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1
INDICE GENERAL
INDICE…………………….………………………………………………….……..ii
DEDICATORIA………….………………………………………………………….iii
AGRADECIMIENTO……………………………………………………………….iv
RESUMEN………….………………………………………………………….……v
INTRODUCCION…………………………………………………………………..6
CAPITULO
I ALTERNATIVA METODOLOGICA………………………………………....12
II HISTORIA DE VIDA E INTERPRETACION……………………………..….20
III CONTRASTE TEORICO………………………………………………..….....87
CONCLUSIONES……………………………………………………………….102
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS…………………………………………...110
REFERENCIAS ELECTRONICAS……………………………………………..110
ANEXO
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DEDICATORIA
A “Marisela”, mi hermana por decisión, ya que sin su historia este Trabajo de Grado
no hubiese sido posible
A todas las madres venezolanas sin importar su origen, porque en esencia sentimos lo
mismo, una profunda matricentralidad.
(1890-1969)
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AGRADECIMIENTO
Agradezco a mis compañeros de estudio que me acompañaron durante los cinco años
de carrera, en especial a Olvietta y Alexander, con quienes formé un excelente grupo
de estudio que nos hizo merecedores a los tres, del Premio al Mérito Estudiantil
Mención Rendimiento Académico 2008, entregado por la Secretaría de la
Organización de Bienestar Estudiantil de esta casa de estudios.
Agradezco a mis padres, por ser ellos mis padres, por apoyarme siempre, a mi
maravilloso hijo Carlos Eduardo, por su alegría, empuje y positivismo. A ellos por
soñar conmigo, que algún día presentaría este Trabajo de Grado.
Agradezco a Dios, por todos ellos y por darme la salud y el intelecto necesario para
culminar lo que empecé.
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RESUMEN
El Trabajo Social desde sus inicios ha estado enfocado básicamente hacia las clases
populares o más necesitadas. Allí se ha centrado su labor investigativa y de
aplicación.
Pero el Trabajo Social puede ir mucho más allá. Tiene cabida en todas las áreas de la
sociedad, en lo público y en lo privado, en los distintos sectores sociales y en
cualquier aspecto de nuestras vidas.
En Venezuela la mayoría de los estudios de tipo social que se han realizado desde
distintas instituciones, enfilan sus energías hacia los sectores populares. De la misma
manera, distintas organizaciones no gubernamentales con sus investigaciones, apoyan
esos estudios, con la esperanza de que sean utilizados para generar políticas y
programas sociales, a fin de lograr una mejora en la calidad de vida de las personas.
Lo anterior ha generado que casi todas las políticas y programas sociales que existen,
sean para el sector de la población más necesitado y así debe ser. Pero el resto de la
sociedad, ese otro 24% que no pertenece a ese sector, no tiene acceso a ellos, bien sea
porque no están diseñados pensando en ese sector de la sociedad o porque no
califican; a pesar que la situación económica y social afecta a todos por igual.
Esta historia-de-vida es la de una mujer de clase media, con una familia nuclear mas
no-matricentrada, que debido a la falta de relación afectuosa y apoyo materno en lo
más íntimo, se vio obligada a sustituir esa relación con otras y contrario al ejemplo de
su hogar, su hijo es el centro de su quehacer y de su vida.
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INTRODUCCION
Uno de los aspectos que considero más fascinantes del Trabajador Social, es la
oportunidad de conocer, desde su perspectiva y en profundidad, la cultura, la gente, la
sociedad. El Resumen Curricular de la Escuela de Trabajo Social (ETS) de la
Universidad Central de Venezuela (UCV), establece, entre otras, que el Trabajador
Social debe ser:
Aunque el Resumen Curricular (1994) nos pide que tengamos una función
transformadora, no se pretende una intervención en la vida de las personas con el
objetivo de “educarlas” para que se adapten al establishment, tal y como lo sugería el
incipiente Trabajo Social de finales siglo XIX y principios del XX en los Estados
Unidos. Según Michael Reisch, en su obra The sociopolitical context and social work
method 1890-1950, citado por Miranda, M. (2003):
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durante el nacimiento del Trabajo Social como disciplina científica, establece Mary
Richmond en su obra de 1922 What is social case work?, (citada por Miranda. M.
2003):
Para ello contamos con una metodología que nos permite lograr ese
conocimiento de los seres humanos: la metodología cualitativa y como herramienta
en especial, la historia-de-vida, porque con ella, el “historiador” o quien narra la
historia, tiene la oportunidad de contarnos su vida tal y como la vive y la recuerda y
el “cohistoriador”, de sentir lo que el historiador está diciendo, de poder indagar en
sus emociones y recuerdos.
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Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de
cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua
cooperación, todos o alguno de los fines de la vida, (Diccionario de la Real
Academia Española).
Por otro lado, el Profesor de la UCV Rafael Tramontin Querales sugiere, que
los estudios sobre las familias venezolanas deben realizarse, tomando en cuenta el
contexto en el que se desenvuelven y según lo publicado en su libro Aproximación al
estudio de la familia venezolana (1999):
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sociales como la venezolana donde es evidente la desigualdad en lo económico,
cultural y social, no se puede hablar en términos generales de la familia, por lo
que se hace necesario precisar grupos familiares diferentes atendiendo al estrato
social al cual pertenecen y estudiar a cada grupo con sus características
respectivas lo cual influye no solo en la conducta social y cultural, sino en el
crecimiento y desarrollo biológico, además de algunos elementos relativos al
mundo espiritual y a la proyección imaginativa del venezolano. (P. 21).
En una de las etapas más tristes de su vida siendo todavía una niña, Marisela,
quien de pronto se ve sumida en una profunda soledad, decide que mi familia será
también la de ella y mi familia así lo acepta. Con una diferencia de un año de edad,
ambas decidimos que seríamos hermanas por decisión y desde entonces lo hemos
sido. Cuando quedó embarazada siendo una adolescente, entre las personas a quienes
le daba temor decirle de su condición, fue a mi mamá por el regaño del que
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seguramente fue objeto. Esa es la relación entre ambas, esa es mi invivencia en su
vida.
Como referencia para el lector, Marisela es una mujer que se abrió paso en la
vida sola, que tomó decisiones equivocadas pero llenas de gran ingenuidad,
decisiones que le llevaron a situaciones en las que le “…dolió tanto el pecho, que yo
sentí que literalmente se me partió…” pero que las agradece porque le enseñaron, de
ellas aprendió y hoy sufre cuando le toca, pero es capaz de reír con una gran
intensidad cuando también le corresponde.
Emigró sola a otro país por razones laborales. Está tramitando la compra de una
vivienda para poder llevarse a su hijo y aunque para el momento de la entrevista me
dijo “…prefiero estar sola o con amigas, bienvenidas todas las amigas que quieran
vivir conmigo en la casita, pero yo veo que los hombres se ponen chochos, chama, y
eso me asusta más que estar sola…”, hoy tiene la ilusión de una nueva relación de
pareja.
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gubernamental, unos en mayor proporción que otros, es cierto, pero todos formamos
parte de esta sociedad y en manos de todos está el futuro del país.
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CAPÍTULO I
ALTERNATIVA METODOLÓGICA
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de su disposición, de su género y de su estilo…”, y el filósofo sugiere una estrategia
compuesta de cuatro niveles:
Muchos han sido los autores que han escrito sobre la hermenéutica, entre los
que se encuentran Hans-Georg Gadamer (1900-2002) filósofo alemán, Karl Rahner
(1904-1984) teólogo alemán, Martin Heidegger (1889-1976) filósofo alemán,
Friedrich Schleiermacher (1768-1834) teólogo y filósofo alemán.
Pero ¿Qué tiene que ver la hermenéutica con historia-de-vida? Con la historia-
de-vida nada, pero con su interpretación todo, ya que es hermenéutica pura y simple.
Al iniciar este trabajo de investigación, no entendía muy bien lo que estaba haciendo,
era muy confuso entre tanta literatura y posiciones encontradas o no, encontrar la
metodología apropiada para analizar o interpretar lo que la historiadora narró.
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Además, esa innumerable bibliografía existente tanto en libros como en la web
acerca del tema, utiliza términos poco comunes o mejor dicho, propios de la materia:
invivencia, practicación primera, mundo-de-vida, mundo de la vida, implicancia, etc.,
fueron algunos de esos términos que tuve que comprender antes de empezar con la
interpretación. De igual manera es importante resaltar que, de acuerdo al CIP, la
historia-de-vida es el dato en sí. Usada de otra forma, es otra cosa, no es “…el
enfoque epistemológico para el estudio de las realidades sociales.” (Moreno, A. (s/f).
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Cuando se busca información sobre la investigación con historias-de-vida, nos
remontamos a finales del año 1800 con la Primera Escuela de Chicago, pero es la
“historia-de-vida a lo venezolano”, la que opté por desarrollar. Según las
investigaciones del CIP, para realizar una historia-de-vida con fines investigativos en
la que el dato sea la historia en sí, es necesaria la invivencia del historiador con el
cohistoriador. Esto debido a que para poder comprender e interpretar acertadamente
lo que el historiador tiene que decir, el cohistoriador debe conocer y practicar el
mismo mundo-de-vida y mundo de la vida.
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la reseña del libro Sociedad y mundo de la vida (Lebenswelt) a la luz del pensamiento
fenomenológico hermenéutico actual de la Dra. Alcira Bonilla en la Revista de
Filosofía, Hermenéutica Intercultural Nro. 16, de la Universidad Católica Silva
Henríquez en Chile. (P. 261) y como Moreno también lo establece cuando dice
“Tendrá que ser comprendida en cada realidad abiertos a la posibilidad de que en
otras realidades se exija otra afirmación” (Moreno, A. 1998, P. 21), por lo que el
mundo-de-vida de la familia popular venezolana, es propio y único de los
venezolanos.
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El otro término que tuve que comprender fue el de invivencia y con él, el de
implicancia. A pesar de que en el Diccionario de la Real Academia Española “La
palabra invivencia no está en el Diccionario” (2001), encontré varias definiciones en
distintos textos, pero todas fundamentadas en la de Moreno (CIP, 1.998) “…la
inmersión de uno y otro en el mismo mundo-de-vida in-vivido que en ambas historias
se hacen presente.” (P. 24).
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Navarrete (2006) por su parte la define como “implicancia (estado que indica
que se forma parte del mundo de vida de una comunidad, como resultado de la in-
vivencia en ella)”, por lo que es vernos en la historia que estamos interpretando, lo
que nos obliga a dejar de lado cualquier vestigio de objetividad y de subjetividad,
porque la historia que estamos interpretando nos arropa y nos hace interpretar la
nuestra.
El historiador podrá controlar lo que nos dice, pero no puede controlar los
significados, ya que estos siempre han estado allí. Nosotros no somos dueños de los
significados, ellos nos poseen a nosotros. (Moreno, A. (s/f). Es por ello, que cuando
comprendemos los significados, cuando comprendemos lo que nos implica en la
historia del historiador, es cuando comenzamos a interpretar hermenéuticamente la
historia, teniendo como dato la historia en sí.
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En el mismo texto, Moreno (s/f) sugiere algunos procedimientos
hermenéuticos para interpretar la historia de vida; usando una postura
fenomenológica; analizando el discurso; o como lo hacen en el CIP, “…plantearse
una metódica más que un método, esto es, una posición de apertura a toda
posibilidad y práctica de método según la comprensión hermenéutica de la historia lo
demande.” (s/p).
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CAPÍTULO II
Marisela y yo nos citamos en mi casa una tarde después del trabajo. Ya le había
puesto en cuenta mi deseo de realizar mi trabajo de tesis basado en su vida, vida que
yo aún comparto. Ella encantada aceptó. Compramos unas cervezas y nos sentamos a
conversar. Como lo que siempre hemos sido, dos buenas amigas. Ella estaba un poco
nerviosa porque “es tu tesis Maru”, yo la tranquilicé diciéndole, “es tu vida
Marisela”. Y así empezó el relato:
Siendo que ninguna de las dos teníamos experiencia previa en lo que estábamos por
hacer, con mi traje de investigadora puesto y siguiendo los paradigmas
convencionales en lo que a “historia” se refiere (no historia-de-vida) decidí,
abrogándome la dirección de la narración, que la manera más organizada para quien
leyera este trabajo, era, en principio, identificando el día y la hora de la narración,
para luego establecer un orden lineal en ella.
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por intentar que yo, su amiga de siempre, entendiese el porqué tomó algunas
decisiones por las que en su momento discutimos, se deja guiar y se remonta al
pasado.
Pero Marisela y yo somos amigas de siempre, ella lo sabe, hemos convivido nuestra
vida, somos hermanas por decisión. Mi implicancia en su mundo-de-vida se debe a
mi in-vivencia en ese mundo-de-vida por haber nacido en el, no somos ajenas,
compartimos el mundo-de-vida, no sólo desde su practicación primera sino todas las
practicaciones que de ella emergen y en ella confluyen. El “desde pequeña” implica
desde que recuerdo o lo que recuerdo.
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MARISELA: Para empezar que tengo, bueno, tenía 2 hermanos, tenía un
hermano y una hermana, estee… había una diferencia notable de trato entre los
dos, había… Jimmy era mi hermano mayor y yo era los ojos de Jimmy, o sea yo
recuerdo que Jimmy… (Historia de vida de Marisela)
Comienza su relato con: “Para empezar que tengo dos hermanos” lo que significa
que ambos hermanos siguen presente en su vida, aunque inmediatamente aclara que
“tenía 2 hermanos”, ya que Jimmy está ausente de su vida desde hace 37 años. Ese
tengo del verbo tener que indica posesión, hace a sus hermanos suyos, de su
pertenencia y con ello deja por sentado que sus hermanos, son, a pesar que Jimmy ya
no está, lo más importante en su vida. Inmediatamente continúa su narración
indicando la “diferencia notable de trato entre los dos”, que aunque no indica si esa
diferencia de trato era entre ellos o hacia ella, posteriormente lo hace cuando
dice…”y yo era los ojos de Jimmy…” es decir que ella era la favorita o consentida de
su hermano. Marisela refuerza la pertenencia e importancia que tiene Jimmy para
ella, al decir “Jimmy era mi hermano mayor…” con un mí que viene del adjetivo
posesivo mío, hermano mayor dándole a Jimmy su importancia en la jerarquía
familiar, destacándose la centralidad del hermano mayor en la familia matricentrada.
Por otro lado, el que inicie su relato hablando del trato de sus hermanos
(entendiéndose “trato” como la “acción y efecto de tratar… relacionarse con un
individuo” según el diccionario en la web de la Real Academia de la Lengua
Española, 2001), me indica que, la relación entre y con los demás personas es
fundamental en su vida.
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MARISELA: Once años y Laura me lleva diez años. Está mi papá. Mi papá es
piloto, mi mamá ama de casa, bueno, ama de casa pero le gustaba mucho jugar
bowling y jugar cartas, estaba mucho tiempo en la calle… yyy… bueno, había
un trato, lo que más recuerdo así de infancia es el… la diferencia entre mi
hermana y mi hermano, de trato. (Historia de vida de Marisela)
Marisela así nos introduce en su familia, de tipo nuclear. Su padre fue piloto de una
aerolínea internacional, lo que les permitió llevar una vida sin complicaciones
económicas.
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Marisela de nuevo resalta el trato cariñoso de Jimmy hacia ella y nos describe a su
padre cuando estaba en casa. Los dos afectos masculinos que, según parece, fueron
los que marcaron su niñez, el hermano mayor que le da a Marisela el sentirse en
familia (González, 2006. P. 591) y el padre quien también tuvo una relación afectiva
y de atención con ella, hasta que su hermano murió.
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MARISELA: Una diferencia notable, o sea eh… la casa siempre estaba llena de
gente, mis padres eran muy cariñosos, incluso mi mamá que era muy seca, mi
hermana con todo y lo que era rabia, pero me paraba pues, así sea por rabia,
pero me paraba y bueno, yo era los ojos de Jimmy, a pesar de que Jimmy estuvo
muchos años interno. Las veces que a mí Jimmy me veía era conmigo…. era
clase aparte, esteee… me cuidaba muchísimo, me celaba una barbaridad, no me
dejaba ni jugar con mis amiguitos pero, el siempre estaba ahí. (Historia de vida
de Marisela).
En este párrafo Marisela nos hace una descripción de cómo era realmente su familia
hasta que su hermano murió y nos cambia la impresión que de su madre se pudo tener
al principio de la narrativa. “…mis padres eran muy cariñosos, incluso mi mamá…”
implica que su mamá dejó de ser cariñosa o comenzó a ser seca y dura luego de ese
episodio, antes de la muerte de Jimmy era una madre como cualquier otra madre
venezolana.
Ahora bien, el impacto de la muerte de Jimmy ha debido ser tan grande entre los
integrantes de la familia, que ella, sumado a la corta edad que tenía cuando sucedió,
acepta como normal, el que su familia haya cambiado después de su muerte. Ese
impacto se debe a varias razones que, por estar relacionada con su familia desde
siempre, conozco: Jimmy fue el primer hijo; el único hijo varón que además quería
ser piloto como su papá; según cuenta mi mamá, era un joven que llenaba de orgullo
a su mamá por su carisma y personalidad y sumado a todas esas características
personales, cumple con el papel del hermano mayor en la familia matricentrada, es
decir ayudar a vivirse en familia.
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Cuando Marisela dice que “la casa siempre estaba llena de gente” se refiere a que los
amigos de Jimmy y Laura los visitaban con frecuencia al igual que los amigos de sus
padres, por lo que en su casa siempre reinaba un ambiente de fiesta; cuando dice “mis
padres eran muy cariñosos” significa que entre ellos dos las manifestaciones de
cariño eran frecuentes; el que Laura “con todo y lo que era rabia, pero me paraba
pues” significa que su hermana, aunque no la toleraba, la tomaba en cuenta, pero
nada de eso se compara con que ella “era los ojos de Jimmy… era clase aparte … el
siempre estaba ahí” aunque ese amor de Jimmy hacia ella se manifestaba con celos,
entendiendo celos como sobreprotección ya que ni la dejaba jugar con sus amiguitos,
pero eso no le importaba, para ella lo importante es que el siempre estaba ahí, con
ella, protegiéndola, cuidándola, atendiéndola, queriéndola.
Pero, el mayor cambio de todos al morir Jimmy, es el que se sucede en la madre. Aún
cuando a lo largo de la historia Marisela repetirá varias veces que su mamá fue una
madre no afectuosa, ausente, distante con ella, antes de la muerte de su hermano
Marisela la recuerda distinta “mis padres eran muy cariñosos, incluso mi mamá…” es
el reconocimiento del amor de madre hacia ella. Para cualquier madre perder un
hijo/hija es una tragedia, pero en el caso de una madre venezolana perder el único
hijo varón es una desgracia.
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Jimmy murió el día del cumpleaños de mi papá. Yo no fui al funeral ni nada de
eso porque estaba muy pequeña. Recuerdo que estaba con Oscar en el balcón
viendo, cuando pasó el carro fúnebre y yo pegué un grito y me saludaron.
(Historia de vida de Marisela).
Cuando muere Jimmy su familia cambia y de forma “radical”, deja de ser familia
según el concepto de familia que se maneja en el mundo de la vida de Marisela. Se
acabó el ambiente de risas en el que crecía y cada uno de ellos se aisló, cada quien en
lo suyo, la familia dejó de ser lo que era, un grupo de cinco miembros que compartían
el ser familia, cambia el modo de relacionarse. Y ella se sintió sola, olvidada.
El día de la muerte de Jimmy, se iba a hacer una reunión infantil en mi casa y cuando
le avisaron a la familia de Marisela que Jimmy había tenido un accidente, toda su
familia corrió para la clínica y a ella la dejaron en mi casa. Marisela dice haber
llorado sólo ese día, “yo no lloré más…” ¿Por qué? ¿Quizás porque todos en su
familia se enfocaron en su dolor y ella sólo quería que la familia continuara? ¿Sería
para no generar más dolor a sus padres el que la viesen llorando? ¿O porque a su
corta edad no entiende que su hermano no va a regresar al menos físicamente?
Porque: ¿Cómo podemos entender que a pesar que Marisela vivía las ausencias del
hermano debido a los muchos años interno por estudios, el “siempre estaba ahí”? Es
una incongruencia…
Es muy probable que se deba a la calidad del tiempo que Jimmy le dedicaba a
Marisela cuando estaba en casa, haciendo que para una niña aún él estando ausente,
siempre estuviese presente, hasta después de haber fallecido, reforzando así el tiempo
del verbo tener con el que ella inició su historia. Quizás, la calidad del tiempo que
Jimmy dedicaba a su familia, sea la causa por la cual, no solo Marisela sino el resto
de la familia, lo hayan ideologizado al punto que su familia cambió radicalmente
cuando murió.
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Luego del accidente de su hermano, Marisela tuvo que sobrevivir en un ambiente
solitario. En la última línea del párrafo, narra como hace un intento porque en el
momento más doloroso de la vida familiar la tomen en cuenta, cuando en compañía
de su primo saluda a la caravana fúnebre. Ella sabe que el accidente y la muerte de
Jimmy afectaron muchísimo a sus padres y hermana, pero no olvida tampoco, que
ella fue importante para él y que sus padres lo sabían, así que el gritarle al carro
fúnebre era hacerse parte de ese momento familiar.
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MEQ: ¿Quién era Oscar?
MARISELA: Mi primo. Mi primo, es como mi hermano. Mi primo Oscar. Es un
año mayor que yo y siempre ha sido mi hermano prácticamente,
contemporáneo.
MEQ: ¿Hermano por parte de…?
MARISELA: El no es mi hermano…
MEQ: Yo sé, perdón, ¿primo por parte de…?
MARISELA: Papá. O sea, mi tía es la hermana de mi papá, Oscar vive aquí
cerca de la casa y él y yo prácticamente nos criamos juntos. Yo creo que
también a él y a mí nos unió mucho, a lo mejor, el dolor de mi hermano y el
dolor de la muerte de su papá unos años después. De hecho él, cuando se murió
su papá, se fue a mi casa casi un año a vivir, o sea estaba más en mi casa que en
su casa y Oscar y yo, siempre, casi siempre está allí, Oscar está ahí, es mi
hermano. Entonces bueno, de pequeña eso, cosas de la infancia que recuerdo,
yo recuerdo Maru (risas) cuando estaba pequeña, yo siempre he tenido cosas
con la parte sexual chama (risas), pero yo me acuerdo, como a todas nosotras
nos gustó Pedro… (Historia de vida de Marisela).
MEQ: Sí…
MARISELA: Porque a todas nos gustó, que Pedro una vez me dio un beso
(risas) y yo juraba que estaba embarazada (risas). … este cuento, me acabo de
acordar ahorita.
MEQ: ¿Por el beso?
MARISELA: Chama, yo estaba traumatizada, pero creo que era premonitorio
porque fíjate tú, no muy lejos de la realidad. El me besó, entonces mi mamá me
bañaba cuando yo estaba pequeña todos los días, y yo me acuerdo que me
agarraba así, cuando me agarraba la barriga yo decía “se va a dar cuenta que
estoy embarazada” (risas). Yo no sé cuánto tiempo me duró ese trauma que yo
tenía que estaba embarazada, pero yo recuerdo eso como un trauma. Más nunca
creo que me dejé besar, porque pensaba que iba a salir embarazada (risas).
MEQ: ¿Qué edad tenías tú?
MARISELA: Chama, mi mamá me bañaba yo creo que tendría como 5 o 6 años.
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MEQ: Coño de su madre Pedro.
MARISELA: Sí, no, pero, no te creas tú. Con mi primo Oscar, con mi primo
Oscar no sé qué edad fue, como a los 8 años que nos caíamos a lata por todos
lados (risas) debajo de las mesas, nos besábamos, todo el tiempo, el me
enseñaba su cosa y yo la mía (risas) ¿Tú puedes creer eso? Yo digo: ¡ay qué
horror Marisela! Eso sí es, sinverguenzona, desde chiquita (risas) pero, pero
bueno…, eso me acuerdo de cosas así de la infancia, me acuerdo de ustedes.
Ustedes las 3 fueron mis hermanas también, o sea, mas vivía yo en tu casa que
en mi casa y viceversa… estee… Maria que era enea, celosita, ¿te acuerdas? o
sea, envidiosita (risas). (Historia de vida de Marisela),
Marisela nos deja ver un poco de la relación madre-hija al decir: “entonces mi mamá
me bañaba cuando yo estaba pequeña todos los días,” por lo que aún, cuando hoy día
en su memoria estén más frescos los recuerdos por lo que para ella hubo falta de
madre, no podemos dejar pasar por alto este significado de madredad, ese momento
especial en la vida de toda madre con su hija, “mi mamá me bañaba”. La madre que
está en esa relación cotidiana.
Cuando Marisela dice “Ustedes 3”, se refiere a mis dos hermanas y a mí, María es mi
hermana menor que es un año menor que ella y con quien Marisela tiene el tipo de
conflictos que se da entre hermanas. En los años infantiles, luego de la muerte de
Jimmy, Marisela buscaba su sentido de familia en la mía, sobre todo en la relación de
hermanas. De esa forma, Marisela reconstruye su mundo de relaciones filiales,
sustituyendo la falta de su hermano con su primo paterno y de hermana con sus
vecinas.
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confidente. De eso de pequeña… si te puedo decir que lo que más marcó fue la
muerte de Jimmy. Jimmy marcó mucho, marcó mucho el cambio de familia. Más
nunca… o sea, ahí se celebraban todos los 24 y los 31, la casa se llenaba de
gente, se hacía la fiesta. Una vez que murió Jimmy mas nunca se celebró un 24,
un 31 en la casa, de hecho nos íbamos de viaje. A partir de ese año nos íbamos
de viaje siempre y regresábamos en enero. Todos los años hasta, hasta los 16
años siempre pasé las navidades afuera, porque Jimmy también cumplía años el
27 de diciembre, entonces ellos no querían como recordar eso. Y… (Historia de
vida de Marisela).
Como cualquier otra familia, las noches de navidad y año nuevo su familia hacía
fiesta en su casa y se reunía con los amigos a celebrar, hasta que Jimmy murió. Por
muchos años luego de su muerte, Marisela y su familia viajaban en las fechas
decembrinas, para no tener que reunirse con los amigos. Era el huir de los
comentarios, de los recuerdos de los amigos sobre el hijo perdido, de hacer reales los
recuerdos de las fiestas decembrinas y del cumpleaños del hijo ausente.
Marisela nos describe como un año después de la muerte de su hermano, aún la pena
y el dolor no permitían que su familia se recuperara. No podemos ni imaginarnos
como sería el ambiente en su casa y debo reconocer que, a pesar de la amistad que
nos une yo no lo recuerdo, porque yo no frecuentaba su casa. Su mamá sufría tanto,
que el llanto causó un accidente, por otro lado su papá tuvo que aceptar un
31
tratamiento psiquiátrico ordenado por la empresa en la que trabajaba, ya que el
sufrimiento estaba afectando sus relaciones laborales y debían prevenir que el mismo
sufrimiento restara sus habilidades como piloto pudiendo causar un accidente aéreo.
Marisela se reconoce como un “pelón de diafragma” con certeza, como si ese hecho
hubiese sido confirmado por alguien de la familia, “no estaba incluida… pero
bueno…” aceptación de una realidad pasados muchos años.
Cuando Marisela dice “O sea, sentirme completamente sola desde muy pequeña.
Después de muchos años yo entendí eso y pude como perdonarme y perdonar todo
eso, eeeh… gracias al Teatro” soledad causada por la falta de afecto-atención por
parte de ambos padres una vez muere el hijo varón, pero hija al fin, necesita perdonar
aunque sea con ayuda externa. Sé que ella comenzó a recibir clases de actuación en
Teatro cuando tenía como 20 años, así que durante muchos años guardó el
resentimiento de saberse “un error de diafragma” y la soledad. Esas clases de Teatro
sirvieron para Marisela de catarsis. Según me contó en anteriores oportunidades, en el
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grupo de Teatro meditaba, discutía sus conflictos internos y les buscaba explicación
desde todo punto de vista, psicológico, religioso, etc., por lo que ella encontró allí, un
poco de la paz que necesitaba.
Bueno, después Juan… ellos vivieron allí un tiempo eeeh… Uhmmm y, y cómo te
digo, o sea, y… fue todo lo contrario. Tengo entendido que mi mamá era muy
estricta con Laura. Conmigo fueron todo lo contrario. O sea, conmigo fue, como
que no me paraban mucho y yo, de verdad que yo (pausa media) siento que no
tenía como esas normas y esas leyes en la casa tan establecidas pues, o sea...
(Historia de vida de Marisela).
De nuevo el “O sea”, que en este caso tiene una connotación explicativa, aclaratoria
sobre algo ya dicho. Lo dicho fue la poca atención que se le prestaba a Marisela en su
seno familiar, extendiéndose esa poca atención inclusive, a la falta de normas
familiares. Esas normas eran la hora de llegada, de salida, con quien se sale, a donde
iba, etc. En la juventud esa situación se disfruta, ya que hay mayor libertad, pero con
la madurez se percibe la dura realidad de ello, de saberse desatendida y sentirse poco
importante y ella lo siente así cuando dice “como que no me paraban mucho”.
En el estrato social en el que Marisela creció, era normal y podría decirse que casi
obligatorio, que las familias contaran con una mujer de servicio como se les decía
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entonces. Señoras que aceptaban realizar las labores del hogar, a cambio de una
asignación monetaria, techo, comida y un día libre a la semana. Los padres les
entregaban el cuidado de sus hijos tanto como el de sus casas, ellas eran las que
dirigían los hogares cuando los padres se ausentaban. En el caso de Marisela, en el
que sus padres estaban ausentes casi todo el tiempo, el padre por trabajo y la madre
por razones sociales, a las que es muy probable se haya dedicado como un refugio a
la muerte del hijo, las “mujeres de servicio” fueron permanentes, hasta que Marisela
tuvo edad suficiente como para quedarse sola en la casa.
MEQ: Filomena.
MEQ: No mucho. Me acuerdo de Filomena que le leía a uno las manos y uno se
comía todo el cuento (risas).
MARISELA: Sí. Sí. Yo me acuerdo de una mujer de servicio que la iba a visitar
el novio todas las tardes a la casa. Sí. Claro, ellos me mandaban para afuera y
yo no entendía por qué y yo feliz porque me mandaban a jugar para la calle.
Pero yo me crié con mujer de servicio, porque mi mamá primero, o estaba
viajando, o estaba jugando bowling, o estaba jugando cartas y mi papá también
estaba volando. Después de los años eehh… ya cuando yo tenía 13 años, mi
papá tuvo una amante, entonces eehh… se fue de la casa y yo tenía un novio,
que fue mi primer noviecito que era Marcos, Marcos Pérez, no se me olvida…
yo creo que ese fue mi primer amor de la vida… con el no perdí la virginidad
(risas). (Historia de vida de Marisela).
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Marisela lista las razones por las que como dice “me crié con mujer de servicio” con
una gran aceptación, como algo normal. Esa ausencia materna fue sustituida por
mujeres de servicio, que por su falta de afecto al recordarlas, pareciera ser más bien
una sustitución de la practicidad cotidiana, es decir en lo que a alimentación,
limpieza, acostarse temprano, levantarla para el colegio, etc., se refiere. Marisela no
manifiesta hacia ellas el afecto de alguien con quien se compartió, sino el
agradecimiento de quien fue atendido y acompañada por ellas.
Intentando ocultar un hecho que afectó su vida en gran manera como veremos más
adelante, indica que “ya cuando yo tenía 13 años, mi papá tuvo una amante…se fue
de la casa y yo tenía un novio”. Y así dice que su papá, quien de niña la hizo feliz y
que se ausentaba pero por trabajo, le falla cuando tuvo una amante y se va de la casa
abandonándola y cambia de tema al de su primer “noviecito, su primer amor de la
vida”.
Pero, ¿Qué significa eso? ¿Cómo podemos interpretarlo? En su mundo y a esa edad,
un novio es alguien con quien se compartían sobre todo ilusiones, sueños,
esperanzas… el primer beso, la primera caricia, alguien que da afecto. Son
experiencias que marcan a una adolescente de 13 años, sobre todo cuando su vida ha
estado llena de soledad y falta de afecto. La joven se siente adulta, grande y se
enorgullece de su novio. Es el inicio de su ser mujer, su ser madre, porque con el
primer novio se piensa que va a ser para toda la vida. El que ella cambie el tema del
abandono del hogar por parte del padre rápidamente con el tema de su novio, es como
restarle importancia a otro hecho que le afectó profundamente.
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frente por qué él se iba. Yo lo descubrí a través de las puertas. O sea, yo
tenía…, además que yo tenía una edad fatal que era la aborrescencia y…
(Historia de vida de Marisela).
Así como el bramido del mar desde lejos precede a la tormenta, así
también anuncia esta tempestuosa revolución el murmullo de las
nacientes pasiones y una sorda fermentación con que se previene la
cercanía del peligro. Mudanza de genio, frecuentes enfados, agitación
continua de ánimo tornan casi indisciplinable el niño; sordo ahora a la
voz que ola con docilidad, es el león con la calentura; desconoce a quien
le gula y no quiere ya ser gobernado. (P. 274).
Son los años en los que los jóvenes comienzan a descubrir vocaciones, a fijarse metas
profesionales, equívocas en su mayoría, pero ya se comienza a hablar de desarrollo
profesional; comienzan los sueños de formar su propia familia y se va develando
quien se ha de ser en el futuro. Es una época en la que los cambios hormonales se
disparan y las experiencias que se viven afectan profundamente y tienden a
exagerarse las reacciones, así como los sentimientos. Se ama o se odia
profundamente.
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traición de su padre a su mamá manifestándose una solidaridad inmediata con ella, o
porque ahora su ida era permanente y por lo tanto también la abandona a ella. Cuando
Marisela dice “no me lo dijeron de frente” es un reclamo a la falta de honestidad de
sus padres para con ella, a la falta de coraje por parte de ellos de informarle de la
ruptura matrimonial. De nuevo, a sentirse ignorada en otra crisis familiar.
En éste párrafo Marisela nos envía varios mensajes, aunque desde luego el
fundamental es la desvinculación existente entre madre e hija, es evidente que no
existe un canal de comunicación entre ellas, pero resulta sumamente interesante ver
como Marisela nos sugiere su necesidad importante de establecer algún vinculo y el
mensaje nos lo envía al decir “por supuesto odié a mi papá” y es que aun sabiendo,
que su mama jamás se sentaría a compartir con ella el dolor de la pérdida, Marisela
establece una solidaridad automática con su madre, sin siquiera detenerse a analizar o
confirmar razones, simplemente odia a su papa.
Por otra parte nos confirma la búsqueda del afecto del cual carece, en otras personas
fuera de su entorno familiar, para Marisela no son los momentos familiares los que
marcan época, son los “novios” quienes determinan la época, no sabe a qué edad su
papa se ausentaba “Ahí yo tenía 12 años, 13 años” pero estaba completamente segura
de haberse empatado con Marcos a los 14.
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MARISELA: Recuerdo una vez que a mí me dio apendicitis y mi papá se enteró
después que me operaron y todo. Mi mamá tuvo que pedir…, después me enteré,
que pidió plata prestada para poderme operar, porque no encontraban a mi
papá y mi papá se enteró después, que yo tenía apendicitis, que pensaban que yo
estaba embarazada, porque (risas) ¿no te acuerdas que no era apendicitis sino
que era un ovario? ¿Te acuerdas de las hemorragias que me venían y me
venían? Entonces, cuando me operaron de la apendicitis, fue que descubrieron
que tenía un ovario quístico y bueno, ahí me sacaron el ovario, pero cuando el
médico empezó a inspeccionar, que era amigo de la familia, yo no había dicho
que 2 meses antes a mí no me venía la regla y él cuando tocó esa pelota
pensaba que era un muchacho y decía que cómo se lo iba a decir a mi mamá. Yo
lo que tenía era 13 años, 14 años no sé qué edad. Bueno, unos poquitos años
después, salí embarazada igual. Pero, pero nada, era un ovario quístico y me
quitaron el ovario, un solo ovario y mi papá apareció mucho tiempo después, o
sea, yo odié a mi papá mucho. (Historia de vida de Marisela).
Marisela nos reafirma tres cosas, primero la desvinculación de sus padres hacia ella,
que mas que una desvinculación pareciera una ausencia casi absoluta de ambos, al
tener que enfrentar prácticamente sola, una situación de salud con “las hemorragias
que me venían y me venían” a sus 13 o 14 años. La segunda cosa que nos evidencia
Marisela, es la solidaridad automática con su mama, “yo odie a mi papá mucho” y el
reconocimiento a una madre que no estaba, al enaltecer su acción al pedir prestado
dinero para la operación. Y la tercera, es la total falta de comunicación en el grupo
familiar cuando Marisela recuerda que “yo no había dicho que 2 meses antes a mi no
me venía la regla”, siendo ese un aspecto de la salud femenina que puede involucrar
muchas cosas.
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así… o sea, eso era lo que yo tenía y eso era… no conocía otra cosa, entonces,
no sé en qué me refugiaba porque… (Historia de vida de Marisela).
Ahora Marisela hace ese difícil reconocimiento de tener una madre indiferente a
quien la ausencia de sus dos hombres (esposo e hijo) le colmaban su atención, la
aceptación de la indiferencia de la madre y el no tener en el núcleo familiar a nadie en
quien apoyarse. La aceptación de haber tenido que aprender a vivir así, sin afectos,
sin vínculos familiares, con el peso de un apellido que no se reflejaba en su diario
vivir. Teniendo que sustituir los afectos familiares con primos, vecinas, novios.
MEQ: ¿Y en el colegio?
Yo siempre he sido como más apegada a mi papá, yo creo, siempre, a pesar que
lo odié el tiempo que tuvo su amante, era horrible porque no le hablaba, yo era
muy rebelde… muy, muy rebelde en ese sentido… de verdad que… ¡perro! Era
bastante rebelde yyyy… (pausa corta) así de adolescencia… esteee… tenía mis
amigos, pero ¿en qué me refugiaba Maru? La verdad es que no sé, no sé, no sé
porque eso fue lo que conocí. O sea, es lo que conocí de pequeña. Tú por lo
menos tenías hermanas, pero yo no tenía hermanas. Ya ni siquiera mi hermana,
que cuando comenzó a salir con Juan me obligaron a ser chaperona de ella, que
era terrible porque peor, más arrechera… Ella no se acuerda de nada de eso
(risas), ella no se acuerda que me tenía arrechera. Porque yo se lo dije en estos
días y ella no se acuerda -“¿Yo?” Uhmmm…Me acuerdo una vez que la caché
fumando y le dije: “Te voy a acusar” y casi que me asfixió con una almohada
(risas), yo casi que me muero… yo juraba que me iba a morir (risas). (Historia
de vida de Marisela).
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Marisela nos habla de una amiga de su infancia, que, más que amiga, parecía ser
alguien con quien compartir el rato en la escuela y es que las ausencias afectivas de
Marisela, a pesar de ser de todas las instancias familiares, donde más se pronunciaban
era, en la ausencia afectiva de madre, es por ello que esta amiga no llena sus vacios y
a pesar de aceptar que, aun existiendo su hermana no se comportaba como tal y por lo
tanto no la tenía, definitivamente no quería aceptar que tampoco tenía padres. Esto
nos lo dice cuando intenta establecer ese refugio en su amiga y termina hablando de
su papá, quien es definitivamente su único vinculo familiar, su único afecto real y
aunque ella trata de desviar el odio a su papá hacia la amante y al consiguiente
abandono a su mamá, lo que en realidad nos dice Marisela, es que lo odió por haberla
abandonado también a ella.
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MARISELA: ¡Muchacha! que nos fuimos al apartamento de la mamá de Tomás.
MEQ: Que hicimos una torta, que Tomás se quemó la cara con el horno que le
explotó ¿Te acuerdas? (risas) se quemó la cara… sí yo me acuerdo de eso…
MARISELA: Yo era noviecita de Marcos y tú de Tomás. Me acuerdo de eso. Oye
sí… Yo me refugié en Marcos muchísimo. Ahora que tú dices un refugio sí,
porque yo adoraba a Marcos… Marcos me dejó por otra…
MEQ: Muérgano…
MARISELA: Sí chama, que bicho y yo lloré. Lloré con Patricia, que era la mujer
de servicio que estaba en ese momento en mi casa, que era una colombiana, y la
Patricia lloraba conmigo… lloraba y lloraba y lloraba (risas)… Me dejó por
otra. Esa otra está casada hoy en día con él. (Historia de vida de Marisela).
En todo este anecdotario Marisela nos habla de dos puntos importantes; primero que
cuando al fin consigue una relación que le brinda el afecto que creyó verdadero, debe
enfrentar la desilusión que representa el volverse a sentir abandonada cuando esa
relación termina y segundo, contrario a lo que hubiera deseado, que es que su mamá
la reconfortara por la pérdida, con quien consigue compartir su tristeza es con la
mujer de servicio que en ese momento trabajaba en su casa.
MEQ: ¿A si?
MARISELA: Sí, era compañera mía del liceo. ¡Ah no mentira, mentira! El
estuvo con la otra, después la dejó y después conoció a una compañera mía del
salón y con esa se casó y está todavía casado con ella. Viven en Miami. Me lo
encontré en el Facebook. Ese Facebook es una maravilla y una raya también
(risas). Pero… sí, después de Marcos que fue mi noviecito, mi primer noviecito
que yo juraba que ¡bestia! que me iba a morir cuando ese muchacho me dejó,
conocí al papá de mi hijo… Yo tendría…
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MARISELA: Oye eso fue un trauma, porque ahora que me acuerdo, mi papá
regresó a la casa después de casi 3 años, 2 años… esteee… mi mamá lo aguantó
todo y mi papá volvió y regresó a la casa. ¿Cómo fue ese rollo? No sé, porque
como te digo, a mí me tenían como aislada de todo eso… (Historia de vida de
Marisela).
Mi papá regresó a la casa (pausa corta), sí, cuando yo tenía como 16 años y
vine yo a salir embarazada a los 17. Ya va, que yo conocí al papá de Manuel,
yyyy… me acuerdo que yo, yo cuando salí embarazada, o sea, yo salí
embarazada a que, a los 17 años, yo conocí al papá de Manuel…(Historia de
vida de Marisela).
“Y vine yo a salir embarazada a los 17” dicho como quien comete una estupidez, con
sentimiento de culpa por el error cometido y asumiendo las consecuencias que ese
error pudiese traer.
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vomitando en el carro desde aquí de Caracas, hasta Morrocoy vomitando y ahí
fue cuando me acordé, que a mí la regla no me venía desde Diciembre y era
Febrero, pero acuérdate que yo tenía el problema del ovario, o sea, que a mí la
regla me venía cada 2 meses, y yo pensé, que cada 2 meses me venía la regla y
que yo pensaba que no podía salir embarazada, porque yo tengo un solo ovario
y Andy tiene una sola bola.
MEQ: Ah muy bien.
MARISELA: (risas) Entonces, yo decía, (risas) por lógica, (risas) por lógica,
por lógica no voy a salir embarazada, porque si este es monobólico y yo soy
monoovarica, coño ¡ay que echarle pichón! No le echamos mucho pichón,
porque salí embarazada igualito (risas). Y que el método del ritmo, pero entre
ritmo y que los dos somos así que nos faltaba una cosa, salí embarazada
igualito. Salí embarazada (pausa media) y eso fue realmente traumático.
MEQ: ¿Qué te dijo tu hermana, tu hermana no te dijo nada porque tú ibas
vomitando, ella no sospechaba?
MARISELA: Sí, sí, apenas llegamos a Morrocoy, me dijo que “si yo no estaba
embarazada.” Que si yo no pensaba que estaba embarazada. Y yo allí me fui en
llanto y le dije que sí, que yo pensaba que estaba embarazada.
MEQ: Y tu hermana te lleva 10 años, o sea, que si tú tenías 17 ella tenía 27, o
sea una mujer adulta.
MARISELA: Ya casada y con 2 hijos, acuérdate. Yo le dije que sí, que creía que
estaba embarazada y cuando llegamos a Caracas, yo me hice el examen de…
que me hice la prueba de embarazo y efectivamente salí embarazada ¡Dios! Yo
sentí que el mundo se me cayó Maru, eso fue ¡Dios mío!, o sea, (pausa corta) de
mi boca, a partir de ese momento, yo nunca pude decir “estoy embarazada”.
Eso todo lo dijo mi hermana. Yo le dije a Laura: “mira”, le enseñe la prueba.
Yo todas las mañanas me levantaba para ir al liceo y vomitaba, a mi me pegó
mucho el embarazo y mi mamá, yo no sabía que se paraba en la puerta del baño
a escucharme (pausa corta) entonces, ella me preguntaba “¿tu vomitabas, tú
estabas vomitando?” Y yo le decía “nooo, yo vomitando, nooo” y entonces, ella
fue a donde mi hermana y le dijo, mi mamá a mi hermana: “que ella sospechaba
que yo estaba embarazada” y Laura le dijo: que yo estaba embarazada. Mi
mamá, lo primero que me dijo fue, que ahora por culpa mía, mi papá se iba a
volver a ir de la casa. Ella no me dijo nada, sino que “ahora que tu papá volvió,
cuando se entere de esto, se va a volver a ir de la casa” (Historia de vida de
Marisela)...
La comunicación entre Marisela y sus padres es tan nula, que ella utiliza a su
hermana como canal para informarle a su mamá que está embarazada. Nos dice
también que en ese momento determinante en su vida, ni su hermana ni su mamá la
apoyaron y la repuesta de su mamá a la noticia del embarazo, fue advertirle que
después de haber resuelto la separación por la otra mujer, ella con su embarazo estaba
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poniendo en riesgo la estabilidad del matrimonio. De hecho, su mamá, aun antes de
que sucediera cualquier cosa, la responsabiliza por la amenaza a su matrimonio. “Ella
no me dijo nada, sino que “ahora que tu papá volvió, cuando se entere de esto, se va
a volver a ir de la casa”, es probable que ésta sea la causa por la cual ella dijese en
párrafos anteriores “y vine yo a salir embarazada a los 17”, con culpa, ya que haya o
no haya sucedido lo que la madre le dijo, la culpa de cualquier cosa que pudiese pasar
en su familia recaería sobre sus hombros por su embarazo.
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De nuevo Marisela sola. Ninguno de los integrantes de la familia tuvo palabras de
apoyo hacia ella, sólo propusieron soluciones que le evitaran situaciones incómodas
socialmente a su mamá sobre todo de mi mamá que estaba muy pendiente del qué
dirán. Y de nuevo Marisela decide por ella, así como lo hizo cuando tenía 8 años y su
hermano murió que busca el consuelo en su primo y sus vecinas, esta vez se negó a
todo lo que su familia le propuso, su madredad se impuso y se casó con el padre de su
hijo, aunque desde el principio se deja ver que la relación será difícil ya que “Una vez
casados, Andy, que era una persona muy dañada, planteó que yo abortara después
de casada, también me lo planteó él.”
MEQ: ¿Tú te casaste con Andy obligada o te casaste con Andy porque tú
quisiste?
MARISELA: Yo quise, yo quise casarme.
MEQ: Tú estabas enamorada de Andy.
MARISELA: Uf! Si, ciegamente enamorada. Esteee, el matrimonio con Andy fue
realmente traumático. Mi embarazo con Andy fue realmente traumático, fue
muy, muy fuerte. (Historia de vida de Marisela).
A diferencia del trauma de la travesura con Pedro siendo una niña, cuando Marisela
dice que su matrimonio y embarazo con Andy fueron traumáticos, se refiere
realmente a un trauma, entendiéndose como “emoción o impresión negativa, fuerte y
duradera” según el Diccionario de la Real Academia Española (2001). Y a pesar de
ello, ella estaba ciegamente enamorada de él. Comienza la búsqueda de Marisela, del
afecto del que carece en su hogar, pero esta vez desde su sentir madre-mujer y ya no
hija.
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casado conmigo, que por mi culpa porque yo salí embarazada y entonces… él
podía hacer lo que le daba la gana, (pausa) y se iba de rumba todas las noches
y regresaba al día siguiente y me sacaba en cara que, (pausa) que me la tenía
que calar pues, que fue una decisión mía haber tenido a Manuel, haber tenido
mi hijo, que salí embarazada porque no quise abortar, entonces que me las tenía
que calar todas. Andy (pausa) como era tan dañado, más de una vez se llevaba
mi carro que era mío porque me lo regalo mi papá y llegaba 2 días después con
el carro lleno de todos los dañados habidos y por haber, (pausa) y yo lloraba,
yo lloraba muchísimo embarazada, yo me acuerdo porque yo estaba sola y
(pausa) a veces el papá de Andy se iba y yo atendí… además, que cuando yo me
casé con Andy, yo no sabía ni freír un huevo, yo no sabía hacer nada, porque mi
mamá toda la vida como te digo, yo me crié con una mujer de servicio y me
encontré de repente con una casa con 2 hombres y una barriga y aparte de eso
que Andy (pausa) vendía droga (pausa) o sea, allí descubrí que Andy… yo sabía
que era dañado, pero yo me encontraba… no teníamos para leche, no teníamos
para comprar leche, pero si había debajo de la cama bloques de marihuana. Ahí
descubrí que Andy… pero yo me la tenía que calar, porque yo decidí tener a
Manuel. (Historia de vida de Marisela).
Marisela relata cómo su matrimonio con Andy estuvo marcado por el maltrato
psicológico desde el primer momento. No sólo le pide que aborte al casarse, sino que
luego la culpa de su matrimonio por haber quedado embarazada y no abortar. Y
Marisela como siempre sola. Además de eso sin saber qué hacer, sin estar preparada
para una vida en pareja, culpando sutilmente a su mamá cuando dice “yo no sabía
hacer nada, porque mi mamá toda la vida como te digo, yo me crié con una mujer de
servicio”. Quizás, la única lección que aprendió de su mamá era soportar todo por
mantener el matrimonio.
MEQ: Y tu aja, pero tú, o sea, eso era lo que él te decía, pero tú ¿cómo te
sentías al respecto, tú sentías que te la tenías que calar?
MARISELA: No. Yo en un momento, vamos a… no si, si. A mi Andy logró
ponerme la autoestima muy, muy baja, claro la autoestima me la puse yo, hoy en
día uno lo puede entender, pero yo primero me sentí totalmente sola, o sea otra
vez (pausa) estee y me acuerdo cuando Manuel nació, bueno Andy estuvo allí y
todo, pero ya, cuando Manuel nació, menos podía salir yo porque tenía a
Manuel pequeño y Andy salía mas y (pausa)… Andy fue muy agresivo conmigo
en un momento dado. De hecho cuando yo me fui de casa de casa de Andy…
(Historia de vida de Marisela).
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Hoy día Marisela entiende que la autoestima es una valoración positiva de uno
mismo, a los 17 años siendo todavía una adolescente, lo que se recibe de las demás
personas tiene una gran influencia. Es por eso que Marisela dice que “Andy logró
ponerme la autoestima muy, muy baja” y de nuevo la aceptación de su soledad, “me
sentí totalmente sola, o sea otra vez”. De hecho del momento cuando nace su hijo,
solo dice que “Andy estuvo allí y todo” pero no nombra a su familia de origen
acompañándola en ese momento.
MEQ: ¿A dónde?
MARISELA: A mi casa de nuevo. Yo me acuerdo que ya las cosas estaban muy
mal con Andy, era muy agresivo, yo creo que es por culpa de la droga, porque
Andy fue (pausa)… me levantó la mano más de una vez (pausa), o me metió
unos empujones gigantescos… una vez me dejó encerrada arriba y allí estuve
sin comer, porque me dejó encerrada en la parte de arriba (pausa) con Manuel
(pausa). Tuve que, que esperar hasta la noche que llegara el papá y me fueran a
abrir arriba, porque me dejó encerrada en la parte de arriba y la cocina estaba
abajo… o sea, estuve encerrada porque él se fue (pausa) me dejaba encerrada.
Muchas cosas con Andy yo pasé muy feas, muy, muy feas… o sea de verdad que
(pausa) con la barriga yo lloré mucho y después cuando nació Manuel lloré
mucho y, y (pausa) y yo no, yo no me fui, Andy me botó de su casa, porque
tuvimos una discusión él y yo… la cosa estaba muy mal y yo le había dicho a
Laura que mi relación, Laura es mi hermana, que ya la relación con Andy
estaba muy mal, que ya yo no quería seguir viviendo allí y ella se lo dijo a mi
mamá y mi mamá dijo que, qué bueno, que para donde iba a ir yo (pausa) “para
dónde vas a ir tu, si tú te separas de Andy?” (Historia de vida de Marisela).
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ya que dadas las características de Andy, dicha relación pudo haber generado una
situación de violencia que lamentar.
MARISELA: Entonces tuve que volver otra vez a casa de Andy y cuando Andy y
yo tuvimos una discusión, que me sacó a empujones de la casa (pausa) me
acuerdo que yo tenía a Manuel cargado en los brazos, estee mi mamá y mi papá
estaban de viaje en Costa Rica, entonces agarré mi carro y me fui a casa de mis
padres (pausa) y llore muchísimo y llame a Oscar mi primo, mi primo (pausa) y
yo todavía en la noche pensaba que Andy me iba a llamar para decir que
volviera y Andy me llamo en la noche, pero para decir que fuera a buscar todo,
la cuna y todas las cosas. Y bueno, fue Oscar, busco la cuna y Oscar se quedó
conmigo todos esos días en la casa. Esteee Andy por supuesto, como es lógico
(pausa) se arrepintió, se arrepintió después, pero yo no me arrepentí después. O
sea yooo, yo me separé de él. También me enfoque mucho en mis amigos, fue
cuando conocí a lo de los ícaros y empecé a andar con la gente de los ícaros,
que, que fue horrible, porque entonces Andy, como se arrepintió, empezó a
perseguirme por toda Caracas y era, era fastidiosísimo, era hasta amenazante,
porque Andy más de una vez me agarraba y me amenazaba.
MEQ: ¡Aja! pero cuando regresaste, me estás diciendo que cuando regresaste a
casa de tus padres, tus padres estaban en Costa Rica.
MEQ: O sea que tu papá no sabía, que tu mamá había dicho que por culpa tuya
él se iba a ir de la casa.
MARISELA: No. El se puso muy bravo, porque se entero, que mi mamá había
dicho que yo para donde iba a ir si ya no estaba más con Andy.
MEQ: Ah ok.
MEQ: O sea que para tu papá, la casa de tus padres siempre iba a ser tu casa,
más no así para tu mamá.
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MARISELA: Si. Si, si es así, porque mi mamá da respuestas así… mi mamá es…
yo la quiero mucho, pero… hoy en día uno perdona, pero hay cosas que tú
dices… bueno y Laura y yo sabemos que nos cuesta pues… entonces (pausa).
Bueno cuando regresaron, ya yo estaba allí. Yo sentí mucho el apoyo de mi
papá, pero mi papá a pesar de… cuando yo me case con Andy, mi papá no fue
al matrimonio, fue nada mas a firmar, porque yo era menor de edad, pero a
pesar de todo eso, mi papá siempre me apoyo, o sea mi papá me llevaba
pañales, mi papá me llevo un televisor, o sea mi papá me iba a visitar todos los
días, el estaba muy pendiente de mi. De hecho mi hijo se llama Manuel por mi
papá. (Historia de vida de Marisela).
Es decir, que al papá regresar a su vida, el odio que le tenía se acabó. Por lo que el
motivo de ese odio fue por haberla abandona a ella, más que por empatía hacia la
madre.
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MARISELA: Que estuvo fuera. Y después, mi hermana me convenció, que
conociéramos a la amante (risas) y yo le dije a Laura que no quería conocer a
la amante y resulta, que el hijo de la amante se enamoró de mí y me mandaba
chocolates y me conoció solo un día, una vaina absurda. A mí se me fue
pasando la arrechera con mi papá y después cuando volví a la casa ya yo no
estaba arrecha con mi papá, pero...
MEQ: Nadie te obligo a casarte Marisela…
MARISELA: No, yo quise casarme ¡que galla! Más nunca lo haré. De hecho yo
aprendí mi lección bien aprendida, fíjate tengo 44 años y mas nunca (risas)… yo
te lo juro Maru, que yo me casé enamorada ciegamente, creyendo en las
películas románticas, o sea yo juraba que eso era así, que… y el cambio fue
totalmente radical. (Historia de vida de Marisela).
Cuando Marisela dice que se casó creyendo en las películas románticas se refiere a
que creía que el amor y la relación perdurarían en el tiempo, que su esposo la trataría
con respeto, consideración y sobre todo amor, que serían siempre ella, su esposo e
hijo. Hacer de su familia, la familia que no tuvo. Y la realidad fue totalmente
contraria a lo que ella en su juventud soñaba.
MEQ: Bueno, pero es que, de una película romántica a vivir con un drogadicto,
la diferencia es grande.
MARISELA: Bueno es que Andy… bueno Andy estuvo preso.
MEQ: ¿Estando tú con él?
MARISELA: Nosotros nos separamos (pausa) estee, ya estábamos divorciados…
primero, el no quiso firmar el divorcio, lo firmo unos años después que yo. Yo
puse la separación y el siempre andaba con esa indecisión que uno a veces cae
que sí, que no, que si… y yo me empaté con Antonio.
MEQ: Ya va, taima, pero, ¿quién fue el de la idea del divorcio, tu, Andy, tu
mamá, tu papá?
MARISELA: Yo, pero mi papá me apoyo. Mi papá fue el que me dio la idea. Mi
papá fue el que busco al abogado y todo.
MEQ: ¿Y tu mamá?
MARISELA: No se metía mucho en eso. La verdad es que no se metía mucho en
eso.
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De nuevo se siente ignorada por su mamá, pero en esta oportunidad, cuenta con el
apoyo y compañía de su papá.
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las 4 de la mañana, ya yo estaba haciendo la cola, con todas las negras, que no
es porque sean negras, si no porque ahí, la única catira era yo. Me tenía que
poner la pinta más zarrapastrosa.
Yo dejaba el carro debajo de un puente y me iba caminando (pausa) solita
(pausa). Conocí historias como tú no tienes una idea, ahí si puedes sacar tú una
tesis de grado, en esas colas, porque me rodee de toda la gente de barrio y
aprendí a hablar como ellas, porque era la única manera de subsistir pues. Me
hice amiga de la líder de todas esas mujeres que iban a visitar a sus maridos
allá adentro y me enteré de cuentos… esas tipas mataban gente, cuentos fuertes,
muy fuertes.
Me acuerdo una vez… y al entrar allí… entonces… Andy contrató un tipo, uno
de esos presos que tienen años, entonces me iban a buscar, me esperaba abajo y
me llevaba hasta el pabellón (pausa) y después salía yyyy (pausa) y una vez me
acuerdo, que me cayeron a rolazos porque hubo un motín en la cola y a mí me
cayeron a rolazos, a todos, y a mí me dio una… bueno, yo me acuerdo que yo
me senté frente a una acerita afuera, frente a la puerta del Retén, lloré tanto,
estaba sola ¿no? siempre iba sola, llore tanto, tanto, tanto, tanto, que salió el
Director del Retén de Catia a decirme que pasara, la cosa era así como … así
que yo no había llorado durante 6 meses, porque estuve yendo 6 meses (pausa)
estee y bueno, yo me acuerdo que yo dije ese día, que yo no iba a ir mas al
Retén de Catia. (Historia de vida de Marisela).
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MEQ: Manuel tenía que edad, ¿3 años?
MARISELA: Si, más o menos tenía como 3 años…
MEQ: ¿Y tú, que estabas haciendo con tu vida, estabas estudiando, estabas
trabajando?
MARISELA: Estaba estudiando, estaba estudiando (pausa) psicopedagogía y
era cheerleader. Éramos el boom de las cheerleader y éramos famosas
entonces, ganaba dinero. Hicimos cuñas, televisión… en ese momento.
MEQ: Eran las cheerleaders en básquet ¿no?
MARISELA: Si, de básquet. Después fuimos a Margarita eehhh… una vez que
fui al Retén, fue muy fuerte porque me desnudaron completica Maru… me
sacaron el tampax, o sea la tipa me tocó, yo no sabía que era la lesbiana de las
mujeres que estaban allá, ya ellas me conocían de tanto verme, pero cuando me
tocó, ellas mismas se pusieron como nerviosas, me llevó a un cuarto y me
desnudaron completo y me hizo sacar el tampax, pero yo estaba tan rebelde, tan
arrecha, que yo recuerdo que yo me saque el tampax y se lo mostraba así y le
decía “¿ahora tu no lo vas a tocar? Ahora lo vas a tocar y lo vas a deshacer” y
tuvieron que buscarme papel y todo, porque después no tenía con… pero
también, lo más fuerte fue ese día y yo le dije a Andy, que yo no iba a ir mas y
cuando yo dije que yo no iba a ir mas, la familia de él se ocupo de él. O sea,
porque no se habían ocupado de él.
Entonces, yo estuve como 5 meses sin ir, después el salió al mes y me buscó y yo
volví con Andy, pero duré 1 semana. O sea nosotros nos vimos, salió, x,
estuvimos ahí como varias veces juntos, hasta que yo me di cuenta que yo había
cambiado definitivamente, que ya no era la misma niña que tenía 17 años
(pausa) y yo se lo dije a él, o sea que ya era definitivo y efectivamente, esa fue la
última vez que estuve con Andy (pausa).
MARISELA: ¿Y Manuel? O sea tú estabas estudiando, tenías las cheerleaders
que supongo que te quitaban tiempo, porque yo me acuerdo que María a veces
desaparecía y si no eran las cheerleaders, entonces eran los contraticos que les
hacían a ustedes, publicidad y tal y no sé que más que parecían unas momias
ahí (risas) estee y Manuel a todas estas ¿con tu mamá?, ¿tu mamá te ayudo con
Manuel?
MARISELA: Manuel iba mucho conmigo. Manuel era la mascota de las
cheerleaders, mucho, mucho iba conmigo a todos lados y cuando me tenía que
ir de viaje, me ayudaban mi mamá y mi papá, pero más que todo mi papá que ya
estaba jubilado de Viasa. Mi papá fue el que crió a Manuel prácticamente. Mi
mamá también, pero mi papá ya estaba jubilado de Viasa y… mas recuerda
Manuel a mi papá, que a mi mamá incluso, o sea a los dos… yo de verdad que
ellos si me han ayudado con Manuel bastante, gracias a Dios, o sea en eso si
puedo contar con… porque cuando yo me separe, me fui con ellos y nada, pues,
ellos asumieron a Manuel más y a mí y (pausa) y siempre conté con ese apoyo.
(Historia de vida de Marisela).
53
Marisela, a diferencia de su mamá luego de la muerte de Jimmy, siempre mantuvo a
Manuel a su lado. Según sus palabras “Manuel iba mucho conmigo…a todos lado…”
y cuando nombra a quienes la apoyaron con el niño cuando le tocaba ir de viaje, si
bien es cierto menciona a ambos padres, señala que su papá fue “el que crió a Manuel
prácticamente”, para reforzar sus palabras indica que su hijo recuerda más a su
abuelo que a su abuela, aunque al final trata de incluir a su mamá. Es más, cuando no
termina la frase” o sea en eso si puedo contar con…” parece tener la intención de
decir que en lo que respecta a su hijo si contó con su mamá, pero al no terminar la
frase deja un espacio que da a pensar que no es así, que quien realmente le ayudó con
su hijo, fue su padre.
Por otro lado, la pausa que hace luego de “ellos asumieron a Manuel más y a mí…”
es como si el asumido hubiese sido Manuel únicamente y el apoyo a Marisela fue,
ayudarla a cuidar al hijo mientras ella no estuviese.
Cuando le pregunto a Marisela si la relación entre ella y su mamá mejoró cuando ella
regresó al hogar materno, ella responde que sí pero después de una pausa, como si se
estuviese armando de valor para decir lo que a continuación dice, que es que su
mamá fue quien cambió, es decir que quien fallaba era la madre, no la hija; quien
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tuvo que entender y aceptar haberse equivocado fue la madre, no la hija; y aunque su
mamá repite con su nieto su patrón de conducta, ya que no deja de lado las
actividades sociales por el nieto, para Marisela es un hecho normal pero ahora se hace
más llevadero ya que tiene a su papá ahora permanentemente a su lado porque está
jubilado y de nuevo cambia de tema abruptamente.
Es interesante ver cómo, para juzgar a la madre, para reconocer los errores de
la madre, la hija se debe llenar de valor, aunque de inmediato la enaltece cuando
reconoce el cambio en la madre. De nuevo se evidencia en este párrafo la falta de
comunicación entre madre e hija, ya que ni siquiera ante este hecho de reconciliación
entre madre e hija, “nunca hablamos de eso.”
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llego a querer a Antonio, porque Manuel sufrió mucho la separación de Antonio
y Antonio también.
Después Antonio iba a visitar a Manuel y así estuvieron como dos años, hasta
que Antonio conoció a una mujer y se casó. Una semana antes de casarse me
fue a buscar, nunca se me olvida eso… pero bueno… yo conocí a Hugo después.
Hugo León (risas). Con Hugo estuve cinco años de mi vida. (Historia de vida de
Marisela).
De este relato de Marisela, lo que más resalta es su preocupación como madre esta
vez, que su hijo no vuelva a sufrir por sus decisiones y se propone que a partir de ese
momento, Manuel no confunda ninguna de sus otras parejas con su papá a pesar de
los defectos que él pueda tener. Con ello nos deja ver la importancia que para
Marisela tiene la figura paterna. De igual manera y contrario a lo aprendido en su
casa, Marisela se aboca a su hijo, no solo relacionándose con él en todo momento,
sino en las demostraciones de afecto que le brindaba.
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MEQ: O sea que lo que tú ganabas era para gastarlo en ti y en Manuel.
MARISELA: Si y en el colegio de Manuel. Mi papá me ayudaba a veces con el
colegio de Manuel. Estaba el apartamento de Macuto, se alquilaba y eso era
para pagar el colegio de Manuel. Manuel estudió en un buen colegio, estudió en
la Salle la Colina, eh… si fue así, fue así. Yo me dedique a eso, después he
brincado de trabajo en trabajo… después que fue teatro, me acuerdo que me
propusieron trabajar en RCTV en una novela, yo no quise y me metí a
aeromoza. Estando empatada con Hugo… no ya había terminado con Hugo…
ya había terminado con Hugo. Hugo y yo estuvimos 5 años y a mí, el amor por
Hugo a los 4to o 5to año se me fue, se me fue yendo poquito a poco. Yo me fui
preparando pa’ terminar con Hugo, porque sabía que eso no iba para ningún
lado. Me di como cuenta y… y llego un día que dejé a Hugo y nos dejamos
pues… hoy Hugo es uno de mis mejores amigos. Entonces bueno, estee… pa’
ver si no me brinco nada (risas) a veces me brinco cosas, he tenido de todo un
poquito…
MEQ: Vida intensa.
MARISELA: Si… eso sí, ha sido intensa… yo no me quejo. Después me metí a
aeromoza, ahí si de verdad tenía el apoyo 100% de mis padres, porque ahí,
siendo aeromoza, si estaba más tiempo fuera. Volaba, el primer año volé puro
nacional, después volé internacional y fui aeromoza por muchos años.
MEQ: Ya va, pero ¿qué quieres decir que tenías el apoyo de tus padres porque
estabas siempre fuera? no entiendo.
MARISELA: Porque cuando yo me metí a aeromoza, si… antes Manuel, por lo
menos iba conmigo a la escuela de teatro, cuando yo era cheerleader siempre
estaba conmigo, cuando me metí a aeromoza, yo no me podía llevar a Manuel
en el avión.
MEQ: Y se los dejabas a ellos.
MARISELA: Y se los dejaba a ellos. Ellos si… en eso si sentí el apoyo 100% de
ellos. Ellos cuidaban a Manuel, cuando yo volaba, cuando yo volaba, esteee si
estaban mis padres ahí. Manuel estaba pequeño 7, 8, 9 años, claro, entonces
cuando venía, siempre estaba con Manuel, me lo llevaba para la playa o x,
pero… si, ellos si me apoyaron ahí. Después que terminé con Hugo, conocí a…
¿tengo que decir a todos? (risas)… Juan Luis, Juan Luis (risas)… Juan Luis ¿te
acuerdas de Juan Luis de los tantos? ¡Uy! yo no sé que me dio a mi ahí… bueno
pues, después de Juan Luis, no es tan importante, pero después conocí a
Guillermo. Guillermo fue muy fuerte Maru, también… fue una relación muy
fuerte. Yo creo que tú también la viviste. A Guillermo le decía el menor porque
era menor que yo 7 años (risas).
MEQ: Coño sí que intenso ese carajito ¡qué barbaridad!
MARISELA: Si chama. Yo conocía a Guillermo, el tenía ¿Qué? Yo 30 y el 23…
MEQ: Yo nunca entendí eso.
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MARISELA: yo tampoco, hoy en día, pero… coye vale me atrapó. A veces yo
digo, que es necesario a veces vivir cosas para no repetirlas, si aprendes
realmente la lección, porque si no aprendes realmente la lección te quedas
allí… y yo aprendí mi lección con Guillermo. Tanto que después de Guillermo
yo no he vuelto a tener novios así que duren tanto, porque el “hipo”, el “hipo”
fue antes de Guillermo. El “hipo”… ¿te acuerdas que me dejo por hipo? (risas)
MEQ: Si… que vaina tan loca, tú le causaste el hipo al tipo (risas)
MARISELA: Era un piloto. Cuando yo era aeromoza conocí a Julio y nos
empatamos así intensamente también, que cónchale… ese fue otro que mi papá
se enamoró de él, mi mamá se enamoró de él, todo el mundo, yo me enamoré
también de él y nosotros en un año no peleamos, nunca peleamos y me acuerdo
que, cuando al tipo le dio un ataque de hipo chama, el gurú… porque resulta
que el creía en Sai Baba y su gurú me echo la culpa a mi del hipo (risas)
después de habernos querido tanto. Y recuerdo que yo lloré mucho, porque yo
puedo entender que te dejen por otra chama o porque agarraste una arrechera,
pero ¿qué te dejen por hipo? (risas) eso lo puedes poner en “nuestro insólito
universo”.
Al tipo le dio un ataque de hipo, lo hospitalizaron en la Clínica Sta. Sofía, al día
siguiente vino el hijo del gurú, lo encerraron en un cuarto y me echaron la
culpa… ¡ah no! yo me fui con el hijo del gurú a una clínica en El Rosal a uno de
esos médicos de Sai Baba que curaban tridimensionalmente, de esos que te
meten la mano y te curan y a mí me botaron, porque yo era la causante del hipo,
cual Anita la Huerfanita me botaron de la clínica, porque yo era la causante del
hipo… o sea me miraron con odio, la enfermera, el gurú tridimensional, el hijo
del gurú, o sea botada … resulta que la causa del hipo era yo. Chama, eso si
eran locos chama, yo lloré mucho, porque yo no entendía que me dejaran por
hipo.
MEQ: O sea un coñasito más para la autoestima.
MARISELA: (risas) Me dejaron por hipo chama… yo no entendí… que loco… el
tipo lo que estaba es loco. Me acuerdo del apoyo de mi papá ese día ¿sabes?
porque mi papá me llevó a pasear en avión, en una avioneta, porque yo no
podía parar de llorar. (Historia de vida de Marisela).
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MARISELA: Si, todos.
MEQ: Tú has involucrado a Manuel siempre en tu vida, en todas partes.
MARISELA: En todas partes. Todos han conocido a Manuel. Debe ser por eso
que últimamente no quiero que conozca a nadie. Todos. Julio también tenía
hijos. Tenía 2 hijos, de los cuales uno era contemporáneo con Manuel. Nosotros
nos íbamos de viaje a cada rato, para Sta. Elena de Uairen, que si para la Gran
Sabana, que si para la playa, que si yo dormía allá, el se venía para acá… la
familia feliz, los dos hijos de él, mas el mío… todo el tiempo. Pero a Manuel
nunca le cayó Julio. Nunca.
MEQ: ¿Y alguna vez Manuel te puso peros (pausa) te puso peros por las
personas con las que tú salías? ¿Alguna vez el se te rebeló al respecto o
siempre…?
MARISELA: Si se me rebeló con Guillermo, con Guillermo fue…
MEQ: Coño pero es que Guillermo fue bien violento. Estaba loco de perinola.
MARISELA: La relación con Guillermo fue muy fuerte chama. Yo no aprendí
con Andy los golpes, pero los aprendí después con Guillermo. Y Guillermo
¡perro!…
MEQ: Guillermo tenía 27 ¿Y Manuel tenía que edad?
MARISELA: No. Cuando yo me empaté con Guillermo yo tenía 30, el tenía 21,
no él tenía 23 cuando yo me empaté con Guillermo. Si yo tenía 30 menos 18,
Manuel tenía 12 años. Yo me empate con Guillermo estee… y al año de estar
empatada con Guillermo, fue que descubrí la personalidad de Guillermo esa
cuando tomaba, en Las Mercedes. Que eso lo vio… no Manuel no lo vio… lo
vio… no sé si Manuel se despertó esa noche, que fue un día en Las Mercedes
que un amigo de Guillermo me vio y me abrazó de pana, así que “qué bueno
que estas con Guillermo” y cuando salí, que Guillermo me agarró a coñazos
chama, en plena Avda. Principal de Las Mercedes, pero a coñazos con puño
cerrado y rompió una botella y me amenazaba con la botella…
MEQ: ¿Y cómo llegaste a tu casa?
MARISELA: El no me dejaba montar en el carro, pero cuando se dieron cuenta
de la coñaza, vino un grupo, una patota de allí de Las Mercedes, puros tipos y
entre ellos se hicieron una señal y vinieron a quitarme a Guillermo de encima y
unos de ellos, me acompañaron al carro y otros mantuvieron aparte a
Guillermo y yo me monte en el carro y salí corriendo y llegue a mi casa.
Guillermo llego a la media hora a mi casa en un taxi, haciendo un escándalo,
rompiendo ladrillos, tocando puerta y diciéndome de todo, totalmente
borracho… me acuerdo que estaba mi tío Santos en la casa. Yo no recuerdo si
Manuel se paró y escuchó, yo creo que sí.
MEQ: Pero ¿El tipo te marcó? O sea te coñazeó como para que se diera cuenta
Manuel que te habían coñazeado?
MARISELA: No… no se dio cuenta Manuel que me habían coñazeado. No.
MEQ: Yo creo que le hubiera dado un ataque
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MARISELA: No. Ahí no se dio cuenta, se dio cuenta fue después, un día…
después si vio la agresividad de Guillermo… si… no se dio cuenta… no. Yo me
acuerdo que Guillermo después, estaba totalmente arrepentido y se fue para
Boconó, porque tú sabes que él era de Boconó. Y la familia me llamó y la
hermana me llamó y la mamá me llamó y yo no le hacía caso y yo no hacía caso
y terminé yendo yo para Valera, en un vuelo a hablar con Guillermo, porque me
tenía traumatizada y volví con Guillermo. Por supuesto, que en hoy día también
entiendo, o lo entiendo. Cuando a las mujeres las maltratan Maru, porque eso
lo viví yo en carne propia, ellas creen que él va a cambiar y es verdad… yo
creía que Guillermo iba a cambiar… o sea yooo… el me prometió que iba a ir a
un psicólogo, que iba a ir a tratarse y yo todo eso se lo creí, entonces yo
cuando… porque muchas veces uno juzga, uno comete el error de decir “coño
como se la cala” y yo lo viví en carne propia pues… yo, yo juraba, que él iba a
cambiar y él me prometió villas y castillas y regresamos los dos. Y yo volví con
Guillermo y Guillermo no cambió. O sea nunca fue a un psicólogo, él después,
cuando volvió a agarrar una borrachera me volvió a coger a coñazos y ya
Guillermo vivía conmigo, la segunda vez que me agarró a coñazos.
MEQ. ¿Y qué hiciste?
MARISELA: Bueno, por supuesto otra vez volví a caer en que “voy a cambiar”
perdón, perdón, lloró y lloró y lloró y así estuvimos, como por un año y yo
creyendo… no sé cuantos años estuve yo con Guillermo, pero estuve muchos
años con Guillermo. Cada vez que Guillermo ya agarraba un trago, ya yo
estaba… era impresionante chama, yo estaba cagada, esa era la palabra que me
definía… ya cuando veía que él se tomaba un whisky yo decía “aquí voy”…
mientras el no tomaba, bien, estee no se cuantas veces pasó eso.
MEQ: Pero ¿tú te fuiste a vivir con Guillermo? ¿Te llevaste a Manuel?
MARISELA: Si señor, vivimos los 3 juntos.
MEQ: ¿Y qué hacía Manuel cuando el tipo bebía?
MARISELA: (pausa) Manuel también se iba de rumba, ya allí era un
adolescente Manuel. Y Guillermo como que me montó cachos hasta la medula
mijita, porque mientras yo volaba porque también era aeromoza, me imagino,
porque después me enteré de todos los cuentos, de mujeres que pasaban por mi
casa. Eso fue un desastre, de verdad que sí.
MEQ: ¿Qué edad tenía Manuel?
MARISELA: La aborrescencia.
MEQ: ¿16, 14?
MARISELA: 15 años. 15 años tendría Manuel aproximadamente, para ver… si
yo creo que como 15 años, 14, 15 años, si… fue en la edad terrible. Llego un
momento en que ya Manuel estaba más ahí para cuidarme que nada. O sea, yo
sentía que Manuel se sentía como el que me tenía que cuidar, porque yo
recuerdo que una vez que se le cayó… Manuel venía llegando y se le cayó un
plato a Guillermo y Manuel salió corriendo y agarró a Guillermo por aquí,
porque pensaba que me iba a pegar. O sea, Manuel estaba ahí muy alerta de
todo, de hecho el día que se fue Guillermo, fue totalmente traumático porque
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quien sacó… quien… quien fue mi refugio, fue Manuel, porque me acuerdo
que… el me dijo que se iba para Boconó y yo me fui de rumba esa noche.
(Historia de vida de Marisela).
MEQ: ¿Sola?
MARISELA: Si (pausa) estee creyendo que él se iba para Bocono y resulta que
era todo un engaño… estee porque el pensaba que yo andaba con otro tipo y yo
no andaba con ningún tipo. Yo nunca le monté cacho a Guillermo, nunca,
jamás… y cuando… yo me acuerdo, que yo me rasqué, andaba con un bojote de
gente y llegue a mi casa prendida. Cuando siento el carro de Guillermo a las 3
de la mañana Maru, yo me estaba lavando los dientes y lo que hice fue brincar a
la cama como estaba y hacerme la dormida. Resulta, que el tipo había pasado
150 veces por la casa, no encontró mi carro, fue por todas las discotecas y
nunca me encontró y el llegó directo a agarrarme a coñazos con el puño
cerrado, o sea, directo a la cama a agarrarme a coñazos, sin yo decir nada, con
la pistola en la otra mano. Yo me acuerdo, que yo me pude parar y salir
corriendo y encerrarme en el cuarto de Manuel.
MEQ: ¿Y qué te dijo Manuel?
MARISELA: yo me acosté en la cama y Guillermo tocaba la puerta y le decía a
Manuel, que yo era una prostituta, que yo estaba con otro tipo, que tenía unas
pantaletas negras, que acababa de ver las pantaletas negras, que yo me
acostaba con mi jefe… yo en ese momento trabajaba en la radio, esa parte
profesional después la contamos, porque te he contado mas la parte sentimental
que la profesional, estee… y Manuel fue el que tranquilizó a Guillermo. Salió y
le dijo que él estaba tomado, que por favor lo tomara con calma, que me dejara
en su cuarto, dormir en su cuarto, porque así no podía hablar, Manuel en ese
momento, me impresionó como actuó, porque otro carajito lo agarra a coñazos,
Manuel estaba súper tranquilo, o sea tranquilo entre comillas.
Al día siguiente Guillermo amaneció en mi cama por supuesto, con la pistola en
la mano, pero entonces yo llamé a todos sus amigos y le saqué la ropa en cajas
y les dije a los amigos que, si no venían a buscarlo, lo mandaba a sacar con la
policía. Bueno y Guillermo se fue, pero Guillermo me persiguió también durante
un año. Y durante un año yo caía siempre, en las manos de Guillermo, o sea yo
estaba enferma. Yo también estaba enferma, porque era una cosa, no era amor,
era dependencia, era una cosa enferma, o sea porque yo podía pasar un mes sin
ver a Guillermo y sentía, coño, que ya había superado un paso, pero venia
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Guillermo otra vez a buscarme y yo volvía a caer en las garras de Guillermo.
Guillermo venia y me hacía el amor y yo… se me bajaban las pantaletas Maru y
yo hacía el amor con Guillermo, era impresionante, hasta que Mike me pagó un
psicólogo. Me pagó como un año de psicólogo, porque él estaba muy bien
económicamente.
MEQ: ¿Quién es Mike?
MARISELA: Mike es mi amigo de hace muchos años, que también siempre ha
estado allí en las buenas y en las malas. Entonces Mike sabía todo el rollo que
yo tenía con Guillermo y se dio cuenta una vez que yo le conté, que Guillermo
había ido a mi casa y prácticamente me violó, porque ya yo no quería ni hacer
el amor con él y… me arrinconó contra la pared y yo no sentí absolutamente
nada Maru.
Se lo conté a Mike… yo no sentí nada, yo me bloqueé completamente y Mike se
traumatizó y me dijo que eso había sido una violación y me pagó un psicólogo
como por un año y esa señora me ayudo bastante… uf… ella no sabe todo lo
que ella me ayudó, por lo menos me ayudó a salir de Guillermo, bastante,
mucho (pausa) por eso es que yo digo que Guillermo fue una parte enfermiza de
mi vida, porque era… la enfermedad era mutua, tanto él como yo. O sea (pausa)
el hecho de que tu permitas que… que te golpeen, uno también está cayendo en
esa enfermedad y yo lo permití no una, sino varias veces y permitía el… el que…
estee lo permití, yo no puedo decirte que una vez, sino, no sé cuantas veces lo
permití…
MEQ: ¿Tus padres sabían que Guillermo te golpeaba?
MARISELA: Ellos se enteraron aquella vez que fue a la casa…
MEQ: Pero después tú te fuiste a vivir con el…
MARISELA: Si.
MEQ: ¿Y no te dijeron nada?
MARISELA: Ellos no estaban nunca de acuerdo. Mi mamá no le hablo más a
Guillermo.
MEQ: ¿Y tu papá?
MARISELA: Tampoco. Lo detestaban. O sea, ellos nunca estuvieron de acuerdo
en que yo estuviera con Guillermo. De hecho, ellos no me iban a visitar a Sta.
Cecilia si estaba Guillermo. Mientras estuvo Guillermo en mi casa, viviendo en
Sta. Cecilia, ellos no fueron.
MEQ: Ah, porque ya tu vivías en Sta. Cecilia.
MARISELA: O sea yo cuando… yo vivía con mis padres estando empatada con
Guillermo y yo me fui a vivir con Guillermo… ellos vendieron la casa de El
Cafetal y se fueron a vivir a Pto. La Cruz y yo me fui a Sta. Cecilia y Guillermo
se vino a vivir conmigo, cuando yo me fui a vivir a Sta. Cecilia y ellos, mientras
estaba Guillermo, ellos no iban para mi casa.
MEQ: Manuel estaba ya de 16 años recuerdo.
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MARISELA: 15, 16. Si porque estaba como en 3er. año de bachillerato… ay
no… de hecho después que terminé con Guillermo (pausa)… yo no sé (risas)
MEQ: ¿No sabes qué?
MARISELA: Nada me dura nada… (risas)
MEQ: O sea no hay relación que dure quieres decir…
MARISELA: (risas) Mira la verdad es que no sé… pa’ ver… después de
Guillermo (pausa) no… como 3 meses lo máximo que he durado… ¡ah bueno!
con Luis, que duré casi como un año, pero ese es el de la historia de la esposa
con cáncer… ¡ay no!… también me eché una enamorada de ese tipo pero bella
pues… estee… no, no hay relación que dure… después de Guillermo no.
Yo le agarré miedo a vivir junto con alguien Maru, yo creo que es eso y ¿sabes
lo que pasa? Que yo antes de Guillermo, yo pensaba que yo no podía estar sola,
o sea yo… yo también esa dependencia, ese agarrarme. Yo siempre tuve como
un novio y yo siempre estuve con alguien. Cuando me separé de Guillermo,
cuando estuve con esta psicóloga, cuando descubrí lo que era estar sola, me
gusta mucho. O sea de verdad que me gusta mucho. Le conseguí el otro sabor.
O sea ahorita, si yo llego a estar con alguien que no sé si lo llego a estar, va a
ser porque a mí me da la gana pues, no por dependencia de alguien, eso si te
puedo decir que lo aprendí. O sea, sé que puedo ser independiente, sé que no
puedo depender de nadie, sé que puedo resolver las cosas solas, sobre todo a
raíz de lo que pasó con Manuel. (Historia de vida de Marisela).
Marisela en sus años de adolescencia y primeros de adultez, siempre tuvo una pareja,
un novio. Esos fueron novios fugaces, relaciones que duraron muy poco. Guillermo
fue el segundo hombre con quien Marisela mantuvo una relación seria por más de un
año y el resultado fue traumático para ella. Sería interesante profundizar en como
Marisela, que tuvo que vivir en soledad desde muy niña según ella misma
manifestara, siendo adulta sintiera que “no podía estar sola, o sea yo… yo también
esa dependencia, ese agarrarme.” Pudiera ser rechazo a la soledad en la que vivió,
pero para ello se requiere una investigación de tipo psicológica para la cual yo no
dispongo de la preparación necesaria.
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MARISELA: A los 20 años fue cuando le explotó su primer episodio psicótico,
pero, si yo saco cuenta, Manuel empezó a enfermarse a los 18 años.
MEQ: ¿Por qué?
MARISELA: Porqueeee cuando le dio el primer episodio psicótico, yo pensé que
era por drogas, (pausa) después de brincar entre tanto médico, después que
estuvo interno y todo, lo vio un médico que me dijo que eso es esquizofrenia.
Cuando el me dijo que eso era esquizofrenia, por supuesto tú te metes un puñal.
Me metí un puñal de esquizofrenia y viendo los síntomas y las características de
la esquizofrenia, me di cuenta, que a Manuel ya le había empezado antes la
enfermedad, cosa que uno no se da cuenta y no lo quieres ver.
MEQ: O sea a los 18 comenzó Manuel…
MARISELA: Empezó con síntomas de alerta, pero yo no sabía. O sea, eh
Manuel empezó a decirme que el podía leer la mente, yo estaba hablando por
teléfono y Manuel decía que yo estaba hablando de él, pero ya, después al final
fue mucho más duro, pero ya el hecho de que el dijera que podía leer la mente,
que tenía poderes para transportarse, que él podía…
MEQ: ¿Y eso te lo decía él a los 18?
MARISELA: 18, 19 años
MEQ: ¿Y tú que pensabas cuando él te hacia esos comentarios?
MARISELA: yo decía “no hombre Manuel que vas a estar leyendo a alguien”…
que se murió un tipo en la Sta. Sofía y que él lo había matado con su mente.
Entonces yo si llegué a pensar, que él se estaba metiendo drogas y me preocupé.
Pero esto es, como cuando tú tienes algo enfrente y no lo quieres ver, porque no
sabes que es más fuerte, si verlo o no verlo y te haces la vista gorda. Yo creo,
que yo me hice un poco la vista gorda teniendo el problema enfrente. O sea
empecé a ver como características de Manuel y pensé que era la droga y me dije
“este se está metiendo algo” y entonces llame al papá de Manuel.
MEQ: Pero, Manuel ¿consumió drogas?
MARISELA: Si, si, Manuel llegó… Manuel tuvo una novia que era una loquita,
muy loca… que lo introdujo a la droga me imagino yo, que era una muchacha
que pobrecita, esa muchacha que se le murió la mamá, se crió con el papá,
totalmente bohemio y bueno Manuel se empeñó en ayudar a esa niña… Manuel
es una persona demasiado sensible… toda la vida ha sido así, el llora si un
pajarito se muere.
Entonces, el conoció a esta muchacha y quería ayudarla y yo creo, que esta
muchacha lo introdujo a las drogas… y ya yo había empezado a sospechar que
Manuel estaba en drogas. Cuando él empezó con estas cosas, pensé que eran
consecuencia de las drogas (pausa) y llame al papá de… ya al final, Manuel la
agarró conmigo, o sea ya, ya, ya no era cosa de drogas ¿sabes? porque ya yo
veía, era una actitud extraña.
Primero, porque él se empeñó en que leía la mente, yo hablé con mi papá y mi
papá decía, que entonces que se fuera a jugar póker (sonrisas) tu sabes como es
mi papá con su humor, pero, pero entonces yo llamé al papá de Manuel y le dije
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“mira vamos a tener que llevar a Manuel a un médico, porque me está
realmente preocupando porque la agarro conmigo”. O sea, yo le pasaba por al
lado y él me decía “déjame, déjame, déjame” el no dejaba que yo lo tocara y
era conmigo, o sea, era muy fuerte conmigo, o sea no podía ni hablar por
teléfono, no podía ni caminar porque lo tenía todo el tiempo atrás, porque él
pensaba que yo estaba hablando de el todo el tiempo… que yo me fui a la
Colonia Tovar un fin de semana y no lo dejé en paz, de tanto que hablé de él… o
sea que él podía matar gente con la mente.
Entonces, cuando yo vi todo eso, yo llamé al papá de él y le dije que teníamos
que llevar a Manuel a un médico, porque de verdad que habían cosas de
Manuel que estaban sumamente raras, entonces Manuel, que eso también me lo
dice este psiquiatra, Manuel es sumamente inteligente y sabe como manipular a
la gente, el empezó a decirme que él había actuado así, solamente por mí,
porque estaba rebelde, porque estaba… porque bueno, porque sí. (Historia de
vida de Marisela).
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el iba a visitarme a la Colonia Tovar y ya yo lo estaba viendo extraño, bastante
extraño. Entonces bueno, cuando empezó así, yo bajé de la Colonia Tovar y le
dije a Liliana, una amiga de la Colonia, que me acompañara a buscar a
Manuel, porque estaba sintiendo a Manuel extraño y nos fuimos directo a El
Marqués a buscarlo. (Historia de vida de Marisela).
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shock. Mi amiga, que yo no sabía, Liliana que es mayor que yo 10 años… bueno
el papá de Manuel llegó en ese momento también lo encontró así, estaban
sentaditos los dos, Liliana y Manuel y Andy me miraba a mí y yo miraba a Andy
y no entendíamos nada. Empezamos a andar en el carro con Manuel, Manuel
desesperado llamando a José, José cuando lo escuchó hablar, también se quedó
como “¿Qué es esto?”, entonces Liliana se empezó a poner del lado de Manuel.
Menos mal, o sea yo no sabía nada… entonces yo empecé a mirar a Liliana
como si Liliana estuviera loca y Liliana le decía “si Manuel yo te entiendo, yo
también los veo” y lo tranquilizó. Entonces dijo “Andy por favor cuida a
Manuel, porque yo voy a ir a buscar quien va a salvar a Manuel”. Cuando se
bajaron ellos dos del carro, Liliana me dice “vamos ya a un psiquiátrico
Marisela, porque tu hijo está muy mal”. Liliana había trabajado en un
psiquiátrico y yo no lo sabía. Liliana si sabía las características de un episodio,
yo no sabía. O sea, fue así como un angelito, que me lo mandaron.
Me acuerdo, cuando fuimos a Sebucán y… cuando yo entré a Sebucán, me iba
dando algo, o sea, Sebucán es horrible, un psiquiátrico del Seguro Social que se
está cayendo. Llamé a mi hermana y por supuesto, nadie entendía lo que yo
trataba de explicar, lo que le estaba pasando a Manuel, hasta que Manuel llamo
a José y José entendió lo que le estaba pasando a Manuel y José fue él quien
buscó un psiquiatra.
MEQ: ¿Cuántos años le lleva José a Manuel?
MARISELA: Manuel tiene 26, José tiene 34… 8 años. Entonces nada… estee…
(Pausa) buscamos un psiquiatra. Ah no… me acuerdo entonces, que se quedó
con su papá. Al día siguiente, yo fui a buscar a Manuel, ya yo tenía todo listo.
MEQ: O sea, que ¿Manuel pasó esa noche en Sebucán?
MARISELA: No, con el papá. Que el papá lo dejo solo un momento y fue y se
encaramó en un árbol, lo bajaron los de seguridad del edificio, porque él estaba
encaramado en el árbol, porque lo iban a matar. Estee al día siguiente, yo fui a
buscar a Manuel, le dije que íbamos a ir a un médico y por supuesto Manuel se
negó, pasé todo el día en casa de mi tía Bárbara y el pasó 2 horas pegado a un
teléfono, viendo el teclado de un teléfono público. Manuel corría por todo el
boulevard de El Cafetal, yo corría por todo el boulevard de El Cafetal con él,
tratando de convencerlo de llevarlo.
No hubo forma ni manera… hubo un momento, en que le dijimos que subiera
porque mis papás lo estaban llamando por teléfono, subió al apartamento yyy…
no hubo forma ni manera y ya allí hablábamos con el psiquiatra, de buscar una
ambulancia y llevarlo en una ambulancia, porque cuando el psiquiatra habló
con Manuel por el teléfono y lo escuchó, se dio cuenta que Manuel estaba mal,
que estaba grave y me dice “hay que traerlo urgente”. Entonces bueno, si no…
ya íbamos a llamar a los bomberos para que lo sometieran, para amarrarlo y
llevarlo, pero en eso llego Oscar, mi primo.
Y Oscar y él también han tenido muy buena relación, entonces Oscar le dice
“¿Qué chamo y que te quieren llevar a un psiquiátrico?” y Manuel le dijo “si
pana aquí todo el mundo está loco de bola” entonces Oscar le dijo “vamos a
hacer una cosa… vamos a demostrar que los locos son ellos. Vamos a cambiar
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las cédulas y entonces, yo me hago pasar por ti y tú te haces pasar por mí y así
los convencemos, que los locos de bola son ellos” “bueno vamos a echarle
pichón” y se cambiaron las cédulas. Y Oscar me hizo así… pilas, pilas, pilas…
llamé al psiquiatra, llevamos a Manuel con su celular respectivo para que no se
bajara del carro.
Yo iba manejando, Oscar iba como agarrándolo para que no se bajara del
carro. Cuando llegamos al psiquiátrico (pausa) fue la verdad pues, Manuel se
encerró en el baño, lo sacaron y Oscar entró con él a Emergencia, haciéndose
pasar supuestamente y allí sometieron a Manuel. A mí me sacaron para la calle
para que yo no escuchara nada y cada vez que yo veía a Oscar era peor
chama… o sea… Me acuerdo y me dan ganas de llorar… porque Oscar salía
con los ojos hinchados chama y yo le decía “¿Qué pasa Oscar?” y él volvía a
entrar… y nada. Oscar vio como lo tuvieron que someter 3 enfermeros a
coñazos, tuvieron que ponerle una camisa… (Llanto). (Historia de vida de
Marisela).
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MEQ: ¿Y Laura?
MARISELA: Estaba en su casa. Estee… el que estaba conmigo era Oscar.
MEQ: Yo no me enteré de nada de eso. Yo me enteré fue cuando tú me llamaste
como 2 semanas después.
MARISELA: Si, yo no entendía nada. Mirtha se enteró. Me acuerdo que Mirtha
me llamó de España, mis compañeros de teatro, porque Liliana es del teatro,
ellos si estaban… hasta rezaron por Manuel esa noche en el teatro, yo no
sabía… estee y Oscar escuchó todos los cuentos de Manuel. Eran realmente
tétricos. O sea, Manuel tenía años sufriendo, porque Manuel tenía
alucinaciones muy fuertes… o sea, Oscar me cuenta, que Manuel iba en el
metro y sentía que todo el mundo se paralizaba a verlo y que todos lo querían
matar… y así tenía meses (pausa) cosas así.
Oscar cuando escucha todo eso, se quería morir, o sea, para Oscar también fue
muy fuerte, porque él escuchó todo y él me decía “tranquila”, pero entonces yo
lloraba, pero Oscar lloraba más que yo. Tuve que manejar yo, porque Oscar no
podía, por la llorantina que tenía. Yyyy fuimos donde mi hermana esa misma
noche, porque ella me dio la plata para el depósito
MEQ: ¿Depósito de qué?
MARISELA: De la clínica. Eso no lo cubre el seguro. Entonces, esa clínica, me
la pagaron mi hermana y, y a mí no me alcanzaba el dinero… yo estaba en la
Colonia Tovar o sea…
MEQ: ¿Haciendo qué?
MARISELA: yo en la Colonia Tovar vendía fresas y trabajaba en una publicidad
free lance, venia 2 veces a la semana aquí, trabajaba y me iba a la Colonia
Tovar. Ahí vendía fresas, confituras (pausa) perooo…. Bueno, Manuel se quedó
interno allí.
MEQ: ¿Cuánto tiempo?
MARISELA: Estuvo como 20 días, hasta donde me alcanzó el dinero. La
primera semana no se me permitía verlo.
MEQ: ¿Por qué?
MARISELA: Porque esos son leyes de ellos, pero yo igualito, iba todos los días
a verlo aunque no me dejaran verlo. Iba todos los días y me pegaba a la pared a
escucharlo (pausa) a escuchar todo (pausa). Esteee…. la primera vez que
fuimos a verlo, fue mi hermana conmigo y fue Andy, (pausa) fue la cosa más
impactante de mi vida. Primero porque a Manuel le estaban dando una
medicación, que quedaba así como en las películas, le temblaban los músculos,
o se le paralizaba una parte de la boca y después, Manuel me miraba y me decía
cada barbaridad… o sea, por ejemplo Manuel se me quedó viendo ese día y me
dice, nunca se me olvida, me dice “madre tienes unas cadenas horribles puestas
en las piernas, son de esas con esas pelotas así, son horribles”.
MEQ: ¿Cómo unos grilletes?
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MARISELA: Si. Entonces mi hermana le pregunta, para que tu veas lo que es la
psicología Maru, le dice “¿Si y a qué está amarrada Marisela?” y Manuel dijo
“a mí, esas cadenas están conmigo”, entonces Andy le pregunta “¿Y yo?” “No,
tú no tienes cadena” (pausa) y, y verlo fue muy, muy fuerte la primera vez que lo
vi. (Historia de vida de Marisela).
Marisela ha forjado una relación tan estrecha con su hijo, que éste aún en sus delirios
la ve atada a él …con “unas cadenas horribles puestas en las piernas, son de esas
con esas pelotas así…” no así con su padre o con ningún otro miembro de la familia.
La cercanía de los dos ha sido tan constante y profunda, que para Manuel su madre es
su asidero.
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alucinaciones es que se lo llegan a creer, o sea, si el escucha durante tanto
tiempo que se puede matar, el mismo se puede matar, como para demostrar que
realmente esas voces existen. La psiquiatra me dice “Marisela, el escucha esas
voces, imagínate tu que tu escuches esas voces y que nadie las escucha. El
escucha esas voces”. Entonces, yo no dormía vigilando a Manuel, hasta en el
baño porque se podía suicidar.
O sea, por ejemplo, tenía yo que traer a Manuel todo el tiempo a la realidad,
todo el tiempo se iba… por ejemplo, un día… yo recuerdo un día en la Colonia,
por cierto estuvimos solos en esa casa, que él me dice que él tenía que irse, que
él tenía que irse porque lo querían capar, porque su rollo también era, que lo
querían capar, entonces le pregunto que porque lo querían capar, me dice que
el tenía una cicatriz y como él tenía una cicatriz, por eso lo iban a capar y la
cicatriz era, porque a él lo operaron para sacarle una hernia inguinal.
Entonces, yo me acuerdo que yo le dije “¿ah sí? Entonces a mi también me van
a quitar los ovarios, porque yo también tengo una cicatriz” y yo me acuerdo que
yo me bajé los pantalones y le dije “yo tengo una cicatriz aquí, tú tienes una
cicatriz allí y a mí nadie me está agarrando la totona, así que nadie a ti te esta
agarrando el pipí”, se me quedó viendo y me dijo “tienes razón” se dio media
vuelta y se fue.
Chama, pero ya yo estaba contra la puerta luchando con Manuel para que no se
fuera, porque él se intentó escapar más de una vez y en ese monte… esteee… eso
fue muy duro… yo creo que esos dos meses que yo viví con Manuel allí
encerrada, yo hoy en día digo, que eso es lo que me ha dado más fortaleza en mi
vida.
MEQ: ¿Y tus padres, a todas estas?
MARISELA: Yo no quería que vieran a Manuel. Mi hermana y yo no queríamos
que vieran a Manuel, sino hasta que ya pasara cierto tiempo, ellos estaban
desesperados por venirse y nosotros no los dejábamos porque era muy fuerte,
era muy, muy fuerte ver a Manuel así, y ellos al mes, se fueron a la Colonia
Tovar y vieron a Manuel y así y todo les impactó, no tienes idea de cómo les
impacto y ya bueno, Manuel estaba allí mejor, entre comillas… yyy se fueron,
pero a los dos meses, yo bajé donde el psiquiatra y la psiquiatra me dijo, que a
ella le impresionaba todo lo que yo había hecho con Manuel, porque yo con
Manuel andaba que si tocando guitarra, que si lo llevaba donde los niñitos,
mucha gente de la Colonia a mi me ayudó, también, lo sacaban, me sacaban,
nos sacaban en las tardes, un amigo de Manuel que tenía la misma edad de
Manuel que estudiaba música, lo pasaba buscando todas las tardes para tocar
guitarra, pero ella si me dijo que si yo no buscaba quien me ayudara a mí, la
que iba a estar en un año en el psiquiátrico iba a ser yo.
Entonces fue, cuando tomé la decisión de irme a vivir con mis padres a Pto. La
Cruz, que ellos… me ayudaron. Manuel ahí se puso a estudiar música, ahí
tomaba su medicación, todo eso… o sea se fue mejorando, pero al año tuvo otra
vez otra recaída, tuvimos que internarlo otra vez de emergencia, esteee y
después en el tercer año que tuvo la recaída, fue cuando lo internamos
engañado, que son todas las consecuencias que he pagado últimamente, porque
no quiere ver médico, ni psiquiatra y está… cada vez que yo interno a Manuel,
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yo siento que yo me interno internamente yo… o sea, la segunda vez que yo
interné a Manuel, recuerdo que yo lo interné y yo me interné en mi casa, me
aíslo, como 3 días y la 3ra. vez que interné a Manuel, el se fue… yo estaba
viviendo en Cumbres de Curumo, Manuel se internó un viernes y yo me encerré
en mi casa, sábado, domingo y el lunes me fui a trabajar. (Historia de vida de
Marisela).
Y así como para Manuel el asidero es Marisela, para ella él es su razón de existir, ya
que las veces que lo ha tenido que internar porque su condición empeora, ella siente
que debe pasar por lo mismo y se “encierra” en su casa hasta que debe salir cuando ya
no le queda remedio. La relación entre los dos, construida con afecto, apoyo, cariño,
es de una gran dependencia.
Sin importarle los sacrificios que tiene que hacer, le da al hijo la mejor de todas las
posibilidades, así como hizo su madre el día que tuvieron que operarla de apendicitis.
Sé que Marisela tuvo que ingeniárselas para conseguir el dinero, que le permitiera
hospitalizar a Manuel en el mejor lugar que pudiese, aunque para ello tuvo que sobre
endeudarse.
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manera, estuvo 5 días sin bañarse. Oscar se vino conmigo un viernes, llegamos
a Pto. La Cruz, Manuel estaba totalmente ido del planeta, caminando descalzo
por la calle… Manuel no se acuerda de sus episodios, o sea Manuel, de esas
partes no se acuerda. (Historia de vida de Marisela).
Sus padres, que sienten adoración por Manuel, la están apoyando permitiendo que el
joven viva con ellos, manteniéndola al tanto de la situación y estando pendiente que
el muchacho se tome su medicina. No debe haber sido fácil para ellos, por cuanto
Manuel tiene ya 20 – 21 años y no aceptaba su condición esquizofrénica. Y Oscar de
nuevo a su lado, acompañándola y apoyándola.
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MARISELA: Yo no me llegué a sentir culpable… o sea, yo lo pensé en un
momento dado, fue cuando Juan hablo conmigo, que me hizo sentir culpable.
MEQ: ¿Quien Juan?
MARISELA: Mi cuñado.
MEQ: Ah ok ¿Y por qué? ¿Qué te dijo él que te hizo sentir culpable?
MARISELA: no chama, yo no sé, porque esa conversación la borré de mi vida,
porque fue horrible, o sea esa conversación fue horrible, porque cuando Manuel
estuvo interno la primera vez, ya yo me sentía muy, muy mal, entonces Juan
empezó a hablar conmigo y me dijo que la vida que yo había tenido, era una
vida, que no era una vida normal, que yo también he brincado mucho, que yo
nunca había tenido un trabajo estable, que si yo siempre brincaba de un trabajo
para otro, que si mis relaciones habían sido tortuosas y que a lo mejor de esa
manera yo había afectado a Manuel y ya yo estaba, lo suficientemente mal,
como para que el viniera a decirme todo eso. (Historia de vida de Marisela).
MEQ: Claro.
MARISELA: Esteee… yo lo dejé hablando solo, me paré y me fui a dormir,
porque yo estaba durmiendo esa noche en casa de Laura. Maru, lo que yo pasé
esa noche fue horrible (pausa) fue muy feo.
MEQ: ¿Por qué? ¿Tú creíste que la culpa era tuya?
MARISELA: Si. Yo planeé todo para morirme con Manuel, esa noche (pausa),
pero yo no sé qué pasó, que yo pensé todo eso y al día siguiente pasó todo lo
contrario. O sea, yo me quedé dormida planeando todo, llorando me acuerdo y
me quede dormida y en la mañana, yo me desperté con una fuerza, que yo
nunca me imaginé que iba a tener. Saqué a Manuel de la clínica ese día y le dije
“vamos a echarle bolas”. Vamos a agarrar el toro por los cachos. ¿Aquí hay
que echarle bolas? Pues vamos a echarle bolas. (Historia de vida de Marisela).
Marisela como madre, actúa de una manera totalmente distinta a la forma en que su
madre actuó con ella cuando su ex esposo la bota de la casa no permitiéndole
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regresar, cuando decide, llevada por el sentimiento de culpa generado por su cuñado,
que lo mejor era que ambos muriesen, no ella sola, ambos, madre e hijo. Se evidencia
lo que las investigaciones sobre la familia popular venezolana reafirman: la educación
de las hijas es para que se conviertan en madres y esposas, a responsabilizarse y
enfrentar las situaciones que se presenten, en la búsqueda de preservar, en el caso de
la madre de Marisela, la relación matrimonial y el hogar; por el contrario, los hijos
varones nunca son dejados solos o de lado por la madre, mientras ellos la necesiten, la
madre siempre está allí para ellos.
MEQ: O sea, que a ti más bien lo que Juan te hizo fue un favor.
MARISELA: Si. Si. Porque yo en ese momento… Juan todavía esta rencoroso
porque yo lo… ¿tú puedes creer que todavía el tipo…? el es así conmigo…
MEQ: Juan es un imbécil…
MARISELA: Si, perooo…
MEQ: ¡Perro! Si me oye Laura.
MARISELA. Si leen esto me matan… (risas)
MEQ: Si.
MARISELA: Esteee… pero bueno, yo, al día siguiente Maru yo me levanté con
una fuerza, ¡pregúntame¡ Yo creo en Dios y yo pienso, que fue Dios quien me
mandó esa fuerza, porque era algo impresionante. O sea, como yo me acosté a
como yo amanecí, es una cosa que yo todavía no la puedo explicar. Yo creo que
allí sentí la presencia… no la presencia de Dios, yo creo que la presencia de
Dios yo la sentí cuando a mi me iba a llevar la guerrilla, la FARC (risas)
MEQ: Si, bueno, o sea….
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MARISELA: (risas) Cuando a mi me iba a llevar la guerrilla, ahí si te puedo
decir que yo sentí a Dios aquí, es más, algo caliente me pasó a mi aquí, peroooo
ahí porque lo sentí físicamente con lo de la guerrilla, pero como… que me
mostrara el cambio… en el momento, claro, yo no sabía que era, pero la fuerza
con… la fuerza con la que yo me acosté a como yo me levanté, es una cosa
impresionante.
MEQ: O sea tú te acostaste sintiéndote como una desgraciada mala madre y te
levantaste sintiéndote una mujer arrecha que podía sacar a su hijo…
MARISELA: Yo me acosté con ganas de acostarme a dormir para morirme, esa
es la sensación que te puedo decir… o sea yo me quería morir esa noche.
MEQ: ¿Literalmente hablando?
MARISELA: Si, si… yo me quería morir, yo y Manuel. Que todo el mundo se
quitara ese problema de encima. Sentí que era una carga para todo el mundo, o
sea yo me acosté a dormir que yo creo que si hubiese tenido algo al lado, yo le
echo bola… me acosté a dormir a morir… o sea yo me voy a morir hoy, me
acosté a dormir para morir, lloré y voy a morirme esta noche y planeé… me
quedé dormida y me levanté totalmente lo contrario.
MEQ: Manuel estaba interno.
MARISELA: Si, Manuel estaba interno. Yo me levanté y era hasta otra, yo creo
que hasta físicamente era otra. Fue cuando saqué a Manuel, me lo llevé a la
Colonia Tovar, o sea vamos a echarle bolas… y desde ese día, yo no he
desvanecido con Manuel Maru.
MEQ: Me consta.
MARISELA: No, no, pero para nada. Las veces que Manuel ha caído y todo eso,
gracias a Dios que yo (pausa) yo creo que la Colonia Tovar, esa noche o sea,
todas las cosas que he vivido con Manuel, yo creo que me han hecho un roble
chica (risas)
MEQ: En parte por tu cuñadito con sus palabras.
MARISELA: Si
MEQ: Yo creo que te dio en la….
MARISELA: A veces Dios utiliza herramientas, que tú crees que son pésimas,
pero te están haciendo un bien.
MEQ: Es probable que lo que tu cuñado te haya dicho, te hizo alborotar la
rebeldía… Marisela la rebelde “¿ah sí? Te voy a demostrar que no es así, que
estas equivocado”
MARISELA: Es verdad, a lo mejor fue eso… pero fue un cambio impresionante
Maru, de sentirme una piltrafa, al día siguiente ¡nojoda! Me llevaba al mundo
por delante chama.
MEQ: ¿Y hoy día?
MARISELA: (pausa) Hoy en día me siento así. Hoy en día me siento bien. De
verdad. Con todo y la enfermedad… o sea, ya yo asumí la enfermedad de
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Manuel, es un proceso de asumirlo, porque no es fácil. Yo siempre he dicho
que… ya yo no lo digo pero, yo creo que a mí me cambiaron a Manuel hace 6
años y yo tuve que aprender a querer a Manuel nuevamente, porque el primer
año, aunque tú creas que no, tú te haces la pregunta ¿Por qué? O sea… mi
director de teatro, me dijo un día que no me hiciera más esa pregunta, que esa
pregunta no tenía respuesta, que no tenía sentido y que Dios no mandaba nada
aquí, para mandarnos un castigo, que no me siguiera haciendo esa pregunta
porque no es así, porque no pues… (Historia de vida de Marisela).
Cuando Marisela dice “…a mi me cambiaron a Manuel hace 6 años y yo tuve que
aprender a querer a Manuel nuevamente…” evidencia la madre que hay en ella. Para
ella su hijo, dejo de ser quien era, se convirtió en otra persona después de casi 20 años
y ella decide “aprender a querer a Manuel nuevamente”, únicamente porque él nació
de ella, no por la convivencia compartida durante casi 20 años. Manuel ya no es
Manuel, es otra persona totalmente distinta, pero para ella sigue siendo su hijo y por
eso y con mayor ahínco debido a la enfermedad, decide volverlo a querer.
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Yo estaba viviendo en un cuarto de servicio alquilado, que es chiquitico y
Manuel llegó allí… entonces… eso fue duro, muy duro porque yo tener a
Manuel… Yo iba todos los fines de semana a Pto. La Cruz, porque yo estaba
haciendo aquí… yo estaba trabajando, pero Manuel estaba en Pto. La Cruz. De
repente él se vino, se vino para acá y yo exploté. Ese día que el vino al cuarto de
servicio, yo me acuerdo que, como a la semana yo exploté y aprendí que,
cuando yo exploto, Manuel explota y a Manuel le puede venir un episodio
psicótico y tengo que controlarme también yo… (Historia de vida de Marisela).
De nuevo el vínculo entre madre e hijo hace que, cuando Marisela explota en un
arranque de ira, el hijo explote pudiendo generarse un episodio psicótico, por lo que
por el bien de él, Marisela tuvo que aprender a controlar sus sentimientos de
frustración y evitar escenas delante de él.
Yo exploté un día y el psiquiatra me dijo que eso era normal, que algún día yo
tenía que explotar y me descargué hasta del mal que me iba a morir, me
descargué a Manuel, a todo el mundo y Manuel al día siguiente, se fue para el
planeta Júpiter y tuve que hacer de nuevo de todo, para que no lo internaran…
pero… los meses que estuve viviendo en el cuarto de servicio con Manuel fue
muy duro, y yo, yo sufrí mucho, me acuerdo que yo lo decía a Mike, que bueno,
algún día yo me iba a reír de eso (risas) y hoy me río de eso… “bueno, me toca
ahorita esto pero yo algún momento me voy a reír”.
Imagínate tú, que Manuel y yo, cuando trancábamos la puerta de ese cuarto,
quedábamos completamente atrapados uno al otro. O sea, Manuel en una
colchoneta, yo en una cama individual, se cerraba la puerta y ya… no había
más espacio. Yo tenía que caminar por encima de Manuel y era un cuarto
alquilado, ni siquiera era un apartamento alquilado y así estuvimos como por 5
meses… después un amigo me alquiló un anexo que, claro, es una puerta
individual, teníamos una llave cada uno, yo no tenía que salir corriendo a
abrirle la puerta a Manuel, porque Manuel me esperaba en la calle. Y nos
sentimos en una mansión, todavía seguimos en el mismo cuarto juntos… pero yo
también siento que fue un aprendizaje.
Tengo ya 2 años viviendo en un cuarto con Manuel junto, a conocer a Manuel
más, con su enfermedad y eso es, lo que me está haciendo ahorita, como
asumirlo como un hecho de vida más todavía a lo que ya yo lo tenía pensado. Ya
yo conozco mas a Manuel, la relación de nosotros ahorita está bien, ya yo sé
que él se va para Júpiter, que tiene sus amigos invisibles, pero el ahorita lo está
controlando más, ya logré que fuera al médico, porque la última vez que yo lo
interné, el no quiso saber más nunca de médico.
Ya tiene desde septiembre… desde finales de agosto, principios de septiembre,
yendo a un médico y le ha ido muy bien y ya estoy ahorita en el proceso de
desapego de Manuel, estoy en ese proceso, no es fácil, porque tengo 2 años y
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medio el siendo mi llavero y estoy en el desapego, me ha ayudado el psiquiatra,
el español aunque no lo creas, tengo 2 meses saliendo con el ¿no sabes? ya voy
para dos meses ¡muérete!... me ha ayudado también porque, no se mete, pero…
es verdad, tengo que aprender a desapegarme, por el bien de él y por el bien de
los dos.
MEQ: ¿Y qué crees tú, que siente Manuel cuando tú no estás con él? ¿Qué te ha
dicho, él te ha dicho algo?
MARISELA: No, pero Manuel (pausa)… Hay algo que si me he dado cuenta.
Manuel me idolatra Maru, Manuel (pausa) eso también lo sé porque el
psiquiatra me lo dice. Cuando él tiene un episodio psicótico, el primer enfoque
de agresión es conmigo, nunca me ha pegado, pero me agrede verbalmente,
pero él me agrede porque la única persona que él tiene y que más quiere en el
mundo, soy yo (pausa) Manuel a mí… a veces… (Pausa) por eso es que también
me estoy alejando un poco de él, porque me he dado cuenta que me idealiza un
poco, o sea ya me he dado cuenta, pregúntale a Manuel que soy yo… yo lo he
escuchado, el a mi me adora… yo también lo adoro, pero, pero, el depende
mucho de mí y me estoy dado cuenta, por eso estoy tratando como de
desapegarme, porque él también se aprovecha de eso. O sea, el se aprovecha
de esa dependencia y Manuel no trabaja y Manuel podría trabajar (pausa) y eso
es lo que quiere lograr el psiquiatra (pausa) y me lo ha dicho. (Historia de vida
de Marisela).
Ser madre ha sido muy difícil para Marisela y la ha obligado a tomar decisiones muy
difíciles para ella. Primero tuvo que proteger a su hijo no nacido hasta de su familia,
luego de tener un hijo por casi 20 años y debido a una enfermedad, su hijo deja de ser
quien era, para convertirse en alguien totalmente diferente, lo que la obliga a aprender
a quererlo y cuando ya lo consigue, se da cuenta que debe empezar a “desapegarse”
por el bien de él, a pesar que el a mi me adora…yo también lo adoro…”
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Marisela hace suyos los sufrimientos de su hijo, la soledad de él luego de su
enfermedad la castigaba, hasta que comprende que ese estado es parte de su
enfermedad y ya no le afecta tanto. Y desea para él lo que toda madre desea, que sea
feliz.
Marisela no solo aprendió a conocer a su hijo de nuevo, sino que también aprendió a
respetarlo, a respetar las decisiones que el tome y tratar de no presionarlo a que actúe
como un muchacho “normal”. Hoy, ella está consciente que tiene “que aprender a
que él también tenga su propia vida” y luego de 6 años de una convivencia muy
cercana con su hijo, debe también aprender que él es dueño de su vida, que debe
convertirse en un ser independiente porque “en algún momento yo no puedo estar.”
MEQ: Marisela, haciendo una retrospectiva de tu vida, o sea, en este rato que
llevamos conversando… yo te conozco a ti de toda la vida… no ha habido una
etapa en mi vida, en la que no esté Marisela; Marisela siempre ha estado en mi
vida.
MARISELA: Igualito y tú y yo, cada vez que pasamos por algo, estamos allí.
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MEQ: Si, de hecho parimos casi a la misma vez, nuestros hijos compartieron
corrales, coches, cunas, mordiscos, todo…
MARISELA: Paseos… yo me llevaba a tu hijo a todos lados.
MEQ: Si, esteee pero tu vida y mi vida han sido muy distintas… yo soy un poco
mas pasiva que tu, mas ahuevoneadita… y yo a veces hago una retrospectiva de
mi vida y digo “sí, yo aprendí de mi vida, o yo soy lo que soy, porque soy como
soy, por las cosas que yo hice con mi vida, por lo que me enseñaron mis
padres”… le doy gracias a Dios porque yo estoy bien, pero te quiero preguntar
a ti. Tu eres una mujer de admirar, porque no se que hubiese hecho yo, si me
hubiese tocado vivir lo que tú has vivido, y te quiero preguntar. Haciendo una
retrospectiva de tu vida, ¿Cómo ves tú, tu vida?
MARISELA: (pausa)… ¡ay Maru!…. Yo creo que yo volvería a vivir mi vida de
esa manera (pausa) esteee yo creo, que lo que me ha tocado en la vida es,
porque me ha tocado aprender cosas (pausa) siento que he aprendido, esteee he,
no se (pausa). Si hay algo que me he dado cuenta, es que yo vivido mi vida
intensamente, o sea, intensa en el sentido que, si tengo que llorar, lloro, si tengo
que sufrir, sufro y si tengo que vivir y alegrarme, lo hago en el momento en que
tenga que hacerlo. No me quedo enganchada en el pasado, gracias a Dios,
gracias a Dios…
Siento que eso es una bendición que me mandaron, porque trato de aprender lo
que tenga que aprender, así como con Guillermo, estee que me he dado cuenta
que, mientras tú no aprendas, se te vuelve a mandar la lección, o sea, muchas
veces yo diría “yo estoy curada, ya yo salí de eso” y entre mas lo decía, me
volvían a mandar el ejemplo y me daba cuenta que yo no estaba curada y que yo
no había aprendido mi lección, te das cuenta, no de que aprendiste la lección, te
das cuenta cuando pasa el tiempo, y ya no lo vuelves a hacer… tú ni siquiera
analizas… no sé cómo explicarte, las cosas que te pasan… no es que sientes que
fue una lección de vida, sino con el tiempo, te das cuenta que la asumiste de tal
manera, que fue una lección de vida y que entró dentro de ti, sin darte cuenta,
no como una lección de escuelita, sino que se internalizó, entonces todo lo que
he pasado o todo lo que hemos pasado en la vida, siento que se internalizó esa
lección y ahí es que cuando realmente es aprendida.
MEQ: Marisela, hace un rato dijiste que si algo te dejo Guillermo es que,
pareciera que el marcó tus relaciones con los hombres, te da culillo, yo lo veo
así, que te da culillo, tú dices “la pinga, la pistola y si le da por… por… ¿Qué
crees tú?
MARISELA: A mi… yo si te puedo decir algo. Yo… a mí se me acerca un
hombre ahorita y me agrede Maru, no es que voy a hacer lo que hice con
Guillermo, o sea simplemente me doy media vuelta y me voy, porque sé que eso
no es lo mío. A mí, al contrario de esa época, por las buenas me llevan al cielo,
antes por las malas me llevaban al infierno, pero yo no sabía que era el
infierno, porque no conocía el cielo. Ya conozco algo de cielo a lo mejor, pero
(pausa) yo no sé si es culillo Maru, pero también te dije en un momento dado,
que aprendí a conocer vivir sola.
MEQ: ¿Y tú te ves a ti sola?
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MARISELA: Chica…
MEQ: ¿Cómo te ves, o simplemente lo dejas a como venga?
MARISELA: hay momentos que a lo mejor, porque tengo la regla (risas), a
veces si quiero tener pareja, lo que pasa es que me toco vivir tantas cosas sola,
que no me hace falta un hombre para (pausa) para que me acompañe en mis
cosas, no se… o sea como te digo, si yo quiero estar con alguien, es porque
quiero y ¡ya! Porque me da nota, porque… no porque me vaya a apoyar, claro a
lo mejor es un apoyo, ahorita que éste está conmigo, me siento muy extraña,
pero fíjate como lo estoy tomando pues, (pausa). A veces si me veo con alguien,
pero a veces veo a mis padres que tienen 56 años de casados, van para 57 el
año que viene y digo: coye que bonito, pero veo que discuten por tantas
tonterías, que yo no sé si es mejor quedarse sola o no, la verdad es que (pausa)
no sé Maru… yo esa pregunta no me la he hecho, o sea (pausa)
MEQ: ¿No le paras bola?
MARISELA: No le paro bola. Hubo un momento en que le paraba bola y yo creo
que le paraba mas bola por el estatus social, por el que todos tenemos que tener
una pareja… porque si tú no estás casada te ven extraño, o… no es que te vean
extraño, pero yo creo que hoy en día yo no extraño eso, yo no extraño tener
pareja, pero para nada, para nada.
MEQ: ¿Te sientes feliz contigo misma Marisela?
MARISELA: Si (pausa) de verdad que sí. O sea, si algún día… yo no digo que
no voy a tener pareja o que si voy a tener pareja, pero si llega es, porque tiene
que llegar y chévere, pero si no llega también, pero yo de verdad en este
momento… no, no es una cosa que está ahí, porque de verdad no me interesa.
MEQ: ¿Profesionalmente que estás haciendo?
MARISELA: Ay… lo que pasa es, que así como mi vida amorosa es así, mi vida
profesional también es un poco extraña. Trabajo en el IESA, ya llevo 4 años en
el IESA Caracas, yo he hecho muchos trabajos. Tengo un amigo mío, que dice
que él no puede entender como yo estoy en el IESA porque yo puedo hacer un
tomo de mi vida. El año que viene voy para 5 años. Yo empecé a trabajar en el
IESA de Pto. La Cruz y ellos me trajeron para acá. Gracias a Dios, que en el
IESA me va bien, es un ambiente de trabajo chévere. Ahorita soy Coordinadora
de Atención al Cliente, Relaciones Públicas. Hay 2 profesores del IESA, que
más o menos saben de mi vida y me han dicho lo que tú me dices… o sea es
curioso… mi papá me lo dijo en estos días, que me admiraba. Yo me siento rara
cuando me dicen eso, porque es extraño, pero bueno… en el IESA ahorita, hasta
soy Maestra de Ceremonias, en todos los actos me están poniendo allí, frente al
podio. Es primera vez en mi vida… después de muchos años de tener trabajo de
vendedora vendiendo de todo, que tengo un sueldo, quince y último (risas)
MEQ: Estas asegurada…
MARISELA: Estoy asegurada, aseguré a mis padres, es extraño porque tú sabes
cómo soy yo… a mí me plantean irme para un Roraima, para un monte y yo me
voy…. Pero de esa parte siento que bueno, que es una vida normal, de alguien
normal.
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MEQ: ¿Con qué sueñas?
MARISELA: ¿Ahorita? Con comprarme una casita en la Colonia Tovar… mira,
debe ser que como yo he sufrido tanto con la parte de la vivienda, o sea, si
quiero tener un hogar, no tanto una casa.
MEQ: ¿A qué llamas hogar? ¿Cómo visualizas tu hogar?
MARISELA: (pausa) Una casita, a lo mejor en la Colonia Tovar, yo amo la
naturaleza, la amo pero la amo impresionantemente, y fíjate que yo no me veo
con un hombre al lado, no me hace falta un hombre para ser feliz, o sea, mi
casita, mi sitio donde llegar, donde pueda descansar, pero igualmente que no
me ate, no sé cómo explicarte, o sea es mi casita, que esté allí… porque yo
nunca he tenido una casita, yo he sido como una gitana en el mundo, perooo veo
mi casita, pero igualmente haciendo mis viajes, mis excursiones.
MEQ: ¿Con Manuel?
MARISELA: Quiero que Manuel tenga su vida.
MEQ: O sea, que en tu casita…
MARISELA: Me veo sola, para que tú veas… tú ahorita me lo dijiste y me vi
sola. Creo que más le va a costar a Manuel, que a mí. Yo estoy aprendiendo
ya… nos va a costar a los dos por igual, pero a veces siento que Manuel tiene
que aprender a estar solo, tiene que aprender ese amor a sí mismo y eso se
aprende, estando solo y, y para que tu veas, tú me dijiste eso y me vi en mi
casita yo sola, no me vi con mas nadie (risas) y si llega la gente chévere, vengan
todos y me visitan pero, pero, fíjate, o sea (pausa) no sé, no… (Historia de vida
de Marisela).
El español dice que es primera vez que conoce a una mujer en el mundo, que no
se quiere casar, yo le dije “¿ah sí? Yo pensé que yo no era la única” (risas).
Pero no, (pausa) me veo así, con mi casita y si quiero como, tener estee eso,
estar en paz, a mi no me, no me, no es el dinero lo que a mí me… si no más que
todo, la tranquilidad y la paz interna, eso, una casita donde yo tenga paz. La
paz siempre la trato de llevar, la paz siempre esta allí, con todo.
MEQ: Te escucho y siento que para ti, tu casita es un sitio donde reposar. La
Colonia Tovar porque se te presento ahorita la oportunidad de que compres ese
terreno en la Colonia, pero pudiera ser en Chuao, en el Roraima, pudiera ser
donde sea, pero es un sitio donde tú puedas reposar y que sea tuyo.
83
MARISELA: Si.
MEQ: Que nadie te diga “señora se le rescindió el contrato, chao pesca’o”
MARISELA: (risas) Si, porque eso me ha pasado también, porque a mí me
sacaron del cuarto de servicio con Manuel y tuve que bregar, hasta que me
alquilaron el anexo en casa de mi amigo, donde iba a vivir 2 meses y ya llevo 2
años. Supuestamente, mi hermana quiere que yo viva con mis padres, claro, yo
estoy muy pendiente de mis padres, yo siento… no sé porque, pero yo siento una
gran responsabilidad por ellos.
MEQ: Tú sientes la responsabilidad… ¡aja! esa es una buena pregunta, o sea
¿Por qué, porque te criaron a ti y tú como hija tienes la responsabilidad con
ellos, o por lo que ellos hicieron por Manuel?
MARISELA: Mira yo no sé por… yo creo que por ambas cosas. Yo siento un
gran amor por ellos, o sea, de verdad que lo hago con todo el amor del mundo,
o sea no siento que sea una carga, siento que es una responsabilidad cargada
de amor, o sea (pausa) pero, pero porque muy en el fondo… la vejez es dura y, y
a lo mejor es una forma de retribuirles lo que hicieron por mí, por Manuel, por
mi misma, pero siento una gran responsabilidad por ellos. (Historia de vida de
Marisela).
El cuidar de sus padres en su vejez, lo hace con una gran carga de amor, no tiene
claro el motivo, a fin de cuentas no se necesita uno pues eso no se racionaliza, son sus
padres y como toda hija, agradece lo que ellos hicieron por ella y por su hijo.
84
MEQ: Las dos, chuchumecos allá.
MARISELA: Ah no… sola yo me refería, a que si yo no me veía con un hombre
al lado… creo que eso me molestaría (risas) el hombre al lado… ¡ay chama!
porque los hombres se ponen muy fastidiosos viejos… (Risas) Yo creo, que
prefiero estar sola o con amigas, bienvenidas todas las amigas que quieran vivir
conmigo en la casita, pero yo veo que los hombres se ponen chochos chama y
eso me asusta más que estar sola (risas).
MEQ: ¿Y qué sueñas tú para Manuel?
MARISELA: ¡ay! (suspiro) A mi me encantaría que Manuel se casara… para
que tú veas todo lo contrario que yo… que tuviera un hijo, pero me preocupa
que herede la enfermedad, entonces es contradictorio mi sentimiento (pausa) Lo
que pasa es que yo puedo soñar cosas para Manuel pero, los sueños de Manuel,
son los sueños de Manuel y no son míos. Yo soñaría que sus sueños se hagan
realidad, esa es la respuesta.
MEQ: ¿Y tú crees que Manuel tiene sueños?
MARISELA: Si, con todo y su enfermedad y sus amigos invisibles, porque ellos
son panas, si. Yo creo que si tiene sus sueños… me imagino. Yo digo lo de
casarse, porque yo creo que si le hace falta una mujer a Manuel, alguien que lo
acompañe, yo creo que el sí necesita a alguien que lo acompañe que no soy yo,
que no debería ser yo… si estoy ahí, estaré ahí porque me corresponde, claro, si
él me necesita estaré yo ahí, pero a mí me gustaría que el aprendiera que no sea
yo, porque en algún momento yo no estoy, prefiero que… porque si en algún
momento yo no estoy, que a él no le pegue tanto, porque si yo no estoy, a él lo
van a tener que internar y yo lo que quiero, es que él aprenda que, en algún
momento yo puedo no estar, pero los sueños de Manuel, son los sueños de él
Maru. Yo lo que quiero es que sus sueños se hagan realidad… yo no me atrevo a
decir que soñaría yo para ti… no, no tengo la respuesta. (Historia de vida de
Marisela).
En este último párrafo Marisela nos deja saborear su madredad, su ser madre “…si él
me necesita estaré yo ahí…porque si en algún momento yo no estoy que a él no le
pegue tanto…” y su mayor preocupación “porque si yo no estoy, a él lo van a tener
que internar…que él aprenda que, en algún momento yo no puedo estar.”
85
MEQ: Si tu pudieras cambiar algo de tu vida, ¿Qué cambiarias?
MARISELA: Los dedos de mi pie (risas).
MEQ: (risas) ¿Más nada?
MARISELA: No, yo no cambiaría nada, no. De verdad que no, porque yo siento
que todo esto es enriquecedor, oíste. De verdad, todo esto es lo que te hace a ti
no preocuparte por estupideces, ¿sabes? yo cuando veo que esas mujeres se
enrollan por unas cosas tan tontas, que vienen los amigos míos a contarme, yo
digo “Ay Dios mío, gracias por mandarme todas las cosas que tú me has
mandado, para no enrollarme por esas estupideces” pero es que tampoco las
culpo, porque ellas no han vivido problemas que hacen que te duela el pecho,
así como, como… hubo un momento en que me dolió tanto el pecho, que yo sentí
que literalmente se me partió.
Yo la verdad es que no cambiaría nada, porque yo siento que todo lo que yo he
vivido es por algo y hay que asumirlo chama… no, no. Es lo que me hace reír
internamente como rio pues, como creo que rio, como los momentos que tengo
que creo que son de felicidad los disfruto al máximo y ya, y también sé, que son
momentos pues, y tu aprendes a vivir que la vida son momenticos y que hay que
vivirlos.
MEQ: Marisela, te agradezco mucho que me hayas regalado estas horas que
tenemos hablando, de verdad que sí.
MARISELA: (risas) ¿En serio?
MEQ: Te lo agradezco mucho… te contaré, te contaré y de pronto no sé… nos
tocará hablar de nuevo.
MARISELA: ¡Claro!
MEQ: Si algo surge, yo quisiera eh… que me permitieras volver, a que
conversemos de nuevo.
MARISELA: Te iba contando así a medida que me iba acordando… de la parte
laboral no te he contado nada (risas) esa es otra historia.
MEQ: Lo hablaremos en otro momento.
MARISELA: Lo de la guerrilla…
MEQ: Si, todas las experiencias locas que has vivido.
MARISELA: Son locas (risas)
MEQ: De verdad que si Marisela, muchas gracias. Yo estoy segura que saldrán
dudas, y saldrán preguntas y más adelante nos ponemos de acuerdo.
MARISELA: Claro (risas). (Historia de vida de Marisela).
86
CAPITULO III
CONTRASTE TEORICO
Por lo tanto, el primer eje teórico a investigar, fue el de las clases sociales en
Venezuela, pero no de su estructuración o como se formaron, de ello existe una
ilimitada bibliografía, así como tampoco desde la concepción marxista o lucha de
clases, la ETS nos da una amplia formación al respecto, lo que interesa para esta
investigación es la concepción de familia, sus significados, en la clase popular y en la
clase media.
87
derivados del consumo de los individuos.” (P. 16). De esta obra y para ésta
investigación, lo que es importante resaltar, se indica en la P. 218:
88
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en la Exposición de
Motivos – Capitulo V, elevó a rango constitucional “La pluralidad de las familias…”
(P. 31) pero con la necesidad de que se realice “…una interpretación acorde con su
finalidad, no sujeta a formalismos jurídicos alejados de la realidad social.”(P. 31).
Esto abre una ventana de esperanza a que al fin, algún día y ahora por mandato
constitucional, superestructuralmente la familia venezolana deje de concebirse como
una cosa distinta a la que es y en función de ello, el estamento legal relacionado con
ella, todas las políticas y los programas sociales.
Pero la realidad es otra, sea cual sea el origen de la familia. Los investigadores
Martínez, C., López, Y., González, M. y Rojas, L. (2004), en su trabajo publicado en
la web titulado Pobreza, política social, capital social y familia, citan a Samuel
Hurtado, Profesor y antropólogo venezolano, quien expresa:
89
situaciones no resueltas que producen los conflictos y consensos generales en la
familia, en sí la familia es vista como una institución matrisocial, esta
matrisocialidad se refiere al “modo de organizar las significaciones sociales,
como origen y encuadre de las formas de existencia de lo político social mismo,
a partir de lo etnopsíquico materno. Lo político resulta ser el escenario
interpretativo de las problemáticas sociales y del modelo interpretativo de la
matrisocialidad”. (P. 7).
90
los años, pero ninguna de ellas se prolongará en el tiempo, ya que como mujeres no lo
necesitan. Tienen a sus hijos.
91
realiza a partir de las variables profesión del jefe de familia; nivel de instrucción de la
madre; principal fuente de ingreso de la familia; condiciones de alojamiento.” (P. 59),
la definición de familia se puede hacer desde dos consideraciones, la cultural y la
económica.
92
los entrevistados, paso a citar algunos extractos de las entrevistas que se relacionan
con la temática en discusión:
Familia:
Yo no me puedo imaginar una vida sin familia, aún cuando a veces uno en el
límite dice «yo quisiera ser holandesa para irme de mi casa a los 17 años y hacer
lo que me dé la gana», pero, en la media en que creces, te das cuenta que tú eres
lo que en gran medida era tu familia en términos de compartir unos valores,
compartir una cultura... (Rosa-35 años. P. 63).
… para mi tiene un valor muy significante porque a uno le da apoyo en todo, los
estudios y eso, entonces, a uno como que lo van animando y yo tengo bastante
en alto a mi familia, a mi me parece muy bien (Leonardo-14 años. P. 63).
... hay seres humanos que se enamoran pero hay una etapa en su edad adulta
cuando consideran que el amor no es solamente la atracción física, sino también,
si será esa persona, el complemento para llevar mi vida durante mucho tiempo...
Si esa persona es la figura que puede ser el padre o la madre de mis hijos, será
esa persona la que puede compartir mis gustos afines porque estamos jóvenes y
queremos bailar, divertirnos. Pero, ¿será la persona que después de los años, se
sienta cómodo en la casa los dos viendo una película? (Yajaira 38 años. P. 67).
93
... indudablemente hay bastante afinidad... sí, hay muchos puntos en común, hay
muchas cosas de lo que es el respeto hacia el individuo y el respeto hacia el
equipo. Porque, si bien es cierto, que en un momento dado uno se une para una
vida en pareja, también hay momentos... hay un punto de unión, pero existe la
individualidad, y esa es una de las cosas que ha permitido que esto funcione
bien. Es decir, entendemos que hay un juego en equipo y a la vez nos
respetamos nuestras individualidades y principalmente nos respetamos como
personas que yo creo que es una de las cosas básicas para que todo funcione
(Marcos 35 años. P. 67).
Padre:
... a lo mejor uno de nuestros problemas es que venimos muy de la idea de que la
familia es la mamá, de que el papá de uno está o no está y me ha tocado, por
contactos con niños, de repente percibir de una manera muy dura cuánta falta le
hace a un niño esa figura de papá, bueno, uno de repente se queja de las de uno,
pero, menos mal que las tuvo ahí (Rosa 35 años. P. 65).
Amor
94
... es lo que mueve al mundo, definitivamente, lo mueve y lo motiva y hace que
este mundo pueda ser mejor (Rubén - 38 años. P. 69).
Hijos
... para mí fue importante, yo creo que yo me hubiera sentido muy incompleta si
no hubiera tenidos hijos, era muy importante mis hijos, me sentiría como vacía
sino tuviera hijos. Han llenado mi vida desde todo punto de vista, es que ha sido
maravilloso... los que tenemos hijos de alguna manera cumplimos con la
biología... con los hijos yo retomé también mi parte espiritual (Laura, –50 años.
P. 70).
... es lo más grande que puede tener uno, aparte de la madre, esa semillita que
uno puede de alguna manera saber que viene, que es una parte de uno y que,
bueno, va a ser esa personita que de alguna manera uno va a ir criando hasta que
llegue a adulto y uno pueda decir “mira, ese es mi hijo” (Rubén – 38 años. P.
70).
A mí me parece que los hijos son una responsabilidad bárbara entre otras porque
no te pertenecen, son personas que con suerte uno ayuda a crecer en términos de
brindarles protección, ciertos parámetros vitales que me parecen importantes,
ciertos valores, pero que llegado su momento ellos escriban las páginas de su
vida como tienen a bien hacerlo, te guste o no te guste, independientemente que
todo ese bagaje de afecto, de protección y de valores que le hayas podido dar,
pues uno aspira que efectivamente influya en ellos, pero yo creo que es un
ejercicio de responsabilidad muy grande … (Rosa – 35 años. P. 70).
95
fecha y aún no sometido a revisión editorial por parte de la CEPAL, sus autores
Ernesto Cohen y Rodrigo Martínez, éste último perteneciente a la División de
Desarrollo Social de dicha Institución, definen la política social como “…un conjunto
de programas que pretenden alcanzar los mismos fines. Da las orientaciones sobre
qué problemas sociales priorizar y define las principales vías y/o límites para la
intervención que la política plantea.” (P. 2).
Ahora bien, en la misma línea, según los autores del Manual de Formulación,
Evaluación y Monitoreo de Proyectos Sociales, los Problemas Sociales son
“…carencias o déficits existentes en un grupo poblacional determinado. Constituyen
una brecha entre lo deseado (por la sociedad) y la realidad.” (P. 4). Como todo
96
problema, la solución de un problema social es el logro de sus Objetivos,
entendiéndose estos como “…estados positivos a alcanzar.” (P. 5).
97
Con el fracaso de las políticas económicas implementadas, el gobierno de
entonces, giró su vista hacia el mercado, con el objetivo de superar el estancamiento
económico en la búsqueda del pleno empleo y salarios reales, aumentando la
responsabilidad del sector privado y reduciendo el tamaño y papel del Estado. Las
políticas sociales adquieren entonces, tres características básicas: compensatorias,
transitorias y focalizadas. (P. 32).
98
1. Misión 13 de Abril, lanzada en Abril 2008 con el objetivo de fortalecer el
poder popular a través de la creación de Comunas Socialistas.
99
11. Misión Identidad, creada con el objetivo de incluir en el proceso de
cedulación de manera rápida y sencilla a todos los ciudadanos que lo
soliciten.
12. Misión José Gregorio Hernández nace en el 2008 con el objetivo de llevar
atención primaria a todas las personas que padezcan algún tipo de
discapacidad.
13. Misión Madres del Barrio surge en el 2006 con el objeto de apoyar a las
amas de casa que perciban ingresos inferiores al de la canasta básica o
menos y que tengan personas bajo su dependencia (hijos, padres u otros
familiares).
14. Misión Milagro creada en Julio 2004 con el objeto de atender y solucionar
los problemas de vista que padezcan las personas de escasos recursos,
acabando con la exclusión y dependencia.
18. Misión Niñas y Niños del Barrio, creada en el 2008 con el objetivo de
atender las necesidades y defender a los niños y adolescentes que se
encuentren en situación de calle.
19. Misión Piar nace en el 2003 con el nombre Plan Piar y el objetivo de
incorporar a los pequeños mineros, al desarrollo nacional
100
20. Misión Revolución Energética creada en el 2006 buscando una distribución
más justa del potencial energético a través de una visión ambientalista.
21. Misión Ribas creada en el 2003 con el objetivo de garantizar a todos los
venezolanos la culminación de sus estudios media diversificada y
profesional
101
CONCLUSIONES
102
constitución de una pareja sino ante la de un apareamiento, primero de intereses
y como solución de un problema, incluso, que de cuerpos y vidas. (P. 91).
No hay duda de que el amor romántico y la pareja tienen más fortaleza entre los
venezolanos de clase media que entre las clases populares. Asimismo, el acceso
103
a la salud en Venezuela sigue siendo desigual…al menos si podemos sostener
que existe una correspondencia entre ellas. Como sugiere Stone, el amor
romántico necesita de una seguridad demográfica… (s/p).
Otra diferencia entre ambos sectores sociales y que queda establecida en esta
historia-de-vida, es la relacionada con el padre. En las clases populares el padre está
ausente. Felicia Valera (1998) inicia su historia diciendo “No conocí padre. A largo
tiempo…de cierto conocimiento le pregunté a mi mamá” (P. 33).
Moreno, A. (1997) establece que “el padre significa como vacío no colmado,
como ausencia. Como tal es objeto de deseo frustrado y de rechazo” (P. 17). Sin
embargo, la familia popular venezolana ha sufrido cambios en cuanto al padre.
Moreno, A. (1996) en un artículo publicado en la web establece que:
Desde hace unos años – tal vez quince – se viene dando, en los sectores
populares, un fenómeno que ya puede decirse común; el padre joven (no los de
cuarenta años) carga a su hijo pequeño por la calle y no se avergüenza de hacerle
cariños en público. Es la ternura masculina que sale de su encierro a la luz
pública sin recelos. (s/p).
104
Continuando con las diferencias de significado entre un mundo de la vida y
otro, La Psicóloga Vivian González (2006), establece que en el mundo-de-vida
popular, “La hija nunca enjuicia a la madre.” (pg. 585), en el de Marisela, no sucede
igual. Marisela perdona luego de un proceso de comprensión y aceptación, por lo que
juzga también y a quienes perdona es a la familia en general, incluyendo la madre.
“Si, si es así, porque mi mamá da respuestas así… mi mamá es… yo la quiero mucho,
pero… hoy en día uno perdona, pero hay cosas que tú dices…”
Y cómo última diferencia, pero no por ello menos importante, que obtuve de
ésta interpretación, es lo que las madres de un estrato social y otro sienten acerca del
futuro de los hijos. Al igual que Felicia Varela (CIP, 1998) que dice. “Si, porque yo
lo que quiero es ayudar a mis hijos…” (P. 115), Marisela también ayuda a su hijo
pero a que se independice; ella siente, su madredad le hace sentir que Manuel debe
aprender a quererse a sí mismo para poder vivir solo, ya que eventualmente ella no va
a estar con él, pero, a diferencia de Felicia cuyo deseo es: “… yo quiero tener a mis
hijos conmigo.” (P. 115) el de Marisela es “quiero que Manuel tenga su vida”,
aparte, que se independice de ella y en función de eso, hoy día se encuentra en el
proceso de “desapego” como lo llama ella.
105
La relación que no sustituyó fue la de la madre, para ella no buscó quien la
sustituyera. A fin de cuentas, la madre no se puede sustituir, los venezolanos no
sustituimos la madre no importa cómo sea ella. Marisela lo que hizo fue, completar el
círculo de la madre, cuando ella misma se convirtió en madre, dándole a su hijo el
afecto, cuido y sobre todo atención de la que ella careció, luego de la muerte de su
hermano.
106
epistémico-culturales de la manera de asumirse este pueblo en sociedad y de
experimentar o desarrollar un tipo de estado que se le corresponda... (s/p).
Lo que quiere decir, que aunque las denuncias de Moreno y otros que siguen
la misma línea, han sido escuchadas ya que sus ideas y teorías han sido utilizadas en
discursos y planteamientos oficiales o no, hasta la fecha han caído en el vacío. El
Gobierno de hoy, con una ideología totalmente distinta a la de hace 20 años,
identificado más hacia el humanismo que al capitalismo y con 10 años gobernando,
continúa negando radicalmente el homo-convivalis del venezolano.
107
Abril. Del total de bolívares fuertes entregados a los Consejos Comunales en el 2008,
sólo el 6% se destinó a las obras relacionadas con ésta Misión, dejando un gran vacío
entre los ciudadanos venezolanos que pusieron sus esperanzas de alcanzar una mejor
calidad de vida a través de este programa social y que por su falta de efectividad no lo
alcanzaron.
Esa manera de aplicar el Trabajo Social no debe ser ajena al sector privado,
trabajando de cerca con los trabajadores, aprovechando igualmente el estamento
legal: LOPCYMAT, LOCTI, ONA, Responsabilidad Social Empresarial, entre otras,
108
para asegurar el cumplimiento por parte del empresariado, de las obligaciones
laborales para con los empleados y de la misma manera, cumpliendo con las
empresas para que minimicen el riesgo de multas o sanciones por el no cumplimiento
de la normativa establecida. Es mucho lo que se puede hacer.
109
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
REFERENCIAS ELECTRONICAS
110
Bonilla, A. (2007). Sociedad y mundo de la vida (Lebenswelt) a la luz del
pensamiento fenomenológico hermenéutico actual. Revista de Filosofía,
Hermenéutica Intercultural. [Revista en línea], (16). Consultado el 18 de julio
de 2009 en http://www.edicionesucsh.cl/
Lagos, G. (s/f) Rol del Asistente Social en el ámbito local. Ponencia presentada en
Congreso Internacional de Políticas Sociales Año 2000 bajo la temática de
Trabajo Social y Políticas Sociales, de la Universidad del Bio-Bio, Chile.
Consultado el 15 de septiembre de 2009 en
http://www.ubiobio.cl/cps/index2.html
Martínez, C., López, Y., González, M. y Rojas, L. (2004). Pobreza, política social,
capital social y familia: una perspectiva necesaria para los proyectos de
desarrollo. [Artículo en línea]. Consultado el 12 de septiembre de 2009 en
http://www.serbi.luz.edu.ve/pdf/cp/n33/art_02.pdf
111
Universitat Rovira I Virgili. Consultado el 15 de Septiembre de 2009 en
http://www.tesisenxarxa.net/TESIS_URV/AVAILABLE/TDX-0623105-
141747//tesis_completa.pdf
112
Sociedad [Revista en línea]. Consultado el 18 de julio de 2009 en
http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/
Schuda, I. (2005). El trabajo visto por los jóvenes chilenos. Un análisis de las
representaciones sociales de los jóvenes urbanos populares. [Libro en línea].
Consultado el 15 de septiembre de 2009 en http://www.cinterfor.org.uy
113
ANEXO
114
MEQ: 28 de noviembre, 5:30 pm entrevista a Marisela Gómez. Historia de vida de
Marisela Gómez.
Está mi papá. Mi papá es piloto, mi mamá ama de casa, bueno, ama de casa pero le
gustaba mucho jugar bowling y jugar cartas, estaba mucho tiempo en la calle…
yyy… bueno, había un trato, lo que más recuerdo así de infancia es el… la diferencia
entre mi hermana y mi hermano, de trato.
MARISELA: Hacia mí. Eso es notable. Jimmy a mí… como te decía anteriormente,
Jimmy a mí me consentía muchísimo, muchísimo y Laura más bien era todo lo
contrario… una arrechera (risas) que me tenía chama, yo no entendía nunca porqué…
ya después con los años lo entendí y, bueno… Mi papá siempre jugaba conmigo, mi
papá era una persona muy, muy cariñosa, mi mamá un poco más seca, un poco más
seca , mi mamá siempre fue un poco más dura que mi papá, pero mi papá siempre
jugaba conmigo hasta que murió Jimmy… eso si también …
115
MARISELA: (pausa…contando) 8 años, iba para los 8 años… o sea, Jimmy murió en
febrero eh… yo tenía 7, pero yo en mayo cumplía 8. Entonces, yo recuerdo que mi
papá siempre, siempre jugaba conmigo a las escondidas (risas), pero a las escondidas
dentro de las sábanas. O sea, mi papá llegaba al cuarto y preguntaba donde estaba yo
y yo estaba dentro de las sábanas y él se hacía el que no me veía, pero una vez que
Jimmy murió, más nunca jugó conmigo… esooo… claro, mi familia es antes y
después de la muerte de Jimmy. O sea…
MARISELA: Una diferencia notable, o sea eh… la casa siempre estaba llena de
gente, mis padres eran muy cariñosos, incluso mi mamá que era muy seca, mi
hermana con todo y lo que era rabia, pero me paraba pues, así sea por rabia, pero me
paraba y bueno, yo era los ojos de Jimmy, a pesar de que Jimmy estuvo muchos años
interno. Las veces que a mí Jimmy me veía era conmigo…. era clase aparte, esteee…
me cuidaba muchísimo, me celaba una barbaridad, no me dejaba ni jugar con mis
amiguitos pero, el siempre estaba ahí.
Cuando murió Jimmy, Jimmyyy… mi familia cambió. O sea fue un cambio radical.
Yo pienso que cada uno se metió en su mundo, o sea, mi mamá se enfocó en su
dolor, mi papá también se enfocó en su dolor, de hecho se fue de la casa, después de
unos años hubo problemas que bueno… contaré más adelante. Mi hermana también y
se olvidaron que yo existía. O sea, se olvidaron de que yo estaba ahí, que tenia 7 – 8
años.
Yo veía a mi mamá llorando todo el tiempo, a mí me hicieron guardar luto como por
1 año, cosa que yo no entendía muy bien, esteee… recuerdo el día del accidente de
Jimmy, que fue el día del cumpleaños de tu hermana, me acuerdo clarito, que me
estaban haciendo una clineja porque iba para el cumpleaños de tu hermana y llegaron
diciendo que alguien había tenido un accidente y ese fue el único día que yo lloré, yo
no lloré mas… que me dijeron que había tenido un accidente, dormí esa noche en tu
casa, creo, porque todos se fueron a la clínica y después estuve en casa de mi tía y
116
así estuve durante una semana y Jimmy murió el día del cumpleaños de mi papá. Yo
no fui al funeral ni nada de eso porque estaba muy pequeña. Recuerdo que estaba con
Oscar en el balcón viendo, cuando pasó el carro fúnebre y yo pegué un grito y me
saludaron.
MARISELA: El no es mi hermano…
MARISELA: Papá. O sea, mi tía es la hermana de mi papá, Oscar vive aquí cerca de
la casa y él y yo prácticamente nos criamos juntos. Yo creo que también a él y a mí
nos unió mucho, a lo mejor, el dolor de mi hermano y el dolor de la muerte de su
papá unos años después. De hecho él, cuando se murió su papá, se fue a mi casa casi
un año a vivir, o sea estaba más en mi casa que en su casa y Oscar y yo, siempre, casi
siempre está allí, Oscar está ahí, es mi hermano. Entonces bueno, de pequeña eso,
cosas de la infancia que recuerdo, yo recuerdo Maru (risas) cuando estaba pequeña,
yo siempre he tenido cosas con la parte sexual chama (risas), pero yo me acuerdo,
como a todas nosotras nos gustó Pedro…
MEQ: Sí…
Marisela: Porque a todas nos gustó, que Pedro una vez me dio un beso (risas) y yo
juraba que estaba embarazada (risas). … este cuento, me acabo de acordar ahorita.
Marisela: Chama, yo estaba traumatizada, pero creo que era premonitorio porque
fíjate tú, no muy lejos de la realidad. El me besó, entonces mi mamá me bañaba
117
cuando yo estaba pequeña todos los días, y yo me acuerdo que me agarraba así,
cuando me agarraba la barriga yo decía “se va a dar cuenta que estoy embarazada”
(risas). Yo no sé cuánto tiempo me duró ese trauma que yo tenía que estaba
embarazada, pero yo recuerdo eso como un trauma. Más nunca creo que me dejé
besar, porque pensaba que iba a salir embarazada (risas).
MARISELA: Sí, no, pero, no te creas tú. Con mi primo Oscar, con mi primo Oscar
no sé qué edad fue, como a los 8 años que nos caíamos a lata por todos lados (risas)
debajo de las mesas, nos besábamos, todo el tiempo, el me enseñaba su cosa y yo la
mía (risas) ¿Tú puedes creer eso? Yo digo: ¡ay qué horror Marisela! Eso sí es,
sinverguenzona, desde chiquita (risas) pero, pero bueno…, eso me acuerdo de cosas
así de la infancia, me acuerdo de ustedes. Ustedes las 3 fueron mis hermanas también,
o sea, mas vivía yo en tu casa que en mi casa y viceversa… estee… María que era
enea, celosita, ¿te acuerdas? o sea, envidiosita (risas)
Marisela: Envidiosita. Cada vez que yo me compraba algo me lo probaba pa’ verlo.
Si ella me decía que me quedaba espectacular, sabía que era horrible (risas) ¡Te lo
juro!… Ella fue mi… ella no lo sabe, pero ella fue mi medición de moda durante
muchos años de adolescencia (risas) ¿ok?
118
hacía la fiesta. Una vez que murió Jimmy mas nunca se celebró un 24, un 31 en la
casa, de hecho nos íbamos de viaje. A partir de ese año nos íbamos de viaje siempre y
regresábamos en enero. Todos los años hasta, hasta los 16 años siempre pasé las
navidades afuera, porque Jimmy también cumplía años el 27 de diciembre, entonces
ellos no querían como recordar eso. Y…
MARISELA: Mi hermana siempre ha sido muy seca conmigo, ya no, gracias a Dios,
pero ehhh… ella se empató con Juan ahí mismo, yo creo que… y… a ella le pegó
mucho por supuesto. Ellos se llevaban 1 año de diferencia solamente y…
MARISELA: Sí. Tengo entendido que sí. Claro ellos dos eran 10 años y 11 años,
yo era… yo soy un pelón de diafragma (risas), yo soy un error de diafragma, porque
parece que mi mamá se puso el diafragma y salí yo, porque en los planes de ellos, yo
no estaba incluida… pero bueno, yo era… me imagino que se criaron juntos.
Imagínate, debe haber sido mucho más fuerte para ella que para lo que fue para mí. A
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mí… lo que pasa es que… que fue conocer, totalmente, la soledad desde pequeña. Así
lo podría describir. O sea, sentirme completamente sola desde muy pequeña. Después
de muchos años yo entendí eso y pude como perdonarme y perdonar todo eso,
eeeh… gracias al Teatro, que ya te contare más adelante, pero, pero sí, conocí lo que
es la soledad.
MEQ: Claro porque tus padres y tu hermana se refugiaron cada quien en su dolor a su
manera y a ti te dejaron ahí… solita.
MARISELA: Claro, me dejaron solita y… Laura se casó. Acuérdate que Laura salió
embarazada y se casó a los 19 años, yo tenía 9 años. Casi 2 años después de la muerte
de Jimmy, año y medio algo así. Se casó a los 19 años y se fue de la casa.
Bueno, después Juan… ellos vivieron allí un tiempo eeeh… Uhmmm y, y cómo te
digo, o sea, y… fue todo lo contrario. Tengo entendido que mi mamá era muy estricta
con Laura. Conmigo fueron todo lo contrario. O sea, conmigo fue, como que no me
paraban mucho y yo, de verdad que yo (pausa media) siento que no tenía como esas
normas y esas leyes en la casa tan establecidas pues, o sea...
MEQ: Filomena.
MEQ: No mucho. Me acuerdo de Filomena que le leía a uno las manos y uno se
comía todo el cuento (risas).
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MEQ: Sí tienes razón. Filomena fue primera y es la que yo más recuerdo.
MARISELA: Sí. Sí. Yo me acuerdo de una mujer de servicio que la iba a visitar el
novio todas las tardes a la casa. Sí. Claro, ellos me mandaban para afuera y yo no
entendía por qué y yo feliz porque me mandaban a jugar para la calle. Pero yo me crié
con mujer de servicio, porque mi mamá primero, o estaba viajando, o estaba jugando
bowling, o estaba jugando cartas y mi papá también estaba volando. Después de los
años eehh… ya cuando yo tenía 13 años, mi papá tuvo una amante, entonces eehh…
se fue de la casa y yo tenía un novio, que fue mi primer noviecito que era Marcos,
Marcos Pérez, no se me olvida… yo creo que ese fue mi primer amor de la vida…
con el no perdí la virginidad (risas).
MARISELA: Ahí yo tenía 12 años, 13 años. Yo me empaté con Marcos a los 14,
creo… ya ni me acuerdo. Yo era una niña yyy… mi mamá lloraba por los rincones y
yo no sabía qué pasaba, hasta que me enteré, que mi papá tenía otra. Pero fue así,
porque me enteré escuchándola detrás de una puerta a mi mamá llorando y por
supuesto odié a mi papá. Además, mi papá se perdía, pasábamos meses sin saber de
mi papá.
Recuerdo una vez que a mí me dio apendicitis y mi papá se enteró después que me
operaron y todo. Mi mamá tuvo que pedir…, después me enteré, que pidió plata
prestada para poderme operar, porque no encontraban a mi papá y mi papá se enteró
después, que yo tenía apendicitis, que pensaban que yo estaba embarazada, porque
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(risas) ¿no te acuerdas que no era apendicitis sino que era un ovario? ¿Te acuerdas de
las hemorragias que me venían y me venían? Entonces, cuando me operaron de la
apendicitis, fue que descubrieron que tenía un ovario quístico y bueno, ahí me
sacaron el ovario, pero cuando el médico empezó a inspeccionar, que era amigo de la
familia, yo no había dicho que 2 meses antes a mí no me venía la regla y él cuando
tocó esa pelota pensaba que era un muchacho y decía que cómo se lo iba a decir a mi
mamá. Yo lo que tenía era 13 años, 14 años no sé qué edad. Bueno, unos poquitos
años después, salí embarazada igual. Pero, pero nada, era un ovario quístico y me
quitaron el ovario, un solo ovario y mi papá apareció mucho tiempo después, o sea,
yo odié a mi papá mucho.
MARISELA: Era totalmente indiferente. De verdad que era (pausa corta) indiferente.
MARISELA: En nada, en mí. La verdad es que no… yo tenía todos mis amiguitos,
pero… (pausa corta) no… (pausa corta) no recuerdo (pausa corta) en qué me
refugiaba… Yo no me refugiaba en nada, o sea, yo aprendí a vivir así… o sea, eso era
lo que yo tenía y eso era… no conocía otra cosa, entonces, no sé en que me refugiaba
porque…
MEQ: ¿Y en el colegio?
MARISELA: Nada… el colegio. El colegio era chévere (risas) yo siempre tuve como
muchos amigos y a lo mejor me refugiaba en mis amigos. Es más Maru, nosotras
íbamos en el transporte juntas, pero en el colegio tenía mi amiguita que era Andrea,
que gracias al Facebook, la encontré ahorita de nuevo. Andrea, que fue mi compinche
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toda la primaria. Estábamos todo el tiempo para arriba y para abajo juntas y a veces
ella iba para mi casa. Incluso, recuerdo una vez que mi papá antes que… no sé si fue
antes o después, antes que dejara a mi mamá, que montaba bicicleta mi papá,
entonces, nos íbamos que si al parque Guatopo, que tu también fuiste, eso era
chévere, era mi papá ¿Mí mamá iba? No. Era muy chévere.
Yo siempre he sido como más apegada a mi papá, yo creo, siempre, a pesar que lo
odié el tiempo que tuvo su amante, era horrible porque no le hablaba, yo era muy
rebelde… muy, muy rebelde en ese sentido… de verdad que… ¡perro! Era bastante
rebelde yyyy… (pausa corta) así de adolescencia… esteee… tenía mis amigos, pero
¿en qué me refugiaba Maru? La verdad es que no sé, no sé, no sé porque eso fue lo
que conocí. O sea, es lo que conocí de pequeña. Tú por lo menos tenías hermanas,
pero yo no tenía hermanas. Ya ni siquiera mi hermana, que cuando comenzó a salir
con Juan me obligaron a ser chaperona de ella, que era terrible porque peor, más
arrechera… Ella no se acuerda de nada de eso (risas), ella no se acuerda que me tenía
arrechera. Porque yo se lo dije en estos días y ella no se acuerda
-“Te voy a acusar”- y casi que me asfixió con una almohada (risas), yo casi que me
muero… yo juraba que me iba a morir (risas).
MEQ: Ok, si yo mal no recuerdo, cuando tú tenías más o menos 13-14 que yo ya
tenía 16, ya nosotras teníamos el grupo de amigos de la cuadra.
MARISELA: Estaba Tomas, el Negro, que nos lo pasábamos con ellos para arriba y
para abajo.
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MEQ: No chama, todavía no (risas).
MARISELA: Si, que nos la pasábamos en las motos y escapándonos… Sí, eso sí lo
recuerdo que nos escapábamos de tu mamá y mi mamá… ¿Te acuerdas una vez que
nos fuimos al Trolly y (risas) y cuando llegamos nos encontramos a tu mamá y mi
mamá allí esperándonos…?
MARISELA: ¡La cara de nosotros cuando llegamos al Trolly y vimos a mi mamá allí
(risas)…! Sí vale, yo me acuerdo de eso y me acuerdo de la fiesta sorpresa que nos
hicieron… que tú y yo sospechábamos, pero nos hicimos las gafas.
MEQ: Nos hicimos las paisanas. Claro que teníamos que sospechar -“no importa no
hay problema quédense por allá” (risas)- Sí claro, cuando, cuando nos dejaban
quedarnos en la calle (risas).
MEQ: Que hicimos una torta, que Tomás se quemó la cara con el horno que le
explotó ¿Te acuerdas? (risas) se quemó la cara… sí yo me acuerdo de eso…
MEQ: Muérgano…
MARISELA: Sí chama, que bicho y yo lloré. Lloré con Patricia, que era la mujer de
servicio que estaba en ese momento en mi casa, que era una colombiana, y la Patricia
lloraba conmigo… lloraba y lloraba y lloraba (risas)… Me dejó por otra. Esa otra está
casada hoy en día con él.
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MEQ: ¿A si?
MARISELA: Sí, era compañera mía del liceo. ¡Ah no mentira, mentira! El estuvo con
la otra, después la dejó y después conoció a una compañera mía del salón y con esa se
casó y está todavía casado con ella. Viven en Miami. Me lo encontré en el Facebook.
Ese Facebook es una maravilla y una raya también (risas). Pero… sí, después de
Marcos que fue mi noviecito, mi primer noviecito que yo juraba que ¡bestia! que me
iba a morir cuando ese muchacho me dejó, conocí al papá de mi hijo… Yo tendría…
MARISELA: Oye eso fue un trauma, porque ahora que me acuerdo, mi papá regresó
a la casa después de casi 3 años, 2 años… esteee… mi mamá lo aguantó todo y mi
papá volvió y regresó a la casa. ¿Cómo fue ese rollo? No sé, porque como te digo, a
mí me tenían como aislada de todo eso…
Mi papá regresó a la casa (pausa corta), sí, cuando yo tenía como 16 años y vine yo a
salir embarazada a los 17. Ya va, que yo conocí al papá de Manuel, yyyy… me
acuerdo que yo, yo cuando salí embarazada, o sea, yo salí embarazada a que, a los 17
años, yo conocí al papá de Manuel…
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fuertísima, de hecho bueno… con él, sí perdí la virginidad eeehhh… y nos
empatamos y me acuerdo que… Es más, yo salí embarazada de Manuel un diciembre
y terminamos Andy y yo, después volvimos (pausa corta). Cuando yo le dije a Andy
que creía que estaba embarazada, Andy se puso bravo por supuesto, bravo que no
sabía qué hacer. Se lo dije en Morrocoy. El tipo se había ido en cola, yo me había ido
con mi hermana. Yo fui vomitando en el carro desde aquí de Caracas, hasta Morrocoy
vomitando y ahí fue cuando me acordé, que a mí la regla no me venía desde
Diciembre y era Febrero, pero acuérdate que yo tenía el problema del ovario, o sea,
que a mí la regla me venía cada 2 meses, y yo pensé, que cada 2 meses me venía la
regla y que yo pensaba que no podía salir embarazada, porque yo tengo un solo
ovario y Andy tiene una sola bola.
MARISELA: (risas) Entonces, yo decía, (risas) por lógica, (risas) por lógica, por
lógica no voy a salir embarazada, porque si este es monobólico y yo soy
monoovarica, coño ¡ay que echarle pichón! No le echamos mucho pichón, porque salí
embarazada igualito (risas). Y que el método del ritmo, pero entre ritmo y que los dos
somos así que nos faltaba una cosa, salí embarazada igualito. Salí embarazada (pausa
media) y eso fue realmente traumático.
MEQ: ¿Qué te dijo tu hermana, tu hermana no te dijo nada porque tu ibas vomitando,
ella no sospechaba?
MARISELA: Sí, sí, apenas llegamos a Morrocoy, me dijo que “si yo no estaba
embarazada.” Que si yo no pensaba que estaba embarazada. Y yo allí me fui en llanto
y le dije que sí, que yo pensaba que estaba embarazada.
MEQ: Y tu hermana te lleva 10 años, o sea, que si tú tenías 17 ella tenía 27, o sea una
mujer adulta.
MARISELA: Ya casada y con 2 hijos, acuérdate. Yo le dije que sí, que creía que
estaba embarazada y cuando llegamos a Caracas, yo me hice el examen de… que me
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hice la prueba de embarazo y efectivamente salí embarazada ¡Dios! Yo sentí que el
mundo se me cayó Maru, eso fue ¡Dios mío!, o sea, (pausa corta) de mi boca, a partir
de ese momento, yo nunca pude decir “estoy embarazada”. Eso todo lo dijo mi
hermana. Yo le dije a Laura: “mira”, le enseñe la prueba. Yo todas las mañanas me
levantaba para ir al liceo y vomitaba, a mi me pegó mucho el embarazo y mi mamá,
yo no sabía que se paraba en la puerta del baño a escucharme (pausa corta) entonces,
ella me preguntaba “¿tú vomitabas, tú estabas vomitando?” Y yo le decía “nooo, yo
vomitando, nooo” y entonces, ella fue a donde mi hermana y le dijo, mi mamá a mi
hermana: “que ella sospechaba que yo estaba embarazada” y Laura le dijo: que yo
estaba embarazada. Mi mamá, lo primero que me dijo fue, que ahora por culpa mía,
mi papá se iba a volver a ir de la casa. Ella no me dijo nada, sino que “ahora que tu
papá volvió, cuando se entere de esto, se va a volver a ir de la casa”.
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MARISELA: 80, 81, yo tenía 17 años cuando salí embarazada. O sea todo eso se
planteó más, por el qué dirán, sobre todo de mi mamá que estaba muy pendiente del
qué dirán, entonces se planteó que yo me fuera a Estados Unidos, pasara todo mi
embarazo allá y después Manuel regresaba como hijo de ellos, pero eso yo no lo
acepté, yo no lo acepté. Andy me planteó, entre las cosas que se planteó, se planteó
que nos casábamos, pero Andy (pausa)… Una vez casados, Andy, que era una
persona muy dañada, planteó que yo abortara después de casada, también me lo
planteó él.
MEQ: ¿Tú te casaste con Andy obligada o te casaste con Andy porque tu quisiste?
MARISELA: Uf! Si, ciegamente enamorada. Esteee, el matrimonio con Andy fue
realmente traumático. Mi embarazo con Andy fue realmente traumático, fue muy,
muy fuerte.
MARISELA: No, vivimos en casa de los padres de él, que estaba solamente el papá y
después la mamá. Pero, o sea yo me casé y me fui para allá. Cuando me fui para allá,
Andy me sacó en cara todo el tiempo, que por mi culpa estaba casado conmigo, que
por mi culpa porque yo salí embarazada y entonces… él podía hacer lo que le daba la
gana, (pausa) y se iba de rumba todas las noches y regresaba al día siguiente y me
sacaba en cara que, (pausa) que me la tenía que calar pues, que fue una decisión mía
haber tenido a Manuel, haber tenido mi hijo, que salí embarazada porque no quise
abortar, entonces que me las tenía que calar todas. Andy (pausa) como era tan
dañado, más de una vez se llevaba mi carro que era mío porque me lo regalo mi papá
y llegaba 2 días después con el carro lleno de todos los dañados habidos y por haber,
(pausa) y yo lloraba, yo lloraba muchísimo embarazada, yo me acuerdo porque yo
estaba sola y (pausa) a veces el papá de Andy se iba y yo atendí… además, que
128
cuando yo me casé con Andy, yo no sabía ni freír un huevo, yo no sabía hacer nada,
porque mi mamá toda la vida como te digo, yo me crié con una mujer de servicio y
me encontré de repente con una casa con 2 hombres y una barriga y aparte de eso
que Andy (pausa) vendía droga (pausa) o sea, allí descubrí que Andy… yo sabía que
era dañado, pero yo me encontraba… no teníamos para leche, no teníamos para
comprar leche, pero si había debajo de la cama bloques de marihuana. Ahí descubrí
que Andy… pero yo me la tenía que calar, porque yo decidí tener a Manuel.
MEQ: Y tu aja, pero tú, o sea eso era lo que él te decía, pero tu ¿cómo te sentías al
respecto, tu sentías que te la tenías que calar?
MEQ: ¿A dónde?
MARISELA: A mi casa de nuevo. Yo me acuerdo que ya las cosas estaban muy mal
con Andy, era muy agresivo, yo creo que es por culpa de la droga, porque Andy fue
(pausa)… me levantó la mano más de una vez (pausa), o me metió unos empujones
gigantescos… una vez me dejó encerrada arriba y allí estuve sin comer, porque me
dejó encerrada en la parte de arriba (pausa) con Manuel (pausa). Tuve que, que
esperar hasta la noche que llegara el papá y me fueran a abrir arriba, porque me dejó
encerrada en la parte de arriba y la cocina estaba abajo… o sea, estuve encerrada
porque él se fue (pausa) me dejaba encerrada. Muchas cosas con Andy yo pasé muy
feas, muy, muy feas… o sea de verdad que (pausa) con la barriga yo lloré mucho y
después cuando nació Manuel lloré mucho y, y (pausa) y yo no, yo no me fui, Andy
me botó de su casa, porque tuvimos una discusión él y yo… la cosa estaba muy mal y
129
yo le había dicho a Laura que mi relación, Laura es mi hermana, que ya la relación
con Andy estaba muy mal, que ya yo no quería seguir viviendo allí y ella se lo dijo a
mi mamá y mi mamá dijo que, qué bueno, que para donde iba a ir yo (pausa) “¿para
dónde vas a ir tú, si tú te separas de Andy?”. Entonces tuve que volver otra vez a casa
de Andy y cuando Andy y yo tuvimos una discusión, que me sacó a empujones de la
casa (pausa) me acuerdo que yo tenía a Manuel cargado en los brazos, estee mi mamá
y mi papá estaban de viaje en Costa Rica, entonces agarré mi carro y me fui a casa de
mis padres (pausa) y llore muchísimo y llame a Oscar mi primo, mi primo (pausa) y
yo todavía en la noche pensaba que Andy me iba a llamar para decir que volviera y
Andy me llamo en la noche, pero para decir que fuera a buscar todo, la cuna y todas
las cosas. Y bueno, fue Oscar, busco la cuna y Oscar se quedó conmigo todos esos
días en la casa. Esteee Andy por supuesto, como es lógico (pausa) se arrepintió, se
arrepintió después, pero yo no me arrepentí después. O sea yooo, yo me separé de él.
También me enfoque mucho en mis amigos, fue cuando conocí a lo de los ícaros y
empecé a andar con la gente de los ícaros, que, que fue horrible, porque entonces
Andy, como se arrepintió, empezó a perseguirme por toda Caracas y era, era
fastidiosísimo, era hasta amenazante, porque Andy más de una vez me agarraba y me
amenazaba.
MEQ: ¡Aja! pero cuando regresaste, me estás diciendo que cuando regresaste a casa
de tus padres, tus padres estaban en Costa Rica.
MEQ: O sea que tu papá no sabía, que tu mamá había dicho que por culpa tuya él se
iba a ir de la casa.
MARISELA: No. El se puso muy bravo, porque se entero, que mi mamá había dicho
que yo para donde iba a ir si ya no estaba más con Andy.
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MEQ: Ah ok.
MEQ: O sea que para tu papá, la casa de tus padres siempre iba a ser tu casa, más no
así para tu mamá.
MARISELA: Si. Si, si es así, porque mi mamá da respuestas así… mi mamá es… yo
la quiero mucho, pero… hoy en día uno perdona, pero hay cosas que tú dices…
bueno y Laura y yo sabemos que nos cuesta pues… entonces (pausa). Bueno cuando
regresaron, ya yo estaba allí. Yo sentí mucho el apoyo de mi papá, pero mi papá a
pesar de… cuando yo me case con Andy, mi papá no fue al matrimonio, fue nada mas
a firmar, porque yo era menor de edad, pero a pesar de todo eso, mi papá siempre me
apoyo, o sea mi papá me llevaba pañales, mi papá me llevo un televisor, o sea mi
papá me iba a visitar todos los días, el estaba muy pendiente de mi. De hecho mi hijo
se llama Manuel por mi papá.
MEQ: ¿Y cuando se te quito a ti la arrechera que le tenias a tu papá, por el tema que
se había ido con….?
131
MEQ: Nadie te obligo a casarte Marisela…
MARISELA: No, yo quise casarme ¡que galla! Más nunca lo haré. De hecho yo
aprendí mi lección bien aprendida, fíjate tengo 44 años y mas nunca (risas)… yo te lo
juro Maru, que yo me casé enamorada ciegamente, creyendo en las películas
románticas, o sea yo juraba que eso era así, que… y el cambio fue totalmente radical.
MEQ: Bueno, pero es que, de una película romántica a vivir con un drogadicto, la
diferencia es grande.
MEQ: Ya va, taima, pero, ¿quién fue el de la idea del divorcio, tu, Andy, tu mamá, tu
papá?
MARISELA: Yo, pero mi papá me apoyo. Mi papá fue el que me dio la idea. Mi papá
fue el que busco al abogado y todo.
MEQ: ¿Y tu mamá?
132
Cuyagua y cuando regresó, que yo fui a buscar a Manuel a su casa, estaba la policía
en su casa que fue cuando se lo llevaron preso (pausa). Ahí me salió mi Madre Teresa
de Calcuta, a mi me pego mucho que se lo llevaran preso y se me revolvió todo. Yo
tenía mi novio que era Antonio… ya yo había conocido a Antonio. Hoy en día yo
digo que Antonio es el mejor hombre que he tenido en mi vida, pero yoooo, al día
siguiente que Andy estuvo preso, me fui solita a PTJ a buscar a Andy. Me acuerdo
que yoooo me fui a PTJ y me dijeron que ya estaba en el Retén de Catia (pausa). Y
me lancé al Retén de Catia solita… nunca se me olvida, eso es horrible, porque yo
estaba haciendo… primero que el ser catira ojos azules no me ayudaba para nada ir al
Retén de Catia, para nada, pero bueno, yo me lance solita para al Retén de Catia…
tendría que edad 19 años, 20 años … estee y yo recuerdo que yo estaba en la cola,
porque él estaba en lo que se llamaba Depósito de PTJ en el Retén de Catia, que era
un piso que se llamaba Depósito, que era donde tenían los presos que no sabían, que
estaban esperando por juicio x. Yo estaba paradita así y delante de mí, había parada
una señora y yo estaba en una fila, había un muro aquí, aquí al frente del Retén había
un parque y estaban las ventanas de los presos que daban al parque y yo recuerdo que
me gritaban por mi nombre y era… cuando volteo, veo la camisa de Andy
haciéndome así y me decía “vete de aquí no entres, no entres”. Bueno yo lloré como
María Magdalena. Entré, es muy fuerte que tú pases al Retén de Catia, que te
registren, te toquen por donde no te tienen que tocar esas mujeres, la impresión y el
choque de llegar allí y ver todas esas… ese olor, es un olor característico, de verdad
que es un olor (pausa)… nunca se me olvida ese olor, no sé cómo describirlo, pero
nunca he olido nada así y todos los presos encima de ti.
133
abogado, iba … después lo pasaron a un pabellón y yo iba 2 veces a la semana a
visitar a Andy y me paraba a las 3 de la mañana y a las 4 de la mañana, ya yo estaba
haciendo la cola, con todas las negras, que no es porque sean negras, si no porque ahí,
la única catira era yo. Me tenía que poner la pinta más zarrapastrosa. Yo dejaba el
carro debajo de un puente y me iba caminando (pausa) solita (pausa). Conocí
historias como tú no tienes una idea, ahí si puedes sacar tú una tesis de grado, en esas
colas, porque me rodee de toda la gente de barrio y aprendí a hablar como ellas,
porque era la única manera de subsistir pues. Me hice amiga de la líder de todas esas
mujeres que iban a visitar a sus maridos allá adentro y me enteré de cuentos… esas
tipas mataban gente, cuentos fuertes, muy fuertes. Me acuerdo una vez… y al entrar
allí… entonces… Andy contrató un tipo, uno de esos presos que tienen años,
entonces me iban a buscar, me esperaba abajo y me llevaba hasta el pabellón (pausa)
y después salía yyyy (pausa) y una vez me acuerdo, que me cayeron a rolazos porque
hubo un motín en la cola y a mí me cayeron a rolazos, a todos, y a mí me dio una…
bueno, yo me acuerdo que yo me senté frente a una acerita afuera, frente a la puerta
del Retén, lloré tanto, estaba sola ¿no? siempre iba sola, llore tanto, tanto, tanto, tanto,
que salió el Director del Retén de Catia a decirme que pasara, la cosa era así como …
así que yo no había llorado durante 6 meses, porque estuve yendo 6 meses (pausa)
estee y bueno, yo me acuerdo que yo dije ese día, que yo no iba a ir mas al Retén de
Catia.
MARISELA: 1 año.
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confusión… estaban los sentimientos completamente enrollados entre Antonio y
Andy pero…
MEQ: ¿Y tú, que estabas haciendo con tu vida, estabas estudiando, estabas
trabajando?
MARISELA: Si, de básquet. Después fuimos a Margarita eehhh… una vez que fui al
Retén, fue muy fuerte porque me desnudaron completica Maru… me sacaron el
tampax, o sea la tipa me tocó, yo no sabía que era la lesbiana de las mujeres que
estaban allá, ya ellas me conocían de tanto verme, pero cuando me tocó, ellas mismas
se pusieron como nerviosas, me llevó a un cuarto y me desnudaron completo y me
hizo sacar el tampax, pero yo estaba tan rebelde, tan arrecha, que yo recuerdo que yo
me saque el tampax y se lo mostraba así y le decía “¿ahora tu no lo vas a tocar?
Ahora lo vas a tocar y lo vas a deshacer” y tuvieron que buscarme papel y todo,
porque después no tenía con… pero también, lo más fuerte fue ese día y yo le dije a
Andy, que yo no iba a ir mas y cuando yo dije que yo no iba a ir mas, la familia de él
se ocupo de él. O sea, porque no se habían ocupado de él. Entonces, yo estuve como 5
meses sin ir, después el salió al mes y me buscó y yo volví con Andy, pero duré 1
semana. O sea nosotros nos vimos, salió, x, estuvimos ahí como varias veces juntos,
hasta que yo me di cuenta que yo había cambiado definitivamente, que ya no era la
misma niña que tenía 17 años (pausa) y yo se lo dije a él, o sea que ya era definitivo y
efectivamente, esa fue la última vez que estuve con Andy (pausa).
135
MARISELA: ¿Y Manuel? O sea tú estabas estudiando, tenías las cheerleaders que
supongo que te quitaban tiempo, porque yo me acuerdo que María a veces
desaparecía y si no eran las cheerleaders, entonces eran los contraticos que les hacían
a ustedes, publicidad y tal y no sé que más que parecían unas momias ahí (risas) estee
y Manuel a todas estas ¿con tu mamá?, ¿tu mamá te ayudo con Manuel?
MARISELA: Manuel iba mucho conmigo. Manuel era la mascota de las cheerleaders,
mucho, mucho iba conmigo a todos lados y cuando me tenía que ir de viaje, me
ayudaban mi mamá y mi papá, pero más que todo mi papá que ya estaba jubilado de
Viasa. Mi papá fue el que crió a Manuel prácticamente. Mi mamá también, pero mi
papá ya estaba jubilado de Viasa y… mas recuerda Manuel a mi papá, que a mi mamá
incluso, o sea a los dos… yo de verdad que ellos si me han ayudado con Manuel
bastante, gracias a Dios, o sea en eso si puedo contar con… porque cuando yo me
separe, me fui con ellos y nada, pues, ellos asumieron a Manuel más y a mí y (pausa)
y siempre conté con ese apoyo.
MARISELA: Si, si, de verdad que sí. Mi mamá (pausa) cambio, mi mamá cambió
cuando yo regresé. Yo creo que mi mamá entendió, que también ella metió la pata
cuando dijo que para donde iba a ir yo… nunca hablamos de eso, pero yo creo que
ella lo entendió, lo entendió y de verdad que si, y (pausa) claro mi mamá no iba a
dejar de jugar bowling y cartas por cuidar a Manuel y mi papá siempre estuvo allí,
pero si tuve el apoyo de ella, de los dos, claro mi papá más, porque estaba jubilado,
pero (pausa) yo en ese sentido no me quejo, porque ellos me ayudaron mucho con
Manuel, si me ayudaron, me ayudaron bastante, bastante, me iba a volver a casar, ¿te
acuerdas? con Antonio, pero no me case (risas).
136
MARISELA: Empecé a salir con Antonio. Antonio volaba ícaros. Primero, era mi
mejor amigo después nos empatamos. Antonio era un ¡hombre perfecto chica! De
verdad que sí. Amaba a Manuel, la familia de Antonio amaba a Manuel, me amaba a
mí con locura, pero yo nunca creo que me enamoré de él… o sea lo quería mucho,
pero (pausa) pero no, algo pasaba que no me terminaba de convencer… y bueno, me
ofreció matrimonio yo acepté, yo creo que mi familia estaba más enamorada de él que
yo. Cuando acepté casarme con él, todo el mundo empezó a planear todo, menos yo.
Ahí fue cuando me di cuenta, que estaba más chorreada que nada. Teníamos fecha de
matrimonio, fuimos a ver apartamento, fuimos a ver vajilla y a la hora que me dijeron
que tenía que mandarme a hacer el vestido, yo nunca iba a mandarme a hacer un
vestido y yo nunca me iba a mandar a hacer un vestido (pausa) y yo nunca me iba a
mandar a hacer un vestido (risas). No me casé, no me casé con él … me arrepentí,
hoy en día me arrepiento de no haberme casado con el (risas), porque hoy día se me
presenta un hombre como Antonio y yo creo que le echaría pichón, pero así … no sé,
no sé … correctico … no es mi estilo … bueno, el si era aventurero porque volaba
ícaro, como las cosas que a mí me gustan … pero … cuando yo terminé con Antonio
porque estaba con esa duda que si me casaba o no me casaba, Manuel sufrió mucho
mi separación con Antonio, porque el adoraba a Antonio. Antonio fue su papá por
dos años que estuve empatada con él, lo quería muchísimo… ellos dos se querían
muchísimo. De hecho, en mi otra relación que tuve que fue Hugo, yo dije que ni de
broma iba a… a querer… o sea le iba a esclarecer quien era su papá y que su papá era
Andy, sea como sea, pero era su papá, no volviera a querer a otra persona como llego
a querer a Antonio, porque Manuel sufrió mucho la separación de Antonio y Antonio
también. Después Antonio iba a visitar a Manuel y así estuvieron como dos años,
hasta que Antonio conoció a una mujer y se casó. Una semana antes de casarse me
fue a buscar, nunca se me olvida eso… pero bueno… yo conocí a Hugo después.
Hugo León (risas). Con Hugo estuve cinco años de mi vida.
137
MARISELA: Eh psicopedagogía, me falto solo la tesis, después me puse a estudiar
teatro.
MARISELA: Seis años más o menos… esteee me puse a estudiar teatro en… si seis
o siete, no ya estaba en primer grado, seis o siete años… me puse a estudiar teatro en
la Cesar Rengifo eh… y era perfecto, porque Manuel estaba en la Salle la Colina, yo
estudiaba en la escuela de teatro todo el día, entonces al mediodía yo iba a buscar a
Manuel y me lo llevaba a la escuela de teatro y Manuel, recibía conmigo teatro todas
las tardes. Manuel era alumno de la escuela de teatro. Entonces… yo estuve en la
escuela de teatro como tres años y Manuel iba todas las tardes a la escuela de teatro,
el era asistente de dirección, el actuaba, el hacia todo, todo allí. Hugo estudiaba cine,
entonces éramos totalmente complementarios el uno con el otro… en todos los videos
de Hugo, yo era la actriz y viceversa… utilizaba a mis compañeros de teatro y
trabajaba con lo de cheerleader. Con eso me mantenía, porque me iba muy bien pues,
seguía haciendo cuñas de televisión, promotora de todos los licores habidos y por
haber de Venezuela, todas las promotoras que veo hoy en día me da mucha risa,
porque yo pase por todo eso, fui promotora de todo, bailé con las cheerleaders, yo
creo que hasta que era casi abuela, pero con eso me mantenía, además que vivía en
casa de mis padres, no tenía que pagar alquiler ni nada de eso.
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yendo poquito a poco. Yo me fui preparando pa’ terminar con Hugo, porque sabía
que eso no iba para ningún lado. Me di como cuenta y… y llego un día que dejé a
Hugo y nos dejamos pues… hoy Hugo es uno de mis mejores amigos. Entonces
bueno, estee… pa’ ver si no me brinco nada (risas) a veces me brinco cosas, he tenido
de todo un poquito…
MEQ: Ya va, pero ¿qué quieres decir que tenías el apoyo de tus padres porque
estabas siempre fuera? no entiendo.
MARISELA: Y se los dejaba a ellos. Ellos si… en eso si sentí el apoyo 100% de
ellos. Ellos cuidaban a Manuel, cuando yo volaba, cuando yo volaba, esteee si
estaban mis padres ahí. Manuel estaba pequeño 7, 8, 9 años, claro, entonces cuando
venía, siempre estaba con Manuel, me lo llevaba para la playa o x, pero… si, ellos si
me apoyaron ahí. Después que terminé con Hugo, conocí a… ¿tengo que decir a
todos? (risas)… Juan Luis, Juan Luis (risas)… Juan Luis ¿te acuerdas de Juan Luis de
los tantos? ¡Uy! yo no sé que me dio a mi ahí… bueno pues, después de Juan Luis, no
es tan importante, pero después conocí a Guillermo. Guillermo fue muy fuerte Maru,
también… fue una relación muy fuerte. Yo creo que tú también la viviste. A
Guillermo le decía el menor porque era menor que yo 7 años (risas).
139
MEQ: Coño sí que intenso ese carajito ¡qué barbaridad!
MARISELA: yo tampoco, hoy en día, pero… coye vale me atrapó. A veces yo digo,
que es necesario a veces vivir cosas para no repetirlas, si aprendes realmente la
lección, porque si no aprendes realmente la lección te quedas allí… y yo aprendí mi
lección con Guillermo. Tanto que después de Guillermo yo no he vuelto a tener
novios así que duren tanto, porque el “hipo”, el “hipo” fue antes de Guillermo. El
“hipo”… ¿te acuerdas que me dejo por hipo? (risas)
MEQ: Si… que vaina tan loca, tú le causaste el hipo al tipo (risas)
MARISELA: Era un piloto. Cuando yo era aeromoza conocí a Julio y nos empatamos
así intensamente también, que cónchale… ese fue otro que mi papá se enamoró de él,
mi mamá se enamoró de él, todo el mundo, yo me enamoré también de él y nosotros
en un año no peleamos, nunca peleamos y me acuerdo que, cuando al tipo le dio un
ataque de hipo chama, el gurú… porque resulta que él creía en Sai Baba y su gurú me
echo la culpa a mi del hipo (risas) después de habernos querido tanto. Y recuerdo que
yo lloré mucho, porque yo puedo entender que te dejen por otra chama o porque
agarraste una arrechera, pero ¿qué te dejen por hipo? (risas) eso lo puedes poner en
“nuestro insólito universo”. Al tipo le dio un ataque de hipo, lo hospitalizaron en la
Clínica Sta. Sofía, al día siguiente vino el hijo del gurú, lo encerraron en un cuarto y
me echaron la culpa… ¡ah no! yo me fui con el hijo del gurú a una clínica en El Rosal
a uno de esos médicos de Sai Baba que curaban tridimensionalmente, de esos que te
meten la mano y te curan y a mí me botaron, porque yo era la causante del hipo, cual
Anita la Huerfanita me botaron de la clínica, porque yo era la causante del hipo… o
sea me miraron con odio, la enfermera, el gurú tridimensional, el hijo del gurú, o sea
botada … resulta que la causa del hipo era yo. Chama, eso si eran locos chama, yo
lloré mucho, porque yo no entendía que me dejaran por hipo.
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MEQ: O sea un coñasito mas para la autoestima.
MEQ: Y este tipo Julio ¿conoció a Manuel? O sea, ¿todas tus parejas han conocido a
Manuel?
MARISELA: En todas partes. Todos han conocido a Manuel. Debe ser por eso que
últimamente no quiero que conozca a nadie. Todos. Julio también tenía hijos. Tenía 2
hijos, de los cuales uno era contemporáneo con Manuel. Nosotros nos íbamos de
viaje a cada rato, para Sta. Elena de Uairen, que si para la Gran Sabana, que si para la
playa, que si yo dormía allá, el se venía para acá… la familia feliz, los dos hijos de él,
mas el mío… todo el tiempo. Pero a Manuel nunca le cayó Julio. Nunca.
MEQ: ¿Y alguna vez Manuel te puso peros (pausa) te puso peros por las personas con
las que tu salías? ¿Alguna vez el se te rebeló al respecto o siempre…?
MEQ: Coño pero es que Guillermo fue bien violento. Estaba loco de perinola.
MARISELA: La relación con Guillermo fue muy fuerte chama. Yo no aprendí con
Andy los golpes, pero los aprendí después con Guillermo. Y Guillermo ¡perro!…
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MARISELA: No. Cuando yo me empaté con Guillermo yo tenía 30, el tenía 21, no él
tenía 23 cuando yo me empaté con Guillermo. Si yo tenía 30 menos 18, Manuel tenía
12 años. Yo me empate con Guillermo estee… y al año de estar empatada con
Guillermo, fue que descubrí la personalidad de Guillermo esa cuando tomaba, en Las
Mercedes. Que eso lo vio… no Manuel no lo vio… lo vio… no sé si Manuel se
despertó esa noche, que fue un día en Las Mercedes que un amigo de Guillermo me
vio y me abrazó de pana, así que “qué bueno que estas con Guillermo” y cuando salí,
que Guillermo me agarró a coñazos chama, en plena Avda. Principal de Las
Mercedes, pero a coñazos con puño cerrado y rompió una botella y me amenazaba
con la botella…
MEQ: Pero ¿El tipo te marcó? O sea te coñazeó como para que se diera cuenta
Manuel que te habían coñazeado?
MARISELA: No. Ahí no se dio cuenta, se dio cuenta fue después, un día… después
si vio la agresividad de Guillermo… si… no se dio cuenta… no. Yo me acuerdo que
Guillermo después, estaba totalmente arrepentido y se fue para Boconó, porque tú
sabes que él era de Boconó. Y la familia me llamó y la hermana me llamó y la mamá
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me llamó y yo no le hacía caso y yo no hacía caso y terminé yendo yo para Valera, en
un vuelo a hablar con Guillermo, porque me tenía traumatizada y volví con
Guillermo. Por supuesto, que en hoy día también entiendo, o lo entiendo. Cuando a
las mujeres las maltratan Maru, porque eso lo viví yo en carne propia, ellas creen que
él va a cambiar y es verdad… yo creía que Guillermo iba a cambiar… o sea yooo…
el me prometió que iba a ir a un psicólogo, que iba a ir a tratarse y yo todo eso se lo
creí, entonces yo cuando… porque muchas veces uno juzga, uno comete el error de
decir “coño como se la cala” y yo lo viví en carne propia pues… yo, yo juraba, que él
iba a cambiar y él me prometió villas y castillas y regresamos los dos. Y yo volví con
Guillermo y Guillermo no cambió. O sea nunca fue a un psicólogo, él después,
cuando volvió a agarrar una borrachera me volvió a coger a coñazos y ya Guillermo
vivía conmigo, la segunda vez que me agarró a coñazos.
MARISELA: Bueno, por supuesto otra vez volví a caer en que “voy a cambiar”
perdón, perdón, lloró y lloró y lloró y así estuvimos, como por un año y yo
creyendo… no sé cuantos años estuve yo con Guillermo, pero estuve muchos años
con Guillermo. Cada vez que Guillermo ya agarraba un trago, ya yo estaba… era
impresionante chama, yo estaba cagada, esa era la palabra que me definía… ya
cuando veía que él se tomaba un whisky yo decía “aquí voy”… mientras el no
tomaba, bien, estee no se cuantas veces pasó eso.
MEQ: Pero ¿tú te fuiste a vivir con Guillermo? ¿Te llevaste a Manuel?
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enteré de todos los cuentos, de mujeres que pasaban por mi casa. Eso fue un desastre,
de verdad que sí.
MARISELA: La aborrescencia.
MEQ: ¿Sola?
MARISELA: Si (pausa) estee creyendo que él se iba para Bocono y resulta que era
todo un engaño… estee porque él pensaba que yo andaba con otro tipo y yo no
andaba con ningún tipo. Yo nunca le monté cacho a Guillermo, nunca, jamás… y
cuando… yo me acuerdo, que yo me rasqué, andaba con un bojote de gente y llegue a
mi casa prendida. Cuando siento el carro de Guillermo a las 3 de la mañana Maru, yo
me estaba lavando los dientes y lo que hice fue brincar a la cama como estaba y
hacerme la dormida. Resulta, que el tipo había pasado 150 veces por la casa, no
encontró mi carro, fue por todas las discotecas y nunca me encontró y el llegó directo
a agarrarme a coñazos con el puño cerrado, o sea, directo a la cama a agarrarme a
coñazos, sin yo decir nada, con la pistola en la otra mano. Yo me acuerdo, que yo me
pude parar y salir corriendo y encerrarme en el cuarto de Manuel.
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MEQ: ¿Y qué te dijo Manuel?
MARISELA: Mike es mi amigo de hace muchos años, que también siempre ha estado
allí en las buenas y en las malas. Entonces Mike sabía todo el rollo que yo tenía con
Guillermo y se dio cuenta una vez que yo le conté, que Guillermo había ido a mi casa
y prácticamente me violó, porque ya yo no quería ni hacer el amor con él y… me
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arrinconó contra la pared y yo no sentí absolutamente nada Maru. Se lo conté a
Mike… yo no sentí nada, yo me bloqueé completamente y Mike se traumatizó y me
dijo que eso había sido una violación y me pagó un psicólogo como por un año y esa
señora me ayudo bastante… uf… ella no sabe todo lo que ella me ayudó, por lo
menos me ayudó a salir de Guillermo, bastante, mucho (pausa) por eso es que yo digo
que Guillermo fue una parte enfermiza de mi vida, porque era… la enfermedad era
mutua, tanto él como yo. O sea (pausa) el hecho de que tu permitas que… que te
golpeen, uno también está cayendo en esa enfermedad y yo lo permití no una, sino
varias veces y permitía el… el que… estee lo permití, yo no puedo decirte que una
vez, sino, no sé cuantas veces lo permití…
MARISELA: Si.
MEQ: ¿Y tu papá?
MARISELA: O sea yo cuando… yo vivía con mis padres estando empatada con
Guillermo y yo me fui a vivir con Guillermo… ellos vendieron la casa de El Cafetal y
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se fueron a vivir a Pto. La Cruz y yo me fui a Sta. Cecilia y Guillermo se vino a vivir
conmigo, cuando yo me fui a vivir a Sta. Cecilia y ellos, mientras estaba Guillermo,
ellos no iban para mi casa.
MARISELA: 15, 16. Si porque estaba como en 3er. año de bachillerato… ay no… de
hecho después que terminé con Guillermo (pausa)… yo no sé (risas)
MARISELA: (risas) Mira la verdad es que no sé… pa’ ver… después de Guillermo
(pausa) no… como 3 meses lo máximo que he durado… ¡ah bueno! con Luis, que
duré casi como un año, pero ese es el de la historia de la esposa con cáncer… ¡ay
no!… también me eché una enamorada de ese tipo pero bella pues… estee… no, no
hay relación que dure… después de Guillermo no. Yo le agarré miedo a vivir junto
con alguien Maru, yo creo que es eso y ¿sabes lo que pasa? Que yo antes de
Guillermo, yo pensaba que yo no podía estar sola, o sea yo… yo también esa
dependencia, ese agarrarme. Yo siempre tuve como un novio y yo siempre estuve con
alguien. Cuando me separé de Guillermo, cuando estuve con esta psicóloga, cuando
descubrí lo que era estar sola, me gusta mucho. O sea de verdad que me gusta mucho.
Le conseguí el otro sabor. O sea ahorita, si yo llego a estar con alguien que no sé si lo
llego a estar, va a ser porque a mí me da la gana pues, no por dependencia de alguien,
eso si te puedo decir que lo aprendí. O sea, sé que puedo ser independiente, sé que no
puedo depender de nadie, sé que puedo resolver las cosas solas, sobre todo a raíz de
lo que pasó con Manuel. La enfermedad de Manuel, eso es algo que le empezó a los
20 años, que es la esquizofrenia de Manuel… peroooo claro yo termine con
Guillermo y a los años fue que le vino la enfermedad a Manuel, pero me he dado
cuenta que, que… eso primero y segundo que tengo muchos años dedicada a Manuel.
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MEQ: O sea. A Manuel, Manuel comenzó a enfermarse a los 20 años.
MARISELA: A los 20 años fue cuando le explotó su primer episodio psicótico, pero,
si yo saco cuenta, Manuel empezó a enfermarse a los 18 años.
MARISELA: Porqueeee cuando le dio el primer episodio psicótico, yo pensé que era
por drogas, (pausa) después de brincar entre tanto médico, después que estuvo interno
y todo, lo vio un médico que me dijo que eso es esquizofrenia. Cuando el me dijo que
eso era esquizofrenia, por supuesto tú te metes un puñal. Me metí un puñal de
esquizofrenia y viendo los síntomas y las características de la esquizofrenia, me di
cuenta, que a Manuel ya le había empezado antes la enfermedad, cosa que uno no se
da cuenta y no lo quieres ver.
MARISELA: yo decía “no hombre Manuel que vas a estar leyendo a alguien”… que
se murió un tipo en la Sta. Sofía y que él lo había matado con su mente. Entonces yo
si llegué a pensar, que él se estaba metiendo drogas y me preocupé. Pero esto es,
como cuando tú tienes algo enfrente y no lo quieres ver, porque no sabes que es más
fuerte, si verlo o no verlo y te haces la vista gorda. Yo creo, que yo me hice un poco
la vista gorda teniendo el problema enfrente. O sea empecé a ver como características
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de Manuel y pensé que era la droga y me dije “este se está metiendo algo” y entonces
llame al papá de Manuel.
MARISELA: Si. Si, Manuel llegó… Manuel tuvo una novia que era una loquita, muy
loca… que lo introdujo a la droga me imagino yo, que era una muchacha que
pobrecita, esa muchacha que se le murió la mamá, se crió con el papá, totalmente
bohemio y bueno Manuel se empeñó en ayudar a esa niña… Manuel es una persona
demasiado sensible… toda la vida ha sido así, el llora si un pajarito se muere.
Entonces, el conoció a esta muchacha y quería ayudarla y yo creo, que esta muchacha
lo introdujo a las drogas… y ya yo había empezado a sospechar que Manuel estaba en
drogas. Cuando él empezó con estas cosas, pensé que eran consecuencia de las drogas
(pausa) y llame al papá de… ya al final, Manuel la agarró conmigo, o sea ya, ya, ya
no era cosa de drogas ¿sabes? porque ya yo veía, era una actitud extraña. Primero,
porque él se empeñó en que leía la mente, yo hablé con mi papá y mi papá decía, que
entonces que se fuera a jugar póker (sonrisas) tu sabes como es mi papá con su
humor, pero, pero entonces yo llamé al papá de Manuel y le dije “mira vamos a tener
que llevar a Manuel a un médico, porque me está realmente preocupando porque la
agarro conmigo”. O sea, yo le pasaba por al lado y él me decía “déjame, déjame,
déjame” el no dejaba que yo lo tocara y era conmigo, o sea, era muy fuerte conmigo,
o sea no podía ni hablar por teléfono, no podía ni caminar porque lo tenía todo el
tiempo atrás, porque él pensaba que yo estaba hablando de el todo el tiempo… que yo
me fui a la Colonia Tovar un fin de semana y no lo dejé en paz, de tanto que hablé de
él… o sea que él podía matar gente con la mente. Entonces, cuando yo vi todo eso, yo
llamé al papá de él y le dije que teníamos que llevar a Manuel a un médico, porque de
verdad que habían cosas de Manuel que estaban sumamente raras, entonces Manuel,
que eso también me lo dice este psiquiatra, Manuel es sumamente inteligente y sabe
como manipular a la gente, el empezó a decirme que él había actuado así, solamente
por mí, porque estaba rebelde, porque estaba… porque bueno, porque sí.
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MEQ: O sea, el manipuló su enfermedad.
MARISELA: Si. El dijo que él lo estaba haciendo a propósito, que nada de eso a él le
estaba ocurriendo. Entonces, el papá de Manuel dijo que “bueno, si así es la cosa,
entonces tú te vienes a vivir conmigo”. Entonces se fue con su papá por primera vez
en su vida… El papá de Manuel apareció esporádicamente en la vida de nosotros, o
sea el papá de Manuel se perdía… Una vez se perdió por 6 años, o sea, nosotros no
sabíamos nunca del papá de Manuel, muy raras veces sabíamos de él. Aparecía.
“¿Dónde estará tu papá? No sé”. Estee… así estuvo, así estuvo… entonces, Manuel
se fue a vivir con él, como por 6, 8 meses y yo me fui a vivir en ese momento a la
Colonia Tovar. Fui a vender fresas, a trabajar free lance en una publicidad, después te
tengo que contar toda la parte profesional que también he brincado mucho, estee… y
cuando yo empecé a vivir en la Colonia Tovar, Manuel empezó a llamarme… Me
acuerdo una noche, a decirme que si yo estaba bien, a las 3 de la mañana, a las 2 de la
mañana, a la 1 de la mañana, a las 4 de la mañana y yo decía “pero ¿qué te pasa?”
“no, no, ¿tú estás bien, tu estas bien?” y yo lo sentí extraño. Ya el iba a visitarme a la
Colonia Tovar y ya yo lo estaba viendo extraño, bastante extraño. Entonces bueno,
cuando empezó así, yo bajé de la Colonia Tovar y le dije a Liliana, una amiga de la
Colonia, que me acompañara a buscar a Manuel, porque estaba sintiendo a Manuel
extraño y nos fuimos directo a El Marqués a buscarlo.
MARISELA: Ese fin de semana que yo bajé a buscarlo, que él empezó a llamarme, el
papá no estaba con él, se había ido a Margarita algo así y Manuel se quedó solo con la
tía, porque ellos vivían con la tía y el papá juntos. Entonces, cuando bajé a buscar a
Manuel (pausa) Manuel era un latero Maru… un latero de calle (pausa) o sea sucio, o
sea sucio (pausa) era igualito a un tipo mendigo de calle (pausa) y totalmente loco, o
sea totalmente ido del planeta (pausa) o sea decía que la tía lo quería matar, que él
había descubierto el elixir de la vida, desesperado por buscar a José, José es mi
sobrino que es piloto, para que se robara un avión para que lo sacara del país, que lo
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llevara a Brasil, porque en Brasil es donde estaba la gente que lo podía curar a él.
Entonces claro, al yo verlo así, entré en shock, porque yo no sabía que estaba
pasando, o sea yo no entendía que estaba pasando.
MARISELA: 7 meses
MARISELA: Si, fue cuando empezó el primer episodio psicótico, ese fin de semana.
MEQ: Ok
MARISELA: Si. Más que todo son auditivas. Bueno, no sé con sus amigos invisibles
ya… no sé si los ve. No sé. Cuando yo empecé a ver eso, yo entré en shock. Mi
amiga, que yo no sabía, Liliana que es mayor que yo 10 años… bueno el papá de
Manuel llegó en ese momento también lo encontró así, estaban sentaditos los dos,
Liliana y Manuel y Andy me miraba a mí y yo miraba a Andy y no entendíamos
nada. Empezamos a andar en el carro con Manuel, Manuel desesperado llamando a
José, José cuando lo escuchó hablar, también se quedó como “¿Qué es esto?”,
entonces Liliana se empezó a poner del lado de Manuel. Menos mal, o sea yo no
sabía nada… entonces yo empecé a mirar a Liliana como si Liliana estuviera loca y
151
Liliana le decía “si Manuel yo te entiendo, yo también los veo” y lo tranquilizó.
Entonces dijo “Andy por favor cuida a Manuel, porque yo voy a ir a buscar quien va
a salvar a Manuel”. Cuando se bajaron ellos dos del carro, Liliana me dice “vamos ya
a un psiquiátrico Marisela, porque tu hijo está muy mal”. Liliana había trabajado en
un psiquiátrico y yo no lo sabía. Liliana si sabía las características de un episodio, yo
no sabía. O sea, fue así como un angelito, que me lo mandaron. Me acuerdo, cuando
fuimos a Sebucán y… cuando yo entré a Sebucán, me iba dando algo, o sea, Sebucán
es horrible, un psiquiátrico del Seguro Social que se está cayendo. Llamé a mi
hermana y por supuesto, nadie entendía lo que yo trataba de explicar, lo que le estaba
pasando a Manuel, hasta que Manuel llamo a José y José entendió lo que le estaba
pasando a Manuel y J fue él quien buscó un psiquiatra.
MARISELA: Manuel tiene 26, José tiene 34… 8 años. Entonces nada… estee…
(Pausa) buscamos un psiquiatra. Ah no… me acuerdo entonces, que se quedó con su
papá. Al día siguiente, yo fui a buscar a Manuel, ya yo tenía todo listo.
MARISELA: No, con el papá. Que el papá lo dejo solo un momento y fue y se
encaramó en un árbol, lo bajaron los de seguridad del edificio, porque él estaba
encaramado en el árbol, porque lo iban a matar. Estee al día siguiente, yo fui a buscar
a Manuel, le dije que íbamos a ir a un médico y por supuesto Manuel se negó, pasé
todo el día en casa de mi tía Bárbara y el pasó 2 horas pegado a un teléfono, viendo el
teclado de un teléfono público. Manuel corría por todo el boulevard de El Cafetal, yo
corría por todo el boulevard de El Cafetal con él, tratando de convencerlo de llevarlo.
No hubo forma ni manera… hubo un momento, en que le dijimos que subiera porque
mis papás lo estaban llamando por teléfono, subió al apartamento yyy… no hubo
forma ni manera y ya allí hablábamos con el psiquiatra, de buscar una ambulancia y
llevarlo en una ambulancia, porque cuando el psiquiatra habló con Manuel por el
teléfono y lo escuchó, se dio cuenta que Manuel estaba mal, que estaba grave y me
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dice “hay que traerlo urgente”. Entonces bueno, si no… ya íbamos a llamar a los
bomberos para que lo sometieran, para amarrarlo y llevarlo, pero en eso llego Oscar,
mi primo. Y Oscar y él también han tenido muy buena relación, entonces Oscar le
dice “¿Qué chamo y que te quieren llevar a un psiquiátrico?” y Manuel le dijo “si
pana aquí todo el mundo está loco de bola” entonces Oscar le dijo “vamos a hacer
una cosa… vamos a demostrar que los locos son ellos. Vamos a cambiar las cédulas y
entonces, yo me hago pasar por ti y tú te haces pasar por mí y así los convencemos,
que los locos de bola son ellos” “bueno vamos a echarle pichón” y se cambiaron las
cédulas. Y Oscar me hizo así… pilas, pilas, pilas… llamé al psiquiatra, llevamos a
Manuel con su celular respectivo para que no se bajara del carro. Yo iba manejando,
Oscar iba como agarrándolo para que no se bajara del carro. Cuando llegamos al
psiquiátrico (pausa) fue la verdad pues, Manuel se encerró en el baño, lo sacaron y
Oscar entró con él a Emergencia, haciéndose pasar supuestamente y allí sometieron a
Manuel. A mí me sacaron para la calle para que yo no escuchara nada y cada vez que
yo veía a Oscar era peor chama… o sea… Me acuerdo y me dan ganas de llorar…
porque Oscar salía con los ojos hinchados chama y yo le decía “¿Qué pasa Oscar?” y
él volvía a entrar… y nada. Oscar vio como lo tuvieron que someter 3 enfermeros a
coñazos, tuvieron que ponerle una camisa… (Llanto).
MARISELA: Si
MEQ: Ahora está gordo, pero en aquella época era un carajito muy fornido.
MEQ: Precioso.
153
MEQ: ¿Sola?
MEQ: ¿Y Laura?
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MARISELA: De la clínica. Eso no lo cubre el seguro. Entonces, esa clínica, me la
pagaron mi hermana y, y a mí no me alcanzaba el dinero… yo estaba en la Colonia
Tovar o sea…
MARISELA: Porque esos son leyes de ellos, pero yo igualito, iba todos los días a
verlo aunque no me dejaran verlo. Iba todos los días y me pegaba a la pared a
escucharlo (pausa) a escuchar todo (pausa). Esteee…. la primera vez que fuimos a
verlo, fue mi hermana conmigo y fue Andy, (pausa) fue la cosa más impactante de mi
vida. Primero porque a Manuel le estaban dando una medicación, que quedaba así
como en las películas, le temblaban los músculos, o se le paralizaba una parte de la
boca y después, Manuel me miraba y me decía cada barbaridad… o sea, por ejemplo
Manuel se me quedó viendo ese día y me dice, nunca se me olvida, me dice “madre
tienes unas cadenas horribles puestas en las piernas, son de esas con esas pelotas así,
son horribles”.
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MEQ: Físicamente ¿cómo estaba, Marisela?
MARISELA: ¿Él?
MARISELA: Estaba como… se iba por supuesto… pero con esas, esas
conversaciones que no tenían ningún sentido… una persona completamente loca
pues, la esquizofrenia es locura… yyyy (pausa) el impacto de ver que temblaba y que
se quedaba como paralizado, como en las películas.
MARISELA: No
MARISELA: Yo lo metí en El Cedral. Sebucán es gratis, pero era muy feo, el Cedral
es un spa, es una clínica privada, donde estaba muy bien atendido… de verdad que
allí la atención es muy buena. Más bien hasta tenía manicurista, pedicura, la comida
era espectacular, o sea…
MEQ: ¿Y cuando salió Manuel de allí, a los 20 días cuando se te acabaron los cobres?
156
se puede matar, como para demostrar que realmente esas voces existen. La psiquiatra
me dice “Marisela, el escucha esas voces, imagínate tu que tu escuches esas voces y
que nadie las escucha. El escucha esas voces”. Entonces, yo no dormía vigilando a
Manuel, hasta en el baño porque se podía suicidar. O sea, por ejemplo, tenía yo que
traer a Manuel todo el tiempo a la realidad, todo el tiempo se iba… por ejemplo, un
día… yo recuerdo un día en la Colonia, por cierto estuvimos solos en esa casa, que él
me dice que él tenía que irse, que él tenía que irse porque lo querían capar, porque su
rollo también era, que lo querían capar, entonces le pregunto que porque lo querían
capar, me dice que él tenía una cicatriz y como él tenía una cicatriz, por eso lo iban a
capar y la cicatriz era, porque a él lo operaron para sacarle una hernia inguinal.
Entonces, yo me acuerdo que yo le dije “¿ah sí? Entonces a mí también me van a
quitar los ovarios, porque yo también tengo una cicatriz” y yo me acuerdo que yo me
bajé los pantalones y le dije “yo tengo una cicatriz aquí, tú tienes una cicatriz allí y a
mí nadie me está agarrando la totona, así que nadie a ti te esta agarrando el pipí”, se
me quedó viendo y me dijo “tienes razón” se dio media vuelta y se fue. Chama, pero
ya yo estaba contra la puerta luchando con Manuel para que no se fuera, porque él se
intentó escapar más de una vez y en ese monte… esteee… eso fue muy duro… yo
creo que esos dos meses que yo viví con Manuel allí encerrada, yo hoy en día digo,
que eso es lo que me ha dado más fortaleza en mi vida.
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sacaban, me sacaban, nos sacaban en las tardes, un amigo de Manuel que tenía la
misma edad de Manuel que estudiaba música, lo pasaba buscando todas las tardes
para tocar guitarra, pero ella si me dijo que si yo no buscaba quien me ayudara a mí,
la que iba a estar en un año en el psiquiátrico iba a ser yo. Entonces fue, cuando tomé
la decisión de irme a vivir con mis padres a Pto. La Cruz, que ellos… me ayudaron.
Manuel ahí se puso a estudiar música, ahí tomaba su medicación, todo eso… o sea se
fue mejorando, pero al año tuvo otra vez otra recaída, tuvimos que internarlo otra vez
de emergencia, esteee y después en el tercer año que tuvo la recaída, fue cuando lo
internamos engañado, que son todas las consecuencias que he pagado últimamente,
porque no quiere ver médico, ni psiquiatra y está… cada vez que yo interno a
Manuel, yo siento que yo me interno internamente yo… o sea, la segunda vez que yo
interné a Manuel, recuerdo que yo lo interné y yo me interné en mi casa, me aíslo,
como 3 días y la 3ra. vez que interné a Manuel, el se fue… yo estaba viviendo en
Cumbres de Curumo, Manuel se internó un viernes y yo me encerré en mi casa,
sábado, domingo y el lunes me fui a trabajar.
MARISELA: Las dos primeras veces fue en El Cedral, ya El Cedral está inalcanzable
para mi económicamente y la 3ra vez lo interné en una casa, Nuestra Señora del
Carmen, que queda cerquita del IESA, que es mitad privado, mitad Seguro Social,
entonces allí Manuel estaba traumatizado, porque no era el Spa de El Cedral, porque
a Manuel, allí donde tú lo ves es sifrino, yo pagué un poquito más para que él tuviera
su cuarto solo, pero no es lo mismo.
MARISELA: No, la 3ra vez, ehhh yo me fui con él a la Colonia Tovar y el empezó
con unos síntomas extraños, lo lleve a Pto. La Cruz porque él estaba viviendo en Pto
la Cruz y ya yo estaba trabajando aquí en Caracas en el IESA, y mi mamá me llamó y
me dijo Manuel está mal. Cuando mi mamá me lo dijo, yo empecé a moverme aquí y
todo el mundo me dijo “tráetelo o sea, tráetelo” y tratamos de ponerle inyección,
158
tratamos de medicarlo, no hubo forma ni manera, estuvo 5 días sin bañarse. Oscar se
vino conmigo un viernes, llegamos a Pto. La Cruz, Manuel estaba totalmente ido del
planeta, caminando descalzo por la calle… Manuel no se acuerda de sus episodios, o
sea Manuel, de esas partes no se acuerda.
MEQ: Tú me dijiste cuando empezamos a hablar o hace un rato, que tu sentías que
era culpa tuya lo que le pasado a Manuel.
159
sea mi vida, casada con un hombre, no sé qué, una estabilidad así, esteee… pensé que
yo tenía culpa, porque Manuel ha estado conmigo todo el tiempo.
MEQ: O sea, ya va, déjame ver si te entiendo… o sea ¿te echabas la culpa porque?
MARISELA: Mi cuñado.
MEQ: Claro.
MARISELA: Si. Yo planeé todo para morirme con Manuel, esa noche (pausa), pero
yo no sé qué pasó, que yo pensé todo eso y al día siguiente pasó todo lo contrario. O
sea, yo me quedé dormida planeando todo, llorando me acuerdo y me quede dormida
160
y en la mañana, yo me desperté con una fuerza, que yo nunca me imaginé que iba a
tener. Saqué a Manuel de la clínica ese día y le dije “vamos a echarle bolas”. Vamos a
agarrar el toro por los cachos. ¿Aquí hay que echarle bolas? Pues vamos a echarle
bolas.
MEQ: O sea, que a ti más bien lo que Juan te hizo fue un favor.
MARISELA: Si. Si. Porque yo en ese momento… Juan todavía esta rencoroso porque
yo lo… ¿tú puedes creer que todavía el tipo…? él es así conmigo…
MEQ: Si.
MARISELA: Esteee… pero bueno, yo, al día siguiente Maru yo me levanté con una
fuerza, ¡pregúntame¡ Yo creo en Dios y yo pienso, que fue Dios quien me mandó esa
fuerza, porque era algo impresionante. O sea, como yo me acosté a como yo amanecí,
es una cosa que yo todavía no la puedo explicar. Yo creo que allí sentí la presencia…
no la presencia de Dios, yo creo que la presencia de Dios yo la sentí cuando a mi me
iba a llevar la guerrilla, la FARC (risas)
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MEQ: O sea tu te acostaste sintiéndote como una desgraciada mala madre y te
levantaste sintiéndote una mujer arrecha que podía sacar a su hijo…
MARISELA: Si, si… yo me quería morir, yo y Manuel. Que todo el mundo se quitara
ese problema de encima. Sentí que era una carga para todo el mundo, o sea yo me
acosté a dormir que yo creo que si hubiese tenido algo al lado, yo le echo bola… me
acosté a dormir a morir… o sea yo me voy a morir hoy, me acosté a dormir para
morir, lloré y voy a morirme esta noche y planeé… me quedé dormida y me levanté
totalmente lo contrario.
MARISELA: Si, Manuel estaba interno. Yo me levanté y era hasta otra, yo creo que
hasta físicamente era otra. Fue cuando saqué a Manuel, me lo llevé a la Colonia
Tovar, o sea vamos a echarle bolas… y desde ese día, yo no he desvanecido con
Manuel Maru.
MEQ: Me consta.
MARISELA: No, no, pero para nada. Las veces que Manuel ha caído y todo eso,
gracias a Dios que yo (pausa) yo creo que la Colonia Tovar, esa noche o sea, todas
las cosas que he vivido con Manuel, yo creo que me han hecho un roble chica (risas)
MARISELA: Si
MARISELA: A veces Dios utiliza herramientas, que tú crees que son pésimas, pero
te están haciendo un bien.
162
MEQ: Es probable que lo que tu cuñado te haya dicho, te hizo alborotar la rebeldía…
Marisela la rebelde “¿ah sí? Te voy a demostrar que no es así, que estas equivocado”
MARISELA: (pausa) Hoy en día me siento así. Hoy en día me siento bien. De
verdad. Con todo y la enfermedad… o sea, ya yo asumí la enfermedad de Manuel, es
un proceso de asumirlo, porque no es fácil. Yo siempre he dicho que… ya yo no lo
digo pero, yo creo que a mí me cambiaron a Manuel hace 6 años y yo tuve que
aprender a querer a Manuel nuevamente, porque el primer año, aunque tú creas que
no, tú te haces la pregunta ¿Por qué? O sea… mi director de teatro, me dijo un día
que no me hiciera más esa pregunta, que esa pregunta no tenía respuesta, que no tenía
sentido y que Dios no mandaba nada aquí, para mandarnos un castigo, que no me
siguiera haciendo esa pregunta porque no es así, porque no pues…
MARISELA: ¡Ajá! Me la llegué a hacer más de una vez, hasta que un día me dije:
“esa pregunta si es tonta, verdad, yo no me voy a seguir haciendo esa pregunta” y fue
así… esto hay que asumirlo como “así es mi vida pues” y hay que asumirla como
está. Es parte de mi vida. O sea, Manuel es parte de mi vida y de verdad, es parte de
mi vida, o sea, yo tengo mi vida, Manuel tiene su vida y eso está allí pues… y eso, a
mí en absoluto, ya no me da tristeza… claro he pasado por el: “así estuviera Manuel”,
“Manuel estuviera graduado”… ya yo he pasado por esas etapas y ya yo asumí esto,
como un hecho de vida… o sea Manuel es así y listo pues… o sea ya no me quita a
mí, mi felicidad (pausa) o sea es lo que me tocó y… no es conformismo Maru, no es
conformismo.
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MARISELA: Exacto… es lo que me tocó y “ah chévere ¡vamos a echarle bolas
pues!”… vamos a echarle bolas y allí estamos, echándole bolas.
164
abrirle la puerta a Manuel, porque Manuel me esperaba en la calle. Y nos sentimos en
una mansión, todavía seguimos en el mismo cuarto juntos… pero yo también siento
que fue un aprendizaje. Tengo ya 2 años viviendo en un cuarto con Manuel junto, a
conocer a Manuel más, con su enfermedad y eso es, lo que me está haciendo ahorita,
como asumirlo como un hecho de vida más todavía a lo que ya yo lo tenía pensado.
Ya yo conozco mas a Manuel, la relación de nosotros ahorita está bien, ya yo sé que
él se va para Júpiter, que tiene sus amigos invisibles, pero el ahorita lo está
controlando más, ya logré que fuera al médico, porque la última vez que yo lo
interné, el no quiso saber más nunca de médico. Ya tiene desde septiembre… desde
finales de agosto, principios de septiembre, yendo a un médico y le ha ido muy bien y
ya estoy ahorita en el proceso de desapego de Manuel, estoy en ese proceso, no es
fácil, porque tengo 2 años y medio el siendo mi llavero y estoy en el desapego, me ha
ayudado el psiquiatra, el español aunque no lo creas, tengo 2 meses saliendo con el
¿no sabes? ya voy para dos meses ¡muérete!... me ha ayudado también porque, no se
mete, pero… es verdad, tengo que aprender a desapegarme, por el bien de él y por el
bien de los dos.
MEQ: ¿Y qué crees tú, que siente Manuel cuando tú no estás con él? ¿Qué te ha
dicho, él te ha dicho algo?
MARISELA: No, pero Manuel (pausa)… Hay algo que si me he dado cuenta. Manuel
me idolatra Maru, Manuel (pausa) eso también lo sé porque el psiquiatra me lo dice.
Cuando él tiene un episodio psicótico, el primer enfoque de agresión es conmigo,
nunca me ha pegado, pero me agrede verbalmente, pero él me agrede porque la única
persona que él tiene y que más quiere en el mundo, soy yo (pausa) Manuel a mí… a
veces… (Pausa) por eso es que también me estoy alejando un poco de él, porque me
he dado cuenta que me idealiza un poco, o sea ya me he dado cuenta, pregúntale a
Manuel que soy yo… yo lo he escuchado, el a mi me adora… yo también lo adoro,
pero, pero, el depende mucho de mí y me estoy dado cuenta, por eso estoy tratando
como de desapegarme, porque él también se aprovecha de eso. O sea, el se
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aprovecha de esa dependencia y Manuel no trabaja y Manuel podría trabajar (pausa) y
eso es lo que quiere lograr el psiquiatra (pausa) y me lo ha dicho.
MARISELA: (pausa) Mira… yo lo que quiero es, que Manuel sea independiente
Maru.
MARISELA: Si, que sea feliz chama. Ya yo me di cuenta que la soledad es parte de
su enfermedad, que a mí antes me afectaba mas que la enfermedad, la soledad de él,
que a él mismo. Ya yo me di cuenta, que eso es parte de su enfermedad y que a él no
le pega tanto, como me pegaba a mí. Ya a mí no me pega la soledad de él. Manuel
antes de la enfermedad, era una persona muy sociable, tu lo conocías, ya no lo es,
este… yo soy muy sociable, yo tengo muchos amigos, de verdad que yo conozco
mucha gente, pero (pausa) llegó un momento que yo… ¿sabes cómo me di cuenta?
Una vez que yo salía y le dije ¿pero tú no vas a salir? O sea, yo lo empujaba y él un
día, me pidió plata para irse de rumba porque yo iba a salir esa noche. Yo salí esa
noche con un amigo mío y cuando yo llegue, como a los 10 minutos llego él, a pie.
“¿Dónde estabas?” le pregunté “En una discoteca, en una rumba”. Cuando al día
siguiente le voy a lavar la ropa, me di cuenta que estaban los 20 mil bolívares
completicos ahí (pausa) Manuel se fue para el parque, a esperar que yo llegara para
que yo creyera que él estaba de rumba. Ese día me di cuenta, que más nunca le digo
que se vaya de rumba, esa es decisión de él. Si yo voy a salir y él se quiere venir
conmigo, que últimamente no lo puedo decir porque se viene conmigo (risas)… que
voy a estar pensando que un carajito de esa edad quiere venir a una fiesta de puros
amigos míos (risas), se viene. Entonces, pero, pero es así pues, es así… tengo que
aprender a que él también tenga su propia vida, porque el día que yo no esté, yo no sé
que va a pasar en la vida de MANUEL y eso me preocupa de verdad… yo lo que
quiero es que Manuel sea independiente, que sepa que en algún momento yo no
puedo estar pues.
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MEQ: Marisela, haciendo una retrospectiva de tu vida, o sea, en este rato que
llevamos conversando… yo te conozco a ti de toda la vida… no ha habido una etapa
en mi vida, en la que no esté Marisela; Marisela siempre ha estado en mi vida.
MARISELA: Igualito y tú y yo, cada vez que pasamos por algo, estamos allí.
MEQ: Si, de hecho parimos casi a la misma vez, nuestros hijos compartieron corrales,
coches, cunas, mordiscos, todo…
MEQ: Si, esteee pero tu vida y mi vida han sido muy distintas… yo soy un poco mas
pasiva que tu, mas ahuevoneadita… y yo a veces hago una retrospectiva de mi vida y
digo “sí, yo aprendí de mi vida, o yo soy lo que soy, porque soy como soy, por las
cosas que yo hice con mi vida, por lo que me enseñaron mis padres”… le doy gracias
a Dios porque yo estoy bien, pero te quiero preguntar a ti. Tu eres una mujer de
admirar, porque no se que hubiese hecho yo, si me hubiese tocado vivir lo que tú has
vivido, y te quiero preguntar. Haciendo una retrospectiva de tu vida, ¿Cómo ves tú, tu
vida?
MARISELA: (pausa)… ¡ay Maru!…. Yo creo que yo volvería a vivir mi vida de esa
manera (pausa) esteee yo creo, que lo que me ha tocado en la vida es, porque me ha
tocado aprender cosas (pausa) siento que he aprendido, esteee he, no se (pausa). Si
hay algo que me he dado cuenta, es que yo vivido mi vida intensamente, o sea,
intensa en el sentido que, si tengo que llorar, lloro, si tengo que sufrir, sufro y si tengo
que vivir y alegrarme, lo hago en el momento en que tenga que hacerlo. No me quedo
enganchada en el pasado, gracias a Dios, gracias a Dios… siento que eso es una
bendición que me mandaron, porque trato de aprender lo que tenga que aprender, así
como con Guillermo, estee que me he dado cuenta que, mientras tú no aprendas, se te
vuelve a mandar la lección, o sea, muchas veces yo diría “yo estoy curada, ya yo salí
de eso” y entre mas lo decía, me volvían a mandar el ejemplo y me daba cuenta que
yo no estaba curada y que yo no había aprendido mi lección, te das cuenta, no de que
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aprendiste la lección, te das cuenta cuando pasa el tiempo, y ya no lo vuelves a
hacer… tú ni siquiera analizas… no sé cómo explicarte, las cosas que te pasan… no
es que sientes que fue una lección de vida, sino con el tiempo, te das cuenta que la
asumiste de tal manera, que fue una lección de vida y que entró dentro de ti, sin darte
cuenta, no como una lección de escuelita, sino que se internalizó, entonces todo lo
que he pasado o todo lo que hemos pasado en la vida, siento que se internalizó esa
lección y ahí es que cuando realmente es aprendida.
MEQ: Marisela, hace un rato dijiste que si algo te dejo Guillermo es que, pareciera
que el marcó tus relaciones con los hombres, te da culillo, yo lo veo así, que te da
culillo, tú dices “la pinga, la pistola y si le da por… por… ¿Qué crees tú?
MARISELA: Chica…
MARISELA: hay momentos que a lo mejor, porque tengo la regla (risas), a veces si
quiero tener pareja, lo que pasa es que me toco vivir tantas cosas sola, que no me hace
falta un hombre para (pausa) para que me acompañe en mis cosas, no se… o sea
como te digo, si yo quiero estar con alguien, es porque quiero y ya! Porque me da
nota, porque… no porque me vaya a apoyar, claro a lo mejor es un apoyo, ahorita que
éste está conmigo, me siento muy extraña, pero fíjate como lo estoy tomando pues,
(pausa). A veces si me veo con alguien, pero a veces veo a mis padres que tienen 56
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años de casados, van para 57 el año que viene y digo: coye que bonito, pero veo que
discuten por tantas tonterías, que yo no sé si es mejor quedarse sola o no, la verdad es
que (pausa) no sé Maru… yo esa pregunta no me la he hecho, o sea (pausa)
MARISELA: No le paro bola. Hubo un momento en que le paraba bola y yo creo que
le paraba mas bola por el estatus social, por el que todos tenemos que tener una
pareja… porque si tu no estás casada te ven extraño, o… no es que te vean extraño,
pero yo creo que hoy en día yo no extraño eso, yo no extraño tener pareja, pero para
nada, para nada.
MARISELA: Si (pausa) de verdad que sí. O sea, si algún día… yo no digo que no
voy a tener pareja o que si voy a tener pareja, pero si llega es, porque tiene que llegar
y chévere, pero si no llega también, pero yo de verdad en este momento… no, no es
una cosa que está ahí, porque de verdad no me interesa.
MARISELA: Ay… lo que pasa es, que así como mi vida amorosa es así, mi vida
profesional también es un poco extraña. Trabajo en el IESA, ya llevo 4 años en el
IESA Caracas, yo he hecho muchos trabajos. Tengo un amigo mío, que dice que él no
puede entender como yo estoy en el IESA porque yo puedo hacer un tomo de mi vida.
El año que viene voy para 5 años. Yo empecé a trabajar en el IESA de Pto. La Cruz y
ellos me trajeron para acá. Gracias a Dios, que en el IESA me va bien, es un ambiente
de trabajo chévere. Ahorita soy Coordinadora de Atención al Cliente, Relaciones
Publicas. Hay 2 profesores del IESA, que más o menos saben de mi vida y me han
dicho lo que tú me dices… o sea es curioso… mi papá me lo dijo en estos días, que
me admiraba. Yo me siento rara cuando me dicen eso, porque es extraño, pero
bueno… en el IESA ahorita, hasta soy Maestra de Ceremonias, en todos los actos me
están poniendo allí, frente al podio. Es primera vez en mi vida… después de muchos
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años de tener trabajo de vendedora vendiendo de todo, que tengo un sueldo, quince y
último (risas)
MARISELA: ¿Ahorita? Con comprarme una casita en la Colonia Tovar… mira, debe
ser que como yo he sufrido tanto con la parte de la vivienda, o sea, si quiero tener un
hogar, no tanto una casa.
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solo, tiene que aprender ese amor a sí mismo y eso se aprende, estando solo y, y para
que tu veas, tú me dijiste eso y me vi en mi casita yo sola, no me vi con mas nadie
(risas) y si llega la gente chévere, vengan todos y me visitan pero, pero, fíjate, o sea
(pausa) no sé, no… el español dice que es primera vez que conoce a una mujer en el
mundo, que no se quiere casar, yo le dije “¿ah sí? Yo pensé que yo no era la única”
(risas). Pero no, (pausa) me veo así, con mi casita y si quiero como, tener estee eso,
estar en paz, a mi no me, no me, no es el dinero lo que a mí me… si no más que todo,
la tranquilidad y la paz interna, eso, una casita donde yo tenga paz. La paz siempre la
trato de llevar, la paz siempre está allí, con todo.
MEQ: Te escucho y siento que para ti, tu casita es un sitio donde reposar. La Colonia
Tovar porque se te presento ahorita la oportunidad de que compres ese terreno en la
Colonia, pero pudiera ser en Chuao, en el Roraima, pudiera ser donde sea, pero es un
sitio donde tú puedas reposar y que sea tuyo.
MARISELA: Si.
MEQ: Tú sientes la responsabilidad… ¡aja! esa es una buena pregunta, o sea ¿Por
qué, porque te criaron a ti y tú como hija tienes la responsabilidad con ellos, o por lo
que ellos hicieron por Manuel?
MARISELA: Mira yo no sé por… yo creo que por ambas cosas. Yo siento un gran
amor con ellos, o sea, de verdad que lo hago con todo el amor del mundo, o sea no
siento que sea una carga, siento que es una responsabilidad cargada de amor, o sea
(pausa) pero, pero porque muy en el fondo… la vejez es dura y, y a lo mejor es una
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forma de retribuirles lo que hicieron por mí, por Manuel, por mi misma, pero siento
una gran responsabilidad por ellos.
MARISELA: No, una vez me dio miedo, porque Manuel, la última vez que salió
interno, me dijo que iba a buscar la forma de internarme a mi cuando yo este vieja
(risas) entonces yo, en ese momento, pensé en buscar un marido para que Manuel no
tuviera la forma de meterme interna (risas)… estuve como un mes diciendo que me
iba a casar para que Manuel no me pudiera meter interna, es la única vez que me ha
preocupado estar sola, de verdad que sí. (Risas)
MARISELA: (risas) “Yo te voy a meter a ti interna, cuando estés vieja” y yo “coye
me voy a casar” (risas) la verdad es que no me da miedo Maru.
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MEQ: ¿Y qué sueñas tu para Manuel?
MARISELA: Si, con todo y su enfermedad y sus amigos invisibles, porque ellos son
panas, si. Yo creo que si tiene sus sueños… me imagino. Yo digo lo de casarse,
porque yo creo que si le hace falta una mujer a Manuel, alguien que lo acompañe, yo
creo que el sí necesita a alguien que lo acompañe que no soy yo, que no debería ser
yo… si estoy ahí, estaré ahí porque me corresponde, claro, si él me necesita estaré yo
ahí, pero a mí me gustaría que el aprendiera que no sea yo, porque en algún momento
yo no estoy, prefiero que… porque si en algún momento yo no estoy, que a él no le
pegue tanto, porque si yo no estoy, a él lo van a tener que internar y yo lo que quiero,
es que él aprenda que, en algún momento yo puedo no estar, pero los sueños de
Manuel, son los sueños de él Maru. Yo lo que quiero es que sus sueños se hagan
realidad… yo no me atrevo a decir que soñaría yo para ti… no, no tengo la respuesta.
MARISELA: No, yo lo que quiero es que Manuel sea feliz, dentro de su locura que
sea feliz… dentro de lo que pueda que sea feliz… Manuel ha llevado una vida muy
dura chama, o sea, yo he estado ahí en todo momento, o sea, a Manuel no le ha
tocado fácil, entonces (pausa)… y bueno, es lo que nos ha tocado…
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MARISELA: Los dedos de mi pie (risas).
MARISELA: No, yo no cambiaría nada, no. De verdad que no, porque yo siento que
todo esto es enriquecedor, oíste. De verdad, todo esto es lo que te hace a ti no
preocuparte por estupideces, ¿sabes? yo cuando veo que esas mujeres se enrollan por
unas cosas tan tontas, que vienen los amigos míos a contarme, yo digo “Ay Dios
mío, gracias por mandarme todas las cosas que tú me has mandado, para no
enrollarme por esas estupideces” pero es que tampoco las culpo, porque ellas no han
vivido problemas que hacen que te duela el pecho, así como, como… hubo un
momento en que me dolió tanto el pecho, que yo sentí que literalmente se me partió.
Yo la verdad es que no cambiaría nada, porque yo siento que todo lo que yo he vivido
es por algo y hay que asumirlo chama… no, no. Es lo que me hace reír internamente
como rio pues, como creo que rio, como los momentos que tengo que creo que son de
felicidad los disfruto al máximo y ya, y también sé, que son momentos pues, y tu
aprendes a vivir que la vida son momenticos y que hay que vivirlos.
MEQ: Marisela, te agradezco mucho que me hayas regalado estas horas que tenemos
hablando, de verdad que sí.
MARISELA: ¡Claro!
MEQ: Si algo surge, yo quisiera eh… que me permitieras volver, a que conversemos
de nuevo.
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MARISELA: Lo de la guerrilla…
MEQ: De verdad que si Marisela, muchas gracias. Yo estoy segura que saldrán
dudas, y saldrán preguntas y más adelante nos ponemos de acuerdo.
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