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LA SEXUALIDAD INFANTIL
La Curiosidad Sexual
SE ACUERDA???
• Ahora que Ud. ya está "grande", piense y recuerde, cuáles fueron aquellas preguntas que
Ud. hizo y gracias a las cuales colocó en aprietos y dificultades a sus padres o profesores.
• ¿Cómo contestaron sus preguntas?. ¿Le echaron el cuento de la cigüeña parisina?.
¿Quedó satisfecho con las respuestas que le dieron?. O finalmente ¿Le tocó averiguar la
cosa en otra parte?.
En el capítulo anterior vimos cómo en el período prenatal se sientan las bases biológicas
de la sexualidad. En este capítulo, y en los dos que aparecen a continuación, veremos cómo a
partir del nacimiento y de la asignación del sexo del recién nacido se inicia el proceso de
socialización sexual y las primeras conductas sexuales del individuo.
Comenzaremos revisando los datos disponibles con relación a la manera como el proceso
de socialización sexual incide en el desarrollo de la sexualidad infantil y de la forma como
evoluciona, simultáneamente, la curiosidad sexual del niño en los primeros años de vida.
Posteriormente, analizaremos los factores que inciden en el desarrollo emocional en estos
primeros años de vida. Esto a pesar de que los estudios con este grupo de población son un
poco más escasos que los del adolescente y el adulto, en razón de que por lo general los
trabajos en este campo se han realizado con personas fisiológicamente maduras y legalmente
adultas, dejando un poco de lado la niñez, que es el período que transcurre entre el nacimiento
y los 11 años de edad aproximadamente.
Lo anterior probablemente se debe a que el concepto de niñez o infancia que se maneja
actualmente en nuestra cultura, es relativamente reciente. Solo hasta el siglo XVIII se hizo la
distinción de la niñez como una fase diferente a la adultez, en donde se realizan otras
actividades propias de dicho período, las cuales tienen un impacto importante en el desarrollo
de los patrones de comportamiento adulto.
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La Socialización Sexual.
La socialización sexual es el proceso mediante el cual los grupos sociales transmiten a
sus miembros conocimientos, valores , actitudes, costumbres, creencias, tradiciones y
conductas relacionadas con la sexualidad.
Desde el mismo momento del nacimiento los padres transmiten a los niños actitudes
hacia su propio cuerpo y hacia los comportamientos sexuales a partir de las palabras que
utilizan para referirse a los genitales y a sus funciones, las reacciones que tienen frente a la
desnudez, la autoestimulación y los juegos sexuales.
Al respecto, se ha observado que, desde los primeros días de nacidos, los niños
responden a los estímulos que producen reacciones sexuales; es decir parecen experimentar
placer cuando se estimulan sus genitales y otras regiones de su cuerpo identificadas como
zonas erógenas. Incluso desde las primeras semanas de vida, los varones responden (de
manera refleja) con erecciones y las niñas con lubricación vaginal a ciertos estímulos internos o
externos. Sin embargo, aunque los niños nacen con la capacidad potencial de responder a los
estímulos sexuales y sentir placer al ser estimulados en las zonas erógenas, su interés por
estas actividades y zonas del cuerpo no expresa un deseo sexual con la connotación que este
tiene para el adulto. Se ha observado que esta autoestimulación es azarosa al comienzo y que
cuando se descubre su componente placentero, empieza a realizarse de manera intencional.
Por esta curiosidad y sensación placentera, los lactantes comienzan a tocarse los
genitales tan pronto como pueden dirigir el movimiento de sus brazos. Los padres también les
estimulan los genitales al bañarlos o cambiar los pañales. La estimulación genital también se
hace indirectamente, para ello emplean juguetes, cobijas, almohadas, etc. La actitud que
asuman los adultos frente a esta conducta autoestimulatoria tiene una influencia definitiva en la
aceptación del niño de su cuerpo como fuente de placer y no de ansiedad.
Otro suceso que es también significativo en este período (aproximadamente 2 a 3 años
de edad) es el inicio del entrenamiento para el control de esfínteres (orinar y defecar en el
momento y lugar aceptados socialmente) a partir del cual los lactantes empiezan a relacionar
sus genitales con limpieza y suciedad, pudor y vergüenza, satisfacción e insatisfacción, bueno
y malo, apropiado e inapropiado. Estos conceptos son captados por los niños paulatinamente,
pero solo pueden comprender sus significados y consecuencias al llegar a la pubertad.
A partir de los 2 años el niño comienza a jugar con otros niños, y su curiosidad natural se
amplia, ya no sólo se interesa por su propio cuerpo sino también por el de los otros. Se ha
observado que los niños y las niñas entre los 2 y los 5 años de edad muestran gran interés por
los genitales, por lo que comienzan a realizar juegos que implican la observación y exploración
de los genitales de unos a otros. Con el fin de satisfacer su curiosidad sexual algunos niños
espían a sus padres, hermanos y compañeros mientras están en el baño o juegan al papá y a la
mamá. Estos juegos se limitan a ver y tocar los genitales mutuamente, cuando involucran
comportamientos como la estimulación de los genitales con la boca, el intento de penetración, el
secreto y el chantaje afectivo pueden ser un indicador de que existe una historia de abuso
sexual.
Vale la pena señalar que estos juegos sexuales no perjudican el desarrollo del niño. Lo
que si puede ser contraproducente es la reacción de los adultos cuando descubren que estas
situaciones están presentándose. Sin embargo, en nuestra cultura continua siendo inaceptable,
para muchas personas, el hecho de que los niños realicen actividades sexuales, porque se
desconoce el carácter necesario de los juegos infantiles para el posterior funcionamiento erótico
de los seres humanos.
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El Desarrollo Emocional
La importancia de los primeros años de vida en el desarrollo psicosocial de los seres
humanos ha sido enfatizado por un amplio grupo de psicólogos. Al respecto, Erik Erickson
plantea que la tarea principal durante la infancia es el desarrollo de la confianza básica en los
otros. Este teórico afirma que en estos primeros años el niño aprende si el mundo es un lugar
bueno y satisfactorio o una fuente de incomodidad , frustración y tristeza. Si las necesidades del
niño son satisfechas de manera sensible y apropiada, el niño desarrolla la "confianza básica" en
esas personas que lo rodean y que le proveen el cuidado de manera consistente y coherente, lo
cual constituye la base para que con el tiempo desarrolle seguridad y confianza en sí mismo.
La mayoría de los psicólogos, que han sido influenciados por las teorías freudianas,
afirman que .las primeras relaciones que establecen los niños sirven de modelo para las
relaciones que va a establecer en el futuro con otras personas. Desde esta perspectiva, el
desarrollo emocional saludable se inicia con la primera "experiencia sexual placentera" de los
seres humanos, derivada de la lactancia materna. La lactancia juega un papel importante en el
desarrollo del individuo, en la medida que favorece el proceso gradual que va de la simbiosis
con una madre proveedora de afecto, atención, cuidado, protección, seguridad y sensaciones
placenteras hacia la separación e individuación, y la búsqueda de otras fuentes alternativas de
placer y gratificación.
Por tanto, una de las metas sexuales en este período es el establecimiento de una
relación estrecha confiada y afectuosa con la madre o sustituta y con el padre o la figura
paterna disponible en el medio familiar, la cual puede desarrollarse, aunque el bebé sea
alimentado con biberón, dedicando tiempo a esta actividad para cargarlo, hablarle, mirarlo a los
ojos y acariciarlo.
La agradable sensación que proporciona el contacto físico con la figura materna o
paterna, al ser bañado, cambiado, cargado, acariciado, abrazado o besado, es parte esencial
del aprendizaje para futuras relaciones en la medida que le permite al niño reconocer que estas
son formas válidas de expresar afecto. Los adultos con problemas sexuales suelen relatar que
sus padres (en especial sus madres) eran fríos y distantes, porque las relaciones normales con
miembros de su familia no incluían los besos ni las caricias.
Aclarando Dudas
~ ¿A qué edad los niños comienzan a explorar su cuerpo?
R/ Desde los primeros meses de vida los niños comienzan a conocer su cuerpo y a
descubrir su potencial placentero. Se chupan el dedo, observan sus manos y tocan sus
genitales. A partir de los tres años, la curiosidad lleva a los niños a explorar su propio cuerpo y
el de los otros niños y niñas y a descubrir sensaciones producidas por la experimentación. Al
mismo tiempo el desarrollo del lenguaje le permite al niño comenzar a hacer preguntas
relacionadas con su propio cuerpo, el de los otros y el proceso reproductivo.
~ ¿Cómo es el interés sexual de los niños?
R/ El interés sexual es difuso e inespecífico, sus actos sexuales son lúdicos e imitativos y
carecen de la cualidad erótica, típica de los actos sexuales adultos, ya que a ellos solo es
posible llegar mediante el aprendizaje y la experiencia, así como a través de un desarrollo
psíquico, somático y hormonal característicos de la adolescencia.
Freud postuló que hay tres zonas corporales particularmente ricas en energía sexual: la
boca, el ano y los genitales. Durante el primer año y medio de vida, es la boca el principal
órgano sexual y por medio de ella el niño logra satisfacción erótica; esta es la fase oral. Entre
el año y medio y los dos años. Se presenta la fase anal, durante la cual obtiene gratificación con
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la expulsión y retención de las heces o con su manipulación. A partir del tercer año entra en la
fase fálica, durante la cual el centro del placer es el pene; en un principio, el interés es
autoerótico, pero luego es dirigido hacia la madre, y entonces hace su aparición el Complejo de
Edipo.
Este concepto freudiano del desarrollo psicosexual humano ha sido vigorosamente
cuestionado. Hoy se sabe que los niños presentan juegos sexuales, es .decir se interesan por
sus órganos genitales y obtienen placer manipulándolos, pero de ello no puede concluirse que
sean actividades sexuales a la manera adulta, puesto que en la mayoría de los casos se trata
simplemente de manifestaciones de la natural curiosidad infantil, o de incorrectas
interpretaciones, por parte de los adultos, de ciertos fenómenos fisiológicos no relacionados con
el erotismo verdadero, como las erecciones que se observan en los niños, aún recién nacidos.
~ ¿ En qué consiste el Complejo de Edipo ?
R / Para Freud, este complejo consiste en que el niño experimenta deseos sexuales hacia
la madre, y a la vez trata de identificarse con el padre; a medida que sus impulsos incestuosos
aumentan, el niño va viendo en su padre a un rival, y se le crea una situación conflictiva: a sus
sentimientos de amor e identificación con él se oponen los deseos de eliminarlo, para tomar su
lugar al lado de la madre. Según Freud este complejo es vivido más intensamente entre los tres
y los cinco años de edad, durante la fase fálica. Su declinación marca la entrada al periodo de
latencia. De acuerdo con la teoría Psicoanalítica este complejo desempeña un papel
fundamental en la estructura de la personalidad y la orientación del deseo humano. Sin
embargo, esta teoría aún permanece sin sustentación empírica, por lo cual los teóricos han
llegado a plantear dos posibles explicaciones alternativas a este tema de la rivalidad con la
figura paterna o materna : la primera posición plantea que si existe el complejo, éste puede
consistir más bien en un conflicto originado en el resentimiento hacia un padre autoritario, que
se opone al deseo de acercamiento y ternura hacia la madre, en el entorno de la familia
patriarcal occidental. El segundo planteamiento considera que cuando el niño se da cuenta de
la relación especial que existe entre sus padres como pareja se siente celoso , debido a la
exclusión de la que es objeto, y comienza a explorar alternativas para llamar la atención de sus
padres.
~ ¿Las niñas también tienen complejo de Edipo?
R/ El equivalente del complejo de Edipo en las niñas es denominado complejo de Electra.
Este supone que la niña, viendo que carece de pene, se siente defraudada y experimenta la
envidia del pene, que moviliza en ella el afán de poseer a su padre y de ocupar el puesto de la
madre a quien culpa del dilema en que se encuentra.
~ ¿Qué es la latencia?
R/ De acuerdo con las teorías freudianas, los años anteriores a la pubertad constituyen un
período de Latencia, en el cual el desarrollo sexual del niño se detiene. Pero para explicar esta
supuesta detención, se ha planteado recientemente una nueva propuesta según la cual ,
aproximadamente entre los 5 y los 11 años de edad, el niño amplía sus intereses, ya que
aprende cosas del mundo en el que vive y multiplica los contactos con sus iguales. Esto hace
que la curiosidad que antes estaba centrada en su propio cuerpo y el de los demás se reduzca,
continua presente, pero el niño se ocupa menos de ella, ya que se dedica principalmente a
explorar su entorno.
1'.} Cuáles son las recomendaciones que se deben tener en cuenta al responder las
preguntas de los niños ?
R/ Algunas de las reglas que se deben considerar al responder las preguntas más
frecuentes de los niños menores de 10 años son:
• Explicar con honestidad.
• Decir la verdad .
• Hablar con naturalidad.
• Responder solo lo que el niño pregunta y de acuerdo con su etapa de desarrollo.
• Utilizar siempre los términos correctos de los órganos sexuales.
• Aclarar la pregunta antes de responder para establecer si el nmo ya ha recibido
información que requiere ser corregida, reforzada o ampliada y si el sentido de la pregunta es el
que nosotros le estamos dando.
t1 Cómo pueden los padres favorecer una relación de confianza que permita a los
niños plantear abiertamente sus inquietudes?
R/ Las relaciones padres-hijos que se caracterizan por una comunicación clara y abierta
se establecen desde muy temprana edad, cuando los padres dedican tiempo para jugar con
sus hijos, se interesan por escucharlos y responder sus preguntas, hablan siempre con la
verdad y directamente, son capaces de reconocer sus propios sentimientos y los comunican de
manera efectiva. Adicionalmente, hablan de clara y sin utilizar "apodos", llaman las cosas
por su nombre y no menosprecian su capacidad para comprender lo que se les dice.
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