El surgimiento del pensamiento administrativo está ligado indudablemente a las necesidades
prácticas que han acompañado a la humanidad desde sus inicios como civilización. A pesar de la imposibilidad de datar exactamente sus orígenes antes del desarrollo de la escritura, el conocimiento sobre las condiciones de vida de los primeros hombres permite aventurar la hipótesis de que, debido a las necesidades prácticas para sobrevivir como la caza, la alimentación o la construcción de comunidades, estos precisaron de organizaciones jerárquicas o colaborativas entre los individuos de sus grupos, planeación de estrategias para la obtención de alimentos o la regulación de las etapas de cultivo y cosecha de sus sembrados El desarrollo de la escritura señaló un cambio fundamental en la mentalidad del hombre prehistórico y creó la posibilidad de llevar un registro exacto de múltiples transacciones, especialmente, de tipo comercial. Sin embargo, antes de que esto fuera posible, la organización y planificación de determinadas actividades era de vital importancia para la supervivencia en ambientes hostiles Los asentamientos a lo largo de la ribera permitieron el crecimiento de la agricultura y el surgimiento de una sociedad campesina. Paulatinamente surgió una clase social de terratenientes, poseedores de la tierra que tenían muchos cultivos y trabajadores. Finalmente, por medio de un proceso de centralización del poder, surge la figura del faraón para instaurar un tipo de gobierno político legitimado por medio de la herencia familiar y la creencia religiosa. La evolución de la administración como disciplina formal fue impulsada fuertemente por los cambios que se dieron en las relaciones industriales y por los avances en áreas como la psicología, la ingeniería y la tecnología.
Fundamentalmente estos cambios se dieron con la revolución industrial que se
efectúo a finales del siglo XVIII en Inglaterra. Esto dio lugar a la producción en serie y la sustitución de los talleres artesanales por las fábricas. De manera similar, todo esto impulsó la necesidad de la especialización del trabajo y la coordinación de las tareas para que la organización trabajará de forma eficiente. Haciendo que se dieran cambios profundos en las tareas de la administración. Esto provocó que surgieran nuevas teorías con el objeto de alcanzar mejoras en los métodos, en los tiempos y en los recursos utilizados.
Justamente a finales del siglo XIX aparecen algunas de las primeras
publicaciones de tipo científico sobre temas de la administración. Pero en el siglo XX el desarrollo tan acelerado que se dio en la sociedad obligó a revisar y a mejorar los procesos y las técnicas de la administración.