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Existen tres reglas

de oro para el diseño


de la interfaz:
Dar el control de usuario.
 Es decir un sistema que reacciones a las
necesidades del usuario y que le ayude a
hacer las cosas.

 Permitir una cómoda navegación dentro del


producto y una fácil salida del mismo.

 Permitir al usuario personalizar la interfaz.

 Permitir al usuario manipular directamente


los objetos de la interfaz.
Reducir la carga en la memoria
del usuario.
 Una interfaz de usuario bien diseñada no
dependerá de la memoria del usuario. Siempre que
sea posible, el sistema debe recordar la
información pertinente y ayudar al usuario con un
escenario de interacción que le facilite el uso de la
memoria.

 Reducir la carga de memoria del usuario.

 Proporcionar funciones de deshacer, rehacer y


acciones por defecto.

 Asociar acciones a los objetos (menú contextual).


Lograr que la interfaz sea
consistente.
Implica:
 Toda la información visual este organizada de
acuerdo con un estándar de diseño que se
mantenga en toda las presentaciones de pantalla.

 Los mecanismos de entrada se restrinjan a un


conjunto limitado que se utiliza de manera
consistente en toda la aplicación.

 Los mecanismos para ir de una tarea a otra se


hayan definido e implementado de manera
consistente.
 Consistencia en los resultados de las
acciones: misma respuesta ante misma acción.

 Consistencia en la apariencia estética (iconos,


fuentes, colores, distribución de
pantallas, ...)

 Fomentar la libre exploración de la interfaz,


sin miedo a consecuencias negativas
Nota:

Un buen diseño de interfaz  puede ser la


diferencia para ofrecerle al usuario final
una excelente experiencia de usabilidad,
efectividad y hacer de tu sistema una
joya.
GRA
CIA
S

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