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Ello , yo y super yo

EL ELLO

EL ELLO ES LA PRIMERA INSTANCIA PSÍQUICA QUE APARECE EN TODAS


LAS PERSONAS. ES DECIR, ESTÁ PRESENTE DESDE EL NACIMIENTO, A
DIFERENCIA DE LAS OTRAS DOS ESTRUCTURAS PSÍQUICAS DE LAS QUE
HABLAREMOS A CONTINUACIÓN (YO Y SUPERYÓ). POR LO TANTO,
DURANTE LOS PRIMEROS AÑOS DE NUESTRA VIDA ES LA QUE RIGE
NUESTRO APARATO PSÍQUICO.

EL ELLO OPERA A TRAVÉS DEL PRINCIPIO DEL PLACER INMEDIATO.


ESTA INSTANCIA LUCHA POR HACER QUE LA CONDUCTA SE RIJA
PRECISAMENTE POR LAS PULSIONES, LOS IMPULSOS, LOS DESEOS O EL
PLACER, SIN TENER EN CUENTA LAS POSIBLES CONSECUENCIAS.
EL YO

El Yo surge aproximadamente a partir de los dos años de edad. Esta


instancia psíquica se rige por lo que en psicoanálisis se conoce como el
principio de realidad. A diferencia del Ello, el Yo nos enfoca a pensar en las
consecuencias de nuestra conducta. Por tanto, en su manera de operar se
enfrenta al Ello, al tratar de contener o reprimir su contenido mediante
mecanismos de defensa y, también como veremos más adelante, entra en
conflicto con el Superyó al intentar evitar la posible sensación de “asfixia”
que puede provocar la naturaleza restrictiva de éste.
EL SUPERYÓ (IDEAL DEL YO)

El Superyó aparece aproximadamente a partir de los tres años de edad y surge de


aprendizajes asociados a la socialización e integración de normas. Esta instancia
psíquica intenta conseguir respeto en el aparato psíquico por el cumplimiento de las
normas morales. En ocasiones el Superyó presiona para tratar de ajustar la propia
personalidad a lo que se considera correcto y/o perfecto a nivel social.

El Superyó se encuentra por tanto, en conflicto con el Ello y con el Yo. El Ello rechaza
someterse a todo lo que tiene que ver con la moral, la ética o las convenciones sociales
y, el Yo, a pesar de tratar de aplacar los impulsos, deseos o pulsiones del Ello, también
se mueve por objetivos individuales centrados en la supervivencia y en la adaptación al
entorno
¿Cómo interactúan estas tres instancias psíquicas?

Entendiendo esta dinámica psíquica; El Ello contiene las pulsiones, impulsos y


deseos. El Superyó es el conjunto de valores morales y creencias en las que
proyectamos la mejor versión de nosotros mismos y el Yo es el mediador entre el
Ello y el Superyó. Intenta disfrutar y satisfacer las necesidades del Ello pero sin
romper las normas del Superyó. Según una aportación de Anna Freud a esta
teoría psicoanalítica, el Yo es un espacio en el que observamos todo lo que ocurre
en el Ello y el Superyó. Cuando el Yo fracasa en esa mediación y no logra
encontrar un equilibrio óptimo entre las otras dos instancias es cuando aparecen
síntomas de sufrimiento psíquico.
LA SEXUALIDAD INFANTIL
Teoría Psicoanalítica de las neurosis, Fenichel. pp 80 -
124

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