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Dorothy Parker
El joven plido se acomod cuidadosamente en la silla y se acarici la sien y
la mejilla.
levant? A las cuatro de la tarde. Trat de levantarme, pero cada vez que
quitaba la cabeza de la almohada se me caa de lo que pesaba. La
cabeza que traigo puesta no es la ma. Creo que es la de Fernando
Alonso. Ay, Dios.
MUCHACHA.- T crees que si bebes algo te sentiras mejor?
JOVEN.- Un poco de lo que me noque anoche? No, gracias. Por favor no
conmigo.
MUCHACHA.- Por favor, claro que no. Todos se divirtieron con lo que
JOVEN.- No, no me digas. Sopa de almejas por la espalda. Ay, Dios mo.
Qu voy a hacer?
MUCHACHA.- No te preocupes, ella no te va a decir nada. Solo mndale
cantar.
devolvas porque decas que l era tu hermano perdido, que una gitana
lo haba cambiado por otro en la cuna, y que todo lo tuyo era de l. El
camarero se parta de risa.
contra un viejo canoso que estaba sentado al otro lado del saln, porque
no te gust su corbata y queras decrselo. Pero te sacamos antes de que
se enfadara.
JOVEN.- Ah, conque salimos. Poda caminar?
MUCHACHA.- Claro que caminaste. Estabas absolutamente bien. Bueno,
la acera tena una capa de hielo y resbalaste. Te caste. Pero por favor,
eso puede pasarle a cualquiera.
JOVEN.- S, claro. Al Rey Juan Carlos o a cualquiera. As que me ca en la
que no te acuerdas de lo que pas despus de eso. Creo que solo te viste
un poco mal en la mesa; pero en todo lo dems estuviste perfectamente
bien, yo saba que te estabas sintiendo muy bien. Pero desde que te
caste te pusiste muy serio, yo no saba que t fueras as, No te
acuerdas de cuando me dijiste que yo nunca antes haba visto tu
verdadero yo? No puedo permitirte, no podra soportar que hayas
olvidado ese hermoso paseo en taxi. De eso s te acuerdas, verdad? Por
favor, me muero si no te acuerdas.
JOVEN.- Ah, s. El paseo en taxi. Ah, s, de eso s. Fue un paseo muy
largo, no?
MUCHACHA.- Vueltas y vueltas y vueltas por el parque. Los rboles se
la palabra despus del ridculo que hice anoche. Yo creo que mi nica
salida es meterme a un monasterio.
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De un salto ella se par del sof, lo bes con rapidez en la frente y sali
corriendo de la habitacin. El joven plido la vio alejarse, movi la cabeza
lentamente y luego la dej caer sobre sus manos hmedas y temblorosas.
FIN