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Todas las clases montadas por el Centro de Formación no pretenden coartar el Espíritu, sino que son una ayuda

para que el Formador tenga los lineamientos para desarrollar el tema, pero este debe ser nutrido por el
predicador. El formador debe orar y preparar la clase.

Sugerimos que los primeros 5 minutos de clase se destinen para pedir a algún misionero que realice un resumen
de lo visto en la clase anterior (un misionero diferente cada semana), esto con el fin de estar constantemente
evaluando la claridad que los misioneros tienen de los temas vistos.

Los 10 minutos siguientes socializar la lectura de los numerales del 1 al 8 (incluido) de la Encíclica Veritatis
Splendor .

b) La esperanza
Definición: Virtud sobrenatural infundida por Dios en el momento del bautismo, por la que tenemos firme
confianza que Dios nos dará, por los méritos de Jesucristo, la gracia que necesitamos en esta tierra para alcanzar
el Cielo.

Todos los seres humanos estamos movidos por la esperanza: aquel estudiante que ansía terminar su carrera
universitaria, el trabajador que aspira día a día conseguir el sustento, la madre que desea ver crecer a su hijo,
etc. Es una virtud inherente al hombre, es la motivación que le mueve. “No os entristezcáis del modo que suelen
hacerlos los demás hombres que no tienen esperanza” (1 Tes 4, 13).

“Temor sin esperanza es desesperación, esperanza sin temor es presunción” (Santo Tomás)

Pecados contra la esperanza:

 Desesperación: Juzgar que Dios no nos perdona y no nos dará la gracia para alcanzar la salvación. Por
ej.: el pecado de Caín al decir “Mi iniquidad es demasiado grande para que obtenga el perdón” (Gn
4,13); y también el pecado de Judas que, al ahorcarse, deja ver que no confía en obtener el perdón de
Dios (cf. Mt 27, 3-6). La desesperación es pecado gravísimo porque equivale a negar la fidelidad de Dios
a sus promesas y su infinita misericordia, y porque muy fácilmente puede conducir a todo exceso, aun al
suicidio. Según Santo Tomás: La desesperación procede de dos pecados capitales:
o La lujuria y deleites corporales que apegan tanto al hombre a las cosas terrenales que hacen que
sienta fastidio por las cosas espirituales y transcendentales.

Daniela Montoya Jessica Barrera


17/01/2013 5/01/2015
o La pereza que quita fuerzas para continuar la lucha contra los enemigos de la salvación.
 Presunción: Es un exceso de confianza que nos hace esperar la vida eterna sin emplear los medios
previstos por Dios para alcanzarla; es decir, pretender salvarse sin la gracia ni las buenas obras. Su causa
principal es el orgullo. Es pecado grave, pues es un total abuso de la misericordia Divina y un desprecio
de su justicia. “Pronta como es su misericordia está su ira” (Eclo 5, 6). Las diversas formas de pecar por
presunción son:
o Los que esperan salvarse por sus propias fuerzas (Pelagianismo).
o Los que esperan salvarse sólo por la fe sin obras (Sola Fides, doctrina protestante).
o Los que dejan la conversión para el momento de la muerte.
o Los que pecan libremente por la facilidad con que Dios perdona.
o Los que se exponen a ocasiones de pecar presumiendo poder resistir.
 Desconfianza: Es el caso de quien sin perder por completo la esperanza en Dios, no confía
suficientemente en su misericordia y fidelidad. Se origina por el cansancio en la lucha contra las
tentaciones, el alma olvida la omnipotencia de Dios (cf. Is 1, 18; 1Jn 2, 1-2).

c) La Caridad
Definición: Virtud sobrenatural infusa por la que amamos a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a
nosotros mismos por amor a Dios. Tiene por tanto, un doble objeto, Dios y el prójimo, aunque un solo motivo,
porque amamos a Dios por sí mismo y al prójimo por amor a Dios. La caridad es la más excelente de todas las
virtudes y esto por tres razones:

 Es la que más directamente nos une a Dios.


 La caridad es la forma, el fundamento, la raíz y la madre de todas las demás virtudes.
 No termina con la vida terrena, el amor no pasa, no tiene nunca fin, puesto que constituye el contenido
esencial de la vida eterna.

“Aquí la caridad es ya un comienzo de la vida eterna, y la vida eterna consistirá en un acto ininterrumpido de la
caridad” (Santo Tomás).

En La Sagrada Escritura Nuestro Señor Jesucristo afirma de manera clara y terminante que el primero y mayor de
todos los mandamientos es el de la caridad para con Dios: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma y con toda tu mente” (Mt 22, 37-38; Dt 6, 4-9; 1 Cor 13, 1ss.; Mc 12, 29ss.; Lc 10, 27; etc.).

El hombre debe amar a Dios sobre todas las cosas porque:

 Dios es el sumo Bien


 Él nos amó primero

Daniela Montoya Jessica Barrera


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 Él nos lo manda, y recompensa este amor con un premio eterno e infinito
 Por los múltiples beneficios que nos otorga.

Así pues, el hombre debe amar a Dios con un amor de convicción, pero a la vez con un amor sensible y
manifestado a través de sus actos, pues para ello fue creado, para conocerle, amarle y servirle.

Pecados contra la caridad:

 La indiferencia: Descuida o rechaza la consideración de la caridad Divina.


 La ingratitud: Omite o se niega a reconocer la caridad divina y devolverle amor por amor.
 La tibieza espiritual: Negligencia en responder al amor Divino, pereza espiritual.
 El odio a Dios: Tiene su origen en el orgullo, se opone al amor de Dios.

d) La Religión
Definición: Es la virtud que nos lleva a dar a Dios el culto debido como Creador y Ser Supremo. Son los lazos y
obligaciones con Dios.

El culto es el acto de adoración y alabanza a Dios. Tanto el culto interno como el externo son necesarios, pues
Dios creó el alma y el cuerpo, y con ambos es necesario reverenciarlo. El culto interno sin el externo decae y
languidece. Los que adoran a Dios deben adorarlo en espíritu y en verdad (cfJn 4, 24).

Pecados contra la virtud de la religión:

 La impiedad: Indiferencia o pereza para los actos de culto a Dios.


 Tentar a Dios: Pretender con palabras o hechos poner a prueba algunos de los atributos Divinos (por ej.:
decir: “si Dios existe que me caiga un rayo”).
 El sacrilegio: Tratar indignamente las personas, objetos o lugares consagrados a Dios.
 La simonía: Voluntad deliberada de comprar con dinero una cosa espiritual (por ej.: pagar por la
absolución de un pecado, la promesa de rezar a cambio de dinero).
 El ateísmo: Rechazo o negación de la existencia de Dios. Una forma frecuente, es el materialismo
práctico que limita las aspiraciones del hombre al espacio y al tiempo, según éste, la religión sería un
obstáculo porque al orientar la esperanza del hombre hacia una vida futura e ilusoria lo apartaría de la
construcción de la ciudad terrena.
 El agnosticismo: “el agnóstico no se pronuncia sobre la existencia de Dios, manifestando que es
imposible probarla o negarla” (Catecismo, 2127). Puede representar un indiferentismo, una huida ante
la cuestión de la existencia de Dios. El agnosticismo equivale con frecuencia a un ateísmo práctico.

Daniela Montoya Jessica Barrera


17/01/2013 5/01/2015
 La idolatría: no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe.
Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y
reverencia a una creatura en el lugar de Dios (cf. Catecismo, 2113)
 La superstición: Es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone.
 Las prácticas Nueva Era: La Nueva Era se aprovecha del anhelo de trascendencia que hay en el hombre,
y del hecho de ser éste un ser religioso por naturaleza, para desviar su sentimiento religioso hacia
filosofías, prácticas, objetos que nada tienen que ver con la verdadera fe en Dios, y que incluso, se
oponen a esta. Nueva era y cristianismo son totalmente opuestas (Sada Fernández & Monroy Campero,
1996).

 Consultar las fiestas de precepto correspondientes al país y la región de residencia.


 Leer los numerales del 9 al 21 (incluído) de la Encíclica Veritatis Splendor y realizar un corto resumen.

Daniela Montoya Jessica Barrera


17/01/2013 5/01/2015

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