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LA FENOMENOLOGÍA Y SU MÉTODO

Canga, Marianela*
Delfín, María**
Rojas, Susana***
Urdaneta, Esther****
Resumen
El inicio del siglo XXI encuentra a los ambientes de discusión filosófica inmers
os en el tema de la crisis paradigmática por la que atraviesa el mundo postmoder
no. Nuevos paradigmas antagonizan y se imponen sobre los tradicionales, entre lo
s cuales constituye raíz de las modalidades de investigación cualitativa, el mét
odo fenomenológico desde la perspectiva de Husserl. El presente trabajo constitu
ye un esfuerzo de análisis de este método mediante la revisión de las obras escr
itas por varios autores. Es un estudio documental y descriptivo. Las conclusione
s muestran que las investigaciones fenomenológicas dirigidas al estudio de la co
nducta humana en todas sus dimensiones, son las más concretas y empíricas en cua
nto tratan de captar en toda su realidad y matices lo que esa conducta es y sign
ifica desde su marco de referencia interno y su contexto natural, sin constreñir
la a categorías, esquemas o teorías de otras realidades.
Palabras clave: método fenomenológico, ciencia eidética, esencia, reducción feno
menológica, reducción eidética.

________________________________________________________________________________
*Abogada, docente Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas.
**Abogada, Magister Scientiarium en Gerencia Pública, docente Universidad Nacion
al Experimental de las Fuerzas Armadas.
***Licenciada en Administración, Magister Scientiarium en Gerencia Financiera, d
ocente Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt; Subgerente Institu
to Nacional de Canalizaciones.
**** Licenciada en Enfermería, Magister Scientiarium en Administración de hospit
ales.

Introducción
En los albores del siglo XXI, año 2008, nos encontramos inmersos en uno de esos
momentos históricos en el que se percibe una realidad social en proceso de concl
usión, resultado del cambio en las organizaciones, las tecnologías, los modos de
vida, pensar, actuar y trabajar, que han generado necesariamente una nueva epis
teme, una nueva manera de concebir la ciencia y como consecuencia una crisis exp
licativa en la mayoría de los paradigmas e instrumentos metodológicos tradiciona
les.
Estamos a la mitad de una revolución paradigmática que muestra un quiebre en la
civilización moderna y señala que una concepción del mundo está desapareciendo p
ara darle paso a otra distinta, sustentada sobre nuevos principios y parámetros
rectores, ya que los anteriores perdieron vigencia como elementos ordenadores.
Conocida como Postmodernidad, uno de los rasgos fundamentales de esta etapa de l
a historia humana es la avasallante utilización de las tecnologías de la informa
ción y comunicación, lo que ha producido una transformación de los conceptos de
ciencia y saber científico, ahora enraizados en la utilización de lenguajes (cib
ernética, informática, lenguajes máquina, algebra moderna, entre otros) y en la
estructura de las redes de comunicación a través de los cuales se operan.
Autores como Frank López, citado por Hurtado y Toro (2007), centran su análisis
en la transformación de las estructuras piramidales de las organizaciones caract
erísticas de la Modernidad, en otras cada vez más aplanadas y reticulares, vincu
ladas entre sí mediante las tecnologías de la información y la comunicación. En
estas nuevas organizaciones, el trabajo ha pasado de tareas fragmentadas y espec
ializadas a procesos flexibles, creados por los propios sujetos en su comunicaci
ón, por lo tanto, subjetivos.
De esta manera, al replantearse las coordenadas organizativas cambia el fundamen
to epistemológico, esto es, los parámetros fundadores de lo que se considera ver
dadero. El cambio ha conllevado, entonces, a una transformación en la ética, la
racionalidad, el sujeto y, por tanto, el discurso verdadero sobre el mundo.
Es evidente, entonces, que un nuevo modo de entender la realidad está siendo ree
mplazado por otro, al que corresponden nuevos paradigmas de investigación en pro
ceso de configuración, cobrando fuerza los de carácter eminentemente cualitativo
, que reivindican al sujeto como actor principal en sus escenarios, ubicándolo e
n el mero centro del discurso científico.
Hurtado y Toro (2007) definen la postmodernidad como “la sociedad de la comunica
ción generalizada, en la cual existe la posibilidad de tener múltiples alternati
vas cualitativas abiertas”, entendidas éstas como los métodos cualitativos propi
os de la época postmoderna, entre los que destacan el método hermenéutico, el mé
todo fenomenológico, las historias de vida y la investigación acción participant
e. Algunos de estos, anteriormente calificados simplemente de métodos, ahora son
considerados los nuevos paradigmas que antagonizan y reemplazan a los tradicion
ales.
Los nuevos paradigmas de corte cualitativo se inspiran en “la revalorización de
la capacidad auto-reflexiva de los agentes humanos para ser monitores de su prop
ia práctica, la revalorización del lenguaje y de las posibilidades teóricas que
ofrece su análisis y del reconocimiento de la dimensión subjetiva del fenómeno s
ocial” (Hurtado y Toro, 2007).
El propósito de este ensayo es la exploración de las consideraciones teóricas de
una de estas propuestas cualitativas: el método fenomenológico, que nace precis
amente de la toma de conciencia sobre la gran influencia que tienen en nuestra p
ercepción, las disposiciones y actitudes personales, las posiciones teóricas, la
s tradiciones, así como el deseo de un método riguroso que permita revelar la re
alidad de las cosas con sus características y componentes estructurales: en térm
inos husserlianos, en su esencia.
La selección de este método como tema de este ensayo se fundamenta, en primer lu
gar, en su influencia determinante en el pensamiento filosófico de los siglos XX
y XXI y en la deuda teórica que la mayoría de los filósofos de este tiempo reco
nocen al inspirarse en las obras de Edmund Husserl, cuando escribieron sus obras
geniales.
Refiere el Diccionario Enciclopédico Salvat que el término fenomenología surgió
en el pensamiento alemán a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Se h
a empleado en diversos contextos filosóficos, particularmente en Kant y Hegel, d
esde que en 1794 Lambert lo utilizara por primera vez. Actualmente, fenomenologí
a hace referencia a la filosofía de Edmund Husserl, en la cual partiendo de la i
dea de que la realidad es sólo tal en cuanto que conocida, el fenómeno es el mar
co en el que la realidad y el yo se funden para constituir la esencia del objeto
.
Llegar a ese estadio en el que la esencia se hace patente a la conciencia, presu
pone un método, el fenomenológico, que por sucesivas reducciones de lo más deter
minado y concreto hacia lo más general y abstracto del fenómeno, posibilita la p
atencia de la esencia ante una conciencia que es fundamentalmente intencional. L
a filosofía como ciencia pura, en palabras de Husserl, es así ciencia de las ese
ncias.
Este ensayo se basa en la revisión de lo escrito sobre el tema por diversos auto
res, entre los que se cuentan Lyotard; Hurtado y Toro; Hernández, Fernández y Ba
ptista; Martínez Migueles, así como también de los contenidos de páginas web esp
ecializadas en fenomenología. El artículo consta de cinco títulos que versan: 1)
sobre la historia de vida de Edmund Husserl, su creador; 2) la fundamentación t
eórica, en el que se exploran los conceptos básicos desarrollados por Husserl; 3
) concepto y características del método fenomenológico; 4) sus principios; y 5)
las etapas de su desarrollo.
1. ¿Quién fue Husserl?
Edmund Gustav Albrecht Husserl (8 de abril de 1859- 26 de abril de 1938), nacido
en el seno de una familia judía, en Prossnitz, Moravia (actualmente República C
heca). Fue el filósofo alemán fundador del movimiento fenomenológico o fenomenol
ogía y discípulo de Franz Brentano. Realizó estudios científicos en Berlín, obte
niendo el doctorado en 1883 con el trabajo titulado Contribución a la teoría del
cálculo de las variaciones, tesis de matemática. Sus primeras publicaciones ver
san sobre la lógica de las matemáticas y sobre logística.
En 1884 comienza a asistir en Viena a las clases de Franz Brentano sobre psicolo
gía y filosofía. Brentano lo impresionó tanto que decidió dedicar su vida a la f
ilosofía. Husserl estudió con Brentano durante breve tiempo y después marchó a l
a Universidad de Halle para obtener su habilitación, con Carl Stumpf, un antiguo
discípulo de Brentano. Bajo su supervisión escribió Sobre el Concepto de Número
(1887) que serviría de base para su primera obra importante, Filosofía de la Ar
itmética (1891). En esa época se convirtió a la religión evangélica y en 1887 se
casó; en ese entonces se desempeñaba como profesor en la Universidad de Halle.
A partir de 1901 enseña en Gotinga, en una atmósfera ferviente en la que se form
an sus primeros discípulos, entre los que se encuentran José Ortega y Gasset, Je
an Paul Sartre, Roman Ingarden, Hedwig Martius, Maurice Merleau Ponty, Edith St
ein, Paul Ricoeur, Alexius Meinong, Michel Henry, Millan Puelles y Max Scheler.
Con posterioridad, principalmente a través de Merleau-Ponty, la influencia husse
rliana llegaría hasta Lacan. En esta época publica el célebre artículo La filoso
fía como ciencia estricta (1911); y el primer tomo, único publicado en vida de s
u autor, Ideas relativas a una fenomenología y una filosofía fenomenológica (191
3).
En sus primeras obras trata de combinar las matemáticas, la psicología y la filo
sofía con el principal objetivo de proporcionar una base sólida a las matemática
s. Analiza el proceso psicológico necesario para obtener el concepto de número y
después trata de construir una teoría sistemática sobre este análisis. Para log
rar su cometido, utiliza varios métodos y conceptos tomados de sus maestros. De
Weierstrass adopta la idea de que el concepto de número se genera cuando contamo
s un cierto conjunto de objetos. De Brentano y de Stumpf toma los conceptos de p
resentaciones adecuadas e inadecuadas.
En 1916 obtiene la cátedra de Friburgo de Brisgovia. M. Heidegger, discípulo suy
o, edita su obra Prolegómenos a la fenomenología de la conciencia interna del ti
empo (1928). Luego Husserl publica sucesivamente Lógica formal y trascendental (
1929), Meditaciones cartesianas (1931), Las crisis de las ciencias europeas y la
fenomenología trascendental (1936), Experiencia y juicio (1939), editado por su
discípulo Landgrebe.
Pese a la hostilidad de que era objeto por parte del régimen nazi, Husserl no se
expatrió. Al ser judío, se le prohibió el uso de la biblioteca en la Universida
d de Friburgo de Brisgovia, en razón de las leyes de "limpieza racial" del Parti
do Nazi, aplicadas en la universidad por Martin Heidegger, su más famoso discípu
lo. Heidegger eliminó la dedicatoria a Husserl de su famosa obra Ser y tiempo, c
uando la reeditó en 1941. Husserl murió en Friburgo, en 1938.
Las obras completas de Husserl en manuscritos originales, que constan de más de
45.000 folios, se encuentran en los Archivos Husserl del Instituto de Filosofía
de la Universidad Católica de Lovaina, a donde los llevó desde Friburgo, Hermann
Leo van Breda para salvarlos de la destrucción nazi. A los Archivos Husserl ins
talados aún en Lovaina, acuden estudiosos de la fenomenología de todo el mundo y
sus obras siguen en proceso de publicación en la colección denominada Husserlia
na, que consta de 30.000 páginas de escritos todavía inéditos.
2. Fundamentación teórica.
2.1 ¿En qué consiste la esencia (eidos) de un objeto de estudio?
La esencia de un objeto está constituida por el conjunto de predicados cuya s
upresión imaginaria supondría la supresión del objeto. Lyotard (1989) explica es
te concepto utilizando el siguiente ejemplo: “la pared es amarilla”. Se hace las
preguntas: “¿Implicamos esencias en este juicio? ¿Es posible aprehender el colo
r independientemente de la superficie sobre la cual se extiende? No, ya que un c
olor separado de esa superficie es impensable. Si se hace variar en la imaginaci
ón el objeto color suprimiendo la superficie, suprimimos el propio objeto color,
llegando así a una conciencia de imposibilidad, la cual revela la esencia”. De
modo que existen límites para la fantasía en nuestros juicios que son fijados po
r las mismas cosas que juzgamos.
El procedimiento de la variación imaginaria es la que nos aporta la esencia del
objeto, su ser. El objeto es una cosa cualquiera: el número dos, la nota musical
sol, una figura geométrica, una proposición determinada, un dato sensible, entr
e otros. La esencia o eidos del objeto está constituido por lo invariable que se
mantiene idéntico a través de las variaciones. Luego, el objeto es un “conjunto
espacio-temporal, provisto de cualidades secundarias, afirmado como sustancia y
cualidad causal” (Lyotard, 1989). Esta visión de las esencias no posee carácter
metafísico. La esencia se experimenta por la intuición vivida y es únicamente a
quello en que se me revela la cosa misma en una donación originaria.
Se trata, entonces, de volver a las cosas mismas, suprimiendo toda opción metafí
sica, como era el deseo del empirismo. Pero Lyotard (1989) explica que el empiri
smo todavía contenía un componente metafísico cuando confundía esta exigencia de
volver a las cosas mismas, con la exigencia de fundar todo conocimiento en la e
xperiencia, dando por sentado que la sola experiencia nos da las cosas mismas.
En realidad, la última fuente de derecho para toda afirmación racional reside en
el ver en general, esto es, en la conciencia donante originaria. Es posible que
el número dos sea construido partiendo de la experiencia, pero al obtener el ei
dos de ese número por variación, el tal eidos es anterior a toda teoría de la c
onstrucción del número. La prueba de esto es que toda explicación genética se ap
oya siempre en el saber actual del “algo” que la génesis debe explicar. Una inte
rpretación empirista de la formación del número dos presupone la comprensión ori
ginaria de ese número. Esta comprensión es, sin duda, una condición de toda cien
cia empírica, por tanto es evidente que el eidos del objeto es anterior a la rea
lidad de la que se ocupa la ciencia empírica.
2.2 La ciencia eidética.
En la época de la aparición de la fenomenología, las ciencias humanas atraves
aban momentos de gran incertidumbre debido a la solicitud de probar su validez m
ediante la experimentación, de la misma manera en que se hacía con otras ciencia
s como la física y la matemática, que eran sus modelos. Cuando la fenomenología
demuestra que ciertamente el eidos del objeto de estudio existe con anterioridad
a la realidad de la que se ocupa la ciencia empírica, funda como condición prev
ia de toda ciencia empírica, su comprensión.
Por tanto, toda ciencia empírica antes de iniciar cualquier tipo de experimentac
ión, debe definir el eidos de su objeto de estudio, captado por la intuición ori
ginaria, para posteriormente sacar conclusiones metodológicas que orienten la in
vestigación empírica. Lyotard (1989) explica que “no es posible iniciar ninguna
psicología empírica seria si no se ha captado la esencia de lo psíquico, de mane
ra que se evite toda confusión con la esencia de lo físico”. En otras palabras,
es menester la definición de las leyes eidéticas que guían todo conocimiento emp
írico: este estudio es lo que constituye la ciencia eidética o la ontología de l
a naturaleza (es decir, el estudio de la esencia).
Esta ontología, aprehendida en su verdad, constituye el paso preliminar a la cie
ncia empírica correspondiente. El conocimiento de las esencias no es el fin únic
o de todo conocimiento, sino que es la introducción necesaria al conocimiento de
l mundo material. En este sentido, la verdad de la eidética reside en lo empíric
o. A cada ciencia empírica le corresponde una ciencia eidética que concierne al
eidos regional de los objetos estudiados por ella. La misma fenomenología es def
inida como la ciencia eidética de la región conciencia. En otras palabras, en to
das las ciencias empíricas del hombre se halla necesariamente implicada una cien
cia de la conciencia.
En este orden de ideas, la fenomenología constituye una introducción lógica a la
s ciencias humanas, en tanto que trata de definir eidéticamente su objeto antes
de toda experimentación y una recuperación filosófica de los resultados de la ex
perimentación, en la medida en que intenta volver a aprehender su significación
fundamental procediendo al análisis crítico de los instrumentos mentales emplead
os.
Lyotard (1989) explica que en un primer sentido, la fenomenología es la ciencia
eidética correspondiente a las ciencias humanas empíricas; en un segundo sentido
, se instala en el centro de tales ciencias, en el corazón del hecho, dando real
ización así a la verdad de la filosofía, que consiste en desprender la esencia e
n el seno de lo concreto mismo: es, entonces, el revelador de las ciencias human
as.
2.3 La intencionalidad.
Un elemento fundamental de la fenomenología es la intencionalidad de la conci
encia como principal característica de los fenómenos psíquicos; la noción de que
el estado consciente es siempre intencional, el cual Husserl toma de su maestro
Franz Brentano. Toda conciencia es conciencia de algo y ese algo no es la propi
a conciencia.
Husserl establece un vínculo indisoluble entre la conciencia y su objeto: la cor
relación universal objeto-conciencia. Conciencia y objeto son dos entidades sepa
radas en la naturaleza, que entran en relación por el conocimiento. Se percata d
e que no puede concebirse ninguna vivencia de conciencia aislada o separada del
objeto al que está dirigida, al que apunta intencionalmente (y que, en principio
, no es el objeto sino el objeto intencional); y que tampoco el objeto es autóno
mo o independiente de la conciencia, como única fuente dadora de sentido.
De allí que todo fenómeno mental o acto psicológico tiene un contenido dirigido
hacia un objeto, el objeto intencional. Cada creencia, deseo, tiene un objeto so
bre el que versa: el creído, el querido. Si se traspone el tema de la intenciona
lidad al nivel de la eidética, ello significa que todo objeto en general, el mis
mo eidos, toda cosa o concepto, es objeto para una conciencia, de suerte que cor
responde ahora describir la manera en que conozco el objeto y en que el objeto e
s para mí.
2.4 La reducción fenomenológica.
La fenomenología fue el resultado de la refutación del psicologismo, q
ue pretendía ser la solución a los problemas que planteaban la teoría del conoci
miento y de la ciencia. En las últimas décadas del siglo XIX, se había constitui
do como ciencia al probarse que era posible aplicar el método experimental para
el estudio de la vida anímica de animales y seres humanos. Y desde su nacimiento
hasta mucho tiempo después, pretendía convertirse en una auténtica "física del
alma", pretensión que sería duramente criticada por Husserl.
Según este autor, era imposible llegar a una concepción justa del sujeto, en tan
to que sujeto cognoscente, mientras que fuera tratado cual objeto bajo la óptica
reducida y sesgada de una ciencia empírica como la psicología. Consideraba tota
lmente absurda la supuesta fundamentación definitiva del conocimiento por parte
de la psicología, la que alegaba que el conocimiento debía verse como un evento
meramente psicológico. De ser así, la psicología como ciencia habría solucionado
los problemas de la filosofía y, por tanto, esta última no era más que un casca
rón vacío, sin sentido.
No obstante, la psicología al pretender cerrar el círculo de la objetividad cien
tífica sobre sí misma, lo único que consigue es poner de relieve los propios lím
ites de toda ciencia. La teoría del conocimiento no podía solventarse con la inv
estigación psicológica porque esta era un conocimiento. Tampoco la lógica podía
reducirse a leyes que gobernaban exclusivamente la psique humana, puesto que la
psicología daba la lógica por supuesta en todos sus razonamientos.
La raíz del problema estaba en una errónea concepción de lo que es un concepto.
De alguna manera la mente humana no está hecha, en su funcionamiento ordinario,
ni para el estatismo absoluto de los conceptos ni para la fugacidad de las sens
aciones. Por eso, Husserl propone un viaje filosófico al fondo del concepto, pr
escindiendo por completo de averiguar nada acerca de su naturaleza o realidad y
persiguiendo conexiones puras entre conceptos en un dominio donde precisamente r
eina el más completo aislamiento y soledad entre entes conceptuales perfectament
e idénticos a sí mismos.
Husserl consideraba que debía hacerse una teoría del conocimiento puramente conc
eptual: por lo tanto, no podía utilizarse ni uno sólo de los conocimientos ya co
nstituidos. Ese es el sentido que tiene su famosa epojé (puesta en paréntesis) o
reducción fenomenológica. Para poder estudiar las vivencias en cuanto tales, ha
y que modificar nuestro modo ordinario de vivirlas. Husserl describe este modo o
rdinario o actitud natural como un directo e ingenuo apuntar de la conciencia al
mundo y a sus objetos, con una atención e interés en ellos.
La actitud natural está cargada de interpretaciones admitidas tácitamente como v
álidas, de prejuicios, de intelectualizaciones confusas que conducen a faltas de
entendimiento. El resultado de la epojé fenomenológica es que la atención del s
ujeto se desplaza a los objetos, al modo de darse esos objetos en la conciencia,
en otras palabras, a los fenómenos en sentido fenomenológico. Entonces, el feno
menólogo sólo aceptará como fenómenos válidos aquellos que estén dados originari
amente, los que también son la base para toda interpretación e intelectualizació
n posterior.
Para Husserl, la filosofía tiene que apoyarse en las intuiciones más primordiale
s de nuestra vida. "Las intuiciones que únicamente pudieran ser vivificadas por
impresiones remotas e imprecisas, no auténticas y, en el supuesto de que se trat
ara realmente de unas intuiciones, no podrían satisfacernos. Nosotros queremos v
olver a las cosas mismas."
En la praxis del método fenomenológico, la reducción fenomenológica propuesta po
r Husserl consiste precisamente en apartar teorías, conocimientos, hipótesis, in
tereses y tradiciones previos, ya sean del propio investigador o de otros, a fin
de captar el mundo y la realidad tal como son experimentados y vividos por los
grupos en estudio.
“Estos grupos de estudio poseen una estructura y regularidad, así como también u
na lógica que es anterior a cualquier lógica y que funge como trasfondo existenc
ial en el que se deben apoyar las dimensiones valorativas y teóricas posteriores
” (Martínez, 2007). Precisamente Husserl concibe el método fenomenológico guiado
por la inquietud y búsqueda de un mayor rigor metodológico y el deseo de una ma
yor fidelidad y, por tanto, de dotar de una mayor validez al mundo vivido de los
seres humanos, que es, en última instancia, la única realidad empírica existent
e, en cuanto todas las elaboraciones científicas posteriores no pueden ser sino
interpretaciones teóricas y abstractas del investigador.
2.5 La reducción eidética.
Luego de la epojé o reducción fenomenológica, la cual ha permitido al investi
gador ingresar plenamente en el terreno de la subjetividad, sigue la reducción e
idética. Husserl se aparta del empirismo al defender que hay una verdadera intui
ción de esencias. "Una intuición empírica e individual puede convertirse en intu
ición esencial (ideación), posibilidad que por su parte no debe considerarse com
o empírica, sino como esencial. Lo intuido en este caso es la correspondiente es
encia pura o eidos, sea la suma categoría, sea una división de la misma hasta de
scender a la plena concreción" (Husserl, citado por Lyotard, 1989).
La fenomenología queda ahora definida más estrictamente como la descripción eidé
tica de la vida trascendental del yo, entendida como el conjunto de vivencias o
fenómenos originarios que como datos absolutos a toda posición de trascendencia,
hacen posible la apertura de la conciencia a un mundo. Se trata de apresar el o
rigen último de todo posible sentido y validez de ser.
Husserl se plantea la pregunta sobre cómo debemos concebir el sujeto para que de
spués resulte inteligible el que ese sujeto lo sea de conocimiento. Partiendo de
la esencia intuitivamente aprehensible del conocimiento, el cual constituye la
apertura intencional de un sujeto a un objeto presente, y a la luz de ella, se r
eexaminan nuestros conceptos tanto de la realidad del sujeto como de la realidad
del objeto o mundo. Todos los conceptos han de encontrar su sentido originario
en una subjetividad trascendental, de la que parte toda concepción, tanto del mu
ndo como de uno mismo. Esta es la reducción trascendental, por la que Husserl ac
cedía a su peculiar idealismo fenomenológico.
3. El método fenomenológico: concepto y características.
El espíritu de esta orientación epistemológica no es nuevo, pues como hemos vist
o, se origina desde finales del siglo XIX. El método fenomenológico estudia los
fenómenos tal como son percibidos y experimentados por el hombre y, por tanto, p
ermite el abordaje de las realidades cuya naturaleza y estructura peculiar sólo
pueden ser captadas por el marco de referencia interno del sujeto que las vive y
experimenta.
Intenta entender de forma inmediata el mundo del hombre, mediante una visión int
electual basada en la intuición de la cosa misma; el conocimiento se adquiere vá
lidamente a través de la intuición que conduce a los datos inmediatos y originar
ios. Permite al investigador estudiar los fenómenos permitiendo su manifestación
tal como son, descubriendo las esencias de la conciencia pura, sin excluir de s
u objeto de estudio nada de lo que se presenta a la conciencia. Sin embargo, por
otro lado, desea aceptar solo lo que se presenta y, precisamente, así como se p
resenta.
El fin de la fenomenología no es tanto describir un fenómeno singular cuanto des
cubrir en él la esencia válidamente universal y útil científicamente, puesto que
la conducta humana (lo que la gente habla y hace), deriva de la manera en que d
efine su mundo. La tarea del fenomenólogo es aprehender este proceso de interpre
tación, intentando ver las cosas desde el punto de vista de otras personas.
Moscovici, citado por Martínez (2007), acentúa aún más esta postura fenomenológi
ca en las ciencias humanas, antagonizando abiertamente con el conocimiento cient
ífico clásico, al otorgarle rango epistemológico de ciencia. En este sentido, co
nsidera que las representaciones sociales son “una forma de conocimiento social
específico, natural, de sentido común y práctico, que se constituye a partir de
nuestras experiencias, saberes, modelos de pensamiento e información, recibidas
y transmitidas por la tradición, la educación y la comunicación social”.
Las representaciones sociales son modalidades de pensamiento práctico orientadas
hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del ambiente social, materia
l e ideal. Son sistemas cognitivos que tienen una lógica y un lenguaje particula
r destinados al descubrimiento de lo real y a su ordenamiento. En este sentido,
presentan caracteres específicos para el plan de organización de los contenidos,
de las operaciones mentales y de la lógica. Su plena comprensión siempre deberá
estar referida a las condiciones y contextos en las que surgen, a las comunicac
iones por las cuales circulan y a las funciones que desempeñan en la interacción
con el mundo y con los otros (Martínez, 2007).
4. Principales características del método fenomenológico.
Hurtado y Toro (2007) refieren que las principales características del método fe
nomenológico son: a) se abstiene de formular juicios de cualquier clase que conc
iernan a la realidad objetiva y rebasen los límites de la experiencia pura; b) t
rata de entender el mundo y sus objetos como son experimentados internamente por
las personas, dando primacía a esta experiencia subjetiva inmediata como fundam
ento del conocimiento y orientándose a la búsqueda de los significados que los s
ujetos otorgan a sus experiencias; c) estudia casos concretos como base para el
descubrimiento de lo que es esencial y generalizable, comenzando siempre con la
experiencia concreta, pero teniendo en cuenta su marco referencial; d) ve al pro
pio sujeto del conocimiento no como un ser real, sino como conciencia pura trasc
endental; e) es un método descriptivo, reflexivo y de exigente rigor científico;
f) sus enunciados son válidos en un tiempo y espacio específicos, pero además t
iene la validez universal de la vivencia individual, es decir, es universalmente
aceptable que esa vivencia es así, para ese individuo.
5. Proceso de investigación del método fenomenológico.
El método fenomenológico estudia hechos y situaciones difíciles de observar y co
municar, por lo que su procedimiento metodológico básico consiste en oír con det
alle muchos casos similares, describir minuciosamente cada uno de ellos y elabor
ar una estructura común representativa de esas experiencias vivenciales. Martíne
z, citado por Hurtado y Toro (2007), divide este procedimiento con fines didácti
cos, para hacerlo de más fácil comprensión y ejecución, en las etapas que se exp
lican a continuación.
5.1 Etapa previa: clarificación de presupuestos.
Todos tenemos teorías, valores, creencias, intereses que necesariamente
influyen en nuestra forma de ver las cosas y razonar; dejar a un lado el pasado
es algo ingenuo e irreal, pues siempre se comienza una investigación con ciertas
experiencias, ideas y opiniones sobre el tema a estudiar, lo cual es el resulta
do de nuestra propia historia de vida. Por tanto, es menester poner de manifiest
o estos puntos de vista de partida por cualquier influencia que puedan tener en
la investigación.
En cuanto al uso de la literatura o investigaciones preexistentes sobre el tema,
el método fenomenológico asume una posición radical al evitar totalmente su uti
lización, a fin de facilitar que la información emerja de los participantes, sin
limitar o condicionar nuestra visión a otros estudios.
5.2 Etapa descriptiva.
La etapa descriptiva del método fenomenológico tiene por objeto lograr u
na descripción del fenómeno en estudio que resulte lo más completa y menos preju
iciada posible, reflejando simultáneamente la realidad vivida por el sujeto, su
mundo y su situación, en la forma más auténtica. Al tratarse de seres humanos, l
os datos que interesan son conceptos, percepciones, imágenes mentales, creencias
, emociones, interacciones, pensamientos, experiencias, procesos y vivencias man
ifestadas en el lenguaje de los participantes, ya sea de manera individual, grup
al o colectiva. La recolección y análisis de estos datos tiene por objetivo ente
nder los motivos subyacentes, los significados y las razones internas del compor
tamiento humano.
Las investigaciones basadas en diseños fenomenológicos se conducen primordialmen
te en los ambientes naturales de los participantes, las variables no son control
adas ni manipuladas, los significados de las experiencias son extraídos del punt
o de vista interno e individual de los participantes y los datos obtenidos no se
expresan en valores numéricos. Los resultados de este tipo de estudios no inten
tan generalizarse a poblaciones más amplias, sino que se dirigen a la comprensió
n de vivencias en un entorno específico, cuyos datos emergentes aportan al enten
dimiento del fenómeno (Hernández y otros, 2007).
En la indagación fenomenológica, el instrumento no es una prueba estandarizada n
i un cuestionario ni un sistema de medición. El investigador utiliza una o varia
s herramientas a fin de recolectar datos de diversa índole: lenguaje escrito, ve
rbal, conductas observables e imágenes.
Esta etapa descriptiva consta de los siguientes pasos:
Paso 1: elegir el procedimiento adecuado para la recopilación de la información.
Los más utilizados son la observación directa o participante, la entrevista dia
lógica, la encuesta o el cuestionario y el auto-reportaje;
Paso 2: aplicar los procedimientos seleccionados para recabar la información, pa
ra lo cual Martínez, citado por Hurtado y Toro (2007) recomienda aplicar las sig
uientes reglas con el fin de obtener los mejores resultados:
a) Ver todo lo dado en cuanto sea posible, no solo aquello que nos interesa o co
nfirma nuestras ideas.
b) Observar la gran variedad o complejidad de las partes.
c) Repetir las observaciones cuantas veces sea necesario.
Paso 3: elaborar la descripción protocolar, la cual debe:
a) Reflejar el fenómeno o la realidad tal como se presente.
b) Ser lo más completa posible, porque a veces un detalle aparentemente irr
elevante puede ser la clave para descifrar y comprender toda una estructura.
c) Evitar presentar ideas o prejuicios propios del investigador.
d) Recoger el fenómeno descrito en su contexto natural, en su situación pec
uliar.
5.3 Etapa estructural.
Consiste en estudiar con detenimiento y en detalle, las descripciones pr
eviamente realizadas. En la recolección de datos de las indagaciones fenomenológ
icas, recibimos datos no estructurados, a los que damos estructura, proceso que
implica organizar las unidades, las categorías, los temas y los patrones. Los da
tos son muy variados, pero en esencia son narraciones de los participantes. Una
vez recolectada, Martínez, citado por Hurtado y Toro (2007), señala siete fases
que debe seguir el investigador para lograr una adecuada interpretación de la in
formación, los que se enuncian a continuación:
1) Se realiza una lectura general de la descripción de cada protocolo, con el fi
n de obtener una visión de conjunto para lograr una idea general del contenido d
e cada protocolo.
2) Se delimitan las unidades temáticas naturales.
3) Se determina el tema central que predomina en cada unidad temática. Esto se r
ealiza simultáneamente con el paso anterior. Es importante tener en cuenta las p
osibles intenciones de los actores y, en ocasiones, es necesario consultar con e
llos sobre el significado de algunos de los aspectos de la información recopilad
a.
4) Se expresa el tema central en lenguaje científico. Aquí se pone de manifiesto
la importancia del investigador para interpretar cada tema.
5) Integrar los temas centrales en una estructura descriptiva. Este paso constit
uye el corazón de la investigación y la ciencia, ya que esta estructura es la qu
e permite identificar el fenómeno y distinguirlo de los demás. Esta percepción d
e una estructura de relaciones es, quizá, el corazón de toda verdadera ciencia.
En el método fenomenológico, lo fundamental es que esta estructura surja básicam
ente de los datos del protocolo, que sea fiel a las vivencias del sujeto estudia
do y que no se le obligue a entrar en ningún sistema teórico establecido.
6) Integrar todas las estructuras particulares en una general. Este paso permite
establecer la fisonomía o características del grupo. Así se logra el propósito
del método fenomenológico según Husserl, el cual es pasar de las cosas particula
res al ser universal, a la esencia.
7) Efectuar una entrevista final con los sujetos estudiados a fin de hacerles co
nocer los resultados de la investigación y oír su parecer o sus reacciones ante
los mismos. De este modo se harán las correcciones y se perfeccionarán los resul
tados del estudio realizado.
5.4 Discusión de los resultados.
Según Martínez, citado por Hurtado y Toro (2007), en la metodología feno
menológica, la discusión de los resultados sigue un camino muy diferente al méto
do hipotético deductivo. Muchas investigaciones científicas buscan una técnica p
ara medir un fenómeno y después determinan su significado con base en la dimensi
ón, cuantía o volumen de esa medida. En la fenomenología se puede decir que el s
ignificado es la verdadera medida, ya que se dirige directamente al significado
del fenómeno por un método que explora de manera sistemática y directa el signif
icado, sin pasar por la medida.
La pregunta típica de investigación de un estudio fenomenológico se resume en: ¿
cuál es el significado, estructura y esencia de una experiencia vivida por una p
ersona, grupo o comunidad respecto de un fenómeno? Para entender el significado
de una conducta, se debe entender su significado funcional; para entender el sig
nificado funcional de todo acto conductual, hay que entender su relación con el
todo. Por tanto, solo una descripción cuidadosa puede hacer explícita, de manera
adecuada, la forma en que un acto de conducta encaja en el contexto de una situ
ación, tomando en cuenta la vinculación con el contexto para poder comprender su
significado a profundidad y en todas sus dimensiones.
El investigador contextualiza las experiencias en términos de su temporalidad (t
iempo en el que sucedieron), espacio (lugar en el que ocurrieron), corporalidad
(las personas físicas que la vivieron) y el contexto relacional (los lazos que s
e generaron durante las experiencias). En este sentido, Martínez (1989) toma de
Von Eckarsberg ocho preguntas dimensiones que deben ser consideradas para el aná
lisis de cualquier acto, las cuales son: 1) quién y con quién, actuó; 2) qué es
lo que hizo; 3) cuándo fue realizado; 4) dónde fue realizado; 5) cómo y con qué
medios lo hizo; 6) a qué nivel psicológico actuó; 7) a quién fue dirigido el act
o; 8) por qué se realizó.
Reflexiones finales.
Las investigaciones fenomenológicas dirigidas al estudio de la conducta humana e
n todas sus dimensiones, son las más concretas y empíricas en cuanto tratan de c
aptar en toda su realidad, lo que esa conducta es y significa desde su marco de
referencia interno y su contexto natural, sin constreñirla a categorías, esquema
s o teorías de otras realidades. Es el más indicado cuando no hay razones para d
udar de la fidelidad de la información y el investigador no ha vivido o no le es
fácil formarse ideas y conceptos adecuados sobre el fenómeno que estudia porque
son ajenos a su experiencia de vida, por ejemplo, el caso de la experiencia viv
ida por personas víctimas de atracos que estuvieron al borde de la muerte, o los
padecimientos de los enfermos de VIH.
El método fenomenológico no parte del diseño de una teoría, sino del mundo conoc
ido, del cual hace un análisis descriptivo en base a las experiencias compartida
s. Del mundo conocido y de las experiencias intersubjetivas se obtienen las seña
les, indicaciones para interpretar la diversidad de símbolos. A partir de allí,
es posible interpretar los procesos y estructuras sociales.
El énfasis no se encuentra en el sistema social ni en las interrelaciones funcio
nales, sino en la interpretación de los significados del mundo y las acciones de
los sujetos. El significado se desarrolla a través del diálogo y las interaccio
nes para lograr así una interpretación en términos sociales, dado que las accion
es de las personas tienen una intencionalidad e influyen en los demás. Estas noc
iones epistemológicas constituyen el fundamento de las modalidades cualitativas
de la investigación.
El método fenomenológico trata, en primer término, de eliminar los elementos cas
uales, a través de la reducción fenomenológica. Por medio de la reducción y la i
nterpretación, el fenómeno cobra sentido. La gente posee una acumulación de cono
cimientos, a partir de los cuales interpreta las nuevas experiencias. Una segund
a reducción es la eidética la cual conduce, finalmente, a los fundamentos univer
sales y relacionales, que es lo que le da el carácter científico. En esta etapa
se define el eidos del objeto de estudio, es decir, las propiedades invariables
de los fenómenos.
Algunas críticas al método fenomenológico se orientan a señalar que las reduccio
nes llevan a un estilo de investigación descriptivo y no a marcos explicativos.
Asimismo, alegan que el carácter social del sentido subjetivo está insuficientem
ente desarrollado y a su vez, la motivación de los sujetos, en su manera de actu
ar, no se explica en primer lugar desde el contexto social, sino a través de la
interacción subjetiva.
Otro aspecto sobre el que se encontraron criterios diferentes al propuesto por e
l método fenomenológico, tiene que ver con la revisión o no de investigaciones a
nteriores cuando se realiza un estudio de tipo cualitativo. Hernández, Fernández
y Baptista (2007) identifican tres posiciones: a) la radical, que indica no rev
isarlas ni aún tomarlas en cuenta, que correspondería al método fenomenológico;
b) un posición intermedia, la cual sugiere revisar estudios anteriores para iden
tificar conceptos que nos sean útiles para nuestro planteamiento y tener una ide
a de las definiciones y conceptos elaborados por otras autores; y c) una posició
n que denominan integradora, que si admite la revisión de trabajos previos con e
l objeto de construir el planteamiento e incluso diseñar una perspectiva teórica
, para finalmente desprenderse de esta en la etapa inductiva y solo mantenerla c
omo referencia.
Sobre este particular, las autoras consideran que la aplicación exhaustiva de la
s etapas del método fenomenológico si proporcionan resultados con el rigor metod
ológico y la validez científica esperada, pues en última instancia, la fuente de
l derecho reside en la certeza subjetiva.
Referencias bibliográficas.
Baptista Lucio, P., Fernández Collado, C., Hernández Sampieri, R. (2008). Metodo
logía de la Investigación. Cuarta edición, Mc Graw Hill Interamericana, México D
.F, México.
Hurtado, Iván y Toro, Josefina (2007). Paradigmas y Métodos de Investigación en
Tiempos de Cambio. Primera edición, Los Libros del Nacional, Colección Minerva,
Caracas, Venezuela.
Lyotard, Jean Francois (1989). La Fenomenología. Editorial Paidós Studio, Barcel
ona, España.
Martínez, Miguel (2007). El Paradigma Emergente: hacia una nueva teoría de la ra
cionalidad científica. Segunda edición, Editorial Trillas, México D.F, México.
Martínez, Miguel (2007). La Nueva Ciencia: su desafío, lógica y método. Editoria
l Trillas, México D.F, México.
Martínez, Miguel (1989). Comportamiento humano, nuevos métodos de investigación.
Editorial Trillas, México D.F, México.

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