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MAESTRÍA EN INGENIERÍA CON MENCIÓN EN DIRECCIÓN

Y GESTIÓN DE PROYECTOS

ETICA Y DOCTRINA
SOCIAL DE LA IGLESIA
Mg. JESÚS MILENA RABANAL HOLGUÍN.
UNIDAD I
SESIÓN 1
DILEMA MORAL Y ÉTICO

¿Recuerdas un momento en el que tenías que tomar una decisión y cada opción
era igualmente desagradable?

O tal vez mentiste, algo terrible sucedió y te enfrentaste a la tarea de revelar la


verdad y ser castigado por mentir. A este tipo de lío se le llama dilema, una
situación que desafía una solución agradable. Conflictos que desafían los
valores y creencias de cada persona.
ETIMOLOGÍA.

La palabra dilema proviene del griego dilemma, conformado por


las voces di- (“dos”) y lemma (“premisa”), de modo que un
dilema es un punto crítico en el que se debe elegir entre dos
premisas o dos tesis contrapuestas e irreconciliables.

Los antiguos griegos, devotos del pensamiento filosófico, crearon


y emplearon numerosas “paradojas filosóficas”, que eran
problemas teóricos irresolubles cuyo cometido era enseñar a
pensar ciertos temas y a problematizar ciertas nociones
fundamentales.

Entonces:
La idea de dilema moral, en este marco, aparece cuando una persona debe optar o sentirse obligado a decidir, con qué
opción quedarse entre distintas posibilidades que, de una u otra forma, pueden producir una situación censurable desde el
punto de vista ético o extremadamente desagradable pase lo que pase. Generalmente, se opta por el bien más grande. A
veces la decisión es entre el bien y el mal, pero el dilema moral también se produce cuando es necesario elegir el mal
menor o cuando se trata de un medio punible a nivel ético pero que persigue un objetivo altruista o bondadoso.
La ética y la moral son constructos que regulan el
comportamiento humano y permiten su dirección a
lo que tanto de manera individual (ética) como
colectiva (moral) se considera aceptable y
positivo, e incluso de qué aspectos nos
preocupamos y valoramos son elementos
derivados en gran medida de nuestro sistema ético.

Encontramos con situaciones en que no sabemos qué hacer: escoger A o B tiene, en ambos casos, repercusiones
negativas y positivas a la vez y los diferentes valores y creencias que nos rigen entran en un conflicto. Y quizá no
encontraremos una solución totalmente buena o mala. Estamos ante situaciones que nos suponen dilemas éticos.

Este tipo de dilemas requieren de una reflexión más o menos Asimismo, permiten ver que las cosas no son o
profunda sobre las alternativas de las que disponemos, así como blancas o negras, así como entender a
del valor otorgado a los valores morales con los que nos personas que toman decisiones distintas a las
regimos. propias.
En una escuela secundaria, un joven decide prender
fuego un pupitre. Los directivos, al advertir la
situación, informan a los alumnos que, si no aparece el
responsable del hecho, todos los estudiantes serán
castigados. Así se produce un dilema moral entre los
amigos del culpable, que saben qué ocurrió: ¿Deberían
traicionar y delatar a su amigo para evitar que todos
sean sancionados, o tendrían que privilegiar la
confianza y la amistad y permitir un castigo masivo e
injusto?
Tipos:
En función de diversos criterios podemos encontrarnos con distintas tipologías de dilemas, que pueden variar
en su nivel de concreción, en el papel del sujeto al que se le presenta o en su verosimilitud. En este sentido,
algunos de los principales tipos son los siguientes:

1. Dilema hipotético: 2. Dilema real


Se trata de dilemas que colocan a la persona a quien En este caso el dilema planteado versa sobre un tema o
se le pregunta en una posición en la que se ve situación que resulta cercana a la personas a quien se
confrontando una situación que es muy poco le plantea, sea porque se refiere a un suceso que ha
probable que suceda en la vida real. No se trata de vivido o a algo que puede ocurrir con relativa facilidad
fenómenos imposibles, pero son algo a lo que la en su día a día. Aunque suelen ser menos dramáticos
persona debe enfrentarse en su día a día de manera que los anteriores, pueden resultar tanto o más
habitual. No es necesario que la persona a quien se le angustiantes por este motivo. No es necesario que la
plantea el dilema sea el protagonista de este, persona a quien se le plantea el dilema sea el
pudiendo preguntársele qué debería hacer el protagonista de este, pudiendo preguntársele que
personaje. debería hacer el personaje.
5.Dilemas completos
3. Dilema abierto o de solución, lo
Se trata de todos aquellos dilemas
que se hace es establecer el problema
en los que se informa a la persona
que existe y para eso se expone tanto
a quien se le plantean de las
este como las circunstancias que hay
consecuencias de cada una de las
a su alrededor sin mostrar ninguna
opciones que se pueden tomar.
clase de solución posible (aun
cuando sea el protagonista). A partir
de ahí la persona a la que se le
plantea es la que debe decidir qué 4. Dilema cerrado o de análisis
acción hay que llevar a cabo porque Este tipo de dilema es aquel en el que
considera que es la correcta. la situación planteada ya ha sido
solucionada de una forma u otra, 6. Dilemas incompletos
habiendo tomado una decisión y En estos dilemas no se hacen
realizado una serie de conductas explícitas las consecuencias de las
concreta. La persona a quien se le decisiones que tome el
plantea el dilema no debe decidir qué protagonista, dependiendo en gran
se hace, sino valorar la actuación del medida de la capacidad del sujeto
protagonista del dilema, es decir, emitir para imaginar ventajas y
su juicio de valor sobre la postura desventajas.
tomada.
Uno de los dilemas éticos más conocidos es el dilema de Heinz, propuesto por Kohlberg para analizar el nivel de desarrollo moral de
los niños y adolescentes (infiriéndose a partir del tipo de respuesta, el porqué de la respuesta dada, el nivel de obediencia a las
normas o la relativa importancia que pueda tener su seguimiento en algunos casos). Este dilema se presenta de la siguiente manera:

Dilema de Heinz:
“La mujer de Heinz está enferma de cáncer, y se espera que muera pronto si no se hace nada por salvarla. Sin
embargo, existe un medicamento experimental que los médicos creen que puede salvar su vida: una forma de radio
que un farmacéutico acaba de descubrir. Aunque esta sustancia es cara, el farmacéutico en cuestión está cobrando
muchas veces más cantidad de dinero de lo que le cuesta producirla (le cuesta 1.000 dólares y cobra 5.000). Heinz
reúne todo el dinero que puede para comprarla, contando con la ayuda y el préstamo de dinero de todos sus conocidos,
pero solo alcanza a reunir 2.500 dólares de los 5.000 que cuesta el producto. Heinz acude al farmacéutico, a quien le
dice que su esposa se muere y a quien le pide que le venda el medicamento a menor precio o que le deje pagar la
mitad más tarde. El farmacéutico sin embargo se niega, aduciendo que debe ganar dinero con él ya que ha sido quien
lo ha descubierto. Dicho esto, Heinz se desespera y se plantea robar la medicina.” ¿Qué debería hacer?
Las preguntas que surgen como consecuencia del dilema de Heinz son las siguientes:

¿Heinz iba a robar el medicamento? ¿Por qué?


¿Qué es peor? ¿Dejar morir a su esposa o robar?
¿Qué valor tiene la vida para ti?
¿El marido tiene una buena razón para robar si no ama a su esposa?
¿Robar para el extranjero y robar para su esposa es lo mismo?
Si Heinz es capturado y juzgado, ¿el juez debería condenarlo? ¿Por qué? En este caso, ¿cuál es la
responsabilidad del juez ante la sociedad?
Dilema del tranvía:
El dilema del tranvía o del tren es otro clásico entre los dilemas éticos/morales, creado por Philippa Foot. En este
dilema se propone lo siguiente:
“Un tranvía/tren circula fuera de control y a toda velocidad por una vía, poco antes de un cambio de agujas. En esta
vía hay atadas cinco personas, que morirán si el tren/tranvía les alcanza. Tú te encuentras delante del cambio de
agujas y tienes la posibilidad de hacer que el vehículo se desvíe a otra vía, pero en el que se encuentra atada una
persona. Desviar el tranvía/tren hará que muera una persona. No hacerlo, que mueran cinco. ¿Qué harías?”

¿Qué es bueno y qué es malo?

¿Qué deberíamos hacer y


B
qué no deberíamos
hacer?
Este dilema dispone además de múltiples variantes,
pudiendo complicar en gran medida la elección. Por
ejemplo, la elección puede estar en que puede detener el
tranvía, pero ello hará que descarrile con una
posibilidad del 50% de que todos sus ocupantes mueran
(y 50% de que todos se salven). O se puede buscar más
la implicación emocional del sujeto: proponer que en
una de las vías hay cinco o más personas que morirán si
no se hace nada y en la otra una, pero que esta una es la
pareja, hijo/a, padre/madre, hermano/a o familiar del
sujeto. O bien un niño.
Dilema del prisionero

El dilema del prisionero es uno de los dilemas empleados por John Nash para explicarlos incentivos y la
importancia de las decisiones no solo propias sino también ajenas para obtener determinados resultados, siendo
necesaria la cooperación para lograr el mejor resultado posible. Aunque es más económico que ético, también tiene
implicaciones en este sentido.

El dilema del prisionero propone la siguiente situación:

“Dos presuntos delincuentes son detenidos y encerrados, sin que puedan comunicarse entre sí, ante la sospecha de
su implicación en un robo a un banco (o un asesinato, dependiendo de la versión). La pena por el delito es de diez
años de cárcel, pero no existen pruebas palpables de la implicación de ninguno en estos hechos. La policía le
propone a cada uno de ellos la posibilidad de salir libre si delata al otro. Si los dos confiesan el crimen cumplirán
cada uno seis años de prisión. Si uno lo niega y el otro proporciona pruebas de la implicación de éste, el informador
saldrá en libertad y el otro será condenado a los diez años de cárcel. Si los dos niegan los hechos, ambos
permanecerán en prisión un año.”
En el caso anterior, más que de moral estaríamos hablando de las consecuencias de cada acto para uno
mismo y para el otro y de cómo el resultado depende no solo de nuestra actuación sino también de la
ajena.

El ladrón noble

Este dilema plantea lo siguiente:

“Somos testigos de cómo un hombre roba un banco. Sin embargo, observamos que el ladrón no se queda el
dinero, sino que lo entrega a un orfanato que carece de recursos para sustentar a los huérfanos que en él
viven. Podemos denunciar el robo, pero si lo hacemos es probable que el dinero que el orfanato ahora
puede usar para alimentar y cuidar a los niños tenga que devolver lo robado”.

Por un lado, el sujeto ha cometido un delito, pero por otro lo ha hecho por una
buena causa. ¿Qué hacer? El dilema puede complicarse si se añade, por ejemplo,
que durante el atraco al banco ha muerto una persona.
El examen
A veces, la decisión correcta se da en una situación muy ambigua en la que no
sabemos si hemos cometido una infracción o no. Este dilema ético se basa en
este tipo de situaciones. Nos plantea este escenario:

"Estás en un aula de universidad realizando un examen: todos los alumnos


estáis sentados en sillas-pupitre alineadas, respondiendo a preguntas que deben
ser respondidas por escrito. En determinado momento, llevas varios minutos
intentando resolver una pregunta que se te resiste, y viendo que no vas mal de
tiempo, decides descansar durante un par de minutos, para ver si
desconectando puedes evocar mejor los recuerdos. Sin embargo, tras llevar un
rato con la mente en blanco y sin pensar en nada en concreto y con la mirada Es una simple pregunta de un examen,
perdida, te das cuenta de que acabas de ver la respuesta correcta en la hoja de pero... ¿debes hacerte cargo de haber
respuestas de la persona que tienes delante. Teniendo en cuenta que lo más "copiado", aunque sea de manera no del
probable es que no fueras a poder recordar la respuesta correcta, ¿respondes a todo voluntaria?
¿O por el otro lado no tienes la culpa de
la pregunta, o la dejas en blanco?".
que tu mirada se haya dirigido a la hoja
de examen de la otra persona?
Los Migrantes.

Una hacienda en Europa utiliza trabajadores migrantes para cosechar


sus grosellas, pagándoles muy por debajo del salario establecido por la
ley. Los trabajadores lo saben, pero aun así trabajan porque del dinero
ganado envían buena parte a sus familias, y sin ese dinero ellas no
tendrían para comer. Cierto día un transeúnte increpa al hacendado
explotador y lo amenaza con denunciarlo a la policía, hasta que este le
explica que si se rige por el salario de ley, tendría para pagarle solo a
la mitad de los trabajadores y la otra mitad quedaría en la calle.

¿Debería denunciarse al hacendado ante la policía? ¿Qué es lo mejor


para los migrantes?
Algunos de los dilemas éticos antes propuestos son enunciados que pueden antojarse falsos o una elaboración hipotética a la que
jamás vamos a tener que enfrentarnos en la vida real. Pero lo cierto es que en el día a día podemos llegar a tener que hacer frente a
decisiones difíciles, con consecuencias o implicaciones negativas tomemos la decisión que tomemos.

Por ejemplo, podemos encontrarnos con que un conocido realice Podemos observar malas praxis profesionales. Y también
algún acto poco ético. Asimismo podemos observar algún caso de podemos enfrentarnos a ellos incluso en la vida personal:
acoso escolar, o una pelea, en la cual podemos intervenir de podemos por ejemplo ser testigos de infidelidades y
diferentes formas. Frecuentemente nos encontramos con indigentes, traiciones hacia seres queridos o llevados a cabo por
y podemos enfrentarnos al dilema de si ayudarles o no. También a ellos, teniendo el conflicto de si decírselo o no.
nivel profesional: un juez por ejemplo ha de decidir si mandar o no a
alguien a prisión, un médico puede enfrentarse a la decisión de
alargar artificialmente la vida de alguien o no o quien debe o no ser
operado.

En conclusión, los dilemas éticos son un elemento de gran interés que pone a prueba nuestros principios,
valores, convicciones y creencias y nos obligan a reflexionar sobre lo que nos motiva y cómo organizamos y
participamos en nuestro mundo. Y no se trata de algo abstracto y ajeno a nosotros, sino que pueden formar
parte de nuestro día a día.
TAREA

Resolver de manera GRUPAL los casos


mencionados en la diapositiva.

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