infancia SEXUALIDAD EN LA INFANCIA • El descubrimiento de la sexualidad infantil proviene del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, quien observó de manera científica que los niños mostraban conductas sexuales ya desde recién nacidos, pues su primer deseo es provocado por la necesidad, o sea por el deseo del hambre que estará relacionado inevitablemente con la lactancia y el contacto con la madre. La mayoría de especialistas, sexólogos, psicólogos y demás coinciden hoy en día en que el niño es tan sexual como cualquier adulto, aunque claro existen varias diferencias. • El niño utiliza su sexualidad, no sólo como fuente de placer, sino que también como fuente de conocimiento. Es un medio para comprender el mundo, para divertirse, para relacionarse, para conocerse a sí mismo y conocer a los demás. Las etapas de desarrollo del niño son muy diversas y complejas, pero se puede decir a grandes rasgos que antes de los cinco años las conductas relacionadas con la sexualidad son el mamar, el chupar, el querer percibir todo con la boca, bailar, abrazarse, tener objetos de textura suave, e inconscientemente manejan cierto placer con la actividad de higiene y limpieza a la que son sometidos comúnmente por la madre. • En consecuencia, es esperable que mientras duerme el niño se toque los genitales mientras duerme, o que incluso los explore con curiosidad y risas. Además, con recurrencia el niño buscará las mamas de su madre o de otras mujeres porque ha comprendido que esa zona le produce placer… le da comida. De los cuatro años en adelante, el niño tendrá mayor curiosidad por las zonas genitales y buscará compararse a sí mismo con otros niños e incluso con adultos. Es en este momento que se inician las preguntas difíciles como ¿por qué yo no tengo lo mismo que papá o mi hermano, o ¿por qué tus pechos son grades y los de papá no?, por mencionar algunos ejemplos. Ante estas preguntas, hay que tratar de no turbarse, de responder con naturalidad y con la verdad clara, si se desconoce será Como en este momento el género del niño no está definido (pues el género no sólo depende del condicionamiento biológico que indica que se es hombre o mujer), será común que adopten conductas femeninas y masculinas indistintamente. Esto no es de preocuparse, ni es un serio indicador de confusión en el niño, sino que todos lo vivimos en alguna etapa del desarrollo, y luego es superada. • Después de los seis años, el niño comenzará una actitud más activa, entrará en contacto con otros niños o niñas, y es posible que se den juegos oro genitales, imitación de posturas sexuales, y además estarán en su etapa anal, pues el niño descubrió casi al nacer que la excreción de las heces le producía placer. Más adelante, los niños empiezan a definir sus límites es ahí donde empiezan las diferencias, los hombrecitos juegan sólo con hombrecitos y las mujercitas igual, por lo que establecen evidentemente una frontera entre lo que es ser mujer y lo que es ser hombre. A partir de los nueve años, el niño sabrá que el sexo se encuentra rodeado de secretos, por lo que así lo tratará en grupo, pero sólo con los amigos más íntimos, se inicia la masturbación a veces incluso grupal y las competencias en torno a la sexualidad y al desarrollo de los genitales. • Su curiosidad sexual comienza a despertarse cuando ve peligrar su exclusividad ante la aparición en su núcleo familiar de un nuevo integrante al que se denominará hermano; y ante el cual comienza a manifestar una gran hostilidad, ya que se convertirá en su gran competidor ante el afecto de los adultos. Se da el inicio de juicios nada amables, comentarios como "que se lo vuelva a llevar la cigüeña", además de algunas pequeñas agresiones como apretones o mordidas. Para darse una respuesta a esta duda acude a los adultos representativos, fuente de todo conocimiento, que son sus padres, quienes al ser interrogados siempre en un mal momento y no esperándose tal pregunta responden de manera poco creíble e infantil, tal cual en su momento le respondieron a ellos, salen del paso recurriendo a una fábula cualquiera (semillita, cigüeña etc.) relato que el niño toma con gran incredulidad, creando una gran desconfianza hacia los mayores. • Por tal motivo comienza una investigación por las suyas construyendo lo que se denomina: teorías sexuales infantiles, las cuales tienen algo en común, todas erran grandemente, pero cada una tiene una gran parte de verdad. • La niña comparte la elevada valoración que su hermano concede a sus genitales. Muestra vivo interés ante la observación de un varón desnudo, generando en ella, envidia al sentirse en desventaja por el pequeño tamaño de su clítoris. Hacia los diez años suelen llegar a los niños las primeras revelaciones sexuales. Lo que ya descubren es casi siempre la verdad, esto es la existencia de la vagina y su función, aunque esto no es suficiente para aclarar el problema en su totalidad, ya que desconoce y no suele adivinar la existencia de la sustancia seminal, es decir que el pene destila una sustancia distinta de la orina. La idea de la concepción se va redondeando en el momento de la pubertad, momento en que el niño cuenta con todos los elementos que le permiten entender de donde y como vienen los niños. BASES NECESARIAS Y ADECUADAS PARA EDUCAR SEXUALMENTE A LOS NIÑOS El desarrollo de la sexualidad humana empieza con el contacto físico, cuando los bebés son sujetos y acariciados. Eso es necesario y natural que ocurra. No se debe privar al bebé de contactos corporales. Es necesario reconocer al niño como ser sexuado, en relación consigo mismo y con otros, para que se construya una identidad sexual propia. La sexualidad infantil es una de las puertas por la cual el niño desarrolla su personalidad y sus relaciones con la afectividad. La sexualidad es una cosa natural en los seres humanos, una función como tantas otras, como comer, caminar, leer, estudiar, etc. Y como tal, debe ser un tema tratado con naturalidad, honestidad, cariño, y teniendo su propio espacio dentro del proceso educacional del niño. Los caminos que llevan al conocimiento de su propio cuerpo, de sus sensaciones, etc., no siempre son los más adecuados para los niños. Hoy día, las interferencias en este proceso de aprendizaje hacen con que el niño esté, cada vez más expuesto a unas manifestaciones severas, y en muchos casos incomprensibles, de la sexualidad. El culto a la belleza, al físico y la seducción, en los medios de comunicación, no distinguen la edad de su público. Hay un abuso de las manifestaciones sexuales, al cual los Niños están indiscriminadamente expuestos. • Los contenidos sexuales pueden acelerar las manifestaciones de los niños en el tema de la sexualidad, considerando que ellos aprenden imitando lo que ven de sus padres, de la televisión, out-doors, de bailes y ropas eróticas de moda, etc. Las malas influencias conceden nociones equivocadas y perjudiciales al niño. De una forma general lo único que puede evitar estas malas interferencias es la familia. Son los adultos, los padres, que deben ejercer el papel de filtro de las informaciones. Es necesario crear y mantener un canal abierto de comunicación con los hijos, espacios de discusión e de intervención sobre lo que es correcto y lo que no, relacionados a todos los temas, y en especial a la sexualidad. Es conveniente vigilar de muy cerca el entorno y las actividades del niño, para orientarle cuando crea necesario. En la medida de lo posible, no se debe perder ninguna oportunidad para entablar conversación sobre sus dudas, intereses, etc. Siempre es útil en los menores ayudarse con todo tipo de gráficos o dibujos, ayuda mucho en la pedagogía el escuchar y ver para captar mejor el mensaje. LA FAMILIA Y LA ESCUELA EN LA EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD Existe consenso entre los educadores y padres que una de las funciones principales de la familia es el cuidado de los hijos, lo que involucra también su crianza y educación. Sin embargo, una de las quejas más habituales de los padres frente a los medios de comunicación y especialistas, es que no siempre cuentan con las herramientas necesarias para realizar adecuadamente su función, lo que se hace profundamente patente en el tema de la educación sexual.Son muy pocos los padres que conversan sobre sexualidad con sus hijos. Muchos por vergüenza, otros evitar temas que les resultan incómodos, otros por conocimiento, independientemente de las creencias religiosas que posean y de lo trascendente que consideren la educación sexual.Los profesores tampoco se sienten bien capacitados. Así las cosas, no debería sorprender que los niños y jóvenes se perciban poco informados. ¿Por qué no se habla? Quizás porque no se sabe cómo y por ello antes de enseñar a los hijos propios se debe educar el padre primero. En general se parte de un principio equivocado: la sexualidad identificada sólo con la genitalidad, como se piensa popularmente. Sin embargo, aquella no apunta solamente a un hecho biológico, referido a que las personas tienen órganos genitales que permiten a la especie reproducirse y sentir placer, sino que abarca una concepción mucho más amplia. Implica asumir una identidad y rol sexual; dar y recibir afecto, comprometerse, amar y gozar. Sólo teniendo esto en cuenta se asumirá responsablemente. La sexualidad es constitutiva del ser humano. Hombre y mujer son seres sexuados desde la concepción hasta la muerte. La sexualidad abarca todas las dimensiones de la existencia: lo corporal, lo relacional, lo afectivo, lo consciente (intención y libertad) y lo moral. En todas estas áreas, e incluso en muchas más, se halla presente. Si se parte de estos fundamentos, se facilitará el conversar sobre el tema seriamente. Considerando las altas tasas de abuso de menores, es importante enseñarles a hacer respetar sus cuerpos entregar al niño un conocimiento adecuado de su sexualidad y de sus propios procesos de maduración física, mental, emocional y social en relación con el sexo, con miras a su formación futura. En segundo lugar, estimular la comprensión necesaria para que pueda manifestar su sexualidad de manera eficaz y creativamente en su actuar posterior como hijo, amigo, "pololo", novio y, finalmente, como padre. También, dar a conocer todo lo relacionado con las implicancias de la manifestación de la sexualidad para que, eventualmente, pueda protegerse de ser utilizado y lesionado en su salud física y mental. Aunque a la edad que estamos apuntando con todas estas recomendaciones, el niño está absolutamente lejano a las connotaciones de maldad, es primordial que utilicemos conceptos de prevención, especialmente en una edad muy temprana. Los abusos sexuales sobre menores son una realidad patente, lo que nos obliga a ponernos en guardia. Más aún, si un alto porcentaje de las violaciones sexuales a infantes son cometidas por familiares directos.Es muy doloroso reconocerlo. Pero, para qué engañarnos!Generalmente se da el caso de violación de menores por parte del padre. Lamentablemente es imposible identificar a un violador antes de que haya cometido una agresión.Sin embargo, basta que uno de los esposos insista constantemente sobre este tema, para que el niño tenga la capacidad de abordar esta situación con absoluta normalidad.Entonces, es primordial entregar al niño toda la información acerca de su cuerpo, como un santuario de la naturaleza, para que tenga, tempranamente, la capacidad de discernir sobre lo que favorece o atenta contra su integridad. Además hay que inculcarle la necesidad de comunicarlo a sus padres.Este proceso debe darse en un ambiente de mucho cariño y con la predisposición de escuchar al niño, de compartir vivencias. No se trata exclusivamente de entregar conocimientos, sino de educar a los niños bajo el concepto de amor pleno.La educación sexual no debe ser separada de otras experiencias educativas. No es lo único que debemos entregar a los pequeños de entre tres y seis años. RECOMENDACIONES A PADRES PRIMERISOS, 4 PRINCIPIOS BÁSICOS SOBRE LA INFORMACIÓN RESPECTO A LA SEXUALIDAD a) Todo niño es una persona única e irrepetible y debe recibir una formación individualizada. El proceso de madurez de cada niño como persona es distinto tanto en lo biológico, como en lo afectivo y lo moral. El diálogo personalizado con el hijo se realiza mejor cuando el progenitor que comunica las informaciones biológicas, afectivas, morales y espirituales, es del mismo sexo del niño o del joven.
b) La formación en materia sexual debe ser
precedida de una sólida formación católica y la dimensión católica debe ser una parte integrante de estas explicaciones. La dimensión moral debe formar parte de las explicaciones, subrayando que los cristianos están llamados a vivir la sexualidad según el plan de Dios en el contexto del matrimonio, o de la virginidad consagrada o el celibato. Sólo quien es casto sabrá amar en el matrimonio o en la virginidad. c) La educación a la castidad y las oportunas informaciones sobre la sexualidad deben ser ofrecidas en el más amplio contexto de la educación al amor. No es suficiente comunicar informaciones sobre la sexualidad incluyendo principios morales objetivos. Es necesaria la constante ayuda para el crecimiento en la vida espiritual de los hijos, para su desarrollo biológico y por las presiones que comienzan a experimentar, para que se encuentren siempre acompañados por un creciente amor a Dios Creador y Redentor, y por una siempre más grande conciencia de la dignidad de toda persona humana y de su cuerpo.
Los consejos idóneos de los padres para crecer en
el amor a Dios y al prójimo, y para superar las dificultades, son necesarios; así como la disciplina de los sentidos y de la mente, la prudencia atenta para evitar las ocasiones de caídas, la guarda del pudor, la moderación en las diversiones, la ocupación sana, el recurso frecuente a la oración y los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, y empeñarse en fomentar la devoción a la Inmaculada Madre de Dios. Los padres deberán ejercer particular vigilancia sobre la calidad de los programas televisivos y del Internet que ven sus hijos, así como de los programas escolares. Sería de aconsejarse que el receptor de televisión se mantenga siempre bajo el control de los padres y que los niños vean programas bajo la supervisión de los padres, y éstos participen en las reuniones de padres de familia en el colegio. • d) Los padres deben dar la información con • extrema delicadeza, pero en forma clara y prudente, en el tiempo • oportuno. Dar muchos detalles a los niños es • contraproducente. La niñez es un período de • tranquilidad y de serenidad que no debe ser perturbado por una • información sexual innecesaria. En el período de • inocencia la formación al amor casto es de manera • indirecta. Cada etapa del crecimiento requiere una adecuada • pedagogía. 4 PRINCIPIOS Y NORMAS PARTICULARES PARA LA EDUCACIÓN SEXUAL 1. La sexualidad humana es un misterio sagrado que ha de ser presentado según la enseñanza doctrinal y moral de la Iglesia, teniendo siempre en cuenta los efectos del pecado original. Se debe formar la conciencia de cada persona de manera clara, precisa y en sintonía con los valores espirituales.
2. Se deben presentar a los niños y a los
jóvenes solo informaciones proporcionadas a cada fase del desarrollo individual, sean los años de la inocencia, la pubertad, la adolescencia y los mayores (9); de acuerdo a su experiencia en las etapas de la vida, y a los problemas asociados a estas etapas. CONSECUENCIAS DE QUE LOS PADRES O MAESTROS NO SE DIRIJAN A LOS NIÑOS ATENDIENDO ESTAS DIRECTRICES • No aprenden a conocer a cuidar y aceptar su cuerpo • Desconocen lo que significa su intimidad • femenina y la gestación en el vientre de la madre. • No reconocen ni saben expresar sus empociones. Desconocen responder asertivamente en la relación con los demás • Falta de autoestima • Inseguridad • Falta de respeto a la diversidad • Carentes en desarrollar valores como la empatía, el respeto, el autocuidado, la tolerancia, la responsabilidad, la igualdad. • Ignoran las habilidades de autocuidado para la prevención de los abusos sexuales infantiles, entre los cuales están: identificar adultos protectores y pedir ayuda, diferenciar entre contactos adecuados e inadecuados, secretos buenos y malos, identificar situaciones de riesgo, no aprenden a decir no, reconocer su espacio personal y su derecho a aceptar o rechazar acercamientos físicos. Video taller educación sexual sin mentiras • https://youtu.be/jl7aS-qjbYA?si=kyVSKADHEqHdPvfA REFERENCIAS • Conceptos sobre Sexualidad Infantil, Luis Alberto Domínguez, Psicólogo Clínico – Especialista Sexualidad • Sexualidad en la niñez, Seidy Rojas Jiménez • Sexualidad Humana: Verdad y Significado", Pontificio Consejo para la Familia, 8 dic. 1995, Ed. Paulinas, 1a ed. Bs. Aires, 1996, #145-146 (3) Ib. #64; (4) Ib.#65-67; (5) Ib. #29 & Humana e Vitae. • El amor conyugal tiene 4 características: es humano (sensible y espiritual), es total, fiel y fecundo. • Sex. Hum: Verdad y Sign. Ib. #68; (7) Ib. #70 (8) Ib. #70-71 • El enfoque para la educación en cada fase del desarrollo: edad de la inocencia, pubertad, adolescencia y juventud se describe con detalle en "Sexualidad Humana: Verdad y Significado" #78- 111 Consulteeldocumentoenhttp://www.vidahumana.org/vidafam/iglesia/verdad.html. Los padres de familia pueden basarse en estas bien informadas explicaciones del Pontificio Consejo para la Familia, para educar a sus hijos. •