Está en la página 1de 7

Es el nombre dado a la epopeya escrita

en la edad media o a una manifestación


literaria extensa perteneciente a la épica
que narra las hazañas de un héroe que
representa las virtudes que un pueblo o
colectividad consideraban modélicas
durante el Medievo.
Esto era esencial para la existencia de
cualquier poema épico, ya que no son
composiciones para ser leídas, sino para
ser cantadas por un juglar ante su
 En los siglos XI y XII, los juglares las divulgaban
oralmente, debido al analfabetismo de la
sociedad de la época (véase Mester de juglaría).
Aunque su longitud varía entre los 2.000 y los
20.000 versos, como media no solían exceder los
4.000. Esta cantidad de versos ya suponía que el
juglar que lo recitaba en público tuviera que
fragmentar su relato en más de una jornada.
Esto parece demostrarse por la existencia de
determinados pasajes (de entre 20 y 50 versos)
en los que se hace un resumen de lo
anteriormente acontecido, probablemente para
refrescar la memoria del auditorio o introducir en
el relato a los nuevos espectadores. Los cantares
se agrupaban en tiradas variables de versos, que
se relacionaban por tener la misma asonancia al
final de cada verso y por constituir una unidad
 Es nuestro primer cantar de gesta. Su
espíritu revela un hondo castellanismo,
peculiaridad española indiscutible.
Exalta las gestas del gran caudillo
castellano Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid
Campeador (1040-1099).
Se divide en tres partes:
 Cantar del destierro, El Cid
 Cantar de la boda de las hijas del Cid
 Cantar de la afrenta de Corpes
 Cantar del destierro: El Cid , al volver a
Castilla, después de haber ido a cobrar
unos tributos a Andalucía, es acusado
de falta de honradez por unos
envidiosos. El Rey lo destierra; el Cid
marcha, con unos cuantos guerreros
adictos, a Burgos, en donde nadie lo
alberga por temor a las represalias de
Alfonso VI. Logra engañar a unos judíos
pidiéndoles dinero a cambio de dos
arcas de arena, que ellos creen llenas
de oro y plata. Se dirige al Monasterio
de Cardeña, en donde se despide de su
esposa y de sus hijas Elvira y Sol.
Marcha con los suyos hacia Aragón y
 Cantar de la boda de las hijas del Cid:
El Cid conquista Valencia y envía a su
amigo Alvar Fañez a la Corte
Castellana, con grandes regalos para el
Rey y con la súplica de que autorice a
Doña Jimena y a sus hijas a que se
reúnan con él en dicha ciudad. El Rey
accede, y el Campeador los recibe con
grandísima alegría. La fortuna del Cid
despierta la envidia y la codicia de los
Infantes de Carrión, que quieren
casarse con las hijas del Cid. El Rey
pide al Cid que acceda a este
matrimonio. Rodrigo da su
consentimiento con grandes recelos;
 Cantar de la afrenta de Corpes: Se escapa un león del
palacio del Cid y los Infantes de Carrión, huyen
amedentrados. Por ésta y otras cobardías son objeto de
constantes burlas. Piden permiso al Cid para trasladarse
con sus hijas a Carrión, y él accede. Pero apenas entran en
tierras castellanas golpean cruelmente a sus esposas y las
dejan abandonadas en el Robledal de Corpes. El Cid pide
justicia al Rey y reta a los infantes. Dos guerreros del Cid
luchan con ellos y los vencen. Elvira y Sol se casan con los
Infantes de Navarra.
Autores del cantar . Su valor histórico.
El Cantar del Mio Cid se conserva en un manuscrito,
propiedad hoy de la Biblioteca Nacional , copiado en 1307
por un tal Pedro Abad, pero el poema fue escrito mucho
antes, el Cantar tal como lo conocemos actualmente, fue
escrito por dos poetas distintos y desconocidos, un juglar
de San Esteban de Gormaz y otro de Medinaceli
La métrica.
La métrica es sumamente irregular, los versos oscilan
entre once y dieciocho silabas, predominan los versos de

También podría gustarte