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DEFINICIÓN
Para llegar a esos dos objetivos, tuvieron que pasar muchas etapas
de ensayo y error, desde rituales de transmisión de la propiedad, la
simple tradición de las cosas o bien anotación de partidas, los
registros han evolucionado hasta lo que hoy se implementa.
1. CENSOS
Al igual que la mancipatio, “solo se usaba para las “res mancipi” ya
sea que se tratara de bienes muebles o inmuebles. Era un juicio
fingido que encubría un negocio de transferencia de bienes; un
simulacro de juicio reivindicatorio, en el que el demandado confesaba
la demanda.
C. TRADITIO
La traditio consistía en la entrega física de la posesión de la cosa enajenada,
con la intención de las partes de transmitir la propiedad y de adquirirla.
En esta figura se daban tres elementos: la intención del enajenante de
transmitir su propiedad y el adquirente de adueñársela; la existencia de una
causa justa o eficiente de la transmisión, que normalmente era un contrato; y
la entrega física de la cosa.
Era aplicable a toda clase de bienes, y sin la intervención de ritos o
fórmulas. Se trataba de una entrega de la cosa con desapoderamiento. Por
eso en el lenguaje jurídico moderno, la tradición también quiere decir
entrega.
DERECHO JUSTINEANEO
En este periodo, siguiendo las características del derecho clásico,
se conserva la traditio como modo de adquirir la propiedad.
Es con el Código Civil de 1877 que se estableció por primera vez el registro
de la propiedad en Guatemala, lo cual sin dudarlo fue una innovación
beneficiosa para la seguridad jurídica en materia de inmuebles.
Es partir del 15 de septiembre de 1877, fecha de inicio de vigencia
del primer Código Civil, durante el gobierno de Justo Rufino
Barrios, que se fundo el registro de la propiedad, que en tal época
se le denomino “toma de razones hipotecarias.
Después, con la emisión del actual Código Civil, Decreto Ley 106, del año
de 1963, emitido durante el mandato del Jefe de Gobierno Enrique Peralta
Azurdia, se amplía la categoría de bienes sujetos a inscripción en el registro
de la propiedad, encontrándose sometidos a inscripción tanto los bienes
inmuebles como los muebles.
En cuanto al Registro Civil, la secularización que se llevó a cabo en Europa,
específicamente en Francia con el Código Napoleónico, fue seguida por
muchos países, entre ellos Guatemala, que con la emisión del Código Civil
de 1877, se le instituyo por primera vez como una dependencia estatal,
abandonando con ello la órbita laica en que permanecían los archivos
concernientes al estado civil de los habitantes de la época.
De acuerdo con lo preceptuado en el Código Civil de 1877, la persona
encargada del Registro Civil, debía reunir determinadas calidades. En la
ciudad capital, era un funcionario a quien se designaba como depositario del
Registro Civil, nombrado por el gobierno por 4 años prorrogables, debiendo
ser ciudadano en ejercicio, de notoria buena conducta y abogado o escribano
público.
El Código Civil de 1877 fue el que fijo firmemente las bases de la
institución del registro civil en Guatemala, las cuales posteriormente fueron
modificadas por el Código Civil de 1933.
En la actualidad las disposiciones del Registro Civil regulado por el Decreto
Ley 106, Código Civil, que data del año 1963 fueron derogados, debido a la
emisión de la Ley del Registro Nacional de las Personas, Decreto número
90-2005 del Congreso de la República, la cual norma la institución
denominada registro nacional de las personas, RENAP, que sustituyó al
Registro Civil, en cuanto a sus funciones esenciales, como las concernientes
a la inscripción, anotación y modificación del estado civil de las personas.