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El gobierno de Luis Miguel Sánchez Cerro (1931-1933) se enfrentó a la oposición del partido aprista luego de ganar las elecciones de 1931, a las que los apristas alegaron fraude. Esto llevó al gobierno a aprobar una "Ley de Emergencia" que prohibió al APRA y le dio poderes dictatoriales para reprimir a la oposición, especialmente a los apristas. El APRA tenía su bastión en el norte del Perú y rechazó reconocer al gobierno de Sánchez Cerro.
El gobierno de Luis Miguel Sánchez Cerro (1931-1933) se enfrentó a la oposición del partido aprista luego de ganar las elecciones de 1931, a las que los apristas alegaron fraude. Esto llevó al gobierno a aprobar una "Ley de Emergencia" que prohibió al APRA y le dio poderes dictatoriales para reprimir a la oposición, especialmente a los apristas. El APRA tenía su bastión en el norte del Perú y rechazó reconocer al gobierno de Sánchez Cerro.
El gobierno de Luis Miguel Sánchez Cerro (1931-1933) se enfrentó a la oposición del partido aprista luego de ganar las elecciones de 1931, a las que los apristas alegaron fraude. Esto llevó al gobierno a aprobar una "Ley de Emergencia" que prohibió al APRA y le dio poderes dictatoriales para reprimir a la oposición, especialmente a los apristas. El APRA tenía su bastión en el norte del Perú y rechazó reconocer al gobierno de Sánchez Cerro.
• En agosto de 1930 el coronel Luis Miguel Sánchez Cerro
asumió la presidencia de una junta militar de gobierno. Aunque era muy popular, prefirió legitimar su mandato a través del sufragio. Para tal efecto, creó la Unión Revolucionaria (UR), un partido político de derecha que tenía el respaldo de los sectores populares más tradicionales. Su más importante competidor Víctor Raúl Haya de la Torre, líder del partido aprista, quien era apoyado por los trabajadores y las clases medias empobrecidas en especial en el norte del país. I.-ACCIONES ENTRE LOS CANDIDATOS El discurso revolucionario del aprismo espantó a la oligarquía, a los militares y a la Iglesia Católica. Estos grupos conservadores respaldaron a Sánchez Cerro porque consideraban que era el único que conservaría el orden social. Luego de la victoria en las elecciones de Sánchez Cerro de 1931, los apristas alegaron que se había cometido un fraude. Haya de La Torre no admito su derrota y se proclamo «Presidente moral del Perú». Ante esto el congreso dio ley de emergencia que dejo al APRA en la ilegalidad. II.-ACCIONES ENTRE LOS CANDIDATOS Los apristas, pese a no reconocer el gobierno legítimo de Sánchez Cerro, mantuvieron a sus representantes en el Congreso Constituyente, desde donde desataron la más extremada oposición. El APRA tenía su bastión en el departamento de La Libertad, en el norte peruano. Dos días antes de la toma de poder de Sánchez Cerro, se habían producido en Paiján (provincia de Trujillo) un enfrentamiento entre la policía y el pueblo, dejando como resultado diez muertos y numerosos heridos LEY DE EMERGENCIA
El gobierno de Sánchez Cerro propuso entonces al Congreso la
aprobación de una llamada «Ley de Emergencia», por la cual, a fin de defender el orden público y la paz social, el Poder Ejecutivo debía ser autorizado para imponer sanciones de carácter judicial: multas, expatriación, confinamiento; para suspender el derecho de reunión; para clausurar centros o asociaciones, etc. Dicha ley fue aprobada por el Congreso tras una tumultuosa sesión realizada el 8 de enero de 1932.3 En la práctica, el gobierno se convertía en una dictadura legalizada, con “autorización” para reprimir a los opositores, en especial a los apristas, aunque también a los comunistas (los militantes de la Unión Revolucionaria acuñarían el término de procomunista para confabular a ambos grupos políticos).