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Diario de una embarazada

Una mujer no podía tener hijos. Ella y su marido deseaban tanto tener un hijo que probaron toda clase
de cosas, pero nada daba resultado.

La mujer estaba muy deprimida y apenas ya comía, el hombre no podía ver cómo la persona a la que
más quería se hundía ante sus ojos sin remedio, y decidió quedarse embarazado como prueba de su
amor hacia ella.

Al parecer estaban desarrollando una tecnología que lo haría posible.

Y 2 meses después al llegar a casa del trabajo le dio a su mujer la gran noticia.
-Cariño, ¡estamos embarazados!

Todo fueron gritos de alegría y risas a partir de ese momento.

Y cada día daban las gracias por la aparición de tecnologías tan revolucionarias que permitieran a un
hombre quedarse embarazado.

Durante el segundo mes de embarazo comenzaron las nauseas y el hombre tuvo que coger la baja por
maternidad, a esto se juntaron los tobillos hinchados y la aparición de los complejillos de si estoy
gordo, estoy feo…

A lo que la mujer contestaba:


- ¡Estás hermoso!

Al cuarto mes se enteraron de que era niña, la mujer no paraba de comprar vestidos y zapatos para
ella, y él la contemplaba, mientras sonreía y alardeaba delante de sus amigos del próximo evento.

El 9 de abril llego el gran día, entre prisas y gritos, llegaron al hospital, y entonces nació ella, me-
diante cesárea, pesó 3 kilos 600 gramos. Se llama Marta y la parió su padre.

A partir de ahí los embarazos de hombres fueron cada vez mas frecuentes y supuso un gran avance en
la economía mundial con la creación de ropa premamá para ellos.

Y así los hombres aprendieron a respetar a las mujeres poniéndose en la piel de una embarazada.

Tania Rodríguez

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