Está en la página 1de 39

Arthur Penn

Miércoles 27 de marzo,
2024
Tabla de contenido

• Las Major Companies, la MPAA, el código Hays y el colapso del sistema de estudios,.

• Teatro, cine y televisión: The miracle worker (1962).

• El nuevo Hollywood: Bonnie and Clyde (1967).

• Revisar la historia: Little big man (1970).


Las Major Companies de Hollywood.

• Para el año 1949, las Major Companies de Hollywood, también conocidas como The Big Five
(Paramount, Metro, RKO, Warner Bros y 20th Century Fox) producían del 60 al 75% de los
films americanos y el cien por ciento de los noticiarios, distribuían del 90 al 95% de la totalidad
del los films importantes y recibían entre el 85 y 90% de la totalidad de las recaudaciones.
La MPAA (Motion Picture Assosiation of America) y el código Hays.

• Su papel ha incluido la promoción de la industria del cine, la defensa de los derechos de propiedad
intelectual, y, notablemente, la administración de un sistema de calificación de películas para el
público estadounidense. La MPAA es conocida por su influencia en la regulación de contenido en
el cine y, actualmente, por su esfuerzo en combatir la piratería cinematográfica.

• El Código Hays, oficialmente llamado el Código de Producción Cinematográfica, fue un conjunto


de directrices morales para la producción de películas comerciales en Estados Unidos. Adoptado
en 1930 y rigurosamente aplicado desde 1934 hasta mediados de los años 50, este código buscaba
regular el contenido considerado inapropiado o moralmente cuestionable en las películas. El
código prohibía la explicitud en temas como el sexo, la violencia, y el crimen, y promovía valores
tradicionales, buscando asegurar que las películas no corrompieran a la audiencia.
Colapso del sistema de estudios

• 1947: 4.680 millones de entradas vendidas / 1954: 2.470 millones de entradas vendidas.

• 1946: 425 películas / 1954: 232 películas.

• 1946: 100 cine-parqueaderos / 1960: 4.700 cine-parqueaderos.


Televisión, teatro y cine: The miracle worker (1962).
“Arthur Penn lleva muy lejos la expresión física de un malestar específicamente moderno, el
del individuo, invariablemente marginal, que intenta oscuramente definir su identidad a través
de una relación siempre problemática con el otro y el mundo. lnadaptados para la
comunicación, ajenos a toda estructura social, sus personajes se inventan comunidades
paralelas, dentro de las cuales circulan intercambios codificados de signos, que constituyen su
lenguaje. ”

– Arthur Penn, Cuadernos de cine, p.10


“Lo más interesante es que Ann Sullivan utiliza la violencia —violencia física, que no es
defensiva, aunque la agresión puede partir de Helen— como método educativo. Penn es
indudablemente un hombre enormemente preocupado por la violencia y desde su primer film
se le ha considerado un cineasta violento. Penn dice que su obra es violenta porque la violencia
es parte integrante del carácter de este país. Estados Unidos es un país en que la gente realiza sus
ideas por medios violentos, ya desde la época del western, de la frontera”

– Christian Aguilera, La generación de la televisión: la conciencia liberal del cine norteamericano.


El nuevo Hollywood: Bonnie and Clyde
“No sabíamos con qué estábamos conectando. Después de Bonnie and Clyde, las paredes se
vinieron abajo. Todo lo que parecía construido con hormigón armado empezó a derrumbarse”.

– Arthur Penn, Cuadernos de cine, p. 42.


“Payasada barata y descarada sobre las horrendas barbaridades de esa sórdida pareja de
imbéciles como si se tratase de una juerga”.

– Bosley Crowther, The New York Times, 14 de agosto, 1967.


“Probablemente están más próximos a ciertos gángsteres aficionados de la Nouvelle Vague (no
en vano el guión le fue propuesto inicialmente a Jean-Luc Godard y a François Truffaut). En
sus actos hay algo de gratuito. Todo comienza cuando Clyde (Warren Beatty) asalta una
droguería sólo para jactarse ante Bonnie (Faye Dunaway). Son frustrados, disponibles,
irresponsables y también un poco exhibicionistas; parece que cometen sus robos para aparecer
en los periódicos (y no olvidan fotografiarse los unos con los otros)”.

– Christian Aguilera, La generación de la televisión: la conciencia liberal del cine norteamericano.


“Es absurdo ver en Bonnie and Clyde algún tipo de apología de la violencia. Penn se ha
mantenido siempre alejado de esta retórica simplista. Trata la violencia, por una parte, como
un elemento psicológico natural en cualquier cambio del ser humano, y por otra, como una
constante destacada de las perturbaciones sociológicas de su sociedad, la estadounidense.
Llama la atención hasta qué punto sus protagonistas carecen por completo de afán de poder
[...] No plantean ninguna opción ideológica, no es posible interpretarlos ideológicamente””

– Gaston Haustrate, Arthur Penn: la vida se mueve, p. 113.


“Lo único que necesitas para hacer una película es una chica y una pistola”.

– Jean-luc Godard, Cahiers du cinema 1958, p.43


Revisar la historia: Little big man.
“En Hollywood (durante los 70’s) se realizaron ensayos revisionistas y contrarrevisionistas
(…); todas películas sugerentes sobre Vietnam. De igual manera que el panorama político
norteamericano cada vez más polarizado, el western se dividió en vertientes radicales de
derecha e izquierda. Aquellos films protagonizados por John Wayne, y hasta cierto punto los de
Clint Eastwood, se enfrentaron a los westerns de Arthur Penn y Robert Altman. Sin embargo,
todos compartían una sensación de crisis, desilusión social y desconfianza por los valores
liberales convencionales”.

– J. Hoberman, Escritos sobre cine norteamericano, p. 210.


“Mi cine es político, porque todo cine lo es. Pero no me gustan los films de argumento
específicamente político. Ustedes están preocupados por el carácter violento de mis películas.
Yo vivo en una sociedad violenta, y me limito a expresar la violencia de esa sociedad. Mi
lenguaje no es sólo obra mía, sino en parte también una consecuencia del tiempo y del lugar
donde me ha tocado vivir. En ese sentido sí hago un cine político. Tengo aversión por las
películas que tratan de asuntos políticos, que no son, a mi juicio, los más esenciales para el cine.
Lo esencial son las gentes que padecen la política, no las gentes que la hacen”.

– Arthur Penn, Cuadernos de cine, p.8


“El héroe de Penn se cierra ferozmente al conocimiento de sí mismo y del mundo que podría
salvarle de su enajenación. Opaco para sí mismo, prefiere ser reconocido a conocerse y, si llega
el caso, prefiere la imagen deformada que ese reconocimiento le presenta a la realidad misma:
Billy el Niño está encantado con las novelas populares que propagan su nombre, de la misma
manera que Clyde Barrow esta encantado con la ‘Balada de Bonnie y Clyde’. Simbólicamente,
es tras esa lectura cuando superará su impotencia sexual, también simbólica: dándole una
identidad, el poema le convierte en un hombre. Jack Crabb en PEQUEÑO GRAN HOMBRE,
autobiografía fantasiosa de múltiples identidades, es el autor de su propia leyenda, bajo la cual
nadie podría encontrar la verdad”

– Christian Aguilera, La generación de la televisión: la conciencia liberal del cine norteamericano.

También podría gustarte