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Universidad de Lima

Facultad de Comunicación
Carrera de Comunicación

Bonnie & Clyde (1967):


análisis cinematográfico
Integrantes
Jorge Luis Farfán Vila (20183887)
Mario Gamarra Peña (20163111)
Mateo Rivas De Rossi (20191684)

Profesor
Ricardo Bedoya Wilson

Curso
Historia y Estética del Cine

Sección
602

Lima – Perú
Junio de 2022
Nos adentramos en un periodo que, para muchos, es el mejor en la historia del cine. Estamos
hablando del Nuevo Hollywood o New Hollywood; etapa que nos ha regalado numerosos
clásicos del cine como Bonnie and Clyde (1967), El Graduado (1967), The Last Picture Show
(1971) y El Padrino (1972). En esta etapa ya se había consolidado mucho más la teoría del
autor, la cual defiende que el director es el principal creador de todo filme. Directores como
Arthur Penn, Mike Nichols, Roman Polanski, Dennis Hopper, Peter Bogdanovich, y Francis
Ford Coppola son algunas de las caras de la revolución cinematográfica de los años 60-70. Es
curioso que tan solo un pequeño tiempo antes de esta época en la que la industria del cine se
encontraba en su cúspide, los Estados Unidos de América se encontraban en uno de sus
puntos más bajos. En 1963, el presidente John F Kennedy fue asesinado. Esto puso fin a una
era en el país; se pasó del sueño americano, a una pesadilla. El rol de presidente lo tomó
Lyndon B Johnson, quien tan solo un año más tarde, desencadenó la guerra de Vietnam;
guerra que perdieron, importante recalcar. El caos en Estados Unidos parecía no tener fin.
Todo continuó empeorando con los asesinatos de Robert Kennedy y Marthin Luther King;
dos otros crímenes que jamás tuvieron resolución.

Este contexto nacional impacta también a la industria cinematográfica. Al encontrarse en una


actualidad catastrófica en el país, se empezó a cuestionar el realismo de los filmes de
Hollywood. “In mid-to-late Sixties public discourse, the discrepancy between “official”
images and rhetoric and real world experiences (regarding the Vietnam War, for instance)
became increasingly obvious, and this gap in turn called into question all conventional
means of representation previously considered valid and true to life. As the liberal consensus
in American society was coming unstuck, for a brief time the generally accepted “realism” of
American television and Hollywood films seemed to be open to debate.” (Elsaesser, 2004).
Durante estos tiempos, Hollywood se encontraba en crisis, tanto financiera como creativa.
Las autoridades más grandes de la industria eran sujetos muy mayores, quienes carecían de
ideas nuevas y seguían derrochando dinero en películas de alta producción y baja calidad
narrativa. Además de esto, el público del cine empezó a tener otro interés: la televisión. Este
cambio en el público también generó un problema significativo para la industria del cine.
Cada vez menos gente invertía su tiempo y dinero en el cine. Hollywood parecía ir cuesta
abajo; sin embargo, aquí es donde Robert Denton y David Newman entran en la historia.

Denton y Newman son muy importantes en la historia del cine. Estos dos hombres
iluminados, inspirados a gran escala por la nueva ola francesa y su teoría del autor, sin tener
ningún tipo de experiencia en el cine, escribieron el magnífico guión de Bonnie and Clyde
(1967). Ellos le mandaron el guión a su ídolo de la Nouvelle Vague François Truffaut, quien
no pudo realizar el filme, pero quien se lo derivó a Warren Beatty, legendario actor de
Hollywood que, en esa época, solía interpretar papeles de “galán”. Beatty, cansado de actuar
siempre en un rol en el que no se sentía cómodo del todo, decidió apostar por la historia de
Bonnie and Clyde, película que fue completamente rupturista y significó una ola fresca de
cine. Warren eligió como director a Arthur Penn, con quien ya había trabajado antes y
también era un fuerte fanático de la nueva ola francesa. “A couple of years went by, and
Warren Beatty approached me with the script. He now owned an option on it. We had made a
film together called Mickey One, and our friendship had endured that. Now, Warren wanted
us to make Bonnie and Clyde and thought Clyde a fine role for him.” (Penn, 2000). Beatty y
Penn, juntos, crearon el filme que dio inicio al Nuevo Hollywood.

En cuanto a la industria del cine, todo empezaba a mejorar; sin embargo, el país seguía en un
estado crítico lleno de inestabilidad económica e inseguridad ciudadana. La terrorífica
situación del país y el emergente nacimiento del New Hollywood colisionan en un día trágico
para la historia del cine. Tan solo un mes después del estreno de Easy Rider (1969), película
muy representativa de esta nueva era del cine, un grupo de asesinos del séquito de Charles
Manson irrumpieron en la casa de Roman Polanski, histórico director quien también formó
parte de esta generación de hollywood. Polanski no se encontraba presente, pero Sharon Tate,
su esposa y reconocida actriz del momento, sí estaba en la casa y fue asesinada junto a un
grupo de colegas de la misma. Este suceso le recordó a la industria que, por más que el
mundo del cine esté brillando y se encuentre en ascenso, está en medio de un contexto
nacional oscuro. Este asesinato se tradujo en un cambio para la forma de contar historias
mediante películas, reforzando la vehemencia y crudeza de las narrativas de las películas del
Nuevo Hollywood, brindándole a las pantallas un sentido de realismo cruel que nunca antes
se había visto en el cine.

Habiendo revisado en qué consistió el New Hollywood, no se puede pasar por alto una
película como Bonnie and Clyde, debido a que es una de las películas que inició está época.
Bonnie and Clyde reflejó e influyó en un momento crítico de la vida estadounidense. La
película se situó en una encrucijada cultural profundamente significativa: un punto en el que
los valores estadounidenses se desviaron de una cómoda mentalidad de los años cincuenta a
una reconfiguración del mundo más complicada; donde el viejo sistema de Hollywood se
resquebrajó bajo el impacto de nuevas ideas y tecnologías; […] donde el sexo y la violencia
reemplazaron el romance y las insinuaciones.” (Friedman, 2000).
Esto fue posible gracias a la caída del código de censura, lo que llevó a una liberación de
restricciones para los realizadores, quienes ya no tenían el ancla anticuada y conservadora
que imponía el código, lo que creo al viejo Hollywood, ahora las películas mostraban
abiertamente temas que antes eran considerados tabú. Esto fue algo que remeció la época y
que marcaría el devenir de la industria cinematográfica estadounidense. “El 8 de diciembre
de 1967: la portada de la revista Time trae una ilustración de Robert Rauschenberg sobre
Bonnie and Clyde y un titular cruzado sobre el ángulo superior derecho que dice “The New
Cinema: Violence... Sex... Art”.” (González, 2017).

Y es que esto es lo que refleja el Nuevo Hollywood, violencia, sexo y arte. “Bonnie and
Clyde inauguró el New American Cinema, un período único en la historia del cine
estadounidense (1967-1980) que, entre otras elecciones estilísticas, enfatizó los aspectos
visuales más que los narrativos en la realización de películas. Sin embargo, Bonnie and Clyde
ejemplifica las conexiones íntimas entre la creación de grandes películas y las sociedades que
las engendran, incluso aquellas películas excepcionales que trascienden las épocas que rodean
su nacimiento.” (Friedman, 2000). De esto, se puede interpretar que el Nuevo Hollywood no
se rige más por la narrativa o propuestas más profundas, sino que refleja a la sociedad de su
época, pero sin limitaciones.

Por ende, se puede decir que Bonnie and Clyde no solo se benefició de la caída del código de
censura, sino que marcó la pauta para aquellas películas que la proseguirían. siendo de esta
manera uno de los pilares, no solo del New Hollywood, sino del cine y la cultura
estadounidense. “Si las películas de Bond legitimaron la violencia gubernamental, y las
películas de Leone la violencia parapolicial, Bonnie and Clyde legitimó la violencia contra el
establishment, la misma violencia que hervía en el corazón y la mente de cientos de miles de
personas contrarias a la guerra de Vietnam. [El guionista] Newman tenía razón: Bonnie and
Clyde, más que una película, fue un movimiento: como había ocurrido con El graduado, el
público joven la reconoció como ‘suya’” (Biskind, 2004).

Es por ello que Bonnie and Clyde es fundamental, puesto que reflejó de manera exacerbada a
la sociedad de su época. No eran más héroes o personajes ideales, eran dos amantes bandidos
que mataban, robaban y asaltaban a diestra y siniestra. Mientras que de por medio reflejaban
aquello que la gente quería u odiaba, tales como un amor ya no solo romántico, sino más
sexual; además, de reflejar la rebeldía contra el gobierno y el establishment, causados por la
desazón de la guerra de Vietnam y los problemas políticos que acaecían en el momento.
Prácticamente, se podría decir que Bonnie and Clyde no existiría sin la caída del código.
Puesto que los temas que tocan y el cómo lo tocan no habrían sido permitidos bajo las
cuadriculadas reglas de este.

La muestra de esto es el uso de la violencia, antes censurada o trastocada de tal forma que sea
maquillada y vista de manera poco clara. No obstante, esto cambió, “la violencia tenía que
sacudir al espectador. Las balas tenían que herir no solo a los personajes, sino también al
público. “No era habitual matar a alguien a balazos y verlo caer en el mismo fotograma; tenía
que haber un corte”, explica Penn. “Nosotros dijimos: ‘No repitamos lo que los estudios
llevan años haciendo. Tiene que ser una bofetada en plena cara’” (Biskind, 2004).

De esta manera, se puede ver cómo es que Bonnie and Clyde buscaba algo distinto y
valiéndose del final del código de censura, logró ser una película que mostraba temas hasta
entonces bloqueados, exacerbando la violencia y la sexualización del romance. Siendo así
una película sumamente innovadora y disruptiva para la época, que llegó a marcar la pauta
para sus sucesoras, dando inicio así al New Hollywood. Un cine con menos prejuicios, una
propuesta visual impresionante y que conectaba con un público joven y ansioso de ver algo
nuevo, algo que refleje más su forma de ser y su desperfecta sociedad.

Ahora bien, Bonnie and Clyde no puede ser desentendida de su época. No tanto del periodo
en que suceden los eventos, el cual comprende 21 meses entre 1932 y 1934 (Britannica, s.f.),
sino de la coyuntura social y política estadounidense de los sesentas. “The Sixties”, como los
llaman Braunstein y Doyle (2002), se basó en el reconocimiento de que el país pacífico,
generoso y honrado en el que buena parte de norteamericanos creía que vivía, no existió ni
había existido (p. 3). Así, hablar de la década de los 60s es hablar del movimiento por los
derechos civiles liderado por Martin Luther King, de la Guerra de Vietnam, y por supuesto,
de la cultura hippie.

Quizás el surgimiento de esta última como contrarrespuesta a las empresas geopolíticas en las
que EE.UU. participó, es el reflejo más nítido de la audacia e ímpetu de los amantes ladrones.
Y es que un tema recurrente en la película es la sexualidad, vista tanto desde una perspectiva
reivindicativa y pasional, como también desde su lado menos agradable, como el de la
impotencia sexual. La explicitud en el abordaje de esta temática, si bien paradigmática para el
cine norteamericano, no fue gratuita. Boland (2010) explica que en los 60s hubo “a shift in
American values toward openness in addressing sexuality and violence as well as other
societal issues” [un cambio en los valores norteamericanos hacia la apertura en la discusión
de la sexualidad y la violencia, así como otros problemas sociales] (párr. 1).

Arthur Penn plantea la dimensión sexual del film desde el primer plano, cuando muestra los
labios de Bonnie de manera sugerente, seductora, tratamiento que solo se acentúa al revelar la
desnudez del personaje. Sin embargo, en la misma escena también vemos la otra cara de la
cuestión, con una Bonnie aburrida, inquieta, esperando algo que todavía no sabe qué es. Otro
momento interesante ocurre poco después de que Bonnie y Clyde se conozcan y están frente
a una bodega. Cuando Bonnie le reta a Clyde a que demuestre si sabe usar su pistola, él la
sostiene a la altura de la entrepierna y Bonnie es notoriamente excitada. La paradoja vendría
después, cuando a pesar de un par de intentos, Clyde no consigue satisfacer a Bonnie. “I’m
not much of a lover boy”, le dice. De esta forma, Penn posiciona a la sexualidad no solo
como un componente temático, por momentos ridículo, sino como una herramienta para
expresar el sentido de escapismo, el cual es eventualmente alcanzado a través del crimen
(Kempson, 2015, párr. 3).

En esa línea, otro de los ejes del largometraje es la violencia, la cual desafió todas las normas
del entonces existente código Hays (Lin, 2017). Pauline Kael (1967) lo plantea muy bien en
su reseña publicada en The New Yorker, el mismo año de estreno que el film: “‘Bonnie y
Clyde’ necesita la violencia; la violencia es su significado” (párr. 15). Aquí conviene
cuestionarnos de quién viene la violencia. ¿Es de una banda de ladrones que no tienen mayor
reparo en quitarle la vida a policías? ¿O de un grupo de estos últimos, que cuando tienen la
primera oportunidad, sacan lo peor de sí y devuelven toda la crueldad que les fue dada?

Penn no se va a animar a formular una respuesta, pero a pesar de ello, sí es verdad que uno
empatiza con los amantes. Probablemente sea porque vemos su lado más íntimo y humano,
por ejemplo, cuando Bonnie conversa y se despide de su madre, o cuando todos le celebran a
C.W. Moss por su nuevo tatuaje —que, curiosamente, consiste de unas palomas de la paz y
un corazón con la inscripción “Love”, lemas bandera del movimiento hippie—. Pero más allá
de la respuesta que los personajes puedan generar en el espectador, Bonnie and Clyde es para
la época lo que Bonnie y Clyde representaron en vida: una forma de rebeldía, una conducta
transgresora frente a quienes hacían un uso desleal del poder, una postura anti-establishment.
Referencias bibliográficas

Biskind, P. (2004). Moteros tranquilos, toros salvajes, Barcelona: Anagrama.


Boland, W. K. (2010). "The Breakdown of Censorship in American Cinema." Inquiries
Journal/Student Pulse, 2(03). http://www.inquiriesjournal.com/a?id=209
Braunstein, P., & Doyle, M. (2002). Imagine Nation: The American Counterculture of the
1960's and 70's. Hoboken: Taylor and Francis.
Britannica (s.f.). Bonnie and Clyde: American criminals. https://www.britannica.com/
biography/Bonnie-and-Clyde-American-criminals
Elsaesser, T. (2004). The Last American Picture Show. New Hollywood Cinema in the 1970s.
Amsterdam University Press. https://library.oapen.org/handle/20.500.12657/35116
Friedman, L. (2000). Bonnie and Clyde. Londres: British Film Institute.
González, J. C. (2017). Hollywood año cero. Revista Universidad de Antioquia, 130-133.
Lin, J. R. [The Take] (2017). Bonnie and Clyde: Sexy, Bloody, and Sticking It To The Man
[Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=ZnIvMvAQCxA
Kael, P. (1967). “Bonnie and Clyde”. https://www.newyorker.com/magazine/1967/10/21/
bonnie-and-clyde
Kempson, J. S. (2015). "Living with Evil: Crime and Sexuality in Bonnie and Clyde and
Chinatown." Inquiries Journal/Student Pulse, 7(03). http://www.inquiriesjournal.com/a?
id=1011
Penn, A. (1967). Bonnie and Clyde [Película].
Penn, A. (2000). Arthur Penn’s Bonnie and Clyde. Syracuse University.
https://www.worldcat.org/title/arthur-penns-bonnie-and-clyde/oclc/1022610636

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