Está en la página 1de 18

Epistemología

de la Espriella R.

filosofía de la mente y bioética

Homofobia y psiquiatría
Ricardo de la Espriella Guerrero1
Resumen

Antecedentes: La psiquiatría ha tenido tradicionalmente una mirada patologizante de la


homosexualidad; si bien ésta ha sido excluida de la taxonomía, los psiquiatras mantienen
frecuentemente posturas homofóbicas explícitas o encubiertas. La homofobia no figura en
los buscadores de literatura médica más utilizados, tampoco aparece en libros de texto
psiquiátrico, donde aún se encuentra la homosexualidad como trastorno mental. Métodos:
Revisión narrativa de literatura, la cual hace evidente el vacío existente en la forma cómo se
conceptualiza e investiga la homofobia desde la psiquiatría. Conclusiones: La homofobia debe
ser considerada un trastorno mental pobremente estudiado desde la psiquiatría, por tanto,
algunas acciones para desarrollar este tema serían el desarrollo de investigación en nuestro
medio, la inclusión de la homofobia en los contenidos de las asignaturas de psiquiatría en
pregrado y postgrado, el desarrollo de guías para el manejo adecuado de la condición y el esta-
blecimiento de zonas seguras para minorías sexuales; esto supone un cambio epistemológico
y político para que se establezca una postura clara del colectivo psiquiátrico y de los psiquia-
tras en particular respecto a las diferentes formas de prejuicio antihomosexual y homofobia,
además de la necesidad de la apertura de los terapeutas respecto a la sexualidad.

Palabras clave: homofobia, homosexualidad.

Title: Homophobia and Psychiatry

Abstract

Introduction: Traditionally in psychiatry homosexuality is believed to be pathological. In spite of


its exclusion as a mental disorder psychiatrists frequently exhibit covered or explicit homophobic
attitudes. The term “homophobia” is not included in the most widely used medical browsers and
it is not found in psychiatry textbooks, where homosexuality is still considered a mental disorder.
Methods: Narrative review of the literature. Conclusions: Homophobia is a poorly studied mental
disorder in psychiatry. Some of the possible actions towards reversing this tendency would be
to support research endeavors, the inclusion of this topic in medical under and postgradua-
te curricula, the development of guidelines and safe zone projects for sexual minorities. An
epistemological and political change in Colombian psychiatry is needed in order to establish a
statement both as a group and individually about different forms of antihomosexual prejudice,
homophobia, and the disclosure of therapists’ attitudes towards sexuality.

Key words: Homophobia, homosexuality.

1
Psiquiatra, terapeuta sistémico, magíster en epidemiología clínica. Director de Edu-
cación Médica e Investigaciones, de la Clínica de Nuestra Señora de la Paz, Bogotá.
Coordinador del posgrado de Psiquiatría de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas.
Profesor del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Pontificia Universidad
Javeriana, Bogotá, Colombia.

718 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

Hay un principio que constituye parativas o de conversión)”, por


una barrera a toda información, que
está al abrigo de todas parte de su Comisión de Psico-
las discusiones y que terapia por Psiquiatras (COPP),
logra mantener al hombre en
una permanente ignorancia:
en 1998, aduciendo que desde
colocar el desprecio 1973 la homosexualidad, en
delante de la investigación sí misma, no es un trastorno
Herbert Spencer mental; se reveló, además, la
base de las terapias reparativas
en creencias religiosas y su falta
Introducción de rigor científico.
Pese a estos hechos, aún encon-
Durante mucho tiempo, el dis- tramos en los discursos y acciones
curso psiquiátrico se manifestó en de algunos psiquiatras que la homo-
diagnosticar la homosexualidad, en sexualidad se sigue diagnosticando;
buscar características físicas, de se toma como criterio diagnóstico
comportamiento o de pensamiento de trastornos mentales o se aplica
en contraposición a la ‘heterosexua- un tratamiento para ésta. Declara-
lidad obligatoria’; en contraste, muy ciones de psiquiatras a los medios
poco se ha hecho para estudiar la de comunicación evidencian la
homofobia, salvo para la ‘homofobia adherencia a una postura todavía
interiorizada’. patologizadora de la homosexuali-
Existen dos hechos fundamen- dad; por ejemplo:
tales que se toman como una acep-
tación de la homosexualidad por Conviene no olvidar la frecuente
parte del colectivo psiquiátrico: presencia en los homosexuales
1. La American Psychiatric As- de dos trastornos simultáneos
sociation (APA) retiró la ho- (un fenómeno denominado co-
mosexualidad de la lista de morbilidad que suele abrir nu-
trastornos psíquicos (DSM) en merosos interrogantes sobre su
1973; esta decisión ha tenido interacción, influencia, relación
consecuencias en todo el mun- causa-efecto y efectos de ac-
do. En 1987 se excluyó, tam- ción-reacción cuando se actúa
bién, la categoría diagnóstica de médicamente sobre ellos): los
homosexualidad egodistónica trastornos de personalidad y
(DSMIII-R). los trastornos obsesivo-compul-
2. El Comité Directivo (The Board sivos. (1)
of Trustees) de la American
Psychiatric Association aprobó
una declaración de posición Jerarquía de la sexualidad
sobre “Terapias enfocadas so-
bre intentos de cambiar la Existe una ‘jerarquía de la
orientación sexual (terapias re- sexualidad’, la cual otorga a la he-

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

719
de la Espriella R.

terosexualidad un estado superior, mucho para equiparar los derechos


situándola así en el rango de lo de heterosexuales y homosexuales,
natural, de lo evidente. Esta asi- como son, por ejemplo, el reconoci-
metría es evidente en los términos miento de la pareja y la posibilidad
usados para nombrar la hetero- de adopción (5).
sexualidad y la homosexualidad:
“En el diccionario de sinónimos, la Homosexualidad y
palabra ‘heterosexualidad’ no figura construccionismo social
en ninguna parte. Por el contrario,
androgamia, androfilia, homofilia, La homosexualidad es un con-
inversión, pederastia, pedofilia, cepto cambiante, que debe ser
socratismo, uranismo, androfobia, entendido por los referentes cul-
lesbianismo, safismo, tribadismo turales. El término homosexual no
se proponen como términos equi- fue utilizado sino hasta la segunda
valentes a ‘homosexualidad” (2); mitad del siglo XIX, por el escritor
otro tanto puede decirse para los húngaro K. M. Kertbeny (1); la
términos coloquiales usados para psiquiatría propuso una interpre-
definir heterosexual y homosexual. tación matizada del darwinismo,
Esta designación sobreabundante al considerarla, por ejemplo, como
revela lo que es considerado como ‘monomanía afectiva’, o al buscar
problemático, y mantiene implícito anomalías psíquicas o físicas que
lo que se supone evidente y natu- justificaran su condición diagnós-
ral (2). Curiosamente, la asimetría tica.
también se reporta ligada al género: Se reconoce, a través de la his-
46 acepciones para homosexual toria y de las diferentes culturas,
(masculino) y sólo 6 para lesbiana cómo las conductas homoeróticas
(3), en términos usados en Ecuador. han sido consideradas en forma
Katz (citado por Drescher) muestra diversa: la efebofilia de los griegos
cómo la palabra homosexual apa- clásicos no era considerada anor-
rece a finales del siglo XIX, pero el mal; existen culturas donde las
término heterosexual es aún más prácticas homosexuales se permiten
tardío (4). en forma transitoria en los jóvenes,
La homosexualidad en Colom- y, por ejemplo, en nuestra cultura
bia fue considerada delito en el Có- se considera que no es homosexual
digo Penal desde 1936 hasta 1980. quien penetra a otro, pero sí aquel
La Constitución Política de 1991 ha que es penetrado.
supuesto una mayor garantía de los Los trabajos de Margaret Mead
derechos de los homosexuales, al (6) mostraron que los roles de gé-
considerar, por ejemplo, el derecho nero varían respecto a la cultura.
al libre desarrollo de la personalidad Los aportes de antropólogos donde
y el establecimiento de que toda evidencian el papel que tiene la
persona es libre. Sin embargo, falta cultura en la asignación de roles

720 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

de género han sido retomados por existe, por ejemplo, en el buscador


la llamada teoría queer, la cual de PubMed.
afirma que la orientación sexual, Por su parte, el término ho-
al igual que la identidad sexual o mosexualidad fue introducido en
de género, es el resultado de una 1995. No encontramos el término
construcción social y que no existen homofobia en libros de texto de se-
papeles inmutables, sino formas miología y psicopatología utilizados
variables de ejercer uno o varios en Colombia. Aún más, si bien la
papeles sexuales, coherentes con la homosexualidad no es un trastorno
cultura. “Quienes deciden autono- psiquiátrico, la homofobia nunca ha
minarse queer se oponen no sólo a sido incluida en el Manual estadís-
los intentos de inscribir el deseo en tico y diagnóstico de los trastornos
una supuesta normalidad psíquica, mentales (DSM).
sino también a la demonización de La homofobia como constructo
aquellas conductas sexuales que se valida por estudios conductuales,
exceden el marco de la homosexua- en los cuales se han medido res-
lidad ‘tolerada’” (7). puestas somáticas equivalentes de
Algunas manifestaciones evi- las fobias (respuesta cardiaca, por
dentes de la inscripción de formas ejemplo) en personas intolerantes
diversas de evidenciar la homo- con los homosexuales. Se verifica
sexualidad están, por ejemplo, en que el homonegativismo tiene una
el ‘orgullo gay’, la estética leather, respuesta biológica similar a las
bears o SM, que controvierten la fobias (9).
tradicional imagen del homosexual En sentido estricto, una fobia
afeminado y sugieren que debe es el temor irracional. En el caso de
hablarse de las homosexualidades la homofobia, su rango es variado,
(en plural). incluye el odio, el señalamiento del
homosexual como contrario, inferior
Homofobia o anormal y, en el caso del discurso
psiquiátrico, el hecho de ubicarlo en
La homofobia es la actitud hos- el rango patológico o sintomático.
til hacia los homosexuales (2). Al Actualmente, se relaciona la
parecer, el término fue utilizado por homofobia con otros tipos de into-
primera vez en 1971. Sin embargo, lerancia, como son el racismo, la
la Real Academia Española (8) se xenofobia y el antisemitismo, al se-
negó durante sucesivas ediciones ñalar al otro como contrario, inferior
a incluir el término homofobia en o anormal, y ha sido señalada como
su diccionario, pese a ser solicitado fascismo, ya que “Se fundamenta
varias veces por distintos colectivos en el odio al otro, entendido éste
gays y antirracistas (finalmente in- como una entidad ajena y peligrosa,
cluyó el término en última edición, con valores particulares y extraños,
de 2001); así mismo, el término no amenazadores para la sociedad, y

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

721
de la Espriella R.

–lo que es peor– contagiosos” (2). En ascua a su sardina”, si bien decimos


nuestra cultura corresponde a una que “es necesario ser tolerantes”,
fobia promovida y aceptada, en tanto también decimos que “no debe tole-
que la condición de tolerancia hacia rarse la intolerancia” (11).
los homosexuales muchas veces es Daniel Borrillo considera que
vista, al menos, con desconfianza. existe una doble dimensión del pro-
blema: el rechazo irracional (afecti-
La homofobia, como las demás vo) y una construcción ideológica
variantes del fascismo, prepara (cognitiva), por lo cual la homofobia
siempre las condiciones del ex- debe ser considerada tanto en el
terminio. Pasiva o activamente ámbito individual como social (2).
crea y consolida un marco de De igual manera que la homose-
referencias agresivo contra los xualidad puede ser considerada una
gays y las lesbianas, identifi- construcción social, la homofobia
cándoles como personas peli- también puede serlo. No todas las
grosas, viciosas, ridículas, anor- culturas son homofóbicas y las for-
males y enfermas, marcándoles mas de homofobia toleradas varían
con un estigma específico que es entre culturas (4).
el cimiento para las acciones de Se han sugerido diversos oríge-
violencia política (desigualdad nes de la homofobia: ya sean moti-
legal), social (exclusión y escar- vos religiosos, temor secreto de ser
nio públicos) o física (ataques y homosexual, envidia reprimida o la
asesinatos). (10) afrenta a los valores (4); sin embar-
go, falta mucho por estudiar de este
La homofobia supone que la fenómeno, cuyas bases encontramos
identidad de valor de la homosexua- a escala individual, familiar y social,
lidad que reivindica públicamente su en las creencias y los valores, en la
existencia o su equivalencia con la ignorancia y la intolerancia; luce
heterosexualidad se evidencia, por como un trastorno complejo, con
ejemplo, en discursos de expertos, diversos grados y expresiones.
tiene un carácter familiar, produ- A continuación se muestran los
ce consenso y se percibe como un factores relacionados con las acitu-
fenómeno banal (2). El rechazo a la des negativas hacia la homosexuali-
homofobia se relaciona con la tole- dad (Tabla 1) y luego se establecen
rancia, la cual, si bien es un concep- algunas consideraciones sobre la
to que goza de prestigio, es imprecisa homofobia y, en particular, lo que
y, como lo afirma Savater: “En cuya atañe al discurso psiquiátrico.
alabanza todo el mundo está vehe-
mentemente de acuerdo, pero sobre Homofobia personal
cuya aplicación casi nunca se dice
nada concreto, por lo que cada cual “La homofobia se presenta como
puede emplearlo para arrimar el una experiencia onírica de autoacu-

722 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

Tabla 1. Factores individuales cluida por la homofobia, de la cual


ligados a actitudes negativas
hacia la homosexualidad
no hay “conciencia colectiva de su
peligro” (10).
• Escaso contacto con lesbianas y hom-
En muchas regiones aún se pe-
bres homosexuales. nalizan las relaciones homosexua-
• Residencia en áreas donde la homose- les, en forma atenuada persisten
xualidad no es aceptada.
• Menor permisividad con la sexualidad
chistes y “rumores” sobre gays, los
en general. mal llamados “grupos de limpieza
• Expresión de elevados grados de auto- social” continúan asesinando ho-
ritarismo.
• Edad (elemento generacional).
mosexuales, aún existen redadas
• Falta de experiencias homosexuales policiales en sitios de encuentro de
personales. homosexuales.
• Percepción de la propia comunidad
como una que no acepta la homosexua- La falta de reconocimiento de
lidad. los derechos de los homosexuales,
• Escasa educación. como es el reconocimiento a la pa-
• Identificación como religioso o pertene-
ciente a una religión conservadora. reja homosexual con sus implicacio-
nes legales (sustitución pensional,
Fuente: Modificado a partir de Herek, citado por afiliación a salud, derecho a heren-
Dresher (4). cia, etc.), es una forma de ejercer
un dominio heterosexista; véanse,
por ejemplo, las declaraciones ho-
sación en el Otro, reproduciendo los mofóbicas para justificar el rechazo
procedimientos de defensa contra el de la propuesta de ley de parejas, la
miedo y la culpabilidad (mecanismo cual no fue aprobada en Colombia
de desplazamiento) con la posibi- en el 2007.
lidad de defensas contrafóbicas
dirigidas hacia sustitutivos de la Homofobia e institución
situación reprimida” y “La homofo-
bia influye en todas las etapas del La homofobia ejercida por las
desarrollo de la persona psicológica llamadas instituciones totales (ma-
y se expresará de acuerdo a las ca- nicomio, Iglesia e institución mili-
racterísticas de personalidad de la tar) supone un énfasis particular,
misma” (12). “ya que ponen en juego las viejas
prohibiciones” (12); éstas ejercen re-
Homofobia cultural presión sobre la sexualidad y exclu-
yen los sentimientos o expresiones
Desde la segunda mitad del homoeróticas. En la medida en que
siglo XX, muchos grupos exclui- ha existido revisionismo sobre las
dos reivindicaron sus derechos y actuaciones y posible totalitarismo
lucharon por la inclusión y la no de la psiquiatría –al abrir espacios
segregación; los homosexuales hacia la comunidad–, pensar en
permanecen como una minoría ex- el ejercicio de la sexualidad de los

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

723
de la Espriella R.

pacientes incluye pensar también DSM III-R fue retirado el diagnóstico


la orientación homosexual. de homosexualidad egodistónica.
Otros espacios, como las es- A propósito, Foucault, citado por
cuelas, son escenario de actitudes Eribon, afirma lo siguiente:
homofóbicas; son instituciones
donde un adolescente que siente Puede ver en el personaje del
atracción por personas del mismo ‘homosexual’ el efecto de una in-
sexo es víctima frecuente de abuso vención de la psiquiatría del siglo
verbal o físico debido a su orienta- XIX, y no ya, como en Historia de
ción sexual. Se refiere que un 70% la locura, la enfermedad de todos
de las conductas discriminadoras los parias del siglo XVII. Lo que
tienen lugar en la escuela (13). significa que el ‘contraataque’ no
pasa ya por una ‘transgresión’
Homofobia psiquiátrica de lo ‘prohibido’ o del ‘tabú’, sino
por una política ‘de los cuerpos y
La temática homosexual ingre- los placeres’. (14)
sa a la psiquiatría con los trabajos
de Ulrichs: los tempranos intentos La influencia psicoanalítica
de individuos homosexuales por temprana de la psiquiatría ha es-
su propia aceptación fueron vistos tado plagada de conceptos homo-
como parte de su patología (‘perver- fóbicos. D. J. West (citado por Isay)
sión’); así, por ejemplo, Chauncey escribió: “El psicoanálisis posee un
anota que los médicos norteameri- repertorio considerable de etiquetas
canos de los años veinte se quejaban ofensivas, casi todas ellas aplicadas
de que cada vez era más difícil curar tarde o temprano a los homosexua-
a los invertidos, porque algunos se les” (15). Hubo oposición a que la
negaban a considerarse enfermos homosexualidad se borrara de la
y hasta se enorgullecían de ser lo clasificación de enfermedades psi-
que eran. El psiquiatra Jean Delay, quiátricas; tan tardíamente como
por ejemplo, en su Psicobiografía de en 1986, Otto Kernberg escribió:
André Gidé lo trata de pederasta “no encontramos, excepto muy ra-
arrogante, al reivindicar su homose- ramente, hombres homosexuales
xualidad y escribir Corydon (14). sin patología del carácter signifi-
El DSM I, publicado por la cativa”.
APA en 1952, contenía la homo- “La incomprensión, e incluso
sexualidad dentro de las llamadas el estupor, de los psiquiatras y
“alteraciones sociopáticas de la los psicoanalistas ante el ‘orgullo’
personalidad”; posteriormente, fue mostrado por los homosexuales ha
trasladada a la categoría de “otras sido una constante de la historia
alteraciones mentales no psicó- de estas disciplinas de ‘pretensión
ticas”. En el DSM III fue retirada científica’, por emplear una expre-
de los trastornos mentales, y en el sión de Foucault” (14).

724 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

Aún más, Daniel Borrillo afirma: tamente ser homofóbicos, dada la


valoración negativa de tal tipo de
La interpretación que la medicina actitudes (16).
y, en consecuencia, el psicoaná- Algunos ejemplos de actuacio-
lisis, hizo de la homosexualidad nes de psiquiatras nos revelan que
es en sí misma una forma de la actitud hacia el homosexualismo
homofobia, ya que no se busca sigue siendo homófoba, pese al dis-
nunca la diferencia en aras de curso oficial.
integrarla en una teoría pluralis-
ta de la sexualidad normal, sino, Patologización
por el contrario, para colocarla
en las filas de la enfermedad, Caso 1: Paciente de 47 años
la neurosis, la perversión o la que acude para examen ejecutivo
excentricidad. (2) y es remitido a psiquiatría, dado
que presenta algunos síntomas
Debe recordarse, por ejemplo, de corte depresivo ansioso. Al ser
el diagnóstico de pánico homo- examinado por el psiquiatra, éste
sexual. pregunta por su orientación sexual,
Algunos psiquiatras han ac- el paciente responde que es homo-
tuado en defensa de la homofobia; sexual; acto seguido, el psiquiatra
por ejemplo, Socarides (citado por manifiesta que “el problema de los
Drescher) ha hipotetizado que la homosexuales es la inestabilidad de
denigración cultural de la homo- pareja”; el paciente anota que lleva
sexualidad es el resultado de pro- 17 años con su pareja y rechaza la
cesos biológicos para asegurar la intervención.
supervivencia reproductiva (4). Es La homosexualidad aún es
necesario resaltar que las presun- considerada patológica por el psi-
ciones teóricas que “biologizan” las quiatra, al igual que sus conduc-
actitudes antihomosexuales han tas; dominan aquí los estereotipos
sido sesudamente retadas, entre respecto a la pareja homosexual.
otros, por Kinsey, Pomeroy y Martin; Es evidente la patologización y la
Ford y Beach; Wilson; Foucault; actitud de prejuicio del psiquiatra,
Bayer; Butler; Gonsiorek, Fausto- la cual llevó a organizar un cuadro
Sterling; DeCecco y Parker; Cabaj de problemas de pareja e inestabi-
y Stein (4). lidad emocional que no correspon-
Existen trabajos que demues- dían al caso; el paciente rechazó la
tran formas de homofobia en traba- homofobia del psiquiatra al negarse
jadores de salud mental; algunos de a continuar tratamiento con el pro-
ellos han alertado a los terapeutas fesional.
a no mostrarse discriminadores y Una forma sutil de homofobia
ser ‘políticamente correctos’. Muy es considerar la homosexualidad
pocos terapeutas admiten abier- como “opción o elección” y no como

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

725
de la Espriella R.

orientación sexual; una forma más han tenido mayor participación y


agresiva la constituye el equiparar reconocimiento social (5). “La ex-
el homosexualismo con la psicosis clusión opera mediante la creación
o el trastorno de la personalidad de un dominio de sujetos desauto-
(del polo dramático, obviamente), o rizados, presujetos, de poblaciones
considerar que “los homosexuales borradas del panorama visual y las
no pueden pensar dialógicamente, lesbianas ocupan ese dominio de
pues no hay alteridad”, según la sujetas borradas de lo posible de
expresión de un psiquiatra docente imaginar” (17).
universitario.
Homofobia interiorizada
Desconfirmación
Caso 2: Psiquiatra homosexual
La desconfirmación involucra el que en varias ocasiones ha ‘acusa-
mensaje “tú no existes”, no revela do’ de homosexual a otro colega con
una aparente aceptación, pero tam- quien no tiene relación laboral di-
poco un rechazo explícito; ha sido recta, frente a psiquiatras, psicólo-
considerada una actitud mucho gos y residentes de psiquiatría; con
más dolorosa y agresiva que el ata- esto busca deteriorar su imagen.
que frontal. El hecho de no pensar La internalización de la norma
la homosexualidad es mucho más cultural en la cual la homosexua-
evidente en el caso de las lesbianas, lidad es pecado, desviación, anor-
que no son consideradas en sus malidad o inferioridad se refleja en
particularidades en la explicación este caso, para desviar la mirada y
de su orientación sexual, al asumir las culpas personales; no hay acep-
que todo lo que es dicho acerca de tación de la propia homosexualidad
la homosexualidad se aplica a ellas. y se utiliza la del otro para lograr
Otra forma de desconfirmación es el aceptación y ajuste social.
heterosexismo “por default”, el cual
asume que, por ejemplo, a quien El elemento tabú, que la persona
estamos entrevistando es hetero- toda expresa, imprimirá a través
sexual: le preguntamos al varón de diferentes rechazos, toman-
acerca de su relación de pareja y do en el afuera, los objetos que
asumimos que es una mujer (la necesite o cree necesitar para
homosexualidad no existe). aliviar la angustia culpógena
Para el caso de las lesbianas, que produce el lugar de la pro-
existe un doble riesgo de discrimina- hibición. Es así que aparecen
ción y también de desconfirmación, defensas que C. A. Tripp de-
por el hecho de ser mujeres y por nominaría defensa del “rol de
tener una orientación homosexual género”, en que muchos varones
en una sociedad heterosexista pa- y mujeres se sienten libres para
triarcal. Los varones homosexuales responder a parejas del mismo

726 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

sexo si pueden mantener el rol heterosexualidad y que la homose-


que el género les asigna ante sí xualidad es un impedimento moral
mismos, ya que es una forma para el ejercicio psiquiátrico; la
de racionalizar que lo que es- rivalidad intenta tomar ventaja del
tán haciendo “no es realmente discurso imperante y de la presumi-
homosexual”. (12) da intolerancia de los oyentes.
[…]
Conclusiones
La psicología homofóbica de al-
gunas personas homosexuales En resumen, podemos consi-
puede ser muy compleja. Motiva- derar que:
da por un simple deseo de prote- • La homosexualidad no constitu-
ger a los de su propia posición, ye una enfermedad o trastorno
es frecuente que construya una psiquiátrico.
complicada moralidad, según la • La homosexualidad no cons-
cual justifique sus preferencias tituye un síntoma per se de
mediante el ataque público a las patología.
variaciones de su propia activi- • La homofobia debe ser conside-
dad, y puede hacerlo pensando rada un trastorno mental.
que mantiene una cierta hones- • La homofobia requiere trata-
tidad. (12) miento.
• Es necesario combatir los es-
Así, niega ante grupos homo- fuerzos por repatologizar la
sexuales ser homofóbico y obtiene homosexualidad.
beneficios de posturas homófobas • Muchos casos de homofobia
frente a heterosexuales, al asumir son evidencia de ignorancia;
que la norma es el rechazo. en el caso de los psiquiatras,
revela sus déficits personales y
Exclusión no puede establecerse como un
discurso científico u oficial de la
Caso 3: Psiquiatra y psicoana- especialidad.
lista que “revela” la homosexualidad Como acciones que se deben
de un colega frente a sus jefes, y tener en cuenta para combatir la
busca con ello la remoción del car- homofobia a partir de la psiquiatría
go de éste; pese a ello, el colega es podemos considerar las siguien-
mantenido en el cargo, dado que tes:
su orientación sexual no interfería • La necesidad de mantener la
con el trabajo, además se tuvo en psiquiatría como una discipli-
cuenta el tiempo que llevaba en la na no confesional, donde no
institución. se deben traducir los valores y
En este caso, el discurso hete- creencias personales para ejer-
rosexista implica que es correcta la cer una exclusión de cualquier

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

727
de la Espriella R.

individuo o grupo por pertene- lesbianismo, el cual ha sido


cer a una minoría. pasado por alto; incluso, se
• Velar por incluir el estudio de ha llegado a considerar que la
los derechos humanos y la bioé- homosexualidad femenina no
tica por parte de los psiquiatras existe.
y residentes de psiquiatría. • Es necesario realizar acciones
• La psiquiatría debe explorar incluyentes y tolerantes so-
de manera desprejuiciada las bre la homosexualidad en las
nuevas sexualidades y ampliar universidades e instituciones
el espectro de estudio respetuo- psiquiátricas, y la psiquiatría
so a formas tradicionalmente puede ejercer un liderazgo en
consideradas como trastornos el manejo de la homofobia en
mentales. Hace falta explorar la nuestro medio.
proliferación de nuevas sexuali- • Se requiere un cambio episte-
dades en la cultura, expresadas mológico y político de la con-
a través de lenguaje innovador, sideración sobre la cuestión
aún no apropiado por el discur- homosexual, en el análisis y
so oficial psiquiátrico (18). Por
tratamiento de la hostilidad es-
ejemplo, Eve Kosofsky Sedwick
pecífica de la orientación sexual
anota:
homosexual (2); la psiquiatría
se ha ocupado in extenso del
Podemos describirnos (entre
homosexualismo, y muy poco
otras posibilidades) como les-
se ha estudiado la homofobia.
bianas femeninas y penetrado-
• Se debe realizar censura de
ras, locas new age, fantasiosas
grupo de los comportamientos
y fantasmadoras, travestis,
homófobos, tanto los actos de
clones, leathers, mujeres con
discriminación como los discur-
esmoquin, mujeres feministas,
sos de odio; podemos conside-
hombres feministas, onanistas,
traileras, divas, jotos, machos rar que el discurso psiquiátrico
sumisos, mitómanas, transexua- ha sido muy conservador al
les, tías, hombres que se definen respecto.
como lesbianas, lesbianas que Podríamos considerar algunas
se acuestan con hombres, etcé- acciones específicas de la Asocia-
tera. (19) ción Colombiana de Psiquiatría y las
universidades tendientes a prevenir
• Es necesario estudiar y eviden- y manejar la homofobia, las cuales
ciar las formas de homofobia deben comprometer al colectivo
en nuestra cultura. Una con- psiquiátrico en coherencia con la
sideración especial la requiere evidencia y los pronunciamientos
el estudio de la homofobia al oficiales de la psiquiatría:

728 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

• Educar sobre la homofobia y 2. Borrillo D. Homofobia. Barcelona:


comprometer a los colegas acer- Bellaterra; 2001.
3. Rodríguez H. Léxico sexual ecua-
ca de la tolerancia y el respeto toriano y latinoamericano. Instituto
por los derechos. Otavaleño de Antropología. Otavalo:
• Evidenciar el lenguaje homó- Libri Mundi; 1979.
4. Drescher, J. Psychoanalytic Therapy
fobo cotidiano usado en las and The Gay Man. Hillsdale. New
universidades y clínicas, el cual Jersey: The Analytic Press; 1998.
legitima el odio y la agresión 5. Colombia Diversa. Legislación y dere-
(véase la cantidad de términos chos de lesbianas, gays, bisexuales y
transgeneristas en Colombia. Bogotá:
al respecto, que evidencian la Tercer Mundo; 2006.
homofobia cultural), e incluir 6. Mead M. Adolescencia y cultura en
el término homofobia para nom- Samoa. Buenos Aires: Paidós; 1990.
7. Aragón González L. Manifiestos de
brar esta tendencia (10). queer nation. [en línea] 2007 [30 oct
• Abandonar las formas de segre- 2007]. Disponible en: http://www.har-
gación en el discurso psiquiátri- tza.com/queer4.htm.
8. Real Academia Española. Diccionario
co y, en el caso que nos ocupa, de la lengua española. 22ª ed. Madrid:
la segregación por orientación Espasa Calpe; 1992.
sexual; dejar de señalar la ho- 9. Shields SA, Harriman RE. Fear of male
mosexualidad como anormal, homosexuality: cardiac responses of
low and high homonegativism males.
patológica, indicadora de gra- J Homosex. 1984;10(1-2):53-67
vedad de patología o síntoma. 10. Sáez J. Homofobia. [en línea] 2007 [30
• Vigilar los comunicados en me- oct 2007]. Disponible en: http://www.
hartza.com/HOMOFOBI.html.
dios de comunicación y textos 11. Savater F. Libre mente. 2ª ed. Madrid:
producidos por psiquiatras. Espasa Calpe; 1996.
• Favorecer la apertura (disclo- 12. Raíces Montero, J H. Homofobia
- tiflofobia (paradoja y metonimia
sure) de la postura que el tera- de una realidad psicológica-social).
peuta tiene frente a la homose- Inédito [solicitar documento a rai-
xualidad y el establecimiento ces_montero@ciudad.com.ar].
de programas del tipo “zona 13. Hillier l. Rosenthal d. Editorial. Journal
of Adolescence, 2001:24(1):1-4.
segura” (20) para la atención de 14. Eribon D. Una moral de lo minoritario:
personas homosexuales. variaciones sobre un tema de Jean
• Estudiar la homofobia, los Genet. Barcelona: Anagrama; 2004.
15. Isay R. Becoming gay: the journey to
factores personales y culturales self-acceptance. New York: Panteón;
y las formas de ésta en Colom- 1996.
bia. 16. Moreno M. Sea políticamente correcto.
Buenos Aires: Radar. 1997.
17. Lopes Louro G. O corpo educado.
Bibliografía Pedagogias da sexualidade. Belo
Horizonte: Autentica Editoria; 2001.
1. Sarda. J. La víctima gay del Dr. 18. Amado A. Domínguez N. Presentación.
Aquilino. [en línea]. 26 jun. 2005 En: Balderston D, Guy D. compilado-
[30 oct. 2007]. Disponible en: http:// res. Sexo y sexualidades en América
www.elmundo.es/suplementos/croni- Latina. Buenos Aires: Paidós; 1998. p.
ca/2005/506/1119736803.html 9-12.

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

729
de la Espriella R.

19. Kosofsky E. Epistemología del armario. Foucault M. Historia de la sexualidad 2: la


Barcelona: La Tempestad; 1998. voluntad de saber. Buenos Aires: Siglo
20. De la Espriella R. La clínica psiquiátrica XXI; 1992.
como ‘zona segura’, sobre la inclusión Freud, S. Three essays on the theory of
de minorías sexuales. Revista Ecos sexuality. Standard edition. London:
Hospitalarios; 2006;26:8-14. Hogarth Press. 1953;7:123-246.
Freud, Sigmund. El malestar en la cultura
(1929), El yo y el ello (1923), Inhibición,
Bibliografía complementaria síntoma y angustia (1925), Sobre al-
gunos mecanismos neuróticos en los
Amnistía Internacional. Rompamos el silen- celos, la paranoia y la homosexualidad
cio. Violaciones de derechos humanos (1921), Tres ensayos de teoría sexual
basadas en la orientación sexual. (1905), Un recuerdo infantil de Leo-
Buenos Aires: EDAF; 1994. nardo da Vinci (1910). Buenos Aires:
Badinter E. XY, la identidad masculina. Amorrortu; 1976.
Madrid: Alianza; 1993. Glick I, Berman E, Clarkin J, Rait D. Marital
Bersani L. Homos. Cambridge: Harvard and family therapy. 4ª ed. Washington:
University Press; 1995. American Psychiatric Press; 2000.
Blumenfeld WJ. Homophobia - How we González F. Sujeto y subjetividad. Una
all pay the price -. Boston: Beacon aproximación histórico-cultural. Méxi-
Press; 1992. co: Thomson; 2004.
Bly R, Iron J. Terapia del aubio sexual. Ma- Haldeman D. The practice and ethics
drid; Gedisa; 1998. of sexual orientation conversion
Boswell J. Same-sex unions in premodern therapy. J Consult Clin. Psychol.
Europe. New York: Villard Books; 1994. 1994;62(2):221-7.
Boswell, J. Christianity, social tolerance and Harris D. The Rise and Fall of Gay Culture.
homosexuality. Chicago: University of New York: Ballantine Books, 1997.
Chicago Press; 1980. Hernández G. Manual de psicopatología.
Bouldrey B. editor. Wrestling with the angel. Bogotá: CEJA; 2001.
New Cork: Riverhead Books; 1996. Hidalgo JC, Sánchez-Palencia C. Masculino
Brown LS. Ethical concerns with sexual plural: construcciones de la masculi-
minority patients. In: Cabaj R, Stein T, nidad. Barcelona: Servicio de Publica-
editors. Textbook of homosexuality and ciones-Universidad de Lleida; 2001.
mental health. Washington: American Isay R. Being homosexual: gay men and
Psychiatric Press; 1996. p. 897-916. their development. New York: Farrar,
Butler J. El género en disputa. México: Straus and Giroux; 1989.
Paidós; 2001. Kernberg Otto. Relaciones amorosas nor-
Congregación para la Doctrina de la Fe. malidad y patología. Buenos Aires:
Carta sobre la atención pastoral a Paidós; 1998.
las personas homosexuales. Madrid: Laplanche P. Diccionario de Psicoanálisis.
Palabra; 1997. Madrid: Labor; 1960.
Consiglio W. ¿Qué es la homosexualidad? LeVay S. A difference in hypothalamic
Un estudio serio y lleno de esperanza. structure between heterosexual
Bogotá: Centro de Literatura Cristiana; and homosexual men. Science.
1996. 1991;253(5023):1034-7.
Dover, KJ. A homossexualidade na Grécia Mead M. Sexo y temperamento. Buenos
Antiga. Sâo Paulo: Nova Alexandria; Aires: Paidós; 1982.
1994. Millán C, Estrada AM. editoras académicas.
Faur E. Masculinidades y desarrollo social, Pensar (en) género. Teoría y práctica
las relaciones de género desde la para nuevas cartografías del cuerpo.
perspectiva de los hombres. Bogotá: Bogotá: Ceja; 2004.
Arango Editores, 2004. Millot C, Gidé-Genet M. La inteligencia de
Fetscher I. La tolerancia. Barcelona: Gedisa; la perversión. Buenos Aires: Paidós;
1999. 1998.

730 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

Mondimore FM. Una historia natural de la Watzlawick P. La realidad inventada. Buenos


homosexualidad. Barcelona: Paidós; Aires: Gedisa; 1988.
1998. Wright L. The Bear Book: readings in the
National Association for Research and history and evolution of a gay male
Treatment of Homosexuality. American subculture. New York: Harrington Park
Counseling Association Passes Reso- Press; 1997.
lution to Oppose Reparative Therapy.
[en línea]. 23 de julio de 2007 [con- Bibliografía complementaria
sulta: 28 de julio de 2007]. Disponible
en http://www.narth.com/docs/acare- en Internet
solution.html.
Reich W. La revolución sexual. Barcelona: http://www.bearhistory.com/
Planeta Agostini; 1985. • Ceballos Muñoz A. ¡Yo quiero ser
Rodríguez F. editor. Cultura, homosexuali- un macho man! La “representación”
dad y homofobia. Vol. I Perspectivas camp de la masculinidad en la identi-
gays. Barcelona: Alertes; 2007. dad gay-leather.
Sáez J. Teoría queer y psicoanálisis. Madrid:
Síntesis; 2004. http://www.handigay.com
Sánchez-Palencia C, Hidalgo JC. editores. • Bailly, Cécil. Beurs, bears, punks: ces
Masculino plural: construcciones de minorités qui dérangent.
la masculinidad. Lleida: Edicions de
la Universitat de Lleida; 2001. http://www.elpais.com/articulo/pais/vasco/
Schneider M. Genealogía de lo masculino. DERECHOS/GAY/Homosexuales/les-
Buenos Aires: Paidós; 2003. bianas/25/anos/salud/mental/KOLDO/
Sharp D. Lexicon junguiano. Santiago de MARTINEZ/URIONABARRENETXEA/
Chile: Cuatro vientos; 1994. elpepuesppvs/19990102elpvas_12/
Snoek J. Ensayo de ética sexual. Bogotá: TesShttp://www.hartza.com/sm.htm
Paulinas; 1991. • Sáez, J. De hombre a hombre.
Tessina T. Parejas especiales para hombres • Sáez J. Excesos de la masculinidad: la
y mujeres. Los Angeles: Mabera; cultura leather y la cultura de los osos.
1998. • Los misterios de la sangre.
Thompson K. editor. Ser hombre. Barcelo- • Llamas R. Ensayos de disidencia.
na: Cairos; 1993. Algunas publicaciones para construir
Tóibín C. El amor en tiempos oscuros y una biblioteca no hostil a gays y les-
otras historias sobre vidas y literatura bianas.
gay. Bogotá: Taurus; 2004. http://www.lacuevadeloso.org/
Viveros M, Olavaria J, Fuller N. Hombres e http://www.terra.es/personal8/leatherweb/
identidades de género. Investigacio- http://www.yorksj.ac.uk/mbsc/Reading/ru-
nes desde América Latina. Bogotá: bin.html
CES-Universidad Nacional; 2001. • Rubin G. Thinking sex

Recibido para evaluación: 8 de agosto de 2007


Aceptado para publicación: 1° de noviembre del 2007

Correspondencia
Ricardo de la Espriella Guerrero
Educación Médica e Investigaciones
Clínica de Nuestra Señora de La Paz
Calle 13 No. 68 F-25
Bogotá, Colombia
respriella@cllapaz.com.co

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

731
de la Espriella R.

Anexo
Declaración de posición sobre “Terapias enfocadas
sobre intentos de cambiar la orientación sexual
(terapias reparativas o de conversión)”
American Psychiatric Association Commission
on Psychotherapy by Psychiatrists (COPP)

Preámbulo menta la declaración de 1998 más


que reemplazarla.
En diciembre 1998 The Board
of Trustees emitió una declaración Declaración de postura
de posición con respecto a que la
American Psychiatric Association En el pasado, definir a la homo-
(APA) se opone a cualquier tra- sexualidad como una enfermedad
tamiento psiquiátrico, tal como atrincheraba el oprobio moral de la
terapia “reparadora” o de conver- sociedad con las relaciones entre
sión, que se base sobre asumir que el mismo sexo. En el clima social
la homosexualidad per se es un actual, declarar que la homosexua-
desorden mental o en el supuesto lidad es un desorden mental surge
que el paciente debería cambiar de los esfuerzos para desacreditar
su orientación sexual homosexual. una creciente aceptación de la
Con esto la APA se unió a muchas homosexualidad como variante
otras organizaciones profesionales normal de la sexualidad humana.
que se oponen o son críticas con las Consecuentemente, la cuestión de
terapias “reparadoras” incluyendo cambiar la orientación sexual se
la American Academy of Pediatrics, ha politizado mucho. La integra-
the American Medical Association, ción de gays y lesbianas al cauce
the American Psychological Associa- principal de la sociedad Americana
tion, The American Counseling Asso- encuentra la oposición de aquellos
ciation, y la National Association of que temen que tal integración esté
Social Workers. mal moralmente y sea dañina para
La siguiente Declaración de la trama social.
Postura se explaya y elabora sobre Los debates políticos y morales
la declaración emitida a fin de diri- que rodean a este tema han oscu-
girse más a preocupaciones públi- recido la información científica al
cas y profesionales sobre terapias cuestionar los motivos y hasta el
dirigidas al cambio de orientación o carácter de individuos en ambos la-
identidad sexual del paciente. Au- dos de la cuestión. Este documento

732 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

intenta esclarecer en algo este punto Las primeras críticas científicas


candente. La validez, eficacia y ética de las primeras teorías y creencias
de intentos clínicos para cambiar la religiosas informando terapias
orientación sexual del individuo han “reparadoras” o de conversión, vi-
sido desafiadas. A la fecha, no exis- nieron en primer lugar de parte de
ten estudios de resultado con rigor investigadores en Sexología. Poste-
científico para determinar la eficacia riormente, las críticas también sur-
actual o el daño por los tratamien- gieron de fuentes psicoanalíticas.
tos reparadores. Hay escasos datos Incluso ha habido un pensamiento
científicos sobre los criterios de se- religioso en aumento argumentando
lección, riesgos contra beneficios del contra interpretaciones tradiciona-
tratamiento y consecuencias a largo les, bíblicas, que condenan la homo-
plazo de las terapias reparadoras. sexualidad y que subyacen en tipos
La literatura consiste de informes religiosos de terapia “reparadora”.
anecdóticos de individuos que sos-
tienen haber cambiado, personas Recomendaciones
que afirman que intentos de cambios
les fueron dañinos, y otros que afir- 1. APA afirma su posición de 1973
maron haber cambiado y luego se sobre que la homosexualidad
retractaron de sus afirmaciones. per se no es un desorden men-
Con poca información sobre tal diagnosticable. Esfuerzos re-
pacientes, no es posible evaluar las cientemente publicitados para
teorías que racionalizan la conducta repatologizar a la homosexua-
de terapias “reparadoras” o de con- lidad afirmando que puede ser
versión . En primer lugar, están en curada, frecuentemente están
desavenencia con la postura cien- motivados no por la investiga-
tífica de la Asociación Americana de ción científica o psiquiátrica ri-
Psiquiatría que ha sostenido, desde gurosa, sino a veces por fuerzas
1973, que la homosexualidad, en sí religiosas y políticas que se opo-
misma, no es un desorden mental. nen a derechos civiles plenos
Las teorías de terapistas “repara- para hombres gay y para lesbia-
dores” definen a la homosexualidad nas. Se recomienda responder
como una detención de desarrollo, pronto y apropiadamente como
una severa forma de psicopatología, organización científica cuando
o alguna combinación de ambas. se emitan afirmaciones que la
En años recientes, conocidos prac- homosexualidad es “una en-
ticantes de “terapia reparadora” fermedad curable”, hechas por
han integrado abiertamente teorías grupos políticos o religiosos.
psicoanalíticas más viejas que pa- 2. Como principio general, un
tologizan la homosexualidad con terapista no debería determi-
creencias religiosas tradicionales nar la meta del tratamiento
que la condenan. coercitivamente ni a través de

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

733
de la Espriella R.

una influencia sutil. Modali- Mental) para que la comunidad


dades psicoterapéuticas para de investigación académica
convertir o “reparar” la homo- determine mejor los riegos de
sexualidad se basan en teorías las terapias “reparadoras” en
desarrollistas cuya validez cien- relación a sus beneficios.
tífica es cuestionable. Es más,
informes anecdóticos sobre Apéndice 1
“curas” están equilibrados por
afirmaciones anecdóticas sobre Declaración de posición de la
daño psicológico. En las últi- Asociación Americana de Psiquiatría
mas cuatro décadas terapeutas sobre Tratamiento Psiquiátrico y
“reparadores” no han producido Orientación Sexual. Diciembre 11,
ninguna investigación científica 1998
rigurosa para substanciar sus El Consejo de Apoderados de
afirmaciones de cura. la APA retiraron la homosexuali-
Hasta tanto no esté disponible dad del DSM en 1973, después de
tal investigación, APA reco- revisar la evidencia de que no era
mienda que los practicantes un desorden mental. En 1987, la
éticos eviten intentar cambiar homosexualidad egodistónica no
la orientación sexual de indi- estaba incluida en el DSM-III-R des-
viduos, recordando el dictado pués de una revisión similar.
médico de “Primero, no dañar” La Asociación Americana de Psi-
(primun non nocere) quiatría actualmente no tiene una
3. La literatura sobre terapias posición formal de postura sobre
“reparadoras” usa teorías que tratamientos que intenten cambiar
hacen que sea difícil formular la orientación sexual de las perso-
criterios de selección científica nas, también conocida como terapia
para su modalidad de trata- reparadora o de conversión.
miento. Esta literatura no solo Hay un comunicado de APA en
ignora el impacto del estigma 1997 sobre “Temas Homosexuales y
social en la motivación de Bisexuales”, que afirma que no hay
esfuerzos para curar la homo- ninguna evidencia científica publica-
sexualidad, es una literatura da que sostenga la eficacia de terapia
que además la estigmatiza ac- reparadora como tratamiento para
tivamente. La literatura sobre cambiar la orientación sexual.
terapias “reparadoras” también Los riesgos potenciales de la te-
tiende a sobreafirmar los resul- rapia reparadora son grandes, inclu-
tados del tratamiento mientras yendo estos la depresión, ansiedad
descuida los riesgos potenciales y conductas auto-destructivas, ya
para los pacientes. APA esti- que la alineación terapista con los
mula y apoya la investigación prejuicios sociales contra la homo-
en el NIMH (Instituto de Salud sexualidad pueden reforzar el odio

734 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007


Homofobia y psiquiatría

contra sí mismo ya experimentado clínicas apropiadas para intentar


por el paciente. Muchos pacientes cambiar conductas sexuales.
que han pasado por terapia repa- Varias de las principales organi-
radora relatan que se les dijo inco- zaciones profesionales incluyendo la
rrectamente que los homosexuales American Psychological Association,
son individuos solitarios e infelices la National Association of Social
que nunca logran aceptación ni sa- Workers y la American Academy of
tisfacción. La posibilidad de que la Pediatrics han hecho declaraciones
persona pueda lograr la felicidad y contra las terapias reparadoras de-
encontrar relaciones interpersona- bido a preocupaciones por el daño
les satisfactorias como hombre gay causado a pacientes.
o lesbiana no está presentada, ni La Asociación Americana de
son discutidos los enfoques alter- Psiquiatría ya ha tomado posturas
nativos para tratar los efectos de la claras contra la discriminación, el
estigmatización social. prejuicio y el tratamiento no ético
La APA reconoce que, en el sobre variedad de temas, incluyen-
transcurso del tratamiento psi- do la discriminación basada en la
quiátrico, puede haber indicaciones orientación sexual.

Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007

735

También podría gustarte