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Celos buenos

VS
Celos Malos

Envidia
VS
Admiración
Los celos pueden ser dirigidos correcta o incorrectamente de acuerdo a la naturaleza del corazón de la
persona

El celo santo es devoción,


consagración, es apasionarse
por una causa buena, una
meta digna o la persona
correcta
No te inclines ante ellos ni les rindas
culto, porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy
Dios celoso, quien no tolerará que
entregues tu corazón a otros dioses.
Éxodo 20:12
pues los celo, con el celo de
Dios mismo. Los prometí como
una novia pura. 2 Cor. 11:2

El celo de Dios es santo y es parte de su


carácter así como su amor y su justicia. Su
celo le ha llevado a entregar lo más valioso
que tenía para rescatar a su Iglesia y llevarla
a desarrollar todo su potencial.
La envidia surge de un
corazón codicioso. Esta
codicia puede dirigirse al La envidia es carnal porque es producida
deseo de bienes materiales, por el egoísmo que responde a los deseos
de fama, de amor, de de la carne y que son contrarios al amor
habilidades o talento, de de Dios porque buscan satisfacer deseos
belleza, de ser “adorado inapropiados de maneras inapropiadas.
como un dios”, o el afán de
tener poder y dominio; o sea
de desear tener el control
absoluto sobre cosas o
personas.
Frutos de la Envidia
Infelicidad permanente
La envidia produce insatisfacción, es un estado de infelicidad
permanente. El envidioso llega a no estar nunca satisfecho con lo
que es, con lo que hace y con lo que tiene. Por ello, estas
personas nunca están contentas, siempre están ambicionando, su
desesperación las puede llevar a la depresión.

Destruye las relaciones


Manifiesta enojo y con esto hace que las
personas se mantengan a distancia. Estas
personas envidiosas suelen perder a sus
mejores amigos, y llegan a estar resentidos
con sus familiares y compañeros de trabajo.
Frutos de la Envidia
Aumenta los problemas de baja autoestima
Sufre de baja autoestima, o sea piensa de sí mismo de manera
incorrecta porque no se da el valor que Dios le da a su persona.
Debido a que vive comparándose con otros

La envidia enferma nuestro corazón


Produce amargura, resentimiento, odio a sí
mismo y a otros, y hasta odio hacia Dios a
quien se puede acusar de no darnos aquello que
queremos. La envidia es un gran desperdicio de
energía mental, física y emocional.
Solución
En Marcos 7:20-23, el Señor Jesús dijo que del corazón salen
todas las maldades, incluyendo la envidia. El único que puede
cambiar nuestro corazón es el Señor. El Espíritu Santo quiere
llenar cada área de nuestra vida y purificar nuestro corazón.

Termine con oración de arrepentimiento.


Pidan limpieza de los pensamientos
envidiosos y que estos sean reemplazados por
el amor de Dios. Pidan que el Señor les
enseñe a mirar a otros como Él los ve.
Actividad para la Semana
a) De gracias a Dios por lo que es y
tiene y por lo que será y tendrá en el
Señor Jesús. Sea humilde para b) Pida a Dios que le ayude a reconocer los
reconocer que es por Su gracia que éxitos de otras personas. Reconozca el
tiene lo que tiene. No mida su éxito esfuerzo que él o ella realizaron para el
comparándose con los demás. éxito que hoy disfrutan

c)De gracias a Dios por lo que le


da a otras personas.

d) Elogie a las personas con sinceridad,


comience por sus seres amados, amigos y
hermanos en Cristo.
Sugerencias de
Lecturas diarias

Proverbios 27
Lucas 15:11-32
Hechos 5:17-42
Hechos 13:13-52
1 Tesalonicenses 1:1-10

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