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Gabriel García Márquez: el

escritor de la fantasía y la realidad

El nobel colombiano fue uno de los autores


más significativos del boom latinoamericano y
principal representante del realismo mágico.
El realismo mágico
 El realismo mágico se define como la preocupación estilística y el
interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común.
No es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la de suscitar
emociones sino más bien expresarlas y es, sobre todas las cosas, una
actitud frente a la realidad.
 Para Gabriel García Márquez, lo que hacía que el realismo mágico
fuera novedoso y efectivo fue la interacción entre sus dos mitades. La
forma en que el mágico fluye sin fisuras hacia lo real, intensificando
el efecto de ambos. Él estaba influenciado, por la forma en que su
abuela contaba historias. “Ella contaba cosas que sonaban
sobrenaturales y fantásticas. Pero con total naturalidad.

Consiste en la interacción en una misma historia de elementos


ficticios con elementos de la realidad más cotidiana
 García Márquez así nos presenta un mundo extraño donde es difícil separar
lo real de lo fantástico. En medio de esta confusión, no obstante, nos
muestra la vida cotidiana de la gente común, con todos sus problemas, sus
alegrías, sus engaños, y su magia. Encontramos una burla de la política, un
comentario sutil de la esclavitud y los perjuicios y la jerarquía social que
crea, y una crítica de la opresión de los dictadores.

Estos comentarios, sin embargo, están escondidos y nublados por la hipérbole,


la comedia, la fragmentación, y, por supuesto, por el realismo mágico.

Para el lector, es difícil, a veces, separar lo increíble de lo exagerado


y lo mítico de lo actual. Así, muchas veces encontramos un choque
entre la percepción de la realidad que tienen los personajes versus la
que tiene el lector. Este choque le da al texto una calidad mágica,
pero nunca podemos estar seguros si es (y que es) la realidad.
Estilo de Gabriel García
 El realismo mágico acercó a los individuos la posibilidad de
cuestionar la sociedad, el poder, la política imperante en
América Latina, desde una visión fantástica. García Márquez
hizo esto posible a través de sus textos, que lograron
transformar no solo a la literatura latinoamericana, sino
también a los lectores del mundo que comenzaron a ver
nuestras tierras diferentes ojos.
 Los temas más recurrentes de sus obras son el abuso de poder,
la degradación de la población autóctona, el miedo, y la
represión. La novedad fue el estilo y las técnicas narrativas,
como la utilización del tiempo no lineal, el tinte fantástico, los
monólogos interiores y la circularidad de las historias.
Ejemplos en sus obras
 Una de sus obras más importantes fue precisamente
Crónica de una Muerte Anunciada. Está basada en un
hecho real que se puede apreciar en la labor de
documentación a través de documentos judiciales y
testimonios. A su vez vemos que describe estos hechos
reales con técnicas propias del realismo mágico como el
gigantismo y la exageración.

 Del amor y otros demonios, por ejemplo, empieza con una


escena donde una niña recibe un mordisco de un perro.
Después, cuando menciona otras hechos, muchas veces lo
hace con referencia al mordisco -- si ocurrió antes o
después, etc. Al referirse constantemente a los mismos
eventos, García Márquez nos hace creer que sí, son reales
y que ocurrieron. Por otro lado, sin embargo, a veces
estos hechos son tan extraños que dudamos si son
posibles. Su técnica del intratextualidad a menudo sirve
Ejemplos en sus obras
A pesar de esta confusión, García Márquez tiene éxito
al relatar la vida diaria de la gente común. Aunque un
sentimiento de tragedia forma parte de la vida y la
mente de esta gente, el autor nos presenta todo con una
actitud de humor hacia la vida. Sus exageraciones y
su uso del absurdo, por ejemplo, añaden un
elemento cómico, aun a las situaciones más graves.
Ejemplos en sus obras
 Otro tema constante en sus obras es la
soledad. El amor en los tiempos del cólera,
como todos los trabajos de Gabriel García
Márquez, explora el desamparo de la persona
y de la especie humana, un retrato a través del
abandono del amor.
 En varias de las obras de este autor, entre ellas
El coronel no tiene quien le escriba, La mala
hora y La hojarasca, hay sutiles referencias
sobre La Violencia, esa guerra civil entre
conservadores y liberales que se prolongó
hasta los años sesenta, causando la muerte de
varios cientos de miles de colombianos. Son
referencias a situaciones injustas que viven
diversos personajes, como por ejemplo el
toque de queda o la censura de prensa.
¿Cuál era su técnica literaria?

Se inventaba términos, escogía


adjetivos raros, empleaba
analogías sorprendentes.
Tenía una profunda formación
poética: por eso sus textos parecen
musicales.
En qué se basaba su técnica?

Las metáforas. Fue uno de los recursos mejor


empleados por el autor. La metáfora sustituye una cosa
por otra para acrecentar su sentido. Por ejemplo, "lloró
con lágrimas de aceite ardiente que le abrasaron las
entrañas"; "Tuvo que remontar los afluentes de la
memoria"; "la medalla de fuego permanecía en su
retina" (un eclipse).
Las analogías y símiles. Sabía retratar imágenes con
comparaciones seductoras (usando el 'parece', o 'como').
"Los alcatraces inmóviles en el aire con las alas abiertas
parecían muertos en pleno vuelo". "Piedras enormes
como huevos prehistóricos".

Los adverbios. Había que rehuir de todos los adverbios


terminados en 'mente'. "Porque me parecen feos, largos y
fáciles, y casi siempre que se eluden se encuentran formas
bellas y originales", dijo en una entrevista para Ciudad Seva.
Los adjetivos. Dedicaba mucho esfuerzo a sustituir
los adjetivos tópicos por otros que producían un efecto
inesperado en la imaginación del lector. Por ejemplo:
ojos fosforescentes, respiración pedregosa, fiemo
empedernido, mosquitos carniceros…

Términos inventados. En El General en su


laberinto usó 'condoliente'. Dijo más tarde:
"Existen el verbo condoler y el sustantivo
doliente, que es el que recibe las condolencias.
Pero los que las dan no tienen nombre". (Ciudad
Seva)
Términos poco comunes. "Una hamaca colgada de dos
horcones con cabrestantes de barco". "La laboriosa
enumeración tronchó su último vahaje". Y hasta escogía
las flores por sus nombres más eufónicos como
"caléndulas y astromelias".

La musicalidad. Sus cuentos y sus novelas son muy


eufónicos. Se podrían leer en voz alta y reconocer su
hermosa musicalidad. Se debe a la profunda formación
poética del colombiano, quien aplicaba a sus oraciones una
métrica calculada (pie latino o griego). "Por propia iniciativa
[de adolescente] comencé entonces a leer mucho, poesía y
obras literarias en general, pero sobre todo poesía. Por eso
creo que mi estructura cultural es esencialmente poética..."
(Entrevista para Vogue).
Los párrafos esculpidos. Afirmaba que le encantaba trabajar
mucho los párrafos y reescribirlos. Algunos, como en Cien
años de soledad, contienen párrafos largos con oraciones muy
largas. También usaba mucho una técnica llamada inversión
por la cual se pone el final al principio, comenzando por un
verbo o por los complementos, para evitar que todas las frases
sonaran igual. Esa parte de la estructura era posiblemente lo
más trabajado. García Márquez lo llamaba en sus memorias
'romper párrafos'. "Ahogándose en la mare magnum de
fórmulas abstractas que durante dos siglos constituyeron la
justificación moral del poderío de su familia, la Mamá Grande
emitió un sonoro eructo, y expiró". (Funerales de Mamá
Grande)
Los diálogos fantasmales. No eran el punto fuerte de García
Márquez, como reconocería siempre. No se parecen mucho a los
excelentes diálogos de la novela americana del siglo XX, pero por
eso mismo, los diálogos de sus personajes tienen siempre un aire
fantasmal, poco natural, que aumenta el efecto mágico de sus relatos.

El primer párrafo. "Una de las primeras dificultades es la


de escribir el primer párrafo. He llegado a pasar meses para
'tomar la onda': apenas superado este escollo, el resto ha
salido facilísimo. Creo que con el primer párrafo logrado se
supera la mayor parte de los problemas que plantea escribir
un libro; allí queda definido todo: el tema, el tono, el
estilo.. (Vogue).
La exageración. Aguaceros que duran años, esponjas y
cangrejos que caminan por las casas, pelos de niñas muertas
que sigue creciendo, hombres con alas, mujeres con cuerpos
de araña… Según el autor: "Si tú escribes que has visto volar
un elefante, nadie lo creerá; pero si afirmas haber visto volar
cuatrocientos veinticinco, es probable que el público lo
crea". (Vogue)

Técnica cinematográfica. Algunas novelas como El coronel


no tiene quien le escribalas escribió García Márquez con
recursos de cine. "Cuando vuelvo a leer ahora el libro, veo la
cámara", confesó. (Dagmar Ploetz, en García Márquez) Se
refiere a que las escenas son muy visuales, que hay más
diálogos y que parece en algunos aspectos un guion de cine.
Estado de gracia. Confesaba que no podía acometer
ningún escrito sin inspiración. "Debo estar también en un
estado de gracia, con el tema preciso y el tono exacto
para desarrollarlo". (Vogue). "Estoy convencido de que
no es un estado de ánimo especial en el que se puede
escribir con gran facilidad y las cosas fluyan… Ese
momento y ese estado de ánimo parecen venir cuando
has encontrado el tema adecuado y la forma correcta de
tratarlo. Y tiene que ser algo que realmente te gusta
también, porque no hay peor trabajo que hacer algo que
no te gusta". (The Paris Review).
Las pequeñas acciones. El autor emplea el recurso (tomado de
Hemingway en El Viejo y el mar), de describir un personaje por sus
pequeñas acciones, como lo hace en El coronel no tiene quien le
escriba. Este coronel que espera que le den una pensión, vive pobre con
su mujer enferma: para ella reúne restos de café en una lata, revuelve
en un arcón hasta encontrar un vestido de boda que será su mortaja, y
hasta alimenta con granos de café a un gallo que es lo que le ha
heredado de su hijo fallecido… (Dagmar Ploetz, García Márquez).

La atmósfera. En sus narraciones suelen repetirse palabras


que envuelven la acción en una agobiante atmósfera. Abuela,
sol, polvo, aguacero, fritanga, pestilencia, pájaros, gallos,
mastines, patio, podrido, calor sofocante, funeral, misa,
viento, siglos, bananas, cataclismo, amor víboras, sudor,
criatura, selva, vapores, bíblico, muerto, hamaca, arsénico…

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