Convulsión relacionada con clozapina a dosis bajas: reporte de un caso y revisión de la literatura

Doris Marcela Moreta Chango, Brenda Muñoz Camacho, Andres Julián Rodriguez; S1 – P010

Clínica Dharma; 11 5091-6760

La esquizofrenia resistente a fármacos se caracteriza
por ser tratada frecuentemente con clozapina. Sin
embargo, la clozapina disminuye el umbral epiléptico
pudiendo provocar convulsiones como efecto adverso
grave que conlleva varias complicaciones. Las
convulsiones asociadas a clozapina se consideran
dosis-dependiente y en raras ocasiones ocurren a dosis
bajas.
Presentamos el caso de una mujer argentina de 58 años
con antecedentes de esquizofrenia resistente en
tratamiento con clozapina durante varios meses con
una dosis inicial de tratamiento 25mg/día, sin
antecedentes neurológicos sugestivos de actividad
epiléptica y como único dato relevante hipertensión
arterial. La paciente sostiene mejoria en su tratamiento
durante un intervalo de 2 meses con dosis de 300
mg/dia.
Posteriormente realiza una convulsión tónico-clónica
generalizada repentina durante 2 minutos
aproximadamente con alteración persistente de la
conciencia, relajación de esfínteres. La paciente es
derivada a Clínica Médica para valoración, donde se le
realiza EEG, análisis de sangre, punción lumbar,
tomografía de cráneo, tórax y abdomen, donde se
descarta organicidad por lo cual se consideró como
una convulsión relacionada con dosis bajas de
clozapina. La paciente fue dada de alta con un
antiepiléptico (valproato 250mg/día) añadido a su plan
farmacológico sin modificación en la toma de
clozapina.
La literatura disponible sobre los estados convulsivos
con dosis de 300mg/día o menor de clozapina, nos
permite vislumbrar el panorama que es un evento de
muy baja incidencia, menor al 3% según la evidencia
farmacológica y no parecería estar asociada
exclusivamente a eventos de bloqueo de receptor
dopaminérgico o aumento de dosis en sangre por
modificaciones en el sistema de citocromos P4501A2
donde se metaboliza la clozapina.
Por lo cual hacer una determinación hematológica de
los niveles de clozapina circulante podría ser
orientativa mas no indicadora de la posibilidad de un
evento convulsivo, así como sus interacciones
farmacológicas con otros psicofármacos asociados.
La bibliografía parece indicar que es un evento
multifactorial, por lo cual sería recomendado realizar
EEG de control al iniciar tratamiento y por lo menos
una vez al año mientras se mantenga el tratamiento con
clozapina, así como sumar medicación profiláctica
anticonvulsiva de la cual se prefiere el ácido valproico,
por su fácil manejo en titulación y perfil de efectos
adversos mejor tolerados.
En cualquier caso, las medidas más aceptadas post
evento convulsivo de clozapina son la reducción de la
dosis sin suspender el tratamiento, monitorear estado
clínico en busca de un estatus epiléptico no detectado
previo al inicio tratamiento y la instauración de ácido
valproico u otro anticonvulsivo de uso psiquiátrico.

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