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• La Constitución de 1857 y sus reformas a Constitución de 1857 fue una creación notable desde el punto
de vista jurídico, tanto en su expresión escrita como en su contenido, superando cuanto hasta entonces
se había inscrito en las leyes supremas del país.
• Se declararon los derechos del hombre y los del ciudadano, en uno de los capítulos más completos
redactados en su época, y se elevó el juicio de amparo como medio de defensa constitucional de los
mismos; esta protección era en su momento novedosa y tendría influencia posterior sobre todo en el
mundo iberoamericano.
• Coahuila. El propio Carranza, en su carácter de gobernador; en 1913 una ley de accidentes de trabajo, el
propietario o propietarios de empresas serían civilmente responsables de los accidentes ocurridos a sus
empleados y operarios en el desempeño de su trabajo o con ocasión de éste; la responsabilidad
comprendería el pago inmediato de la asistencia médica y alimentación por seis meses; en su caso se
asumirían por el patrón indemnizaciones por incapacidades temporales o permanentes o los gastos de
inhumación.
• Jalisco. La ley de Manuel M. Diéguez, en 914, decretó como derechos de los trabajadores el descanso
dominical, el descanso obligatorio en los días de celebración de las fiestas patrias, ocho días de vacaciones
al año y la limitación de la jornada laboral a nueve horas La ley de Manuel, sustituida por otra en 1915,
establecen una jornada máxima de nueve horas, un salario mínimo inembargable, pagado semanalmente y
en efectivo; quedó prohibida la infame tienda de raya; se prohibió el trabajo de los menores de nueve años
y se buscó proteger a los adolescentes que sólo podían ser empleados en labores compatibles con su
desarrollo físico y que no les impidiera asistir a la escuela. La esposa, los menores de doce años y las hijas
célibes tenían derecho a recibir la parte del salario que baste para su alimentación. Los patrones tenían
obligación de pagar por accidentes o enfermedades ocasionados por el trabajo y de indemnizar la
incapacidad permanente. Se creó un seguro de mutualidad y juntas municipales para resolver los conflictos
laborales.
• Veracruz. La ley de Cándido Aguilar de 1914, estableció la jornada de trabajo de nueve horas; descanso los
domingos y días de fiesta nacional; salario mínimo; extinción de deudas de los campesinos a favor de sus
patrones; pago de la asistencia médica, medicinas y alimentos por todo el periodo de incapacidad derivada
de accidentes de trabajo; obligación patronal de establecer escuelas primarias donde no exista escuela
pública a distancia no mayor de dos kilómetros de la residencia de los obreros. Creó la inspección del
trabajo y juntas que diriman los conflictos entre patrones y obreros.
• Yucatán. A partir del 3 de diciembre de 1915, Salvador Alvarado expidió cinco leyes de
avanzada social que se conocen como las “cinco hermanas”:
1. La Ley Agraria es una reglamentación de la del 6 de enero que expidió Carranza; establece la forma y
procedimiento para que, al convertirse en libres, los municipios pudieran administrar las tierras
recuperadas. Además, se declara de utilidad pública la organización de bancos agrícolas para ayudar
al pequeño agricultor.
2. La Ley de Hacienda, del 4 de diciembre, crea un sistema impositivo y regula el correspondiente a la
producción de henequén;
3. La Ley del Trabajo del 11 de diciembre, ordena la creación de juntas de conciliación y arbitraje con
composición mixta de patrones y trabajadores, de tribunales del trabajo también de composición
mixta y de un Supremo Tribunal de Arbitraje; se reconoce la asociación profesional y las uniones
independientes con facultad de firmar convenios industriales. Se establece por otra parte la libertad
de trabajo, la inclusión de todos los trabajadores en la protección de las leyes, los contratos de
trabajo, la jornada máxima, el salario mínimo, la protección mediante la reglamentación del trabajo
de mujeres y niños; la obligación del patrón de cubrir los gastos derivados de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales, el seguro social y el contrato colectivo de trabajo.
4. Las cinco leyes se completaron con la Ley Municipal y la Ley del Catastro donde se establece la
libertad del municipio y la necesidad de regular sus ingresos.
DIPUTADOS CONSTITUYENTES DE 1916.
Los artículos 3o, 5o., 7o, 27 y 28 de la Constitución, se apartaron del proyecto del Primer Jefe y las críticas a
los mismos resultaron en los artículos 27, 5o, 123 y 130 de la Constitución. Gran parte del articulado del
texto final conservó las propuestas del Primer Jefe. Hubo disposiciones del proyecto que reprodujeron los
textos de 1857; otras significaron importantes reformas a su texto vigente en 1917; unas y otras pasaron al
texto de 1917 con la aprobación del Congreso Constituyente íntegras o modificadas en el curso de las
discusiones. En todo momento se consideró vigente la Constitución de 1857.
Artículo 28. Se reitera la prohibición de los monopolios y los estancos; las prohibiciones a título de
protección a la industria y se agrega la exención de impuestos, se exceptúan de la prohibición:
acuñación de moneda, correos y privilegios temporales a autores, artistas e inventores; se excluye
también telegrafía y radiotelegrafía. Se agrega la prohibición y sanción de acaparamientos, actos que
dañen la libre concurrencia y los acuerdos entre empresas para evitar la competencia entre sí y fijar
precios exagerados y en general todo lo que
Soberanía nacional, forma de gobierno y territorio
• Se mantienen los artículos respecto a soberanía del pueblo, forma de Estado y gobierno (artículos 39,
40 y 41).
• Respecto del territorio se mantienen los artículos 42, 43, 45, 46, 47 y 48. Hasta aquí se respetan los
textos constitucionales en vigor. El Congreso Constituyente agregó a la conservación del status
territorial del Distrito Federal la previsión de que, en el caso de que los poderes federales se trasladen
a otro lugar, se erigirá en Estado del Valle de México con los límites y extensión que le asigne el
Congreso general (artículo 44).
División de poderes
• Se aprueban las reglas del proyecto relativas a división de poderes (artículo 49); se establece así un
equilibrio de poderes entre Congreso y presidente con separación de funciones pero atemperadas con
la participación de ambos en algunas; queda fortalecido el Congreso frente a un Ejecutivo dotado de
facultades. Se basan en las disposiciones de 1857 en vigor desde las reformas del presidente lerdo de
Tejada.
• Se sigue la estructura bicameral y la elección directa vigentes. Se aprueban las reglas del Congreso
propuestas por el Primer Jefe y se mantiene la elección e instalación del Congreso (artículo 49 a 70);
sólo se modifica la población requerida para elegir un diputado de 100,000 a 60,000 habitantes
(artículo 52) y se precisa la duración del encargo de senador a cuatro años (artículos 58).
• Se aprueban, asimismo, las reglas relativas al proceso de iniciativa hasta la promulgación de las leyes
(artículos 71 y 72). Se adiciona la negativa al presidente de vetar la convocatoria de la Comisión
Permanente para, después de haber nombrado un presidente provisional, no estando el Congreso
reunido, que éste se reúna y nombre un sustituto.
• Se establece una garantía de permanencia en sus cargos, a partir de 1923, para magistrados y jueces
del Distrito Federal (VI), se incluye el establecimiento del banco de emisión único; se establece el
Consejo de Salubridad general (XVI); se ajusta la elección del presidente a falta del titular (XXVI).
Poder Ejecutivo
• Artículo 3. La enseñanza es libre; pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de
educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior que se imparta en los
establecimientos particulares. Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto, podrán
establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria. Las escuelas primarias particulares sólo podrán
establecerse sujetándose a la vigilancia oficial. En los establecimientos oficiales se impartirá
gratuitamente la enseñanza primaria.
•
DERECHOS SOCIALES
Artículo 123. fundadas en las necesidades de cada región, sin contravenir a las bases siguientes, las cuales regirán el trabajo de los
obreros, jornaleros, empleados, domésticos y artesanos, y de una manera general todo contrato de trabajo:
I. La duración de la jornada máxima será de ocho horas.
II. La jornada máxima de trabajo nocturno será de siete horas. Quedan prohibidas las labores insalubres o peligrosas para las mujeres en
general y para los jóvenes menores de diez y seis años. Queda también prohibido a unas y otros el trabajo nocturno industrial; y en los
establecimientos comerciales no podrán trabajar después de las diez de la noche.
III. Los jóvenes mayores de doce años y menores de diez y seis, tendrán como jornada máxima la de seis horas. El trabajo de los niños
menores de doce años no podrá ser objeto de contrato.
IV. Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos.
V. Las mujeres, durante los tres meses anteriores al parto, no desempeñarán trabajos físicos que exijan esfuerzo material considerable. En el
mes siguiente al parto disfrutarán forzosamente de descanso, debiendo percibir su salario íntegro y conservar su empleo y los derechos que
hubieren adquirido por su contrato. En el período de la lactancia tendrán dos descansos extraordinarios por día, de media hora cada uno,
para amamantar a sus hijos.
VI. El salario mínimo que deberá disfrutar el trabajador será el que se considere suficiente, atendiendo las condiciones de cada región, para
satisfacer las necesidades normales de la vida del obrero, su educación y sus placeres honestos, considerándolo como jefe de familia. En
toda empresa agrícola, comercial, fabril o minera, los trabajadores tendrán derecho a una participación en las utilidades, que será regulada
como indica la fracción IX.
VII. Para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad.
VIII. El salario mínimo quedará exceptuado de embargo, compensación o descuento. IX. La fijación del tipo de salario mínimo y de la
participación en las utilidades a que se refiere la fracción VI, se hará por comisiones especiales que se formarán en cada Municipio,
subordinadas a la Junta Central de Conciliación, que se establecerá en cada Estado.
X. El salario deberá pagarse precisamente en moneda de curso legal, no siendo permitido hacerlo efectivo con mercancías, ni con vales,
fichas o cualquier otro signo representativo con que se pretenda substituir la moneda.
DERECHOS SOCIALES
XIV. Los empresarios serán responsables de los accidentes del trabajo y de las enfermedades profesionales de los
trabajadores, sufridas con motivo o en ejercicio de la profesión o trabajo que ejecuten; por lo tanto, los patronos
deberán pagar la indemnización correspondiente, según que haya traído como consecuencia la muerte o
simplemente incapacidad temporal o permanente para trabajar, de acuerdo con lo que las leyes determinen.
XV. El patrono estará obligado a observar en la instalación de sus establecimientos, los preceptos legales sobre
higiene y salubridad, y adoptar las medidas adecuadas para prevenir accidentes en el uso de las máquinas,
instrumentos y materiales de trabajo, así como a organizar de tal manera éste, que resulte para la salud y la vida de
los trabajador.
XVI. Tanto los obreros como los empresarios tendrán derecho para coaligarse en defensa de sus respectivos
intereses, formando sindicatos, asociaciones profesionales, etc.
XVII. Las leyes reconocerán como un derecho de los obreros y de los patronos, las huelgas y los paros.
XVIII. Las huelgas serán lícitas cuando tengan por objeto conseguir el equilibrio entre los diversos factores de la
producción, armonizando los derechos del trabajo con los del capital.
XIX. Los paros serán lícitos únicamente cuando el exceso de producción haga necesario suspender el trabajo para
mantener los precios en un límite costeable, previa aprobación de la Junta de Conciliación y Arbitraje.
XX. Las diferencias o los conflictos entre el capital y el trabajo, se sujetarán a la decisión de una Junta de
Conciliación y Arbitraje, formada por igual número de representantes de los obreros y de los patronos, y uno del
Gobierno.
XXI. Si el patrono se negare a someter sus diferencias al Arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado por la Junta, se
dará por terminado el contrato de trabajo y quedará obligado a indemnizar al obrero con el importe de tres meses
de salario, además de la responsabilidad que le resulte del conflicto.