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PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN LA ACTIVIDAD POLITICA

La mujer se ha encontrado históricamente excluida de la actividad política. La duplicidad


entre público y privado, “el ámbito de la mujer es el hogar y el ámbito del hombre es la
política”, es el principio en el que se basó la exclusión. Aquí, un breve recuento de la
historia de la participación política femenina en el Perú, celebrando los 50 años desde
que se reconoció el derecho a voto de la mujer.

El camino al voto
Los vientos liberales que soplaban sobre América Latina en el período después de las
independencias de los países latinoamericanos se encuentran plasmados en las
constituciones de la época. En ellas se define formalmente el concepto liberal de
ciudadanía, aunque en la práctica esta excluía a los hombres no propietarios, a aquellos
pertenecientes a sectores populares y a las mujeres. El voto es derecho exclusivo de la
élite tanto económica como política que ocupa el Estado, y que favorece el liberalismo
económico sobre el liberalismo político.
Al mismo tiempo, la Iglesia, tan cercana a la oligarquía, mantiene el control sobre la
familia y la educación. Este último punto, la educación, en conjunto con el ingreso al
mercado laboral, serán las puntas de lanza de la inclusión de las mujeres a la esfera
política. La influencia de la Iglesia se tradujo en el “marianismo”, que consiste en asignar
a la mujer una categoría moral superior a la del hombre, basado en la mitificación de la
Virgen María madre.
Un ciclo de prosperidad y crecimiento económico entre 1880 y 1929 cambia la cara de
las ciudades mediante la migración y la urbanización. Asociado al crecimiento de las
ciudades surge la consolidación de un mercado interno, que a su vez favorece una
incipiente industrialización. Nunca llegará a ser una gran industria, pero permitirá la
aparición de un sector obrero.
En este período se abre la posibilidad, durante el oncenio de Leguía, de acceder a
espacios donde pueda ampliarse la participación femenina. Estos son las Sociedades de
Beneficencia Pública. Sin embargo, el debate no presentó una real apertura del espacio
público para las mujeres, ya que se asumió que una mujer menor de 30 años no tenía
educación suficiente para formar parte de estas organizaciones. Así, encontramos que
sólo a las mujeres mayores de 30 con autorización marital se les permitió ingresar a las
Sociedades.
También en este período las mujeres ya habían incursionando en la actividad política
mediante el periodismo, y en la actividad literaria, como, por ejemplo, Clorinda Matto de
Turner. A la vez, es en este momento de la historia de la inclusión femenina que las
mujeres logran ser aceptadas en las universidades, específicamente en 1908. Sin
embargo, ya había mujeres realizando estudios independientemente. Asimismo, las
mujeres habían estado presentes como parte de las Jornadas de mayo de 1912 apoyando
la candidatura de Billinghurst, y en la lucha por la jornada de ocho horas.
En la Constitución de 1933, después de siete sesiones de discusión, se aprobó el voto
para la mujer en las elecciones municipales, propuesta presentada por la Unión
Revolucionaria. Este voto se restringía a las mujeres mayores de edad, que en ese
momento era 21 años, las casadas o que lo hayan estado, y las madres de familia. Sin
embargo, las elecciones municipales no fueron instauradas hasta 1963.
De esta forma, el Estado pasa de estar centrado en la oligarquía y en la economía “hacia
afuera”, a ser un Estado fuerte, populista y nacionalista. Este tipo de Estado tiene como
sustento una base social que se movilice a favor del líder, consolidada mediante la
integración de las clases populares a la economía urbana. Bajo esta lógica se incluye a
sectores obreros, clases medias y profesionales y sus demandas. Así se extiende el
derecho al sufragio.
Las mujeres, al integrarse al mercado laboral, en, por ejemplo, las industrias textiles,
demandan reivindicaciones laborales, sociales y políticas. Siguiendo la línea de inclusión
de sectores que permitan enfrentarse a las oligarquías exportadoras del período anterior,
es en 1954, durante el gobierno de Manuel A. Odría, que se propone el derecho a voto
para la mujer. Mediante la ley Nº12391, promulgada el 7 de setiembre de 1955, las
mujeres alfabetas mayores de edad o mayores de 18 años casadas pueden elegir y ser
elegidas.
La oposición a conceder el derecho a voto a la mujer no sólo se basó en la predominancia
de cada género en el ámbito privado o público según correspondía. Además, también se
planteaba que las mujeres serían influenciadas por sus maridos o por la Iglesia. Se
asumía que los primeros no permitirían que las mujeres expresen su verdadera voluntad,
y que la segunda perjudicaría el voto en el que predominaba la ideología antes que la fe.
Aparte, por supuesto, de la suposición que el ingreso de la mujer a la esfera política
destruiría la familia y el hogar.
Con la inclusión de las mujeres, el electorado se duplicó. No obstante, debe resaltarse
que en nuestro país quienes promovieron el derecho a voto a la mujer fueron
gobernantes conservadores. De esta forma era posible contrarrestar la creciente
radicalización del electorado masculino, el cual se encontraba cada vez más movilizado,
por lo que el voto concedido no significó un cambio en la forma de pensar sobre la mujer.
Más bien se pensó que la influencia de la Iglesia conservadora sobre ella podría equilibrar
los cambios sociales en curso. En las elecciones de 1956, fueron elegidas 1 representante
para el Senado, y 8 representantes como diputadas.

Elegir y ser elegidas


El reconocimiento del voto a todos los peruanos mayores de 18 años por la Constitución
de 1979 mediante el sufragio universal, implicó una mayor inclusión de la mujer en el
sistema político. Esto no sólo se debe a que se disminuyó la edad necesaria para alcanzar
la mayoría de edad, sino también a que dentro del sector analfabeto de la población, la
mayoría son mujeres, y específicamente de zonas rurales. Según cifras del INEI, la tasa
de analfabetismo de la población femenina mayor de 15 años en zonas rurales en el 2002
llegaba al 37,4%.
A partir de las elecciones de 1980, las mujeres en su conjunto tienen la capacidad de
elegir y ser elegidas, por lo menos en teoría. Todavía se encuentran alrededor de 312 mil
mujeres sin un documento de identidad que les permita ejercer su derecho al voto, según
cifras del movimiento Manuela Ramos.
El sistema de cuotas, implementado en el Perú en 1997, ha sido también un avance en
lograr la igualdad en la representación política. En América Latina las cuotas fueron
establecidas primero por Argentina en 1991, por lo que su historia es bastante reciente.
Las cuotas de género en el Perú sostenían inicialmente un 25% para listas al Congreso y
municipios. En el año 2000 se aumentó la cuota para la lista al Congreso a 30%, y en el
2002 se hizo lo mismo con la cuota para municipios. Además, en el 2002 también se
aplicó el 30% para las elecciones regionales.
A pesar de haber favorecido la igualdad en la representación, el sistema de cuotas
todavía tiene un largo camino por delante. Por ejemplo, para el Congreso del 2000 se
contaban 26 mujeres (21,6%) de 120 parlamentarios, y en el Congreso del año 2001
disminuyó la cantidad a 22 congresistas mujeres (18,3%). Sin embargo, sí se registra un
aumento desde el 11,76% en el Congreso de 1995, al 18,3% de nuestro Congreso actual.
CULTURA POPULAR PERUANA

Como su rica historia nacional, la cultura popular del Perú es el resultado de una fusión
de culturas, constituida principalmente por la incaica y la hispánica. Además de otras
culturas prehispánicas como las amazónicas, que no estuvieron integradas al imperio
incaico. Este mestizaje cultural también ha sido enriquecido por los aportes de otras
tantas culturas del mundo que se han asentado en el Perú a lo largo de su historia; los
africanos, europeos no hispanos, y asiáticos. Juntos han dado lugar a una de las culturas
más ricas y variadas a nivel mundial.
Literatura La literatura peruana tiene su primer vestigio en la obra dramática anónima
Ollantay cuyos orígenes se pierden en los tiempos del incanato. A partir de la época
republicana son varios los exponentes de la narrativa peruana como Ricardo Palma y sus
célebres Tradiciones Peruanas. Se destaca en el siglo XX la figura del poeta César Vallejo
y su obra Trilce. Contemporáneamente destacan Julio Ramón Ribeyro, Alfredo Bryce
Echenique y Mario Vargas Llosa.
En el 2005, el Perú fue el invitado de honor de la Feria del Libro de Guadalajara,
mostrando así su literatura contemporánea junto con la del Inca Garcilaso de la Vega.

Música del Perú La música del Perú es producto de la fusión a través de muchos siglos.
Existen muchos géneros de música peruana: andina, criolla y amazonia. Estas se puede
clasificar en música y danzas de la costa peruana, sierra peruana y amazonía peruana.
La música criolla tradicional de la costa es muy variada debido a que justamente esta es
la región donde mayor mestizaje hubo y actualmente hay, conocida como música criolla
dentro de la cual también encontramos las danzas afro-peruanas.
De la costa centro básicamente Lima; tenemos la música de los callejones de la Lima de
antaño tenemos al mundialmente conocido Vals Peruano o Vals Criollo (cultivado en otros
países sobre todo en Argentina, dentro de los fusionados al tango.
Lima también ofrece la salerosa Zamacueca o Marinera Limeña (madre del resto de
cuecas y zambas); dentro de de lo cual existen varientes y extensiones como el canto de
Jarana y la resbalosa (como la fuga de esta).
La costa sur-centro Cañete, Chincha, Ica y Nazca; nos ofrecen el culto a la música afro
peruana. De los géneros más destacados están el festejo y el landó. También están el
toro mata y el panalivio.
Hacia el norte tenemos la música criolla norteña. De las regiones de la La Libertad y
Lambayeque viene la reconocida Marinera Norteña; quien es tocada en banda, tambores
y trompetas. Esta versión a diferencia de la anterior no es de salón, sino es muy vistosa y
alegre, motivo de festivales que atraen muchos incluso cuando se presentan los famosos
campeonatos del caballo de paso peruano.
Mas al norte de Piura, Lambayeque y Tumbes vienen las pícaras cumananas (de
influencia mulata y afroperuana), el agitanado emotivo piurano tondero y el triste que
muchas veces va acompañado dentro de la expresión muy norteña Triste con fuga de
Tondero.
Las regiones de sierra sur como Huancavelica, Ayacucho, Apurimac, Cusco y Puno se
caracteriza por el huayno (y también la zona norte del alti plano Boliviano).
De la región de Cusco vienen la muliza , el Cóndor Pasa y de Arequipa viene el mestizo
bellísimo Yaraví Arequipeño, dentro de los cuales destacan el conocido Melgar y La
Partida.
La sierra centro como Cerro de Pasco, Ancash y Junín es famoso por su alegre huaylas.
Versiones típicas de este genero son el Pio Pio y eñ Huaylas Macho.
Dentro de las fiestas tradicionales Andinas, la más conocida es el Inti Raymi que, en
Sacsayhuamán, en las afueras del Cusco, rememora ceremonias y rituales de la época
del Imperio Inca rindiendo homenaje al Inti (dios Sol de los incas). El Inti Raymi se
desarrolla el 24 de junio de cada año. Cabe destacar que Susana Baca, cantante criolla
ha sido galardonada con el Grammy Latino a mejor álbum folklórico y que el grupo Líbido
ha ganado los premios MTV.

Gastronomía La cocina peruana es considerada una de las más variadas del mundo,
tiene el record Guiness a la mayor variedad de platos típicos en el mundo (491). Gracias
a la herencia pre incaica, incaica, amazónica, española musulmana y a la inmigración
africana, francesa, chino-cantonesa, japonesa e italiana principalmente hasta el siglo XIX,
reúne una gran diversidad de mezclas, junto con la criolla, en una gastronomía de cuatro
continentes en tan solo un país, ofreciendo una importante variedad de platos típicos de
arte culinario peruano en constante evolución, imposible de enumerarlos en su totalidad.
Basta mencionar que sólo en la costa peruana, hay más de dos mil sopas diferentes y
que en el país hay más de 250 postres tradicionales. Los incas eran agricultores e
históricamente fueron frutívoros y cerealistas.
En el ámbito de la bebida, el Pisco sour es el trago de bandera preparado en base a Pisco
El Pisco es un licor originario del Perú. La Inca Kola, también de origen nacional, es la
gaseosa más vendida en este país.
Según el periódico francés Le Monde la gastronomía de este país ocupa un lugar muy
destacado a nivel mundial, llegando a ser considerada como una de las tres grandes
cocinas del Globo, al lado de la china y de la francesa, aunque en los concursos
internacionales de gastronomía también compite con la gastronomía de la India.
La ciudad de Lima ha sido declarada Capital Gastronómica de América Latina.

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