Está en la página 1de 1

2 / PAÍS VASCO EL PAÍS, domingo 27 de octubre de 2002

Metas y mitos
Ratos: Los que he necesitado pa-
OPINIÓN
cia con la anterior petición. La
propuesta sabiniana, supondría
que el Athletic dejaría de partici-
La mano
ra escribir esto y los tres minutos DEL LECTOR par en la liga del “país opre-
que empleará usted en leerlo. sor”, lo que supondría su ruina LUISA ETXENIKE
Retos: Los que significan sim- económica. Debería explicar el
Esta sección incluye cartas remitidas
plificar a unas líneas el “proble- por los lectores. Los textos no deben señor Arzalluz, como se iba a En un relato de Patricia Highsmith un joven acude a casa
ma vasco”, de modo que sea com- exceder de 25 líneas mecanografiadas. compensar la pérdida de ingre- de su novia para pedir su mano. El padre de la chica se la
prensible por todos, los vascos y En ellos deben figurar la firma, el do- sos debido al descenso en el nú- entrega. La mano izquierda; en una caja. “Me pediste su
el resto de la humanidad. micilio, el teléfono y el número de mero de socios, la reducción de mano y ya la tienes”, es su comentario. En el relato, que
DNI o pasaporte de su autor.
Ritos: Los que han rodeado EL PAÍS se reserva el derecho de ingresos por taquilla, publici- pertenece a la colección Pequeños cuentos misóginos, suce-
de mixtificación este tema, desde publicarlos, así como de resumirlos o dad, televisión, motivado por el den después más cosas. El joven se vuelve loco y sólo
la independencia del “paraíso per- extractarlos. No se devolverán los ori- hecho de que las estrellas del entonces la situación se le hace inteligible: “comprendió la
dido” hasta la Constitución eter- ginales, ni se facilitará información Madrid, Barcelona, Valencia... horrible equivocación, crimen incluso, que había cometido
na de la “grande y única patria”. postal o telefónica. Las cartas pueden ya no pasarían por San Mamés. al pedir algo tan bárbaro como la mano de una chica”.
enviarse al fax: 94 413 23 13 o por
Rotos: Como nos sentimos de correo electrónico bilbao@elpais.es Sería desolador comprobar el Más tarde decide comunicar a los demás su arrepentimien-
dolor y hastío por tanto fanatis- aforo de las gradas en un día del to, su evolución mental, pero se encuentra con esta desola-
mo, tanta muerte, tanta violencia, club entre el Athletic y el Eibar. dora respuesta: “No hay error en pedir la mano de una
y por tanta desunión entre todos. El Athletic y el Estado Eso sí, en vez de controles anti- chica. Es lo normal, lo que todo el mundo hace cuando se
Rutas: Las que deben abrir los doping, se realizarán controles so- casa”. El final no lo cuento.
líderes políticos, los partidos y la
libre asociado bre la pureza sanguínea y el RH Las intenciones de Patricia Highsmith están claras: hu-
sociedad civil para ser debatidas La última propuesta del señor de los jugadores. mor negro para criticar la cruda realidad misógina. Tras-
democráticamente, con sereni- Arzalluz, que no del Lehendaka- En el ámbito económico-em- gresión narrativa que consiste en convertir en literal lo que
dad, sin vetos ni prejuicios, respe- ri, nos propone que el País Vasco presarial nos podemos hacer sólo usamos metafóricamente: “pedir la mano”, para reve-
tando la pluralidad de opiniones. se convierta en un Estado libre una idea de lo que supondría lar así el corazón letal que encierran tantas y tantas expre-
¿Tan difícil es comprender asociado a España. La incerti- llevar adelante la propuesta del siones aparentemente inofensivas. Lugares comunes del
que hay vascos que se sienten es- dumbre se apodera de todos los señor Arzalluz. Esto nos afecta lenguaje sexista que usamos demasiadas veces sin concien-
pañoles, o franceses, además de sectores, pero deseo referirme a a todos, nacionalistas y no na- cia de que son alimento y coartada y guarida de discrimina-
vascos, y que hay vascos que sólo uno en concreto, el futbolístico. cionalistas, ya que las conse- ciones y violencias. Cimiento y cemento del terrorismo de
se sienten vascos? Las rutas de- Me surgen enormes dudas sobre cuencias económicas las vamos género que es en este país el que más mata y hiere: una
ben permitirnos seguir convivien- el futuro que le deparará a nues- a sentir todos, sectores deporti- muerta al menos cada semana, puntualmente, sin fallo,
do juntos y ofrecernos a todos tro Athletic con dicha propuesta. vos incluidos. como en el gota a gota de la tortura china; y decenas de
una vía de defensa de las ideas Se reclama una selección vas- Por ello, aunque no sea más miles de maltratadas.
propias. Así convergeremos en ca de fútbol con representación que por pragmatismo, es hora de Ver la violencia en lo que se presenta brutalmente resul-
una sociedad más tolerante en la internacional, en cambio, ni que algunos digan NO a este pro- ta muy sencillo. Mucho más difícil es detectarla en lo que
que quepamos todos.— Mikel una sola palabra sobre una liga yecto.— Javier Ruiz Egaña, Por- se expresa sin agresividad. Pero una ironía apenas susurra-
Agirregabiria. Getxo. vasca independiente en coheren- tavoz PP Erandio. Bilbao da puede ser tan violenta como un insulto. Volver la espal-
da tan violento como enfrentarse. La omisión como la
acción, la ausencia como la presencia. Otra cosa es que
tengan consecuencias distintas o que merezcan diferente

Patricia Highsmith. / JESÚS CÍSCAR


tratamiento penal. Me estoy refiriendo aquí sólo al núcleo,
al sentido violento. Y quiero llamar la atención sobre la
capacidad ofensiva y destructora que puede esconderse en
el interior de lo exteriormente no agresivo. Sobre el peligro,
en fin, del vacío, del aire sin acto.
El último mandatario iraní que visitó España dejó a la
reina Sofía con la mano precisamente así, cortada, flotan-
do en el aire, sin respuesta. Y es que esos varones —nos les
llamo “hombres” porque en esa palabra mal que bien
cabemos también todas— no estrechan manos femeninas.
Cosas de su empobrecida cultura. Pero las autoridades
españolas no escarmentaron y ahora invitan a otro
—cosas de nuestra pobre cultura que aconseja hacer nego-
cios con cualquiera— para que venga a elegir el menú de
todos y no estrechar la mano de ninguna: reina o presiden-
ta o ministras o Constitución o declaraciones de derechos
varias. Para que venga, en definitiva, a violentarnos, sin
agresividad, simplemente imponiendo la omisión y la au-
sencia.
No sé cuáles son los intereses que comparte España con
Irán. Y visto lo visto —permítanme la boutade— prefiero
no saberlo. Lo que sí sé es que la igualdad de las mujeres,
lejos de ser un hecho en nuestro país, es todavía desgracia-
damente un proceso. Que faltan muchas etapas para alcan-
zar la meta final y que ninguna es llana; ni permite la
banalización o el descuido. O la alambicada ambigüedad
diplomática.
Si Mohamed Jatamí no puede respetar nuestro orden,
que no venga. Si de ese modo se pierden negocios, que se
pierdan. Ninguno vale lo que la discriminación, el despre-
cio y la violencia de género que el presidente —lo pongo en
minúscula por imperativo de mi propia militancia
cultural— iraní aplica en su país en nombre de sus princi-
pios y aquí pretende aplicar, amparándose protocolaria-
mente en los nuestros. Que no se lo permitan. En todas las
situaciones extremas, nosotros lo sabemos de sobra, hay
que priorizar. Distinguir y defender lo principal. Subordi-
narle el resto.

También podría gustarte