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La Semana Santa, en particular la Pasión y

Muerte de Cristo, nos recuerda el Amor de Dios


por la humanidad.

En su párrafo 604, el Catecismo de la Iglesia


Católica nos dice:

Al entregar a su Hijo por nuestros pecados,


Dios manifiesta que su designio sobre nosotros
es un designio de amor benevolente que
precede a todo mérito por nuestra parte:

"En esto consiste el amor: no en que nosotros


hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó
y nos envió a su Hijo como propiciación por
nuestros pecados". "La prueba de que Dios nos
ama es que Cristo, siendo nosotros todavía
pecadores, murió por nosotros".
Mateo 21, 1-9
Marcos 11,1-11
Lucas 19,28-38
Juan 12,12-16

«¡Hosanna al Hijo de David!


¡Bendito el que viene en nombre
del Señor!
¡Hosanna en las alturas!»

El Catecismo de la Iglesia Católica


nos dice en su párrafo 570 lo
siguiente:
La entrada de Jesús en Jerusalén
manifiesta la venida del Reino que
el Rey-Mesías, recibido en su ciudad
por los niños y por los humildes de
corazón, va a llevar a cabo por la
Pascua de su Muerte y de su
Resurrección.
María ungió los pies
de Jesús en Betania
Mateo 26, 6-13
Marcos 14,3-9
Juan 12,1-8
Palabras del Santo Padre
La primera pregunta que nos hará Jesús es:
“¿Cómo te ha ido con los pobres? ¿Les has
dado de comer? Cuando estaba en prisión, ¿lo
has visitado? En el hospital, ¿lo fuiste a ver?
¿Ayudaste a la viuda, al huérfano? Porque yo
estaba allí”. Y por eso seremos juzgados. No
seremos juzgados por el lujo o los viajes que
hayamos hecho o la importancia social que
hayamos tenido. Seremos juzgados por
nuestra relación con los pobres. Pero si yo,
hoy, ignoro a los pobres, los dejo de lado, creo
que no existen, el Señor me ignorará el día del
juicio. Cuando Jesús dice: “Porque pobres
siempre tendréis con vosotros”, quiere decir:
“Yo siempre estaré con vosotros en los pobres.
Estaré presente ahí”. Y esto no es ser
comunista, es el centro del Evangelio: seremos
juzgados por esto. (Homilía Santa Marta, 6
abril 2020)
Mateo 26, 20-25 Lucas 22:21-23
26:30-35 22:31-34
Marcos 14,17-21 Juan 13,21-30
14:26-31 13:36-38
Anuncio de la traición de Judas y
negaciones de Pedro
Palabras del Santo Padre
El diablo entró en Judas, fue el diablo quien lo llevó a este
punto. ¿Y cómo terminó la historia? El diablo es un mal
pagador. No es un pagador confiable. Te promete todo, te
hace ver todo y al final te deja solo a ahorcarte en tu
desesperación. (…) Pensemos en tantos Judas
institucionalizados en este mundo, que explotan a la
gente. Y también pensemos en el pequeño Judas que
cada uno de nosotros tiene dentro de sí a la hora de
elegir: entre lealtad o interés. Cada uno de nosotros tiene
la capacidad de traicionar, de vender, de elegir por el
propio interés. Cada uno de nosotros tiene la posibilidad
de dejarse atraer por el amor al dinero o a los bienes o al
bienestar futuro. “Judas, ¿dónde estás?”. Pero la pregunta
la hago a cada uno de nosotros: “Tú, Judas, el pequeño
Judas que tengo dentro: ¿dónde estás?”. (Homilía Santa
Marta, 8 abril 2020)
MIERCOLES SANTO
La traición de
Judas

Mateo 26, 14-16


Marcos 14,10-11
Lucas 22:3-6
Jueves Santo
Ultima cena- Institución de la
Eucaristía y Sacerdocio
Lavatorio de pies
Oración de Jesús en el Huerto de
Getsemaní
Beso de Judas
Negación de Pedro

Lucas 22, 14-20


Juan 13,1-15
Marcos 14:32-52
Mateo 26:69-75
Viernes Santo
San Juan 18:1-40
19:1-37
Sábado Santo
San Juan 19:38-42

El Papa Emérito Benedicto XVI, en el


año 2010, expresaba hermosamente
aquello que define al Sábado Santo:
«El Sábado Santo es el día del
ocultamiento de Dios, como se lee en
una antigua homilía: “¿Qué es lo que
hoy sucede? Un gran silencio
envuelve la tierra; un gran silencio y
una gran soledad, porque el Rey
duerme (...). Dios ha muerto en la
carne y ha puesto en conmoción a los
infiernos” (Homilía sobre el Sábado
Santo: PG 43, 439)».
Domingo de
Resurrección
Juan 20, 1-9

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