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Remarcar la idea de que los conflictos forman pare del día a día y por muy bien que nos encontremos
en un grupo, siempre van a surgir desavenencias. Muchas de esas desavenencias se deben a que cada
persona tiene su punto de vista sobre la realidad.
Primer paso:
Proyectamos o repartimos una hoja con la conocida imagen ambigua de la mujer joven y vieja a la vez.
Preguntamos cómo ven a la mujer y quiénes llevan la razón, lo que la ven vieja o los que la ven joven.
Evidentemente se trata de una cuestión de puntos de vista o de percepciones.
Explicamos que nuestro cerebro recibe información a través de los sentidos y luego elabora esta
información organizándola, interpretándola, analizándola e integrándola hasta formarse una
determinada representación de la realidad.
En los conflictos sucede lo mismo, cada persona tiene una manera de vivir la situación porque la
entiende y le afecta de forma particular. Por ejemplo, si un perro se nos acerca, algunos sentiremos
alegría, afecto… pero otros pueden sentir miedo, angustia… Todavía podemos matizar más: depende
de quién sea el perro, de su tamaño, de si mueve la cola o ladra enfadado… Incluso pueden entrar en
juego nuestros recuerdos…
Así pues, a la hora de comprender los conflictos los puntos de vista son muy importantes y se tienen
que compartir. De lo contrario cada uno habla de algo distinto y se crean malentendidos.
Segundo paso:
Las instrucciones del juego son las siguientes: se mezclan las tarjetas y se ponen en medio con las
imágenes en la parte de abajo. Se lee la frase en voz alta y todo el mundo trata de adivinar la palabra
que falta. Quién la adivina se queda con la tarjeta (durante el juego). Se observa bien la imagen y
luego, por turnos, se le da la vuelta a la tarjeta.. La persona que dirige el juego no puede hablar,
aunque sí puede dar pistas mediante gestos o sonidos. Cuando alguien acierta, se pasa a la siguiente
tarjeta. Si el grupo entero se rinde, el ayudante puede dar la respuesta y se queda la tarjeta.
Variaciones
Cuando un grupo acaba o bien todos juntos, podemos pedir ejemplos reales de los errores de
percepción que solemos cometer a la hora de comprender un conflicto. Por ejemplo, en el número 3 se
habla se habla de “apariencias” “Habéis juzgado a alguien por sus apariencias? ¿Os juzgan por vuestra
apariencia?”
Tercer paso:
Comentamos la siguiente definición de conflicto:
• Un juego de seis tarjetas para cada 6 participantes (páginas 97-121 del libro Construir la paz,
transformar los conflictos en oportunidades)
• Una tarjeta de AYUDA para cada grupo