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El frío intenso y los asesinos

Andrei Manchuk
Kommunist.ru
Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S.Comín

En apenas poco menos de un mes, desde el 16 de enero hasta el 13 de febrero, en


Ucrania han muerto por congelación 900 personas. Una media de 32 al día. No son
tantas, en el global de la estadística general de mortalidad. Por supuesto, estaríamos
hablando de las cifras oficiales, maquilladas. El periódico "Sievodnia" recoge dos casos
idénticos producidos en dos ciudades distintas; en la región oriental en Torez y en la
occidental, en Ivano-Frankovsk, los médicos locales se negaron a reconocer la causa
real de la muerte de los fallecidos en sus apartamentos, atribuyendo el hecho al infarto.
Hay indicios para creer que este tipo de engaños es una práctica habitual. Los
funcionarios de sanidad llevan la contabilidad mirando de reojo a las elecciones, y por
eso no están para nada interesados en una estadística "honrada" de las muertes
"sociales".

Pronto la estadística será completada con aquellos que tardan en abandonar este mundo,
haciéndolo en los hospitales. Más de diez mil ucranianos han acabado hospitalizados
con el diagnóstico de "sobreenfriamiento del organismo", mientras que cinco mil
quinientos lo hicieron con el de "congelación".

"Un 15% de los afectados han tenido que sufrir algún tipo de amputación. Por lo
general, se ha tratado de extremidades; pies, dedos de pies y manos congelados",-
describe con naturalidad un cirujano de Donietsk. Un indigente con una pierna
amputada, sin medios para curarse, es una persona doblemente muerta. Su muerte sólo
se ha prolongado en el tiempo, haciéndola aún más dolorosa.

Estamos hablando precisamente de las personas sin hogar: "Entre los fallecidos por
congelación hay una mayoría de las capas marginales "asociales" de la población, que
han sido traídos a los centros médicos, en un estado muy grave o ya muertos, muchos de
ellos". Así son descritas las víctimas de congelación, por el diligente Ministerio de
Sanidad de Ucrania.

Probablemente nuestro camarada Valeri Tainov también debe entrar para ellos en ese
grupo de "capas asociales". Hace unos días fue detenido por una patrulla de la policía de
la capital. Le dieron una paliza, le quitaron la cazadora y lo abandonaron en una calle
desierta en mitad de la noche, para que tomase un poco el aire. Una práctica habitual de
la policía de las llanuras del norte. Durante las recientes heladas en Moscú, la policía
local organizó el asesinato secreto de indigentes y vagabundos, sacándolos de los
refugios donde podían refugiarse y sobrevivir. No faltó la gentuza que apoyó este
crimen premeditado. Recuerdo la palabrería ruin de "lo sano que es el frío ruso", el
llamamiento fascista de "sacar a refrescar a todas las cucarachas y pulgas de nuestros
pisos". Recuerdo cuanto les divertían estas muertes, a todos estos personajillos que
habitan los basureros de la Internet rusa:

Un vagabundo, en posición de loto junto al contenedor,


La diñó sorprendido, por el frío helador.
Seguramente se sorprenderán, pero hay cosas más repugnantes que versos como ese. La
reciente declaración de unos cuantos diputados, propuesta por el "jefe de la oposición"
Yanukovich, y el presidente de la Cámara, Litvin. Estos auténticos detritus de la
sociedad, supieron sacar partido calentándose las manos con los cadáveres fríos,
arañando con esta estratagema unos cuantos votos a los electores. Los vagabundos vivos
no interesan para nada a los politicuchos. Un funcionario anaranjado honrado, se
permitió incluso murmurar en público, que "siempre habían habido heladas" por lo que
sus víctimas son una "estadística previsible".

¿Es asesino el frío? No. Pero si que hay asesinos de sangre caliente, que pretenden echar
la culpa de sus víctimas a las heladas y el alcoholismo. El Ministerio de Sanidad nos ha
propuesto una buena definición. "Capas asociales", no son la gente sin casa, sino todos
esos sinvergüenzas del establishment (sic), responsables directos de esas muertes.

Es cierto que siempre ha habido heladas. Pero los vagabundos no han existido siempre.
Maria Fiodorovna, vieja conocida de nuestra familia, trabajó muchos años en Protección
Civil. Las noches de frío intenso recorrían la ciudad en sus furgones, recogiendo a la
gente que había quedado en la calle con síntomas de intoxicación etílica, y que corría
peligro de morir por congelación. Entonces eran los únicos que corrían ese riesgo. La
combinación de las letras BOMZH no le decía nada a nadie. (Siglas con las que se
denomina a los vagabundos. Primeras letras de la expresión: sin lugar de residencia
definido. N de la T).

Cada muerte por congelación se consideraba una tragedia. Se abría una investigación
especial, repartiendo la responsabilidad entre la policía, Protección Civil, las
ambulancias, e incluso entre los porteros de las comunidades de vecinos. En los años
70, en Kiev, los casos de muerte por congelación no pasaban de uno o dos al año. ¿Pero
no os daría tiempo a pasar por todas las calles, a encontrar a todos los borrachos?- le
pregunté sorprendido y con desconfianza por tan bajas estadísticas. "La gente que los
encontraba, por lo general se los llevaba a casa y luego llamaban a la policía o a
nosotros. Entonces nadie pasaba indiferente junto a alguien tirado en el suelo"- me
respondió Maria Fiodorovna.

¿Un clima distinto? No, un mundo distinto.

Se me podrá acusar de "propaganda del comunismo soviético", de la "idealización de un


pasado totalitario"; espero los recordatorios sobre el GULAG y las hambrunas. Venga,
escribid a nuestro correo. Luego nos daremos una vuelta en ambulancia por el bulevar
Shevchenko o iremos al hospital Octubre, donde llegan los sin techo de Kiev, para ser
operados de urgencia. Preguntémosles a esta gente (antes de que engrosen el
martirologio oficial de víctimas de la congelación y del mercado), qué época, qué
sistema, qué vida escogerían ahora.

Caminábamos por la fría ciudad, y una estudiante, una chica de familia acomodada, me
preguntaba insistentemente sobre el socialismo.
"Socialismo, es cuando la gente no muere congelada en la calle", - le respondí.

¿Acaso no es así?

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