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EL NUEVO PARADIGMA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA VENEZUELA BOLIVARIANA: UN ENF

OQUE GRAMSCIANO.
Esther Urdaneta *
Susana Rojas **
Resumen
Los cambios profundos que actualmente vive la sociedad venezolana han transforma
do la praxis de la educación superior. El presente trabajo constituye un esfuerz
o de análisis crítico de las reformas que se gestan en la educación Superior en
la República Bolivariana de Venezuela, desde un enfoque gramsciano, profundizand
o en una de sus principales directrices: la municipalización. El estudio es de t
ipo documental. Las conclusiones muestran que el nuevo paradigma de la educación
superior obedece a la formación de nuevas capas de intelectuales que ejerzan fu
nciones hegemónicas en la sociedad civil y política, a fin de impregnar al cuerp
o social de la concepción de vida de las nuevas clases dirigentes, logrando la c
onsolidación del nuevo bloque histórico. De no lograrse este objetivo,
Palabras clave: bloque histórico, hegemonía, intelectuales, paradigma, educación
superior, municipalización.

______________________________________________________________________
*Licenciada en Enfermería. Magíster Scientiarium en Administración de Hospitales
. Enfermera III, Hospital Militar de Maracaibo.
** Licenciada en Administración (UNERMB). Magíster Scientiarium en Gerencia Fina
nciera (UNERMB). Docente universitaria (UNERMB). Subgerente Instituto Nacional d
e Canalizaciones.

Introducción.
A partir de 1998 se ha producido en Venezuela y ante nuestros ojos, la irrupción
de un nuevo bloque histórico, entendido este como la creación de un sistema heg
emónico en el que nuevas fuerzas sociales se hacen del poder ante las contradicc
iones no resueltas del bloque histórico en extinción.
Este proceso es el resultado de la indiferencia de las hasta entonces clases dir
igentes venezolanas, en la satisfacción de las necesidades existenciales de la s
ociedad en general. Los gobiernos democráticos de la llamada Cuarta República, p
ertenecientes al bloque histórico fenecido, nunca fueron tales y se caracterizar
on por la incompetencia, la corrupción y el clientelismo político.
La depauperación estructural a gran escala del pueblo venezolano comienza a prof
undizarse al final del boom petrolero de la década de los 70 y se agrava en los
años 80 y 90, con la aplicación de las recetas económicas del Fondo Monetario In
ternacional durante el segundo período presidencial de Carlos Andrés Pérez. De a
cuerdo a los estimados de ingreso, entre 1975 y 1997 la pobreza se incrementó de
l 33% al 67%, con una reducción de la clase media de 60% al 31% (Riutort, citado
por Muhr y Verger, 2006).
En términos del análisis gramsciano, la ecuación de legitimidad de las clases di
rigentes queda sin solución ante el fracaso político de garantizar los mecanismo
s para una distribución satisfactoria de la riqueza nacional entre todas las cla
ses sociales, produciendo la ruptura del vínculo orgánico entre las clases dirig
entes y la sociedad, que ya no se siente representada en el discurso de sus inte
lectuales. La burocracia dirigente terminó por separarse completamente de las ma
sas populares, las cuales desconfían, no solo de los partidos políticos tradicio
nales, sino también de los otros órganos que forman la opinión pública (partidos
políticos, sindicatos, sistema educativo, sistema religioso, medios de comunica
ción de masas, entre otros).
En 1989, las medidas económicas y sociales impuestas por el Gobierno de turno y
la creciente tasa de pobreza, originaron la masacre y ola de violencia conocida
como el “Caracazo”, suceso acaecido el 27 de febrero de 1989, en el que se evide
nció la pérdida de organicidad del bloque histórico vigente. Las clases dirigent
es imponen su dominación mediante el aparato coercitivo del Estado. “Si el desar
rollo y homogeneidad del bloque ideológico son las principales pruebas de la heg
emonía del grupo dirigente, su desmoronamiento y la utilización de la coacción s
on los signos del debilitamiento de la hegemonía y del pasaje a la dictadura” (G
ramsci, citado por Hughes Portelli, 1979:).
El clímax de la crisis hegemónica del bloque histórico forjado por el Pacto de P
unto Fijo en 1958, se resuelve en las urnas de votación en 1998 con la elección
de Hugo Chávez Frías como Presidente de Venezuela, quien inicia la formación de
un nuevo bloque histórico mediante la refundación de la República, hecho que se
materializa en la reforma de la Constitución de 1961.
La nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), aprobada
mediante referéndum popular en 1999, es “una de las más avanzadas del mundo en t
érminos de afianzamiento de los derechos humanos y participación ciudadana” (Rab
y citado por Murh y Verger, 2005: 11). En esta se establece el marco legal para
la justicia social, denominado en el discurso del actual gobierno, Socialismo de
l Siglo XXI.
Las nuevas clases dirigentes son conscientes que la refundación de la República
debe transitar por la revolución total del sistema ideológico, esto es, llevar l
a Revolución al sistema cultural y educativo. Esta afirmación queda de manifiest
o en la relevancia otorgada a la educación superior por la CRBV, la cual consagr
a a la educación superior como un fundamento esencial de la democracia, un derec
ho humano y un servicio público. Es concebida como la herramienta que profundice
todas las dimensiones del proceso revolucionario, en la medida que sea capaz de
desarrollar una cultura propia, la cual ponga fin a la noción que los valores d
e las antiguas clases dirigentes representan los valores naturales o normales pa
ra la sociedad.
Thomas Muhr y Antoni Verger (2006) observan que desde 1998, la política y la prá
ctica de la educación superior venezolana avanzan en sentido contrario a la agen
da global en esa materia. La CRBV, sin duda alguna, reta el discurso dominante d
el Banco Mundial, cuya tendencia es hacia el impulso de la mercantilización y pr
ivatización de la educación superior a escala global.
Bajo esta agenda, los currículos de las carreras universitarias y todo esfuerzo
investigativo son espejos de los imperativos del sistema capitalista, por cuanto
orienta las prioridades del conocimiento social hacia la adquisición de compete
ncias y destrezas instrumentales, fragmentadas, especializadas y susceptibles de
ser explotadas por la economía capitalista.
En contraposición, el nuevo paradigma de la educación superior venezolana ha asu
mido el reto de “repensar y transformar”, al concebirla como un proceso en el qu
e los individuos desarrollen una comprensión crítica de su ambiente y se involuc
ren en la solución de los problemas que los afectan, en forma organizada. En otr
as palabras, la educación se convierte en el medio para la organización, con la
finalidad de construir una sociedad inclusiva, antes que un instrumento de incor
porar individuos sin capacidad de crítica dentro del status quo.
El nuevo paradigma trasciende el tradicional en cuanto propone una educación hol
ística e integral, expresada en la naturaleza transdisciplinaria de los programa
s de estudio y una pedagogía de horizontalidad, en la cual se establecen relacio
nes de diálogo entre maestros y estudiantes.
El presente trabajo constituye un esfuerzo de análisis crítico de las reformas q
ue se gestan en la educación Superior en la República Bolivariana de Venezuela,
apoyado en autores como Antonio Gramsci, citado por Hughes Portelli, Thomas Muhr
, Antoni Verger, entre otros, cuyos aportes y análisis sustentan teóricamente la
s políticas que, en este sentido, ha diseñado el actual gobierno. Los cambios pr
ofundos que actualmente vive la sociedad venezolana han transformado la praxis d
e la educación superior y los aportes teóricos de los autores seleccionados perm
iten explicar y comprender los principios que subyacen en todas estas políticas.
El artículo consta de cinco subtítulos, los cuales explanan: 1) el papel de la e
ducación superior en la Venezuela bolivariana, en la formación de las capas de i
ntelectuales que ejercerán el control del sistema hegemónico en el nuevo bloque
histórico, Quinta República, a la luz de los aportes de Antonio Gramsci, 2) desc
riben el nuevo paradigma educativo con enfoque en los dos íconos de su praxis tr
ansformadora: la Misión Sucre y la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV); 3
) enumeran y definan las directrices de la Misión Sucre; 4) explican en profundi
dad una de sus directrices más novedosas: la municipalización, 5) haciendo un al
to en la forma en que se lleva a cabo su operacionalización mediante las Aldeas
Universitarias.

Fundamentación teórica.
1. Papel de la educación superior en la Venezuela contemporánea desde la óptica
gramsciana.
Antonio Gramsci fue un teórico marxista de origen italiano, de gran originalidad
, cuyo principal aporte fue el estudio profundo y coherente del papel de los int
electuales en el seno de un bloque histórico. A su modo de ver, todo bloque hist
órico está dispuesto en dos esferas complejas: un modo de producción dado (estru
ctura) al que corresponde una estructura social determinada en la que domina una
clase fundamental (superestructura). Esta clase desarrolla una superestructura
diferenciada, especializando sus actividades, lo que le brinda homogeneidad y di
rección política (la hegemonía) sobre las otras clases.
El aspecto esencial de la hegemonía de la clase dirigente reside en su monopolio
intelectual, es decir, en la atracción que sus propios representantes suscitan
entre las otras capas de intelectuales. Gramsci muestra cómo una clase adquiere
realmente su homogeneidad, sólo después de la creación de una capa de intelectua
les que ejercen la hegemonía y la coerción.
Los intelectuales son los funcionarios de las superestructuras. Son las células
vivas de la sociedad civil y de la sociedad política, quienes elaboran la ideolo
gía de la clase dominante, dándole así conciencia de su rol y transformándola en
una concepción del mundo que impregna todo el cuerpo social.
En el nivel de la difusión de la ideología, los intelectuales son los encargados
de animar y administrar la estructura ideológica de la clase dominante (sistema
escolar, sindicatos, partidos políticos, medios de comunicación de masa, sistem
a religioso, entre otros). Son los agentes no solo de la sociedad civil, sino ta
mbién de la sociedad política, encargados de la gestión del aparato del Estado y
de las fuerzas armadas (políticos, funcionarios, cuadros de las fuerzas armadas
, entre otros).
Cada una de estas funciones (hegemónica, coercitiva y económica) contribuye a la
unidad de la clase fundamental y su hegemonía en el seno del bloque histórico.
En consecuencia, la primacía económica de la clase fundamental es condición nece
saria, más no suficiente para la formación de un bloque ideológico.
El quid de la creación de un nuevo bloque histórico es que las nuevas clases dir
igentes puedan tener éxito en la creación de un nuevo sistema hegemónico. Implic
a que el grupo emergente tenga la capacidad de crear sus propios intelectuales y
lograr absorber aquellos de los otros estratos sociales. De lo contrario, la go
bernabilidad solo se sustentaría transitoriamente mediante el ejercicio de la co
erción, lo cual es una situación insostenible a largo plazo.
Gramsci observó el papel fundamental de la educación en la formación de los nue
vos intelectuales, pues a través de esta, las clases dirigentes difunden, princi
palmente, su ideología a la sociedad. Afirmaba que la dirección de los intelect
uales descansaba en dos líneas principales: a) una concepción general de la vida
, una filosofía nueva y nacional, que ofrezca a los adherentes una dignidad inte
lectual, que provea un principio de distinción y un elemento de lucha contra las
viejas ideologías que dominan por la coerción; b) un programa escolar, un princ
ipio educativo y pedagógico original, que interesan y que dan una actividad prop
ia, en su dominio técnico, a la fracción más homogénea y numerosa de los intelec
tuales: los educadores, desde el maestro de escuela hasta los profesores univers
itarios (Gramsci, citado por Portelli, 1979).
La transformación del paradigma educativo en la Venezuela contemporánea obedece
precisamente a la recomposición del sistema hegemónico vinculado a las nuevas cl
ases dirigentes y está vinculado intrínsecamente a un nuevo proyecto nacional el
cual se fundamenta en el desarrollo endógeno, una estructura social más igualit
aria, soberanía política y un mayor grado de independencia de los centros del si
stema mundial.
El avance hacia este modelo de sociedad, denominado Socialismo del Siglo XXI, es
dirigido por un plan estratégico (MCI, 2004), el cual contiene diez objetivos,
entre los cuales destacamos aquellos que por estar directamente relacionados con
la educación en general y la superior en particular, asumen roles fundamentales
:
. Avanzar en la configuración de la nueva estructura social. La refundación de l
a República involucra dirigir al país hacia una maximización del bien colectivo,
lo cual impone una distribución justa de la riqueza, donde la educación y el tr
abajo son los procesos fundamentales para lograr esto, así como también la prote
cción y la promoción de la economía social como estrategia esencial. En consecue
ncia, a fin de cambiar la actual estructura social, una condición necesaria (no
obstante, insuficiente en si misma) es garantizar el acceso universal a todos lo
s niveles de educación. Antes que estar exclusivamente orientada al propósito de
formación para el trabajo, la educación debe primero servir al empoderamiento d
el pueblo.
. Avanzar rápidamente a la construcción de un nuevo modelo popular de participac
ión democrática. La educación bolivariana es de importancia suprema para lograr
una democracia protagónica, por lo cual la educación para la participación y ciu
dadanía es parte integral del currículo. Sobre todo, se aspira motivar la partic
ipación desde una perspectiva situada, lo cual significa garantizar la participa
ción de los alumnos y otros agentes en la gestión de las instituciones educativa
s, al lado de metodologías de participación, pedagogías y prácticas profesionale
s.
. Acelerar la creación del institucionalismo de un nuevo aparato de Estado. Este
objetivo está relacionado, en primer lugar, a la desburocratización del Estado
y el desarrollo de políticas públicas caracterizadas por la participación ciudad
ana y responsabilidad conjunta en el proceso de diseño, implementación y control
de políticas. En cuanto a la Educación Superior, este nuevo paradigma de instit
ucionalismo se materializa sobre todo en el proyecto de municipalización. Y, en
segundo lugar, a la erradicación de la corrupción del aparato del Estado, donde
la Educación Superior debe contribuir a la educación de profesionales y funciona
rios civiles comprometidos con el interés común y con un fuerte sentido de lo pú
blico y lo colectivo.
. Acelerar la construcción de un nuevo sistema económico. En el centro de este n
uevo modelo de producción está el concepto de desarrollo endógeno, esto es, la c
reación y consolidación de una estructura productiva nacional diversificada, efi
ciente y progresivamente autosuficiente. Como condición previa, se requiere la i
nclusión total del pueblo en la dinámica del desarrollo, así como también un mod
elo profesional, ajeno de las instituciones de Educación Superior tradicionales.
Se pretende que esto sea llevado a cabo por medio de las diversas misiones soci
ales y educativas y que se considere un modelo revolucionario aburocrático de po
líticas públicas.
Contrario a los modelos de beneficencia tradicionales, los cuales si existían en
la Cuarta República, las misiones son aburocráticas. Tanto como proceso y siste
ma de inclusión, combinan el alivio de la pobreza a corto plazo y la inclusión c
on transformación estructural a largo plazo (MED, 2004: 125). Los nuevos profesi
onales como se conciben en la Educación Superior bolivariana, deben ser sensible
s a las necesidades de las comunidades más empobrecidas, promover una economía s
ocial y contribuir a la diversificación de la producción a objeto de contrarrest
ar la dependencia de la nación, del petróleo.
. Continuar instalando la nueva estructura territorial. Con el propósito de nive
lar las disparidades territoriales inherentes, la planificación de facilidades p
úblicas (en lo que nos concierne, la planificación de la educación superior) inv
olucra la desconcentración de las instituciones de Educación Superior, tradicion
almente concentradas en las áreas urbanas. En respuesta a la exclusión estructur
al de las poblaciones rurales de la Educación Superior, así como también de su d
esarraigo cuando deben mudarse a las áreas citadinas, el gobierno bolivariano es
tá municipalizando la Educación Superior.
. Continuar orientando el nuevo sistema internacional multipolar. A fin de rever
tir los desequilibrios internacionales del poder y la dependencia, se considera
necesario promover un proyecto educativo cultural alternativo, dentro de una con
cepción geopolítica integracionista de los países de América Latina, la cual per
mita hacer frente al proyecto de globalización colonialista desde una posición d
e fuerza.
En consecuencia, los programas de Educación Superior responden a la estrategia e
conómica de contrarrestar la dinámica de dependencia con respecto a los poderes
mundiales, justo en la medida en que el contenido de los currículos permita a lo
s estudiantes analizar los problemas locales desde una perspectiva global. Por o
tro lado, los proyectos de internacionalización forman parte de la propuesta de
integración regional contra hegemónica.
Los puntos mencionados demuestran que entre los objetivos declarados de la educa
ción Bolivariana, está nutrir el grado de compromiso del pueblo con el proceso r
evolucionario. Más adelante, esto se refleja en las pedagogías y metodologías em
pleadas, las cuales están basadas en principios andragógicos para una educación
liberadora y emancipadora. Por consiguiente, puede considerarse que el sistema e
ducativo bolivariano está orientado contra cualquier forma de discriminación y d
ominio económico entre individuos y clases sociales.
Cabe destacar que la declaración del gobierno sobre la dimensión política de la
educación, ha desatado crítica abundante en los sectores de oposición, basados e
n la “falta de neutralidad” y “excesiva ideologización”. Tales fuentes ignoran v
oluntariamente, que el modelo educativo del extinto bloque histórico es suscepti
ble de críticas similares. Tampoco consideran que ciertas ideologías hayan llega
do a ser naturalizadas o más invisibles debido al hecho de ser hegemónicas, lo c
ual no las hace menos ideológicas o más neutrales.
En este respecto, concordamos con Robert Amove, citado por Muhr y Verger (2006),
quien considera que “algunos de esos que hacen objeciones a la propaganda polít
ica, ven los mensajes como adoctrinamiento solamente cuando entran en conflicto
con las convicciones o ideologías que personalmente defienden”.
2. ¿Qué es la Misión Sucre?
El Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, denominado “Misión Sucre”
, es una iniciativa del Estado Venezolano y del Gobierno Bolivariano de carácter
estratégico, no permanente, orientado a facilitar la incorporación y prosecució
n de estudios en la educación superior de los bachilleres, que a pesar de sus le
gítimas aspiraciones y plenos derechos, no han sido admitidos en ninguna institu
ción de educación superior oficial. (MES, 2008)
El objeto primordial de la Misión Sucre es conformar y consolidar una red de tod
as aquellas instancias, instituciones y factores vinculados a la educación super
ior, que resuelva el problema del cupo universitario, a través de la generación
de nuevos espacios y creación de nuevas modalidades de estudios convencionales y
no convencionales.
La idea es propiciar la transformación de todas las prácticas, métodos de selecc
ión y admisión excluyentes y de aquellas concepciones negadoras del derecho a l
a educación para todos. Igualmente, promover la reflexión, discusión, concepción
e implantación de nuevos modelos educativos universitarios, con base en los imp
erativos de la democracia participativa y protagónica, el diálogo con los actore
s involucrados teniendo como referencia fundamental el proceso histórico, social
, político y económico que vivimos.
3. Directrices de la Misión Sucre.
La misión Sucre basa su actuación sobre la base de las siguientes directrices:
Movilización Social: Se trata de generar la incorporación activa y protagónica d
e todos los sectores implicados, independientemente de su edad, con una visión p
ositiva de la educación, reconocida como forma de participación en el conocimien
to, crecimiento personal y de evolución social.
Universalización: Se pretende que todo aquel bachiller que desee ingresar y/o co
ntinuar estudios universitarios, pueda incorporarse al sistema de educación supe
rior. La idea es universalizar la educación superior a través de la desconcentra
ción del sistema y la creación de nuevas modalidades alternativas y oportunidade
s de estudio, en todo el territorio nacional.
Diferenciación en las trayectorias formativas: se busca adecuar las trayectorias
formativas a las características y necesidades educativas de los participantes,
lo cual implica el reconocimiento y valoración de competencias, conocimientos y
experticias que los bachilleres han desarrollado en etapas previas a su ingreso
a la educación superior, tanto como aquellas que pudieran desarrollar paralelam
ente a la educación formal.
Innovación y Flexibilización Académica: Se pretende que los estudiantes particip
en por medio de la ampliación de la cobertura de planes y programas de estudio e
xistentes y dispongan del adecuado apoyo académico en la medida de sus necesidad
es.
Sentido de Propósito y Trascendencia de la Formación: El propósito es que la ed
ucación superior tenga un sentido trascendente, más allá de la especialización y
la profesionalización establecidas por el mercado. No se trata de formar sólo p
ara un empleo. Se pretende la formación para el desarrollo integral de las perso
nas y la transformación social.
Construcción de ciudadanía: en el terreno de los valores estamos en la construcc
ión de la ciudadanía, democratizando el saber, desarrollando la soberanía cognit
iva en la lucha contra la jerarquía y monopolio del saber, siendo parte constitu
tiva de una nueva cultura política.
Transformación institucional: se pretende incidir sobre los conceptos, las estru
cturas, las dinámicas y las formas de organización de las instituciones universi
tarias y demás instancias e instituciones nacionales, para que puedan abrir sus
puertas a la gente y construir condiciones de acceso equitativo, garantizando el
ejercicio pleno del derecho ciudadano y elevando el nivel educativo de la pobla
ción en términos globales.
Municipalización: consiste en orientar la educación superior hacia lo regional,
tomando como punto de referencia la cultura específica de las poblaciones con su
s necesidades, problemáticas, acervos, exigencias y potencialidades. Se trata de
propiciar estudios superiores con pertinencia social, con sentido de arraigo y
propósito, inmersos en geografías concretas pero con visión global, comprometido
s con el impulso y la promoción del desarrollo endógeno y sustentable de cada un
a de las regiones.
3. Municipalización de la educación superior.
Una de las directrices de gran relevancia y puntal principal de la Misión Sucre
es la municipalización, la cual se entiende como un proceso que hace posible que
los estudios superiores estén indefectiblemente vinculados al contexto sociocul
tural en el que se realiza la práctica educativa.
La municipalización bolivariana es profundamente distinta de la municipalización
conceptuada por Burki y otros, citado por Muhr y Verger (2006).
(1999), quienes la identifican juntamente con el concepto de “autonomía escolar
” como los dos principales modelos de descentralización. En concordancia con la
ortodoxia neoliberal, estas formas de descentralización han significado una tran
sferencia de responsabilidades fiscales y administrativas hacia niveles inferior
es de gobierno o hacia escuelas individuales a fin de lograr objetivos de eficie
ncia y ahorros de costos. Bajo el pretexto de promover la democracia, estas refo
rmas institucionales sirvieron para imponer las políticas de Consenso de Washing
ton en el contexto de SAPs (Samoff citado por Muhr y Verger, 2006).
Por ser reformas esencialmente orientadas al financiamiento, la descentralizació
n en ese primer sentido, principalmente persigue un cambio del costo de la educa
ción hacia los “usuarios” a través de la privatización, instrumentando simultáne
amente contribuciones pecuniarias y no pecuniarias de la comunidad y las familia
s (Carnoy, citado por Muhr y Verger, 2006).
En el extremo opuesto, la Municipalización bolivariana es una forma bidimensiona
l distinta de descentralización: por una parte, está relacionada con la democrat
ización de la Educación Superior, en la medida en que desconcentra geográficamen
te la infraestructura de la universidad tradicional y lleva la universidad donde
está el pueblo. En agosto de 2005, se habían alcanzado 312 de las 335 municipal
idades, así como también fábricas y cárceles. La expansión de la Educación Super
ior a todos los ambientes sociales contribuye al equilibrio territorial, esto es
, el desarrollo armónico de todo el territorio en los niveles demográfico, produ
ctivo y ambiental.
Por otra parte, la municipalización pretende introducir la educación superior en
geografías contextuales concretas (geoespacial, geohistórico, geosocial, geocul
tural, geoeconómica) (MES, 2005). Como hemos argumentado a lo largo del discurso
, el proyecto bolivariano denominado “Educación Superior para Todos” pretende fo
rmar nuevas capas de intelectuales orgánicos, profesionales comprometidos crític
a y socialmente y no está orientado por una racionalidad económica de eficiencia
, así como tampoco es una especialización para el mercado. Está orientada hacia
el desarrollo endógeno y sustentable, el cual involucra la transformación de una
“cultura de prosperidad” en una cultura participativa local (Uzcategui González
, citado por 2005).
La ruptura del paradigma universitario tradicional es condición esencial para ll
evar a cabo tales procesos. Por ejemplo, los estudiantes de Medicina Integral Co
munal son educados directamente en la comunidad, donde trabajan con los doctores
locales de la Misión Barrio Adentro y llegan a ser sensibles a los problemas y
necesidades de su ambiente.
4. Las Aldeas universitarias.
Operacionalmente, la municipalización se lleva a cabo mediante la creación de es
pacios de educación municipal, integrales y permanentes, denominados Aldeas Univ
ersitarias. Aunque la Universidad Bolivariana de Venezuela y la Misión Sucre gen
eralmente utilizan infraestructura ya existente (escuelas, edificios de oficinas
desocupados, entre otros), se construyen cada vez más nuevas aldeas estandariza
das a través del país. En este sentido, la municipalización se aparta de la estr
ategia de aislamiento de las universidades del resto de la sociedad (en campus r
emotos), que busca evitar la interacción estudiantes/comunidad, como lo propone
el Plan Atcon, citado por Muhr y Verger (2006).
Las aldeas universitarias serán construidas progresivamente o podrán instalarse
en las sedes de otras instituciones educativas (en horarios distintos a los de s
u uso ordinario), en centros culturales, instalaciones militares u otros locales
apropiados para el cumplimiento de su función.
Las características centrales de las Aldeas Universitarias son:
a) Se trata de centros municipales de Educación Superior donde confluyen lo
s Programas de Formación (carreras) de distintas Instituciones, compartiendo rec
ursos académicos (profesores, consultorías, espacios de reunión y discusión, lab
oratorios, centros de información y documentación, centros de práctica, activida
des culturales, deportivas y de producción).
b) En aquellos municipios que sea necesario por su población o extensión, s
e instalará más de una Aldea Universitaria. Igualmente, aquellos municipios muy
próximos entre sí podrán compartir una sola Aldea.
c) La Fundación Misión Sucre asume la coordinación de las Aldeas Universita
rias, conjuntamente con las Instituciones de Educación Superior.
d) La dotación de las Aldeas y su acondicionamiento será un trabajo conjunt
o de las organizaciones que confluyen en la Comisión Presidencial Misión Sucre,
con participación de los gobiernos regionales y locales, corporaciones de desarr
ollo regional, empresas del estado y privadas, así como de las comunidades.
e) El funcionamiento, mantenimiento y seguridad de las Aldeas Universitaria
s será atendido en forma corresponsable por la Fundación Misión Sucre, conjuntam
ente con los participantes (estudiantes y profesores), las comunidades, las auto
ridades locales y regionales.
f) Se busca que los bachilleres puedan estudiar en su propia comunidad y qu
e las Aldeas Universitarias formen parte de la comunidad local, de manera que la
s comunidades se integren a ellas, contribuyan a su desarrollo y puedan hacer us
o de sus posibilidades.
g) En las Aldeas Universitarias concurren programas de distintas Institucio
nes de Educación Superior. Los Títulos y otras acreditaciones son otorgados por
la Institución de Educación Superior encargada de validar el programa. Otras IES
(con sede en el municipio o próximas a él) participan en el apoyo académico y a
dministración de los programas de formación.
h) Los ambientes de aprendizaje y las prácticas educativas estarán ligados
a las necesidades y características de las distintas localidades.
i) La formación se basa en la vinculación activa entre los estudios, el tra
bajo y la vida social.
j) Las modalidades curriculares deben ser flexibles, para adaptarse a las d
istintas necesidades educativas, a las diferentes disponibilidades de tiempo par
a el estudio, a los recursos disponibles y a las características de cada municip
io.
k) Se desarrollarán recursos nacionales de apoyo a la formación (materiales
escritos, material en línea, productos audiovisuales, teleclases, teleconferenc
ias, grupos de consulta, redes de expertos, sistemas de divulgación, consulta y
debate).
l) Se desarrollarán unidades y ejes curriculares comunes para distintas car
reras y distintas instituciones, que faciliten el trabajo interdisciplinario y l
a movilidad estudiantil y profesoral entre un programa y otro.
m) Se crearán los mecanismos para la acreditación de experiencias, estudios
y saberes en provecho de la diversificación de trayectorias formativas.
Consideraciones finales.
La irrupción de un nuevo bloque histórico en Venezuela a partir de 1999, fue el
resultado de contradicciones agravadas en el seno de las relaciones sociales de
producción que, finalmente, produjo el divorcio total entre las masas populares
y las clases dirigentes tradicionales. Estas últimas habían dejado de cumplir su
función económica y cultural, desencadenando una crisis orgánica que desembocó
en los resultados electorales de 1998, que decidieron la suerte del antiguo bloq
ue histórico: la extinción de la Cuarta República.
Las nuevas clases dirigentes de la Quinta República, como se ha denominado el nu
evo bloque histórico, entienden que la sustitución de un bloque histórico por ot
ro emergente implica cambios en las instituciones que forman la superestructura
ideológica y política de ese bloque histórico, pues precisamente su función es l
a de reproducir y difundir los valores de la clase dominante en toda la sociedad
.
Llevar a cabo estos procesos, ha implicado la transformación del paradigma educ
ativo en la Venezuela contemporánea, vinculado intrínsecamente a un nuevo proyec
to nacional el cual se fundamenta en el desarrollo endógeno, una estructura soci
al más igualitaria, soberanía política y un mayor grado de independencia de los
centros del sistema mundial.
Los dos proyectos bandera de la nueva praxis transformadora en materia educativa
han sido la Misión Sucre y la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), cuyos
objetivos centrales son la construcción de un sistema nacional de Educación Sup
erior dirigido hacia el desarrollo humano integral y sustentable y la promoción
de la justicia social a través de la inclusión de aquellos históricamente exclui
dos de la Educación Superior. Ambos fueron lanzados en el 2003; no obstante, en
Septiembre de 2005 la Misión Sucre fue integrada académicamente a la UBV.
La intervención educativa y cultural ha producido fuertes reacciones por parte d
e la oposición venezolana quienes mencionan que las misiones educativas (Robinso
n, Sucre y Ribas), son para adoctrinar a los estudiantes y "cubanizarlos", en me
nción al sistema comunista de Cuba, con el cual el gobierno del Presidente Cháve
z mantiene buenas relaciones.
Desde el gobierno, se reclama que estas críticas carecen de sentido, y afirman q
ue es imposible educar sin adoctrinar, toda educación está asociada a una ideolo
gía. Señalan que hay un cambio de una ideología individualista de tipo capitalis
ta sometida a los intereses extranjeros, especialmente estadounidenses, hacia ot
ra nueva, solidaria y socialista, convencida en la necesidad del Desarrollo Endó
geno y las capacidades creativas del pueblo venezolano.

Referencias bibliográficas.
Muhr, Thomas y Verger Antoni (2006). Venezuela: Higher Education For All. (Págin
a web en línea, disponible en http://www.jceps.com/?pageID=article&ID=63 Consult
a: 30/09/2008.
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior. http://www.mes.gov.ve
Portelli, Hughes. Gramsci y el Bloque Histórico. Editorial Siglo Veintiuno. Méxi
co, 1979.

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