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Introducción Pág. 2
BONDAD: el fruto del Espíritu Santo.................................. 3
FE: el fruto del Espíritu Santo.............................................. 8
MANSEDUMBRE: el fruto del Espíritu Santo................... 15
TEMPLANZA: el fruto del Espíritu Santo.......................... 20
Espíritu Santo y la perfección del caraácter.................... 26
La obra conjunta de la salvación....................................... 33
La obra del Espíritu Santo................................................... 40
Revelación del Espíritu Santo........................................... 48
El poder creador del Espíritu Santo............................... 52

Elaborado por: Producciones Mensajes de Fe, El Poder de la Esperanza.

Diseño y Edición por Yoston Vielma para La Asociación Llano Andes
Publicado por: Departamento de Jóvenes de la Unión Venezolana
Revisado por: Comité Literario de la Unión Venezolana.

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA

 2

INTRODUCCIÓN. Por la gracia de Dios la segunda entrega de la Revista Juvenil denominada

“¡Alégrate, Joven!” Dios Vendrá a ti; para programaciones de sociedad de jóvenes de nuestras
iglesias, se estudiarán en este semestre noviembre-diciembre de 2017, dos series de temas
realcionas al Espíritu Santo. “SÍMBOLOS Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO” Cada tema consta
de una introducción que está a cargo de la directiva juvenil local, y de tres partes que son el
cuerpo de la temática, por favor asignar con anteleción a tres participantes que asistan
regularmente a las programaciones juveniles, en la medida que se lleven a cabo las
programaciones variar a los participantes. Además, se le anexa una síntesis de la temática
estudiada que está a cargo de la directiva juvenil, una sopa de letras y algunos párrafos de la
Inspiración acompañadas de promesas bíblicas.

Sugerencias didácticas a la directiva juvenil:

 Refrescar la programación con un canto especial previamente asignado.

 Desarrollar un símbolo profetico en cada programación. Encargada la
directiva Juvenil
 Elegir participantes aleatoreos que presenten tips de salud no mayor a siete
minutos durante la programación.
 Elegir participantes aleatoreos para dirigir la dinámica bíblica no mayor a diez
minutos.
 Una receta de cocina vegetariana.
 Los responsables son elegidos con anticipación a la programación, por favor,
NO a la improvisación.
 Realizar programaciones al aire libre.
 Hacer intercambios juveniles de iglesia.
 Organizar grupos de oración en las programaciones.
 Motivar a los asistentes al estudio del año Bíblico, la directiva debe preparar las preguntas para que
los participante puedan presentar el exámen cada sabado.

Con el firme propósito de edificar a nuestra juventud en sus manos La Revista Juvenil
¡Alegrate, Joven! Dios Vendrá sobre ti. Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud,
antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos
contentamiento. Ecl 12:1. Muchas Bendiciones del Señor.

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA

 3

Tema 13.

Servicio de canto.

Texto bíblico: “amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es
de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios”. (3 Juan 1:11.)
_______________________________________________________________

y de cortesía, bien dice la Biblia que el

Introducción. Mas el fruto del Espíritu
es bondad… Bondad es una palabra
que deriva del latín y significa “cualidad
de lo bueno, de lo útil, de aquello que es
agradable, apetecible, gustoso”. Una
persona con bondad tiene una
inclinación natural a hacer el bien y se
mantiene dispuesta a ayudar a quien
lo necesita. La Biblia, dice: Del mismo
modo, dice: “y al que sabe hacer lo bueno, y
no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17.) La
bondad es la capacidad para pensar,
hacer o promocionar el bien. Ningún
cristiano debiera ser falto de bondad
creyente debe ser “hospedador, amante de
lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí
La característica que
mismo”, (Tito 1:8.)
deseo resaltar es la de llegar a ser
“amante de lo bueno”, esto implica
que Dios opera en la vida del creyente
por intermedio del Santo Espíritu un
amor por lo bueno, una pasión por la
justicia que no es otra cosa que la
práctica de la bondad.
Bondad es amar lo bueno, es el gusto
o la inclinación por lo bueno, en fin, la
práctica del bien. Entonces, usted ser
bondadoso o bondadosa cuando
muestra una disposición compasiva
con las personas que se encuentran
sufriendo y también cuando mantiene
una actitud amable y generosa hacia
los demás.

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA

Parte 1. LA MEJOR FÓRMULA DE
CORTESÍA.
La bondad es la mejor fórmula de
cortesía y promueve relaciones
humanas sólidas. San pablo,
recomienda: “cada uno de nosotros
agrade a su prójimo en lo que es
bueno, para edificación”. (Romanos
15:2.) Asimismo, sugiere que “el amor
sea sin fingimiento. Aborreced lo
malo, seguid lo bueno. (Romanos
12:9.) La bondad es una cualidad del
carácter que nace del amor y genera
un antagonismo con las inclinaciones
pecaminosas naturales del hombre
hacia lo malo y desarrolla un amor y
gusto natural por lo que es bueno.
Cuando en las iglesias se avecinan las
tormentas de las rivalidades, los celos
y las contiendas es un marcador
preciso que el amor y la bondad han
menguado. Entonces, surge la
necesidad que las sombras sean
disipadas por la acción de la oración
ferviente, el ayuno y la disposición de
remediar las contrariedades.
Bajo estas condiciones hay que pedir
el refrigerio del Espíritu, que su
presencia calme la conmoción y que
reine la paz fruto de la bondad y el
amor. La bondad es una de las
cualidades que mejor reflejan la
esencia humana, pues la persona
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bondadosa es buena, benigna y 4
benévola, por ello, a veces la bondad
se la relaciona con la amabilidad, en
efecto, es bondadoso el que tiene
inclinación por hacer el bien a los
demás, y lo hace con afecto,
comprensión y respeto.
Por contraste, la persona que carece
de bondad es aquella que es
mezquina, que es egoísta e
individualista, es aquel o aquella que
ve al resto de personas como
enemigos.
Una persona carente de bondad es
desconfiada, es rencorosa, e
insensible, además; es problemática y
no le gusta fomentar la amistad.
Además, le molesta que se cultiven
cerca de su entorno mezquino las
buenas relaciones de hermandad y
amistad. Una persona carente de
bondad se opone a las buenas
relaciones de convivencia y amistad.
Procura la división, genera el
partidismo o sectarismo, promueve
las rivalidades y la separación.
Parte 2. RECOMENDACIONES PARA
SER BONDADOSOS
Por eso, La Palabra de Dios da una
serie de recomendaciones para que
cultivemos la bondad y sigamos lo
bueno, preste atención: “mirad que
ninguno pague a otro mal por mal;
antes seguid siempre lo bueno unos
para con otros, y para con todos. (1
Tesalonicenses 5:15.)
No paguéis a nadie mal por mal;
procurad lo bueno delante de todos
los hombres. (Romanos 12:17.) “Por
lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre; si hay
virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad”. (Filipenses
4:8.)
En este sentido, la bondad es la
disposición permanente a hacer el
bien, de manera amable, generosa y
firme. Las personas bondadosas
sienten un gran respeto por sus
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semejantes y se preocupan por su 5
bienestar. A veces se cree ser bueno
es ser blando, sumiso, ingenuo o sin
carácter pero esto no es cierto,
personalmente creo que los buenos o
bondadosos son fuertes en
personalidad, son enérgicos y llenos
de optimismo, siempre comparten
una cálida sonrisa y cultivan
constantemente sentimientos de
confianza, de cariño y respeto.
Parte 3. UNA BONDAD INCONDICIONAL.
Si queremos que nuestros semejantes
practiquen la bondad, la cortesía y el
amor, nosotros mismos debemos
darles el ejemplo. Aun en las cosas
pequeñas, en el trato común todos
nos debemos cortesía. Una bondad
incondicional debiera ser la ley de la
vida. Al contrario, debemos evitar las
expresiones de rudeza y las palabras
de amargura. Nada cuesta mostrar un
rostro animado, proyectar una voz
suave, manifestar modales y ser
corteses. El fruto de la bondad se
mantiene inamovible aun en medio de
la provocación y el insulto.
Apreciados jóvenes, ¡Cuán urgente y
necesaria es manifestar una actitud
que cultive la cortesía y la disposición
a obrar con los demás como
quisiéramos que ellos obrasen con
nosotros! Nos evitaría más de la mitad
de los males de la vida.
La regla de oro bíblica dice: "así, todo
lo que queráis que los hombres os
hagan, hacedlo también vosotros por
ellos. Esta es la Ley y los Profetas.
Mateo 7:12. Asimismo, comparto una
regla de fe y vida de la iglesia cristiana
primitiva: “y todo lo que hagáis,
hacedlo de corazón, como para el
Señor, y no para los hombres”;
Colosenses 3:23. Esto, si lo tomamos
como patrón de vida o regla de fe le
dará mucho sentido y valor a nuestra
vida y relaciones.
SÍNTESIS DE LA TEMÁTICA ESTUDIADA
Querida juventud, una bondad y
amabilidad incondicional debiera ser
la ley de la vida. Por la gracia del Señor
aprendimos que una persona con
bondad tiene una inclinación natural a
hacer el bien y se mantiene dispuesta
a ayudar a quien lo necesita.
Recordemos que la bondad es la
capacidad para pensar, hacer o
promocionar el bien, es la mejor
fórmula de cortesía que promueve
relaciones humanas y es la disposición
permanente a hacer el bien, de
manera amable, generosa y firme.
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
La disposición compasiva con las 6
personas que se encuentran
sufriendo y también y una actitud
amable y generosa hacia los demás, es
prueba de la gracia del Espíritu Santo
que está obrando y embelleciendo el
alma.
Por la Palabra de Dios conocimos que
el que tiene inclinación por hacer el
bien a los demás, y lo hace con afecto,
comprensión y respeto es una
persona bondadosa. Las personas
bondadosas sienten un gran respeto
por sus semejantes y se preocupan
por su bienestar.
Para finalizar, lo hago con el poder de
la Palabra del Señor, citando la carta a
los Romanos16:19, ultima parte y
dice: “quiero que seáis sabios para el
bien, e ingenuos para el mal”. Que el
Santo espíritu te conceda el don de la
bondad, un gusto natural por lo que es
bueno, la inclinación de pensar y
hacer lo que es bueno y correcto, y un
odio por lo que es malo.
SOPA DE LETRAS. BONDAD, SABIO, RESPETO, BIEN, CORTESÍA, SONRISA, FRUTO, 7
ESPÍRITU.

O A D I L I B 0 M A B D
A T I C O R T E S I N U
D Z U L A E R O E E E T
I E V R P T S N I E A I
S P T S F A A B P N S R
O Z E D A D N O B S I I
R R C S E B U R B O R P
E S P I R I I E Z R N S
N I D R N I Z O B S O E
E T E N S O R A N O S N
G P I A I S E T R O C R

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA


Tema 14.
Servicio de canto.
Texto bíblico: Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe,
orando en el Espíritu Santo, Jud_1:20
Introducción. Mas el fruto del Espíritu
es fe… La fe es un don espiritual muy
poderoso que mantiene estable la
relación con Dios y fortalece la vida
espiritual de los creyentes. Fe es el
medio de conexión entre la debilidad
humana y el poder divino. Este don
espiritual es uno de los más enérgicos
y extraordinario por sus resultados.
Me encanta la hermosa frase del
novelista ruso Liev Nikolayevich
Tolstoi, que dice: “fe es la fuerza de
la vida”. La inspiración profética
define la fe como un poder que obra
y que es activo. “Debemos venir con
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8
fe en que el Señor oye y responde
nuestras oraciones; porque "todo lo
que no es de fe, es pecado".
La fe genuina es la que obra por el
amor, y purifica el alma. Una fe
viviente será una fe que obre”. YI 13-
9-1894. Se define la fe como la
entrega del alma a la total custodia y
dirección de Dios. Es también la fe un
don de Dios. Es el asentimiento de la
comprensión humana a las palabras
de Dios, lo que liga el corazón a su
servicio. ¿Y de quién es la
comprensión humana, si no es de
Dios? ¿De quién es el corazón, si no
es de Dios? Entonces, tener fe
significa entregarle a Dios el intelecto
y la energía que hemos recibido de él;
por lo tanto, los que ejercitan la fe no
merecen ningún crédito.
Los que confían firmemente en un
Padre celestial pueden creer en él
con una confianza ilimitada; los que
por la fe pueden mirar más allá de la
tumba a las realidades eternas,
deben confesar a su Hacedor: "Todo
es tuyo, y de lo recibido de tu mano
te damos" (1 Crón. 29: 14). Review and
Herald, 1º de diciembre de 1904
Ahora, en el enfoque general de Las
Sagradas Escrituras, la fe es un don o
dádiva de Dios, es un presente de
Jesucristo y un hermoso regalo que
se materializa en nuestras vidas,
gracias a la poderosa Persona del
Espíritu Santo. Por eso, en la
experiencia cristiana la fe es un
principio espiritual de dos
dimensiones una divina y la otra
humana, es decir, Dios concede la fe
pero la capacidad de ejercerla está en
nosotros. Dice la Escritura: “y
mediante el cual creéis en Dios, quien
le resucitó de los muertos y le ha
dado gloria, para que vuestra fe y
esperanza sean en Dios”. 1Pe_1:21.
Para que la fe sea genuina debe
centrarse y apoyarse en Dios.
El don de la fe trae esperanza, genera
confianza, otorga seguridad y
convicción que transforma
totalmente la vida de los seres
humanos. El desarrollo de esta fuerza
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espiritual es dinámica que impulsa 9
una constante marcha y un
progresivo crecimiento personal e
individual hacia la madurez o
perfección cristiana. En este sentido,
la experiencia de fe tiene que ser
individual, personal e intransferible,
como está escrito: “porque en el
evangelio la justicia de Dios se revela
por fe y para fe,… el justo vivirá por la
fe” (Romanos 1:17.) Por ello,
“acerquémonos con corazón sincero,
en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala
conciencia, y lavados los cuerpos con
agua pura”. Heb_10:22.
Parte 1. UN PODER TRANSFORMADOR
La fe es una condición esencial para
el progreso personal y crecimiento
espiritual, además, es un poder
dinamizador que trasciende a
cualquier intelectualismo vacío, así
que, fe no es mera teoría, la fe real es
una vivencia, más que un concepto,
es un poder pragmático y
regenerador en la vida. Por ello, la fe
se sobrepone al sentimentalismo
religioso o sensacionalismo espiritual
que caracteriza los reavivamientos
modernos. Ahora, donde hay fe hay
seguridad, hay progreso, no hay lugar
para la indecisión, la inconstancia y la
inestabilidad espiritual. Dice el
apóstol Pablo: “pero nosotros no
somos de los que retroceden para
perdición, sino de los que tienen fe
para preservación del alma”.
Heb_10:39.
Quiero destacar, la fe trabaja en
nuestras emociones y sentimientos
pero debe ir más lejos de las
variantes e inestabilidades de la
emotividad y del racionalismo
humano. Es la fe estable la que
establece una conexión y relación
correcta con Dios. La fe se incorpora
en la mente como un poder
sobrenatural y opera grandes y
potentes maravillas para la gloria de
Dios. Como creyentes entendemos
que "sin fe es imposible agradar a
Dios; porque es menester que el que
a Dios se allega, crea que le hay y que
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es galardonador de los que le 10
buscan." (Hebreos 11: 6.)
El Apóstol Santiago, escribe:
“hermanos míos amados, oíd: ¿No ha
elegido Dios a los pobres de este
mundo, para que sean ricos en fe y
herederos del reino que ha
prometido a los que le aman?”
(Santiago 2:5.) Por lo tanto, la
vivencia, el ejercicio y el crecimiento
de la fe, es la mayor riqueza espiritual
que se puede poseer. Ahora, la
comprensión de la fe, es asunto
fundamental en ámbito espiritual,
personalmente creo que los que más
cultiven la fe, tendrán más fe y ahí
está la diferencia de una fe
intelectual y muerta, a una fe viva y
pragmática. La fe es un don para
salvación, dice el apóstol Pedro:
“obteniendo el fin de vuestra fe, que
es la salvación de vuestras almas”.
1Pe_1:9. Y os recuerda “que sois
guardados por el poder de Dios
mediante la fe, para alcanzar la
salvación que está preparada para
ser manifestada en el tiempo
postrero”. 1Pe_1:5
Parte 2. LA VICTORIA SOBRE EL MAL
Otro aspecto resaltante a destacar es
la relación de la fe con la victoria
sobre el mal, recuerde, la fe concede
la victoria al creyente "porque todo lo
que es nacido de Dios vence al
mundo: y esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra fe." (1
Juan 5:4.) No solamente se vence por
la fe al mundo, recordemos que la
lucha cristiana tiene tres frentes de
batallas; el primero, Satanás y sus
demonios, el segundo; el
materialismo del mundo y las
riquezas deshonestas, y por último,
el peor y más peligroso de todos, a
saber, nuestro propio yo, lo que
espiritualmente La Biblia denomina:
“el hombre natural y carnal”.
La fe salvadora es una transacción,
por la cual aquellos que reciben a
Cristo se unen a Dios por un pacto. La
fe verdadera es vida. Una fe viva
significa un aumento de vigor, una
confianza implícita, por la cual el
alma llega a ser una fuerza
vencedora. La fe es como asir la
mano de Cristo en toda emergencia.
Señala la Inspiración: “¿Qué clase de
fe vence al mundo? Es la fe que hace
de Cristo su Salvador personal, esa fe
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que, reconociendo su impotencia, su 11
total incapacidad para salvarse a sí
mismo, se aferra del Auxiliador que
es poderoso para salvar como su
única esperanza. Es una fe que no se
desanima, que escucha la voz de
Cristo que le dice: "Ten ánimo, yo he
vencido al mundo, y mi divina fuerza
es tuya". Es la fe que le oye decir: "He
aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo" "(S.
Mateo 28: 20) ¡Qué precioso
Salvador es Jesús! Seguridad, auxilio,
confianza y paz hay en El. Es el
disipador de todas nuestras dudas, la
prenda de todas nuestras
esperanzas. Cuán precioso es el
pensamiento de que realmente
podemos llegar a ser participantes de
la naturaleza divina, con la que
podemos vencer así como Jesús
venció”. Review and Herald, 26 de
agosto de 1890.
Parte 3. LA PALABRA MÁS PEQUEÑA Y
PODEROSA DE TODAS
Me llama la atención que en nuestro
idioma fe es una de las palabras más
pequeñas que se registran en la
Biblia, sin embargo, es la más
poderosa de todas. La fe que nos
capacita para recibir los dones de
Dios es en sí misma un don del cual
se imparte una porción a cada ser
humano. Aumenta a medida que se
la usa para asimilar la Palabra de
Dios. A fin de fortalecer la fe
debemos ponerla a menudo en
contacto con la Palabra. "Luego la fe
es por el oír; y el oír por la palabra de
Dios." Romanos 10: 17. La fe consiste
en confiar en Dios, en creer que nos
ama y sabe lo que es mejor para
nuestro bien.
Todo buen impulso o aspiración
provienen de Dios; la fe recibe de
Dios la vida que es lo único que
puede producir crecimiento y
eficiencia verdaderos. La fe es lo que
nos habilita para mirar más allá del
presente, con sus cargas y congojas,
hacia el gran porvenir de la vida
venidera, donde se aclarará todo lo
que ahora nos deja perplejos. La fe se
aferra a las promesas de Dios, y
produce fruto en obediencia. "Sobre
todo, tomad el escudo de la fe, con que
podáis apagar todos los dardos de fuego
del maligno". “(Efesios 6: 16) La fe
significa confiar en Dios, creer que
nos ama y sabe mejor qué es lo que
nos conviene. La fe, si se la cultiva,
será un escudo para toda alma.
Querida Juventud, la fe firme y
constante disipa las sombras del
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
desánimo, de la duda y por sobre 12
todo; te libra de la arrogante
presunción egocéntrica que es la
falsificación satánica de la fe. En
efecto, la humildad es una virtud
sobresaliente en las personas que
ejercen la fe. Además, la fe auténtica
elimina todo vestigio de orgullo,
destruye las ínfulas de supremacía,
de jactancia, de superioridad, de
egoísmo e individualismo.
Deseo compartir unos consejos
bíblicos oportunos para la ocasión,
dice: “huye también de las pasiones
juveniles, y sigue la justicia, la fe, el
amor y la paz, con los que de corazón
limpio invocan al Señor”. 2Ti_2:22
“Ninguno tenga en poco tu juventud,
sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu, fe
y pureza. 1Ti_4:12. Estos pasajes
invitan a la juventud a seguir la fe y
ser ejemplo en fe. Hombres y
mujeres de fe y valor.
Finalmente, La fe es la brújula o el
GPS que nos lleva a la vida eterna.
Bien dice la Biblia, “por fe andamos,
no por vista” (2 Corintios 5: 7.) Por que Dios os haya escogido desde el 13
ello, “nosotros debemos dar siempre principio para salvación, mediante la
gracias a Dios respecto a vosotros, santificación por el Espíritu y la fe en
hermanos amados por el Señor, de la verdad. 2Ts_2:13.

PROMESAS

2Ts_1:11. Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro
Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad
y toda obra de fe con su poder,

Col_2:7. Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como

habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.

Efe_4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del

Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo.

SOPA DE LETRAS. FE, PODER, FUERZA, ESCUDO, OÍR, PALABRA, ENTREGA, OBRA,
AMOR.

O A D I L I B 0 M R B D
A B I C O R T E I I N U
D Z R L A E R O E E E T
I E V A P A L A B R A I
S O T S F A Z B M N S R
R E D O P E N R B O I I
R R C U Z B U R E O R P
E S P I C R I E Z U N S
N I D R N S E O B S F E
E T E N S O E U N O S N
A G E R T N E T F O C R

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA


Tema 15.
Servicio de canto.
Texto bíblico: con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia
los unos a los otros en amor, Efe_4:2.
Introducción. Mas el fruto del
Espíritu es mansedumbre… La biblia
destaca dos personajes como íconos
representativos de la
mansedumbre, a saber Jesucristo y
Moisés. Jesús dijo: “llevad mi yugo
sobre vosotros, y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras
almas”. Mat_11:29. Y del segundo,
se dice: “y aquel varón Moisés era
muy manso, más que todos los
hombres que había sobre la tierra”.
Núm_12:3
La mansedumbre se manifiesta
especialmente en la disposición a
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14
ceder sus propios derechos por
amor a los demás. Mansedumbre es
suavidad y benevolencia en la
condición o en el trato, y está libre
de arrogancia o presunción. Escrito
está. "Buscad a Jehová todos los
humildes de la tierra, los que
pusisteis por obra su juicio; buscad
justicia, buscad mansedumbre;
quizás seréis guardados en el día del
enojo de Jehová." (Sofonías 2: 3.)
Ahora, el más precioso fruto de la
santificación es la gracia de la
mansedumbre. "Santificad a Dios el
Señor en vuestros corazones, y
estad siempre preparados para
presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la
esperanza que hay en vosotros. " (1
Pedro. 3: 15). La mansedumbre es
un precioso rasgo cristiano. La
mansedumbre y la humildad de
Cristo se aprenden sólo llevando el
yugo de Cristo. . . Ese yugo significa
entera sumisión y obediencia a Dios.
Parte 1. UN FRUTO PRECIOSO Y DE
ALTO VALOR
por el Espíritu Santo como 15
santificador, y capacita a su
poseedor para dominar en todo
tiempo su temperamento duro e
impetuoso.

El más precioso fruto de la

santificación es la gracia de la
mansedumbre. Cuando esta virtud
controla el alma, la disposición es
La mansedumbre es el adorno
transformada por su influencia.
interior, que Dios estima de gran
Mansedumbre es saber esperar en
valor. El apóstol habla de esto
Dios y una subordinación a la
diciendo que es más valioso que el
voluntad divina.
oro, o perlas, o atavíos costosos. En
La verdadera mansedumbre suaviza tanto que el ornamento exterior
y sujeta el corazón, y adecua la hermosea solamente el cuerpo
mente al poder de la Palabra de mortal, el adorno de la
Dios. Señala el apóstol, “por lo cual, mansedumbre embellece el alma, y
desechando toda inmundicia y vincula al hombre finito con el Dios
abundancia de malicia, recibid con infinito. Este es el ornamento que
mansedumbre la palabra Dios mismo escoge.
implantada, la cual puede salvar
Parte 2. UN SIGNO DE GRANDEZA Y
vuestras almas. Stg_1:21
DE PODER.
El Espíritu Santo coloca los
También, la mansedumbre está muy
pensamientos en obediencia a
relacionada con otras virtudes,
Jesucristo. Por su obra en la vida del
como la humildad y la apacibilidad.
creyente la comprensión capta toda
De modo que los mansos se dejan
verdad divina, y la voluntad se
enseñar y están dispuestos a
inclina ante todo precepto de Dios,
aceptar disciplina de la mano de
sin dudar ni murmurar, esto es
Dios, aunque por el momento pueda
verdadera mansedumbre. En efecto,
parecer incómoda y desagradable.
mansedumbre es una gracia obrada

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA

Generalmente se cree que
mansedumbre es sumisión y
debilidad, cosa que no es cierto, la
mansedumbre es poder bajo el
absoluto control y no es debilidad
como ocurre con la violencia.
Recomiendan Las Escrituras: “que a
nadie difamen, que no sean
pendencieros, sino amables,
mostrando toda mansedumbre para
con todos los hombres. Tit_3:2.
La mansedumbre es la fórmula
perfecta para corregir a los que se
equivocan. "Hermanos, si alguno
fuere sorprendido en alguna falta,
vosotros que sois espirituales,
restauradla con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti
mismo, no sea que tú también seas
tentado" (Gálatas. 6: 1). Debemos
aprender a hablar con la
mansedumbre de Cristo; nuestras
obras y nuestro espíritu deben dar
testimonio de que estamos
sirviendo al Señor. Acertado es el
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consejo bíblico del apóstol: “con 16
toda humildad y mansedumbre,
soportándoos con paciencia los unos
a los otros en amor”, Efe_4:2.
La mansedumbre se presenta como
el proceso interno por medio del
cual la persona vive en paz y se
hacen cesar grandes ofensas. Bien
dice el salmista: "Porque Jehová
tiene entendimiento en su pueblo;
hermoseará a los humildes con la
salvación." (Salmos 149: 4).
Parte 3. UN RASGO DISTINTIVO DEL
CRISTIANO
¿Quién es sabio y entendido entre
vosotros? Muestre por la buena
conducta sus obras en sabia
mansedumbre. Stg_3:13 “Será inútil
vuestra religión si no mostráis
mansedumbre, bondad y cortesía
con vuestra familia. Si hubiese más
religión genuina en el hogar, habría
más poder en la iglesia. ¡Cuánto
mejor sería tener el aceite de la
gracia en el corazón, ser capaces de
resistir toda provocación y soportar
todas las cosas con mansedumbre y
tolerancia cristianas!” (Review and
Herald, febrero 27, 1913).
La mansedumbre aparece en el
Nuevo Testamento como un rasgo
distintivo de la predicación de Jesús
de Nazaret. Es una de las nueve
bienaventuranzas del Sermón de la
montaña: “Bienaventurados los
mansos, porque ellos recibirán la
tierra por heredad”. (Mateo 5,5).
Ahora, en Mateo 11:29, se dice:
“Tomad sobre vosotros mi yugo, y
aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas”. Esta
mansedumbre que los Evangelios
atribuyen a Jesús queda
ejemplificada al dar su vida en la
cruz del calvario para rescatar a la
humanidad. “El dominio propio, las
palabras de amor y ternura, honran
al Salvador. Los que pronuncian
palabras bondadosas y amables,
palabras pacificadoras, serán
ricamente recompensados.
Somos los ministros designados por
Cristo, y debemos permitir que su
Espíritu resplandezca mediante la
mansedumbre y la humildad que
hemos aprendido de él.” (Carta 257, del
26 de noviembre de 1903)
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
17
SÍNTESIS DE LA TEMÁTICA
ESTUDIADA
Apreciada juventud, aprendimos que la
mansedumbre es suavidad y benignidad
en la condición o en el trato. Que el más
precioso fruto de la santificación es la
gracia de la mansedumbre. La
mansedumbre y la humildad de Cristo se
aprenden sólo llevando el yugo de Cristo,
es decir, mantener una conducta
obediente al Señor y su Palabra.
Mansedumbre es una gracia obrada por el
Espíritu Santo como santificador, y
capacita a su poseedor para dominar en
todo tiempo su temperamento duro e
impetuoso.
La mansedumbre se presenta como el
proceso interno por medio del cual la
persona vive en paz y se hacen cesar
grandes ofensas. "Mas tú, oh hombre de
Dios, huye de estas cosas, y sigue la
justicia, la piedad, la fe, el amor, la
paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena
batalla de la fe, echa mano de la vida
eterna, a la cual asimismo fuiste llamado,
habiendo hecho la buena profesión
delante de muchos testigos." 1 Tim. 6: 11-
12.
SOPA DE LETRAS. MANSEDUMBRE, TEMPERAMENTO, HUMILDAD, SUAVE, 18
TRATO, GRACIA, ESPÍRITU.

H G R A C I A 0 M R B D
A U I H O R T E I I N U
H U M I L D A D E G E T
T E V L P A L A B R A I
R E R B M U D E S N A M
A E D O P E N R B O I I
T U C S U A V E E O R P
O S A I C R I E Z U N S
N I D V U T I R I P S E
T E M P E R A M E N T O
A G E R T N E T F O C R

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA


Tema 16.
Servicio de canto.
Texto bíblico: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor. 2Ti_1:7.
Introducción. Mas el fruto del
Espíritu es templanza… Los
principios bíblicos enseñan el
dominio de sí mismo o dominio
propio, la sobriedad, la serenidad y
la templanza. Dios desea que el ser
humano no se deje dominar por sus
pasiones y apetitos carnales, el
dominio propio es esencial para el
perfeccionamiento de la vida
cristina.
El poder del dominio propio se
acrecienta con el ejercicio y
promueve la sobriedad y la buena
salud. Al contrario los excesos son la
causa la pérdida del dominio propio
y el socavamiento de la salud.
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
19
La abstinencia de todo lo perjudicial
y el uso moderado y equilibrado de
lo que es bueno es lo que
comprende ser templado o
temperante.
Cultivar hábitos de dominio propio o
de templanza no suele ser fácil, se
deben romper con malos hábitos y
estilos equivocados de vida. Ahora,
lo que al principio parece difícil, se
vuelve fácil con la práctica hasta que
los buenos pensamientos y acciones
llegan a ser habituales.
En el primer capítulo de la segunda
epístola de Pedro, se encuentra esta
recomendación: "vosotros también,
poniendo toda diligencia por esto
mismo, mostrad en vuestra fe
virtud, y en la virtud ciencia; y en la
ciencia templanza, y en la templanza
paciencia, y en la paciencia temor de
Dios; y en el temor de Dios, amor
fraternal, y en el amor fraternal,
caridad" (2 Pedro. 1: 5-7). La mayor
evidencia de nobleza en un cristiano
es el dominio propio. El hombre o la
mujer fuerte es quien se domine a sí
mismo, la mente santificada debe
dominar a cuerpo con sus apetitos y
pasiones.
La Biblia las presenta
didácticamente las virtudes
cristianas como una escalera, cada
peldaño representa el progreso y las
conquistas cristianas. Estas virtudes
son admirables y la templanza o el
dominio propio figura entre los
peldaños. Estoy convencido que la
verdadera religión pone al hombre
en armonía con las leyes de Dios, así
como con las leyes físicas, mentales
y morales.
UNA VIDA DE EQUILIBRIO Y
Parte 1.
ARMONÍA.
Creo que el ser humano tiene la
necesidad de adaptarse y someterse
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a las leyes de Dios y de la naturaleza, 20
fuimos creados por Dios para vivir
en armonía con la naturaleza,
debemos adoptar un estilo de vida
sana, debemos alimentarnos física y
espiritualmente y en consecuencia,
debemos aprender hacerlo
correctamente, es decir, con
dominio propio, con responsabilidad
y regularidad.
“El dominio propio es el mejor
gobierno del mundo. Si nos
revistiéramos del ornamento de un
espíritu humilde y tranquilo, el
noventa y nueve por ciento de las
dificultades que tan terriblemente
amargan la vida se podrían
economizar. . . El hombre natural
debe morir, y el nuevo hombre,
Cristo Jesús, debe tomar posesión
del alma, de modo que el seguidor
de Jesús pueda decía con verdad:
"Ya no vivo yo, mas vive Cristo en
mi" (Gál. 2: 20).El yo es difícil de
vencer. No es fácil someter al
Espíritu de Cristo la depravación
humana en cada una de sus formas.
Pero todos debieran sentirse
impresionados con el hecho de que
a menos que se obtenga esta
victoria por medio de Cristo, no hay
esperanza para ellos. La victoria
puede ser obtenida; porque nada es
imposible para Dios. Primeros Escritos, pág. 46.
Ser templado o temperante significa
abstenerse de las cosas perjudiciales
y usar con moderación las cosas
buenas. Debemos ser moderados y
equilibrados la comida, bebida,
descanso, trabajo, sexo, el
vestuario, estudio, en fin, en todas
las actividades. La Biblia aconseja,
"amados, yo os ruego como a
extranjeros y peregrinos, que os
abstengáis de los deseos carnales,
que batallan contra el alma." (1
Pedro. 2: 11). La idea central del
tema es la abstinencia, saber que
todo me es permitido pero no todo
me conviene.
Dios desea que la juventud
mantenga su fortaleza y se
destaque por el dominio propio.
Necesitamos fortalecer la voluntad
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por el dominio propio o la 21
templanza, dice la inspiración: “la
fuerza de carácter consiste en dos
cosas: la fuerza de voluntad y el
dominio propio. Muchos jóvenes
consideran equivocadamente la
pasión fuerte y sin control como
fuerza de carácter; pero la verdad es
que el que es dominado por sus
pasiones es un hombre débil. La
verdadera grandeza y nobleza del
hombre se miden por su poder de
subyugar sus sentimientos, y no por
el poder que tienen sus
sentimientos de subyugarle a él. El
hombre más fuerte es aquel que,
aunque sensible al maltrato, refrena
sin embargo la pasión y perdona a
sus enemigos.-CN 147, 148.
Parte 2. SOMOS LO QUE COMEMOS.
Debemos cuidar el alma y el cuerpo,
se necesita más vigilancia en lo que
comemos y bebemos, en nuestros
hábitos y estilos de vida. Jesucristo
dijo: "la vida es más que la comida, y
el cuerpo más que el vestido”.
(Lucas12:23.) Con frecuencia, le
damos más importancia a la
búsqueda del alimento material que
el espiritual. Jesucristo, dijo:
"trabajad, no por la comida que
perece, sino por la comida que
permanece para vida eterna, que el
Hijo del Hombre os dará. Sobre él el
Padre Dios colocó su sello de
aprobación". (Juan 6:27.) También
dijo: No sólo de pan vivirá el
hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios. Mateo 4:4.
El alimento del alma y del espíritu
debe buscarse más enérgicamente
que el alimento material.
Ahora, si bien es cierto que “la
comida no nos hace más aceptos a
Dios; porque no somos peores si no
comemos, ni mejores si comemos”.
(1 Corintios 8:8.) Sin embargo, La
Biblia, recomienda: “no destruyas la
obra de Dios por causa de la
comida…”. (Romanos 14:20.)
No cabe duda, hay una forma de
alimentarse que a Dios no le agrada,
por supuesto, es una alimentación
malsana y tóxica, que destruye y
degeneran los órganos de la
máquina humana. Hay un pasaje
que me llama la atención por su
contenido: “tentaron a Dios en su
corazón, al pedir comida a su gusto”.
(Salmo 78:18.) Apreciados jóvenes,
precisamente ese es el gran
problema que tenemos como
personas, comemos para complacer
el gusto, es decir, comemos lo
sabroso y que por lo general está
cargado de productos de origen
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animal, grasas o frituras, azúcares, 22
exceso de sal y de productos
refinados. Se come muy artificial,
productos que vienen en sobres,
potes, latas, botellas y paquetes,
todo esto, generan problemas y
enfermedades serias.
Muchos dicen: “el reino de Dios no
es comida ni bebida…” (Romanos
14:17.) Yo estoy totalmente de
acuerdo, el reino de Dios es
espiritual, el Señor dice: “no solo de
pan vivirá el hombre sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios”
(Mateo 4:4.) Además, Él dijo:
"porque mi carne es verdadera
comida, y mi sangre es verdadera
bebida. (Juan 6:55.) Pues bien, no
cabe duda, que el hacer la voluntad
de Dios es comer el alimento
espiritual, y esta idea se corrobora
en el siguiente texto: Jesús les dijo:
"Mi comida es hacer la voluntad del
que me envió, y acabar su obra.
(Juan 4:34.) Sin embargo, escrito
está: “todas las cosas me son lícitas,
mas no todas convienen; todas las
cosas me son lícitas, mas yo no me
dejaré dominar de ninguna. Las
viandas para el vientre, y el vientre
para las viandas; pero tanto al uno
como a las otras destruirá Dios. (1
Corintios 6:12,13.)
Parte 3. TODO ME ES PERMITIDO PERO
NO TODO CONVIENE.
Aquí podemos notar que hay cosas
que no convienen y no podemos
dejar dominarnos por un apetito
pervertido. Además, Pablo exhorta:
¿No sabéis que vuestro cuerpo es
templo del Espíritu Santo, que está
en vosotros, que tenéis de Dios, Y
que no sois vuestros? Porque habéis
sido comprados por precio. Por
tanto, glorificad a Dios en vuestro
cuerpo. (1Corintios 6:19-20.) Hay un
tipo de comida que contamina física
y espiritualmente, se lee en Daniel,
1: 8: “Y Daniel propuso en su corazón
no contaminarse con la comida ni
con el vino del rey. Por eso pidió al
jefe de los eunucos permiso para no
contaminarse”.
Pues bien, una dieta sencilla y
natural le proveyó lo necesario a él y
sus tres compañeros para estar diez
veces mejores que los demás que
comían de los manjares malsanos de
la corte.
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
23
En la actualidad, hay una creciente
intemperancia de la que Dios se
desagrada, sus resultados son la
obesidad, la diabetes, la
hipertensión arterial y los problemas
del corazón; todo ello, está
directamente relacionados a la dieta
y a los malos hábitos de vida; y esto,
viéndolo desde el punto de vista de
salud y calidad y vida, no obstante,
el asunto tiene implicaciones
espirituales, el apóstol Pablo
denunció un tipo de idolatría
relacionada a la comida, “porque
por ahí andan muchos, de los cuales
os dije muchas veces, y aun ahora lo
digo llorando, que son enemigos de
la cruz de Cristo; el fin de los cuales
será perdición, cuyo dios es el
vientre, y cuya gloria es su
vergüenza; que sólo piensan en lo
terrenal”. (Filipenses 3:18,19.)
La comida malsana y la glotonería
pueden constituirse en un tipo de
idolatría, el pasaje anterior dice que
los enemigos de Cristo su fin será
para perdición y que son aquellos
“cuyo dios es el vientre”; es decir; los
que son intemperantes.
prosperidad física y espiritual, y en 24
esto consiste la verdadera felicidad,
estar sanos física y espiritualmente
no tiene precio, todo eso es para
vida en abundancia y felicidad
permanente.

SÍNTESIS DE LA TEMÁTICA Finalmente, la templanza o el

ESTUDIADA
Apreciada juventud, quiero recordar
que en el principio Dios estableció
una dieta muy sana y balanceada, se
lee en Génesis 1:29; “y dijo Dios: he
aquí que os he dado toda planta que
da semilla, que está sobre toda la
tierra, y todo árbol en que hay fruto
y que da semilla; os serán para
comer.” El deseo de Dios es nuestra
PARA MEDITAR
dominio propio es la virtud que
permite al ser humano vivir con
equilibrio, sobriedad y sin excesos, y
esto significa, vivir en armonía con
las leyes tanto espirituales como
naturales. Dios te conceda un
dominio propio para vivir en plena
libertad y que nada en esta vida te
domine o esclavice.

EL DOMINIO PROPIO ES UN DEBER. El cuerpo tiene que ser puesto en sujeción. Las facultades
superiores de nuestro ser deben gobernar. Las pasiones han de obedecer a la voluntad, que
a su vez ha de obedecer a Dios. El poder soberano de la razón, santificado por la gracia divina,
debe dominar en nuestra vida. Las exigencias de Dios, deben estamparse en la conciencia.
Hombres y mujeres deben despertar y sentir su obligación de dominarse a sí mismos, su
necesidad de ser puros y libertados de todo apetito depravante y de todo hábito envilecedor.
Han de reconocer que todas las facultades de su mente y de su cuerpo son dones de Dios, y
que deben conservarlas en la mejor condición posible para servirle (El ministerio de curación,
pág. 92.)

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SOPA DE LETRAS. TEMPLANZA, DOMINIO PROPIO, EQUILIBRIO, MODERADO, 25
SOBRIO, SANO.

M O D E R A D O M O B D
A B I C O R T E I I O U
D O M N I O R O E R N T
I E V A P I L A B R A I
S O T S F P Z O M B S R
R E D O P O S R B O I I
R R C U Z R U R E S R P
E S P I C P I E Z U N S
E Q U I L I B R I O F E
E T E M P L A N Z A S N
A G E R T N E T F O C R

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA

 26

Tema 17.

Texto Bíblico: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. 2Co7:1.
_______________________________________________________________

INTRODUCCIÓN. La segunda venida espíritu que se le llama la perfección

de nuestro Señor Jesucristo a la
tierra para dar a los fieles el toque
de la inmortalidad y de la vida eterna
es la mayor de todas las promesas
de las Escrituras.
Todos los que deseen ver al Señor
cara a cara y mantenerse en pie en
su glorioso advenimiento tienen que
obtener una decidida victoria sobre
el pecado, sobre sus tendencias
pecaminosas heredadas y
cultivadas, sobre todo rasgo
pecaminoso y los defectos del
carácter. Para ello, debe ocurrir un
proceso de limpieza de toda
contaminación de la carne y del
cristiana o perfección del carácter.
No obstante, tenemos que
reconocer que sin la intervención
del Espíritu Santo es imposible que
cambiemos p o r n u e s t r a s
habilidades, capacidades y
esfuerzos independientes el
carácter. Sólo por el Consolador, el
Espíritu Santo, que Jesús prometió
enviar al mundo, se puede
transformar el carácter a la imagen
de Cristo.
Por ello, todo el que recibe a Cristo
como su Salvador personal tiene el
privilegio de poseer y desarrollar los
mismos atributos de su carácter.
Dios requiere en todo la perfección
moral, por ende, en nuestra
temática juvenil abordaremos la
actuación del Espíritu Santo en la

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perfección del carácter y la santidad La mente se eleva; hay amor por la 27
del alma en el temor de Dios. justicia y odio por el pecado.
Comienza una curación progresiva
En primer lugar, se tiene que
del alma. El hombre no es dotado
comprender que la gloria de Dios es
con nuevas facultades sino que las
Su carácter y este carácter perfecto
facultades físicas, mentales y
fue revelado por la vida de Cristo. En
espirituales degeneradas por el
consecuencia, en la edificación de
pecado son restauradas,
nuestro carácter, debemos construir
perfeccionadas y santificadas. Se
sobre Cristo. Él es nuestro
restaura la imagen de Dios en el
fundamento inconmovible. Leer
alma, esto es lo que implica la
Efesios 2:20. En segundo lugar, Dios
perfección del carácter.
por intermedio del Santo Espíritu
desea grabar la imagen perfecta del
carácter de Cristo en nuestra alma.

Y en tercer lugar, las Escrituras son

el gran instrumento en esta
transformación del carácter. Cristo
oró. "Santifícalos en tu verdad; tu palabra
es verdad" " (Juan 17: 17). Por el poder
de la Palabra de Dios las Parte 1.

inclinaciones naturales hacia el mal

son subyugadas y erradicadas, en su
lugar son implantados nuevos
pensamientos, sentimientos y
motivos.
Al lograrse este cambio,
reflejaremos la gloria del Señor que
es su propio carácter. La vida de
Cristo debe ser la norma de carácter.
Comienza un progreso continuo
hacia la madurez cristiana. La
conciencia muerta y cauterizada por
el pecado revive y se despierta.
No basta ser superficialmente
diferentes a los demás, debemos ser
auténtica y radicalmente distintos a
los demás. Dice la Escritura: “para que
seáis irreprensibles y sencillos, hijos de
Dios sin mancha en medio de una
generación maligna y perversa, en medio
de la cual resplandecéis como luminares
en el mundo”; Flp 2:15. En medio de la
maldad y pecaminosidad del mundo
debemos mantenernos puros e
incontaminados. Admito que la

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perfección del carácter no es asunto
fácil pero tampoco es algo un
imposible. Creo firmemente que “lo
que es imposible para los hombres, es
posible para Dios”. Luc 18:27.
Querida juventud, El Espíritu Santo
está comprometido en la perfección
del carácter y la santidad del alma y
no hay imposibilidades para Dios,
todo joven que se someta a Dios
logrará un carácter semejante al de
Cristo. Ahora, un carácter perfecto y
noble no se hereda, no se recibe
accidentalmente, no se logra con
esfuerzos macilentos e
intermitentes, es una tarea que
requiere un sometimiento total y
absoluto a la guianza y dirección del
Santo Espíritu, por su puesto, en
estricta obediencia a la palabra de
Dios.
Al buscar fervientemente la
perfección del carácter, debemos
recordar que la santificación no es
obra de un momento sino de toda
una vida. Pablo dijo: "Cada día
muero". Diariamente debemos
obtener nuevos logros en la tarea de
vencer. Cada día tenemos que
resistir la tentación y ganar la
victoria sobre el egoísmo en todas
sus formas; no hay tregua y no hay
descanso en esta tarea.
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
28
Un carácter noble y perfecto se
obtiene mediante decididos
esfuerzos individuales, sin olvidar
que la obra de la perfección del
carácter es posible únicamente por
los méritos y la gracia de Cristo y por
la obra especial del Espíritu Santo.
En consecuencia, Dios da los
talentos, las facultades mentales, las
oportunidades y posibilidades y
nosotros formamos el carácter. Sin
duda, es muy factible que los
jóvenes de nuestras iglesias sean
irreprensibles y sencillos, es decir,
perfectos en el temor de Dios. "Por
tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta
como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma
imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Cor. 3:
18.
Cuando se recibe la iluminación del
Espíritu de Dios, inmediatamente el
creyente contempla la perfección de
Jesús, y al considerarla, se
avergüenza y la justicia humana se
abate en el polvo de la tierra.
Decimos como Juan el bautista, “es
necesario que él crezca, pero que yo
mengüe”. Jua 3:30.
Queridos jóvenes luchemos por ser
semejantes a Jesús. En el yo se ve pecado,
la condenación y la desesperanza pero en
Cristo ve un carácter inmaculado y un
modelo perfecto y digno de imitar.
Parte 2.
La perfección cristiana se basa en el
principio y la fuerza del amor. Recomienda
el apóstol: “conservaos en el amor de Dios,
esperando la misericordia de nuestro
Señor Jesucristo para vida eterna”. Jud
1:21. El amor es el atributo más
sobresaliente de Dios que se
manifiesta en acciones de justicia.
Amor y obediencia no se pueden
separar ya que son parte del
perfeccionamiento del carácter.
Escrito está: “Y este es el amor, que
andemos según sus mandamientos. Este es
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
el mandamiento: que andéis en amor,
29
como vosotros habéis oído desde el
principio”. 2Jn 1:6. Obedecer y amar
son una y la misma cosa. Por ello, "El
que dice: Yo le conozco y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso, y la
verdad no está en él; pero el que guarda su
palabra, en éste verdaderamente el amor
de Dios se ha perfeccionado; por esto
sabemos que estamos en él”. (1 Juan 2: 4,
5).
El amor es la práctica del bien y de
la justicia. “Pues este es el amor a Dios,
que guardemos sus mandamientos; y sus
mandamientos no son gravosos”. 1Jn 5:3.
“El que dice que permanece en él, debe
andar como él anduvo”. (1 Juan 2: 6).
Nunca podremos alcanzar la
perfección de carácter si no oímos la
voz de Dios ni obedecemos a sus
mandamientos.
La ética y moralidad presentada en
el Evangelio no reconoce otra norma
que la perfección de Dios y los
designios de su justicia perfecta. La
imperfección de carácter es pecado,
y el pecado es la transgresión de la
ley.
Dios exige que sus hijos sean
perfectos. Su ley es una copia de su
propio carácter, y es la norma de
todo carácter. La transgresión o el
pecado es la antítesis del amor ya
que es un principio contrario a la ley
de Dios.
El amor es un principio que se
perfecciona en nuestras vidas
otorgando la madurez y el
crecimiento cristiano. Además, es el
fruto del Espíritu Santo que crea en
el alma una réplica del carácter de
Cristo para que muera el yo muera y
viva Cristo en nosotros. “En esto se ha
perfeccionado el amor en nosotros, para
que tengamos confianza en el día del
juicio; pues como él es, así somos
nosotros en este mundo”. 1Jn 4:17. En el
amor hay poder y seguridad, hay
valor y firmeza para avanzar hacia la
perfección del carácter. “En el amor
no hay temor, sino que el perfecto amor
echa fuera el temor; porque el temor lleva
en sí castigo. De donde el que teme, no ha
sido perfeccionado en el amor”. 1Jn 4:18.
Parte 3.
Los que están buscando la
perfección del carácter jamás deben
dejarse dominar por la idea de que
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son sin pecado y nuca caen en la 30
jactancia, la arrogancia o el orgullo
espiritual. Cuanto más se espacie la
mente en Cristo y cuanto más se
aproxime a su divina influencia y
presencia, el creyente tendrá un
juicio más claro de la santidad y
perfección de Dios y de la
pecaminosidad de nuestra
naturaleza humana.
El Espíritu Santo dará un elevado
sentimiento de nuestra debilidad e
indignidad y dará una acrecentada
majestuosidad de la santidad y
perfección de Jesucristo. En
consecuencia, mientras más cerca
de Cristo mayor y más profundo será
el concepto de nuestros defectos,
debilidades e imperfecciones. En
las Escrituras encontramos:
"Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser
autor de eterna salvación para todos los
que le obedecen." Heb. 5: 9.
La perfección del carácter se basa
en lo que Cristo es para nosotros. Si
dependemos constantemente de
los méritos de nuestro Salvador, y
seguimos en sus pisadas bajo la
dirección del Santo Espíritu,
seremos como él, puros e
incontaminados.
El pecado y nuestros defectos de
carácter no son invencibles por la
gracia de Dios podemos conquistar
la perfección del carácter y lograr el
estado de impecabilidad que
conquistó en Señor Jesucristo en
esta tierra.
todo el ser como un templo para la 31
morada del Espíritu Santo. "¿O
ignoráis que vuestro cuerpo es
templo del Espíritu Santo, el cual
está en vosotros, el cual tenéis de
Dios, y que no sois vuestros? Porque
habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro
cuerpo y en vuestro espíritu, los
cuales son de Dios. "1 Cor. 6:19-20.

Cristo ha hecho posible que

poseamos un carácter santo; por
Nuestra obra consiste en permitir
tanto, no quedemos satisfechos con
que el Espíritu Santo ilumine,
nuestros defectos y deformidades.
capacite, fortalezca nuestra débil
Cada joven tiene que luchar contra
voluntad para luchar con tenacidad
sus inclinaciones, no debe mantener
y así, obtener en nuestra esfera de
sus hábitos pecaminosos, y
acción la perfección del carácter.
conservar sus defectos de carácter.
Dice la Inspiración: “El Hijo de Dios
Día a día hay que ser renovado en el
era intachable. Debemos tratar de
espíritu de la mente a la semejanza
alcanzar esa perfección, y vencer
de Jesucristo.
como él venció, si queremos
sentarnos alguna vez a su diestra”.-
T 3, 336

Dios es honrado sólo cuando los que

profesan creer en él son
perfeccionados en el carácter y
transformados por el Espíritu a la
CONSIDERACIONES FINALES.
imagen de Cristo. Debemos
Apreciada juventud, si desean ser
representar ante el mundo la belleza
transformados en mente y carácter
de la santidad y perfección de Dios.
jamás deben mirar a los hombres.
El mandato del Señor a la juventud
Jesucristo debe ser el gran centro
es la perfección de carácter, y esto,
de atracción, hemos de amar la
no es más que la preparación de

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA

perfección porque Jesús es la 32
personificación de la perfección.

La vida que ahora vivimos debemos

vivirla por fe en el Hijo de Dios. Por
los méritos de Cristo, por su justicia
que nos es imputada por la fe, La perfección del carácter implica
debemos alcanzar la perfección del una lucha mientras se viva en el
carácter cristiano. Se presenta mundo de pecado, dice la Escritura:
nuestra obra diaria en las palabras "mas el Dios de toda gracia, que nos
del apóstol: "Puestos los ojos en el llamó a su gloria eterna en
autor y consumador de la fe, en Jesucristo, después que hayáis
Jesús" (Heb. 12: 2). padecido un poco de tiempo, él
mismo os perfeccione, afirme,
Dios no ha dejado sola a la juventud
fortalezca y establezca." (Ped. 5: 10).
tenemos un poder todopoderoso
Afirmados en Cristo y guiados por el
que nos acompaña, Dice la
Santo Espíritu no hay lugar para el
Inspiración: “El Espíritu Santo
fracaso. Recordemos que para
siempre mora con los que buscan la
alcanzar la perfección en la
perfección del carácter cristiano. El
construcción del carácter, necesita
Espíritu Santo proporciona la pureza
ser fiel en los deberes más
de motivos que sostiene al alma
insignificantes de la vida. Todo lo
creyente, que lucha en toda
que hacemos debe ser realizado a la
emergencia y frente a toda
vista de un Dios santo. El yo debe
tentación. El Espíritu Santo sostiene
morir todos los días. Cada práctica,
al creyente en medio del odio del
cada hábito no importa cuán
mundo, la hostilidad de los
inocente sean deben combatirse
parientes, el desengaño, el
hasta ser vencidos. Le ruego a la
descubrimiento de la imperfección,
juventud, ¡No se detengan, que
y las equivocaciones de la vida. La
prosigan adelante! Avancen hacia la
victoria es segura para los que miran
perfección del carácter. El Espíritu
al Autor y Consumador de nuestra
Santo vive y reina en nuestros
fe, puesto que dependen de la
corazones. Aleluya, Amen.
incomparable p u r e z a y
perfección de Cristo”.-RH30-11-1897.

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA

 33

Tema 18.

Texto bíblico: “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros,
hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para
salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”, 2Ts 2:13.

Además, envía al Santo Espíritu para que

obre en los corazones mediante el poder
de la fe la salvación. En este sentido, la
salvación comienza en el cielo del Padre a
Cristo, de Cristo al Espíritu Santo y de Él al
hombre en la tierra.

Las evidencias bíblicas destacan tres

INTRODUCCIÓN: La salvación es la obra de
Dios en el pecador que ha sido constreñido
y movido al arrepentimiento por la
influencia del Espíritu Santo. La Biblia es
clara en cuanto a la salvación y al rol de
Dios como salvador. La salvación viene
desde el cielo a la tierra y desde la tierra
hacia el cielo, es decir, de Dios hacia el
hombre y desde el hombre hacia Dios.
maneras en que Dios por amor salva al
pecador arrepentido; uno, es la gracia del
Padre, dos, la sangre del Hijo y tres, la fe
que otorga el Espíritu Santo. Ahora ¿Por
qué son tres formas o maneras para
salvarnos? Sencillamente, porque Dios se
revela en su palabra como tres personas
diferentes que comparten la misma
divinidad, un Dios único y soberano.

Me explico mejor, el Padre en su gracia y
amor infinito encomendó a su Hijo
Jesucristo la tarea de venir a buscar y
salvar lo que se había perdido. Por su
parte, Cristo realiza su sacrificio vicario
para reconciliar y salvar a la humanidad
entregando su vida y ofreciendo su sangre
salvadora, resucita y regresa victorioso al
cielo para interceder y ser el sustituto de
la humanidad que cree en Él.
Tanto Dios Padre, como Dios Hijo y Dios
Espíritu conforman en su totalidad a Dios.
Dice el apóstol Pablo. “para nosotros, sin
embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual
proceden todas las cosas, y nosotros somos para
él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son
todas las cosas, y nosotros por medio de él”. 1Co
8:6. (Efesios 4:6.) "La gracia del Señor Jesucristo, el
amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean
con todos vosotros" (2 Corintios 13: 13-14.) Es
necesario destacar en esta programación

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juvenil de manera clara y concisa los roles,
formas y modos de Dios en la obra de la
salvación. Existen tres maneras o formas
en que Dios salva al pecador arrepentido,
seguidamente se detallan:
Parte 1.
Gracia es la actitud salvadora de Dios, la
mejor expresión de su amor y de la
misericordia, en otras palabras, gracia es
como la GRAN PROVISIÓN de todos los
recursos esenciales para la salvación del
hombre. La salvación es el resultado del
don y la obra de la gracia, “porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios…” Ef. 2:8; y claro
está, no podemos olvidar de dónde y de
quién procede los dones para la salvación,
escrito está que “toda buena dádiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre de las
luces, en cual no hay mudanza, ni sombra de
variación” Stgo. 1:17. ¡Maravillo don de la
gracia! Alabado sea el Padre por el don o
regalo inmerecido y tan amplio de la
salvación, “porque la gracia de Dios se ha
manifestado a todos los hombres” Tit. 2:11.
La Biblia alumbra nuestro entendimiento
en relación al maravilloso poder de la
gracia. “La gracia nos fue dada en Cristo Jesús
antes de los tiempos de los siglos” 2 Tim. 1:9, fue
motivada por el gran amor del Padre
“porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que
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él cree, no se pierda mas tenga vida eterna” Jn.
34
3:16. “Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y
del Señor Jesucristo nuestro Salvador” Tit. 2:4.
En sus propósitos eternos el Padre ofrece
la provisión de la gracia y en Jesucristo la
oferta y materializa. En su gran sacrificio
en la cruz el Señor Jesús gana para sí el
título de Salvador de todos los hombres,
claro está, mayormente de los que creen.
Por eso, aunque destituidos de la gloria de
Dios a causa del pecado, hemos sido
“justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en Cristo Jesús” Rom.
3:24, a quien Dios Padre puso como
propiciación por medio de la fe en su
sangre expiatoria para manifestar su
justicia.
Conociendo ya la superabundante gracia
damos “¡Gracias a Dios por su don inefable!” 2 Cor.
9:14-15. En referencia al asunto de la
salvación jamás debemos dudar o
desconfiar del poder salvador de Dios, se
nos alienta en Jesucristo “bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad” 2
Cor. 12:9.Nuestra debilidad e imposibilidad
de salvarnos a nosotros mismos es la gran
posibilidad de Dios para desnudar su
poderoso brazo salvador.
La Biblia nos recuerda que la gracia está
disponible desde el momento exacto de la
entrada del pecado, la caída de la
humanidad marca el comienzo de la
actuación del poder o el reino de la gracia
“...mas cuando abundo el pecado abundó,
sobreabundó la gracia” Rom. 5:20.
La gracia, entonces es el medio de armonía
entre Dios y la humanidad. El poder y el
señorío del pecado es derrocado por el
poder de la gracia, amparados en su poder
“el pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no
estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” Rom. 6:14. El
poder liberador de la gracia nos ayuda
para vencer el pecado y nos habilita
perfectamente para resistir las
tentaciones del diablo.
Como hijos hemos sido escogidos para
salvación por la obra de gracia que
dispensa inmerecidamente el Padre y que
opera poderosamente para salvación
eterna en nuestras vidas, cuando por
intermedio del Espíritu Santo aceptamos a
Jesucristo como nuestro salvador.
Curiosamente en el saludo de gracia y paz
del profeta Juan a las siete iglesias, se hace
evidente la acción de la Deidad en relación
a la gracia salvadora, por supuesto,
consideremos el escrito en el uso de la
correcta interpretación profética: “gracia y
paz a vosotros, del que es y que era y que ha de
venir, [Padre] y de los siete espíritus que están
delante de su trono; [El Espíritu Santo] y de
Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos…” Ap. 1:4.
En síntesis, la obra de la gracia salvadora
es una obra conjunta de la Deidad,
definitivamente la obra de la salvación es
una obra de amor y la obra conjunta de
Dios.
Parte 2.
El énfasis de salvación en el Nuevo
Testamento es Jesucristo. Para ser salvos
se necesita la acción purificadora y
mediadora de la sangre preciosa
derramada en el sacrificio de Cristo en la
Cruz. Es por gran sacrificio vicario como se
rescata al hombre y se paga el precio de la
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redención, ya que según se plantea en
35
Hebreos 9:22, “sin derramamiento de sangre no
hay remisión o perdón de pecados”. Sin duda,
necesitamos la sangre salvadora, “Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros; pues
mucho más, estando ya justificados [Perdonados]
en su sangre, por él seremos salvo de la ira” Rom.
5:8-9.
Es así que, el perdón es factible gracias a la
limpieza espiritual de la sangre
purificadora para nuestra reconciliación,
justificación, santificación y redención.
Vale la pena entonces reflexionar de lo
delicado que es menospreciar su sangre,
su obra salvadora en nuestro favor y
resistir obstinadamente la actuación de los
Agentes Divinos.
Por ello, se alerta a los seres humanos;
“¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el
que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por
inmunda la sangre del pacto en la cual fue
santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de Gracia?”
Heb 10:29. Concluyentemente, Valorar o
menospreciar la hermosa reconciliación
obrada por la muerte y la sangre de Cristo
en favor de nuestra salvación, es una
cuestión de vida o muerte.
Ahora bien, las Escrituras enérgicamente
señalan el carácter exclusivo de Jesucristo
como el único salvador en la tierra. “Y en
ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en quien
podamos ser salvos” Hech. 4:12. Sin embargo,
el pasaje bíblico no pretende afirmar que
sólo Cristo sea el autor excepcional o
responsable único de la salvación, puesto
que como ya se analizó, la obra de la
salvación es una obra conjunta, es
también la obra del Padre y de su gracia.
Al analizar la frase “bajo el cielo” establece
definidamente la jurisdicción de la fuerza
de las frases del texto bíblico; es muy
cierto que, no existe otro nombre entre los
humanos de la tierra en quién
encontremos salvación, es Cristo el único
salvador; sin embargo, innegable es, que
también existen Agentes Divinos y seres
celestiales responsables y colaboradores
en la obra de la salvación.
Por eso hermanos, la confianza nos
embarga, la sangre de Jesucristo obra la
limpieza espiritual y la regeneración de
nuestro carácter, obra y condición esencial
para estar en la presencia de Dios. Está
escrito: “... la sangre de Jesucristo nos limpia de
todo pecado” y “si confesamos nuestros pecados,
él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad” 1 Jn. 1:7;9.
Alabemos “al que nos amó y nos limpió con su
sangre” Apc. 1:5. ¡Que podamos ser contados
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entre “los que han lavados sus ropas, y las han
36
emblanquecidos en la sangre del cordero”! Ap.
7:14. Permanezcamos en esta firme
esperanza de la gran obra de la salvación
que tanto anhelamos y confiemos en
“aquel que es poderoso para guardarnos sin caída,
y presentaros sin mancha delante de su gloria con
gran alegría” Jud.24.
Ahora bien, aún en el ofrecimiento de la
sangre del pacto eterno para la salvación,
la Biblia no le atribuye sólo la
responsabilidad a Cristo, escrito está: “y por
todos murió, [Cristo] para que los que viven, ya no
vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó
por ellos… Y todo esto proviene de Dios, [Padre]
quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo,…”
2Cor. 5:15 y 18. Y aún se añade: “y el Dios de
paz [El Padre] que resucitó de los muertos a
nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las
ovejas, por la sangre del pacto eterno”.
La obra de salvación emprendida por
Cristo y su ofrecimiento voluntario como
ofrenda por el pecado, en conjunto fue
obrada, aceptada y aprobada por el Padre
una vez cumplida toda justicia; entonces,
el Padre obra con poder la resurrección de
Cristo y “en esa voluntad somos santificados
mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre.” Heb. 10:10.
Confiemos que nuestra purificación en la
sangre de Cristo es perfecta y completa
porque “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu Eterno se ofreció a si mismo sin
mancha a Dios, limpiará vuestra conciencia de
obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”
Heb.9:14. Quiero dejar claro en la mente
dos ideas principales referidas a los
pasajes bíblicos anteriores: Primero, el
ofrecimiento de la sangre salvadora se
hizo “mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo” y fue aceptado por el Padre
quién le resucita de los muertos. Segundo,
fue presentada por el Espíritu Santo ante
el Padre “la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu Eterno se ofreció a si
mismo sin mancha a Dios”.
En el cielo como nuestro representante
tenemos a Jesucristo hombre, con una
humanidad perfecta y glorificada, capaz de
simpatizar con nuestra naturaleza humana
para saber cómo socorrernos. El Cristo
hombre, ofrece su sangre en favor de
nuestra santificación y en esta fórmula
salvadora: La gracia del Padre, la sangre de
Cristo, el amor y fe don del Espíritu Santo,
seremos salvos. Leer 1.Tim. 1:14. Escrito
está: “porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios [Padre] y los hombres,
Jesucristo hombre [no Espíritu], el cual se dio a sí
mismo en rescate por todos”. 1 Tim. 2:14.
Además, el que cree en la obra salvadora
de Cristo cree y debe aceptar
automáticamente la obra y el papel del
Padre como salvador Poderoso. “El que oye
a mi palabra y cree al que me envió [El Padre], tiene
vida eterna y no vendrá a condenación…” Jn 5:24;
porque “el que cree en mi -dijo Jesús-, no cree en
mí sino en el que me envió, [El Padre]”.
La potestad salvadora del nombre de
Cristo tiene su poder, valor y autoría en la
autoridad del Padre, para gloria y honor de
su nombre. Por eso, clamemos diciendo:
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“la salvación pertenece a nuestro Dios, [El Padre]
37
que está sentado en el trono y al Cordero [Cristo]”.
Ap. 7:10. Los salvos tendrán respeto no solo
por el nombre de Cristo sino por el del
Padre, de hecho escrito está para
revelación: “Después de esto miré, y vi que el
Cordero estaba de pie sobre el monte de Sion, y
con el ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el
nombre de Él [Cristo] y el de su Padre escrito en la
frente”. Ap. 14:1.
Parte 3.
Por último, no se puede olvidar la palabra
más pequeña de la Biblia pero la más
poderosa en cuanto se refiere a salvación,
la fe. La fe es el don del Espíritu Santo, es
el principio operante de la condición
salvadora y el medio por el cual el creyente
se aferra al Salvador. La fe comprende la
entrega sin reservas, el rendimiento de la
voluntad y la convicción y seguridad del
amor salvador de Dios.
Sin ánimo de ser antagónico, quiero
afirmar que la fe sola no salva, en sí misma
no tiene alguna virtud que nos coloque en
la posición de merecer la salvación, es la fe
de y en Cristo la que salva, puesto que
Cristo [No la Fe] es nuestra justicia y el
autor de la eterna salvación. “sabiendo que
el hombre no es justificado…., sino por la fe de
Jesucristo, nosotros también hemos creído en
Jesucristo, para ser justificados por la fe de
Cristo…” Gál. 2.16.
La Biblia enseña que por la fe en Cristo
somos absueltos de condenación y
perdonados, que por intermedio de la fe
de Cristo se obra la reconciliación pacífica
entre Dios [El Padre] y nosotros, por la
mediación de nuestro Señor Jesucristo.
Leer Rom. 5:1.
No podemos olvidar que la justicia es por
fe, y que nuestra vida se debe esconder en
la fe del Hijo de Dios, que nos amó y se
entregó a sí mismo por nosotros. Leer Rom.
9:30 y Gál. 2:20. Cuando reflexiono que la fe
es un Don o Regalo del Espíritu Santo,
imagino la gracia como el gran almacén
celestial donde están todas las provisiones
necesarias para salvar al hombre, y siento
que la fe es la mano que abre la puerta,
nos da acceso y se aferra a esos recursos
salvadores. Leer Gál. 5:22.
Ahora bien, la fe es poder, es un principio
operante que impulsa al ser humano a
entregarse sin reserva a Cristo, única
puerta de entrada al cielo y garantía de
salvación. Por eso, el apóstol Pablo se
refiere a la fe como un poder que excluye
toda jactancia y orgullo humano, cuando
dice: “la ley de la fe”. Leer Rom. 3:27.
Entonces, la fe es un poder dinámico que
produce activamente obras que glorifican
y manifiestan al mundo la obra salvadora
de Dios en nuestras vidas. Leer Stgo.
2:17,22,26. Es así que, obramos motivados
por la fe no para salvarnos sino como
resultado de la obra de la salvación en
nosotros. Esta fe salvadora es dinámica y
viva, es una fe produce frutos genuinos de
obediencia que obra por el amor y purifica
el alma.
La fe se desarrolla conforme a la medida
que Dios repartió a cada uno. La fe viene
por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Leer Rom.10:17; 12:3. En consecuencia, la fe es
esencial para la salvación, Leer Heb.11:6;
puesto que la fe genuina obra y obedece.
Además, “en el evangelio la justicia de Dios se
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revela por fe y para fe, como está escrito: El justo
38
por la fe vivirá” Rom. 1:17; ya “que con el corazón
se cree para justicia…” Rom. 10:10.
La Biblia nos instruye y nos hace sabios
“para la salvación que es por la fe en Cristo Jesús”.
2Tim. 3:15. El poder del evangelio es para
salvación y para fe viva en la vida del
creyente. Por lo tanto, la fe nos une a
Cristo, nos lleva reconocerle como Señor
soberano de nuestras vidas y a creer firme
en la salvación. Leer Rom.10:9.
Bien oró el apóstol Pablo al Padre por
nosotros para “ser fortalecidos con poder en el
hombre interior por su Espíritu; para que habite
Cristo por la fe en vuestros corazones,…” Ef. 3.16-
17; a fin de estar firmes en la verdad y en el
amor. Y aunque parezca extraño y hasta
blasfemo para algunos, basado en el peso
de las evidencias bíblicas, no me cansaré
de pregonar al unísono con los apóstoles
que en esta fórmula salvadora de la gracia
del Padre, la sangre de Cristo, y el don de
amor y de fe del Espíritu Santo, seremos
salvos.
Necesitamos establecernos en la fe una
vez dadas a los santos, y no hay mejor
camino para ello, que vivir en Cristo la vida
de la fe. La fe confirma, establece y
fortalece al creyente; y es parte esencial
en la armadura del cristiano para discernir
las trampas del error. Leer Rom.1:12-13.
Ef.6:16. Y lo que más me asombra es la
conexión inseparable de la fe con la gracia
y con el sacrificio de Cristo “por quien
tenemos entrada por la fe a la gracia en la
cual estamos firmes…”; por eso, también
Cristo se presenta como el autor y
perfeccionador de la fe. Leer Heb. 12:2.
La fe en Cristo es puerta de entrada a la
Gracia y entrar en la gracia es entrar en la
salvación y en la vida eterna. Solo serán
salvos los que reciban esta abundante
gracia y el don de la justicia que es por la
fe. Leer Rom.5:2,17 y Ef.3:17.
En lo referido a salvación Dios tiene la
primera y la última palabra, la obra de
salvación en la vida del creyente es una
obra conjunta y exclusiva de Dios, es la
gran obra del amor.
Cita la inspiración: “Cristo, nuestro Mediador, y
el Espíritu Santo interceden constantemente en
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
favor del hombre, pero el Espíritu no suplica por
39
nosotros como lo hace Cristo que presenta su
sangre, derramada desde la fundación del mundo;
el Espíritu obra sobre nuestro corazón, provocando
oraciones y arrepentimiento, alabanza y
agradecimiento… (Manuscrito 50, 1900, también
en A fin de conocerle, p. 77).
En conclusión, el corazón se prepara para
salvación por la gracia del Padre al ofrecer
a su Hijo, por el gran sacrificio de Jesucristo
como el don de la justicia y por el don de
la fe otorgado por el Espíritu Santo que nos
mueve a la entrega y comunión para
eterna salvación. En esta alianza Divina y
confesión de fe seremos salvos.

Tema 19.
Servicio de canto.
Texto bíblico: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador
no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado,
de justicia y de juicio. Jua 16:7 -8.
Introducción: Cuando Dios previó la gran
obra de salvar pecadores hizo dos
ofrecimientos importantes, uno, Él dio a
su Hijo amado Jesucristo y dos, dio a su
Santo Espíritu. De hecho cada Persona de
la Deidad cumple su rol y función en esta
gran obra del amor.
De verdad, tuvo que ser un gran privilegio
el haber podido conocer a Cristo cuando
vivió en la tierra, pero es un mayor y mejor
privilegio el conocerlo por la revelación
que el Espíritu Santo da en nuestros
corazones. La promesa es: “Pero cuando
venga el Consolador, a quien yo os enviaré
del Padre, el Espíritu de verdad, el cual
procede del Padre, él dará testimonio
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
40
acerca de mí. Jua 15:26. ¡Bendita
revelación! Aunque no fuimos testigos
presenciales en los días de Cristo tenemos
la certidumbre y la seguridad que
Jesucristo no es un desconocido para
nosotros.
Fue el amor, la gracia y la misericordia del
Padre la que dispuso la salvación;
asimismo, el amor, la gracia y la
obediencia del Hijo la que compró con su
preciosa y bendita sangre que perdona y
salva al pecador; y por último, el amor,
gracia y la intervención del Espíritu Santo
la que capacita a los seres humanos para
ser salvos por el poderoso don la fe. Por
ello, deducimos que la salvación es un don,
un regalo y es la gran obra del amor de
Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu
Santo.
Cuando el Señor Jesucristo estaba por
dejar el mundo, el prometió enviar a su
Espíritu Santo para estar con sus
discípulos. Escrito está: “Y yo rogaré al Padre,
y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual Parte 1. 41
el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le
conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora
con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré
La Inspiración sagrada aborda el pecado
huérfanos; vendré a vosotros. Jua 14:16-18.
en estos términos: “El pecado es un intruso, y
Tenemos la compañía permanente del no hay razón que pueda explicar su presencia. Es
algo misterioso e inexplicable; excusarlo
Santo Espíritu en nuestros corazones. “Mas
equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar
el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
alguna excusa en su favor o señalar la causa de su
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
existencia, dejaría de ser pecado. La única
cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.
definición del pecado es la que da la Palabra de
Jua 14:26. El Santo Espíritu es un poderoso
Dios: "El pecado es transgresión de la ley;" es la
maestro y el gran revelador de la verdad, manifestación exterior de un principio en pugna con
él hace santos a los que creen al evangelio. la gran ley de amor que es el fundamento del
Si el Espíritu Santo no obra con el gobierno divino”. (El Conflicto de los Siglos, págs.
546-547).
evangelio, entonces el evangelio viene a
ser una letra muerta. La gran obra del Espíritu Santo es la de
convencer al mundo de pecado, dando a
Debemos apreciar el bien espiritual que
entender a los pecadores que el evangelio
surge de la salvación cuando es revelada a
es verdad y que solo Cristo es la solución
nosotros por el Espíritu Santo.
para el pecado.
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me
vaya; porque si no me fuera, el Consolador no
vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por
cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy
al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por
cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya
juzgado. Pero cuando venga el Espíritu de verdad,
él os guiará a toda la verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, El Espíritu Santo motiva a los pecadores a
y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es
creer en la sangre de Cristo para perdón
mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo
hará saber. Jua 16:7-15. de pecados; ahora, si esta obra es
menospreciada, rechazada y blasfemada,
La promesa es: “Y cuando él venga, entonces no puede haber perdón de
convencerá al mundo de pecado, de pecados y no hay salvación. Por ello, la
justicia y de juicio. De pecado”, en esta Escritura nos advierte que el único pecado
programación juvenil abordaremos esta que no puede ser perdonado es la
triple obra de convencimiento del Espíritu blasfemia contra el Espíritu Santo (leer Mr.
Santo. 3:28, 29; Mt. 12:31, 32).

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA

Dios no tiene otro Hijo para ofrecerlo
como otro sacrificio por el pecado. La
persona que menosprecia el sacrificio de
Cristo no tiene otro sacrificio al cual
acudir. De la misma manera, Dios no tiene
otro Espíritu que nos capacite a recibir ese
sacrificio y ser salvos. Así que el que
menosprecia y rechaza al Espíritu Santo no
se le ha de dar otro Espíritu que lo capacite
a recibir a Cristo y ser salvo.
Es vital aprender sobre el Espíritu Santo y
su obra. El Espíritu Santo es quien
convence de culpa y también el que
santifica. Siendo que nadie puede
arrepentirse de sus pecados a menos que
esté convencido de ellos, es indispensable
el ministerio del Espíritu.
Dice la inspiración: “El pecado podía ser
resistido y vencido únicamente por la poderosa
intervención de la tercera persona de la Divinidad,
que iba a venir no con energía modificada, sino en
la plenitud del poder divino. El Espíritu es el que
hace eficaz lo que ha sido realizado por el Redentor
del mundo. Por el Espíritu es purificado el corazón.
Por el Espíritu llega a ser el creyente partícipe de la
naturaleza divina. Cristo ha dado su Espíritu como
-poder divino para vencer todas las tendencias
hacia el mal, hereditarias y cultivadas, y para grabar
su propio carácter en su iglesia.-DTG 625.
A pesar que no podemos ver el Espíritu de
Dios, sabemos que los hombres que han
estado muertos en delitos y pecados son
convencidos y convertidos bajo Su acción y
dirección. Ni una sola alma vendría a los
pies de Cristo a no ser por la intervención
del Espíritu.
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
Parte 2. 42
La gran obra del Espíritu Santo es
convencer a los pecadores que el
evangelio es de Dios y es la verdad.
Además, que en el evangelio se da
revelación de la justicia divina, dice la
Escritura: “... en el evangelio la justicia de Dios se
revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el
justo por la fe vivirá”. Rom 1:17.
Esa revelación llega sólo al hombre por
intermedio del Espíritu, dice el apóstol
Pablo: “pues nosotros por el Espíritu aguardamos
por fe la esperanza de la justicia.” Efe 5:9 La
justicia es un fruto del Espíritu, dice la
Palabra de Dios, “porque el fruto del Espíritu es
en toda bondad, justicia y verdad”. Gál 5:5.
La justicia debe ser una necesidad
espiritual, y quienes la busquen de todo
corazón la hallarán y serán felices.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ellos serán saciados”. Mat 5:6.
Aunque, a veces se padece persecución
por causa de la justicia, dijo Cristo:
“bienaventurados los que padecen persecución
por causa de la justicia, porque de ellos es el reino
de los cielos”. Mat 5:10.
Ahora, el reino de Dios es un reino de
justicia, recomendó el Señor Jesús: “Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas os serán añadidas”. Mat 6:33.
Por otro lado, lo opuesto a la justicia de
Dios es la transgresión y el pecado. Lo
confirma la Biblia: “toda injusticia es pecado”;
(1Jn 5:17) y añade, “todo aquel que comete
pecado, infringe también la ley; pues el pecado es
infracción de la ley”. 1Jn 3:4.
Así que, justicia es obediencia práctica a la
ley de Dios. Por ello, los que viven en el
pecado y en oposición a la justicia de Dios,
es decir, en un estado de injusticia o de
pecado serán condenados a la muerte
eterna. La biblia destaca que os justos
heredan la vida eterna “pero ira y enojo a los
que son contenciosos y no obedecen a la verdad,
sino que obedecen a la injusticia”. Rom 2:8.
La injustica trae condenación y muerte
pero la justicia la vida eterna, escrito está :
“así que, como por la transgresión de uno vino la
condenación a todos los hombres, de la misma
manera por la justicia de uno vino a todos los
hombres la justificación de vida. 2Co 5:21. La
biblia destaca que Jesucristo trajo el don
de la justicia derrocando el imperio de la
muerte y el poder del pecado, y “... si por la
transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho
más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los
que reciben la abundancia de la gracia y del don de
la justicia”. Rom 5:17. Por causa de la justicia
divina el Hijo de Dios sufre la penalidad de
la ley para poder absolver de culpa y de
condenación a la humanidad, dice el
apóstol: “Al que no conoció pecado, por
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nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
43
fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Rom 5:18.
Ahora no somos cautivos del enemigo sino
siervo de Cristo y de la justicia, ¿No sabéis
que si os sometéis a alguien como esclavos para
obedecerle, sois esclavos de aquel a quien
obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de
la obediencia para justicia? Rom 6:16. Dice el
apóstol, “Porque cuando erais esclavos del
pecado, erais libres acerca de la justicia”. Rom 6:20
“Y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de
la justicia. Rom 6:18.
Nuestra tarea es andar en libertad y
cumplir toda justicia, no obstante, esa
tarea no la podemos realizar sin la ayuda
del Espíritu Santo. Su tarea es iluminar la
mente, resaltar la justicia divina,
reprender a nuestra conciencia por el
pecado que amamos y acariciamos, mover
al arrepentimiento y confesión verdaderos
y doblegar el alma a los pies de Cristo para
recibir la terapia espiritual
correspondiente.
La tarea del Espíritu es derribar la justicia
humana y establecer en el corazón la
justicia divina. El estado natural del
hombre es oposición y rebelión a la justicia
del gobierno y reino de Dios. Señala la
Escritura: “Porque ignorando la justicia de Dios,
y procurando establecer la suya propia, no se han
El
sujetado a la justicia de Dios”; Rom 10:3.
mayor milagro que puede obrar el Espíritu
Santo en el alma es cambiar el estado
natural de injusticia humana a una nueva y
mejor condición de justicia divina, a esto
se le conoce como el nuevo nacimiento. “Si
sabéis que él es justo, sabed también que todo el
que hace justicia es nacido de él”. 1Jn 2:29. Hijitos,
nadie os engañe; el que hace justicia es justo,
como él es justo”. 1Jn 3:7. “En esto se manifiestan
los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel
que no hace justicia, y que no ama a su hermano,
no es de Dios”. 1Jn 3:10. Naturalmente sin
Cristo y sin el Espíritu amamos el pecado y
odiamos la justicia pero bajo la dirección
del Espíritu, amamos la justicia y odiamos
al pecado. ¡Qué cambio tan extraordinario
y radical!
Por ello, el Espíritu santo –dijo Cristo-
convencería al mundo de justicia. La biblia
dice que: “y la esperanza no avergüenza;
porque el amor de Dios ha sido derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo
que nos fue dado. Rom 5:5. El amor de
Dios ha sido expresado en su justicia. La
justicia es el fundamento de su trono y el
fruto de su amor. “Justicia y juicio son el
cimiento de tu trono; misericordia y
verdad van delante de tu rostro”. (Sal. 89:
14).
El Espíritu revela que la ley demanda
justicia, y ante la ley, el pecador debe ser
justo. Pero es incapaz de serlo. La única
forma en que puede obtener la justicia es
mediante la fe en cristo.
La justicia es santidad, semejanza a Dios; y
"Dios es amor". La justicia de Cristo es
aceptada en lugar del fracaso del hombre,
y Dios recibe, perdona y justifica al alma
creyente y arrepentida, la trata como si
fuera justa, y la ama como ama a su Hijo.
Justicia es conformidad a la ley de Dios,
por ello, el Espíritu hace por el hombre lo
que él no puede hacer por sí mismo. Dice
la Escritura: “y nos atestigua lo mismo el Espíritu
Santo; porque después de haber dicho: Este es el
pacto que haré con ellos después de aquellos días,
dice el Señor: pondré mis leyes en sus corazones, y
en sus mentes las escribiré, Heb 10:15-16.
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
La esencia de toda justicia es lealtad a
44
nuestro Redentor, hacer lo correcto
porque es correcto. Enorme es la tarea
que obra el Espíritu en los creyentes.
La justicia es amor y el amor es de Dios.
Dice la Biblia, "porque todos tus
mandamientos son justicia" y "el amor
pues es el cumplimiento de la ley". El
carácter de Dios es justicia y verdad y
precisamente eso es la esencia de su ley.
La ley es un reflejo e imagen de su
carácter. Por ello, la justicia de Dios fue
personificada en Cristo y al recibirlo en el
ser, recibimos la justiciad de Dios.
Quien recibe a Cristo recibe su Santo
Espíritu y Él incorpora la ley de Dios en la
mente de manera que los pensamientos,
las acciones, las motivaciones e
intenciones sean justas y aceptables para
Dios. De esto debemos estar plenamente
convencidos. Ahora, no hay nada más soez
que el que pretende ser de Dios y no lo es
y nada más vil que el que presume amarle
y no le obedece.
Parte 3.
La obra central del Espíritu Santo es arrepentimiento y la entrega a Cristo, dice
45
convencer al mundo de pecado, de justicia la Biblia: “pero por tu dureza y por tu corazón no
y de juicio, y estos tres términos en sí arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día
mismos son inseparables y estrictamente de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
Rom 2:5. “Pero cualquiera que blasfeme contra el
relacionados. La Escritura Señala que “...
Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es
Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda
reo de juicio eterno”. Mar 3:29. El tema del
cosa encubierta, sea buena o sea mala”. Ecl 12:14.
“Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará juicio es una revelación y esa revelación es
al mundo con justicia, por aquel varón a quien del Santo Espíritu.
designó, dando fe a todos con haberle levantado
de los muertos”. Hch 17:31. “Para hacer juicio La obra del juicio fue conferida a
contra todos, y dejar convictos a todos los impíos Jesucristo, “porque el Padre a nadie juzga, sino
de todas sus obras impías que han hecho que todo el juicio dio al Hijo”, Jua 5:22. Dice
impíamente, y de todas las cosas duras que los
además: “y también le dio autoridad de hacer
pecadores impíos han hablado contra él”. Jud 1:15.
juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre”. Jua 5:27.
Dice el apóstol Pablo: “Y de la manera que está
establecido para los hombres que mueran una sola La función de Cristo es la de ser nuestro
vez, y después de esto el juicio”. Heb 9:27. abogado intercesor, interviene ante el
Padre para que los pecadores
El mensaje de la verdad presente es “... arrepentidos puedan salir victoriosos en el
Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su
juicio, es una obra de amor y de
juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo
y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”; (Apo misericordia.
14:7) y ello, es precisamente lo que el
Espíritu testifica a la humanidad. El
evangelio es un mensaje de paz, de
esperanza y de buenas noticias para
salvación, sin embargo, implica una
terrible y magna responsabilidad ante
Dios.

El apóstol Pedro, señala: “pero los cielos y la

tierra que existen ahora, están reservados por la
misma palabra, guardados para el fuego en el día
del juicio y de la perdición de los hombres impíos”.
2Pe 3:7. Y añade: “sabe el Señor librar de
tentación a los piadosos, y reservar a los injustos
para ser castigados en el día del juicio”. 2Pe 2:9.
“Porque es tiempo de que el juicio comience por la
casa de Dios; y si primero comienza por nosotros,
¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al
evangelio de Dios?” 1Pe 4:17.

Por ello, no debemos resistir la obra del No obstante, su intercesión es solo para
Espíritu, no debemos postergar el los que creen en Él. Sólo para los que no

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resisten al llamado de arrepentimiento
que hace el Espíritu Santo. “Por lo cual, como
dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no
endurezcáis vuestros corazones, como en la
provocación, en el día de la tentación en el
desierto”. Heb 3:7-8. Por eso dice la Escritura:
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea
salvo por él. El que en él cree, no es condenado;
pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque
no ha creído en el nombre”. Jua 3:17-18.
Creer o no creer determina el destino y la
situación de la humanidad en el justo juicio
de Dios. Existe un enorme peligro en
desatender y menospreciar al Espíritu, cita
la Inspiración:
“Quien es atraído una vez y otra por su Redentor, y
desatiende las advertencias dadas, no cede a su
convicción de que debe arrepentirse y no escucha
cuando es exhortado a buscar perdón y gracia, está
en una posición peligrosa. Jesús lo está atrayendo,
el Espíritu está ejerciendo su poder sobre él,
instándole a entregar su voluntad a la voluntad de
Dios, y cuando esta invitación es desatendida, el
Espíritu es contristado.
El pecador elige permanecer en el pecado y la
impenitencia, aunque tiene evidencias para
estimular su fe, y una evidencia adicional no será
de ninguna utilidad... Está respondiendo a otra
atracción, y ésa es la atracción que Satanás ejerce
sobre él. Presta obediencia a los poderes de las
tinieblas. Esta conducta es fatal y deja al alma en
obstinada impenitencia. Esta es la blasfemia más
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generalizada entre los hombres, y obra en forma
46
muy sutil, hasta que el pecador no siente
remordimiento, no oye la voz de la conciencia, no
experimenta el deseo de arrepentirse, y en
consecuencia no tiene perdón... Los que resisten al
Espíritu de Dios piensan que en futuro podrán
arrepentirse, cuando estén listos para iniciar una
reforma; pero entonces el arrepentimiento estará
fuera de su alcance. Las tinieblas de los que
rehúsan andar en la luz, teniendo la luz, serán
proporcionales a la luz y los privilegios que se les
dieron (Review and Herald, 29 6-1897)
En referencia al juicio final, la Inspiración
describe: “Apenas se abren los registros, y la
mirada de Jesús se dirige hacia los impíos, éstos se
vuelven conscientes de todos los pecados que
cometieron. Reconocen exactamente el lugar
donde sus pies se apartaron del sendero de la
pureza y de la santidad, y cuán lejos el orgullo y la
rebelión los han llevado en el camino de la
transgresión de la ley de Dios. Las tentaciones
seductoras que ellos fomentaron cediendo al
pecado, las bendiciones que pervirtieron, su
desprecio de los mensajeros de Dios, los avisos
rechazados, la oposición de corazones obstinados
y sin arrepentimiento -todo eso sale a relucir como
si estuviese escrito con letras de fuego.
CONSIDERACIONES FINALES
Es de gran importancia conocer la verdad
sobre el Espíritu y de lo que Él vino a hacer
en nuestras vidas. La primera gran verdad
en esta obra de salvación es que Dios el
Padre envió a su Hijo para tomar nuestra
naturaleza en él y sufrir en ella por
nosotros. La segunda verdad es que Dios
dio a su Espíritu para traer a los pecadores
a la fe en Cristo y así ser salvos.
Debemos entender que todo lo que es
hecho en nosotros y todo lo que somos
capacitados para hacer, es por el Espíritu
Santo que obra en nosotros y con
nosotros. Sin él no podemos hacer nada,
sin su actuación nada es santo y aceptable
a Dios. Por el Espíritu Santo nacemos de
nuevo, somos hechos santos y capacitados
para agradar a Dios en cada obra buena.
El evangelio fue revelado a los apóstoles
por el Espíritu Santo, fue predicado con su
ayuda, y fue hecho efectivo en la salvación
de almas por su obra y poder. Todos los
asuntos de Cristo ahora son cometidos al
Espíritu Santo.
Dice la Escritura: “y cuando él venga,
convencerá al mundo de pecado, de justicia y de
juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de
justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis
más”; Jua 16:8-10. La voluntad de Dios es que
el Espíritu sea exaltado en la iglesia y que
la iglesia no este ignorante de él, así como
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estuvieron los discípulos de Juan el
47
Bautista en Éfeso (leer Hch.19:2).
Por eso el pecado de menospreciar y
burlar la Persona y obra del Espíritu Santo
es tan malo como la idolatría antigua y el
rechazo de Cristo Jesús por los Judíos.
Mientras que en la antigüedad había
perdón por estos pecados, ahora no hay
perdón.
No hay gracia adicional para la blasfemia
contra el Espíritu, Dios no tiene otra
persona para dar que revele a Jesucristo
como salvador y tampoco otro camino de
salvación. "Y no contrastéis al Espíritu Santo de
Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención." (Efe. 4: 30). Amén.

Tema 20.
Servicio de canto.
Texto bíblico: pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo
de juicio eterno. Mar 3:29
Introducción. El Espíritu Santo se revela en
las Escrituras con una variedad de
nombres y títulos. La palabra Espíritu en
hebreo es “ruach” y en griego es
“pneuma”. Dichas palabras sirven para el
término ‘viento’ y en los idiomas bíblicos
originales la traducción expresa varias
ideas, por ejemplo, se refiere a cualquier
cosa que no es material, a los deseos de la
mente y del alma, y además, es usada para
el término ángeles cuando le llama
“espíritus ministradores”. Leer He 1: 14.
El nombre “Espíritu” se refiere a su
naturaleza o esencia la cual es Divina, pura
y espiritual. La Escritura denomina al
Espíritu como el aliento del Señor.
Además, es llamado el Espíritu Santo, el
Espíritu de Dios y el Espíritu del Señor.
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48
También, dice que es el Espíritu del Hijo, el
Espíritu de Cristo que procede del Hijo y
del Padre y fue prometido por el Hijo. Dice
el apóstol: “así que, exaltado por la diestra
de Dios, y habiendo recibido del Padre la
promesa del Espíritu Santo, ha derramado
esto que vosotros veis y oís”. (Hch. 2:33).
En esta programación de jóvenes se
repasarán las evidencias bíblicas de la
divinidad del Espíritu Santo.
Parte 1.
Conocer el ser y naturaleza de Dios es
fundamental para el creyente a fin poder
dar verdadera adoración. La comprensión
y ministración del evangelio es por
revelación y esa obra es del Espíritu.
"Porque, ¿quién de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?
Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino
el Espíritu de Dios." (1 Corintios 2: 11)
En efecto, la Biblia es amplia en la
revelación que Dios nos da de sí. Dios se ha
revelado como tres Personas en un Dios
(Leer Mt. 28:19 y 2Cor 13:14). Cada
Persona en la Divinidad es distinta de las
otras dos, y cada una tiene roles distintos.
Conservan sus propias individualidades y
personalidades, sin embargo trabajan en
una absoluta comunión y unidad.
El Padre en su gracia y amor da a su único
Hijo. El Hijo viene y toma nuestra
naturaleza, revela el carácter del Padre y
con su sacrificio y sangre rescata y justifica
a la humanidad. De esta manera, los dos -
el Padre y el Hijo- envían al Espíritu que
trabaja para convencer y llevar al
arrepentimiento a los pecadores.
Así que, el Espíritu Santo es, en sí mismo,
una distinta, amorosa, poderosa,
inteligente y Divina Persona, porque
ningún otro puede hacer lo que él hace. Él
es uno con el Padre y el Hijo. Debemos
tener al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en
toda nuestra adoración, en toda nuestra fe
y toda nuestra obediencia. (Mt. 28:19, 20)
La revelación de Dios es una revelación
que trasciende al testimonio humano.
Jesucristo confirmó por su propio alegato
que el Padre y el Espíritu son otros seres
distintos a Él. “Y yo rogaré al Padre, y os dará
otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre”. Jua 14:16. “Si yo doy testimonio acerca
de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro
es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el
testimonio que da de mí es verdadero. Jua 5:31-32.
“Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no
soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre”.
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Jua 8:16. “Yo soy el que doy testimonio de mí
49
mismo, y el Padre que me envió da testimonio de
mí”. Jua 8:18.
La revelación de la Deidad en la Biblia es
una revelación conjunta y plural. Dijo
Cristo: “Pero cuando venga el Consolador, a
quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de
verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí”. Jua 15:26.
Parte 2.
La aparición del Espíritu Santo bajo una
señal visible sugiere que él es una Persona.
“y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma
corporal, como paloma, y vino una voz del cielo
que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia. Luc 3:22. (Leer Mt. 3:16; Jn. 1:32).
El Espíritu tiene atributos personales y
cognitivos tales como entendimiento y
sabiduría. Dice la Escritura: “Pero Dios nos las
reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre,
sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
Espíritu de Dios”. 1Co 2:10-11.
Le relato un incidente de autoridad,
opción y sabiduría. “Ministrando éstos al Señor,
y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a
Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo,
descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a  El Espíritu Santo puede ser
50
Chipre. (Hch. 13:2,4) resistido. "¡Duros de cerviz!
¡Incircuncisos de corazón y de oídos!
Como ven el Santo Espíritu llamo a
Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo;
Bernabé y a Saulo, les mando que fueran como vuestros padres, así también
puestos aparte y los envió. Todo esto vosotros. (Hch. 7:51). Además, puede
enseña su autoridad, individualidad y ser contristado (Leer Ef. 4:30). Se
personalidad del Espíritu Santo cuando puede caer en rebelión en contra
llama para una obra especial. de él, se puede molestar y
blasfemar. (Leer Is. 63:10; Mt.
Brevemente reseño varias características
personales del Espíritu: 12:31, 32).

 Él actúa de acuerdo a su propia

voluntad. “Pero todas estas cosas las
hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo
a cada uno en particular como él quiere.
(1 Co.12:11).
 Él tiene la plenitud del poder. “El
espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del
Omnipotente me dio vida”. Job 33:4
 Él enseña, es un maestro divino. “...
el Espíritu Santo os enseñará en la misma
hora lo que debáis decir”. Luc 12:12. Claramente, el Espíritu Santo no es nada
 Él nombro a hombres a posiciones más una cualidad que se encuentra en la
de autoridad en la iglesia. “Por tanto, naturaleza divina, no es simplemente una
mirad por vosotros, y por todo el rebaño
emanación del poder de Dios o su energía.
en que el Espíritu Santo os ha puesto por
Él no es simplemente una influencia o
obispos, para apacentar la iglesia del
Señor, la cual él ganó por su propia poder de Dios y tampoco es la obra del
sangre”. (Hch. 20:28). poder de Dios en nuestra santificación. Al
 Él fue tentado u ofendido, note el contrario, el Espíritu es una santa,
suceso: “Y Pedro le dijo: ¿Por qué inteligente Persona distinta al Padre y al
convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? Hijo.
He aquí a la puerta los pies de los que han
sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Negar su existencia, anular y confundir su
(Hch.5:9). ¿Cómo puede una individualidad y personalidad con la del
cualidad, un accidente, una Padre o la del Hijo es un craso error, en los
energía, un poder que emana de tiempos finales surgirá mucha confusión
Dios ser tentado? Sin duda alguna en torno a la personalidad de Dios, algunos
el Espíritu es un ser personal. falsos hermanos y maestros negarán que
Ananías le mintió a él y Pedro le el Espíritu Santo es la tercera persona de
dice a Ananías que le había la Deidad.
mentido a Dios (Leer Hch. 5:3-4).

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Parte 3.
El Espíritu Santo es la tercera Persona de la
Divinidad, y claramente en las Escrituras es
llamado Dios. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es
templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros,
el cual habéis recibido de Dios, y que no sois
vuestros?, 1Co 6:19. Y añade: ¿Y qué acuerdo
hay entre el templo de Dios y los ídolos? Y vosotros
sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
"Habitaré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y
ellos serán mi pueblo". Por lo cual, "Salid de en
medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no
toquéis lo impuro; y yo os recibiré y seré para
vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e
hijas, dice el Señor Todopoderoso".2Co 6:16-18.
A continuación se enumeran las
características divinas son atribuidas al
Espíritu:
(1) Eternidad y existencia propia (He. 9:14)
(2) Inmensidad y plenitud (Sal 139:7)
(3) Omnipotencia (Mi. 2:7; Isa. 40:28)
(4) Pre conocimiento (Hch. 1:16)
(5) Omnisciencia (1Co. 2:10, 11)
(6) Autoridad soberana sobre la iglesia (Hch. 13:2,
4; 20:28)
Todo lo que Dios hace, lo hace como una
deidad revelada en tres personas. Cada
Persona (el Padre, el Hijo y el Espíritu) está
envuelta en cada acción y función en
particular. Por ello, cada Persona tiene un
rol para cumplir y desempeñar. Por
ejemplo, la creación es la obra especial del
Padre como arquitecto y planificador, de
Cristo como ejecutor y del Espíritu como
dador y sustentador de la vida. Asimismo,
la salvación es la obra del Padre y en
especial del Hijo, y la obra específica del
Espíritu Santo, ya que por su intervención
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
trae la salvación a los pecadores,
51
capacitándolos para que la reciban. El
Padre empieza, el Hijo desarrolla sostiene,
y el Espíritu Santo completa todas las cosas.
Una armonía perfecta, indestructible e
inseparable. Así el Espíritu Santo como
Persona y como Dios pleno está activo en
todo lo que el Padre y el Hijo planean y
hacen.
La Inspiración comenta: “No es esencial para
nosotros ser capaces de definir con precisión qué es el
Espíritu Santo. Cristo nos dice que el Espíritu es el
Consolador, "el Espíritu de verdad el cual procede del
Padre". Se asevera claramente tocante al Espíritu Santo,
que en su obra de guiar a los hombres a toda verdad "no
hablará por su propia cuenta" (Juan 15: 26; 16: 13). La
naturaleza del Espíritu Santo es un misterio. Los hombres
no pueden explicarla, porque el Señor no se la ha
revelado. Los hombres que albergan opiniones
fantásticas pueden reunir pasajes de las Escrituras y
darles interpretación humana; pero la aceptación de
esos conceptos no fortalecerá a la iglesia. En cuanto a
estos misterios, demasiado profundos para el
entendimiento humano, el silencio es oro”. Los hechos de
los apóstoles, pp. 42, 43.
Abordamos los aspectos revelados en las Escrituras
tocante al Espíritu Santo y esperamos una mejor
manifestación y revelación cuando el Señor
Jesucristo se manifieste por Segunda Vez, cuando
entremos a las glorias eternas en compañía del
Dios que nos acompañó en nuestro peregrinaje en
esta tierra.
 52

Servicio de canto.
Texto bíblico: “El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida”. Job 33:4.

Existe una inseparable y perfecta unidad

Introducción. El Espíritu es la Persona de la
Deidad que participa y ayuda en todo los
asuntos de Dios, siempre está activo en
todo lo que Dios planea y hace, esto es
visible en la obra de la creación y la obra
de la redención. Ahora, de forma
representativa dice la Escritura que Él es
el Espíritu del Hijo como también es el
Espíritu del Padre. “Escudriñando qué persona
y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que
estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los
sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían
tras ellos”. 1Pe 1:11. “Pero cuando venga el
Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él
dará testimonio acerca de mí”. Jua 15:26.
Señala la Escritura, que Él procede del Hijo
y del Padre sin que ello implique anular su
existencia propia como Ser individual. Y
así, todo lo que el Padre y el Hijo hacen, lo
hacen en conjunto con el Espíritu.
de propósito y de acción en las tres
Personas de la Deidad. Aunque el apóstol
Pablo nos dice que el Espíritu Santo es el
Espíritu del Hijo, esto no debe confundirse
como si fueran una misma persona sino
que es el testigo y representante de Cristo.
Veamos el pasaje: “Y por cuanto sois hijos, Dios
envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el
cual clama: ¡Abba, Padre!” (Ga. 4:6).
En este sentido, el derramamiento o
impartimiento del Espíritu no es otra cosa
que el dominio y control de poder de Dios
sobre la voluntad del hombre. La obra del
Espíritu es reproducir la imagen perfecta
del carácter de Cristo en la humanidad, es
decir, reproducir la estampa de la vida de
Cristo en el alma.
Por ello, en este programa juvenil se
estudiará la unidad de propósito y acción
de la Deidad y su obra en la naturaleza, en
la creación biológica de la humanidad y en
la creación moral y espiritual del hombre,
esto comprende estudiar el rol creador del
Espíritu Santo.

DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA


Parte 1.
La obra de las Personas de la Deidad no
puede separarse. Es decir, lo que una
Persona hace, los tres lo hacen. Así que lo
que el Espíritu Santo hace, también el
Padre y el Hijo lo hacen. Una persona de
la Deidad no puede hacer ninguna cosa
como ente separado e independiente de
los otras dos Personas.
La Deidad tiene una unidad perfecta en
propósitos y en acciones, sin que ello
implique la pérdida de sus
individualidades e identidades como
Personas. Anular una de estas Personas
divinas es destruir la revelación del Dios
verdadero. Por eso, en cada obra divina
debemos reconocer la autoridad del
Padre, el amor y sabiduría del Hijo, y el
poder de Espíritu Santo, no como hechos
separados de cada Persona sino como un
todo de la Divinidad que actúan en
conjunto y en perfecta unidad. También,
se debe reconocer que hay actos únicos y
distintos de cada Persona, los cuales son
actos de una Persona de la Divinidad y no
de las otras dos. Por ejemplo, solo el Hijo
de Dios se hizo hombre, solo Cristo
entrega su vida y muere por el pecador, el
Padre y el Espíritu no lo hacen.
DEPARTAMENTO DE JÓVENES. UNIÓN VENEZOLANA
53
Ahora, entremos en detalle de la acción
del Espíritu en las obras de la naturaleza.
Dice la Escritura que Dios creó todas las
cosas de la nada, no se valió de materia
preexistente en la obra de la creación del
mundo y del universo. “Porque él dijo, y fue
hecho; Él mandó, y existió”. Sal 33:9 “Por la
palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo
el ejército de ellos por el aliento de su boca”. Sal
33:6. Además, dice el relato de los orígenes
de la humanidad que El Espíritu de Dios ‘se
movía sobre la haz de las aguas’ (Gn. 1:2),
esta verbo ‘se movía’, significa un fácil y
gentil movimiento que implica una
presencia y acción antes de que
comenzara la obra creadora de Dios.
Asimismo, la palabra hebrea “ruach”,
significa el ‘viento’ de Dios, pero no hay
información en Génesis 1:1-2 sobre la
creación de este viento. Solo puede ser el
Espíritu de Dios y su obra como Creador.
El material usado por Dios para crear al
hombre fue el ‘polvo de la tierra’. El
principio dador de vida que hizo al hombre
un alma viviente fue ‘el aliento de Dios’, es
decir, la intervención del Espíritu Santo
como Creador. Entonces, el resultado de la
unión del material con el aliento de Dios
fue que el hombre vino a ser un alma
viviente. Aquí el ‘aliento’ de Dios es una
descripción vivida del Espíritu. Así Dios es
visto en su glorioso poder y sabiduría. Él
toma tal materia humilde como el polvo y
de eso crea una criatura gloriosa. Ahora, se
debe recordar que somos simplemente
polvo de la tierra, el valor real de nuestra
vida es ‘el aliento de Dios’, por ello,
debemos ser humildes y dependientes en
la sabiduría y bondad de Dios.
En relación al papel del Espíritu Santo
como Creador la biblia es clara al respecto.
Ciertamente espíritu hay en el hombre, y el soplo del
Omnipotente le hace que entienda. Job 32:8. Y
añade: “El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del
Omnipotente me dio vida”. Job 33:4. El Padre
cual arquitecto planifica las dimensiones
de la creación, Cristo cual ingeniero y
constructor hace todas las cosas y el
Espíritu Santo reanima de la vida de Dios a
toda la creación. Una obra perfecta,
conjunta y grandiosa.
Sabemos que Dios alentó el espíritu de
vida en el hombre (Gn. 2:7; Job 33:4). La
obra del Espíritu Santo en la creación
consistió en dar vida al hombre, por lo
cual, el hombre vino a ser un alma viviente,
ya que el Espíritu Santo es el aliento de
Dios. Señala la inspiración, "Así como el viento
es invisible y sin embargo se ve y se sienten
claramente sus efectos, así obra el Espíritu de Dios
en el corazón humano. El poder regenerador que
ningún ojo humano puede ver, engendra una vida
nueva en el alma; crea un nuevo ser conforme a la
imagen de Dios." CC 41.
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Al hombre se le dio mente y alma para que
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él obedeciera a Dios y había tres cosas
necesarias para hacer apto al hombre para
una vida en armonía con Dios. Uno,
debería ser capaz de conocer la mente y
voluntad de Dios para poder obedecerlo y
agradarlo. Dos, debería tener un corazón
que alegremente y libremente amara a
Dios y a su ley, y tres, debería ser capaz de
llevar a cabo perfectamente todo lo que
Dios requiere de él. Todas estas son las
obras del Espíritu en el hombre.
Lamentablemente, todas estas
capacidades o habilidades se perdieron
por el pecado y solamente pueden ser
restauradas por la obra de regeneración
del Espíritu Santo.
Dice la Inspiración: “Es el Espíritu el que hace
resplandecer en las mentes entenebrecidas los
brillantes rayos del Sol de justicia; el que hace arder
el corazón de los hombres dentro de sí mismos con
la recién despertada comprensión de las verdades
de la eternidad; el que presenta a la mente la gran
norma de justicia, y convence de pecado; el que
inspira fe en el Único que puede salvar del pecado;
el que obra para transformar el carácter retirando
los afectos de los hombres de aquellas cosas que
son temporales y perecederas, y fijándolos en la
herencia eterna. El Espíritu crea de nuevo, refina y
santifica a los seres humanos, preparándolos para
ser miembros de la familia real, hijos del Rey
celestial”.-OE 302-304. 195.

En esta programación juvenil aprendimos
que el Espíritu siempre está activo en todo
lo que Dios planea y hace, esto es visible
en la obra de la creación y la obra de la
redención. En cada obra divina debemos
reconocer la autoridad del Padre, el amor
y sabiduría del Hijo, y el poder de Espíritu
Santo, no como hechos separados de cada
Persona sino como un todo de la Divinidad
que actúan en conjunto y en perfecta
unidad.
La obra del Espíritu Santo en la creación
consistió en dar vida al hombre, por lo
cual, el hombre vino a ser un alma viviente,
además es Él quien crea la vida espiritual
aceptable ante Dios en el creyente. Dice la
Escritura: "Por tanto, nosotros todos,
mirando a cara descubierta como en un espejo
la gloria del Señor, somos transformados de
gloria en gloria en la misma imagen, como por
el Espíritu del Señor. "(2 Corintios 3: 18).
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Señala la Inspiración. “El poder transformador de la
gracia puede hacer de mí un participante de la
naturaleza divina. En Cristo ha resplandecido la
gloria de Dios, y al Contemplar a Cristo,
contemplamos su abnegación, recordando que en
él mora toda la plenitud de la Divinidad
corporalmente, y el creyente se acerca más y más
a la Fuente de poder . . .
Cuán esencial es que tengamos la iluminación del
Espíritu de Dios porque sólo de esa manera
podemos ver la gloria de Cristo, y al contemplarlo
nuestro carácter se transforma debido a nuestra fe
en Cristo y por medio de ella . . . Tiene gracia y
perdón para toda alma. Al mirar por la fe a Jesús,
nuestra fe atraviesa las sombras, y adoramos a Dios
por su maravilloso amor al dar a Jesús el
Consolador. . . El pecador puede llegar a ser un hijo
de Dios, un heredero del cielo. Puede levantarse
del polvo y permanecer revestido con la
vestimenta de la luz . . . Con cada paso que da, ve
nuevas bellezas en Cristo, y se asemeja más y más
a él en carácter”.- MS 20, 1892
Dios bendiga a toda la juventud y su Santo
Espíritu repose en cada corazón. Amén

No basta ser superficialmente diferentes a los

demás, hay que ser radicalmente distintos a
los demás, por ello, la vida del cristiano no
es simplemente una modificación o
mejora de la antigua, no se trata de una
corrección externa y temporal de la
conducta y del comportamiento sino
implica una transformación total de la
naturaleza. Este cambio puede ser
efectuado únicamente por la obra eficaz
del Espíritu Santo.

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