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Número 40

Sábado, 9
de abril
de 2011
El perseguidor
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EL VUELO DE ÍCARO CUENTO
Enrique Guillermo Morató: un Cuídate
narrador cubano

por por
JUAN CARLOS SUÑÉN EZEQUIEL PÉREZ PLASENCIA

LOS SENOS
DE TINTA,EROTISMO
Y SURREALISMO
ILUSTRACIÓN SERGIO FDEZ-MONTAÑÉS

EN PEDRO GARCÍA
CABRERA
La Página Ediciones recupera este texto
poco conocido del escritor
y poeta tinerfeño

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2 El perseguidor Sábado, 9
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DOMINGO LUIS HERNÁNDEZ/Editor y escritor


No se había vuelto a publicar Los senos de tinta desde su inclusión en las Obras completas de Pedro García Cabrera editadas en la década de los
80 del siglo pasado. La Página Ediciones en su colección IlustradoS rescata ahora este texto, al que le falta la primera y última página, para
además de rendir homenaje a este singular pieza, reflexionar sobre el erotismo y el surrealismo incluyendo collages del pintor checo Karel
Teige (Praga, 1900-Praga, 1951), una selección de imágenes que reproduce obras de Óscar Domínguez, Man Ray y Claude Canhum, entre
otros, así como la reflexión Erotismo y surrealismo, de Sarane Alexandrian, y el artículo Pedro García Cabrera y las vanguardias, de Domingo-
Luis Hernández, responsable de la editorial y de la revista La Página, tarea que simultanea como profesor de Literatura en la Universidad de
La Laguna y escritor. Algunos de sus libros son los poemarios Ilión, Ilión o Troya insurgente y Taller de tránsfugas. Este año publicará el volumen
de relatos El cazador de moscas y la novela Erich el zurdo.

“LA ISLA PARA PEDRO GARCÍA


CABRERA ES PUNTO DE
ENCUENTRO Y DE RELACIÓN”
EDUARDO GARCÍA ROJAS Teige es uno de los grandes surrealistas pio de su trayectoria literaria, que inicia a gicamente regresa al principio, al minima-
checos y ocurre con él lo mismo que pasa finales de los años 20 del pasado siglo, lismo, lo concreto, a lo conciso, lo secreto,
- ¿Qué objeto tiene esta edición de Los senos con García Cabrera y el surrealismo cola- entiende que la literatura es la literatura y lo sectario, lo mínimo, al detalle absoluto.
de tinta? teral, fuera del grupo de París y que a mi siempre lo mantuvo salvo el período post - Según usted, y antes de la etapa postfran-
- Los senos de tinta no tiene la entidad de me parece que es lo que da sentido al surre- franquista que es una obra revisable por- quista, García Cabrera entiende literatura e
libro y se trata de un texto que estuvo per- alismo, como es el de la periferia. O mejor que en ella confunde lo que antes era esen- ideología como una misma cosa.
dido entre los papeles inéditos de Pedro el de la frontera ya que Canarias fue donde cial en su trabajo, confunde lo ideológico - Plantea que no se puede separar la lite-
García Cabrera hasta que Nilo Palenzuela, se produjo el segundo manifiesto surrea- con la literatura. ratura de lo ideológico y tiene que ser con-
Sebastián de la Nuez y Rafael Fernández, lista y en Chequia el primero. Karel Teige - Es decir, que para usted esta parte de su secuente porque él es un cuerpo ideoló-
los autores de la edición de sus Obras com- explota en sus collages los mismos elemen- producción tiene menos interés. gico y siendo la literatura además parte
pletas, lo rescataron y dieron a conocer con tos con los que García Cabrera fabrica Los - Me interesa menos aunque hay dos fundamental de ese componente esencial,
algunas dudas ya que carece de su primera senos de tinta, explora la posición de la libros esenciales de etapa como son La ideológico del ser humano, la literatura es
y última página. A mi juicio se trata de un mujer en el surrealismo, la sociedad… esperanza me mantiene y Las islas en que literatura y se tiene que ser consciente con
texto muy atractivo y extraño en la pro- Todos los elementos ideológicos que vivo, porque son libros excelentes e ideoló- lo que escribe. Pero lo que arropa por ejem-
ducción literaria de García Cabrera por- Cabrera infunde aquí y que tienen relación plo a Transparencias fugadas es un mate-
que creo que con él da el paso definitivo al también con la Edad de oro y El perro anda- rial que él decide por justificación ideoló-
surrealismo --data de 1934--, un año antes luz de Luis Buñuel. La tercera cuestión era gica como es el caso de lo abstracto que
de su adscripción al movimiento porque mostrar una antológica con las imágenes contrapone a la imaginería periclitada y
ya reúne todos los elementos del surrea- eróticas surrealistas más representativas, fallida, tradicionalista anterior. Lo abs-
lismo que luego Pedro García Cabrera comenzando con Máquina de coser electro- tracto es una forma de revolución y uno de
expresará en un libro tan fundamental sexual de Óscar Domínguez. Es cierto que los grandes hitos de la literatura canaria y
como es Dársena con despertadores. podíamos haber elegido otra, pero como
El surrealismo tiene española como es construir la entidad que
- ¿Qué elementos surrealistas destacaría
en Los senos de tinta?
Óscar Domínguez es nuestro Óscar Domín-
guez…. Rescatamos también un texto
una posición contra es la isla y lo insular. Y ahí parte la concep-
ción de la isla sin geografía. La isla elemen-
- El sueño, el automatismo, las imágenes
surrealistas, la provocación, la posición
sobre Erotismo y surrealismo de Sarane
Alexandrian, fechado en 2005 y que se
social e ideológica que tal que contiene el mar, el aire, la figura, y
en Transparencias fugadas construye el
ideológica de su autor, también su posi- publicó en el libro Surrealismo siglo XXI es muy avanzada en arroyo en el agua, la isla no es solo lo que
ción insular y, fundamentalmente, un ele- que coordiné y cuya traducción es del pro- se ve sino también lo que está sumergido.
mento del surrealismo que retoma y en fesor Miguel Pérez Corrales, unos de los su momento. Toma Lo que hace Pedro García Cabreara es qui-
cierto modo enlaza con otro de los gran- grandes expertos de surrealismo, y que se tar toda marca de tipismo porque la isla
des textos surrealistas que es Crimen de trata del último texto que realizó Alexan- una posición clara y que queremos es una isla mía y de todos,
Agustín Espinosa, como es lo erótico. Los drian porque falleció en 2009. Sarane Ale- universal, y que luego continúa el dibujo
senos de tinta se publicó por primera vez xandrian fue alumno directo de André Bre- concreta en favor de insular que propone Agustín Espinosa con
en el tomo primero de sus Obras completas ton y considero que se trata de un texto la isla de la invención que son los dos gran-
y ahora La Ediciones lo recupera y da a fundamental. la URSS y colabora des tótemes de toda la revolución insular.
conocer por separado. - ¿Se sabe la razón por la que Pedro García Y en eso coincide Pedro García Cabrera
- ¿Por qué por separado? Cabrera no publicó en vida Los senos de con ella. Es más, el con el constructivismo. Tiene que ver con
- A nosotros nos pareció un buen tinta? el constructivismo de Gaceta de arte, que
momento para introducirlo dentro del - No los sé. No sé si porque se trata de un
segundo manifiesto es una invención de dos, Eduardo Wester-
contexto surrealismo y erotismo ya que
esta edición incluye por un lado Los senos
texto erótico y lo hizo por pudor. No lo sé,
aunque es uno de los textos más atrevidos
surrealista dice, entre dahl y Pedro García Cabrera, que forman
el grupo R y D, Rebelión --en el sentido
de tinta y por otro un análisis de erotismo y y contundentes de su autor en este sen- otras cosas, que el ideológico que encarna Cabrera--y Disci-
surrealismo. Y para ello procedimos de tido. plina, que aporta Westerdahl relacionada
tres maneras: dar a conocer esta obra de - ¿Cómo asume Pedro García Cabrera el surrealismo es la base con el constructivismo racional de la arqui-
Pedro García Cabrera, los collage de Karel surrealismo? tectura. Cabe destacar que el constructi-
Teige, que son muy interesantes porque - Pedro García Cabrera desde el princi- de la revolución social vismo nace de un movimiento de la Unión
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tura canaria. ¿A qué cree que se debe?


- Creo que eso ha sido por razón de
índole política y que igual no estamos en
la historia de la literatura española del
modo en que deberíamos de estar. Pero no
es algo que me preocupe porque Cairasco
es fundamental, el XVIII en Canarias es
fundamental, las vanguardias también
porque no se puede interpretar a las van-
guardias en España sin Gaceta de arte y
quien así lo hagan es unos ignorante. Y eso
es así. El primer texto de la lengua espa-
ñola del traslado del doblez que ha produ-
cido la lengua en su traslado a los territo-
rios del exterior son Las endechas de Gui-
llén Peraza y es un texto fundamental para
interpretar qué ocurre con la construcción
en el otro lado, en la frontera, de una lite-
ratura con una lengua del desplaza-
miento.
- Hablemos ahora de la revista La Página.
- Pues se trata de una revista que tiene
ya 23 años ininterrumpidos de salida al
mercado. Es cierto que lo conseguimos por
el apoyo que nos brindó en un principio el
Cabildo de Tenerife. Apoyo que ahora no
tenemos.
- ¿Por la crisis?
- O porque la cultural del Cabildo de
Tenerife deja algunas cuantas cosas por
desear. Lo que sí es cierto es que La Página
salió porque contó con el apoyo directo del
Cabildo y en concreto de Miguel Zerolo,
que nos respaldó al leer el proyecto y
entender que se trataba de abrir una ven-
tana al exterior y participar en la discusión
de la cultura y fundamentalmente de la
literatura desde Canarias.
de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y que pre. Y probablemente sea así porque ideo- nente. La isla para Pedro García Cabrera y - Además de Los senos de tinta, ediciones
representa el arte revolucionario de ver- lógicamente no se puede permitir que no los gacetistas es punto de encuentro y de La Página ha editado también El traje del
dad en contra de la imagen periclitada de sea así. Su literatura es revolución y la relación. El mundo es nuestro recinto. Esta fantasma, del escritor argentino Roberto
lo anterior hasta que llega Stalin y lo tri- revolución es positiva. La concepción insu- idea es distinta con Agustín Espinosa, que Arlt, un autor por el que usted siente espe-
tura. lar de García Cabrera es siempre positiva. en Crimen escribe uno de los textos más cial predilección.
- Pero ¿y el surrealismo? En Líquenes (1928) ya piensa la isla, y no extraordinarios sobre la isla en su Epílogo - Roberto Arlt es uno de los grandes
- El surrealismo da un paso ideológico en clave agónica como sí ocurre con en la isla de las maldiciones, donde encon- escritores de América Latina. Un escritor
también. El surrealismo tiene una posición Alonso Quesada y que fue lo que llevó a tramos la isla agónica que también hace contradictorio porque se plantea la escri-
contra social e ideológica que es muy avan- Miguel de Unamuno a definir la isla como reflexionar. tura como una de las grandes cuestiones
zada en su momento. Toma una posición a-isla-miento, aunque creo que a Quesada - ¿Y con qué isla se queda usted? de su vida. Y ello teniendo una vida perso-
clara y concreta en favor de la URSS y cola- se le ha malentendido también. Pero eso - A mi me gusta y defiendo más la isla de nal muy interesante. Arlt pertenece a la
bora con ella. Es más, el segundo mani- no pasa con García Cabrera, él mira al mar Pedro García Cabrera. Nuestra posición de primera generación de padres emigrantes,
fiesto surrealista dice, entre otras cosas, y observa que hay barcos que vienen y frontera. Es cierto que en Canarias vivimos así que la consideración de patria no existe
que el surrealismo es la base de la revolu- otros que se van. La isla es puente y conti- en las dos posiciones: hacia el interior del en Arlt, y eso es un aporte fundamental
ción social y la segunda revista surrealista útero materno y hacia fuera. Hay una gran frente al otro gran hito de la literatura
se llama El surrealismo al servicio de la revo- discusión sobre este asunto, la ética del argentina con quien coincide, Jorge Luis
lución social, así que Pedro García Cabrera salir y el miedo a salir, esa discusión siem- Borges. Arlt encarna la visión literaria del
encuentra que aquello que trazó en lo abs- pre ha existido y existirá en la isla. Lo futuro mientras que Borges es la encarna-
tracto como principio de actuación litera-
ria y que interpreta como revolución lo
Ya lo decía Elliot, vemos en Cairasco de Figueroa, que mar-
cha a Italia en busca del Renacimiento.
ción literaria del pasado. Arlt es central en
ese sentido, el gran revolucionario. El que
encuentra resuelto con el surrealismo. El frente a la tradición También en el siglo XVIII, uno de los más hace el texto de la literatura urbana por-
paso hacia el surrealismo de García interesantes en la historia de Canarias con que fue hijo de Buenos Aires y en su litera-
Cabrera tiene ese concepto ideológico real, que tiene que Viera, Iriarte, Clavijo, personas que actúan tura lo expresa y así lo construye en tres
un componente que nos repitió en 1980 en la corte siendo los grandes modernos novelas fundamentales: Juguete rabioso,
cuando le hicimos una entrevista y en las redefinirse a sí de su tiempo. E incluso en la posición Los siete locos y Los lanzallamas, estas dos
que repitió que el surrealismo además de nacionalista del XIX y las vanguardias, últimas una novela quijotesca, en dos par-
un movimiento cultural fue un movi- misma, la frontera donde el debate gira en torno a interpretar tes. Una novela excepcional que propone
miento revolucionario. García Cabrera se el mundo y que nos puede aportar el una relectura de Así habló Zaratrusta con
encontró en su salsa siendo surrealista, y tiende a lo contrario mundo a nosotros. Y esa posición insular todos los peros puesto en el presente de
el paso que dio es por conformar esa idea: es importante porque es teoría de frontera. Nietzsche. ¿Por qué publicamos El traje del
interpretar que literatura e ideología van porque como no tiene Ha ocurrido con la cultura norteameri- fantasma? Pues porque se trata de un
juntas. Y a mi juicio ese paso es fundamen- cana, la hispanoamericana, la cultura novo relato publicado originalmente en el
tal, paso que también dio Domingo López
al padre cerca rompe. africana porque todo lo nuevo implica la periódico La Nación en 1930 y que luego
Torres, que es el gran teórico del surrea-
lismo canario.
Y eso es lo que da frontera. Ya lo decía Elliot, frente a la tradi-
ción que tiene que redefinirse a sí misma,
se recogió en El jorobadito, una colección
de cuentos de su primera etapa. La edición
- Hablamos de erotismo y surrealismo pero
¿cómo refleja Pedro García Cabrera el ero-
pasos fundamentales, la frontera tiende a lo contrario porque
como no tiene al padre cerca rompe. Y eso
que ahora proponemos está ilustrada por
Kisuki Naoko, y la historia, probable-
tismo en Los senos de tinta? y en Canarias lo es lo que da pasos fundamentales, y en mente, se basa en la experiencia como cro-
- Pues exactamente igual que los surrea- Canarias lo vemos con Cairasco y su Jeru- nista de sucesos de Arlt en el diario El
listas: amor carnal, traslación erótica hacia vemos con Cairasco y salem libertada, y las vanguardias que fue- Mundo, donde describe el asesinato de un
la mujer, deseo de hacer un dibujo per- ron a buscar en Europa lo más intenso de marinero a manos de un homosexual. El
fecto de la mujer… su ‘Jerusalem la actualidad europea sobre y de España. Y cuento lo narra el detenido, quien com-
- Y hablando de islas, ¿tiene dimensión de ese aporte es fundamental en las vanguar- pone un relato fantástico que anuncia lo
condena las islas de Pedro García Cabrera? libertada’, y las dias. que será su literatura posterior, que estuvo
- No. La concepción que Pedro García - Sin embargo, no termino todavía por ver hondamente marcada por su más que ado-
Cabrera tiene de la isla es positiva, siem- vanguardias la trascendencia que ha alcanzado la litera- rada Las mil y una noches.
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CUENTO

CUÍDATE
EZEQUIEL PÉREZ PLASENCIA dije. nado, te gustan los excesos y debes con- la calle lo que los señoritingos sólo cono-
Conviene no gastar la amistad y despe- trolar algunas fobias, dijo. A Luisa la con- cieron en los libros. El Carpanta dice que
a Eduardo García Rojas dirse cuando no hay nada que hablar. quisté con palabras prestadas de Car- en las llamadas élites culturales y distin-
y Rubem Fonseca El perista no esperaba verme tan panta: se las anoté en la platina de una guidas los encontronazos y broncas son
pronto. Me miró sorprendido y un poco caja de cigarros: Eres la vid en septiembre y más despiadados que en el asfalto. No lo
asustado. Fue Luisa quien me advirtió una el río que vuelve a su patria, tienes toda la creo. Yo sé lo que me digo. Tengo estudios
1 vez que el menda sentía un odio irreducti- esperanza y la alegría del mundo en tu bello primarios. Los profesores del instituto me
ble hacia mí. Lo caló enseguida. Yo no le rostro. Ella quedó prendada. La conocí en alejaron del palique de los libros, pero en
El Remolino sabía que me iba a despa- había hecho ninguna jugada. Así vienen un momento adecuado: tenía una vida el trullo me hice amigo del Carpanta, que
rramar después de un mes en el trullo. La dadas las cosas. Nunca sabemos los senti- sexual insatisfactoria con un profesor y estaba todo el día leyendo. Luisa me mira
calle es tentadora para tipos como nos- mientos reales que inspiramos en los Paula ya estaba haciendo la calle y era por- y dice:
otros, casi tan peligrosa como los fascistas demás, para bien como para mal. Paula tadora del virus. Mi hijo se encariñó con -Vamos al hotel, por última vez.
y algunas mujeres. Así que El Remolino me lo soltó a los tres meses de estar Luisa. Es muy delicada y le encantan las -No me apetece –le digo, y miento-. Gra-
me abrazó y dijo: saliendo: “Estoy loquita por ti y tú sin darte criaturas. Licenciada en Historia del Arte, cias por todo.
-Cuídate. No te rompas por ahí y arregla cuenta, so tonto”, me dijo. Luego nos casa- en paro, preñada en virtud de la pasión. Le di los billetes de la operación y un
lo del pibe y la mujer. mos. Recuerdo que le pregunté a Luisa que Cuando la guagua está llegando al barrio abrazo nervioso.
-Hasta pronto –le dije. significa irreductible. Es un odio grande y decido contarle la verdad, que los versos -Los versos de la esperanza y la alegría
No había nadie esperándome y eso me visceral, me explicó. Un día de estos le los escribió otro. Espero que lo entienda: no son míos –confesé.
alegró. Además de un bien frágil, la liber- haré un agujero a este cabrón, me dije. lo importante es el gesto. Con ella me afi- -Lo intuía, pero lo que importa es el
tad es también la soledad. Algo así me -Quiero cincuenta perejiles y una brou- cioné a la lectura: leí las Memorias póstu- gesto –admitió.
comentó una vez El Carpanta, y ahora yo nim, con silenciador y funda –le dije al mas de Blas Cubas, de Machado de Assis, Mi humor es muy cambiante. Me
me sentía solo y libre, con el fin de semana Pera. y los Veinte poemas de amor y una can- embargaba una tristeza sensual muy pare-
por delante y algunos asuntos que zanjar. Vivía solo en una casa terrera un poco ción desesperada. Me quedo con la can- cida a la melancolía mientras caminaba
Era un sábado de mayo y el sol cascaba. destartalada, en el barrio de los cambullo- ción desesperada: abandonado como los sin rumbo, barrio abajo, primero enterne-
Pensé que merecía disfrutar un rato. Yo neros. Pagaba nada más que tres mil calas muelles en el alba. Abandonado. Me cido y luego con una sensación de vacío,
sabía que no tardaría mucho en volver a de alquiler. Un chollo. Esa maricona. enseñó que el amor se hace con la cabeza pero vi al Pocholo y de inmediato me entró
chirona. Sobre la marcha le dije al taxista Estaba viendo un vídeo, una final de la y el sentimiento. Sus padres no podían la rabia. No me lo tropezaba desde que se
que me dejara por arriba, en vez de en el Copa de Europa entre el Milan y el Barça. verme. Ella estaba esperando en la rajó en una movida de tripin.
barrio. Fui a buscar al Horchata. Estaba Los italianos ganaron 4-0. El Pera estaba esquina. Me recibió sin euforia y me besó -Eres una cagada, una cucaracha
sobando: con cara de reseca me sonrió contento porque era antibarcelonista. en la mejilla. –saludé.
desde la cama. -El Milan es el mejor del mundo, es la -Me alegra verte –saludó. -No quiero buscarme la ruina como tú
-Acabo de salir. Vamos a la playa a tirar- tercera que veo el partido –dijo, riendo. -Vamos a un hotel –propuse. –respondió, chulito.
nos un par de cervezas y a palicar –le dije. No obstante, me sentía bien allí, sen- -No, mejor hablar –dijo. No le di tiempo. Le aflojé un patadón en
-De acuerdo, pero yo no me baño –res- tado en el sillón junto a él mirando la pan- Lo de siempre. Había encontrado a otro la espinilla y con la misma un rodillazo en
pondió. talla. El infortunio del Barcelona y el rego- mientras yo estaba encerrado. Un buen la mamona, mientras se arqueaba. Cayó
El Horchata no sabe nadar, y yo tam- deo del Pera con los goles italianos no pibe, dijo. Con trabajo, un chico serio, de bruces y descargué unos cuantos varis-
poco, pero me mantengo lo suficiente ensombrecían mi íntimo entusiasmo. seguía como a cuentagotas con sus virtu- cazos en la espalda y el estómago. Ignoro
donde no hago pie y sé hacer el cristo, sólo Estaba alegre con mi libertad y mi brou- des. Tuve celos, pero me contuve. En el por qué me salió aquello, pero le dije:
un ratito. nim. Incluso El Pera me parecía menos amor es determinante la piel: si dos están -Cuídate, cucaracha.
La felicidad consiste en beber una caña antipático de lo que era, y se desmarcó con bien en la cama, lo demás viene por añadi- Me fui a rastrear la noche. Anduve
con un amigo en la playa, entre otras una raya inmensa en el descanso del par- dura. Al menos en la mayoría de casos que bebiendo y acariciando la cañonera. Pensé
cosas. Ya me había pasado otras veces, por tido, mientras yo engrasaba las piezas de conozco. En las relaciones afectivas no es en mi hijo, que estaba lejos, a más de dos
eso fui a dar con El Horchata. Parece que la pipa. El cargador y la culata parecían de infrecuente hacer lo que más se condena, mil kilómetros.
casi todo está en su sitio después de una fábrica. Me despedí. o lo que más se teme, según el caso. Ella
charla un sábado al mediodía con un tipo -Cuídate –dijo El Pera. tenía un miedo obsesivo a la infidelidad, y
legal. Yo sé lo que me digo. Por lo demás, El muy farsante. acabó engañándome. El otro se llama Sal- 3
llevaba un mes de abstinencia y aquello vador; incluso el nombre juega a su favor.
estaba lleno de pibas con tanga. “Agua que Un filólogo que trabaja como camarero en Fijo que ella se movía por ese territorio.
no has de beber, déjala correr”, dijo El Hor- un garito de moda. La guita del aborto se Me enfleché con La Abisinia y confirmó
chata mirando las nalgas de una chorba. 2 la había ofrecido el choni ese. Cínico y des- que Paula estaba haciendo un trabajo, que
De inmediato pensé en Luisa, que necesi- pechado, me interesé por sus habilidades tardaría o ya no recalaría por allí. Le dejé
taba cincuenta papeles para abortar. A la Anochecía y yo caminaba encantado por amatorias. un recado: que no quería verla. Aquello
segunda cerveza tuvimos la sensación de el muelle con el pistolón calentándome el -No es eso. Quiero paz. Eres bueno pero estaba infectado de negrales y colombia-
que todo estaba dicho. sobaco. Llamé a Luisa. tienes un pronto belicoso, no se puede ir nos que vendían heroína y crack. Un mus-
-La guindilla ya no deja jugar a la pelota -Ya he conseguido el dinero –dijo, algo disparando en el trasero a quien te mira culito se quedó mirándome, como extra-
en la arena –exclamó con pena El Hor- fría. mal. A veces hablas y sientes como un ñado. Incluso se acercó. La jefa era La
chata- . Qué cantidad de buenos jugado- -Yo lo tengo, cariño, en media hora estoy ángel, pero te comportas como un demo- Suiza, que lo puso al tanto y de inmediato
res ha dado la playa –añadió. ahí –respondí. nio. Arregla lo de tu mujer y la custodia dejó de golifiar.
-Conozco a uno que se merece un tiro En la guagua no había conocidos, de del niño –sentenció con sequedad. -Vamos a mi casa –sugirió La Abisinia
en la cula –dije sin venir a cuento-. Tengo modo que tenía tiempo para pensar. Soy Estuvimos un rato en silencio. Luisa con ojos aceitunados e insinuantes.
que ir a ver al Pera, me debe ochenta pere- disciplinado cuando descubro que algo tenía razón, pero yo también. No me han -Tengo varias cosas que te gustarán
jiles y un par de gramos. me conviene. Oír, ver y actuar, ésa es mi regalado nada y me deben mucho. A decir –asentí.
-Déjate de locuras, olvida esa manía y táctica. Desprecio imposiciones y normas. verdad, no es mía es expresión, también Caminando en la madrugada evoqué
no te compliques más la vida. Cuídate Me vino a la cabeza un retrato que me hizo pertenece al Carpanta, pero he cultivado mentalmente su pasado de niña bien que
–aconsejó El Horchata. a botepronto El Carpanta en una amane- la capacidad de apropiarme aquello que lo quiere probar todo. Aún era joven, por
-Voy a dar una vuelta por La Muralla –le cida: eres soñador, inadaptado y apasio- otros saben explicar mejor que yo. Viví en encima de los treinta, y como novedad la
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encontré más rellena y pelirroja. Estuvo papelito está mi teléfono. Tú y yo pode- -No, dígale que estuve por aquí, y que se En el bar del cine alargué una cerveza.
en una campaña de alfabetización en mos aprender y hacer cosas juntos, lo que aleje de la madán –contesté. Había una morena linda que me gustó,
Nicaragua, con los sandinistas. Es fácil ser queramos, olvídate de tu ex mujer. Piensa Tuve ganas de besar a mi suegra, pero pero no tenía tiempo.
solidario con las causas lejanas, lo difícil un poco en nosotros, si te apetece. Cuídate sólo le di la mano. La timidez, a veces, nos El Carpanta llegó con retraso, como
es comprometerse con lo más próximo, –dijo mientras me ofrecía de nuevo su hace ser injustos con los seres queridos. siempre. Al primer whisky lo puse al tanto,
comentó en cierta ocasión El Carpanta a boca. -Adiós, cuídate –dijo. y habló.
propósito de La Abisinia. Ella luego se las Cuando me disponía a salir, La Abisinia La última vez Paula tenía la cara chu- -Como sigas así no llegas a los cuarenta
piró de la casa de sus padres y anduvo de estampó una mirada entre viciosa y enter- pada y escasos dientes, cuarteados. La años, que es la edad madura de la juven-
okupa en Valencia con unos guiris. Siem- necedora en mi entrepierna. La besé sin fase Terminal es horrorosa. No la quiero tud. Y conviene estar ahí en las mejores
pre me gustaron su boca y su cabello, prisa y bajé las escaleras perplejo, con lige- ver. Después de asesino o violador, lo peor condiciones, con ganas de gozar, con pro-
ahora más atractivo, pues parecía natural. ros sentimientos de ilusión. es adulador a chivato. A ella la heroína la yectos. Con estudios o vivencias, mejor
Contó que el apodo le venía de su padre, convirtió en confidente. Desde entonces, con las dos cosas. Porque luego llegan los
que admiraba a un buen futbolista alemán para mí está muerta. cincuenta, la llamada juventud de la edad
que se definía maoísta, un tal Paul Breit- 4 Cuando salí el corrillo de pájaros había madura, donde hay muchas posibilidades
ner que llegó a jugar en el Madrid. aumentado. Hice un ademán de saludo de encontrar momentos de felicidad.
-¡Estoy harta del puterío y de la noche! Calculé que a las cuatro de la tarde antes de virar para la otra esquina. Me Eso es lo que le pasa al Carpanta, de vez
–exclamó en el rellano de la escalera. Paula estaba en un sueño pesado. Y no me gusta moverme solo y detesto a los maru- en cuando se pone filosófico. Mientras
No encendió la luz del portón. Nos soba- equivoqué. El taxi me dejó en el portal. jas y ruinillas. hablaba, me fijé bien en el Salvador. Era
mos un poco contra la barandilla, le pasé Eché una ojeada rápida: en la esquina Entré en un bar y bebí una cerveza. uno de esos modernos con coleta y carita
la lengua por el cuello y le acaricié los había un grupo de camellos. Ya tenían Había cuatro tipos en la barra, pendientes de no haber roto un plato.
pechos. Enseguida incrustó una mano en chismorreo asegurado. Sólo tuve que de la radio. -Nunca es tarde para buscar la paz y la
mi bragueta y manipuló hasta el rabo, subir una pequeña rampa y tocar. La -¿Cómo va el Barça? –pregunté. vida recogida. Los desarraigados sufren el
doblado hacia arriba. El magreo me excitó madre de Paula me caía bien. Soy huér- -Ganó 1-0 al Betis –dijo el camarero. paro y tienen todas las puertas cerradas.
sobremanera, después de tanto tiempo. fano de padre y madre, y después de Pedí otra cerveza y unos berberechos. Yo te buscaré algo, aunque no será fácil
Desabroché la blusa de seda roja debajo casarme hubo un momento en que la Apareció El Socrático vendiendo lotería y –dijo El Carpanta.
de la cazadora negra y le sorbí un pezón, y miraba como a una protectora cordial pañuelitos. Me saludó con ojos tristes y Me hablaba con la cara casi pegada al
luego otro, con insistencia, hasta que se enviada por los dioses. Era una anciana algo desesperados, frito por meterse un oído. Ahora la música tronaba, a toda pas-
pusieron duros y erizados. Me alzó la con ese aire sufrido y resignado tan pecu- par de boliches de cocaína. tilla. Yo asentía observando al papafrita
cabeza y metió su lengua hasta la gar- liar de las grandes mujeres de los subur- -Ahora no puedo ponerte bien –dije. Le que me había levantado la piba. Se movía
ganta. Levanté la minifalda lila y ajustada bios. Me escrutó con la puerta entrea- di quinientas calas. con una sonrisa pastelosa detrás de la
y bordeé sus nalgas con las manos. Se bierta. Sentí una especie de cólera indomable. barra. Pero pensar en La Abisinia me sen-
encaramó sobre mis caderas y me abrazó -Quiero saber de mi hijo –dije. Caminé despacio hacia La Muralla, recon- taba muy bien, casi me olvidaba de todo lo
fuerte. Se separó en cuanto palpó la brou- -Me alegra que hayas salido, entra –res- comiéndome. Cuando llegué, El Pera demás.
nim, pero insistí acariciando su sexo con pondió. estaba saliendo de la casa y fue fácil -Tienes un hijo y eso es maravilloso. Llá-
un dedo, con suavidad. Estaba mojadí- Me ofreció café. hacerlo entrar. Le pedí cinco gramos. Se malo egoísmo, si quieres. Hay que cerrar
sima: había un charquerío que extendí con -Paula está durmiendo. Tu hijo está bien volvió hacia el espejo de entrada para etapas como se cierran libros. Extraemos
la palma de la mano por la mata negra, con su tía. Allí no le falta de nada y va al remirarse una chupa de cuero, parecía un lo que nos conviene y aprendemos, y luego
depilada a medias. Y yo desagallado, colegio. De momento es mejor que siga en finoli. a otra cosa. La vida es larga si se aprove-
ansioso por completar el goce. Subimos Sevilla, hasta que tú estén en condiciones -Vale cien talegos –dijo, presumido. cha el tiempo, el presente. Igual aparece
los escalones con muecas lascivas y suspi- de hacerte cargo de él. -Te queda bien –dije-. Vírate, deja que te sin buscarla la compañera que necesitas, y
ros entrecortados. El chozo de La Abisinia -Mándele este dinero –dije dejando un vea. comprobarás que el amor perfecto es
estaba limpio y ordenado. Me derrumbé fajo de billetes en la mesa. Se volteó en repetidas ocasiones. Le hice amistad con momentos eróticos. El
en un sofá, debajo de una inmensa repro- -¿Quieres que despierte a Paula? –pre- un agujero en su hermosa chaqueta. El pasado es cuestión de memoria y el futuro
ducción de La alegría de vivir, de Mattise, guntó. silenciador me pareció una maravilla, me algún día llegará –seguía El Carpanta.
y ella se abalanzó sobre la picha, primero quedé medio tonto mirando el rebufo. Se Me gustaba su cantinela y deduje que la
en cuclillas y luego arrodillada sostenién- revolcó en el suelo, pero acerté otro tiro vida había sido injusta con él, aunque se
dose la melena. Recorrió el frenillo con la en la cacha. mostraba como un tipo satisfecho y agra-
punta de la lengua, antes de engullir la -Ahora te queda mejor –le dije. decido. No soy un donjuán, más bien un
pinga empalmada. A los cinco minutos o Lo dejé destartalado. Cogí los cinco gra- quijote, me soltó una vez. Hacía un par de
así le dije que parara y se tumbó de espal- mos y una quima de yerba colombiana que minutos que le había regalado la quima y
das en la alfombra. Tenía una paloma había detrás del televisor. Con paso ligero estábamos en silencio cuando me tocaron
tatuada justo donde comienza el trasero. La felicidad consiste me dirigí al centro de la ciudad en busca por detrás. Vi al Panduro y al Chiva, una
Le di por detrás, la penetré con lentitud y de un taxi o una cabina telefónica. pareja de polizontes.
ondulaciones durante un buen rato, y ella
en beber una caña con Fue todo muy rápido. Mientras me colo-
tuvo sucesivos orgasmos, hasta que me
derramé en sus entrañas. Luego buscamos
un amigo en la playa, 5
caban las esposas pensé en Luisa, que
merecía otro salvador. En mi hijo, tan des-
la comodidad de la cama. Fue una noche
de resarcimiento para ambos, lejos de la
entre otras cosas. Ya Adentro, en el talego, el tiempo es lento.
conocido. En el hastío y sin embargo la
esperanza de La Abisinia, en el día y medio
gimnasia sexual. Amanecía cuando deci- me había pasado En libertad las horas vuelan. Eso pensaba de libertad, en El Remolino, en el tiempo
dimos dejarlo. Gotas de lefa corrían por mientras llamaba al Carpanta. Da clase en de soledad que de nuevo tenía para
sus muslos generosos y nuestros labios otras veces, por eso fui la Universidad y escribe en periódicos y curarme, para cerrar etapas y libros, para
sellaban la unión. revistas. Una vez me hizo un reportaje y averiguar…
Al despertar, La Abisinia tenía el revól- a dar con El salí favorecido; salí favorecido y enseñé la -¿Qué es una metáfora? –pregunté al
ver en sus manos. Lo contemplaba. Me página a todo el mundo. Le propuse ver- Carpanta, escoltado por los esbirros.
miró fijo a los ojos y, muy seria, dijo: No Horchata. Parece que nos en El Agujero, a propósito. Nos cita- -Ya te contaré –respondió.
hagas ninguna locura con esto, bótalo al mos a medianoche y aún me quedaban un La pasma no estaba para poesía.
mar. casi todo está en su par de horas. Me apetecía jugar a las
Uno de los placeres de la vida consiste carambolas, para distraerme, pero no era
en demorarse en un baño amplio, crista- sitio después de una improbable que en cualquier sala me NOTA [Este relato fue escrito en 1996 y luego
lino y oloroso. Por eso no me importa encontrara con algún poli, así que decidí incluido en el volumen La ilusión de los venci-
pagar buenos hoteles cuando puedo. Nos
charla un sábado al entrar en un cine. En el cuarto de baño lié dos. Mantenía entonces la impresión de que
enjabonamos y acariciamos de nuevo. Me
gustó la guarida de La Abisinia. Tenía que
mediodía con un tipo un canutillo de marihuana y le di un par
de cachetadas. La maría estaba buena,
una de las fundamentales tareas de un intelec-
tual o artista, si es que así puede considerarse
trabajar lo suyo para mantener aquello.
Recostado en la bañera me veía en un
legal. Yo sé lo que me peleona y risueña. Me senté en las prime-
ras filas de la sala. La película trataba de la
a un escritor, es dar la voz a quien no la tiene.
Pasado un quindenio, no se trata sólo de presi-
espejo grande y circular con pegatina de digo. Por lo demás, relación entre un poeta y un cartero. Yo diarios, drogadictos, prostitutas, traficantes o
Mafalda. Ella tenía ganas de agradar y se sabía que en una hora El Pera ya me habría enfermos mentales quienes han sido despoja-
mostró muy hospitalaria. En albornoz sir- llevaba un mes de denunciado. Saboreaba las cotufas despa- dos de la palabra, sino que constituye una
vió el desayuno para los dos: dulce mem- tarrado en la butaca, pero de pronto me importante mayoría de la sociedad la conde-
brillo, queso blanco, mantequilla, manda- abstinencia y aquello sentí agitado. Salí al comienzo de la nada sólo al derecho al pataleo en esta suerte
rinas, pan tostado, café, buen humor. segunda parte, cuando el cartero pregun- de infierno globalizado brindado por esta espe-
Todo fue devorado con fruición. estaba lleno de pibas taba al poeta qué es una metáfora. Yo tam- cie más bien inhumana. Por lo demás, se
-Tengo una movida pendiente –dije. poco lo sabía. No entendí la respuesta, así conoce mejor Brasil después de leer al gran
-Vente por aquí cuando quieras. En este con tanga que le trasladaría la cuestión al Carpanta. Rubem Fonseca]
6 El perseguidor Sábado, 9
de abril de 2011

EL BUEY SOBRE EL TEJADO / Coordinación: Pompeyo Pérez Díaz

DE MARLENE DIETRICH
Y CÁNDIDO CAMACHO
AZUCENA ARTEAGA difuminando su propio yo para encarnar a atracción de Salvador Dalí porque las mos-
la actriz; algunos testigos me cuentan con cas se posaran en su bigote. No estamos
Tanto Cándido Camacho como su obra qué admiración observaban a Cándido en su caso ante un autor surrealista, claro,
resultan evasivos frente a la pregunta, Camacho maquillarse meticulosamente pero sí que parece evidente una fascina-
escondidos detrás de cortinas pálidas y eva- durante horas, describen la sorpresa al ver ción por la “extrañeza” y por la provoca-
nescentes que revelan lo menos posible, pero el parecido físico y gestual que llegaba a ción.
que plantean numerosas interrogaciones. alcanzar. He contemplado en una fotogra- En una entrevista de noviembre de
fía una visión de tinte casi irreal: Cándido 1977, Eliseo Izquierdo le pregunta cómo
Maud Westerdahl Camacho con el rostro de Marlene Die- definiría su mundo pictórico y él responde
trich y elevado por una cuerda, sobre su --de manera algo confusa tal vez-- que se

U
n marco mixtilíneo y oscuro, cuerpo resbala la superficie larga y blanca traduce de una forma decadente. Me
coronado con un retorci- de una tela. De algún modo recuerda el encanta lo decadente, lo artificial. El deseo
miento ornamental propio trazo estilizado, clásico y a la vez deca- de lo bello tiene mucha importancia en toda
de los retablos dieciochescos, dente de los dibujos de Aubrey Beardsley, mi obra; siempre simpaticé con la idea del
encierra en su interior un de algunas de las imágenes que creó para arte por el arte. Puede ser que llegue a conse-
afectado retrato, cuya ambigüedad se la Salomé de Oscar Wilde. Cándido Cama- guirlo cuando me canse de mí mismo y de
anuncia desde el propio nombre: Virgen cho juega a inducir la confusión, a crear mis cosas. La belleza es una cualidad
de la cuca o retrato de Marlene Dietrich. Un un imaginario de contornos borrosos extraña. Me gusta trabajar con los ideales
cuerpo etéreo surge de la insinuación sutil donde se mezclen Salomé y Marlene. clásicos de lo bello para romperlos en la bús-
de un paisaje, su halo de “santidad” es una Hablamos de un dandi con zapatos pun- queda de una puesta en escena invertida. La
corona de luz fragmentada en falos mas- tiagudos, venerado en el ámbito homose- belleza de los feos la veo tremendista. A mí
culinos que levitan sobre su cabello rubio. xual de Tazacorte, la Marlene masculina; me gustan las cosas ambiguas: los velos, las
Un círculo iluminado cubre su pecho ella fue su espejo, un reflejo que también gasas, etc. Camacho parece aferrarse a esa
terroso y revela la ausencia de un cora- encontró en el músico David Bowie, a idea, a esas palabras como si fueran una
zón; un cierto estado de elevación parece quien también ofrecía su devota admira- especie de alquimia personal, una magia
inducido por la presencia de un insecto, ción. propia de otro siglo.
una cucaracha, convertida por Cándido Ejecutemos otro corte sobre la piel del El concepto de L´art pour l´art surgió
Camacho (1951-1992) en símbolo icono- lienzo y aflorará con claridad el mensaje de la pluma de Théophile Gautier, el gran
gráfico de la Virgen de la cuca. En la mirada sexual de Cándido Camacho: la insinua- escritor francés, poeta parnasiano y uno
del cuadro colisionan provocación e indi- ción de un halo de santidad fragmentado de los precursores del decadentismo,
ferencia, quedando el lienzo inundado por en falos masculinos, una sensibilidad pre- como una defensa del poder de la belleza
una sensación de decadencia, de frialdad, meditadamente amanerada que se mate- por sí misma, sin necesidad de ninguna
de artificio. En el lado inferior izquierdo rializa en el color y las formas, en la auto- justificación externa.
una escueta firma: Cándido Camacho 78. delectación decadentista. Propone un Conozco otro retrato de Marlene Die-
Maud Westerdahl lo describía como un Imposible no evocar juego de construcción-deconstrucción de trich en el que el pincel de Cándido Cama-
retrato misterioso, una obra cuyos enig- mitos de la femineidad como la Virgen o cho perfila sus labios de rojo escarlata,
mas laten bajo la piel del lienzo, espacio imágenes surrealistas Marlene. En cuadros inundados de simbo- maquillando un rostro marmóreo, inerte,
en el que debe sumergirse el espectador logía homoerótica, la figura femenina divinizado, que me evoca el Elogio del
forense para encontrar sus respuestas. La como la mano aparenta a veces ser otro insecto sur- maquillaje de Baudelaire: ¿Quién no ve el
mórbida denominación elegida por el giendo de la tierra (tal vez en contradic- uso de los polvos de arroz (...) aproxima al
autor es una muestra perfecta de la poé- habitada de hormigas ción con la admiración que le empuja a ser humano a la estatua, es decir, a un ser
tica que reside en sus cuadros de esos travestirse), en su obra se encuentra una divino y superior? En cuanto al negro artifi-
años, una mezcolanza entre las dos tradi- en ‘Un perro andaluz’ figura de mujer prostituta y libidinosa, cial que delinea el ojo y el rojo que subraya
ciones que le inspiran: la religiosa (la pin- rodeada de nubes de semen. Es así como la parte superior de la mejilla, (...) el rojo y
tura religiosa canaria manifestada en de Luis Buñuel, o la la alquimia y las contradicciones de Cán- el negro representan la vida, una vida sobre-
algunos de sus rasgos iconográficos y en dido Camacho pueden transformar natural y excesiva, ese marco negro hace la
los tonos pasteles propios de la plástica atracción de Salvador momentos iconográficos como La Anun- mirada más profunda y singular da al ojo
una apariencia más decidida de ventana
del siglo XVIII) y la pagana (encarnado en
el personaje de Marlene Dietrich, icono
Dalí porque las ciación en una negación al sexo opuesto.
El carácter supersticioso del autor abierta al infinito; el rojo, que incendia el
del glamour, de lo sofisticado, de la ambi-
güedad; una mujer que usaba habitual-
moscas se posaran en explica tal vez su admiración hacia los
insectos, “Cándido cogía a las cucarachas
pómulo, aumenta aún más la claridad de la
pupila y añade a un bello rostro femenino la
mente pantalones, como la pintora su bigote. No estamos con las manos y las acariciaba” dice Gon- pasión misteriosa de la sacerdotisa.
Tamara de Lempicka y otras figuras feme- zalo Díaz, “las cucarachas eran sagradas Observo de nuevo el retrato, su siniestro
ninas del entorno avantgarde). en su caso ante un para él, como los escarabajos lo eran para ojo de cristal bajo un párpado pintado de
Marlene Dietrich fue un personaje los egipcios”. verde, las gasas y perlas de su ropaje, la
admirado y representado por el pintor no autor surrealista pero Imposible no evocar imágenes surrealis- espectral máscara de la decadencia. Cán-
sólo en su obra pictórica, también la tas como la mano habitada de hormigas dido Camacho, un mito del delirio esteti-
emuló en su propia vida, travistiéndose, sí provocador en Un perro andaluz de Luis Buñuel, o la cista.
El perseguidor 7
Sábado, 9
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EL VUELO DE ÍCARO / NÚMERO:CXXIV


Coordinación: Coriolano González Montañez

ENRIQUE GUILLERMO
MORATÓ: UN NARRADOR
CUBANO DE PURA CEPA
MARICEL MAYOR MARSÁN usted cómo (1945) y El cuentero poco de algunos de esos escritores cuba-
(1958). A partir del año 1959, nos significativos que mencionamos ante-
El sueño de la calabaza y otros relatos la literatura cubana comienza riormente.
Enrique Guillermo Morató a recorrer caminos muy disí- El libro El sueño de la calabaza y otros
Ediciones Baquiana (2010) miles. Las dos figuras literarias relatos incluye historias que nos transpor-
Colección Senderos de la Narrativa que más se destacaron dentro tan a un mundo pasado, donde todos
de la Isla a mitad del siglo XX, aquellos que hemos vivido en Cuba encon-
José Lezama Lima y Virgilio traremos algo que nos resulta familiar, un

L
a narrativa cubana del siglo XX Piñera, sufrieron persecución apodo, una palabra, una costumbre,
se ha destacado por tener gran- y ostracismo a partir de dicha alguna descripción que nos lleva a un
des figuras que la representen fecha. Los que optaron por poblado o a una calle que conocimos y
dignamente. Desde que Alfonso quedarse a vivir en el extran- ciertas situaciones que nos recuerdan
Hernández Catá decidió publi- jero como Guillermo Cabrera momentos difíciles o divertidos de nues-
car sus Cuentos pasionales en 1907, Infante, Severo Sarduy, Cal- tras vidas o de personas que conocimos.
seguido de la publicación de las novelas vert Casey, Zoe Valdés, Daína También están los relatos del sur de la Flo-
de Miguel de Carrión tituladas Las honra- Chaviano, Antonio Benítez rida y otros extra-territoriales, donde el
das (1917) y Las impuras (1919), así como Rojo y Jesús Díaz, entre una autor combina historias que lo han impac-
la novela La conjura de la ciénaga en 1937 lista inmensa de nombres, tado en su andar por la vida, especial-
de Luis Felipe Rodríguez, escritor preocu- lograron seguir escribiendo a mente en los viajes.
pado por los temas rurales, entre otros su propio aire y dispersos por Enrique Guillermo Morató combina 24
buenos libros y autores, la literatura toda la geografía planetaria. relatos de variadas proyecciones. Comen-
cubana comenzó a experimentar un ritmo Muchos optaron por hacer una zando por el relato El sueño de la calabaza,
ascendente, en cuanto a calidad y canti- carrera literaria plegados a las narrativa que da título al libro y que trata
dad de autores dedicados al género. directrices del esquema socia- de su salida de Cuba, y terminando con el
Por regla general, los autores cubanos lista como los novelistas José relato El crimen del Obispo, donde nos
han utilizado el relato como un instru- Soler Puig, Miguel Barnet y transporta a la Italia de los siglos XVII,
mento para airear sus inquietudes y que- Lisandro Otero. Otros escapa- XVIII y XIX y al infame destino de los niños
jas, contar sus historias en épocas de gran- ron a través del éxodo del castratis.
des convulsiones históricas, tanto nacio- Mariel, como Reinaldo Arenas, Los temas cubanos predominan en el
nales como internacionales, y dejar cons- Juan Abreu y Enrique Guillermo Morató. libro y los que gustamos de estas historias
tancia del quehacer de la nación. Las nove- Después de una etapa tan convulsa y de nos solazaremos en la lectura de relatos
las históricas constituyen una fuente de constante cambio en la historia cubana de como Nosotros los de entonces ya no somos
información interesante para descubrir la segunda mitad del siglo XX y la primera los mismos, Beba la higiénica, Periplaneta
aspectos de la vida urbana y rural que no década del nuevo milenio, el resultado es Americana, El santero y Paco el contento,
aparecen en los libros de texto. Algunos una literatura repleta de conflictos exis- entre otros. La mente del autor salta de
ejemplos de esta tradición lo constituyen tenciales y vivencias diversas. Después de una etapa orilla a orilla, reflexionando en voz alta y
Lino Novás Calvo con su novela El negrero Para unos se convirtió en el arma de la combinando experiencias. A veces los
(1933) y Carlos Montenegro con su novela revolución, aceptando todas las limitacio- tan convulsa y de relatos comienzan en Cuba y terminan en
Hombres sin mujer (1938). No obstante, la nes que esto implica, y para otros se con- Miami o viceversa. Son relatos que
tradición de una novelística más íntima, virtió en el desafío constante al poder esta- constante cambio en podrían ser narrados oralmente, en la
introspectiva, lírica o de investigación, la blecido. El resultado es una compleja y mejor tradición de la narrativa oral
constituyen los escritores Enrique Labra- abundante cosecha narrativa, en la cual la historia cubana de cubana y quedarían bien porque estos
dor Ruiz con su novela El laberinto de sí se puede observar un auge tremendo del relatos han sido escritos para que estas
mismo (1933), Alejo Carpentier con su relato, el cuento y la novela. Pese a todas
la segunda mitad del historias no se olviden y se lean en silencio
novela Ecue-Yamba-O (1933) y Dulce
María Loynaz con su novela Jardín
las interferencias, divisiones y dispersio-
nes existentes, la narrativa cubana sigue
siglo XX y la primera o a viva voz, da igual.
El caso es narrar lo que no se debe olvi-
(1935), figuras literarias que se consolida-
rían años más tarde a nivel internacional.
llamando la atención de lectores en todas
partes del mundo.
década del nuevo dar y mantener a sus personajes en el ima-
ginario de los lectores o del acervo popu-
La narrativa cubana del siglo XX se El autor Enrique Guillermo Morató, en milenio, el resultado lar.
divide en dos partes, como todo lo perti- la tradición más auténtica del relato Por todo lo esbozado anteriormente, los
nente a la nación cubana, antes y después cubano, nos entrega un libro que le llevó es una literatura invito a leer el libro El sueño de la calabaza
de la revolución cubana. A principios del varios años escribir y revisar, tal y como se y otros relatos de Enrique Guillermo
siglo XX los temas y los autores se movían prepara el buen vino. No persigue la fama repleta de conflictos Morató, un libro ameno y simpático, que a
de manera independiente, entre una ni la compensación monetaria con el veces te hará llorar y por momentos te
narrativa realista y costumbrista, hasta los mismo sino dejar testimonio de lo que ha existenciales y hará reír, bien escrito, con un buen
relatos vanguardistas y críticos de Onelio vivido, escuchado o imaginado. En cada manejo del idioma y una alta dosis de
Jorge Cardoso en sus libros: Taita, diga uno de sus relatos podemos identificar un vivencias diversas. cubanía.
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PORTADA DEL LIBRO EXCAVA-


CIONES EN LA MEMORIA.

Excavaciones de actuaciones arqueológicas y arqueológico que La obra, en palabras de


ha aportado valiosas atesora Tegueste”. Esta Caamaño y Rodríguez,
en la memoria evidencias sobre el pasado monografía, que está pretende, en la medida de lo
aborigen. vinculada con la posible, “rastrear toda la
RAFA CEDRÉS Pero ha sido ahora cuando primera fase del información arqueológica
un grupo de investigadores ha proyecto generada a lo largo de los
La Comarca de Tegueste, y plasmado todas esas “Revalorización últimos siglos, con el fin de
más concretamente el informaciones y estudios, Patrimonial del reunir, ordenar y sistematizar
Barranco Agua de Dios, ha muchos de ellos inéditos, en la Barranco Agua de Dios la documentación necesaria
tenido un importante papel en obra Excavaciones en la y su Comarca” y que para posteriores fases de
la historia de la investigación Memoria, un libro que financia el trabajo”. Y en este sentido,
arqueológica de Tenerife. pretenden dejar constancia Ayuntamiento de la “busca, en esencia y a través de
Tanto por el número de escrita de la importante villa, recoge desde las un texto con alto contenido
excavaciones, prospecciones y contribución que tantos recreaciones históricas divulgativo, reducir la
memorias técnicas realizadas investigadores, técnicos, de los eruditos de los distancia que existe
en la zona, así como por la académicos, eruditos y siglos XVII y XVIII hasta actualmente entre el
relevancia de los aficionados han realizado, en los recientes inventarios conocimiento científico
investigadores que la han muchos casos de manera los investigadores Javier Soler patrimoniales emprendidos gestado por los diversos
estudiado, la Comarca de anónima, a la arqueología y al Segura, Francisco Pérez por el Cabildo de Tenerife, arqueólogos y la imagen, en
Tegueste (el denominado estudio del pasado aborigen de Caamaño y Tomás Rodríguez pasando por las excavaciones ocasiones desvirtuada, que
menceyato de Tegueste que la Comarca de Tegueste. Rodríguez, tres jóvenes de Luis Diego Cuscoy a manejan los no especialistas
engloba los núcleos de Excavaciones en la Memoria. arqueólogos que han querido, principios de la década de sobre los estudios del período
Tegueste, Tejina, Bajamar, La Estudio historiográfico del con su trabajo, “facilitar vías de 1940 y las que realizó el Museo aborigen en la Comarca de
Punta y Valle de Guerra) ha Barranco Agua de Dios y de la comunicación entre la Arqueológico de Tenerife a Tegueste”, indicaron los tres
aglutinado un alto porcentaje Comarca de Tegueste es obra de ciudadanía y el rico patrimonio finales del siglo XX. investigadores.

ENSAYOS DE UN CRIMEN/ Eduardo García Rojas

PORTADA DE ISLAS CANALLAS.

TIRAR DE
Y ese puro nihilismo lleva al autor a
escribir “Nadie le había visto. ERROR. En
Tenerife siempre te ven. No importa
donde estés, lo que parezca ni la hora que
sea. Chivatos. Es lo único que sobra en la

LA CADENA isla picuda”, al mismo tiempo que pelea


con un retorcido sentido del humor de alto
octanaje cropófilo contra la iglesia cató-
lica y sus tradiciones. Tan presentes en La
Laguna. Y no solo en Semana Santa.
Entre otros, a mi uno de los mejores
momentos de esta novela radical e irreve-
rente es el episodio que describe del paso
del Cristo por las húmedas calles lagune-

A
hora que se habla tanto de furor despiadado hacia una sociedad ras.
nueva literatura canaria no –como es la nuestra– que no ha superado Y eso que su autor no sabe explotarlo
quisiera que pasara desaperci- aún sus castas. con la dinamita que se merecía aunque
bido (aunque no ha pasado Unos porque aún tienen la sartén por el eso deja espacio al lector para que se tome
porque ya va por su segunda mango y otros por idiotez. O asumir la la libertad de recrearlo a su manera por lo
edición) una novela que los críticos con cómoda hipocresía de dejar las cosas como que le agradezco a Islas Canallas que
caspa calificarían de antiliteraria y los lec- están. encienda mi últimamente apagada imagi-
tores desprejuiciados como una divertida Islas Canallas tiene, de todas formas, un nación.
bomba de relojería entre las manos. Me fondo que trasciende lo que en apariencia Con esto quiero decir que Islas Canallas,
refiero a la excesiva, escatológica, pica- pudiera resultar un relato con aspiracio- entre otras cosas, da ideas.
resca, revoltosa, vomitiva Islas Canallas, nes solo a provocar, y es que se trata de Porque ‘Islas Canallas’ Y que habrá buena gente que las coja y
de Miguel Díaz Díaz Zurda. una historia turbadoramente vital y con otra buena gente que no. La mala gente,
Miguel Díaz Díaz Zurda fue uno de los sabor amargo, que no sabe a futuro ni a es pionera en su que también la hay, se limitará a tirar este
miembros de bandas tan reconocidas en redención aunque la ironía que emplea su libro a la hoguera donde no reina la vani-
el universo alternativo y profundamente autor esconda, a mi juicio, una épica capa- género. Y porque su dad y luego se refugiará en sus cuarteles
ideologizado del rock canario de los 80 cidad de rebeldía y resistencia que por de invierno a expiar sus culpas.
como Escorbuto Crónico y Guerrilla derecho debe ocupar un puesto destacado
autor, Miguel Díaz ¿Será porque Islas Canallas es incó-
urbana, un grupo hizo bandera roja y
negra con sus canciones.
en las nuevas corrientes literarias cana-
rias.
Díaz ‘Zurda’, insiste -- moda? Quiero pensar que no.
En todo caso, Islas Canallas es una
Y algo de eso queda en su debut litera-
rio. De producto con ganas de acoso y
Porque Islas Canallas es pionera en su
género. Y porque su autor insiste –aunque
aunque ahora más en novela a la que le pueden superar sus pre-
tensiones pero éstas no minan su capaci-
derribo cuando retrata con una ironía no ahora más en clave de ficción– con lo clave de ficción-- con dad vitriólica y gamberra.
exenta de excentricidades la vida y ¿obra? mismo en El triunfo de la golfería (1). Y solo por eso, a mi me parece un título
de una familia bien lagunera que podría Y escribo un puesto destacado porque lo mismo en su nuevo (y un autor) muy a tener en cuenta en lo
haber nacido perfectamente en Santa Islas Canallas –se lee en un par de horas– que se quiere llamar nueva generación
Cruz de Tenerife. se mastica bien y se digiere mejor aunque libro, que lleva el literaria canaria.
Es el retrato además de una iniciación te dé algún que otro retortijón.
hacia la nada más tonta. Aderezado con En Islas Canallas no hay odio sino puro y título de ‘El triunfo de (1) Islas canallas y El triunfo de la golfería
toneladas de alcohol y drogas. También sano nihilismo, eso que tanto espanta a están editadas en la colección Los 80 pasan
una incómoda novela que arremete con una caterva de presuntos ilustrados. la golfería’ factura de la editorial Lágrimas y Rabia.

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