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SITUACIÓN EN LA ANTIGUEDAD

“Reina del hogar” o “ante todo madre”, expresiones que aún hoy oímos para ensalzar a
la mujer, ya se empleaban en el mundo clásico. Administrar la casa y asegurar herederos
a la familia era la función de la ciudadana griega y de la matrona romana, mujeres
respetables que, por ello, no debían salir de su casa ni participar en la vida
pública. Esta y otras ideas o mitos pasaron de la antigüedad a la Edad Media y han
llegado hasta nuestros días.

Tanto en la cultura griega como en la cristiana una mujer,


Pandora, era la fuente de todos los males de la humanidad. Los pensadores más
influyentes del mundo clásico y medieval insistían en este aspecto.

Para Aristóteles, la mujer encarnaba la oscuridad, la pasividad y el sentimiento,


frente a la luz, la actividad y la inteligencia del hombre.
Si consideramos todos estos razonamientos entenderemos por qué las mujeres no
participaron en la vida pública, pues ni estaban capacitadas para dirigir la sociedad, ni
les debía interesar lo que ocurriera fuera de su hogar.
Sin embargo, a pesar de que los hombres negaron su capacidad para dirigir la sociedad
y las recluyeron en la casa .

Las mujeres han desempeñado un papel importante a lo largo de la Historia, y,


sin duda, a través del ámbito privado influyeron en el público.

Sus tareas domésticas tenían una continuación en el mundo laboral, al que


muchas se vieron empujadas para ayudar a sus maridos o como medio de ganarse la
vida. Su participación en el mundo de la cultura no fue menos valiosa, pues desde la
religión, la filosofía, la literatura o las ciencias, algunas dejaron oír su voz, aunque
los hombres les impusieran el silencio.

LA SITUACIÓN EN LA ACTUALIDAD
Los trascendentales cambios ocurridos durante el siglo XX, en las culturas de todo el
mundo continúan arraigadas la discriminación y la violencia contra mujeres y niñas. En
tanto la desigualdad entre hombres y mujeres limita el potencial de los individuos, las
familias, las comunidades y los países, ponerle fin es una urgente prioridad para el
desarrollo y los derechos humanos universales.

Las desiguales relaciones de poder entre hombres y mujeres perjudican la salud,


porque limitan el control de éstas sobre la actividad sexual y su posibilidad de
protegerse a sí mismas contra embarazos no deseados y enfermedades de transmisión
sexual, incluido el sida. En todo el mundo, las niñas y mujeres, de cualquier nivel social
o cultural, están sujetas a malos tratos físicos, sexuales y psicológicos.
SITUACIÓN EN ESPAÑA
En España la situación ha cambiado muchísimo, hasta el punto de que ha sido
posiblemente el mayor cambio en los últimos 25 años. Hemos pasado de la absoluta
desigualdad, hasta la casi plena equiparación. Y la mujer ha tenido un papel muy
importante en este aspecto, aunque aún hay muchas cosas por hacer.

Dos temas a destacar son, por un lado, los malos tratos: es importante que se
consideren delitos de verdad, no problemas de carácter doméstico; y, por otro lado, la
importancia de compatibilizar el papel en el trabajo y como madre de familia, lo cual es
duro porque significa que la mujer acaba teniendo el doble o triple de trabajo que el
hombre.

A continuación voi a mostrar algunos comentarios de mujeres reales de


generaciones distintas sobre la situación de la mujer en España:

CARMEN GALINDO, ABUELA

No veo un buen panorama respecto a la mujer. Veo que hay mucha falta de fe y de
valores. Las jóvenes no tienen una base y tampoco sus padres; por tanto, no tienen
modelos.

En el tercer milenio serán independientes, querrán superarse, podrán tener muchas


oportunidades.

MACU SAVATER GALINDO, MADRE:

Soy profesora y veo que han gran cantidad de jóvenes que se han criado sin valores.
Puedo ver también cómo algunas buscan esos valores donde pueden, porque quieren
orientarse. Ojalá encuentren ese apoyo en el cristianismo. Creo que la mujer en el tercer
milenio seguirá trabajando, pero no renunciará a su papel como madre, y compartirá
más cosas con su pareja, tanto pensamientos como tareas, educación de los hijos...

CLARA ARRANZ SAVATER, HIJA

Yo creo que la mujer será distinta en el tercer milenio en todos los aspectos. No
estará sometida al hombre y, en el trabajo, será más activa. También serán muy cultas y
tendrán estudios superiores, por lo que podrán acceder a cargos más importantes.

DISCRIMINACION DE LAS MUJERES EN EL


TRABAJO
A pesar de los indiscutibles avances hacia la plena integración, subsisten en menor
medida discriminaciones y desigualdades que, aunque van adoptando formas cada vez
más sutiles, siguen siendo relevantes y teniendo efectos reales. Estas desigualdades y
discriminaciones se producen en todos los órdenes de la vida social y, en consecuencia,
también en el orden laboral.
Se puede así constatar que, a pesar de la creciente incorporación de la mujer al trabajo
que, sin duda, es la gran innovación del siglo pasado, se mantienen formas de
discriminación en los distintos aspectos de la vida laboral: el propio acceso al empleo,
las dificultades de promoción interna a puestos de responsabilidad, la clasificación
profesional, las diferencias de retribución, la misma negociación colectiva e incluso la
representación legal del personal, ostentada de forma abrumadoramente mayoritaria por
hombres.

No obstante, a pesar de la rapidez de la integración laboral de la mujer y la definitiva


superación de desigualdades jurídicas formales, quedan aún en el mundo del trabajo
elementos de discriminación que es preciso superar.

Los equipos de trabajo no están exentos de esta problemática, referida anteriormente,


por tal motivo nuestro interés apunta a sugerir ciertos mecanismos para minimizarla.

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