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Los estiramientos terapéuticos analíticos son técnicas aplicadas por el fisioterapeuta dentro de la sesión de Terapia
Manual, con objetivos específicos, como incrementar la flexibilidad de determinados ligamentos, alargar grupos
musculares, actuar sobre el rango de ciertas articulaciones, inhibir puntos gatillo, rebajar el tono muscular, mejorar la
representación corporal a nivel central,...
Son generalmente técnicas pasivas (el paciente permanece relajado y sin actuar activamente en el desarrollo de la
técnica), en las que el fisioterapeuta aborda a nivel longitudinal o transversal las fibras musculares para mejorar su
extensibilidad. En algunas ocasiones (por ejemplo, la Relajación Post-Isométrica o RPI), se solicita contracción
muscular por parte del paciente para actuar de forma refleja sobre el tono muscular y potenciar el efecto de la técnica.
Ejercicios de autoestiramiento.
Los ejercicios de autoestiramiento comprenden una parte importante en el entrenamiento deportivo, tanto en el
calentamiento como en la recuperación después del mismo. Los estiramientos producen considerables beneficios en
el organismo del deportista, ayudando a prevenir lesiones, a ganar eficacia en su rendimiento, a recuperar antes tras
un entrenamiento intenso y a lograr una mejor rehabilitación en aquellos deportistas que ya han sufrido lesiones.
El documento vinculado aquí es un extracto de la presentación de estiramientos musculares de uno de los cursos
impartidos por Carlos López Cubas.
La Flexibilidad es la capacidad que poseen los diversos segmentos del cuerpo de movilizarse a
través de diversos planos describiendo recorridos articulares más o menos amplios.
Se considera una capacidad motora que se coloca en posición intermedia entre las
capacidades de coordinación y las condiciones físicas. En esta capacidad se basan muchísimas
modalidades de trabajo, aumentan la economía del gesto y contribuyen a la precisión del
mismo.
La flexibilidad puede caracterizarse en tres tipos:
Activa
Debida a la acción de los músculos que distienden los antagonistas.
Pasiva
Debida a la acción de la inercia o de la gravedad o simplemente al peso del cuerpo, o también
a la acción de un compañero o de un aparato.
Mixta
Debida a la interacción de las dos anteriores de forma variada.
La flexibilidad activa se ve muy influenciada por las capacidades de contracción de los
músculos agonistas, es decir, por su fuerza. Una relación muy delicada es la que se establece
entre flexibilidad y fuerza; si las capacidades de fuerza constituyen un factor limitador de la
movilidad activa, sucede lo contrario en la capacidad de movilidad en su conjunto.