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El Orgullo de Formarse como Pedagoga en la Carrera de Educación

Parvularia de la Academia de Humanismo Cristiano


Cynthia Adlerstein Grimberg
Educadora de Párvulos, Magíster en Gestión Educacional y Dra. (c) en Ciencias Sociales.

Es cierto que la infancia y la educación son protagonistas hoy, en el concierto de esfuerzos por
igualdad y justicia social. Potenciar la infancia y fortalecer la calidad de la educación, son
definitivamente la gran apuesta para el desarrollo país. Sin embargo, cabría preguntarse a
quienes ha convocado este esfuerzo político y técnico ¿quiénes delimitan y configuran este
campo? ¿qué profesionales son los gestores y decisores en estas materias?

Sin duda que el campo de la educación y la atención de la primera infancia ha estado y aún está,
colonizado por profesionales de la psicología, la sociología y evidentemente de la economía. La
pedagogía especializada en la educación inicial, junto con sus profesionales, se desdibuja y
desaparece en el debate nacional político (¿Había alguna educadora de párvulos en la comisión
presidencial para la infancia? ¿Había alguna educadora de párvulos en la comisión presidencial
de educación? No y no).

Cuando las profesionales de la Educación Parvularia se visibilizan en la prensa, los estudios


terminan constatando la precariedad de su formación, la ambigüedad de su identidad profesional
y la necesidad de profesionalizar este “oficio”, que peca de lúdico, maternal y feminizado.

Ante esto, los proyectos formativos intentan desplazarse hacia los estándares nacionales
instituidos, que demandan conocimientos disciplinarios y un claro sentido escolarizador. Al igual
que para la EGB, lenguaje y matemática focalizan los esfuerzos en la educación inicial y sin
lugar a dudas, la preparación de niños y niñas para la escuela, comienza a leerse en el colectivo
como una consigna otorgadora de sentido, para el nivel de educación parvularia. El mundo
académico, político y económico nacional, insisten en revelar como las profesionales de la
educación parvularia, no sólo desbordan la demanda existente, sino que además ostentan la
peor inserción y remuneración laboral.

En este contexto de tensiones, pudiera parecer irremontable la conformación de un cuerpo de


profesionales (auténticamente) autónomo, progresista y constructor de país. Pero no, hoy
emergen nuevos bríos. Con sólo 8 años de historia, la carrera de Pedagogía en Educación
Parvularia, de la Academia de Humanismo Cristiano, acredita sólidamente un proyecto formativo
alternativo, transformador y de fuerte compromiso social.

Con 4 años de acreditación, se valida un proyecto que consolida la formación profesional de


pedagogos críticos para la primera infancia. Se legitima públicamente, una convicción académica
que lucha por posicionar al profesional de la educación parvularia, como un intelectual de alto
nivel. Un pensador de la pedagogía que elige educar, para producir conocimiento relevante,
tanto para empoderar a los niños y sus familias, como para liberar al sistema educativo, de
aquellas culturas que construyen una infancia pobre, débil e ingenua, reproduciendo la
inequidad.

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El sólido reconocimiento a la gestión de este proyecto formativo, no sólo fortalece nuestra
postura sobre el profesional de la educación parvularia. También viene a evidenciar, que es
posible enfrentar con éxito y calidad, los discursos hegemónicos que nos debilitan y tensionan.
Por eso, mis agradecimientos no sólo van a quienes han acompañado y se han involucrado en la
construcción nuestra carrera. También y muy especialmente, los dirijo a todos aquellos que
desde la academia y la política, han sabido disentir y debatir, pero finalmente han reconocido
que en un proyecto alternativo, una formación de Educadoras de Párvulos de calidad, es posible.

UNIVERSIDAD ACADEMIA DE HUMANISMO CRISTIANO


Casa Central: Avenida Condell 343, Providencia, Santiago de Chile.
Mesa Central: (56) (02) 787 8000.

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