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Brenda Zimmerman tipifica los sistemas con base en su grado de acuerdo y certeza en sus procesos

de toma de decisiones. De esta manera, los sistemas “simples” son aquellos donde hay un gran
acuerdo y una gran certeza; los sistemas complicados son donde hay un acuerdo y una certeza
menores, y los sistemas complejos presentan aún menos acuerdo y certeza en el proceso de toma de
decisiones, y tienen un grado superlativo de desorden, donde hay caos.
Economía. Ciencia que estudia la forma en que las sociedades, con sus
recursos escasos y limitados, deciden qué se produce, cómo y para quién.

 Economía abierta. Economía con comercio internacional.

 Economía clásica. Generalizaciones macroeconómicas aceptadas por


diversos economistas de antes de 1930, que llegaban a la conclusión de
que la economía capitalista era autorregulable y en consecuencia que
emplearía plenamente sus recursos.

 Economía de escala. Aumentos de la productividad o disminuciones del


costo medio de producción, derivados del aumento del tamaño o escala de
la planta.
 Economía ilegal. Intercambio de bienes y servicios prohibidos por la ley.

 Economía informal. Intercambio de bienes y servicios no registrados en las


cifras y en la contabilidad gubernamentales. Evade el pago de impuestos.

 Economía normativa. Juicios de valor relativos a la forma en que debería


ser la actividad económica.

 Economía positiva. Estudia los hechos económicos tal como suceden.


UNIDAD 1 INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE
LA ECONOMÍA
Principales características de esta ciencia social y su relación con otras ciencias. Además,
que identifique la incidencia de los problemas económicos en la vida diaria de los seres
humanos.

“La economía es una ciencia social que surge ante la imposibilidad de adquirir
todo lo que se desea, ya que hay limitaciones de ingresos que en ocasiones son
tan severas que no es posible para algunos grupos sociales cubrir sus
necesidades básicas que “son aquellas que permiten a las personas vivir de
manera individual y colectiva en una sociedad y no morir por no satisfacerlas”
(Rodríguez y Núñez, 2010: 50).”
FACTORES QUE INLUYEN DIRECTAMENTE EN LA ECONOMÍA
En la Edad Media, cabe destacar las aportaciones a la economía del feudalismo y la filosofía escolástica, han
sido calificados en numerosas ocasiones como fundadores de la ciencia económica, ya que establecieron las
primeras teorías económicas modernas, defendiendo los beneficios de la propiedad privada a las actividades
económicas. En la Edad Media destacan en la ciencia económica grandes personajes como Santo Tomás de
Aquino, Ibn Jaldún y Martín de Azpilicueta.
Más adelante, se desarrolló lo que se conoce como economía moderna, destacando los mercantilistas y la
fisiocracia.
– LOS MERCANTILISTAS, que afirmaban que mediante el intercambio de mercaderías y la acumulación de
oro y plata se generaba riqueza.
– LA FISIOCRACIA, decía que la riqueza solo se genera en las tareas agrícolas, y que el intercambio de
mercadería, e incluso la industria, no agregaban ningún valor. Al contrario que los mercantilistas, los
fisiócratas promulgaban la política económica de Laissez Faire, defendiendo el libre mercado contra el
intervencionismo del Estado.
Aproximaciones al momento histórico en el que tuvieron lugar ciertos fenómenos o procesos.
NUESTRA LÍNEA DE TIEMPO CONTEMPLA:

PRIMER PERÍODO que abarca buena parte de la época colonial, desde la conquista hasta mediados del siglo
XVIII,

SEGUNDO PERÍODO que va de alrededor de 1760 a 1856, comprendiendo desde las reformas borbónicas
hasta la víspera de las reformas liberales,

TERCER PERÍODO que termina con éstas y concluye con la gran crisis internacional de 1929, y un último
periodo que se ocupa del siglo XX "dilatado", que arranca en 1929 y desemboca en el comienzo del tercer
milenio.
PRIMERA ETAPA 1521 A 1760
La primera etapa, de, digamos, 1521 a 1760, es aquélla en la que se establecieron Y. consolidaron los rasgos
productivos, las estructuras económicas y muchos de los arreglos sociales e institucionales que rompieron
con la sociedad prehispánica y que habrían de perdurar por varios siglos.

El amplio predominio de la agricultura, la centralidad de la minería, las bases institucionales


que determinaron una desigual distribución de la propiedad y de la riqueza, así como de los derechos y
oportunidades¡ todo ello se estableció en los dos siglos y medio que sucedieron a la conquista.
Segundo período
Tendencias generales de la economía. En efecto, pese al auge minero de fines del siglo XVIII existe cierto
consenso en que sus últimas décadas atestiguaron el comienzo de una pronunciada tendencia declinante en el
ciclo económico, la cual habría de extenderse hasta
la segunda mitad del siglo XIX.

La propia minería entró en una fase de rendimientos decrecientes, mientras que el resto de la economía, y en
particular la agricultura, padecía por el atraso tecnológico y una baja productividad que condenaban a la
población a padecer crisis periódicas de subsistencia.

La guerra de Independencia y sus secuelas no hicieron sino reforzar estos rasgos,


en virtud del severo debilitamiento del aparato estatal y de la fragmentación del territorio, entre otros factores
que agudizaron las tendencias recesivas del ciclo económico y contrarrestaron los impulsos favorables a la
recuperación durante varias décadas.
Tercer período
El tercer periodo arranca con el ciclo de cambio institucional abierto por la Constitución de 1857 y las Leyes de
Reforma, inaugurando un orden liberal que, en el curso de las siguientes décadas, transformó de manera desigual,
pero no por ello menos visible, las condiciones institucionales de la organización económica, la distribución de la
propiedad y la definición de los agentes económicos, privilegiando la iniciativa individual y la propiedad privada.

Aunque la transformación no fue inmediata -debido a que las circunstancias políticas impidieron temporalmente la
aplicación del nuevo marco legal-, no cabe duda de que se abrió entonces una nueva etapa en la historia económica
del país.

Al desembocar, conforme a sus propias tendencias, en una mayor integración con la economía internacional y en la
adopción de un modelo de crecimiento liderado por las exportaciones, se conformó a partir de entonces un orden
económico muy distinto al heredado de la Colonia.
La Gran Depresión de fines de 1929, que no sólo produjo una transición hacia un modelo de crecimiento
liderado por la industria y orientado al mercado interno, sino que aceleró la materialización -y acaso promovió
la radicalización- de los cambios legales previstos en la Constitución.
La crisis de 1929 abre el cuarto y último periodo considerado en esta clase, que se ha designado como "EL
DILATADO SIGLO XX", puesto que comprende el primer decenio del siglo XXI. Se trata de una etapa
caracterizada por la consolidación del CRECIMIENTO ECONÓMICO MODERNO, que completó en forma
definitiva los cambios estructurales iniciados en el periodo anterior como la industrialización y la urbanización).
En ella, LA ECONOMÍA MEXICANA TRANSITÓ POR DOS MODELOS DE CRECIMIENTO:

Uno, que prevaleció hasta inicios de la década de 1980, de INDUSTRIALIZACIÓN POR SUSTITUCIÓN DE
IMPORTACIONES (ISI) con fuertes rasgos de proteccionismo e intervencionismo estatal;
Otro, desplegado a partir de mediados de esa década y vigente hasta el día de hoy, de
LIBERALIZACIÓN Y DESREGULACIÓN ECONÓMICA y con una creciente participación en la economía
global. De esta manera, tanto el llamado "crecimiento hacia dentro" como la ruptura con ese modelo y las
reformas estructurales de los años recientes se abordan en cada capítulo.
Es posible mencionar al menos TRES ELEMENTOS instituciones de la época colonial que tuvieron
consecuencias profundas y de muy largo plazo sobre la organización de la economía mexicana: el pueblo, la
hacienda y el trabajo forzado.

LOS PUEBLOS de indios surgieron desde mediados del siglo XVI de los señoríos indígenas preexistentes,
que eran reubicados y congregados para concentrar a los sobrevivientes de la
despoblación y asegurar la custodia de la Corona.

Los pueblos disponían de tierras y gobierno propio, y de formas peculiares de acceso a los recursos que
reforzaban su carácter comunitario e inhibían la iniciativa autónoma de sus miembros. Gran parte de la
supervivencia se garantizaba con los recursos y la producción para la auto subsistencia dentro de las propias
comunidades.
Los Pueblos vendían sus productos o su fuerza de trabajo para obtener los ingresos monetarios necesarios para el
pago del tributo o de las aportaciones a las cajas de comunidad. Con modificaciones derivadas de las condiciones
generales del país, y a partir de cierto momento
bajo el asedio de la legislación impuesta por el orden liberal y la amenaza que significaba la expansión de las
HACIENDAS, es decir, el conjunto de normas y derechos de propiedad materializado en los pueblos sobrevivió
hasta el siglo XX.

LA HACIENDA apareció desde fases tempranas del régimen colonial, y se consolidó a partir de la crisis y
reestructuración del reino que tuvo lugar hacia mediados del siglo XVII. Se formó por la ocupación de tierras
vacantes, particularmente tras la crisis demográfica que siguió a la conquista, o gracias a las ventas o a las
concesiones (mercedes) que realizaba la Corona.
Las haciendas consistían en vastos terrenos que con frecuencia se utilizaban sólo parcialmente, y dentro de
los cuales se cultivaba para la auto subsistencia y en ocasiones -en medida variable según su ubicación y
las circunstancias del momento- para el mercado. Estas propiedades sobrevivieron, a menudo en pugna por
los recursos con los pueblos y no pocas veces expandiéndose a expensas de ellos, a lo largo del siglo XIX
y principios del XX, hasta que fueron liquidadas por la Reforma Agraria en la década de 1930.

Los propietarios de haciendas utilizaban DOS TIPOS DE MANO DE OBRA: por un lado, trabajadores
temporales que percibían un salario (frecuentemente los mismos habitantes de los pueblos) y por otro,
trabajadores fijos atraídos con adelantos de dinero que luego eran retenidos por medio de las deudas.
ALGUNOS FACTORES INSTITUCIONALES HAN CONDICIONADO EL DESEMPEÑO DE LA
ECONOMÍA EN MÉXICO.

La definición de LA RELIGIÓN CATÓLICA como oficial en la Constitución de 1824 y la prohibición


explícita de cualquier otro credo configuró un grave obstáculo para la inmigración de ciudadanos europeos
o estadounidenses no católicos al menos hasta 1857, apartando a México de la trayectoria de otros países
del continente en este aspecto.

Una LEGISLACIÓN BANCARIA restrictiva expedida a fines del siglo XIX inhibió la multiplicación de
organismos financieros y propició la concentración del crédito en un pequeño grupo de empresarios-
financieros que se benefició directamente de esta circunstancia, reduciendo en forma drástica la
disponibilidad de recursos para la inversión en el resto
de la sociedad.
El fuerte intervencionismo estatal que emergió de la Constitución de 1917 desembocó en la creación de UN
AMPLIO SECTOR PÚBLICO de la actividad económica que dio lugar a MONOPOLIOS que no requerían
ser competitivos o eficientes para obtener rentas. En la medida en que éstas se repartían entre las partes
involucradas (la alta burocracia de las empresas, los sindicatos y el Estado), se produjo un interés por
reproducir una situación
dañina para el desempeño de la economía.

En fin, incluso en épocas en que se han perfeccionado los derechos de propiedad, la corrupción y las fallas
en el funcionamiento del aparato judicial, entre muchas otras, hacen que los riesgos de ciertas inversiones
sean en extremo elevados y que esos derechos
no se encuentren plenamente garantizados para todos los individuos.

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