Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EL ARTE
DE MANDAR
OBEDECER
My. Lic. René Zavala Mendieta
El Arte de Mandar y Obedecer, My. Lic. René Zavala Mendieta
Versión Digital: William I.A. Llanos Torrico, Oficial de Policía
PRÓLOGO
EL AUTOR
El Arte de Mandar y Obedecer, My. Lic. René Zavala Mendieta
Versión Digital: William I.A. Llanos Torrico, Oficial de Policía
ARTE DE MANDAR
1. CONCEPTO DE MANDAR
Mandar es hacer propia la misión que nos han encomendado. Nosotros somos
los responsables de la misión en la que pondremos todo nuestro interés y
entusiasmo, tal como si fueran nuestras propias cosas.
Mandar es hacer que los subordinados estén seguros que luchamos por sus
intereses, que estamos atendiendo sus peticiones, siguiendo sus aspiraciones,
colaborando para lograrlas, y, por ende, solucionando sus problemas, por lo que
el Jefe no escatimará esfuerzo para el logro del bien común que persiguen.
Valer es poseer el don de tratar con los demás, ya sea con superiores,
compañeros o subordinados, porque el Jefe no vive aislado, sino depende de
otras personas. Está integrado a un equipo que trabaja, con el que necesita
colaborarse, donde sus ideas e inquietudes deben armonizar con los intereses
de los demás para el buen logro de sus objetivos.
Valer es poseer un equilibrio emotivo que le permita afrontar con serenidad a los
hombres; que le permita exponer ideas claras, criterios fijos y que esté abierto al
consejo, a la crítica y a la rectificación de los demás. No deberá humillarse a sus
superiores ni pisotear a sus inferiores. Es poseer un equilibrio emotivo ante las
circunstancias débiles que en ocasiones se presentan en el ejercicio del mando.
El Arte de Mandar y Obedecer, My. Lic. René Zavala Mendieta
Versión Digital: William I.A. Llanos Torrico, Oficial de Policía
Valer es mejorar cada día, mediante una actitud humilde y realista, donde cada
uno aportará de acuerdo a sus conocimientos, perdonando las fallas que pueda
tener en el ejercicio de su autoridad.
Valer es condición previa al ejercicio de todo mando, que se toma muy en cuenta
cuando se va a designar al nuevo Jefe, cuando éste sea llamado a ejecutarlo.
Por eso es duro mandar. Son pocos los que mandan bien y pocos los que están
dispuestos a desvelarse inteligentemente tratando de desempeñar bien el cargo
que ejerce.
Prestar servicio, es portarse como un buen padre, teniendo autoridad sobre sus
hijos que son al mismo tiempo sus mejores servidores, es ser padre por afecto,
por la preocupación que dedicamos, por la previsión, por saber exigir, saber
disculpar y saber escuchar.
Valer para el puesto y servir desde el puesto de jefe, estos dos conceptos
señalan el grado de perfección con que se ostenta y desempeña una Jefatura.
2.1 DECIDIR
Por supuesto, decidir es algo más que elegir entre varias posibilidades, teniendo
presente una serie de variables, más o menos precisas. Es una opción en el
presente y una apuesta para el futuro; en suma es resolver un problema sobre la
base de un conocimiento adecuado para la situación, conocimiento que se
apoya en una información fiable, en un buen juicio para ponderar el valor relativo
de los distintos elementos que entran en juego.
A) CÓMO DECIDIR:
a.1) ESCUCHANDO
Existen dos principios fundamentales que se debe tener muy en cuenta para
lograr una delegación acertada.
a.1) TENER ESPÍRITU AMPLIO.- Esto significa que el Jefe debe admitir que el
delegado también puede proceder por sí mismo correctamente aunque de
forma distinta a como nosotros mismos lo haríamos.
a.2) SER PACIENTE.- Deberá esperar los resultados finales, siempre con
prudencia y buen sentido. Adoptará medidas, atendiendo circunstancias y
evaluando los perjuicios, siempre que el plazo de ejecución de la misión
encomendada no venza.
Esto no implica que deberá ser confiado al extremo, ya que, el Jefe deberá
establecer objetivos previamente establecidos.
a.5) NO DELEGAR TODO.- Esto significa que las cuestiones que necesiten de
la presencia o de opinión del Jefe, deberán ser atendidas personalmente;
esta actitud, paralelamente, tendrá por objetivo vivir el ambiente en forma
personal.
Podemos delegar hasta donde sea posible, sin llegar a perder las riendas.
El mundo de los valores es tan rico que el hombre a veces le confiere una
adhesión, con frecuencia más decidida que al mundo de las mismas cosas
reales. Por eso en cualquier ambiente y grado que tenga de conocimiento, el
hombre siempre establecerá una distinción precisa entre aquellos que viven de
los bienes sensibles y materiales, que solo obedecen a sus instintos, a los
mandatos de su egoísmo y los otros que están dotados de un don espiritual, de
una riqueza espiritual y que tienen sentimientos generosos y elevados.
Por eso todas las naciones saben valorar y apreciar a aquellos que realizan
valores espirituales con decisión y plena conciencia del deber y nunca los
confunden con aquellos que anidan en su pecho sentimientos negativos que
perjudican a todos.
Los valores morales nos acercan a Dios porque son aspiraciones divinas,
porque está claro, que hasta los seres desprovistos de conocimiento, pueden
obrar en virtud de un fin y desear el bien, como algo natural. En la medida en
que cada uno tiende a ser bueno, se asemeja a Dios y desea tanto su propio
bien, como el de los demás.
El espíritu encuentra en las cosas ciertas cualidades por las cuales los atraen o
repulsan, valora lo bueno y lo malo espontáneamente, como distingue la
verdad del error.
Del mismo modo que no es por costumbre o por interés que tres más tres son
seis, distinguimos el bien del mal, cuya realidad es pues, rigurosamente
objetiva. No depende de nuestros deseos ni de nuestras simpatías, no depende
de la influencia social o histórica. El hombre reconoce que un acto de
generosidad o un acto de misericordia, son buenos y reprueba la maldad donde
aparece.
El valor estético no reside, pues, en los objetos sino en cuanto estos tienen una
estructura que los hace estéticamente valiosos para el espíritu y en cuanto
pueda proporcionar a este la emoción artística.
Es evidente que las formas en las cuales se presenta una creación artística,
cambian las mutaciones del gusto estético; son más frecuentes y visibles que
las del sentido moral. Bastará pasar revista a las escuelas de arte que
existieron en nuestro mundo. Por ejemplo tenemos el arte helénico y el arte
gótico para comprender la diversidad de apreciaciones de la belleza. Por
consiguiente, la belleza no es como lo es el bien; el valor estético aparece
como algo superior, despierta sentimientos de admiración; se le presenta al
individuo como una realidad que está por encima de él.
Por eso la belleza es una fuente perenne de goce, y las grandes obras de arte
son externas. La axiología las reconoce como universales y perennes y las
aleja definitivamente de los planos subalternos a los que el relativismo ha
pretendido colocarlos, el arte es creador de valores por los cuales el hombre se
desencadena de sus limitaciones instintivas y psicológicas para alcanzar la vida
del espíritu que le permite sentir su autonomía en el mundo.
Así como el hombre por medio de los valores morales considere dar una
dirección a su conducta, orientándolo hacia fines superiores y así como
encuentra en los valores estéticos de las cosas un goce puro, así los valores
religiosos conseguirán darle un alcance, un sentido de trascendencia a esta
realidad limitada que es nuestra propia existencia.
Por eso que un Jefe indeciso puede llegar a dañar su propia salud y la
de su empresa o institución. Por lo tanto una oportuna decisión, aunque
imperfecta, seguida de una tenaz ejecución, es mejor que la espera
indefinida de una solución ideal o que nunca o muy tarde será ejecutada.
Nada se puede esperar de los hombres indecisos e irresolutos que dejan
escapar ocasiones espléndidas por temor a exponerse.
a) Servilismo
b) Adulación
c) Hipocresía
d) Desconfianza
e) Escasa independencia
f) Ausencia de interés en el trabajo
g) Oposición
Por lo tanto salta a la vista que la influencia ejercida, en este caso afecta
al entendimiento.
PERSUADIR
ARTE DE OBEDECER
Por lo tanto, con una mentalidad así, es más fácil aceptar el propio trabajo
y, en consecuencia, saber obedecer.
2.1 EL IRRESPONSABLE
Y, finalmente, son irresponsables los que aceptan una tarea, sabiendo que
carecen de formación para desempeñar las mismas, desconocen la
realidad y la falta de ponderación en cuanto al juicio que deben dar en
determinada tarea.
2.2 LA INICIATIVA
2.3 LA SUBORDINACIÓN
2.4 ARMONÍA
3.0 LA LEALTAD
3.1 SU IMPORTANCIA
La lealtad debe ser importante tanto para el superior como para sí mismo.
Pero eso no basta, porque dentro de cada hombre que bien obedece
sentirá dentro de sí un afán de mejorar en cuanto a formación, ingresos,
status social, etc. Dicho en otras palabras, debe poseer una sana
El Arte de Mandar y Obedecer, My. Lic. René Zavala Mendieta
Versión Digital: William I.A. Llanos Torrico, Oficial de Policía
5.0 EL COMPAÑERISMO
Compañerismo es
Colaborar será: Trabajar los unos con los otros. Pues bien, el alma de la
colaboración es el compañerismo. Con el compañerismo el grupo se
transforma en una comunidad de trabajo. Todos se sienten solidarios,
incluso el jefe. Conscientes del papel que desempeñan se esfuerzan por
cumplir su tarea lo mejor posible, se sienten orgullosos de servir a una
causa, siempre piensan en el interés general y subordinan gustosamente
ciertos intereses particulares, porque no existe verdadera colaboración sin
consideraciones recíprocas, sin el deseo de ayudarse mutuamente, sin el
espíritu de sacrificio, renunciación y olvido de sí mismos, que es la esencia
misma del compañerismo.
profundicemos las cosas, así nos daremos cuenta que lo que divide a
los hombres es la forma y no la cuestión de fondo. Lo más importante
será la más completa lealtad entre todos.
El temperamento
El Carácter
Personalidad
ORDENACIÓN DE KRETSCHMER
EXTROVERTIDO INTROVERTIDO
LA TIPOLOGÍA DE SHELDON
GRUESO:
ENDOMORFO ASPECTO DE DOMINIO DE LA
ANCHURA SOBRE LA ALTURA
MESOMORFO EQUILIBRIO:
DE PROPORCIONES
LA TIPOLOGÍA DE SPRANGER
7.0 EL TRABAJO
7.1 EL ENTUSIASMO
8.0 LA SERENIDAD
La serenidad no es apática para con los demás ni para con uno mismo.
Si es tan difícil mantener serenidad ante los hombres, es mucho más difícil
mantener serenidad ante los acontecimientos: Enfermedades, accidentes,
circunstancias difíciles; es ante estos sucesos que el hombre se muestra
tal como es en su valía o en su mediocridad. Es por eso que los
acontecimientos adversos no nos deben abrumar de tal suerte que
lleguemos a perder el control, ni que los favorables nos hagan dejar de ser
nosotros mismos.
Escribe Trhaner Toth: “Quienes más logran en la vida son los que cumplen
siempre su deber con el alma serena y la sonrisa en los labios, se alegran
en silencio, durante la bonanza, sufren con virilidad ante la desgracia”.
El Arte de Mandar y Obedecer, My. Lic. René Zavala Mendieta
Versión Digital: William I.A. Llanos Torrico, Oficial de Policía
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE
I. CONCEPTO DE MANDAR
2.1 Decidir
V. TIPOS DE JEFES
ARTE DE OBEDECER
I. CONCEPTO DE OBEDECER
2.1 El Irresponsable
2.2 La Iniciativa
2.3 La Subordinación
2.4 Armonía
III. LA LEALTAD
3.1 Su Importancia
3.2 Como ser Leal
3.3 Como despertar lealtad
El Arte de Mandar y Obedecer, My. Lic. René Zavala Mendieta
Versión Digital: William I.A. Llanos Torrico, Oficial de Policía
V. EL COMPAÑERISMO
VII. EL TRABAJO
7.1 El Entusiasmo
7.2 El Trabajo Fuente de Bienes
7.3 El Trabajo nos acerca a Dios
7.4 El Hombre esclavo del Trabajo
7.5 El que minusvalora el Trabajo
7.6 El Trabajo en su justo medio
VIII. LA SERENIDAD