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Carlos Ferreiro S1B 30-1-2011

Érase una vez un niño llamado Óscar que estaba en el colegio tan tranquilo hasta que la pro-
fesora dijo:

-¡Chicos¡ !Chicos¡- dijo en voz alta.


-Tengo que anunciaros una cosa, seguro que os va a gustar.
-¡Dilo! ¡Dilo! ¡Dilo¡- Gritaron todos los niños
-Solo lo contaré al final de la clase si os portáis bien- contestó la profesora.

Al final de la clase como todos los niños se habían portado bien lo contó:

-La noticia es… ¡NOS VAMOS A LA NIEVE!

Todos los niños se alegraron y gritaron muy


contentos, cuando salieron al recreo todos empezaron a
comentar la noticia, de todo lo que harían allí, unos
decían que iban a hacer snow, otros iban a esquiar, y así
paso el recreo…

Cuando llegó el día de marchar Óscar estaba muy


nervioso, de camino al colegio donde era el punto de
partida del autobús, fue todo el camino mordiéndose las uñas. Cuando llegó al colegio apenas
habló con sus amigos porque estaba muy nervioso, e impaciente por marchar.

Cuando se tenían que despedir, algunos niños lloraron, otros se alegraron de estar unos días
sin padres, a otros les parecía una cosa normal, cuando el autobús se alejaba todos se despe-
dían agitando las manos.

Durante el camino Óscar fue mirando el paisaje, y escuchando música con su ipod, la otra
parte del camino fue hablando con su mejor amigo Miguel.

Ya en la nieve, en la estación invernal de Pajares, llegaron al hotel donde se alojaban, deja-


ron las maletas, se pusieron la ropa adecuada y se subieron a las pistas para esquiar y a hacer
snow. Al caer la noche volvieron al hotel para cenar, y para reponer las fuerzas se fueron a
dormir pronto.

Al día siguiente, Óscar y sus amigos se fueron a hacer snow y las niñas a esquiar, subieron y
bajaron unas cuantas veces las distintas pistas de la estación; ya por la tarde, Óscar, tuvo
una mala caída y se retorció el tobillo, algunos amigos le acompañaron a la enfermería, ya ca-
si por la noche volvieron todos al hotel a cenar y a dormir; en la cama algunos niños escucha-
ron música, otros hablaron, y al final todos se durmieron antes de que se lo mandaran porque
estaban muy cansados.
El segundo día, amaneció un sol radiante y un cielo, tan azul como el mar, como había una
temperatura alta, los monitores, advirtieron de que en algunas zonas podría haber avalanchas
por culpa del calor. Entonces todos nos fuimos a la cima a esquiar y a hacer snow, menos Ós-
car que se quedó reposando, y fue el más afortunado, porque de pronto, ¡KRONKKKK!, ¡Dios
mío, una avalancha! Y sucedió lo inevitable, la nieve cubrió a todos los compañeros de Óscar.

Entonces entraron en acción los guardias con sus perros especializados en avalanchas:
¡SNOWDOG! Y ¡SUPERDOG!

Empezaron a buscar y afortunadamente encontraron la posición


en la que se encontraban todos los niños y al final los sacaron de
debajo de la nieve los servicios de socorro. Cuando llegaron al
hotel todos emocionados se lo contaron a Óscar que no se lo creía.

Todos los niños antes de volver al autobús para regresar a sus ca-
sas, fueron a visitar a Snowdog y a Superdog a quienes gritaban:

-¡Sois nuestros superhéroes!

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