Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Diurético: son fármacos que estimulan la excreción renal de agua y electrólitos, como
consecuencia de su acción perturbadora sobre el transporte iónico a lo largo de la nefrona.
Por definición, los diuréticos son fármacos que aumentan la tasa de flujo urinario, aún así,
los que son útiles en clínica también incrementan la tasa de excreción del Na + (Natriureris)
y de un anión acompañante, por lo general Cl -. En el organismo, el NaCl es el principal
determinante del volumen de líquido extracelular, y casi todas las aplicaciones clínicas de
los diuréticos se dirigen a reducir dicho volumen al disminuir el contenido corporal de
NaCl.
Diuréticos:
) Ahorradores de K+: actuán en el último segmento del túbulo distal por inhibición de
la aldosterona: espironolactona y canrenoato de potasio, o con independencia de la
aldosterona: amilorida y triamtereno.
) Inhibidores de la anhidrasa carbónica: acetazolamida y diclorfenamida.
) Agentes osmóticos: actúan en el túbulo proximal: manitol e isosorbida.
Antidiuréticos:
Los diuréticos del asa inhiben también la reabsorción de Ca 2+ y Mg2+ en la rama gruesa
ascendente, con lo que incrementan su eliminación; esto se debe a que suprimen la diferencia
de potencial transepitelial que normalmente existe entre la luz del túbulo y el espacio
intersticial, la cual provoca la reabsorción de estos iones.
Las tiazidas y fármacos afines actúan desde la superficie luminal de la célula epitelial en la
porción inicial del túbulo contorneado distal, donde se fijan selectivamente. Allí inhiben el
cotransportador Na+-Cl– de la membrana luminal, interfiriendo de esta manera en la corriente
iónica de Na+ y de Cl–. Por ello no modifican la Tc H2O y, en cambio, todavía tienen capacidad de
reducir la CH2O. No modifican el gradiente osmótico medulocortical.
Como poseen también cierta capacidad de inhibir la anhidrasa carbónica, es posible que
actúen adicionalmente en el túbulo proximal. Este efecto no tiene repercusión global en la
acción diurética, pero explica el hecho de que exista una menor disponibilidad de H + en el
túbulo distal para ser intercambiados con el Na +, y tenga que ser compensada con un mayor
intercambio con K+. El hecho de que la xipamida mantenga su eficacia diurética si hay
insuficiencia renal, la diferencia parcialmente de las demás tiazidas y la aproxima a los
diuréticos del asa.
Diuréticos osmóticos.
Por su actividad osmótica, el manitol retiene agua dentro del túbulo proximal, no
permitiéndole que acompañe al Na+ en su reabsorción. Este hecho contribuye a que la
concentración de Na+ vaya cayendo a lo largo del recorrido, de forma que al final del túbulo
proximal se origina un movimiento pasivo de salida de Na + desde el espacio peritubular hacia
la luz del túbulo.
Inhiben ambas formas de la enzima, tanto la que se encuentra en la membrana del borde
luminal como la citoplásmica, suprimiendo casi por completo la reabsorción de NaHCO 3 en el
túbulo proximal. De este modo, aumenta la eliminación de bicarbonato y consiguientemente la
de Na+ y Cl– que llegarán en gran proporción al asa de Henle. En este sitio, sin embargo, se
reabsorbe una alta cantidad de ambos iones, por lo que, en parte, se compensa la acción del
diurético; ésta es la razón de que su eficacia diurética, en términos de fracción de Na +
eliminada, sea moderada (no más del 5 %). En cambio, la fracción de K + que se elimina alcanza
el 70 %, debido a la mayor existencia de Na + que llega al túbulo distal. La alcalinización de la
orina provoca acidosis, que reduce la eficacia de las dosis siguientes del diurético.
También actúan en otros procesos de secreción en los que interviene el transporte de HCO 3 – y
H+; el más destacado es el de la producción de humor acuoso en la cámara anterior del ojo,
donde inhibe esta formación, por lo que se emplea en el glaucoma. La acidosis que produce
puede ser causa de estimulación del centro respiratorio y, quizá, de una acción
anticonvulsivante muy moderada.
Tiene algunos efectos sobre el sistema nerviosos central, como antiepilépticos, además de
efectos antihipertensivos.
Furosemida:
Acetazolamida:
Espironolactona:
La espironolactona inhibe los efectos de la aldosterona sobre los túbulos renales distales. A
diferencia del triamterene y de la amilorida, la espironolactona ejerce sus efectos sólo en
presencia de la aldosterona, siendo sus efectos más pronunciados en casos de
hiperaldosteronismo. El antagonismo a la aldosterona estimula la secreción de sodio, cloro y
agua y reduce la secreción de potasio. La espironolactona no altera los mecanismos de
transporte renal ni la actividad de la anhidrasa carbónica. La espironolactona tiene una
modesta actividad antihipertensiva cuyo mecanismo se desconoce. Es posible que este efecto
sea debido a la capacidad del fármaco para inhibir los efectos de la aldosterona en el músculo
liso arteriolar, alterando el gradiente de sodio a través de la membrana celular.
Manitol:
Por su actividad osmótica, el manitol retiene agua dentro del túbulo proximal, no
permitiéndole que acompañe al Na+ en su reabsorción. Este hecho contribuye a que la
concentración de Na+ vaya cayendo a lo largo del recorrido, de forma que al final del túbulo
proximal se origina un movimiento pasivo de salida de Na + desde el espacio peritubular hacia
la luz del túbulo.
Vasopresina:
Referencias
FLOREZ, J. (1997). “Farmacología humana”. 3ª edición. Elsevier. Barcelona, España. pp. 815-
830.
http://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma04/e024.htm
http://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma04/a009.htm
http://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma04/f062.htm