regular en los tiempos y
sobretodo, intentar no caerse con la moto, por lo que me plantee seriamente correrlas este
año 2010.... ¿Cómo alguien que nunca se ha subido a una moto RR se puede plantear
semejante locura? Pues no lo termino de saber muy bien...
Logo equipo Mas Moto
En Marzo contacto con el equipo Mas Moto y me ofrecen "asiento" en una CBR600RR, me
dicen que son un equipo muy amateur y muy familiar y que van a disfrutar por lo que me
parece la opción ideal, moto pequeña y poca presión en cuanto a resultados. A parte el precio
es muy bueno por lo que no lo dudo ni un segundo y les convenzo que me veo capacitado de
hacer el tiempo de corte con una CBR600RR a pesar que mi mejor tiempo en Montmelo es
2.10. Ellos me creen (gracies Albert!!) y entro a formar parte de este maravilloso equipo.
LA PRUEBA
Con el equipo pactamos un día de entreno en Montmelo para entrenar con la moto, saben que
nunca he llevado una moto así y necesito un periodo de adaptación. Yo estoy tranquilo y
confiado de mis posibilidades, "si soy rápido con una moto puedo ser rápido con otra", eso es
lo que me pasaba por la cabeza entonces "solo por diferencia de motor ya tengo que bajar 3 o
4 segundos a la primera vuelta" me decía a mí mismo y a mis amigos...si si que iluso y que
flipado...
A primera hora de la mañana del ZK al que me apunté, cuando me subo a la moto por primera
vez por el paddock de Montmelo para llevar la CBR al box, todo cambia. Me derrumbo, me
entra pánico, me entran dudas...en resumen, me acojono como pocas veces en mi vida me he
acojonado.
El cambio era abismal, los semimanillares estaban bajísimos, la posición muy forzada con todo
el peso delante, las rodillas muy plegadas, la moto ruge como un demonio con esos Akra, los
slicks me desconciertan, el depósito sobredimensionado me es incomodo...La moto, con su
número, su publicidad, sus calentadores, sus fibras me impone mucho respeto y me empieza a
dar un poco de miedo. Empiezo a pensar que me he equivocado, que es una locura lo que
estoy haciendo, que no estoy preparado a nivel pilotaje para unas 24h, ¡¡¡que que coño hago
yo aquí!!!

Así de preparada se me presento la pareja de baile el día de la prueba…..que miedo…
El día de entreno va medio mal, ruedo acojonado y nervioso, me da miedo caerme y ruedo la
primera tanda en 2.20. Me siento ridículo encima de una moto de competición rodando como
un cono, me adelanta hasta una metrakit 80 en el curvone...Joder, el cambio entre una Hornet
y una RR es como una bici de carretera y una MTB, nada que ver. Cada vez que freno me da la
sensación que saldré por delante de la cúpula o que se me ira la moto de delante de lo
amorrado y con los pesos delante que se conduce esta moto, el puño de gas rápido me da
problemas ya que no encuentro el punto de dar "un punto" de gas por lo que hace que trace
las curvas francamente mal ya que o abro a tope y me escupe hacia fuera o cierro el gas, mato
la moto, pierdo velocidad y me como el piano.
Bajo de la primera tanda agarrotado, con muchas dudas y reventado físicamente, estoy
convencido que no lo voy a lograr...
Por suerte en la segunda tanda me siento un poco mejor y ruedo en 2.12, ya en la tercera le
pillo un poco el rollo y hago algún 2.09 bajo lo que me da el tiempo de corte y me hace coger
un poco de confianza y en la cuarta hago 2.08....suficiente???? Quiero creer que si...En esto
que los del equipo me dicen que el año pasado ganaron su categoría y que este año querían
repetir....Mieeeeeeerda!!! ¿¿Pero no decíais que íbamos a pasarlo bien y a rodar?? Me entra

un acojone y una presión importante, pero ya estoy metido de cabeza en esta aventura y no
me puedo bajar del burro ahora...Me despido de la moto ya que no nos veremos más hasta la
carrera, "cuídate amiga, y cuídame a mí por favor" le susurro cuando nadie me ve...
El día de la prueba, agarrotado….
LA LARGA ESPERA
Las semanas siguientes mi cabeza fue ocupada totalmente por las 24h, pasaba de días de
euforia e ilusión por poder correr esta mítica carrera a días de miedo donde solo pensaba en
que estaba loco y que esto no saldría bien, en que hacía yo en una carrera de verdad con la
poca experiencia que tenia, pensaba en tirar la toalla. Fueron más los días malos que los
buenos, de eso no tengo dudas. Cuando no me preocupaba el ritmo de carrera me preocupaba
de si estaría bien físicamente, y si no era de esto me rayaba con el mono y el casco nuevo o por
cualquier otra parida, la cuestión era dudar dudar y miedo, mucho miedo.
PREPARACION FISICA
Quedan tres meses para la carrera y me tengo que preparar. Me apunto a un gimnasio y un
compañero del foro motos.net, Victor Sanchez, se curra unas tablas de trabajo acojonantes
que estoy dispuesto a seguir a rajatabla, las "deficiencias" que pueda tener a nivel de pilotaje
las quiero suplir con una buena forma física, es una carrera muy dura (por aquel entonces no
sabía que lo era tanto), la moral a topeeeeeeeeeee, quiero trabajar bien los antebrazos, las
piernas, el fondo físico, el cuello etc......pero el subidón dura dos semanas, a la tercera semana

ya no aparezco por el gimnasio y el trabajo de Victor queda en papel mojado, soy muy perro, y
la perrería me puede. Me conformo con correr 30/45 minutos cada dos o tres días y hacer un
par de horas de enduro a la semana, dejar de fumar ni me lo planteo buscando excusas
baratas. Solo las tres últimas semanas me he machacado un poco en serio, corriendo 18km
semanales, haciendo unas 8/10 horas de enduro y alimentándome básicamente de pasta, fruta
y agua a litros.
Bueno gente, ahora sí que si, ha llegado el momento de hablar de la carrera...de ponernos el
mono y empezar a sufrir.
Panorámica nocturna de la zona del Estadi
LLEGA EL GRAN DIA, LAS 24 HORAS DE MONTMELO
Día 1, jueves.
Llego a las 15.00 a Montmelo, es momento de montar el box, descargar el camión, montar la
carpa, llevar el material y dejarlo todo listo para mañana Viernes cuando hay los primeros
libres, los calificativos y los nocturnos. Estamos hasta las 21 o así, me siento relajado y
confiado. Me siento bien físicamente y preparado para la carrera. Me dicen que el viernes este
allí a las 09 por lo que intento irme a dormir pronto....misión imposible, me acuesto a las 3 de
la madrugada.

Día 2, viernes:
Llego a Montmelo a las 10 o así. No problem, la moto ya esta lista en el box. La gente ajetreada
terminando cosas y yo ayudo en lo que puedo, que si hay que colgar una pancarta aquí, o
ayudar a levantar no se que allí, o poner un poco de cinta americana mas allá, pero lo que más
hago es deambular de un lado para otro como alma en pena sin saber que hacer. Nos llega la
hora de pasar verificaciones de moto y de material, las que pasamos sin problema y a las 12 o
las 13 comemos un plato de pasta en la carpa, en breve tenemos que ir al Brieffing y después
empezar con los libres.
Empiezo a notar ambiente de carreras, pilotos por aquí y por allá, motos, mecánicos, gente
corriendo con piezas en las manos, cocineros, etc....hay gente que lleva unos motorhomes y
unas carpas que no veas, ¡profesionales a tope! La nuestra es más modesta pero la voluntad
de la gente del equipo es muy grande y tienen mucha experiencia por lo que estoy seguro que
a nivel logístico hemos funcionado mejor que algún otro con mucho mas presupuesto...yo
desde luego no tengo ninguna queja de cómo me han tratado, y todos los amigos y familiares
que me han venido a ver han sido tratados de forma excelente.
Nuestra carpa, la comida excelente!

Llega el Briefing, todos los pilotos y los jefes de equipo en una sala donde nos dicen cuatro
cosas sobre las banderas, la salida de pit y cosas por el estilo. Aquí me empiezo a poner
nervioso, esto va en serio, ¡¡dentro de una hora voy a estar rodando en los libres de las 24h!!
El momento crítico se acerca y no sé lo que va a pasar... ¿Iré muy lento? ¿Estorbare? ¿Me
caeré? ¿Aguantare? no se no sé, prefiero concentrarme y no pensar en nada ya que mis
miedos y mis dudas no me aportan nada. Intento disimular mi aprensión poniendo buena cara,
pero dudo que logre disimularlo.
LOS LIBRES
Empiezan los libres, que son solo de una hora para todos los pilotos y decidimos que Luis
ruede 35minutos ya que nunca ha subido a la CBR y yo unos 15, pero antes sale Lucas, uno de
los pilotos/mecánicos alma matter del equipo junto con Albert “el jefe” para mirar que todo
esté bien, da un par de vueltas y entra a box, todo OK. Sube Luis y se pone a rodar en 2.01 sin
problemas. Me voy equipando, me pongo los tapones en las orejas y el casco con la visera
bajada para aislarme del mundo, necesito estar solo porque tengo los nervios a flor de piel, me
hablan y me dicen que tranquilo, que no tire mucho, que recupere sensaciones y que
disfrute...Pero no les hago mucho caso, estoy como en una nube lleno de preocupación, tengo
miedo, mucho miedo. Estoy escuchando los motores como suenan al pasar por la recta y no
me termino de creer que en nada yo estaré allí fuera y que seré uno de ellos, es una sensación
muy rara y se me estremece todo el cuerpo...
Termina Luis y me monto en la moto, recorro la larga salida de los boxes con el limitador
puestos y acaricio el depósito de la CBR, "llego la hora amiga, por favor, ayúdame a hacerlo
bien" pienso en mi interior. Cojo aire profundamente, salgo de pit, miro hacia atrás, no viene
nadie, gaaaaaaaaaaaaaas y ¡¡¡empieza el espectáculo!!!
Hago la chicane y el curvone sin tocar ni rodilla, en la Repsol toco rodilla y la trazo ya un poco
rápido y en la Seat, justo la cuarta curva que paso, en medio de la curva con la rodilla al suelo
se me resbala el pie con el que estaba tocando rodilla, se me mete debajo de la moto y me veo
en el suelo. Durante unas decimas de segundo pensé que mi peor pesadilla se iba a hacer
realidad, y era caerme en la primera vuelta de los primeros entrenos de las primeras 24h de mi
vida....pero no me pego el tortazo padre que hubiese cambiado mi futuro (eso me hubiese
hundido en una depresión seguro) por un milagro divino que no puedo explicar ya que la
situación fue critica de cojones...Total, salvo la situación con el corazón a cien mil por hora doy
gas y tres curvas después, en la Caixa me marco un recto sin tocar graba de dos pares de
cojones, "¿que coño está pasando?" me digo y sigo dando gas, Banc de Sabadell, la siguiente,
New Holland, recta y gaaaaaaaaaaaaaaaas...y a final de recta me marco un recto de
campeonato, dos rectos y un susto muy heavy en la primera vuelta de los libres, buen
comienzo....

Dos rectos y un susto, buen comienzo…
Me digo a mi mismo que tranquilo, los nervios me están traicionando y empiezo a centrarme y
a intentar rodar bien. La primera vuelta lanzado hago un triste 2.25 por el recto de final de
recta pero en la segunda a pesar de ir aun incomodo en la moto hago un 2.08.100 lo que es mi
mejor vuelta en Montmelo hasta el momento y aquí cojo confianza, empiezo a tirar y cae un
2.06 en la siguiente vuelta, luego 2.05 en las otras dos y en la siguiente me marcan 2.04 y
decido parar. Estoy eufórico, al final ha ido todo mejor de lo esperado ya que he bajado casi 5
segundos mi mejor vuelta en solo 7 vueltas.
También me he sacado la presión de encima de otra cosa que me preocupaba mucho, que era
como "interactuaría" con las otras motos en pista siendo consciente como era que sería de los
más lentos de todos los pilotos participantes, y la verdad es que fue como rodar una tanda
normal de cualquier domingo, los rápidos me pasaban como misiles pero en puntos donde lo
hacían sin poner en riesgo ninguna moto. Por esa parte he tenido cero problemas en todas las
24h, la gente me ha adelantado bien y sin ninguna locura y los pocos adelantamientos que yo
he hecho creo que han sido hechos de la misma forma respetuosa, es una carrera muy larga
como para jugártela en una curva y todos los pilotos son conscientes de esto...

El 2.04 me da alas y me llena de confianza
LOS CALIFICATIVOS
Seguimos que me distraigo, como he dicho bajo de la moto contentísimo y creo que en el
equipo también lo están, ven que he mejorado los tiempos lo cual en cualquier carrera eso es
bueno. No hay tiempo para casi nada, beber, descansar un poco y empiezan los
cronometrados. No quiero arriesgar nada hoy, me da pánico la posibilidad de caerme por lo
que supondría y le digo a Albert, el jefe de equipo, que yo salgo pero que a la que haga un
tiempo mejor al del corte, aun que sea un 2.09 me pararé porque para mí lo importante es
clasificarme, nada más. Pero me dice que nanay, que mínimo un 2.05 bajo. Sale Lucas y hace
2.01.355 en 8 vueltas y para. Me toca, sorprendentemente no estoy nervioso y me siento con
confianza, el 2.04 de los libres me da alas.
Lucas rodando como un reloj.

Salgo y en la primera vuelta lanzada me vuelvo a marcar un recto a final de recta, este no me
afecta mucho porque ha sido por querer probar a frenar un poco más tarde pero sin
convicción y a la que he visto que iba un poco pasado he decidido saltarme la chicane. Ha sido
un recto distinto a los demás, no ha sido del palo "¿qué coño pasa?" como los anteriores sino
del palo "vale, frena un poco antes matao que ahora no necesitas hacer esto", esa vuelta
marco un 2.15 pero en la segunda hago un 2.04, en la tercera un 2.05 y en la cuarta un
2.03.330 y yo, encantado de la vida con mi nueva vuelta rápida decido parar. Tengo la
sensación de haber hecho un entreno digno, está claro que estoy lejos de los 50 i pico que
marcan los pilotos rápidos y que estoy por las zonas bajas de la tabla, pero teniendo en cuenta
como venía a estas 24h en cuanto a experiencia en llevar una moto de verdad me puedo dar
con un canto en los dientes con el resultado obtenido.
Sale Toni, otro de los pilotos del equipo y en 7 vueltas hace un 2.05.400, eso, a pesar de saber
que Toni es un tío rápido y que no ha podido rodar más rápido por problemas con las gafas y el
casco, me da un pelín de confianza extra porque no soy el más lento de los cuatro pilotos del
equipo, por lo menos en los calificativos. No sé si sentirme mal por esto, porque Toni me ha
demostrado que es una bellísima persona, me ha ayudado y apoyado mucho y me ha dado
unos consejos buenísimos que me han ayudado a mejorar mi pilotaje y a terminar las 24h con
éxito, como apretar con las piernas el depósito cuando frene para no cargar los brazos, consejo
que he seguido a rajatabla con excelentes resultados visto el estado de mis antebrazos durante
la carrera.
Antonio Regidor “Toni”

Creo que Toni ha pasado unas malas 24h, que no lo ha pasado muy bien. Desde aquí le quiero
hacer llegar mi enhorabuena y mis respetos. Ahora me puedo hacer una idea de lo que
representa correr una carrera tan dura como esta a sus 45 años. No es moco de pavo. Nadie le
quitara el poder decir que es bicampeón de las 24h de Montmelo, ahí es nada.
No sé que pensar, pero la verdad es que ver que no era el más lento me dio un punto de
confianza que me vino muy bien. En ese momento cualquier punto de apoyo que pudiese
tener era como oro. Si Toni lee esto espero que me perdone por tener este punto egoísta de
saber que no era el más lento, pero supongo que en el fondo es algo que a todos les pasa, es
una carrera y en una carrera, los tiempos mandan.
Sale Luis y este en su línea, cuando uno es rápido es rápido y punto. Hace un 2.00 sin
demasiado problema y se muestra como el más rápido del equipo en estos entrenos.
Luis Miralpeix.
NOCTURNOS
La espera hasta los entrenos nocturnos se hace larga, yo estoy contento y tranquilo por haber
logrado el 2.03 de forma relativamente cómoda. Me vienen a ver amigos y todos me dicen que
muy bien. Hablando con David Costa, el crack de las fotos, me dice que no me ve bien en la
moto, que voy muy rígido y en ese momento no le hago mucho caso porque sigo eufórico por
el buen resultado en los calificativos, pero ese comentario seria de vital importancia para la

carrera, luego sabréis porque... Aprovechamos para comer y charlar mientras esperamos que
llegue la hora. En los nocturnos, estás obligado a hacer un mínimo de 5 vueltas, pero tengo la
mala pata de hacer las 5 vueltas con el safety car en pista, por lo que no puedo probar lo que
es intentar ir rápido de noche....Bueno, no pasa nada, rodando a 100 por hora no parece muy
difícil ya que se ve bastante bien...o eso parece.
El Safety en las 24h
Terminamos los entrenos nocturnos y sobre las 12 para casa, al día siguiente tenemos que
estar en el circuito a las 10 o así y me voy a casa satisfecho, tranquilo y con ganas de
acostarme pronto, misión imposible II, me acuesto de nuevo a las 3 o a las 3.30, pero por
suerte, las 6 horas que duermo lo hago de un tirón.
Día 2, Sábado y día 3, Domingo
El Gran día ha llegado, me despierto a las 10, un yogurt, un café, un cigarro, un pino y me voy
en moto para el circuito. Llegó a las 11 o así, mato el tiempo yendo de un lado a otro sin saber
muy bien qué hacer, entro al box, me subo a la moto, le acaricio el lomo, me bajo, voy a la
carpa, me siento, me levanto, voy al lavabo, vuelvo a entrar al box, acaricio la moto de nuevo,
vuelvo a salir...Estoy como distraído, es como si no fuese real lo que estaba viviendo. Sigo
viviendo una especie de calma chicha con nubarrones de tormenta en el horizonte, tranquilo
pero tenso por que el gran momento está al caer.

Luis y yo decidimos salir en el warm up, hay que recuperar las sensaciones del Viernes, cosa
que a Albert, el jefe de equipo y el otro alma matter de este junto con Lucas, no le hace nada
de gracia y quiere evitarlo, pero a la que se da cuenta ya estamos con el mono puesto y listos
para salir. Luis sale, da 4 vueltas y para. Yo salgo y solo doy dos, la de salida del box y la de
entrada. Es suficiente, me he encontrado bien encima de la moto y la confianza sigue a tope.
Las sensaciones siguen siendo buenas en el Warm Up
Nos desvestimos y nos ponemos a comer, el box empieza a ser como un hormiguero, hay
gente por todos lados y no hay ni un sitio donde poder estar tranquilo, en breve empieza la
carrera y la tensión empieza a palparse en el ambiente. Ha llegado la hora de la verdad, los
motores empiezan a rugir de forma ensordecedora dentro de los Boxes, los pilotos salen a
pista y hacen la vuelta de formación.
Justo en ese momento me llaman Albert y Kike, dos amigos que me han hecho el favor
impagable de estar 24h allí conmigo haciéndome el trabajo del muro mientras yo estaba en
pista y me llama mi mujer que está viniendo...jodeeeeeer, justo ahora que esto ya está en
marcha? Me estreso, unos están en el parquin de arriba y los otros en el de abajo, tengo que
llevarles los pases para que puedan entrar. Pillo el primer ciclomotor al que le veo las llaves
puestas sin importarme mucho de quién es y me voy pitando a buscarlos. Recojo a Albert, lo
entro al Paddock, le doy los pases y le digo que por favor se encargue de entrar a los demás
que yo no estoy en esos momentos para esas historias. Empiezo a aislarme del mundo exterior,

apago el móvil y a partir de aquí ya solo pienso en la carrera. Corro hasta el muro y llego justo
para ver la salida, Lucas es el piloto que empieza y lo hace sin mayor problema, es un tío con
mucha experiencia en las 24h por lo que es difícil que no ruede como un reloj. Yo por mi lado
me centro en hacer estiramientos lo más aislado posible de la gente, pero me es imposible.
Gente que ni conozco se para a hablar conmigo y a desearme suerte, gesto que agradezco
pero en ese momento solo me molestan...¡¡¡¡¡QUIERO ESTAR SOLO!!!!!
La CBR600RR lista para la carrera. Preciosa.

PRIMER RELEVO, LA PRUEBA DE FUEGO.
Me preparo para mi turno que se acerca inexorablemente, tic tac tic tac, ahora si que si.
Quiero parar el tiempo pero no puedo, llega el momento de la gran prueba. Me pongo el
mono con paciencia para que este todo OK, me cambio las deslizaderas y me pongo unas
nuevas, encinto las botas con cinta americana para tapar los agujeros que tengo, me pongo los
tapones en los oídos y me pongo el casco con la visera negra bajada para ver si así la gente me
deja tranquilo. El box es un caos de gente y el calor sofocante. Sigue viniendo todo el mundo a
decirme cosas lo que provoca que cada vez este más y más nervioso y más y más estresado.
Estoy empapado de sudor y me tiembla todo, y eso que aun no me he montado en la moto.
Avisan que Lucas entra a boxes y se me dispara el corazón. Me levanto, hago un par de
estiramientos con el mono puesto mientras veo que llega Lucas. El equipo, como ya he dicho
con mucha experiencia, ponen gasolina y me dejan la moto lista en un plis plas, el tiempo justo
de mirar al cielo mientras cojo aire de forma lenta por la nariz, me monto en la moto y
arrancaaaaaaaaaaaaaaaaaaamos.
Concentrado junto al ventilador antes de uno de los relevos

Sigo mi ritual de la recta de boxes, acaricio el lomo de la negrita y le hablo, muy flojito, con
mucho cariño para que me trate bien. Le pido que me ayude y que por favor no nos caigamos,
que sin duda, ha sido el gran miedo que he tenido durante todas las 24h, no por mi o porque
me pueda hacer daño, sino por el equipo. Hay mucha gente esperando que la moto vuelva
enterita tras el relevo. Hago la primera vuelta lanzada en 2.07, y en la segunda me marco otro
recto a final de recta...joder, empiezo a cogerle cariño a la escapatoria de asfalto de final de
recta.
Estoy con mucha tensión y me noto muy rígido encima de la moto pero enlazo una serie de
vueltas relativamente buenas para mi, 4 en 2.05 luego 3 en 2.04 y hago una serie de 8 en 2.03.
Llevo exactamente 36 minutos encima de la moto y empiezo a estar cansado, aprovecho
cualquier mini recta y el curvone para respirar profundamente e intentar recuperarme
físicamente pero no lo consigo. Son las 17 y el sol brilla con fuerza. El calor es sofocante,
debemos estar a 50 grados o eso es lo que me parece a mi dentro del casco.
Tener en cuenta que en estos momentos yo estoy tirando fuerte a pesar de que el tiempo
puede no ser muy rápido. Alguien que pueda rodar en 1.58, el rodar en 2.03/2.04 le puede ser
un alivio y provocarle poco desgaste porque esta 5/6 segundos por encima de su tiempo, pero
para alguien que un Viernes por la mañana tiene como mejor tiempo un 2.08.400 intentar
rodar en 2.03/2.04 constantes durante 75 minutos al día siguiente en medio de una carrera
supone un desgaste físico y psicológico importante.
Abriendo gas a fondo en el cambio de dirección de la Wuth
Sigo que me distraigo de nuevo…En la siguiente vuelta me hago un recto en la seat llegando a
la grava, pierdo unos 20 segundos en volver a la pista ya que las ruedas se hunden mucho y me

cuesta sacarla de la “pucelana”. Me digo a mi mismo que así no vamos bien, tengo que dejar
de hacer rectos porque eso hace que todo el trabajo de regularidad que intento hacer se vaya
al garete y el equipo puede pagarlo. Sigo unas cinco vueltas más en 2.03/2.04 pero me cuesta
mucho, cada frenada es un esfuerzo grande y me sale el corazón por la boca, mientras las
rodillas y el cuádriceps de la pierna me duelen horrores. Solo hago que mirar el indicador de
gasolina para ver si queda mucho para que termine este suplicio y el mamón no baja ni a la de
tres, quiero parar ya porque no puedo mas pero tengo que seguir tirando y tengo que seguir
intentando rodar un poco más rápido. De golpe, en mi vuelta 26 tras 55 minutos rozo con el
pie derecho el suelo de forma brusca y me empieza a doler horrores. Me quema como si
tuviese un encendedor debajo del dedo y estoy convencido que mis botas rotas no me han
protegido el pie y que me he dejado el dedo pegado en el asfalto. Hago un par de vueltas mas
pero no puedo seguir rodando, el dolor es fuerte y unido al agotamiento físico y al calor
sofocante de un sábado de julio a las 5 de la tarde se vuelva un suplicio seguir pilotando. Aun
queda gasolina para unos 10 minutos por lo que no me toca entrar todavía pero decido parar
por qué no me veo capaz de seguir rodando en ese estado en un tiempo decente y de forma
segura ya que he marcado un 2.07 con mucho sufrimiento y no me veo bien para intentar
mejorarlo ni siquiera para mantenerlo. Marco al muro que voy a entrar, hago la última vuelta
aliviado sabiendo que esa tanda ya se termina y que por fin podre descansar un poco y beber,
cuando veo la línea de box que se acerca una sonrisa fugaz se me dibuja en el rostro pero es
breve, el dolor del pie y de las rodillas es grande, y el cansancio y el calor mayor si cabe.
Entro en Boxes para darle esta bonita maquina que tengo la suerte de pilotar a Luis y que la
saque de la siesta en la que ha estado mientras la pilotaba yo…”Ya verás”, pienso, “ahora te
van a dar cera nena” …y tanta cera, el tío se casca un relevo de 1.59/2.00/2.01 con mejor
vuelta de 1.58, que crack…
¡¡Algunos van como locos!!

Mierda, ya me he vuelto a distraer, estábamos entrando a boxes no? Pues eso, pongo el
limitador y veo a Albert marcándome el sitio de parada. Freno, punto muerto y me siento
aliviado de poder parar. Al apoyar el pie en el suelo veo las estrellas y una queja de dolor sale
por mi boca, el hecho de levantar el pie para bajar de la moto me supone un esfuerzo
importante debido al precario estado físico que presento. Las rodillas las tengo totalmente
agarrotadas de estar una hora tensionado encima de la moto y al extenderlas me duelen
muchísimo. Me acompañan a la silla porque no tengo fuerzas ni para andar solo y las
maltrechas rodillas ceden a cada paso que doy. Sigo convencido que me he quemado el pie ya
que por mucho que lo he intentado, entre el casco y la bota no llego a ver la zona afectada.
Cesar el fisio y Mariana (chica de la que hablare más adelante), se me abalanzan encima para
ayudarme, uno sacándome la bota y el calcetín para mirar el pie y la otra sacándome los
guantes, el casco, abriéndome el mono y dándome la deseada y esperada botella de agua
fresquita y el acuarios, que me bebo de un solo trago tanto lo uno como lo otro, pidiendo al
momento una segunda ronda “¡¡por favor!!”. El pie parece que está bien, no me he quemado
ni nada, Cesar me dice que me he dado un golpe en noseque que envuelve el hueso y que eso
hace que me duela pero que no tiene que ir a mas, la bota esta rascada pero no aparece
ningún agujero por lo que no entiendo muy bien qué es lo que me ha pasado. Cesar me pone
hielo en el pie (como dueleeeeeeeeeeeeee) y quedamos para dentro de un rato mirarlo bien y
trabajar un poco las rodillas en la camilla. Gran trabajo el de cesar, incansable, siempre
disponible…
Destrozado tras el relevo, Mariana me ayuda con los guantes

Mariana me ayuda a sacarme el pegajoso mono y se encarga de colgarlo para que se ventile
como ya ha hecho con los guantes y el casco a la vez que se preocupa por si quiero beber algo
mas, “no gracias Mariana, estoy bien”. Me meto en la piscina de niños que tenemos
fuera….¡¡¡Por fin!!! Que placer, uno de los mejores momentos de las 24h. Me apalanco en el
agua, cierro los ojos con una sonrisa porque me noto relajado y sin nervios, he hecho el primer
relevo y a pesar de tener un ligero sabor amargo en la boca por no haberlo terminado y haber
parado un poco antes estoy contento porque lo he terminado sin caerme y no he rodado mal
del todo para ser mi primera vez. Me he sacado de encima muchos nervios, durante muchas
semanas el “¿Cómo lo hare? ¿Qué pasara?” ha retumbado en mi cabeza y el hecho de haber
acabado el primer relevo me relaja y me digo a mi mismo que soy capaz de hacerlo. No seré el
más rápido pero si soy regular en los tiempos que me muevo me doy por satisfecho. Ahora ya
solo me preocupa la posibilidad de caerme y el aspecto físico, ya que me he dado cuenta de
que esto será mucho más duro de lo que había imaginado...
Cesar interesándose por el estado de mi pie

Cesar me masajea el pie durante 20 minutos por lo menos, las rodillas otros 20 y quedamos en
que para la siguiente tanda cambie de botas y me ponga unas Oxtar que Toni, uno de los
pilotos con más experiencia del equipo muy amablemente me presta (y al final me regala,
GRACIAS!!). Intento descansar y comer algo porque me noto un poco agotado y esta larga
carrera justo acaba de empezar.
He estado exactamente 60 minutos en pista y he dado 29 vueltas, con un total de 137.083 km
Trazando
SEGUNDO RELEVO, LUCES Y ACCION
Me toca volver a salir a las 21, pasamos un buen rato discutiendo con unos compañeros si me
pongo visera clara o oscura porque hay un “resol” muy feo, pero yo lo tengo claro, me voy a
poner la clara porque en nada será de noche y no quiero quedarme con poca visibilidad.
Pensándolo ahora, está más que claro que si uno sale a pista a las 21 y tiene que estar hasta las
22.15 que es negra noche, la discusión de la visera no tiene mucho sentido. Pero mientras
discutíamos, que debían ser las 20 todavía hacia un sol de escándalo por lo que hacía que
distorsionáramos un poco la realidad.
Por otro lado, con Kike y con Albert, los compañeros que están pendientes de mi en el muro y
que me enseñan la pizarra cuando estoy en pista me dicen, o me parece entender, que me van
a marcar las decimas en la pizarra no sé muy bien porque. Que sepáis que lo habitual en estas
pizarras, por lo menos en nivel amateur como yo donde las decimas no valen de nada, te

acostumbran a marcar simplemente los segundos de la vuelta, o sea que para marcar un
“2.03.756” simplemente me escriben “03”.
Es importante lo de la pizarra, más de lo que parece. Antes de la carrera no entendía muy bien
para que la iba a necesitar, pero luego en pista esa referencia de cómo estas rodando es clave
para saber si se tiene que apretar un poco más el culo o no. Es una carrera larga y donde se
premia la regularidad por lo que saber que estas rodando de forma constante en un buen
ritmo es clave para terminar en un buen lugar.
“Puerta cerrada cojones”, un cartel (muy profesional) que colgaba de la puerta de nuestro box :)
Cesar trabajando en mis rodillas

Bueno, ya dejo de irme por las ramas, continuemos con lo que toca. Sigo mi ritual, me visto
con calma y con tiempo de sobra para que todo me encaje ok, no quiero tener que estar 75
minutos a tope en una moto con alguna parte del mono o de las botas que me moleste. El
mono pesa el doble que esta mañana, parte de los litros de sudor vertidos en su interior en el
primer relevo sigue empapado en él y me pongo una camiseta que se me ha mojado por dejar
el bañador encima, pero agradezco la sensación de humedad y el fresquito que me da ya que a
pesar de ser las 20.30, con el mono puesto hace mucho calor. Cesar viene y me pone una
protección blanda con esparadrapo en la zona afectada del pie. El y Mariana me dicen por
activa y por pasiva que si me duele que baje el ritmo un par de vueltas para dejarlo reposar un
poco y luego le siga dando al gas, y que si me duele mucho que me pare. Acto que ni se me
pasa por la cabeza, hay que hacerlo bien y quiero que en el equipo estén contentos conmigo y
con mi actuación, no es el momento de mariconadas.
Recibiendo instrucciones de Albert “el jefe”

Ahora que ya no tengo los nervios del debut encima y que estoy metido de lleno en la carrera
me centro en el estado físico, y la verdad es que me noto mal. No me duelen las antebrazos
como había imaginado ni tengo problemas severos de fondo físico por ahora ya que supongo
que las salidas a correr y las horas de enduro de algo habrán servido. Me duelen puntos
concretos, los tendones de las rodillas, el pie, las muñecas…pero es solo el segundo relevo y
solo llevamos cinco horas de carrera así que no quiero pensar mucho en ello porque queda un
largo camino todavía por delante. Un poco de estiramientos y espero sentado junto al
ventilador listo para entrar a pista de nuevo.
Estirando el mono antes de entrar a pista

Mientras espero a que Lucas llegue pienso en el relevo, y se me hace un poco cuesta arriba
recordando lo mal que lo he pasado en el anterior. 75 minutos son muchos y mas si voy tenso
en la moto. Recuerdo las palabras de David el fotógrafo y que en su momento no valore “te
veo muy mal” me dijo, “vas súper tieso en la moto, estas rígido”. Pues puede que tenga razón
me digo, puede no, seguro que tiene razón me repito, que este ha visto muchas motos y
muchas poses distintas. Quiero aprender a colocarme bien en la moto, a dejar de llevarla con
los brazos y llevarla más con el cuerpo, a acoplarme con el pecho encima del depósito en las
curvas, a descolgarme menos de la moto minimizando los movimientos encima de ella y así de
rebote, reducir en lo posible el desgaste físico. Pienso y me concentro en esto cuando veo que
Lucas ya está aquí.
Repostando

Los del equipo hacen el repostaje perfectamente mientras miro el reloj de la recta para saber a
qué hora salgo y así poder ir controlando cuanto tiempo estoy en pista al pasar por la recta de
meta. El reloj marca las 21.01 por lo que hasta las 22.15 más o menos en pista. Justo antes de
salir, Albert el jefe de equipo me dice que salgo ya con las luces encendidas. Todavía hay sol
pero una cosa menos en la que pensar, en encender las luces.
Repetimos ritual en la recta mientras salgo del pit lane, caricias y palabras bonitas para la moto
respirando profundamente mientras me acerco a la línea de fin de límite de velocidad.
Desconecto el limitador, y abro gas como un poseso mientras me meto en la cúpula. Noto
como empuja este motor, apuro segunda, tercera a tope y veo las banderas azules al viento
justo a mi derecha, son los oficiales que me indican que viene gente por la recta por lo que
freno un poco, les dejo pasar y encaro la chicane y el Curvone sin mayor problema.
Empiezo un poco frio rodando en 2.08, 2.07 y 2.06 las cinco primeras vueltas. Estoy cambiando
mi forma de conducir a la vez que intento tirar a tope. Empiezo a tirar mucho el tronco
superior sobre el depósito en las curvas llegando a encontrar una postura en el Curvone muy
cómoda que me permite descansar bastante ya que mi pecho se apoya totalmente en el
depósito pudiendo relajar los brazos completamente, lo que no mejoran son las rodillas ya que
en nada me empiezan a doler de nuevo y por suerte, de momento del dolor del pie ni rastro,
solo una ligera molestia pero nada más.
El Pit Lane de noche.
Sin darme cuenta me fijo en que ya estoy rodando de noche y me cuesta mucho ver lo que me
ponen en la minúscula pizarra auto iluminada que usamos. Cuando encaro la recta giro un
poco la cabeza mientras la levanto por encima de la cúpula y con un ojo abierto y otro cerrado
intento localizar donde tengo la pizarra, y una vez localizada me esfuerzo en enfocar bien para

poder cazar el tiempo que me marcan, es un poco incomodo y mucho lio para hacer en tan
poco espacio y a esas velocidades. Estamos en el box 5 lo que hace que mi pizarra me la
encuentre justo al principio de la recta cuando aun estas concentrado en abrir gas como un
poseso empalmando marchas tras trazar lo más rápido posible la bonita, rápida, escalofriante
y difícil curva New Holland. A parte, justo antes esta el “control 0” de los comisarios, que es
una cabina a unos 2 metros del suelo lo que me perjudica mas la búsqueda y localización de mi
pizarra.
Se suceden los giros y me pongo a rodar en 2.05 y en 2.04, me cuesta llegar al 2.03 porque hay
curvas como la Repsol y zonas como la frenada de final de recta donde por la falta de luz he
perdido un poco las referencias de frenada. La Repsol esta oscura de verdad, parece que estés
en un puerto de montaña donde no hay ni una triste farola. La haces porque sabes que está allí,
pero realmente cuesta de ver el punto donde entrar en ella. Por suerte es una curva que
permite un poco de error ya que es muy ancha y muy larga y si alguna vez entras mal lo
solucionas penalizando solo unas pocas decimas.
Rodando de noche
Cada vez que paso por el muro intento ver lo que me ponen en la pizarra pero no lo entiendo,
veo tres dígitos pero no logro concretar que pone y veo que Kike y Albert me hacen gestos con
los brazos cada vez que paso por delante de ellos. “Que bonitos ellos, me están animando”
pienso mientras sigo concentrado en dar gas, en intentar descansar en los puntos donde
pueda descansar y en no cometer errores. Al cabo de un par de vueltas y de seguir con la
incertidumbre de la pizarra y los gestos de mis colegas me da por pensar que a lo mejor, esos

gestos que veo en el muro y esos números raros en la pizarra, es que me están intentando
decir algo, que no llevo luces o que tengo algún problema. Pero como he hecho ya algunas 24h
de comisario, se de sobra que cuando eso pasa, cuando una moto tiene un problema
mecánico que pueda poner en peligro la seguridad como ir sin luces en las 24h, los comisarios
enseñan una bandera negra con un punto naranja y un cartel con tu numero cuando pasas que
indica que tienes que entrar en boxes en la siguiente vuelta, por lo que dejo de pensar en el
tema y sigo buscando ese 2.03 que no llega.
Os preguntareis como puedo dudar de si llevo la luz puesta? Que si yo no me doy cuenta? La
verdad es que nuestra moto iluminaba poco por no decir nada, era como no llevar luz por lo
que no estaba seguro de si podía tener un problema o no. A Parte, como he comentado antes
los entrenos nocturnos del Viernes los pase rodando tras el safety car a 100 por hora por lo
que rodando rápido todas las referencias lumínicas habían cambiado,
Al siguiente paso por meta me parece ver BOX en la pizarra pero no estoy seguro, con el lio de
lo que me iban a poner 3 dígitos ahora no lo tengo claro…”ponía Box?” me pregunto “ O por el
contrario ponía 8.04 lo que significaría 2.8.040?” “No puede ser eso, no estoy rodando tan
lento” me respondo yo mismo,” a lo mejor ponía 064 y eso significaría que me he cascado un
2.00.640 no? Tan rápido tampoco voy, no… “ sigo filosofando, “O más bien 064 significaría
2.06.400? Puede ser, ese tiempo es un poco lento pero posible” de golpe paso de pensar en la
maldita pizarra a pensar “tira el anclaaaaaaa que te comes la chicane otra vez,
¡¡¡¡¡frenaaaaaaaaaa….!!!!!!” Buuuf, he frenado bien y he pasado la curva sin problemas.
Encaro la siguiente vuelta comiéndome el tarro con lo de la pizarra, “no se no se” me digo, sigo
dando la vuelta sin tener muy claro que hacer pero en la Caixa decido que voy a parar ya que
me resulta todo un poco extraño, lo de los gestos y lo de los números raros. Justo cuando
entro en el carril box aun en la curva intento levantarme y mirar si llevo luz pero no veo nada,
sigo sin tenerlo claro. A la que encaro la recta veo claramente a Albert “el jefe” haciéndome
señas con las manos y me indica que entre la moto en el box, lo que es sinónimo de problema
mecánico. Efectivamente iba sin luces.

Aquí se ve claramente que voy sin luz.
Cuando me bajo, Albert “el jefe” me mete un poco de bronca, me dice que llevan ocho vueltas
llamándome a box y que por que cojones no he entrado ya que un par de vueltas mas y nos
hubiesen sancionado. (Nota: Un amigo comisario me ha comentado que SI que me estuvieron
enseñando la bandera con el punto naranja y que por la emisora ya estaban avisando que si no
paraba en dos vueltas me tenían que enseñar bandera negra…solo de pensar en que nos
hubiesen descalificado por esto, buffffffffffff, que mal rollo….)
Le digo que no lo he visto y que me cuesta ver la pizarra mientras veo como gente del equipo
encabezados por Lucas se ponen a trabajar en la moto, ya que Lucas, aparte de pilotar hace de
mecánico de nuestra moto y ayuda en la del otro equipo que tenemos en el mismo box, algo
que me cuesta de comprender siendo consciente del desgaste físico que supone el solo hecho
de pilotar.
Quiero hablar de Lucas, es un buen tío y me ha tratado muy bien, tanto antes como durante la
carrera. Tiene mucha experiencia al igual que Toni y Albert, no sé si llevan unas 8
participaciones en las 24h, ¡¡casi nada!! Pues Lucas a parte de pilotar es mecánico. Estoy
seguro que gran parte del merito de que la bonita CBR negra que llevemos no de ningún
problema es culpa suya. La moto está en su taller y seguro que la ha mimado mucho. Aquí en
las 24h ha coincidido que en el mismo Box estaba el equipo de unos compañeros de trabajo
suyo, y el, incansable, se ha pasado la noche intentando solucionar los problemas que ha dado
la GSXR1000 de este equipo. La moto se ha pasado horas en el box, y Lucas siempre ayudando.
Un aplauso desde aquí para él.

Lucas, incansable, ayudando a arreglar la moto de los que compartían box con nosotros.
El parón me viene bien, como veo que están desmontando el carenado y que esto va a tardar
un poco me quito el casco, estiro las piernas un poco y me bebo un acuarios, cosa que
agradezco y que me sienta estupendamente. Llevo 45 minutos en pista y todavía me quedan
mínimo 35. Me dicen que me equipe y sin darme cuenta me encuentro de nuevo acariciando a
la negrita susurrándole cosas que solo ella y yo compartimos mientras recorro el largo pit lane.
Ha sido una parada de exactamente 4.43 minutos.
Sigo a un ritmo no muy bueno, estoy en 2.06/2.05, caen pocos 2.04 y ningún 2.03. No paran de
adelantarme motos pero todas lo hacen de forma segura y sin ningún percance. Acojona un
poco cuando sales de la curva Seat escuchando un motor que te pisa los talones porque sabes
que antes de la chicane Wurz, mientras estas acelerando como un loco inclinado hacia la
izquierda y en bajada te va a meter la rueda en la frenada por lo que hay que estar preparado.
Me intento abrir para dejarles la puerta del interior abierta de par en par, la mayoría captan el
mensaje y pasan por dentro sin problema.
Esto puede haber sido la causa de no haber logrado mejores registros en estas 24h, me han
adelantado mucho. La tribu de motos más potentes que la nuestra era abrumadora y la de
pilotos mas rápidos, aun que fuese solo por un par de segundos, también. No era un tema que
me preocupase en exceso, o sea no sufría por los adelantamientos, pero sí que cuando
escuchaba un motor preparaba la jugada para dejarle un hueco y eso, seguro, que me hacía
perder algún que otro segundo importantísimo.

Les dejo claramente la puerta del interior abierta de par en par, la mayoría captan el mensaje
Sigo, llevamos 6 vueltas tras la parada en el box para arreglar las luces. Son las 22.10 y llevo 29
vueltas, por lo que mirando el reloj, a las 22.15 tendría que terminar mi relevo ya que justo
sería una hora y cuarto pero miro el indicador de gasolina y parece que tengo gasolina para
rato. Supongo que la parada a boxes y el ritmo un poco mas lento que llevo hacen que el
consumo haya sido más bajo.
Es noche cerrada, el circuito está muy mal iluminado y nuestra moto no hace nada de luz, no
me vale ni siquiera para ver justo delante de la rueda porque encima enfoca hacia la izquierda
por lo que me cuesta ver las referencias de frenada. Me hago dos rectos seguidos en dos
vueltas consecutivas en la curva de la Caixa porque no pillo bien el cartel de 150 donde estoy
frenando para tener un poco de margen y cuando me doy cuenta ya me he pasado, pero la
escapatoria es larga y de asfalto por lo que solo me hacen perder digamos que 8/10 segundos
entre los dos ya que en la dos vueltas marco 2.10.
Estoy petado, me duele todo el cuerpo y cada frenada y cada curva es un suplicio. Las rodillas
me están matando y el pie ahora ya me quema, pero hay que seguir. No puedo parar cuando
quiera sino cuando toca por lo que seguiremos sufriendo encima de la moto un rato mas
intentando no pensar en nada y concentrándome en pilotar.
Sigo tirando, 2.05, 2.04 y parece que voy cogiendo ritmo de nuevo cuando por la curva Seat, al
abrir gas noto que la moto derrapa de detrás, se cruza y me quiere descabalgar, termino
temblando y de pie encima de las estriberas por el latigazo recibido. El corazón se me dispara
mientras me vuelvo a sentar y no tengo tiempo para recuperarme ni pensar más en ello, tengo

que seguir dando gas así que gas a tope, tercera, cuarta y frenamos para encarar la Wurth. No
ha pasado nada, solo he perdido un par de segundos, 2.06.
Este susto aun que parezca contradictorio me viene bien, porque me confirma que este
neumático es de los que avisa antes de que este todo perdido. Llevo rato notando como
desliza de detrás al abrir gas en algunas curvas y es muy fácil de leer y de entender lo que está
pasando a la vez que tiene un comportamiento muy noble. Pero sabiendo que me queda poco
relevo por delante intento ser suave con el gas y abrir con la moto un poco levantada por lo
que difícilmente llegare al 2.03/2.04.
En la siguiente vuelta, justo cuando estoy enganchado al culo de una 1000 vemos fuego en la
escapatoria de la curva de La Caixa, una moto se está quemando. Los dos frenamos por la
impresión y empezamos a rodar tranquilos, estoy totalmente convencido que en pocos
momentos vere el cartel de Safety Car y el piloto de delante mío seguro que piensa lo que yo
porque las tres ultima curvas las hacemos lentos marcando en esa vuelta un 2.25 y nos
pasamos el principio de la siguiente vuelta buscando el dichoso cartel que no sale. Y digo
“dichoso cartel” porque ahora un par o tres de vueltas tras del safety me vendrían como agua
bendita para descansar un poco…pero no sale. Así que empezamos a tirar de nuevo y me
cuesta encontrar un buen ritmo, me pongo en 2.06 y el pie me empieza a doler otra vez mucho.
Es muy molesto porque es justo en el punto donde contacta la bota con la estribera en las
curvas de derechas, y el dolor va increchendo a medida que van pasando las vueltas.
Una moto quemándose en La Caixa

Miro el indicador de gasolina y veo tres rayitas. Sé que eso se gasta rápido como pasa en todo
vehículo, las primeras líneas del indicador tardan mucho en bajar, pero de la mitad para abajo
sin enterarte estas ya en reserva, así que sigo dando vueltas intentando aguantar lo que queda
pendiente del indicador de la gasofa. Tres rallas, dos rallas, una ralla y por fin, parpadeo y
entra la reserva….Oeeeeeeeeoeoeoeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee ha llegado la hora de entrar a
box y poder descansar un poco. Paso por boxes indicando que voy a parar y me tomo la última
vuelta con calma, “no vendrá de 3 segundos” me digo y paladeo la sensación que tengo en el
cuerpo de saber que ya doy por terminado el relevo.
Son las 22.30 por lo que he estado un total de 90 minutos de relevo parada incluida. He dado
39 vueltas con un total de 184.353 kilómetros….casi na!!!!
Encaro la entrada de boxes respirando aliviado, estoy contento porque he sido capaz de
devolver la moto entera al box otra vez lo que ya es un logro y es parte del objetivo que tengo
que cumplir. Cuando intento bajar me vuelven a fallar las piernas y el pie me vuelve a matar.
Las rodillas no soportan el peso de mi cuerpo por lo que Mariana me lleva casi en volandas
hasta mi silla y se apresura a sacarme el casco, los guantes y las botas teniendo ya listo mi
botellita de agua fresquita y mi acuarios que me bebo de nuevo de un trago saboreándolo
muchísimo. Cesar se apresura a poner hielo en el pie y me dice que me bañe, que me relaje,
que coma y que luego me pase por la camilla que me pondrá todo en su sitio, lo cual, me
suena de maravilla.
Llegada en uno de los relevos. Todos listo para el cambio de gomas.

Me baño en la piscina que ya ha pasado de un color transparente a un color blanco turbio de lo

más sospechoso, y no me extraña. Por ese pequeño lago de no más de 1 metro de diámetro
han pasado todos los pilotos de dos equipos totalmente sudados y un ejército de niños, lo que
me hace pensar que en breve se va a crear vida dentro y que daremos respuesta a muchas
preguntas que aun están sin responder.
Ceno pasta y me relajo, hasta las 2.00 no me toca salir. Estoy muy cansado, no recupero todo
lo bien que debería y noto la fatiga acumulada en cada cm de mi cuerpo. Noto alguna molestia
en los antebrazos que no quiero que vaya a más, así que hablo con Cesar y me da un masaje en
estos mientras me habla que eso mismo se lo ha hecho a Sete Gibernau o a Alberto Puig. Que
crack!!. Se centra de nuevo en el pie pacientemente y en las rodillas. Como nuevo!! O eso
parece. Me dicen que intente dormir pero ni se me pasa por la cabeza, ya dormiré luego.
Aquí marcando abdominales, que diga Pirellis, quiero decir michelines…………Toni relajado en su hamaca
TERCER RELEVO, DISFRUTANDO.
No sé qué me pasa que mirando los monitores de tiempos me parece ver que Lucas lleva en
pista 55 minutos por lo que llega la hora de vestirme ya que en 20 minutos como mucho tengo
que salir. Me visto con el ritual de siempre y cuando ya estoy listo vuelvo a mirar el monitor y
marca que lleva 23 minutos en pista por lo que queda por lo menos 50 minutos para que me
toque salir. Curiosa concepción del tiempo la mía…..Bueno, pues como ya estoy vestido me
quedo en el box sentado junto al ventilador. Este es el sitio donde me siento más cómodo, ya
que puedo aislarme de los demás y estar concentrado conmigo mismo.

Deben ser las 01.20 de la madrugada y a estas horas la fatiga ya es considerable. Estoy sentado
y estoy cansado, muy cansado. Apoyo la cabeza entre las manos y me limito a respirar, a coger
aire y sacarlo e intento no pensar en que me toca volver a estar 75 minutos en pista. Llevo un
día con muchos nervios y muchas sensaciones nuevas, con mucha adrenalina por el cuerpo y
con mucha presión que me está empezando a pasar factura en serio. Las fuerzas van
disminuyendo. Me hidrato lo mejor que puedo, y de tanto beber siempre me toca ir al lavabo
con el mono puesto, y todos sabemos que hacer aguas menores con un mono de una pieza
puesto es una acción un pelin complicada, de hacer popo ya ni hablamos, imposible.
Escuchando instrucciones antes de salir a Pista
Paso el rato concentrado y sin darme cuenta me toca estar preparado para entrar a pista. En el
último relevo que he hecho, el pin lock de la visera (sistema anti vaho) me molestaba porque
me quedaba la línea de este justo a la altura de los ojos por lo que decido sacarlo ya que no
pienso que se vaya a empañar la visera. Me ato el casco, me pongo los guantes, un par de
estiramientos, un par de palmaditas y estoy listo. Esta vez toca cambio de gomas así que el
relevo será un poco más largo.
Lucas entra y los chicos se abalanzan sobre la moto y en un visto y no visto se ponen a cambiar
las ruedas. Marc y Xavi están al lado preparados para el repostaje de gasolina con sus monos
ignífugos y sus cascos puestos mientras Albert “el jefe”, cual director de orquesta, se fija en
todos los detalles de la parada dando entrada y salida a los distintos músicos de esta orquesta
que toca tan afinada y tan al tempo, “Presto ma non troppo” les dice con la mirada, rapidito

pero bien. Me fijo bien en que manchen los frenos al terminar para que cojan presión y lo
hacen de forma automática como no podía ser de otra forma, se les ve un equipo preparado y
concentrado. Serán amateurs y gente que hace esto de las 24h solo por pasión o por hacer un
favor a un amigo, pero a mí me parecen profesionales como la copa de un pino.

Miro el bonito reloj de la recta de Montmelo y marca las 2.30 y calculo que estaré en pista
hasta las 3.45 más o menos, “buff”, casi nada, esto se me va a hacer largo... Los repostadores
terminan y a la vez que uno está secando los restos de gasolina que pueda haber al lado del
tapon del depósito yo ya estoy montando y dándole al botón de arranque. Ritual, caricias,
confidencias, respiración profunda y coño, la visera totalmente empañada, cosa que me hace
venir un nudo en el estomago porque rodar con la visera empañada es lo peor de lo peor, y
encima hacerlo de noche durante 75 minutos en el circuito de Montmelo puede ser una
pesadilla. “No tendría que haber sacado el pin-lock” me digo “me cago en la mar!!!!”, pero por
suerte el casco Shoei que llevo tiene una palanquita que deja la visera abierta un par de
milímetros y tiro de ella, lo que hace que la visera se desempañe al momento y una sensación
de alivio me recorre el cuerpo, así que gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas.
La entrada a recta de noche.
Antes de seguir quiero hacer una puntualización sobre la clasificación, ya que todavía no he
dicho nada de esta. A mí en estos momentos la clasificación me importa poco. Mi objetivo y
misión era salir a pista, rodar lo más constante y rápido posible el tiempo que me tocase de
relevo y devolver la moto entera. Es lo que me había pedido el equipo y es lo que intentaba
hacer. Yo con terminar las 24h me conformo. Pero a estas horas de la madrugada y tras 383
vueltas estamos 15 de la general y segundos de nuestra categoría. Los líderes de STK600, la
categoría en la que estamos nos sacan bastante ventaja y son unos fieras que ruedan todos los
pilotos por debajo de los 2.00 en los relevos. Pero justo detrás nuestro tenemos 4 equipos de
nuestra misma categoría que nos pisan los talones, la diferencia es de una o dos vueltas como
mucho tras casi 12 horas de carrera y es una diferencia que no permite despistes porque

puede quedar reducida a nada al mas mínimo descuido. Sé que el equipo quiere ganar, o
como poco subir al pódium por lo que la presión que tengo es importante. No es una presión
que me ponga alguien en concreto, es una presión que me pongo yo mismo porque no quiero
fallarles…
La ZX6 de uno de los equipos con los que peleábamos para el pódium
En fin, que seguimos. Entro a pista y me siento bastante cómodo a pesar del cansancio. Enlazo
una serie de 10 vueltas en 2.05/2.04 y luego una serie de 8 en 2.04/2.03. Esta siendo
probablemente el relevo más rápido y regular que estoy haciendo y el único en el que tengo
sensación de estar disfrutando un poco. Imagino que el hecho de llevar gomas nuevas ayuda a
que pueda rodar un poco más rápido de lo habitual a pesar de ser de madrugada, que es
cuando la gente rueda un par de segundos por encima de su tiempo.
He mejorado mucho la postura encima de la moto y me cuesta poco “tumbarme” encima del
depósito. Aprovecho para hacerlo en cualquier curva para descansar un poco, acto que mi
tronco superior agradece en sobremanera. Me noto mas unido a la moto, hemos conseguido
un buen felling y esta se está portando de maravilla conmigo. Tengo claras las referencias de
frenada de noche y la relación de marchas de las curvas por lo que no hay errores en este
aspecto. Ahora estoy rodando como un reloj.

Recta sexta a fondo y llegamos a unos 240km/h, a la que llego a la altura del piano de la
izquierda me levanto , bajo dos marchas de golpe mientras freno y bajo una tercera marcha
para terminar de reducir la velocidad. Tiro la moto con decisión al interior de la curva de
derechas de final de recta. En nada abro un poco de gas, cambio de dirección y busco el ápice
de la siguiente de izquierdas intentando pasar muy por encima del piano como Toni me ha
dicho. Sigo abriendo gas intentando no irme hacia el exterior y a unas 8/9000rpm cambio de
dirección a la vez que subo a cuarta para lanzarme al largo curvone de derechas. Mantenemos
un punto de gas e intentamos que no nos escupa hacia el exterior. Respiramos y descansamos
un poco los brazos mientras hacemos la larga curva. En nada me veo abriendo el grifo a fondo
aun con la moto inclinada a tope y sin ver la salida de la curva. Ya estamos en la mini recta, 4ª
a fondo y frenamos bajando una marcha para encarar la Repsol. Tiro de nuevo la moto con
decisión buscando el interior, me abro un poco dejando correr la moto y vuelvo a cerrarme
hacia el interior, momento en el que abro gas a “full” y entro en la siguiente recta para en nada,
a la que estoy en el piano derecho o un poco antes, frenar con decisión bajando una marcha
para encarar la lenta curva Seat. Aquí la moto tiende a derrapar de detrás en la frenada.
Buscamos el ápice y la intentamos trazar redonda y de una tacada a pesar que la curva no lo es
o no lo parece. En nada levanto la moto para abrir gas a fondo buscando el piano exterior y
encarando la impresionante bajada hacia la chicane Wurth. Segunda a fondo, Tercera a fondo
mientras inclinamos mucho hacia la izquierda ya que la bajada hace un poco de curva, cuarta a
fondo y aun inclinado, freno fuerte, reduzco una marcha y me abro buscando el piano exterior
para trazar la chicane Wurth abierto. Es lo que en rally se conoce como “sazar” o sacrificar,
sacrificas un poco la primera curva para poder hacer bien la siguiente. Tiramos la moto con
decisión y a la que tocamos el apice, punto donde el desnivel pasa de ser bajada a ser subida y

donde tengo la sensación de hacer una plegada de escándalo, abrimos gas y con la misma
inercia que llevamos aprovechamos para hacer el cambio de dirección cambiando el peso del
cuerpo de un lado al otro y encaramos la recta de subida a la curva ciega Campsa. Cortamos
gas y ni siquiera toco el freno, busco mucho el interior de la curva porque si no al abrir gas me
voy a ir fuera de la trazada. Hay un momento en el que notas que la curva cambia y parece que
se cierra un poco y es el momento de abrir gas sin miedo, aun no se ve la salida de la curva y
mientras estiramos tercera vemos que nos acercamos al piano exterior y encaramos la recta
de atrás, punto donde aprovechamos para respirar hondo un par de veces a la vez que
cruzamos la pista de lado a lado. Cuarta a fondo hasta casi el corte y entre la señal de 150 y el
cartel con la F de la derecha frenamos fuerte y bajamos una marcha para tirar la moto al
interior de la curva de la Caixa para luego abrirnos un poco y empezar a abrir gas fuerte para
buscar de nuevo el interior de esta curva tan rara, desde donde pongo la moto recta intentado
no irme muy para fuera sino seguir el piano de la izquierda y entrar en la de Banc de Sabadell
muy por dentro, sin el típico movimiento abrirse-cerrarse que precede a casi cualquier curva
sino trazando una recta desde el piano de la izquierda al piano del interior de la curva. Corto
gas y abro un punto para no salirme de la trazada. Abrimos fuerte aguantando en el interior un
momento para acto seguido buscar el piano exterior para en nada y totalmente acoplados a la
moto repeler un poco de gas, no cortando y abriendo sino pasando de gas a fondo a un poco
menos de medio gas y buscamos con decisión el piano interior en la rápida de derechas que
siga a la curva Campsa. Seguimos estirando en tercera (se puede hacer en cuarta) buscando el
piano exterior al salir de la curva estando totalmente metidos dentro de la moto y encaramos
New Holland concentrados bien en la trazada porque después de ella viene la recta y un fallo
de trazada aquí te hace perder mucho tiempo y muchos km/h. Nos abrimos lo máximo posible
por el piano de la izquierda, cortamos gas, tocamos levemente el freno delantero si lo vemos
necesario y atacamos la curva buscando pasarla muy por encima del piano interior, muy
plegado y muy rápido, abriendo de nuevo gas temprano para salir muy por fuera y buscando el
piano exterior para ganar km/h en la recta. Pasamos meta y 2.04 jaja. Supongo que la gente
con mejor tiempo podrá matizar algunas cosas de esta explicación, pero en líneas generales
creo que es una buena vuelta, por lo menos para mí.
Banc de Sabadell de noche

Sigo que ya me he ido por los cerros de Úbeda. Son las 3.10 de la madrugada y llevo 18 vueltas
y 40 minutos de relevo. Estoy cansado de verdad pero de momento aguanto, me duelen
mucho las muñecas y el tendón que hay justo debajo de ellas, sobretodo el de la mano
derecha que es el que trabaja al frenar y al acelerar. Las rodillas me duelen horrores pero es un
dolor al que ya me he acostumbrado.
Mientras ruedo voy pensando en lo que estoy haciendo, en que estoy rodando de noche en las
24h de Montmelo y estoy alucinando. Estoy rodando completamente solo y pasar por el
curvone totalmente oscuro apoyado al depósito de la negrita y con el cuerpo relajado me crea
una sensación difícil de explicar. Son muchos sentimientos los que me vienen a la cabeza y
muy buenas las sensaciones. La curva Repsol es muy bonita de pasar por que es la menos
iluminada de todas y como ya he dicho, es como estar rodando en un puerto de montaña, no
tienes la sensación de estar en un circuito. Lástima que el cansancio físico y el dolor de algunas
partes de mi cuerpo no me dejan disfrutar del momento como es debido, cada frenada y cada
curva sigue siendo un suplicio físicamente.
Seguimos rodando y me pongo a rueda de una de las motos con las que peleábamos por el
pódium de nuestra categoría. Le sigo bien y sin problemas, estamos rodando en 2.04/2.03. Al
cabo de un par o tres de vueltas decido adelantarle y lo hago en la Repsol de forma limpia por
el interior. No sé porque me pongo a tirar, no quiero que me devuelva el adelantamiento y
encadeno una serie de vueltas en 2.02, marcando mi mejor vuelta personal en Montmelo con
un 2.02.310. Cuando veo el “02” en la pizarra me pongo contentísimo, sin duda está siendo el
mejor relevo de todos.
Supongo que por el esfuerzo de haber tirado fuerte para dejar atrás la otra 600 sumado a que
ya llevamos 55 minutos encima de la moto hacen que me entre un bajón físico importante y
bajo el ritmo un par de segundos. Ruedo de nuevo en 2.04 pero no lo hago muy cómodo, me
tengo que esforzar para llegar a estos tiempos y me cuesta recuperarme del esfuerzo “del
tirón”, a parte me empieza a doler de nuevo mucho el pie. He detectado que cuando llevo una
hora en la moto es cuando el pie me empieza a doler, curioso. Me falta el aire y me cuesta
respirar, más que costarme estoy todo el rato como hiperventilándome y llevo las pulsaciones
altas. Son muchas las vueltas y los kilómetros recorridos ya.
Sigo rodando y sigo intentando tirar pero empiezo a bajar el ritmo, me marcan 05 en la pizarra
y un poco más tarde cae un 06. Por suerte a la que miro el indicador de gasolina por primera
vez veo que solo le quedan tres rayas por lo que la entrada a boxes esta cerca, así que me digo
a mi mismo que hay que seguir luchando y pocas vueltas después y casi sin darme cuenta veo
que la moto me marca reserva. Aliviado marco al muro que voy a entrar y me tomo la última
vuelta con calma, como siempre, saboreando la sensación de que ya se termina y de saber que
en breve estaré sentado en una silla bebiendo agua fresquita.

Albert “el jefe” le desea suerte a Luis mientras esperan mi llegada
Paso la línea de boxes, pongo el limitador, localizo a Albert “el jefe” que me indica el sitio de
frenada, frenamos, punto muerto y a la que apoyo el pie en el firmamento noto como las
rodillas no me responden y me voy de cabeza al suelo a la vez que una exclamación de dolor
sale de mi boca. Tienen que aguantar la moto porque si no se va al suelo conmigo. Por suerte
Mariana y alguien del equipo me pillan al vuelo y evitan la caída. Me arrastran hasta la silla y se
apresuran a sacarme casco, botas, guantes y a darme la ansiada agua. Las rodillas me están
matando y estoy muy pero que muy cansado. Tengo todo el cuerpo fatigado, el pie fastidiado,
los tendones de las muñecas hechos polvo, las rodillas destrozadas, los gemelos doloridos y
algún que otro tirón en la espalda. Cesar me pone hielo en el pie y me dice que intente comer
algo, descansar un poco y que luego nos vemos en la camilla para tratar mi maltrecho cuerpo.
“Lo espero ansioso amigo” le digo y por fin me puedo relajar.
Son las 03.48 de la madrugada por lo que he estado un total de 75 minutos de relevo. He dado
38 vueltas con un total de 179.626 kilómetros….¡¡Con vuelta rápida personal incluida!!

Quiero aprovechar el parón para hablar un poco de Luis. Luis es un debutante como yo en las
24h pero desde el primer momento se ha mostrado muy confiado y le he visto muy tranquilo.
“¡¡¡Vamos a ganar!!!” me decía poco antes de la carrera y yo solo podía responderle “tu
céntrate en recuperar el tiempo que yo pierda”, a mi ganar me sonaba a chino. Ha hecho
grandes relevos con un ritmo rápido y constante. Bajaba y aun le quedaban ganas para buscar
el box de Suzuki Catalá para ir a “partirle la cara” al “capullo” que casi le tira en un relevo.
Suerte que Albert le paro, porque me creo que sería capaz de plantarse allí y montarles un
cristo tras cascarse casi 200km a tope encima de una moto. Grande Luis, un aplauso por ti.
Luis rodando rapidito rapidito…
CUARTO RELEVO, LA TORTURA PSICOLGICA Y LA ABEJA ASESINA.
Son las 4.30 de la madrugada y no me toca salir hasta dentro de más o menos tres horas. Por
el box hay gente durmiendo en colchonetas, gente sentada delante de la pantalla de tiempos y
algunos revisando alguna parte del material, o simplemente sentados descansando. Salgo a la
carpa de fuera y hay un grupo mirando una película mientras que otros están intentando
dormir.
Yo quiero descansar, quiero tumbarme un rato e intentar dormir porque estoy francamente
cansado. Pero no encuentro donde, las colchonetas están todas ocupadas y no sé muy bien
donde caer muerto. Esto es el único “pero” que le puedo poner a este buen equipo, ha faltado
tres o cuatro iglúes para los pilotos donde poder estar tranquilamente descansado. Estoy
seguro que el año que viene esto se va a remediar, y si no, ya los llevaré yo de casa.

Estoy un rato en la carpa sentado pero no estoy cómodo. Me tumbo un rato en un rincón pero
nada, no consigo ni dormir ni tan siquiera relajarme. Me duele todo y la sola idea de pensar en
que dentro de nada me tengo que poner el mono y volver a salir 75 minutos a pista a tirar y
tirar y tirar sufriendo como he sufrido en los anteriores relevos me provoca nauseas. Con gusto
me iría ahora mismo a casa a dormir como un angelito. Pienso dentro de mí que los relevos de
75 minutos son una salvajada ya que con todos los piloto que he hablado, el que mas, hacia
relevos de 60 minutos. Empiezo a odiar tener que volver a salir a pista. No me quiero montar
más a la moto, no en este estado. Necesito descansar. Me empiezo a rayar mucho, el siguiente
relevo se me está haciendo muy cuesta arriba.
Hablo con un piloto de otro equipo y le comento que estoy francamente mal, que no puedo
con mi alma y que no sé cómo voy a ser capaz de aguantar el próximo relevo, y después, otro!
Me dice que me calme y que lo hare bien, que por la mañana cuando sale el sol se tiene un
subidón y que a todos más o menos le pasa algo similar. “Este momento es el más duro de
todos” me dice, “¡¡Así que a por ellos que son pocos y cobardes!!”.
No quedo muy convencido, sigue martilleándome la cabeza un “no, no, no” cuando pienso en
el siguiente relevo. Se acerca la hora de prepararme y ni he dormido, ni me he relajado, ni
nada. Solo me he estado rayando, y lo peor es que mi cabeza no para.
Empieza a salir el sol y Mariana me dice si quiero un bikini, “si gracias” le digo y pienso que
comer caliente me vendrá bien. Creo que ha llegado el momento de hablar un poco de
Mariana, la buena de Mariana.
Las 6.27 de la mañana, amanece en Montmelo

Mariana es la hermana de Lucas, su trabajo consiste en estar pendiente de nosotros los pilotos,
de ayudarnos, de que nos hidratemos y de que nuestro material este en el mejor estado
posible. Como ya he comentado, cuando me bajo de la moto es la primera que está allí con las
bebidas, me desabrocha el mono, me quita las botas, los guantes, el casco. Lo cuelga todo para
que se ventile. Se pasa largos ratos sentada junto al ventilador secando los guantes, los
calcetines, los cascos. Su fuerza y su implicación son increíbles. Te ayuda a vestirte, te da el
material y está en todo momento pendiente de nuestras necesidades. Cocinar no es su función,
de lo que es la cocina se encargan otras personas, haciéndolo de forma excelente y siempre
con una sonrisa en la cara. Pero en este momento los encargados de cocina no están, por lo
que Mariana, como no, me prepara el delicioso bikini. Siempre atenta, ¡¡¡grande Mariana!!!!
Mariana ayudándome
Queda poco para entrar y me empiezo a vestir. Es horroroso… lo paso francamente mal
poniéndome los calcetines empapados y el pesado mono. Sigo viendo el relevo con pavor pero
no puedo hacer nada para evitarlo, lo tengo que hacer si o si ya que por algo estoy allí. Nadie
dijo que sería fácil. Tengo una lucha constante en mi cabeza, pero es desigual. No tengo
fuerzas por lo que me es muy fácil estar lamentándome en mi interior. “No, no, no”, me digo,
“me voy a hacer daño si salgo así a la pista”. Me imagino yendo a mas de 200km/h, frenando
fuerte, tirando la moto a cualquier curva y sabiendo como estoy físicamente se me erizan los
pelos, lo que quiero es dormir y descansar. Hay momentos en los que llego a pensar que ojala
se estropee la moto. “Sería un final digno” me intento convencer “aun que sea una pequeña

avería” divago “darme un par de horitas mas para recuperarme y seguimos”….Por suerte,
estos pensamientos solo me pasan por la cabeza un par de veces y de forma fugaz. Estoy aquí
para terminar y para ayudar a que el equipo termine. Pero estoy destrozado físicamente y
derrotado mentalmente.
Son las 7.30 y no queda nada para el relevo. Estoy sentado en mi silla junto al ventilador con la
cabeza entre mis manos respirando copiosamente para intentar recuperar algo, cuando de
golpe hay un clic en mi cabeza, algo cambia. Me digo a mi mismo que no puedo salir así a rodar,
que me anime si o si. Que si he aguantado lo que ya he aguantado lo que me queda esta
chupado. Son solo dos relevos y estamos cerca de cumplir el objetivo. Poco a poco voy
recuperando la moral y parte de las fuerzas. Consigo sacar fuerza de flaqueza. Ha sido una
noche muy larga y muy dura, pero el sol brilla en el cielo, ¡empieza un nuevo día!
Hablando con Cesar antes de salir a pista

10 minutos más tarde cuando Lucas entra a boxes soy otro. Estoy petado, me duele todo y
pensar en los 75 minutos me sigue provocando ulcera, pero estoy animado y convencido que
los aguantare bien como ya he aguantado los anteriores relevos, así que me subo a la moto
concentrado, le doy los buenos días a la negrita mientras le acaricio el lomo y empezamos a
tirar.
Son las 7.45 cuando salgo a pista. Empiezo calentando con una serie de 10 vueltas en 2.05.
Estoy mucho mejor de lo que me esperaba y a pesar de los múltiples dolores ruedo con
comodidad. Es bonito rodar a esa hora, noto mucha tranquilidad y mucha paz. El sol me
molesta un poco a la vista, tanta luz después de tanta noche me desconcierta un poco, pero
nada grave. Sigo tirando y caen algunos 2.04 y algún que otro 2.03, “Al Loro que no estamos
tan mal” me digo. Somos pocas motos ya en pista por los muchos abandonos y se nota. Ruedo
solo como la una todo el rato. En una de las vueltas, cuando paso por la chicane Wurth, al abrir
gas donde siempre lo abro la moto me pega una derrapada de escándalo, pero no va a
mayores y no me paro ni a pensarlo. Hay que seguir tirando así que gaaaaaaaaaaaaas y solo
pierdo 2 segundos, 2.06.
Rodando
Son las 8.43 de la mañana, llevo 28 vueltas y casi 60 minutos de relevo. Encaro el esperado
curvone para descansar cuando de golpe noto que algo me pica en la espalda y me empieza a
escocer mucho. “¡¡¡Una abeja!!! “Me digo, “me ha entrado una abeja en el mono y me va a
machacar” pienso aterrorizado. Un sudor frio recubre mi cuerpo seguido de un escalofrío.
Noto que algo se mueve por mi espalda y dos picotazos más cuando estoy en La Caixa. Me

planteo entrar a Boxes para que me la quiten. Me digo que no, que si me quiere picar que me
pique, que lo voy a aguantar. No puedo parar. De todos modos, no queda tanto por terminar el
relevo, escasos 15 minutos así que aprieto el culo y sigo tirando. Caen un par de 2.03
aderezados de unos cuatro picotazos en la espalda cuando miro por primera vez el indicador
de gasolina. Sorpresa, quedan solo dos rayas y me ha pasado el relevo que ni me he enterado.
Me relajo un poco, marco tres 2.07 seguidos pensando más en la abeja y en la entrada a boxes
que en tirar. Justo en New Holland veo que se pone a parpadear el indicador de gasolina,
estamos en reserva. “Una vuelta que me ahorro” pienso, porque en esta mismo ya doy aviso y
entro a boxes mientras que solo que hubiese entrado la reserva cien metros más lejos ya no
podría haber avisado a boxes en esta vuelta por lo que tendría que haber dado otra.
Pues eso, veo el indicador justo en New Holland y de la alegría que me da, en vez de darme
golpes en la parte superior del casco cuando pido box para que desde el muro lo vean me doy
golpes en la cara de forma efusiva, en la parte frontal. Disfruto de la última vuelta pensando de
nuevo en que he sido capaz una vez más de volver la moto entera a boxes y que ya solo queda
un relevo. Cuando entro a boxes veo extrañado que no se me espera. Veo alguna carrera, “que
entra, que entra” gritan. Por suerte, Luis, el piloto que sube detrás mío y la gente del
carburante ya están equipados hace rato por precaución por lo que no perdemos casi nada de
tiempo.
Son las 09.02 de la mañana por lo que he estado un total de 78 minutos de relevo. He dado 37
vueltas con un total de 174.899 kilómetros….Buen relevo!
Cuando me bajan de la moto, y digo me bajan porque decir “me bajo” sería una mentira de las
gordas, pues eso, cuando me bajan me dicen que porque no aviso de que voy a entrar y les
digo que he hecho la señal más clara de todas las 24h pero no les convenzo, claramente mis
efusivos golpes a la cara no han servido de nada, ummmm.

Petado tras el relevo
Pido que me quiten el mono rápidamente porque tengo una abeja dentro que me ha
machacado la espalda, “¿una abeja dentro del mono?” dice Mariana “que sí, que sí, que me ha
picado” le digo yo, “Eso es imposible” contesta ella. Cuando me lo quitan, Mariana y Cesar
descubren “asombrados” que no tengo nada de nada y que tengo la espalda perfectamente
bien. Comorrrrr? Que si, que la tienes perfecta y aquí no hay rastro alguno de abeja. Me quede
un poco pillado con el tema. “¿Como puede ser?” me pregunto, pero no encuentro respuesta.
Ahora mismo no sé si tuve una alucinación por el cansancio o estaba soñando despierto del
sueño que tenia, pero me decanto por que fue una nueva especie de abeja aun por descubrir
que no deja rastro cuando pica y que aparte de eso, es invisible…jajaja, os prometo que yo
estaba convencido que tenía una abeja en la espalda.

Encarando una curva
QUINTO RELEVO, YA VEO EL FINAL DEL TUNEL
Ni me ducho, ni me aseo, ni me visto ni nada de nada. Me muevo por allí como un zombi y
busco un sitio donde tirarme al suelo y descansar. Consigo estar tumbado una hora más o
menos, oigo voces conocidas. Van llegando amigos. Estoy tumbado dentro de la carpa por lo
que es imposible desconectar. Tengo frio porque no tengo nada que me tape y pienso en por
qué coño no me he cogido algo de abrigo y los tapones de los oídos para aislarme un poco,
pero me da tanta pereza moverme que prefiero seguir incomodo a levantarme a buscarlo.

Al rato escucho a Luis que sale dando palmas y anunciando “¡¡Ya estamos primeros!!”, me
incorporo dolorido y con mala cara para preguntarle que que ha pasado con los de la Kawa que
iban muy por delante nuestro y me dice que les han cambiado de categoría, que les han
pasado a SBK por llevar piezas ilegales para STK600….”primeros…” pienso y no me lo creo. No
me creo que podamos terminar primeros de la categoría. Yo sabía que el equipo luchaba por
esto pero en ningún momento me dio por pensar en ello, yo estaba concentrado en devolver
la moto a boxes y rodar lo más rápido que pudiese. “Primeros de las 24h de Montmelo” me
repito…no puede ser.
Bonita imagen de la negrita
Me vuelven a venir nervios, ahora sí que veo que el final está cerca y que puedo hacer realidad
un sueño, acabar las 24h, y encima en lo más alto del pódium. Que ganas tengo, quiero que
esto termine de una vez, me queda solo un relevo así que no es momento de cagarla. Vienen a
verme algunos amigos y paso el rato hablando con ellos. Estoy muerto por dentro, me duele
todo. Tengo ganas de reír y de llorar por la emoción de ver que esto ya está casi hecho, pero
mi cabeza bloquea este sentimiento repitiéndome “aun no se ha terminado, aun no se ha
terminado”. No puedo dejar de pensar en el relevo que me espera y me da mucha pereza
hacerlo, me da miedo pensar que me pueda caer ahora que lo tenemos tan cerca y me estreso
bastante. “Hay que terminar” me digo, pero en el fondo de mi corazón tengo miedo de tener
que subir otra vez a la moto. Que pasara algo ahora, después de tantas horas, sería una
decepción grande, para mí y como no, para el equipo. Lo único que quiero es poder soltar toda

la presión y relajarme de verdad, y esto solo pasara cuando sepa que ya he terminado todos
los relevos, cuando no me tenga que volver a subir a la moto en estas 24h.
Albert “el jefe” me viene a preguntar si quiero hacer mi último relevo o no. “¿Pero puedo
escoger?” pienso para mi, y automáticamente de mi boca sale un “No lo quiero hacer”. El
pensar que en ese mismo momento puedo acabar las 24h me alivia y se me hace muy tentador.
Pero rápidamente me digo a mi mismo que tengo que hacer el último relevo, que hay que
llegar hasta el final, que hay que seguir luchando y así la victoria será completa. Como estoy
hecho papilla le digo que saldré a pista pero solo media hora. Me dice que eso no puede ser
porque si lo hacemos así habría que hacer una parada extra a boxes para recargar gasolina 5
minutos antes de terminar la carrera, por lo que decidimos que hare un relevo de 45 minutos,
lo justo para que Luis, el que saldrá detrás de mí, pueda terminar la carrera sin repostar
haciendo un relevo normal.
Albert “el jefe” aguantando la moto mientras cambiamos de piloto, sale Lucas entro yo a pista
Vuelvo a tener la necesidad de estar solo y de que no me hablen mucho, los nervios afloran de
nuevo por los poros de mi piel. Es domingo por la mañana, las 12 más o menos. El box y la
carpa vuelven a rebosar vida. El recuerdo de los momentos de noche donde todo era calma y
tranquilidad es ya lejano. Amigos y familiares de los distintos miembros del equipo están aquí
para apoyarnos y para ver el final. “Voy a prepararme” les digo a los amigos y me voy a mi silla
a ponerme mi ropa mojada.
Me dicen que el equipo ha hablado con los segundos de nuestra categoría para llegar a un
pacto. A estas horas lo que todos los equipos quieren es que la moto cruce la mete, es difícil

perder o ganar alguna posición ahora por que las diferencias entre los participantes ya son de
varias vueltas, por lo que no tiene sentido estar tirando y tirando arriesgándote a tener
cualquier avería o imprevisto. Me dicen que OK, que la primera posición es nuestra y que ellos
están OK con la segunda, que vamos a bajar el ritmo. Me alivia saberlo. Albert me viene y me
dice “rueda en 2.05/2.06 OK?”, pero no hago mucho caso, el hace su trabajo, no quiere que
me relaje pero ahora mismo no me veo haciendo un 2.05 ni de coña, solo faltaría que en la
fuerte plegada de la Wurth se me fuese de delante como he estado pensando cada vez que he
pasado por ella o que me marcase un recto en New Holland como le ha pasado a uno que
llevaba delante en el último relevo que he hecho. Ni hablar, “2.08/2.09 le digo” que según mis
cálculos al mirar la pantalla de tiempos y la diferencia de vueltas es mucho más que suficiente.
Foto de Albert….¿V de victoria? ¡No, dos de bicampeones!
Albert, el jefe de equipo, también se merece un párrafo. El es en el fondo el que hace que
cosas como estas sean posibles. Su cara de malote esconde un gran corazón y una gran
persona. Gente como él es de admirar. El no pilota, pero es el primer espada del equipo. Ya
desde mucho antes de empezar la carrera su implicación y su trabajo han sido incansables. Me
acompañaba a las tiendas para intentar conseguir buen precio en el material que necesitaba.
Fue a buscar la moto un sábado por la mañana a las 7 y me la bajo para que la pudiese probar.
Pasándose el día conmigo sin nada mejor que hacer que contemplarme y cuidar de la moto.
Llamaba a patrocinadores. Montaba la pizarra iluminada. Buscaba paneles para hacer paredes
en el box, “Equipo pequeño y familiar pero muy profesional” me decía por aquel entonces, y

desde luego que llevaba razón. Se preocupaba de cómo estábamos, de que no faltase de nada.
Nos preguntaba si esto nos gustaba, o si lo otro lo queríamos cambiar. De que nos sacásemos
las licencias a tiempo, de las inscripciones y un largo etc. Luego en la carrera, se ha pasado 24h
pendiente de todo, de los pilotos, de los mecánicos, de los repostajes, de los cambios de rueda,
de los monitores de tiempos, de las incidencias de carrera, de todo vamos. Creo que tengo un
nombre más apropiado que el de “jefe de equipo”, y no es otro que el de “el puto amo”.
Son las 12.30 y ya estoy con el mono puesto. He pasado largo rato tendido en la camilla de
Cesar mientras él pacientemente trabajaba en mis zonas fatigadas, como lleva casi 24 horas
haciendo con todos los pilotos y en todos los relevos. Incansable. Daba igual que fuesen las
4.00 de la madrugada que las 21 de la noche. No le importaba estar 30 minutos centrado en
las piernas para luego seguir 30 minutos más en la espalda. No puedo confirmarlo porque la
única experiencia que tengo de las 24h es esta y he tenido la suerte de contar con él, pero
imaginarme una carrera tan dura como esta sin tener un físio que te trabaje el cuerpo me
parece una locura, y ¡hay equipos que no llevan!
Escucho atento los buenos consejos de Toni
En el box hay mucha gente. El equipo se ve ganador, no paro de escuchar gente que me dice
“¡esto ya esta!” con una sonrisa en la cara. Solo quedan dos horas y media para terminar lo
que es realmente poco después de todo lo que llevamos. Yo sigo pensando que aun no ha
terminado, que me queda un relevo y el imaginarme fallando ahora me produce escalofríos. Lo
tengo tan cerca que me cuesta creerlo y sigo teniendo ganas de llorar, pero “todavía no” me
repito y no dejo que mi mente suelte aun toda la presión, todavía queda un último relevo que
se me va a hacer muy largo.

Veo que me filma la cámara de TV3 mientras estoy en mi silla sentado junto al ventilador,
como siempre que espero para el relevo. Limpio la visera para que esté como nueva cuando
entre a pista, y como veo que el de la cámara no me deja de filmar, la vuelvo a limpiar
torpemente no sabiendo muy bien qué hacer. Me siento un poco invadido, me gustaría
encerrarme en una habitación y no tener que hablar con nadie, pero como eso es imposible
intento poner mi mejor cara y actuar con normalidad, a pesar de estar francamente
aterrorizado por el siguiente relevo. “No la cagues ahora” me repito.
TV3 filmando a Lucas, mi preciosa mujer grabando algo en primer plano
El físico ahora ya no me importa, estoy molido y me duelen muchas partes del cuerpo, pero no
me preocupo por ello. Queda tan poco para terminar que ya solo estoy deseando vivir el
momento de entrar al box y pasarle la negrita a Luis, ese será el final de varios meses de
preocupación, de miedos y de inseguridades. Y por supuesto de 3 días de mucha tensión.
Llega el momento y avisan que Lucas ya está aquí. Los chicos cambian las gomas en un plis plas
mientras oigo a Albert que les va diciendo “tranquilos, tranquilos”, ahora el tiempo ya no es
tan importante, no nos viene de unos segundos así que vamos a asegurarnos de que todo esté
perfectamente bien.
Miro el reloj de la recta y veo que son las 13.10, calculo mentalmente que entrando a las 13.45
la moto ya llegara con un único repostaje hasta el final. Me alegro de saberlo. Tendré que
hacer un relevo de 35minutos, lo que es un gran alivio en este momento ya que Luis me ha
dicho que el está bien y que puede hacer su relevo entero sin problema, se lo agradezco. Me

monto en la negrita y le acaricio el lomo, le digo que por favor que ahora no me falle, que
hemos nadado mucho como para quedarnos ahora tan cerca de la orilla. Me responde
ronroneando con su Akra y me parece entender que puedo estar tranquilo.
Empiezo a rodar y paso por las curvas sin tocar rodilla, intento frenar un poco cerca de las
referencias de frenada que he usado toda la carrera pero me es imposible. El miedo a que pase
algo ahora es aterrador y no quiero tener el más mínimo susto. Paso por recta y me marcan
2.12. “Demasiado lento” me digo. No me preocupa que nos adelanten los segundos porque los
tenemos lejos, pero tampoco quiero estar paseándome por la pista. Intento esforzarme para
rodar un poco rápido pero mi cuerpo no me obedece. A final de recta freno 100metros antes
de lo normal. Hago la mayoría de curvas en una marcha más larga. Abro gas tardísimo y van
cayendo varios 2.12, 2.11 y algún 2.10. Estoy obsesionado con que se termine este relevo, no
dejo de mirar el reloj cada vez que paso por la recta de meta y el tiempo no pasa. Las vueltas
se me hacen larguísimas y no hay manera de ir rápido. No puedo, no quiero.
Intento apurar la frenada un poco más… ¡misión imposible!
No solo no voy rápido sino que bajo el ritmo, se suceden los 2.13. Pienso dentro de mí que es
ridículo ir tan lento, que tengo aun mucho margen de seguridad y que debo apretar, aun que
sea un poco, pero me es imposible. Y no es por problemas físicos, es miedo a caer o a que pase
algo. Me fijo en que otros pilotos van como yo, no digo que rueden tan lento pero sí que están
rodando muy por debajo de las posibilidades de la moto. Somos muchos los que no tocamos
rodilla en algunas curvas y se nota que a la hora de abrir gas la gente lo hace mucho mas tarde
de lo normal y con menos convicción. Todos queremos terminar. Todos estamos molidos.

Veo que el reloj marca las 13.40, quedan dos o tres vueltas y ahora si que veo que estoy
saliendo del túnel. Que he superado la prueba y lo he hecho dignamente, que he sido capaz de
devolver la moto entera en cada relevo. Que he rodado relativamente solido a pesar de la nula
experiencia que tenía en llevar motos de verdad. En definitiva, que voy a terminar las míticas
24h de Montmelo. Me cuesta creer que encima las vamos a terminar primeros, es como un
sueño. En la frenada de La Caixa mi resistencia dice basta y ya no puedo aguantarme más. Las
lágrimas empiezan a salir a borbotones y recorren mi sudada mejilla. Trazo New Holland
llorando compulsivamente, recuerdo que perdurará en mi memoria hasta el último día de mi
vida. Me cuesta ver, y no puedo parar de llorar. Estoy soltando toda la presión y tengo una
sensación de alivio dentro que me cuesta describir. Veo que el reloj marca las 13.44 por lo que
aviso que voy a entrar a Box. Lloro, lloro mucho, lloro como no recuerdo haber llorado desde
que fuese un niño. Las lágrimas me saben muy bien.
He estado 35 minutos en pista para un total de 15 vueltas. ¡Relevo corto!
Encaro la recta de boxes viéndome ganador, “¡Primeros!” Pienso y no me lo creo, me indican

el punto de parada y por un momento el estar llorando hace que me olvidar de frenar, durante
una decima de segundo pienso que me voy a llevar a Albert “el jefe” por delante, pero aprieto
fuerte el freno de delante y la moto se para justo a centímetros de Albert con el chirriar de las
pastillas. Sigo llorando. Me bajan de la moto y me voy directo a la silla donde me visto. Me
siento y me tapo con una toalla, no quiero que me vean llorando. Y me quedo allí mientras el
tiempo se para, llorando aliviado porque todo ha terminado bien.
Bajo llorando de la moto

No puedo parar
FINAL DE CARRERA, ¡NOS VAMOS AL PODIUM!
Me saco el casco aliviado, me noto ligero y satisfecho. Es mucha la presión que me he sacado
de encima, “¡Se ha acabado!” Me repito. Mariana me ayuda a sacarme la parte de arriba del
mono y empiezo a abrazarme con mi mujer, con los compañeros de equipo y con los amigos.
Estoy muy feliz y muy satisfecho. Tengo la sensación de haber hecho algo grande y un
hormigueo recorre mi cuerpo. El cansancio físico ha desaparecido por arte de magia, y ya no
me duele nada. Espero el final del relevo de Luis, lo que significara el final de carrera,
saboreando las sensaciones que tengo dentro del cuerpo.

Estoy tranquilo, aliviado y muy relajado. Sé que Luis terminará la carrera sin problemas, es
bueno encima de la moto y seguro que no arriesga nada. Está rodando en 2.05, muy lejos de
sus mejores tiempos, sin correr riesgos, como debe ser.
Todos al muro esperando la llegada de Luis
Quedan cinco minutos para las 15.00 y corremos al muro para ver como Luis cruza la meta.
Estoy en una nube y sigo teniendo ganas de llorar, pero me digo a mi mismo que ya está bien
de mariconadas, por lo que hago un esfuerzo y me trago las lágrimas. Estamos todos muy
contentos, no nosotros por haber ganado sino todos los equipos que han llegado hasta aquí,
que han terminado las duras 24h. Es un logro importante terminar esta carrera, la posición,
para la mayoría de equipos, es algo ciertamente secundario.
Son las 15.00 y Luis cruza la meta pero sigue tirando, y como él todos. “¿Qué pasa?” pregunto
“Hasta que no le enseñan la bandera al líder no se termina”. Esperamos pacientemente a que
pase el primero y esperamos a Luis. Un minuto más tarde cruza la meta,
“Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii” grito desde el muro mientras saboreo el olor de goma quemada
que me viene por el burn out que está haciendo justo delante nuestro. Los abrazos se suceden
y las felicitaciones también. Estamos exultantes, “¡Somos Campeones!”

“Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii”
Me ponen una gorra preciosa de Pirelli en la cabeza y me dicen que me ponga el mono que
tengo que ir al pódium. “el pódium” resuena en mi interior mientras un nudo de felicidad se
me forma en el estomago. Estoy que no me lo creo. Me pongo el mono junto a Lucas y a Toni
mientras comentamos divertidos que es un placer ponerse el mono sabiendo que no hay que
hacer mas relevos…ha sido duro de verdad.

Luis quemando rueda tras la victoria
La gente se apiña debajo de la zona del pódium. Estoy andando por el pitt lane y no sé muy
bien donde ir ni que tengo que hacer. He perdido a Lucas y a Toni y por mucho que los busco
no logro encontrarles. Alguien me indica que entre por una puerta y subo a una sala donde
están los pilotos que van a subir al pódium de todas las categorías. Me abrazo con Luis a quien
no he visto todavía desde que ha terminado la carrera y me siento disfrutando del momento.
No me lo creo. Van levantándose los pilotos por orden de salida al pódium, primero scratch,
después EWC, después SBK, etc. Pienso que voy a subir al pódium de las 24h de Motociclismo.
Pienso en lo duro que ha sido. Pienso en lo mal que lo he pasado. Y pienso en lo feliz que estoy.
Voy a hacer realidad un sueño que hacía muchos años que no me atrevía a soñar. Voy a subir
al primer puesto del pódium de una carrera de motos de verdad.
Nos toca el turno, nos llaman y nos dicen que esperemos en una sala al lado del pódium y
desde donde se ve la gente de abajo. No se puede comparar con una carrera de MotoGP pero
a mí me parece que hay un montón de gente. Intento localizar a mi mujer y a los amigos. Me
cuesta, pero les encuentro. Aprovechamos la espera para felicitarlos con los miembros de los
otros equipos que están en el pódium de STK600. Sin duda les veo igual de felices que lo que
pueda estar yo. Subir al pódium es algo grande, aun que sea en el tercer puesto del cajón.
El espiquer del circuito narra la entrada al podium. “1er classificat categoría superstock 600”
escucho, “Guanyadoooooooooooooooooooooors” grita mientras se me estremece hasta el
último pelo del cuerpo. Salgo hacia el pódium mientras el espiquer anuncia los miembros del
equipo “Lucas Sauque, Xavier Bel, Antoni Regidor, Luis Miralpeix” dice. Me subo a lo más alto
del pódium y tengo sensaciones que no puedo explicar. Todo sucede muy rápido ya que en

nada me veo con una copa en la mano, miro fijamente la placa varias veces para leer lo que
pone siendo incapaz de recordar ni una de las letras que estoy leyendo. Cojo el cava, me
muero de ganas de abrir la botella y hacer algo que tantas y tantas veces he visto hacer a otros.

“Es l’hora del cava” anuncia el espiquer. Descorcho la botella y empiezo a rociar con el dorado
liquido a los demás miembros del equipo mientras estos hacen lo mismo conmigo. Es un
momento dulce, estoy viviendo uno de los mejores momentos de mi vida. Antes de lo que me
hubiese gustado se termina el gas de la botella y ya no sale nada. Hago un largo trago de lo
que queda y descubro que el cava tiene un sabor acojonantemente bueno y dulce si te lo

tomas un domingo caluroso de Julio en lo más alto del pódium de Montmelo. Pienso mientras
bebo bajo el sol abrasador que lo he conseguido. Que he terminado una carrera mítica como
las 24h. ¡¡¡¡Que un sueño se ha hecho realidad!!!!.


Uno de los mejores tragos de mi vida
GRACIAAAAAAAAAAAAAS A TODOS
Me gustaría terminar comentando que en esta crónica me he centrado en mí y en lo que

pasaba en mi interior. Son muchas las personas que no salen en ella pero que han sido de vital
importancia para que el equipo hiciese el buen papel que ha hecho. Siento no haber sabido
mas para enlazar la narración con alguna parada donde poderles hacer mi pequeño homenaje.
Tampoco he hablado mucho de los compañeros y de sus relevos. Debo decir que Lucas,
Antonio y Luis han sido unos compañeros excelentes y que siempre me he sentido apoyado
por ellos. Sin ellos está claro que no habría hecho realidad este sueño. Me han ayudado en lo
que han podido y los consejos que me han dado, ya sea para ganar decimas, para conservar el
físico o para aguantar mentalmente esta dura carrera los guardo como oro en paño y espero
poder aplicarlos de nuevo el próximo año en las 24h de Montmelo. ¡¡¡Espero que sea de
nuevo a vuestro lado!!! ¡¡¡Gracias compañeros!!!! Y por supuesto, espero que Albert “el jefe”
este con la batuta en la mano como primera espada, como no puede ser de otra forma, para
asegurar que todo funcione perfectamente.
Ahora ya solo me queda empezar a pensar en la edición del 2011, la cual quiero disfrutar ya
que esta edición, mi primera de lo que espero que sean muchas, la he “sufrido”...y mucho.

Foto del equipo, ¡GRACIAS POR TODO!

Y un besito muy grande para mi negrita, que tanto me ha dado pidiendo tan poco a cambio.
Albert quemando rueda a la negrita, tiene cara de malote pero alberga un gran corazón
También dar las gracias a CAFF, quien en parte ha hecho posible que esto sucediera.

Le dedico este logro personal a mi mujer Sandra, a la que quiero con locura.
Aquí con la mujer de mi vida
Gracias, saludos y gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
Xavier Bel
26/07/2010

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MIS 24H, LA CRONICA.

“Un novato en las carreras”

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 2

¡¡Too Fast Eddie apurando frenada!!

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 3

Disfrutando con mi Hornet en Calafat

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 4

Logo equipo Mas Moto

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 5

Así de preparada se me presento la pareja de baile el día de la prueba…..que miedo…

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 6

El día de la prueba, agarrotado….

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 7

Panorámica nocturna de la zona del Estadi

LLEGA EL GRAN DIA, LAS 24 HORAS DE MONTMELO

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 8

Nuestra carpa, la comida excelente!

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 9

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 10

Dos rectos y un susto, buen comienzo…

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 11

El 2.04 me da alas y me llena de confianza

Lucas rodando como un reloj.

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 12

Antonio Regidor “Toni”

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 13

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 14

El Safety en las 24h

Día 2, Sábado y día 3, Domingo

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 15

Las sensaciones siguen siendo buenas en el Warm Up

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 16

La CBR600RR lista para la carrera. Preciosa.

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 17

PRIMER RELEVO, LA PRUEBA DE FUEGO.

Concentrado junto al ventilador antes de uno de los relevos

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 18

Abriendo gas a fondo en el cambio de dirección de la Wuth

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 19

¡¡Algunos van como locos!!

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 20

Destrozado tras el relevo, Mariana me ayuda con los guantes

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 21

Cesar interesándose por el estado de mi pie

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 22

He estado exactamente 60 minutos en pista y he dado 29 vueltas, con un total de 137.083 km

SEGUNDO RELEVO, LUCES Y ACCION

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 23

Cesar trabajando en mis rodillas

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 24

Recibiendo instrucciones de Albert “el jefe”

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 25

Estirando el mono antes de entrar a pista

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 26

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 27

El Pit Lane de noche.

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 28

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 29

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 30

Aquí se ve claramente que voy sin luz.

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 31

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 32

MIS 24H, LA CRONICA. por XBF Página 33

Una moto quemándose en La Caixa