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MONOGRÁFICO

El duende de Els Donyets


Hace diez años que un pequeño grupo de docentes, procedentes de la enseñanza reglada,
y algunos padres decidieron crear en Olocau (Valencia) un espacio de aprendizaje
inspirado en el concepto reichiano de la autorregulación y en los planteamientos educativos
de Summerhill. Hoy, el proyecto, crecido y más maduro, ofrece una alternativa sólida y viable
a la escuela convencional.

Heike Freire*

Y, sin embargo, volver para observar, preguntar, pero sobre


“Porque con duende es más fácil amar, comprender, todo para escribir sobre ella, me parece una tarea tan delicada
y es seguro ser amado, ser comprendido”. como poner palabras a emociones y sensaciones intensas que
F. García Lorca, Teoría y juego del duende están más allá del lenguaje, y a las que sólo es posible aproxi-
marse dando largos y complicados rodeos, burlando las reglas
de la lógica o construyendo enigmas imposibles de descifrar.
Donyets es para mí una experiencia nueva y conocida al mis- Visitar Donyets, ahora me doy cuenta, no significa, para mí,
mo tiempo: he asistido a una presentación de la escuela, co- simplemente conocer más a fondo otra escuela, sino también
nozco a sus fundadores, me he interesado por los trabajos de aceptar la invitación a un viaje al lugar, a la vez más lejano y más
Wilhelm Reich sobre autorregulación e incluso he estado allí cercano, adonde se puede ir: un viaje al interior de mí misma,
con mi hijo. al centro del propio ser.

Se confía en la
rápida adaptación
del alumnado,
porque la capacidad
de asimilación
es muy alta
José Santiago Fernández Royo.

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Una mirada indiscreta


Enamorado de la vida
Llegamos a la escuela un lunes, a eso de las once, bajo los
densos rayos del sol mediterráneo. Esa misma mañana, el cír-
culo mágico (la asamblea en el idioma de los duendes) ha acep- Si pudiera hablarse de psicoanalistas “malditos”, Wilhelm Reich
tado nuestra presencia en la escuela. “¿Oye, es cierto que va- (1897-1957) sería, sin duda, uno de ellos. Brillante alumno de Freud y
mos a salir en la tele?”, me preguntará alguien más tarde. psiquiatra comprometido con la realidad social, fue expulsado de la
También ha tenido lugar la llamada “hora de rincones”, un Sociedad Psicoanalítica por sus “posiciones marxistas” y del Parti-
compromiso de trabajo diario con diversos materiales, en las do Comunista por sus ideas “burguesas” acerca de la sexualidad.
áreas típicamente escolares, siempre según el interés y la moti- Sus trabajos e investigaciones clínicas le llevaron a comprender
vación de cada cual. la unidad fundamental del ser humano en todas sus dimensiones,
Una niña alta y rubia, de unos nueve años, sale corriendo, en unidad que la cultura occidental rompe para modelar un sujeto ce-
ese momento, de un pequeño chalet de los años 60, recién pin- rebral, frío y calculador que aprende a reprimir sus emociones y
tado de rosa. Al verme, se planta frente a mí observándome de deseos, al precio de una rigidez y un sufrimiento insoportables.
arriba abajo y luego directamente a los ojos. En La función del orgasmo, una de sus obras más conocidas, es-
No será ésta la primera vez que me encuentre con miradas cribe: “Los seres humanos han adoptado una actitud hostil hacia lo
así porque, en Donyets, niños y adultos se miran franca y abier- que está vivo dentro de sí mismos, de lo cual se han alejado. Este
tamente a los ojos, como si no tuvieran nada que ocultar, nada enajenamiento no tiene un origen biológico, sino social y económi-
que fingir; son miradas cálidas, profundas, plenamente pre- co. No se encuentra en la historia humana antes del desarrollo del
sentes, miradas que no necesitan huir. orden social patriarcal”.
Algo intimidada por aquella frescura, articulo un convencio- Frente a este ser “acorazado”, incapaz de sentir(se), Reich acuña
nal “Hola, me llamo Heike”, tratando de iniciar la conversa- el concepto autorregulación, que Inma y Jordi explican así: “Las
ción. “Ya lo sé”, responde ella, “me lo han dicho en el círculo sensaciones y emociones corporales constituyen la auténtica ma-
mágico”, y dando media vuelta, sale corriendo con su mochila triz del desarrollo infantil. Cuanto más cerca estás de tu ser, de lo
roja y su melena al viento, hasta que la pierdo de vista. que sientes, cuanto más en contacto estás contigo mismo, más po-
Tras ella, unos veinte niños y niñas, de edades comprendi- sibilidades tienes de ser libre, de ir a por lo que quieres o de recha-
das entre tres y once años, cada uno a su ritmo, van llegando al zar lo que no quieres”.
comedor, un improvisado conjunto de mesas y sillas, bajo el A.S. Neill, paciente y amigo de Reich, durante más de 30 años,
emparrado, muy cerca de la cocina. expresa estas mismas ideas en su libro Corazones, no cabezas, en
Trasgo, el enorme perro lanudo, que vive en Donyets, sigue la escuela: “Las emociones contenidas tienden a llegar a la des-
al grupo atraído probablemente por los sabrosos olores a galle- trucción: cuando las emociones son libres, la inteligencia viene por
ta o bizcocho, que comienzan a impregnar el aire matutino. sí misma”.
Los niños se sientan sin orden alguno, o mejor dicho, con
una lógica interna, nacida del propio grupo, de sus afinidades,
sensaciones, gustos y ganas puntuales de estar o no estar, de
hablar o callar.
Bajo la mirada atenta de algunos compañeros, Mar me Además de los rincones, de libre acceso, la escuela organiza
muestra su habilidad para conseguir que Trasgo se siente y le también talleres y proyectos a propuesta de niños o adultos. Ac-
entregue la pata. “Pero tendrás que esperar a que hayamos ter- tualmente se imparten, por ejemplo, talleres de reciclaje, cuen-
minado, para comerte las sobras”, le dice cariñosamente. tos, cosido, cocina, huerta y jardín o pintura.
Poco a poco, el apetito saciado va dando paso a otras ganas, a Uno de los últimos proyectos realizados fue la creación de
otras apetencias. Después de recoger la mesa, los niños se diri- una falla. “Alguien propuso hacerla sobre acuarios. Decidimos
gen hacia las diversas actividades que ofrecen los espacios de la ir al oceanográfico de Valencia, y vimos todos esos pececitos
escuela. Un nutrido grupo, de entre cuatro y ocho años, se acer- encerrados detrás del cristal... Cuando estuvo lista, la llenamos
ca al arenero, perdón “fanguero” como me corrige Amparo, de petardos y la quema fue una fiesta”, me cuentan Samuel y
madre de Samuel: “El barro permite un juego más creativo”. “Y Altea, ambos de once años.
ofrece, además, la posibilidad de explorar distintas sensacio- En el fanguero, la tierra, seca al principio, va empapándose
nes corporales”, tercia Javier, padre de Sofía. de agua. Poco a poco emerge un hermoso paisaje fluvial: un ca-
Dos o tres niñas se quedan jugando en los columpios o su- nal, largo y estrecho, desemboca en una especie de lago, con
biéndose a los árboles. Algunos entran en la sala de magia, una islita en medio. Al menos cinco niñas y niños, de diferen-
donde se dedican a hacer construcciones, jugar a las cocinitas o tes edades, trabajan en él muy concentrados, casi en silencio;
montar puzzles; otros se dirigen a la sala Arco Iris en la que di- otros observan ensimismados. La luz del sol, el color marrón-
bujan, pintan, escriben y leen o trabajan con números; otros, rojizo de la tierra y los destellos del agua convierten el juego en
por último, eligen la sala de los duendes también llamada “sala una auténtica obra de arte colectiva, que me recuerda las crea-
oscura”, donde se construyen cabañas y se crean disfraces. ciones del Land Art americano, de los años 70.
Las actividades van surgiendo espontáneamente del deseo Completamente inmersos en su tarea, en el lugar y en las
de los niños, que pasan con naturalidad de unas a otras, confor- sensaciones que experimentan, sus ágiles y sensibles manos
me avanza la jornada. El ambiente es relajado. Se nota que cada van y vienen de la tierra, apelmazada y árida, al pegajoso y tibio
persona disfruta realmente con la tarea elegida. “El trabajo barro, o se pierden, huyendo con el agua.
tendría que ser siempre placentero y agradable; son los mo- Agachados, con los pies hundidos en el fango y la piel cubier-
mentos en que más se rinde, cuando más se le saca el jugo a la ta de barro, los niños son una obra dentro de la obra. Todo su
vida”, comenta Jordi Martínez, coordinador de Donyets, junto ser, sus cuerpos y sus mentes, están allí presentes, formando
con Inma Serrano. una unidad con lo que hacen.

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Vivir, jugar, aprender


En la sala Arco Iris, una amplia estancia con algunas mesas,
un par de ordenadores y grandes estanterías repletas de libros,
juegos y materiales diversos, Sofía (cinco años), sentada en el
suelo, maneja unas tarjetas decoradas con peces, estrellas o ta-
zas de café: “Tengo 10 y me vienen 4, entonces tengo... 14”. El
juego permite la autocorrección, y Sofía sonríe satisfecha al
comprobar que la tarjeta elegida (14 peces) encaja perfecta-
mente con las dos anteriores.
Lluna (cinco años) se acerca a Inma, que también está en el
suelo observando: “Quiero hacer libro”, dice, y le entrega un
cuaderno de fichas. Juntas eligen una de escritura para com-
pletar palabras.
Terminada la ficha, Lluna se enfrasca en la lectura de un libro,
en letras mayúsculas: “En el bosque, un lobo estaba oculto...”.
No muy lejos, Mar (nueve años) decora con esmero la escul-
tura de una silla hecha con pinzas; parece el trono de la reina de
corazones, en el mundo de Alicia.
Estela (seis años) y Gari (cinco años) se han quitado el barro,
y aún sin ropa, pintan con rotuladores, subidos a las sillas. En el
José Santiago Fernández Royo.
papel no hay modelos, ni figuras, sólo explosiones de color, ras-
tros del pincel, formas sin forma...
Las niñas trabajan solas pero, de vez en cuando, piden ayuda
a Inma, que las apoya, ofrece pistas o simplemente reformula
sus preguntas, respetando siempre su capacidad de hacer, su
autonomía. Lluna ha tropezado con la palabra “poesía”: “¿Qué
es poesía?”, pregunta. Inma y yo nos miramos. Me dan ganas
de responder: “Poesía eres tú”.
“Con respecto al aprendizaje, tenemos en cuenta el currículo
y los objetivos marcados por la Consejería de Educación, pero
nos interesa más saber en qué momento está el niño para irle
ofreciendo una serie de materiales y herramientas que corres-
pondan a sus intereses. En la práctica, vemos que los objetivos
se van alcanzando, pero siempre al ritmo de cada uno, respe-
tando los procesos de maduración afectiva”, apunta Inma.
Un poco después voy a la sala de los duendes que realmente
está a oscuras, así que camino despacio. Se oyen algunos
murmullos al fondo, donde una curiosa construcción, hecha
con sillas, cojines, telas y un enorme colchón, vibra ligera-
mente. Una niña sale de pronto de la improvisada cabaña. Su
nombre es Isis y tiene siete años. “Me voy a disfrazar”, dice ba-
jito, como hablando consigo misma. “¿A qué estáis jugan-
do?”, pregunto. “Yo, a que era una elfa pobre que vivía en una
cabaña.” “¿Y tu amiga también?” “Eso creo. Sofía, ¿eres una
pobre?”. “Sí, yo también”, responde Sofía, desde el interior de
la choza. “Yo antes era una princesa, añade Isis, pero entonces
mataron a mis padres y me quedé solita”. Mientras me habla,
se pone un traje largo que le sienta estupendamente; luego se
acerca al espejo.
Franky, la madre de Isis, ha confiado siempre en su hija y en
el enfoque educativo de Donyets. Pero también ha pasado mo-
mentos difíciles, debido a las presiones del entorno. Con siete
años, Isis “aún” no sabía leer ni escribir, y Franky tuvo que so-
José Santiago Fernández Royo.
portar todo tipo de críticas y oscuros vaticinios sobre el futuro
de su hija. “Yo les decía: ‘aún es una niña, dejadla que juegue y
disfrute como niña; ya se hará mayor, y aprenderá lo que quiera
cuando quiera”. Hace unos tres meses, Isis empezó a intere-
sarse por las letras, y en poco tiempo ha conseguido un buen
La comida transcurre en un ambiente agradable, sin dramas, nivel de lecto-escritura: “No ha hecho falta obligarla, ni conven-
ni prisas. Abajo, un momento del fin de semana en que madres cerla, ni que hiciera deberes en casa. Ahora, de vez en cuando,
y padres ayudaron a pintar la escuela me pregunta si pronuncia correctamente una palabra, pero na-
da más”, asegura Franky orgullosa.

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Tras el trabajo en
el “fanguero” se limpian
con cuidado el cuerpo
cubierto de barro
José Santiago Fernández Royo.

Mientras hablo con Felipe, educador responsable del área de La magia de los círculos
Lenguaje, para quien “el aprendizaje progresa rápidamente
por la motivación de los alumnos y la permanente adaptación Apenas han transcurrido unos minutos, cuando vuelven a
de la enseñanza, orientando y simplificando los contenidos”, oírse grandes voces en la escuela: “¡Círculo mágico!, ¡círculo
oímos gritos en todo el recinto: “¡A contarse, a contarse!” mágico!”. Y de nuevo, en pocos minutos, los duendes están
La llamada parece surtir efecto. En poco tiempo, casi todo el sentados en el suelo, formando un colorido círculo.
mundo ha acudido a la zona del comedor. Contarse es, en Don- El que convoca es Erik (siete años): “Es que Isis, Mar y Sofía
yets, sinónimo de comer, o por lo menos un paso previo. Todos tienen todos, pero todos los disfraces, y a mí me han dado cinco
los días, unos pocos niños y niñas organizan la tarea de poner la como máximo”. “Es verdad”, responde Isis, “pero yo sólo tengo
mesa; necesitan saber exactamente el número de personas para estas cosas y un disfraz. Las otras son de ellas; lo demás es mi
decidir cuántos platos, vasos y cubiertos serán necesarios. “Tra- ropa, y el resto es para tapar los agujeros y las camas en la ca-
tamos de favorecer el aprendizaje experiencial, directamente baña”. Otras dos niñas se quejan también de que los baúles
sobre lo que se está viviendo. A los niños les encanta implicarse, están vacíos, no quedan disfraces, ni colchones, ni telas; pero,
participar en las tareas cotidianas, y estas experiencias les pro- en conjunto, el problema parece afectar sólo a unos pocos. Se
porcionan la base intuitiva de muchos conceptos matemáticos, decide disolver la asamblea, y los implicados van a reunirse en
espaciales y lingüísticos”, explica Jordi. la sala de los duendes, para tratar de resolver el problema.
“Cada semana, un grupo se responsabiliza de las compras, Cualquier persona, niño o adulto, alumno o educador, pue-
prepara la lista, va a la tienda, elige los productos y paga al ten- de en todo momento convocar un círculo en Donyets. La tota-
dero. Si tenemos galletas o alguien hace una tarta, se plantea el lidad de la comunidad educativa se involucra en ellos, ya sea
problema de repartirla; de este modo los niños van adquirien- para recibir u ofrecer información, analizar y decidir propues-
do los procesos mentales de las operaciones básicas mucho an- tas, elaborar normas, solucionar conflictos o simplemente ex-
tes de formalizarlas en un papel”, añade Inma. presar deseos, emociones, sensaciones, miedos o dudas. Los
La comida transcurre en un ambiente agradable, sin dra- niños lo viven, realmente, como algo muy suyo: “Si alguien no
mas, prisas, ni preocupaciones; cada cual a su ritmo. Nadie se va al círculo mágico, pues no se enterará de nada y se lo per-
empeña en hacer comer a nadie, ni obliga a otro a terminar su derá, y luego no podrá decir que no está de acuerdo. Y si no es-
plato: cada persona es responsable de su alimentación; y en ge- cucha, le mandamos fuera y que se quede ahí”, me cuenta
neral, todas lo hacen con mucho gusto. Recogemos la mesa, Edén (ocho años).
fregamos nuestro cubierto, y Trasgo, por supuesto, recibe las Los círculos están tan integrados en el funcionamiento coti-
sobras. Poco a poco, los niños van retomando sus actividades. diano de Donyets, en la cultura del colectivo, que a nadie le mo-

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¡Círculo mágico, círculo


mágico! En pocos minutos
los duendes están sentados
en el suelo, preparados
para mantener una
discusión

José Santiago Fernández Royo.


lesta interrumpir su actividad para acudir a ellos; las relaciones tregan algunas cosas, cuesta dar otras. Inma, ligeramente
humanas se consideran aquí lo más importante: “Desde nues- apartada, escucha atentamente. De vez en cuando, reformula
tro punto de vista, la expresión de las emociones es la clave del una emoción: “Da mucha rabia tener que deshacer algo nues-
bienestar individual y grupal. Es fundamental no contenerse, tro”. Muchos reconocen haber actuado de la misma manera en
no diferir la exteriorización de lo que sentimos, de las necesida- otras ocasiones, pero la norma es clara: hay un cupo de objetos
des que tenemos”, apuntan Inma y Jordi. por cabaña, y todos están de acuerdo.
El círculo es un espacio mágico de posibilidades de contacto Poco a poco, el conflicto avanza hacia una solución, alcanza
emocional con uno mismo y con los demás; una especie de ha- un relativo equilibrio. Se han vivido intensamente emociones
lo de afectos y energías que envuelve a cuantos están en él: “Se y sentimientos complejos, se han manifestado muchas cosas,
crea una dinámica de relaciones muy vivas, de cuestionamien- y probablemente quedan muchas otras por decir. Lo que ha su-
tos continuos e intercambios constantes, en los que ejercita-
mos la escucha, la comprensión y el respeto a la libertad del
otro, la rabia del otro, sus llantos o su alegría”, señala María,
educadora y madre de Erik e Izhan (tres años). Els Donyets, Escola Lliure
En la sala oscura, la discusión va subiendo de tono. La ira, la Sant Vicent, 2 Urb. Pedralvilla
pena, el deseo, la frustración se apoderan del cuerpo, lo agitan, 46169 Olocau
cortan la respiración y hacen un nudo en la garganta...; por fin, (València)
salen en forma de llanto, de grito... Casi sin darme cuenta, tam- Tel. 961685416
bién yo me conmuevo, también mis ojos, de pronto, se llenan donyets@eresmas.com
de lágrimas.
Sobre un fondo de escucha, reconocimiento y respeto mu-
tuo, los niños debaten, argumentan, hacen esfuerzos por com- Escuela española de terapia reichiana
prenderse. Su lenguaje, directo y espontáneo, me recuerda Rep. de Guinea Ecuatorial, 4 – 1º C
aquellas palabras de Neill sobre la diferencia entre su enfoque 46022 València.
educativo y el de María Montessori: “En Summerhill, los niños Tel. 963727310
pueden decir tacos, sin problemas”. http: //www.EsTernet.org
“Nosotros también queremos jugar”, se quejan unos. “Sí, reichiana@cesser.com
pero ¿y nuestra cabaña? Nos quedaremos sin ella”, protestan
los otros. “No os lo pedimos todo”, replican los primeros. Se en-

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cedido es simplemente una etapa, en el proceso de aprendiza- cinco o seis años nos hablaba de su libertad, en cosas muy pro-
je, quizás la más importante para el ser humano: la conviven- pias, nos dábamos cuenta de que con frecuencia caíamos en la
cia con los otros. posición de ‘esto hay que hacerlo porque nosotros lo determi-
El círculo mágico regula la vida social a través de una serie de namos’. Entonces tratamos de concretar en la práctica las cosas
reglas que presiden el funcionamiento colectivo. Actualmente que debemos decidir los padres, las que deciden los hijos, y las
existen unas 40 normas, fruto de los ajustes que van surgiendo que decidimos juntos. Y esto, claro, va cambiando a medida
en la vida cotidiana: “cuando hemos terminado de comer, en- que crecen en capacidades y autonomía”.
tre todos recogemos la mesa”, “dentro de la casa no se juega con Sin embargo, no todos se sienten igual de cómodos frente a
agua”, “no nos tiramos de cabeza a la piscina”, “si juego con al- la cuestión de los aprendizajes académicos. Mientras Juan y
go y no lo quiero dejar, no lo dejo”, “si no nos apetece que nos Pedro confían en la rápida adaptación de sus hijos a otros con-
miren mientras estamos cagando, no deben hacerlo”, “no en- textos educativos “porque la motivación, la curiosidad y la ca-
tro en la cabaña de otros sin su permiso”, “no se sube al tejado”, pacidad de asimilación son muy altas”, otros como Javier o
“no abusamos de los materiales del rincón de inventos”, “si al- Lluís (padre de Gari) se preguntan si sus hijos “van a tener sufi-
guien rompe algo intenta arreglarlo, y si no lo compra de sus cientes contenidos teóricos para hacer frente a currículos tan
ahorros”, “no queremos pistolas ni armas en Donyets”, etc. competitivos como los actuales”.
En conjunto, padres y educadores ven el futuro con ilusión, y
les gustaría que experiencias como ésta fueran una opción más
Los niños del futuro extendida y asequible para todas las familias que lo deseen.

Donyets es, además de una escuela, un proyecto social y polí-


tico: “Porque la educación está en la base de cualquier progra- * Heike Freire es periodista.
ma de futuro. No se cambia la sociedad por decreto, sino por- Tel. 96 168 54 16
que las personas evolucionan”, afirma Pedro, padre de Edén y Correo-e: donyets@eresmas.com
coordinador de la Asociación Donyets Escuela Libre (ADEL),
que agrupa a todas las personas interesadas en apoyar directa o
indirectamente el proyecto.
Este deseo de cambio se inicia ya en la familia, que por lo ge-
neral ha buscado un embarazo consciente, un nacimiento sin
violencia y una lactancia con presencia afectiva y contacto de la
Para saber más
madre. Familia y escuela se sitúan para el niño en un “conti-
nuum” vital, donde lo fundamental es la coherencia y la calidad
de las relaciones. “Nuestra escuela de padres nació con el pro- Freire, H. (2003): “Summerhill, realidad de una utopía”. Entrevista
pósito de armonizar planteamientos educativos sobre temas con Zoe Readhead, en Cuadernos de pedagogía, nº 327 (septiembre),
tan importantes como los límites, la agresividad, la sexualidad, pp. 42-47.
el aprendizaje, el respeto al ritmo personal, a la voluntad del Leboyer, F. (1984): Por un nacimiento sin violencia, Madrid: Daimon.
niño... Tratamos de reducir las diferencias, aunque luego, ob- Neill, A. S. (1980): Summerhill, México: FCE.
viamente, cada familia es única. Pero se crea un espacio social, Pinuaga, M.; Serrano, X. (1997): Ecología infantil y maduración hu-
una nueva cultura”, comenta Inma. mana, Valencia: Orgón.
Los padres, cuya implicación en el proyecto es muy elevada Reich, W. (1985): La función del orgasmo, Barcelona: Paidós.
(el fin de semana anterior, por ejemplo, han pintado la escuela y Reich, W. (1987): Los niños del futuro, Roma: Sufarco.
arreglado el estanque y el fanguero), se muestran en general Reich, W. (1992): “El lenguaje expresivo de la vida”, en El análisis del
muy satisfechos con la evolución de sus hijas e hijos. Aprecian carácter, Barcelona: Paidós.
su capacidad de expresión, directa y sincera, la facilidad con que Reich, W.; Neill, A. S. (1985): Record of a friendship. The correspon-
se adaptan a diferentes situaciones, la simplicidad y honestidad dence between Wilhelm Reich and A. S. Neill, Nueva York: Farrar
con que tocan temas tabú, como el sexo o la muerte, y la iniciati- Straus_Giroux.
va, creatividad y fantasía que despliegan en sus juegos. Serrano, X. (2001): Al alba del siglo XXI, Valencia: Orgón.
Juan, padre de Mar, confiesa que la escuela ha sido un factor
de progreso en las relaciones con su hija: “Cuando con cuatro,

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