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La princesa más pequeña pierde su pelota de oro en un pozo profundo. Una rana la recupera a cambio de que la princesa sea su amiga, pero luego la princesa se niega a ser amiga de la rana. Más tarde, la rana visita al palacio y la princesa se ve obligada a invitarla y compartir la comida con ella. La rana pide dormir en la cama de la princesa y un beso de buenas noches, lo que provoca que la rana se transforme en un apuesto príncipe, rompiendo
La princesa más pequeña pierde su pelota de oro en un pozo profundo. Una rana la recupera a cambio de que la princesa sea su amiga, pero luego la princesa se niega a ser amiga de la rana. Más tarde, la rana visita al palacio y la princesa se ve obligada a invitarla y compartir la comida con ella. La rana pide dormir en la cama de la princesa y un beso de buenas noches, lo que provoca que la rana se transforme en un apuesto príncipe, rompiendo
La princesa más pequeña pierde su pelota de oro en un pozo profundo. Una rana la recupera a cambio de que la princesa sea su amiga, pero luego la princesa se niega a ser amiga de la rana. Más tarde, la rana visita al palacio y la princesa se ve obligada a invitarla y compartir la comida con ella. La rana pide dormir en la cama de la princesa y un beso de buenas noches, lo que provoca que la rana se transforme en un apuesto príncipe, rompiendo
pequea era la ms bella y traviesa. Cada tarde sala al jardn del palacio y correteaba sin parar de aqu para all, cazaba mariposas y trepaba por los rboles Casi nunca estaba quieta!
Un da haba jugado tanto que se sinti muy cansada. Se
sent a la sombra junto al pozo de agua que haba al final del sendero y se puso a juguetear con una pelota de oro que siempre llevaba a todas partes. Estaba tan distrada pensando en sus cosas que la pelota resbal de sus manos y se cay al agua. El pozo era tan profundo que por mucho que lo intent, no pudo recuperarla.
Se sinti muy desdichada y comenz a llorar. Dentro del
pozo haba una ranita que, oyendo los gemidos de la nia, asom la cabeza por encima del agua y le dijo:
Qu te pasa, preciosa? Pareces una princesa y las
princesas tan lindas como t no deberan estar tristes. Estaba jugando con mi pelotita de oro pero se me ha cado al pozo solloz sin consuelo la nia.
No te preocupes! Yo tengo la solucin a tus penas
dijo la rana sonriendo Si aceptas ser mi amiga, yo bucear hasta el fondo y recuperar tu pelota Qu te parece?
Genial, ranita! dijo la nia Me parece un trato justo
y me haras muy feliz.
La rana, ni corta ni perezosa, cogi impulso y buce hasta
lo ms profundo del pozo. Al rato, apareci en la superficie con la reluciente pelota.
Aqu la tienes, amiga! jade la rana agotada.
La princesa tom la valiosa pelota de oro entre sus
manos y sin darle ni siquiera las gracias, sali corriendo hacia su palacio. La rana, perpleja, le grit:
Eh! No corras tan rpido! Espera!
Pero la princesa ya se haba perdido en la lejana dejando
a la rana triste y confundida.
Al da siguiente, la princesa se despert por la maana
cuando un rayito de sol se col por su ventana. Se puso unas coquetas zapatillas adornadas con plumas y se recogi el pelo para bajar junto a su familia a desayunar. Cuando estaban todos reunidos, alguien llam a la puerta.
Quin ser? pregunt el rey mientras devoraba una
rica tostada de pan con miel.
Yo abrir! dijo la ms pequea de sus hijas.
La nia se dirigi a la enorme puerta del palacio y no vio a
nadie, pero oy una voz que deca:
Soy yo, tu amiga la rana! Acaso ya no te acuerdas de
m?
Bajando la mirada al suelo, la nia vio al pequeo animal
que la miraba con ojos saltones y el cuerpo salpicado de barro.
Qu haces t aqu, bicho asqueroso? Yo no soy tu
amiga! le grit la princesa cerrndole la puerta en las narices y regresando a la mesa.
Su padre el rey, que no entenda nada, le pregunt a la
nia qu suceda y ella le cont cmo haba conocido a la rana el da anterior.
Hija ma, eres una desagradecida! Ese animalito te
ayud cuando lo necesitabas y ahora te ests comportando fatal con l. Si le has dicho que seras su amiga, tendrs que cumplir tu palabra. Ve ahora mismo a la puerta e invtale a pasar.
Pero papi Es una rana sucia y apestosa! se quej
Te he dicho que le invites a pasar y le muestres
agradecimiento por haberte ayudado! bram el monarca.
La princesa obedeci a su padre y propuso a la rana que
se sentase con ellos. El animal salud a todos muy amablemente y quiso subirse a la mesa para alcanzar los alimentos, pero estaba tan alta que no fue capaz de hacerlo.
Princesa, por favor, aydame a subir, que yo solita no
puedo.
La princesa, tapndose la nariz porque la rana le pareca
repugnante, la cogi con dos dedos por una pata y la coloc sobre la mesa. Una vez arriba, la rana le dijo:
Ahora, acrcame tu plato de porcelana para probar esa
tarta Seguro que est deliciosa!
La nia, de muy mala gana, comparti su comida con ella.
Cuando hubo terminado, el batracio comenz a bostezar y le dijo a la pequea: Amiga, te suplico que me lleves a tu camita porque estoy muy cansada y tengo ganas de dormir.
La princesa se sinti horrorizada por tener que dejar su
cama a una rana sucia y pegajosa, pero no se atrevi a rechistar y la llev a su habitacin. Cuando ya estaba tapada y calentita entre los edredones, mir a la nia y le pidi un beso.
Me dars un besito de buenas noches, no?
Pero qu dices! Slo de pensarlo me dan ganas de
vomitar! le espet la chiquilla, harta de la situacin.
La ranita, desconsolada por estas palabras tan crueles,
comenz a llorar. Las lgrimas resbalaban por su verde papada y empapaban las sbanas. La princesa, por primera vez en toda la noche, sinti mucha lstima y exclam:
Oh, no llores por favor! Siento haber herido tus
sentimientos. Me he comportado como una nia caprichosa y te pido perdn.
Sin dudarlo, se acerc a la rana y le dio un besito
carioso. Fue un gesto tan tierno y sincero que de repente la rana se convirti en un joven y bello prncipe, de rubios cabellos y ojos ms azules que el cielo. La nia se qued paralizada y sin poder articular palabra. El prncipe, sonriendo, le dijo:
Una bruja malvada me hechiz y slo un beso poda
romper el maleficio. A ti te lo debo. A partir de ahora, seremos verdaderos amigos para siempre.
Y as fue El prncipe y la princesa se convirtieron en
inseparables y cuando fueron mayores, se casaron y su felicidad fue eterna.